¿ UNA DE LAS
HERRAMIENTAS PARA LA FELICIDAD ?
Habemos muchas personas que por diferentes circunstancias hemos formado una familia con amigos; pero todos de alguna manera tenemos una familia, desde luego que no todas las familias son iguales. Las hay grandes y pequeñas, con un padre o madre, con abuelos y sin abuelos; en fin cada quien tiene una familia muy particular. En la actualidad es muy común y normal conocer familias compuestas por personas que antes habían estado casadas y ahora se integran como pareja, con algunos hijos de los matrimonios anteriores y otros de este nuevo matrimonio.
Hoy nos encontramos con muchos
tipos de familias que hace algunas décadas no nos hubiésemos imaginado en
nuestra cultura mexicana, pero a fin de cuentas, todas son Familias.
Cierra los ojos y piensa en
tu familia..., imagina a cada uno de sus miembros, piensa en sus nombres, sus
caras y cómo te sientes con cada uno de ellos. Esa familia es ¡Única,
Irrepetible y especial!, ya que cada uno de sus miembros también lo son,
no importa dónde estén o lo que hagan.
A muchos de nosotros nos gustaría tener una de esas familias que vemos en las películas, donde el padre y la madre siempre se quieren y resuelven todos sus problemas en menos de diez minutos; donde los niños perfectos y sin problemas se llevan bien y se profesan siempre con mucha comprensión; y por supuesto, no puede faltar la mascota preciosa, bien portada y siempre limpia, que nunca daña ningún mueble o alfombra de la casa, y si así fuera el caso, sin mayor problema y en ocasiones hasta con gusto lo resuelven. Por desgracia es difícil que exista este tipo de familia. Hay muchas personas que aparentan ser así, pero en realidad todos tenemos “ropa sucia” que lavar en casa. Es decir, no existe una familia en el mundo que no tenga problemas, donde las expectativas de los hijos o de los padres no se cumplan. La razón de esto es muy fácil ¡NADIE ES PERFECTO! Todos tenemos errores, aciertos, limitaciones y ¡Un gran potencial para lograr nuestras metas!. Ahora te haré una pregunta: ¿Qué te gusta y qué te disgusta de tu familia? Y por arte de magia atraes a tu mente todo aquello que te desagrada, ¿o no?. Realmente ésta es una pregunta que a veces es difícil de contestar, no nos gusta ver cómo es nuestra familia en realidad, ya que los defectos que encontramos en ella nos duelen, enojan o a veces hasta nos avergüenzan.
El primer paso es aceptar a tu
familia y aceptarnos a nosotros mismos como parte de ella.
El segundo es entender todo
lo positivo que de ella hemos aprendido, ya que hasta de las relaciones más
conflictivas se aprende algo, aunque sea el evitar dichas relaciones. Esto es
importante, ya que es dentro de la familia donde aprendemos cómo
relacionarnos con los
demás, la forma en
que nos comunicamos, sentimos
y hasta nos amamos. Una vez
realizado esto, entonces podemos decidir qué podemos cambiar en
nuestra familia, o en nosotros mismos para
mejorar aquella o aquellas situaciones o relaciones que nos causan conflicto.
Los padres de familia somos
los arquitectos de nuestra familia, empezamos a planear y construir a partir de
las experiencias que adquirimos en la familia que compartimos con nuestros
padres. Por eso es muy importante el conocer la familia donde crecimos, para
saber qué elementos deseamos incorporar a nuestra familia y cuáles descartar.
Para lograr esto es muy importante que el matrimonio tenga una buena
comunicación y se discutan los temas de economía, derechos y obligaciones,
expectativas de un
cónyuge para el otro, hijos y hasta el tipo de disciplina
que se manejará. Esto ayudará a que los cimientos de la nueva familia que ha de
empezar, sean fuertes para soportar los problemas y alegrías venideros.
Por otro lado , nunca es
tarde para remodelar una casa o familia que ya se empezó a construir. Eso es lo
maravillosa de las familias ¡Siempre podemos cambiar si lo queremos!
A veces solos, o con ayuda profesional, pero siempre que se desee hacer un
cambio, ¡éste se puede lograr!.
Es importante empezar por
nosotros mismos, identificar aquellos valores que como padres de familia
deseemos que nuestros hijos tengan, fomentarlos como pareja. Es necesario
predicar con el ejemplo. Si deseamos que nuestros hijos carezcan de vicios, no
los tengamos nosotros; si queremos que haya una buena comunicación en la
familia, ¡empecemos por la pareja!.
Nuestros hijos nos pueden
ayudar a formar la familia que deseamos, lo que nos dará más tiempo para
compartir; a veces lo que nos quita mucho tiempo son las tareas del hogar. Para
lograr esto es importante saber lo que pueden hacer nuestros hijos en realidad,
ya que a veces tendemos a subestimarlos. En realidad nuestros hijos pueden
ayudarnos más de lo que imaginamos.
Muchas veces No
permitimos a los niños o niñas hacer determinadas cosas porque no corresponden
a su género, o porque sus hijos no hacen “bien” las cosas y terminan
haciendo el trabajo ellos mismos.
Nuestros hijos pueden
ayudarnos dependiendo de su edad y habilidades. Muchas de las labores de la
casa se pueden repartir. Niños pequeños pueden levantar un cuarto desordenado,
poner la mesa o separar la ropa. Quizá se equivoquen un poco, pero es muy importante “Respetarlos”
a ellos y a su labor, y enseñarles poco a poco. Si no les damos la
oportunidad de equivocarse y de ir
perfeccionando poco a poco las labores
¿Cómo esperamos que aprendan?; para que todos estén conformes en la asignación
de tareas, es necesario que sean negociados y no impuestos por los padres. Cada
persona debe hacer algo que vaya de acuerdo con su edad y capacidad. No limitar
a los hijos que quieran cocinar o la hija que desee llevar el automóvil al
taller.. El hogar debe ser un lugar en el que los hijos se sientan seguros
compartiendo sus sentimientos con los demás miembros de la familia, estos
sentimientos podrán ser “agradables” y/o “desagradables”, buscando siempre el
apoyo y orientación de los padres. El ayudarlos a encausar sus sentimientos y No
a ignorarlos, puede hacer una diferencia en el futuro. Podemos formar un
hijo que ante la furia de la injusticia social se prepare y cambie el país
desde la Presidencia, un hijo que encause su furia dentro del terrorismo o que
la ignore y permanezca sumergido en la apatía. Es labor enseñar a los chicos a
percibir y manejar sus sentimientos, esto les permitirá ser personas sanas que
no necesiten enfermarse para expresar que algo está mal. Además de aprovechar
la energía de los sentimientos para lograr sus Metas.
SERIE: REFLEXIONES. 3
Informes:
Coordinación de Servicios Bibliotecarios
Km. 2 Carretera Xalapa-Veracruz C.P. 91190
Tel: 01 (228) 8 12 81 91 y 8 12 81 92 Fax 8 12 57 87
e-mail: fgarrido@ux.edu.mx
https://www.angelfire.com/mt2/biblioux