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Cuaresma y Semana Santa

    Cuaresma  es el tiempo que la Iglesia separa para una preparación personal que consiste de buenas obras, de enmienda, de reflexión íntima, de pensar en el prójimo necesitado espiritual y materialmente, de lecturas serias, de pensar de corregir y enderezar.  Son 46 días de discíplina cristiana cuya base son la oración, la limosna y la penitencia.

    El tiempo de Cuaresma  recuerda los cuarenta días que Jesús pasó haciendo oración y penitencia en el desierto como preparación para cumplir su misión.  También este tiempo   prepara  para celebrar la Pascua del Señor.  En la Pasuca se celebra los misterios centrales de nuestra fe:  Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.

     No se sabe con seguridad cuando la Iglesia  estableció la Cuaresma.  El canon 5 del Concilio de Nicea en el año 325 menciona por primera vez la cuaresma, (primer documento conocido).  De ahí en adelante hay muchos testimonios escritos sobre la Cuaresma.  En Oriente aparecieron primero los escritos sobre la cuaresma y en occidente los testimonios tienen fecha del año 340 en adelante.

    Algunas de las prácticas comerciales fueron cuando:   Moisés, Elías  y Jesucristo practicaron con mayor rigor  en sus cuaresmas  el ayuno y la oración con el retiro silencioso. Los antiguos observaban el ayuno con sumo rigor y se privaban de comidas y bebidas (carne, leche, vino) y de todo lo que ellos consideraban lujo y regalos.  Ni siquiera los niños y los enfermos estaban exentos.  La gravedad del pecado los impulsaba al arrepentimiento y la expiación.

    La austeridad cuaresmal impone ciertas privaciones rituales para fomentar en los fieles la conversión y el recogimiento;  por eso las vestiduras de los sacerdotes en este tiempo son moradas, se omite el gloria y el aleluya, se desviste el altar de flores y adornos, hay moderación en la música y hasta hace poco se cubrían los altares y los santos con paños color violeta.

    También se celebran prácticas de piedad extralitúrgicas muy apropiadas como los Vía-Crucis comunitarios principalmente los viernes, las misiones, predicaciones cuaresmales, celebraciones penitenciales y procesiones representando las estaciones del Vía-Crucis.

    La Cuaresma se inicia con el Miércoles de Ceniza y con éste el ayuno cuaresmal y termina con la Misa vespertina del Jueves Santo.  El Miércoles de Ceniza y el viernes hay ayuno y abstinencia de carne.  Así también todos los viernes de cuaresma. Todos los viernes del año son  viernes de Penitencia,  por ley general se impone la abstinencia de carnes, pero ésta puede ser sustituída según libre voluntad de los fieles por cualquiera de las varias formas de penitencia recomendadas por la Iglesia, algunos de ellos son:  ejercicios de piedad y de oración, mortificaciones corporales (privaciones voluntarias en las comidas o bebidas, fumar, asistir a ciertos espectáculos, obstenerse de ciertos gustos, realizar obras de caridad como asistir y visitar enfermos o necesitados, dar limosna, entre otros. Estas formas facilitan el cumplimiento de la ley de penitencia y  pueden se cumplidas por cualquier persona: rico o pobre, sano o enfermo, en casa o de viaje con toda libertad y sin nigún gasto ni ostentación.

     Se le dice Miércoles de Ceniza porque, antiguamente era conocido como el miércoles principio del ayuno, ya que la cuaresma comenzaba con el primer domingo de cuaresma.  Litúrgicamente, la cuaresma penitencial (40 días) se iniciaba con este primer domingo de cuaresma.

    Este miércoles tenía un carácter penitencial por que señalaba el inicio de la penitencia pública, que debía terminar el Jueves Santo con la absolución sacramental de los pecadores.  Si los pecados era graves los culpables recibían un hábito espolvoreado con ceniza y con él, se retiraban a un monasterio a cumplir la penitencia.  Al desaparecer esta práctica en el Siglo XI, la imposición de la ceniza empezó a hacerse general para todos los fieles.

    La ceniza es el residuo de todo lo que se quema y se quema  la basura, lo que no vale, lo que no sirve, lo infeccioso, lo contaminante.  Se  invita a reflexionar en todo lo que se debe quemar en el corazón para que sean más amigos, más hermanos, mejores vecinos, etc. Recuerda la condición de hombres mortales y como deben estar convitiéndo, cambiando, etc.  Convertir es volver a Jesús para tomarlo como centro definitivo de nuestra vida.

    El rito de la ceniza es: " Acuérdate hombre que eres polvo y en polvo te convertirás. "  o " Conviértete y cree en el Evangelio." (Filipenses 4,13)

    La litúrgia de Cuaresma presenta dos grandes preocupaciones de la Iglesia.  (El alma Cuaresmal) que son:  Preparación de los catecúmeros para el Bautismo.  Reconciliación de los pecadores. Al tener estas dos grandes preocupaciones, la Iglesia divide la cuaresma para dar atención a estos  cuatro etapas: Primera Etapa,  Son las primeras dos semanas cuyo tema es purificación y conversión; que para realizar el paso de una vida de pecado a una vida de gracia y amistad con Dios, se requiere arrepentimiento y confesión.  Proclama la misericordia de Dios que nunca se agota en el ofrecimiento del perdón y una llamada a la conversión con frutos dignos de penitencia.  Se enfatizan las prácticas de la oración, el ayuno y la limosna. Segunda Etapa,  Son la tercera, cuarta , y quinta semana cuyo tema principal son los sacramentos especialmente el bautismo.  En ello se nos indica que el mejor camino para lograr la conversión es la comunicación con Cristo a través de los canales escogidos por El.  Se enfatiza el amor, la alianza, la fe y la nueva ley. Tercera Etapa, Es la última semana o la Semana Mayor.  Es la semana de preparación inmediata para la Pascua. En esta semana se encuentran:  Domingo de Ramos o Pasión del Señor, Triduo Sacro-pascual, y el Domingo de Pascua - demuestra el triunfo y la victoria de la vida sobre la muerte.

    Son 5 domingos de cuaresma (El 6to es el de Ramos).  Cada uno inicia el camino litúrgico semanal conduciendo el Pueblo de Dios hacia la Pascua del Señor.  Los temas de los 9 prefacios eucarísticos durante estas semanas, hasta el Jueves Santo, nos pueden orientar hacia la conversión interior, la caridad fraterna, la ayuda mutua y la salvación de los hombres.  Los temas de estos prefacios son:  Tentaciones de Jesús en el Desierto.  Su transfiguración, La Samaritana, El Ciego de Nacimiento, La Resurrección de Lázaro, El significado Espiritual de la Cuaresma, Penitencia Espiritual, Los Frutos de la Abstinencia y Los Beneficios del Ayuno.

Semana Santa:
 

    La Semana Santa conocida también como la Semana Mayor, y por los antiguos, como la Semana penosa, a  causa de los tormentos que surfrió Cristo, se instituyó poco a poco. Desde la época apostólica la Iglesia celebraba todos los años La Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Luego se agregó la conmemoración de la Institución de la Eucaristía.  Por último se instituyó el Domingo de Ramos como la celebración litúrgica de la entrada triunfal de Jesús, Rey y Mesías, en la Cuidad Santa de Jerusalén.

    Es una semana muy apropiada para afianzar la fe, para la conversión de los pecadores, la renovación espiritual de todo el Pueblo de Dios y sobretodo para expresar el amor y gratitud al Salvador.

    Se inagura la semana con el Domingo de Ramos, le sigue el lunes, martes y miércoles llamados también Santos y culmina con el Triduo Sacro y  éste con la Vigilia Pascual.  Finaliza el Domingo de Resurrección o de Pascua.

Domingo de Ramos:

    Para la Liturgia es el Domingo de Ramos "dentro de la Pasión del Señor".  La Iglesia despoja a sus ministros de sus vestiduras moradas y los reviste de rojo: el rojo martirial sangriento de su Fundador y el rojo encendido de Su Amor divino y humano a los hombres,  para Su Redención.

    Para significar la realiza de Cristo, comienza la celebración litúrgica con la procesión pública " de ramos", vitoreando al Mesías que entre triunfante en Jerusalén.

    Con la Procesión de Ramos, termina la nota jubilosa y triunfal de este domingo.  El Cristo vitoreado y aclamado por la multitud, aparece en las lecturas de la Misa inmediatamente,  (relato de la Pasión) encarnecido, abofeteado, condenado a muerte, coronado de espinas, crucificado, muerto y sepultado.

    Con los mismos sentimientos encontrados de dolor y alegría y en espera de la muerte y resurrección del Salvador, debe entrar el cristianismo en la Semana Santa para sumergirse en el Misterio Pascual.

Lunes Santo -        La Iglesia recuerda la Unción de Cristo por la mujer pecadora.
Martes Santo -      Jesús predice la negación de Pedro.
Miércoles -            La iglesia recuerda la traición de Judas.

    La Misa Crismal tiene lugar en la Catedral de la Diócesis.  Es celebrada por el Obispo y concelebrada por el Presbiterio y sacerdotes visitantes.  En ella aparece con mayor relieve la figura patoral del Obispo.  En esta Misa, los sacerdotes renuevan ante el Obispo sus promesas sacerdotales y su lealtad.  Hay una procesión ofrendal de los tres óleos, el pan, el vino y el agua sacrificial.

    En esta Misa, el Obispo Diocesano, bendice los óleos:  Oleo de los catecúmenos-se utiliza para ungir el pecho y la espalda del que van a bautizar (Unción pre-bautismal). Oleo de los  enfermos que se utiliza en la administración del sacramento de la Unción Santo Crisma - Se utiliza en la administración de los sacramentos del bautismo, confirmación y orden.  Tambien se utiliza consagración de religiosos y objetivos para el culto. Cada bendición y consagración tiene su propio rito.

Dolores de la Virgen

1.  Profecía de Simón
2.  Huida al destierro de Egipto.
3.  Cuando el Niño se pierde a los 12 años.
4.  El encuentro con Jesús en la Calle de la Amargura.
5.  Agonía de Jesús en la Cruz.
6.  Al recibir el cadáver de Jesús.
7.  Soledad luego del entierro.
 

Triduo Sacro-Pascual:

    La cuaresma termina en la misa vespertina del Jueves Santo y en esa misma misa el   comienza el triduo sacro.  Desde Adviento, pasando por Navidad y Epifanía, y sobretodo a través de la liturgia camina hacia la culminación del Misterio Pascual.  El triduo sacro se inicia con un jueves Santo esplendoroso, un Viernes Santo cubierto de tinieblas que termina en la crucifixión sangrienta del Calvario y continúa con el misterio del sepulcro de Jesús donde mantiene a la Iglesia desolada a lo largo del Sábado Santo par culminar en la Vigilia Pascual de esa noche de su resurrección.

  Como judío observante, la primera preocupación de Jesús  fue ordenar los preparativo para la Cena Pascual.  En ella instituye la eucaristía, el sacerdocio y el mandamiento nuevo del amor.
 Además durante la cena, Jesús lava los pies a los apóstoles, les inculca el mandamiento nuevo del amor mutuo, les anuncia su muerte violenta, denuncia al traidor, predice las negaciones de Pedro, y les pide que permanezcan unidos a El como sarmientos a la vid, y esa vid es El mismo.

     Antiguamente, durante el Jueves Santo, había tres grandes celebraciones con sus misas respectivas:

 1.   Reconciliación de los penitentes públicos.  Esta misa cayó en desuso al desaparecer la disciplina de la penitencia pública.
 

 2. Consagración de los óleos.  Es celebrada en las catedrales por el obispo y su clero.  La conocemos como la misa crismal.  En Puerto  Rico se celebra el lunes, martes o miércoles santo, de acuerdo con lo que disponga el Obispo de cada diócesis.

 3. Conmemoración de la Eucaristía- constituye la celebración central y propia del Jueves Santo para todo el pueblo de Dios en todo el mundo.


    La misa oficial del día es la misa vespertina de la Cena del Señor.  Esta misa se le conocía como la misa del "nacimiento del cáliz".  Durante esta misa, al cantar el Gloria, se tocan las campanas y éstas quedaran silenciosas hasta la Vigilia Pascual.  En este día se prohíben las misas sin pueblo, así como las comuniones fuera de la misa excepto para los enfermos.
 

     En esta misa se conmemoran tres grandes misterios:
 
 1. Institución de la eucaristía- fue el objeto principal de aquella Cena del Señor, donde nos dejó su cuerpo como alimento de nuestra alma.  Por eso, es el sacramento de la unidad, del amor, de la entrega, del servicio, del encuentro y de la donación de Jesús al mundo para que los hombres seamos hermanos.  Es la comunidad cristiana que canta, se abraza y celebra su fe y se compromete para ser fermentos de unidad.
 

 2. Institución del Sacerdocio- Celebramos el amor de Cristo que quiere prolongar su presencia en hombres frágiles, encargados de proclamar a los hombre que el amor es la única fuerza que puede cambiar el mundo y hacer la felicidad de los pueblos.  Ellos son los responsables de multiplicar el pan de la unidad en la eucaristía, que hacen posible el reencuentro de los hermanos en el bautismo y la penitencia, que bendicen la unión de dos amores que se hacen uno y que alivian los dolores de los enfermos y moribundos.
 

 3. Institución del mandamiento nuevo- El jueves santo es el día clásico del amor, de la caridad, del servicio y de la humildad.
 

Ritos Especiales del Jueves Santo

 1. Lavatorio de los pies:
 
   Jesús quiso que los apóstoles (primeros sacerdotes y obispos de su Iglesia) estuvieran limpios de cuerpo y alma, fraternalmente unidos, humildes y queridos entre sí; recibir el regalo que nos dejaba.  Al lavar los pies, Jesús está anunciando el bautismo que le concede al hombre ester limpio.  También quiere darle ejemplo de servicio y humildad a los apóstoles y para cuántos, después de ellos, habrán de ser servidores y purificadores de las almas en la sucesión apostólica como jerarcas de su Iglesia.

 2. Procesión del Monumento:
 
   En la misa se han consagrado, además de las hostias necesarias para la comunión del día, las de la comunión del viernes santo.  Estas hostias consagradas son las que se llevan en procesión al sagrario que está en el monumento para la adoración de los-fieles.

   La liturgia pide que Jesús Sacramentado sea visitando y adorado constante y fervorosamente hasta la media noche.  (comunitariamente) En el resto de la noche y al otro día, la adoración es privada.
 

    Todos sabemos lo que Jesús sufrió esa noche y cada Jueves Santo nosotros conmemoramos: Jesús confesó que sintió pavor, su alma se entristeció con agonía de muerte, que sudó sangre.  Fue preso, maniatado, arrastrado, golpeado, escupido, abofeteado, cornados de espinas, vestido de púrpura, mofado con falsas adoraciones, azotado, pero ante todo, no hay que olvidar que Jesús ganó su última batalla contra el demonio, del mundo y la muerte con su propia muerte en la cruz.

 Viernes Santo:

    El Viernes Santo se le conoce como el "día adorado", "día de duelo" o "el día de la Redención" porque cargando con la cruz y con los pecados del mundo recorre la vía dolorosa y llega al Calvario para morir a la hora  nona (3:00 P.M.) Entre tormentos, amando y perdonando y pronunciando sus siete palabras. También se conoce como el "día de desolado" porque no hay misa, en todo el mundo los altares están desnudos y el culto se desarrolla en penumbra con rezos y cánticos lúgubres.

   Luego del sermón de las siete palabras, la misa es reemplazada por la liturgia vespertina que consta de:

  1. Liturgia de la palabra:
   Consta de tres lecturas bíblicas; El siervo de Yavé de Isaías, Jesús es causa de nuestra salvación de la carta de San Pablo a los Hebreos y la Pasión de Jesús San Juan.

  2. Oración universal:

    Como Jesús murió por todos, en esta tarde la Iglesia pide al Padre por todos.  Hay 10 peticiones al Padre y se pide por:

 
   a. La iglesia
   b. El papa y la Jerarquía eclesiástica
   c. Los fieles
   d. Los catecúmenos
   e. La unión de los cristianos
   f. Los judíos
   g. Los que no creen en Dios
   h. Los jefes de estado
   i. Los atribulados y necesitados
 
  3. Adoración del Crucifijo:

    Es la adoración al Cristo Crucificado cuya muerte estamos honrando.  El clero y los fieles se van acercando para adorarlo besándolo previo signo reverencial.  El desfile es largo y da tiempo de cantar los improperios (injuria, insulto, reproche, etc.).  Todo esto lo soportó Jesús aquel Viernes Santo en su cuerpo mortal y lo ha soportado a través de los tiempos y lo sigue soportando hoy con nuestras actividades y nuestros pecados.

  4. Comunión General:

    Para esta comunión se utilizan las hostias consagradas en la misa del Jueves Santo y que se colocaron en un copón y se guardaron en el monumento para adoración.

     El Papa Pío XII fue el que prescribió esta comunión sin misa para el clero y los fieles luego de muchos siglos de no tener comunión en este día.  Luego de los acontecimientos del día, Cristo piensa que nos debemos sentir humillados, personados, faltos de lado y de su sangre derramada hacen tan pocas horas.  Con esta comunión, Jesús Sacramentado desaparece del templo.

Por la noche, acompañamos a María en su soledad. 


    El Viernes Santo de Compone de:
 
La Cruz y la Muerte:

     El Viernes Santo es el  primer acto de la Pascua  "Pascha Crucifixionis", como la llamaban los Padres.  Este día está centrado todo en la Cruz del Señor.Pero no con aire de tristeza, sino de celebración: la comunidad cristiana proclama la Pasión del Señor y adora su Cruz como el primer acto del Misterio Pascual,.  El color es rojo, color de mártires, no el morado, recordando pedagógicamente que no se está en unas exequias, ni guardando luto.  Cristo Jesús, como Sumo Sacerdote en nombre de toda la humanidad, se ha entregado voluntariamente a la Muerte -el primer mártir- para salvar a todos. Cuando se comienza el Triduo Pascual los colores cambian del rojo del Viernes Santo se cambia al blanco de la Vigilia.
 
 
La austeridad y el ayuno:
 
      El Viernes y el Sábado, los dos primeros días del Triduo, están marcados por la austeridad y el ayuno.Pero no como signo penitencial.  Sino como celebración cúltica del Tránsito Pascual de Cristo.  Se ayuna el Viernes, y a ser posible se "prolonga durante el Sábado Santo este ayuno" como expresión de que la comunidad cristiana sigue la marcha de su Señor a través de la muerte.  Es un ayuno esperanzado, que desembocará en la alegría de la resurrección.

     Un aspecto de este ayuno es la ausencia de celebraciones sacramentales en estos dos días.  La comunidad ora, celebra la Pasión y la Cruz, se reúne para la meditación y la contemplación, o para la Alabanza de las Horas, pero no celebra sacramentos.  Es una antigua tradición eclesial que en estos días la comunidad "ayuna" de sacramentos: "sacramenta penitus non celebrari", sobre todo la Eucaristía.  El que el Viernes, precisamente el día de la Muerte del Señor, no se celebre la Eucaristía, que es el memorial de esa Muerte, tiene una explicación sencilla: el Triduo Pascual se celebra como un sólo día, y su Eucaristía es la de la Vigilia Pascual.  Incluso muchos piensan que hubiera sido acertado no haber restablecido la comunión en este día cuando hace treinta años se reformó la Semana Santa, por el mismo motivo.

     Esta austeridad tiene también su manifestación en el carácter sobrio de toda celebración.  El Viernes Santo,  a partir de la medianoche, en que se reducen los signos festivos de la reserva eucarística- no se colocan flores, no suenan la música ni las campanas, el altar se deja despojado, el sagrario se deja abierto y vacío...Sábado Santo, en la Vigilia, volverán las flores y las luces a la celebración, y en proporción mayor que en ninguna otra fiesta durará cincuenta días. 



 

Sábado Santo:
 

    El Sábado Santo, la Iglesia se aferra al sepulcro de Jesús, meditando su Pasión y Muerte.  No hay misa y los altares continúan desnudos hasta la llegada de la Vigilia Pascual, que es la expectación nocturna de la Resurrección.  Evoca la noche en que Yavé veló para sacar a los hijos de Israel de la tierra de Egipto.
 
     Los Judíos practicaban esta vigilia y Cristo tambien la practicó.  Pero esta vigilia inaugura la Pascua Cristiana - cristianizacida por la muerte y resurrección de Jesucristo para la salvación del mundo.  Es el paso del ayuno cuaresmal a la fiesta pascual, es el paso triunfante de Cristo Resucitado al Padre.  Tradicionalmente, la Iglesia asoció a esta vigilia la administración del bautismo, donde la persona nace a una vida nueva.

Los ritos de la Vigilia son cuatro (4) y se han celebrado siempre.  Por mucho tiempo se estuvieron celebrando en horas de la mañana del sábado.  El Papa Pio XII, los repuso los más cerca del amanecer del domingo, como se practica ahora, para que haya más semejanzas a lo que ocurrió en general.

  1- Rito de la luz o lucernario: 


  a. Se prende un brasero en la parte posterior de la Iglesia o en el atrio para bendecir el fuego y para sacar de él, la luz nueva para el culto de la Iglesia.  El fuego es signo de algo renovado que tiene que arder dentro de nosotros, purificándonos y cambiándonos.  Se apagan las luces de la Iglesia.

  b.  Se lleva el cirio pascual ante el celebrante, y este lo adorna simbólicamente, grabando en el una cruz, las letras griegas alfa y omega, marca las cifras del año en curso y incrusta cinco granos de incienso.  El sacerdote dice: 


   1.   Al grabar las letras y la cruz - "Cristo ayer y hoy principio y fin",


   2.   Al marcar el año - "suyo es el tiempo y la eternidad.  A él la gloria, y el poder, por los siglos de los siglos",


   3.   Al señalar los cinco granos - "por sus llagas santas y gloriosas,  nos proteje nos guarde Jesucrito, nuestro Señor".

  c. El celebrante enciende el Cirio Pascual con el fuego nuevo, que representa a Cristo Resucitado, luz del mundo.  Las 5 llagas reciben homenaje, ya que a las mujeres piadosas no les dió tiempo honrarlas con los unguentos que tenían preparados por Cristo haber resucitado tan temprano.

  d. Procesión con el Cirio Pascual o procesión de la luz.  Comienza la procesión hacia el altar y van encendiendo las velas y cantando "Luz de Cristo" - "Demos gracias a Dios" por tres veces.  Al llegar al altar, se encienden las luces de la Iglesia.

  e. Se canta el pregón pascual donde se anticipan las maravillas de Cristo Resucitado.  Es noche santa porque ahuyenta al pecado, lava las culpas devuelve la inocencia a los caídos, la alegría a los tristes, expulsa el odio, trae concordia, doblega a los poderosos.  Es la noche del perdón y del amor.
 
  2. Proclamacón de la Palabra

    Son 9 lecturas que se proponen; 7 del Antiguo Testamento y 2 del Nuevo Testamento, formando en ellas una unidad.  No siempre se leen las nueve.  La liturgia de la palabra es una catequés donde recordamos las maravillas que Dios ha realizado a través de la historia, hasta llegar el momento cumbre, donde Cristo con su muerte y resurrección salva a toda la humanidad.
 
     Antiguamente, esta vigilia pascual era la noche clásica para el bautismo de los catecúmenos y éstas lecturas le recordaban toda la formación que habían recibido.  Después de cada lectura del Antiguo Testamento le siguen un salmo y una oración.  Luego de proclamadas las lecturas del A.T., se encienden los cirios del altar, se canta el Gloria, mientras se repican las campanas que habían estado mudas desde la noche del Jueves Santo para anunciar la Resurrección.  Luego se procede con las lecturas del Nuevo Testamento (2) y vuelven los jubilosos aleluyas.

  3. Liturgia Bautismal
 
    El bautismo es le sacramento inicial y más necesario de la vida cristiana.  Esta liturgía contiene:
   a. orar comunitariamente con las letanías.
   b. Bendición del agua bautismal y bautizar si es el caso.
   c. Renovación de las promesas bautismales - luego de las promesas, el celebrante asperja al pueblo con agua bendita.
 
    Se prosigue con la oración de los fieles y se ora por la Iglesia, por el Papa y la Jerarquia, por la paz, por la ciudad, por los neófitos y los difuntos.

  4. Misa de la Vigilia Pascual
 
    Se inicia con la presentación de las ofrendas en la liturgia eucaristica y contunúa la misa como de constumbre. (Terminada la liturgia se procede a la procesión del encuentro). 

Domingo de Pascua:

     Por más que la Vigilia Pascual ha dado su primer saludo al Divino Resucitado, la mañana de este día está llena de júbilo por que la humildad ha sido redimida.  Cristo ha resucitado.  Al morir y resucitar por todos los hombre, todos hemos muerto y resucitado con El.
 
     Pascua significa paso, tránsito, pasar de largo. Para los judíos era la fiesta principal.  El mismo Yavé lo habia ordenado.  Para ellos tenía un carácter dobel; familiar y religiosa.
 
     La pascua judía era una figura de la pascua cristiana.  Tras el "paso" por el Mar Rojo de la Pasión, a pesar de la guardia militar que defendía el sepulcro y la losa que lo aprisionaba, Cristo resució verdaderamente.  Resucitó y siempre está con la Iglesia.  El Señor deja a su esposa, la Iglesia, su Palabra y la Eucaristía para todos los creyentes.  Queda María, la madre de Jesús y la madre de la Iglesia naciente, y la roca de Pedro, para salvaguardar la "Verdad Libertadora" de los que buscan con sinceridad.  Por eso este es el Día en qeu actuó el Señor.  Hoy gozo por el triunfo de la Resurrección.  El Triduo-sacro se clausura con las vísperas de este domingo de Resurrección.



Texto por Sor Maristella Maldonado, O.P. , Sor María Judith Maldonado, O.P.  y Sr. Rafael E. Colón