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Hace serca de 5 años comenzé a recolectar revistas, fotos, articulos, y cosas por el estilo que me dieran cualquier clase de información hacerca de estas cosas extrañas que con el paso de el tiempo más y más gente esta observando en nuestro cielo infinito.
En esta pagina me gustaría compartir mis pensamientos y algunas cosas que he descubierto.
Esto es solo el comienzo de mis investigaciones:
Los goviernos parecen tomar muy en serio el tema de los ovnis, a pesar de sus protestas afirmando lo contrario. El de los Estados Unidos, por ejemplo, ciertamente lo hace, e incluso se niega a dar a conoser documentos claves porque, según afirma, podrían compromenter la seguridad nacional. Gran Bretaña, por su parte, no se inmuta por el tema, pero todas las pruebas señalan que en las altas esferas se sigue son mucho interés todo lo relacionado con los ovnis.
Varios países europeos reconosen abiertamente la realidad de los ovnis; y un cientifico prominente del GEPN, un antiguo proyecto fundado por el govierno para la investigación de los ovnis ha ido incluso más lejos y proclamando que el autor de esos fenomenos es una inteligencia muy superior. Tan extendido interés no parece concordar con la opinión comúnmente aceptada de que la ufología es, como mucho, una «pseudociensia».
Varios países pequeños ha hecho osadas declaraciones en relación a la relidad y naturaleza de los ovnis. En estos países la cobertura periodística es bastante sorprendente que los mismos medios de comunicación sostengan la opinión de que los ovnis son representantes de una inteligencia superior.
En 1978, el presidente de Grenada, sir Eric Gairy, trató de forzar a las Naciones Unidas a realizar un debate sobre los ovnis. Finalmente lo logró; y se hicieron varias declaraciones impresionantes, incluidas las contribuciones de los renombrados investigadores J. Allen Hynek y Jacques Vallee. Pero no se logró nada aparte de una moción pidiendo que se tomaran más medidas, y sir Eric no consiguió que se implementara.
Durante años la situación en la antigua URSS se vio complicada y oscurecida por la burocracia. Sabemos que la parapsicología siempre fue respetada en la URSS, pero poco se sabe de la actitud soviética oficial hacia los ovnis hasta 1967, año en que el doctor Jacques Vallee hizo una visita allí. El viaje coincidió con la fundación de un grupo para la investigación científica de los ovnis encabezado por el doctor Felix Zigel, profesor de cosmología en el instituto Aeronautico de Moscú y responsable -bajo la dirección del gobierno del entrenamiento de los cosmonautas rusos.
Trabajando con él en la investigación sobre los ovnis habia un comandante de la fuerza aerea llamado Stolyarov. Ambos afirmaban que las autoridades les habian prometido que, una vez fundado el grupo, les permitirian acceder a los mil quinientos expedientes sobre ovnis que obraban en su poder. Sin embargo, no cumplieron su palabra, alegando: «Sois demasiado pequeños para un problema tan grande como el de los ovnis».
Sin embargo, a Stolyarov y Zigel se les concedió autorización para aparecer en Ia televisión nacional, cosa que hicieron el 10 de noviembre de 1967, para declarar ante los ciudadanos soviencos: «Los ovnis son un tema muy seno que hay que estudiar a fondo». También hicieron un llamamiento solicitando el libre acceso a los expedientes sobre ovnis.
Sin embargo, poco despues, Zigel perdió protagonismo en el asunto. Cuando los periodistas estadounidenses Sheila Ostrander y Lynn Schroeder visitaron Ia URSS para recopilar material para su libro Psychic Discoveries Behind The Iron Curtain, el unico cientifico con quien no les permitieron entrevistarse fue Felix Zigel.
Años más tarde, el 14 de junio de 1980, un ovni naranja en forma de herradura apareció en el cielo noroeste de Moscú, y fue avistado por miles de personas. El gigantesco objeto sobrevoló las calles de la capital causando el pánico. Mucha gente corrió incluso a los refugios antinucleares, creyendo que había estallado la Tercera Guerra Mundial, pero el objeto se alejó sin hacer ningun daño. Al día siguiente, los medios de comunicación sovieticos no mencionaron el suceso. Sin embargo, y por extraño que parezca teniendo en cuenta su curiosa reticencia a hablar de los ovnis, Zigel mencionó naves que se separaban de una «nave madre» y diseminaban extraterrestres por las calles de Moscú. Sin embargo, Zigel debia de saber que el ovni era probablemente el satelite Cosmos 1188, poco después de su lanzamiento desde una base en Plesetsk, al norte de Moscú.
Los científicos occidentales sin duda estaban al corriente de ello y, Si bien a los ciudadanos soviéticos corrientes se les solía ocultar las actividades del gobierno, Zigel, como entrenador de cosmonautas, debía de estar enterado. De hecho, sus extraordinarias declaraciones demuestran que finalmente le habían permitido acceder a los secretos contenidos en los mil quinientos expedientes sobre ovnis -con la condición, seguramente, de que se convirtiera en títere del gobierno sovietico-. Y esto, según se ha sugefido, podia implicar divulgar historias improbables de ovnis que sirvieran de tapadera para ciertas actividades gubemamentales secretas.
Aunque Zigel publicó muchos articulos sobre ovnis en la URSS, era reacio a compartir sus datos con ufólogos de otros país posible que fuera demasiado problemáacar información del paío otros lograron hacerlo, no sin alguna dificultad. Nikita Schnee es un ufólogo sovietico que enviaba con regularidad informes sobre ovnis a Occidente. Schnee trabajaba para un organismo dedicado a la investigación cientifica y, junto con su colega cientifico Vladimir Azhazha, en 1978 trató de flindar un instituto para Ia investigación privada de los ovnis. Pero el Partido Comunista no dejó de ponerles trabas, alegando que el estudio de los ovnis era superfluo, y empezó a boicotear sus reuniones.
Juri Lina es otro ufólogo sovietico que enviaba informes sobre ovnis a Occidente. Estos reflejan las mismas caracteristicas de otros casos, incluidos los encuentros cara a cara. Sin embargo, Lina tambien los sufrió. De hecho, afirmó que las autoridades lo habian perseguido a causa de sus actividades y finalmente logró escapar contrayendo un matrimonio concertado con una ufóloga finlandesa. Aunque se fue a vivir a Finlandia, Lina volvió a Ia URSS para dar conferencias sobre los ovnis, y segun el, el KGB lo vigiló de cerca. Asi pues, la unica conclusión acerca de la ufología antigua URSS es que era considerada algo peligroso, y por tanto debia de tener un gran interés para el gobierno.
Por su parte, las autoridades australianas parecen impacientes por permitir a los investigadores el libre acceso a los expedientes sobre ovnis. A finales de 1981, al ufólogo Bill Chalker se le brindó la oportunidad de consultar estos expedientes, por entonces en posesión de la fuerza aérea australiana (RAAF). Chalker aceptó la oferta con entusiasmo e incluso se le permitió fotocopiar lo que quisiera, aunque se le pidió que firmara un documento para garantizar la confidencialidad de los testigos implicados. No le impusieron otras restricciones.
Los casos registrados en los archivos de la RAAF dieron pie a la declaración oficial de que «nada de lo que ha salido del 3 0 4 por ciento de los casos inexplicables apoya la creencia de que nos estan visitando intrusos procedentes de otras partes del mundo, o del espacio exterior» Sin embargo, segun Bill Chalker, muchos casos daban para reflexionar.
Un caso típico fue la serie de sucesos ocurridos en los alrededores del aeropuerto de Brisbane el 4 de noviembre de 1976. El personal de tierra vio una luz intermitente en el cielo, y la tripulación de un avión de transporte Elektra observó el mismo objeto avanzando a su misma velocidad antes de alejarse hacia el sur rapidamente. Tambien siguió de cerca a un reactor comercial, y una avioneta informó de un encuentro. Tanto el radar meteorológico local como el del aeropuerto localizaron un objeto no identificado que parecia concordar con tales afirmaciones. El informe de la RAAF concluja que la luz debía de proceder del planeta Venus y que las emisiones del radar eran «barcos en el mar», aunque los pilotos rechazaron la insinuación de que habian sido seguidos por un planeta, y los experimentados operadores de los radares afirmaron no haber captado ecos de barcos.
La RAAF había seguido su habitual linea de investigación oficial, basada en su preocupación por una posible amenaza a la defensa nacional; pero no se llevó a cabo ningun estudio científico. Curiosamente, los archivos contienen documentos que sugieren que algunos miembros de la RAAF eran conscientes de que podian acusarles de encubrimiento. En uno de ellos se leía: «Sólo alimentamos la creencia incorrecta (pero muy extendida) de que tenemos mucha información vital que ocultar.»
Chalker llegó a la conclusión de que la ayuda ofrecida y el contenido de los expedientes en sí contradecian la idea de un encubrimiento oficial. De hecho, los expedientes muestran que la RAAF estaba tan desconcertada como cualquiera ante el fenómeno; y hay otros muchos casos, segun señaló Chalker, que no aparecen en los archivos de la RAAF, algunos de los cuales «invitan cuando menos a la reflexión».
En 1981 Australia aprobó el acta de libertad de información, y en consecuencia se autorizó a Chalker a acceder a los archivos oficiales. Pero tal vez la aparente apertura de estos pudiera ser un mero intento de desalentar a los ufólogos para que no siguieran adelante con la investigación.
Si prestamos atención a los cambios oficiales de actitud hacia los ovnis desde los años setenta, observamos un claro patrón. España abrió sus archivos a las partes interesadas en 1976; los documentos reunidos en el llamado Libro Azul estadounidense se hicieron publicos en 1977; Francia fundó un organismo oficial para la investigación de los ovnis, que hizo varias declaraciones interesantes a finales de los setenta; y en 1982 Gran Bretafla declaró que los archivos sobre ovnis serían abiertos al publico. Estos países habían mantenido durante años que los ovnis no existian, o que no se tenia registro de ellos.
Todo esto puede parecer pura coincidencia, pero tal vez peliculas como Encuentros en la tercera fase crearon tal inquietud en el publico que los gobiernos se vieron obligados a tranquilizar a la gente declarando que no encubrian nada siniestro, y abriendo al publico los archivos. Sin embargo, puede que esto no sea todo.
El hecho de que los gobiernos hayan guardado registro de los casos de ovnis, y algunos de ellos incluso hayan invertido elevadas sumas en investigaciones oficiales, es una prueba del misterio que rodea el fenómeno. Aún más, el hecho de que ningún gobierno del mundo haya afirmado haber resuelto el enigma debe de tener su importancia.
Una explicación insólita de la actitud oficial hacia los ovnis fue expresada por el conde de Clancarty -que como escritor sobre ovnis firma sus libros Brinsley le Poer Trench-, quien creía en la hipotesis de un encubrimiento que poco a poco estaba siendo reemplazado por un programa educativo sobre ovnis del que muy poca gente era consciente.
Lord Clancarty afirmaba que nos estaban preparando para aceptar la verdad. En efecto, tal vez peliculas tan populares como E. T., donde el alienigena es presentado como un ser encantador, era parte de tal campañia. Si tenia exito, entonces nadie seguiria temiendo a los ovnis.
Pero si esto es cierto, «para qué nos estan preparando? Lord Clancarty, junto con un grupo cada vez más numeroso de investigadores, expresó su sospecha de que los ovnis representaran a los verdaderos gobernantes de este planeta. Tal revelación no podria implantarse en el mundo sin que cundiera el panico, de ahi la necesidad de un programa reeducativo. Si este es el verdadero motivo de la conducta curiosamente incoherente de los gobiemos respecto al tema de los ovnis, entonces tienen por delante una ingrata tarea: asegurarse de que los millones de personas de distintas culturas que habitan la Tierra esten preparadas para recibir la gran noticia. El mundo tiene derecho a saber la verdad, ya sea decepcionantemente prosaica o increíblemente importante como apunta la teoría de lord Clancarty. Las pruebas indican que hemos dado un paso hacia el descubrimiento de la verdad. Tal vez los días del encubrimiento esten contados.
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