El origen
de la región mediterránea se encuentra en los márgenes de un
antiguo océano
mesozoico, el
Mar de Tetis,
que separaba los primitivos continentes de Laurasia y Gondwana (África de Europa). Este sufrió importantes
modificaciones. Nos encontramos ante un ambiente cálido, forestal y húmedo en el continente europeo. A finales del
Oligoceno, se observa un descenso de temperaturas y precipitaciones, instalándose definitivamente las condiciones
de alta presión que condicionan la disponibilidad de agua tan característica de la región mediterránea.