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La Graviola es un atisbo de luz para muchos pacientes que sufren diferentes enfermedades como puede ser el caso del cáncer. Sus propiedades ya eran conocidas por muchos indígenas del Caribe que lo ingerían en forma de té.
Numerosos estudios indican que la guanábana, principal compuesto de la Graviola, tiene efectos anticancerígenos. Hasta ahora el principal trabajo de las farmacéuticas ha sido patentar una planta que le permita patrocinar los estudios.
Pero, ¿de dónde surge esta sustancia? Éste árbol crece en el Amazonas y en el Caribe. Las diferentes partes de este árbol son aprovechadas como base para la medicina tradicional. Diferentes estudios han podido validar los efectos beneficiosos para la salud de los seres humanos de este compuesto natural del que se se basa la Graviola.
Muchos pacientes han encontrado en la Graviola una 'amiga' en su lucha contra el cáncer. Al tener acetogeninas afecta a las células cancerosas sin causas ningún daño contra las células que se encuentran en perfecto estado. Actúa sobre las enzimas que forman parte de las células enfermas.
Después de muchos años de estudio se ha podido determinar que los efectos de esta planta pueden mejorar el estado de los pacientes que sufren 12 tipos de cánceres como el de hígado, el de pulmón o de mama, entre otros. Graviola actúa de una forma protectora para el organismo, elimina los parásitos internos y los gusanos además de reducir la presión arterial.
Otro de los beneficios que ofrece la Graviola es que actúa como antidepresivo especialmente en los problemas ocasionados por el estrés y los nervios. Los pacientes que empiezan a tomar este producto comienzan a ofrecer un estado de ánimo más positivo y se reduce la presión arterial.