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Sabías que...

Cada kilo de droga sintética genera cinco de desechos


La mayor preocupación está en la contaminación del agua, pues los residuos enterrados o liberados en arroyos pueden alcanzar los mantos freáticos


GUADALAJARA, JALISCO (27/FEB/2012)
.- En Jalisco la instalación de narcolaboratorios para la síntesis de metanfetaminas es un fenómeno que se presenta principalmente en el interior del Estado, de manera particular en municipios con un entorno  rural, incluso cuando se asientan en sitios urbanos se ubican en las afueras y lejanías poco pobladas que dificultan su detección.

En el periodo 2000 a 2012, cerca de 73% de estos centros de producción se encontraron en municipios fuera del Área Metropolitana de Guadalajara, considerando las estadísticas de la Sedena, la Secretaría de Marina (Semar), y la Secretaría de Seguridad Pública, Prevención y Readaptación Social del Estado de Jalisco (SSP).

La Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), calcula que, tratándose de laboratorios de metanfetaminas pequeños o de cocina (kitchen labs, los llama), los más comunes en Jalisco, la producción de desechos químicos se da en una proporción de uno a cinco, esto es, que por cada kilogramo de metanfetamina que se sintetiza, se generan cinco kilogramos de desperdicios peligrosos para el ambiente y la salud de las personas.

Conforme a esta información de la DEA, el decomiso de 15 toneladas de metanfetaminas que logró la Sedena el 7 de febrero de 2012 dentro de un rancho de Tlajomulco de Zúñiga, fue la tarjeta de presentación de un narcolaboratorio que debió haber generado, al menos, cerca de 75 toneladas de puro desperdicio químico que fue liberándose al ambiente sin ningún tipo de regulación; desechos que se perdieron en el agua, en el aire, en el suelo del lugar.

Cuando el Gobierno de los Estados Unidos advierte de la huella ecológica que deja la producción de metanfetaminas sabe muy bien de lo que habla: En el año 2001, del total de narcolaboratorios de estas sustancias que se detectaron en todo el mundo, 94% se encontró dentro de su territorio, una proporción que, sin embargo, ha venido disminuyendo (para 2006 era ya de 84%), conforme aumenta la síntesis de esta droga en México (las organizaciones criminales mexicanas se encargan de suministrar actualmente dos tercios de todas las metanfetaminas que consumen los vecinos del Norte).

Cuando más intensa era la producción de metanfetaminas en los Estados Unidos, ese país llegó a registrar más de 17 mil laboratorios y tiraderos clandestinos de químicos peligrosos, según lo precisa la DEA, lo que los llevó a elaborar todo un protocolo o procedimiento para la remediación de la contaminación de estos sitios.

Comparado con lo que llegó a ser la infraestructura norteamericana para esa droga sintética, la mexicana, con todo y su crecimiento, aún está muy lejos: La Procuraduría General de la República (PGR) informó apenas el 20 de febrero pasado que durante el mandato del Presidente Felipe Calderón Hinojosa, se han desmantelado 712 narcolaboratorios en todo el país, 592 de estos en la región centro del Pacífico Mexicano (de los cuales, al menos 163 debieron estar en Jalisco, según un recuento propio).