Lo que desayunes afecta al resto de tus comidas. Hay estudios que han probado que las personas que comenzaron el día con huevos o dulces comieron más grasa saturada durante el día que las personas que desayunaron cereales y frutas.

Existen 3 reglas para una alimentación saludable. Son fáciles de rememorar y sencillas de llevar a cabo. Utilice la pirámide de los alimentos como un instrumento de ayuda para tomar decisiones en el confuso mercado actual y para ayudar a equilibrar tu dieta.

Si vas a meter al horno algún producto, puedes sustituir el aceite o la mantequilla por alternativas como el puré de manzana, unos plátanos maduros triturados o bien unos trozos de piña machacada. Tu bizcocho puede quedar igualmente sabroso y ser mucho más saludable.

Al comenzar la mañana, bebe un vaso de agua templada con 1 cucharada sopera de jugo de limón y 1 cucharada pequeña de miel. La vitamina C del limón, la energía que aporta la miel y la hidratación que obtenemos del agua se convierten en una combinación saludable y rejuvenecedora.

Salir a cenar fuera no tiene por qué ser sinónimo de distanciarte de tus hábitos saludables. Escoge platos al horno o bien a la parrilla y evita lo frito. Solicita porciones más pequeñas de alimentos grasos, como carnes y salsas, o solicita otras opciones alternativas.

El ejercicio físico es tan esencial como la ingesta de alimentos para lograr tener un estilo de vida saludable.

Aprovecha la enorme pluralidad de comestibles exquisitamente saludables. Trata de ser aventurero y buscar nuevos alimentos para probar. Si estás comiendo los mismos alimentos toda la semana será muy aburrido y arriesgado puesto que te puede llevar a la tentación. Buscar continuamente nuevas recetas, condimentos y combinaciones de sabores puede servirte de ayuda para que se transforme en un desafío entretenido.

Consume proteínas y fibra en cada comida.

No te sobrepases con la sal. Prueba las comidas ya antes de incorporarles sal de forma automática. Cuando cocines, échale sal al plato una vez terminado en lugar de mientras se cocina el alimento.

Planificar las comidas es esencial. Nunca vas a tomar buenas resoluciones relacionadas con el alimento si tienes apetito. Planea con antelación, incluso antes de ir a comprar, lo que cocinarás y lo que vas a comer. Es una forma de ahorrar tiempo y dinero y de realizar elecciones más saludables.

Trata de comer solamente comidas caseras, evita todo lo que esté preparado y procesado. Nadie cuidará más los ingredientes de tu comida que tú mismo.

Si tienes hambre entre horas, elige un picoteo saludable. Puedes optar por un trozo de fruta, un puñado de nueces, un vaso de leche desnatada, un yogur o bien palitos de verdura con Mas informacion humus o queso fresco.