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Por ser "personas no gratas" el estadio Olímpico Universitario cerró sus puertas a las mantas tendenciosas dirigidas a Televisa que, semanas atrás habían aparecido en las gradas durante los partidos de Pumas. Para algunos, esas mantas fueron pagadas por gente escondida en el anonimato, con la clara idea de sublevar a la gente. Por su confección, por el material con el que estaban hechas, nadie creyó que los aficionados -los cuales comúnmente, son estudiantes- desembolsaran para algo que asciende a unos buenos cientos de pesos. Ayer, en un domingo donde el Atlante se jugaba el invicto y Pumas, la suerte de seguir estancado o abrir una luz de esperanza a sus seguidores, las mantas "bien hechecitas" no tuvieron cabida. A eso de las 10 Hrs. empezó a ingresar el público. Las gradas empezaron a poblarse poco a poco, y las banderas universitarias, por un lado, y las azulgranas por el otro, eran lo único que ondeaba. Supimos que la gente de seguridad del estadio prohibió el paso a las mencionadas mantas. Y se rastreó con éxito, el paradero de un aficionado que entró por la puerta de maratón; se quiso pasar de vivo y fue encontrado en los baños.
"Sin tomar partido por Televisa o TV Azteca, cuestionamos el cambio de televisora de Pumas; pero también el horario en que transmiten sus partidos, pues casi siempre son diferidos. El escrito consta de una página que va dirigido al señor Guillermo Aguilar Álvarez, a Raúl Borja y a la opinión pública", nos contó Hugo Pineda, dueño de tan ocurrente idea, a la par de Alma Rosa Mercado, ambos universitarios.
Es obvio que la directiva que preside Guillermo Aguilar Álvarez tomó cartas en el asunto, en clara respuesta al fustigamiento que sufrieron jugadores visitantes y el grupo de comentaristas de Televisa, en el partido Pumas-América. Dio resultado, pues no darle el paso a las mantas, más la adhesión del cuerpo de atención y emergencia, plantel oriente UNAM, en apoyo a la seguridad que normalmente se prepara en los días de partido.
Pero Televisa no deja de ser "la malquerida". Sigue recibiendo una dura manifestación de desagrado de la gente y, más de la porra Plus, que no oculta sus sentimientos desde el segundo piso del estadio. Fueron constantes, ayer, los recordatorios familiares hacia los colores naranja y amarillo. Los reporteros y comentaristas, mientras tanto, intentan no llamar la atención en CU, el uniforme con el logotipo de Televisa. Y en las gradas de la parte alta, ni por error hay cámaras de la empresa televisora; cinco se ubican ya en la azotea del palomar y el resto, alrededor de la cancha. El caso es que en los palcos ubicados en el palomar, donde radio y televisión de Televisa apostan a sus comentaristas, esta vez no hubo agresiones de ningún tipo. Si contra el América, varios objetos lanzados desde la parte baja, se habían estrellado contra los cristales protectores y hasta el colega Francisco Reyes había sido alcanzado por un proyectil, ayer los narradores y comentaristas no tuvieron de qué quejarse. Como dato anecdótico diremos que el doctor Miguel Mejía Barón, técnico del Atlante, fue respetado. Si no recibió saludos, tampoco insultos. Es que entre los universitarios no se olvida que él fue quien dio el tercer título de liga en la historia de Pumas, en la temporada 1990-91. Y si en el campo se impuso Pumas, en la lucha verbal que se vivió en las tribunas ¡gano el Atlante! (aunque usted no lo crea). El ingenio de los azulgrana "mato" a sus oponentes, máxime cuando gritaron al unísono: "¡Pumas, hijos de Televisa!".
Reportaje: Graciela Resendiz
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| http://www.angelfire.com |
Créditos
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ANUNCIO SUBLIMINAL
Lo único permitido en las gradas fueron tres cartulinas con las leyendas:
"No, a Televisa", perteneciente a un muchacho que, seguramente, la pasó de
contrabando, "La televisión no es cultura", firmada por Animación Deportiva
UNAM, y "Creo que quien alguna vez fue Puma, nunca dejará de serlo", un
anuncio subliminal que bien puede ser conocido por todos ustedes, si revisa
la página de Internet "
NUEVAS MEDIDAS
