Xena y Gabrielle cabalgaron durante toda la noche sin parar, y eso que a Xena no le
gustaba andar de noche era peligroso, pero las circunstancias así lo requerían, no
podía perder mas tiempo.
Pero Claudia no se había dirigido hacia Corinto, ella fue hacia el otro lado, estaba
llegando al templo de Afrodita en Curtiskemon.
Una vez dentro del templo de Afrodita.
Claudia: ya estoy aquí Afrodita.
Afrodita: (apareció y comenzó el plan para acabar con Ares y su maldad, comenzó
a contarle algo a Claudia para ponerla al tanto, era algo que había escuchado).
Afrodita: sabes querida Claudia que yo hablo con la verdad no puedo ocultarte
nada.
Claudia: Afrodita no vine hasta aquí para que me sigas matando con el suspenso.
Afrodita: tu sabes bien que Ares esta enamorado de Xena.
Claudia: si lo sé. Se me apareció el otro día y me dijo que se vengaría por todo
lo que hice, primero porque la entregué a los brazos de Gabrielle y luego porque bueno
tu ya sabes,... mientras Xena estuvo enferma, sentimos algo muy profundo que nos llevo
a estar juntas como tu te imaginas...
Afrodita: ¡Ah!, sí recuerdo esas noches, ¡¡sí que te inspire!!, fue toda pasión
y deseo, Xena no te olvidará fácilmente.
Claudia: si lo sé, pero me preocupa más Ares, que es lo que pueda llegar ha
hacer, sé que me odia porque yo estuve primero con Xena, antes que él.
Afrodita: escuché algo sobre volver a transformar a Xena, en la Xena mala, la
Xena oscura, poseerla con un demonio por las noches, luego ella no recordaría nada de
lo que hace en las noches, sobre todo cuando se encuentra a solas con Gabrielle tu
sabes... Tendrá una obsesión contigo y volverá loca a Gabrielle con los celos, y todo
tipo de cosas.
Claudia: dioses, que puedo hacer para impedir semejante atrocidad, como se puede
dañar tanto a una persona, por el solo hecho de que te amen a la fuerza, la verdad
Afrodita que a tu hermano no lo entiendo.
Afrodita: Claudia, es muy simple son celos, envidia de ver feliz a otro, no te
creas que es solo Ares, de ese tipo de personas hay muchos, que andan por ahí haciendo
el mal a otros.
Claudia: bueno, ¿qué debo hacer, volver con Xena y avisarle, o avisarle solo a
Gabrielle?
Afrodita: no, a Xena ¡¡no!! a Gabrielle tal vez. Sí, sí, hay que ponerla sobre
aviso, mi pequeña no debe sufrir tanto, al menos le diremos de que se trata.
Claudia: ¿cómo hago para verla? Esto seguro comienza esta noche, y estoy muy
lejos.
Afrodita: no te preocupes de eso me encargo yo, le diré lo que trama Ares con
Xena, y que tú la ayudaras desde aquí.
Claudia: ¿Cómo desde aquí? ¿Qué debo hacer?
Afrodita: te daré una sustancia dónde entrarás al sueño de Xena, antes ya lo has
hecho, tu viste su corazón.
Claudia: sí, pero cuando hago eso, tengo a la persona enfrente, esto es distinto,
ella esta muy lejos.
Afrodita: por eso te daré esta poción, debes tomarla, y tu energía fluirá tan
fuerte que llegaras a su mente.
Claudia: ¿y que le diré?
Afrodita: primero deberás entrar en silencio, que no sé de cuenta que estas allí
observando, deberás ver todo lo que sucede en su interior. Una vez hecho esto, me
nombras y yo te diré que hacemos luego de que me cuentes lo que viste.
Claudia: dame ese líquido no hay tiempo que perder. ¿Cómo sabré si ella ahora
esta dormida?
Afrodita: bueno, creo que ya es hora de que este dormida, tómalo y piensa en Xena,
así aparecerás en su sueño, recuerda cuando creas que hayas terminado me nombras, es la
única forma de salir del trance. Voy a ver a Gabrielle, quiero saber que esta haciendo,
supongo que también estará dormida junto a Xena.
Xena y Gabrielle seguían cabalgando, pero Argo ya no daba más, al igual que ellas,
estaban muy cansadas, y ya era hora de dormir, Xena desmontó junto con Gabrielle que ya
se estaba quedando dormida en los brazos de Xena, tiraron las mantas al suelo se dijeron
buenas noches y abrazadas se durmieron. Para Afrodita no fue difícil encontrarlas,
apareció de golpe, y las vio tan unidas, era un cuadro, se dijo que hermosas que son
las dos juntitas, tan enamoradas, y este maldito de Ares que las quiere separar a toda
costa.
Afrodita: (pensó). No puedo despertar a Gabrielle sin despertar a Xena, ¿cómo
haré?, (en ese momento, Xena comenzó a moverse, y parecía que estaba hablando algo
entre sueños), creo que su pesadilla está comenzando, sólo espero que Claudia ya este
en sus sueños. (Tuvo que irse, no pudo hacer nada para avisarle a Gabrielle), bueno
mañana bien temprano, se lo diré, aunque me será difícil ya que Xena se despertará
primero, mi pequeña,... hablaré mañana con ella. Debo volver a ver a Claudia.
En ese mismo instante, Claudia estaba entrando en el sueño de Xena, no le gustaba nada
lo que estaba viendo, Xena se había vuelto muy mala, parecía como que gritaba en vez de
hablar y solo maldecía a Gabrielle entre sueños, entretanto también viviendo la misma
escena pero desde otro ángulo estaba Gabrielle, quien se había despertado ante los
movimientos bruscos de Xena, se dio cuenta que esta tenía una pesadilla. Trato de
calmarla, pero fue inútil, Xena le gritó fuerte, y la empujo de su lado, Gabrielle no
sabía que estaba pasando, Claudia entretanto estaba mirando la escena, atino a gritarle
a la Xena mala, que estaba haciendo mal las cosas que no debería tratar así a Gabrielle,
Xena le contestó en su sueño, no te metas o acabaré matándola, Claudia al oír esto, se
calló y siguió observando, Xena estaba despierta al lado de Gabrielle, pero aún
inconsciente de lo que estaba haciendo, puesto que estaba poseída, se paró frente a
Gabrielle, ésta aún estaba en el piso, Xena comenzó a patearla, maldiciéndola, le decía
que por culpa de ella Claudia se había ido, que no la amaba como ella pensaba, que solo
quería a Claudia.
Xena oscura: vete, vete, maldita perra, vete de mi lado. (se desmayó en los pies
de Gabrielle).
Gabrielle estaba aterrada por lo que estaba viviendo, se pellizco para ver si era
realidad, o estaba viviendo una pesadilla, no podía creer como la había tratado Xena y
encima de todo le pegó, tenía un fuerte dolor en las costillas, pero por suerte no las
había roto. La tomo a Xena de la mano, y vio que aun respiraba con dificultad, como
agitada, no entendía nada.
Gabrielle: (pensó) ¿Qué había pasado?.
Entretanto Claudia seguía observando todo, Xena aun permanecía dormida, trato de
comunicarse con Gabrielle por medio de su mente pero le fue imposible Claudia estaba un
poco débil, debido al esfuerzo que provocó el estar en el sueño de Xena, se necesitaba
mucha energía para hacer este trabajo al ver que todo había pasado, llamó a Afrodita
para salir del trance.
Dicho esto salió del trance, y comenzó a contarle a Afrodita lo que había pasado, esta
quedó perpleja ante la actitud de Xena, pobre su pequeña Gabrielle, ¿le había hecho
daño?.
Claudia: no. Aún no, pero debemos pararla, está muy violenta.
Afrodita: iré a ver a Gabrielle. Debo avisarle, Xena debe estar profundamente
dormida y Gabrielle debe estar despierta pensando en que le sucedió a su amiga del alma.
Afrodita: hola Gabrielle, no te pregunto como estas, porque sé lo que ha pasado.
Gabrielle: Afrodita, dime por favor, no entiendo nada, antes había tenido
pesadillas pero yo la abrazaba y se tranquilizaba. Hoy fue diferente, tuve miedo de mi
amiga, sentí odio en sus ojos, además de patearme, me dijo todas esas cosas tan
horribles, me dijo que no me amaba, que amaba a Claudia, que por mi culpa ella la dejó,
no sé que pensar, estoy tan confundida, dijo esto mientras le caían las lágrimas por su
bello rostro.
Afrodita: no Gabrielle, no llores veras que todo se solucionará, yo venía a
verte por eso, es una trampa de Ares, Claudia ya lo sabe y me esta ayudando desde otro
lado, aun no puedo decirte donde está, pero quédate tranquila que esta a salvo.
Gabrielle: ¿a salvo? ¿de qué? ¡¡Me asustas!!
Afrodita: mira Claudia se fue sin decirte nada porque yo se lo pedí, no había
tiempo que perder, me enteré del plan que estaba tramando Ares, contra Xena, Claudia y
tú, así que tuve que avisarle a Claudia para que se protegiera y así poder ayudar a Xena
y a ti desde donde se encuentra, solo ella podrá con Ares, y por supuesto con tu ayuda,
ella necesita hablarte, así que no podemos perder el tiempo deja a Xena y ven conmigo
detrás de aquel árbol haremos el contacto.
Gabrielle: estoy muy confundida, pero si tú lo dices iré contigo a donde sea, sé
que nos quieres bien Afrodita, y harás todo lo posible para que esto pase pronto.
Afrodita: ven toma mis manos, así, tranquila, piensa fuertemente en Claudia y
aparecerá su imagen a través mío, hablaras con ella el tiempo suficiente para que te
explique que es lo que pasa y como pueden juntas ayudar a Xena, esta muy débil así que
no la interrumpas hasta que ella no te diga todo, es muy importante.
Gabrielle: si Afrodita, así lo haré.
Gabrielle tomo las manos de Afrodita y la llevo detrás del árbol, entonces lentamente
su cara y cuerpo se fue transformando en la viva imagen de Claudia, Gabrielle no podía
creerlo, se sentía extraña, sintió el calor de las manos de Claudia y su dulce sonrisa
como diciéndole que se quedara tranquila que ella ya estaba allí para ayudarla en todo
lo que pudiera, eso sí tendrían que hacer las cosas juntas para salvar a Xena.
Claudia: Gabrielle, me alegro de verte nuevamente, aunque no me gustan las
circunstancias, (Gabrielle comenzó a sollozar), no llores Gabrielle, quisiera poder
abrazarte pero no puedo desde donde estoy, me queda poca energía, así que escucha con
atención, (Gabrielle asintió), Ares ha ideado un plan para separarte de Xena, sabes
bien que la quiere para el solo, me odia por haberlas unido, y por estar... me entiendes,
fue mientras estuvo enferma, por eso Ares me odia más a mí que a ti, porque Xena se
entregó a mi antes que a él (Gabrielle agacho la cabeza y recordó: dioses, esta mujer
es terrible), Gabrielle ¿me estás escuchando? (Gabrielle asienta), bueno esto es lo
hará Ares, esta dentro de Xena como un demonio, esto será solo por las noches, volverá
la Xena mala, esa Xena oscura que todos temen, será solo de noche porque quiere volverte
loca, sabe bien que en las noches es cuando ustedes se entregan una a la otra y sientes
todo el amor de Xena, por eso al hacerla mala, te odiara, te hablara cuanto me ama,
para celarte, es capaz hasta de pegarte, se que lo ha hecho, por eso Gabrielle debes
tener cuidado, es muy peligrosa. Pero sé que tu amor como es tan fuerte triunfará, es
una prueba muy dura, pero lo lograremos, solo hay que esperar un par de noches hasta
que vea cual es el siguiente paso de Ares, la única solución que tengo para darte es
que le digas que la amas con toda tu alma en todo momento.
Gabrielle: eso no es necesario que me lo digas siempre se lo digo porque es
verdad, la amo más que a nada en el mundo. Haré todo lo que me digas.
Claudia: bueno Gabrielle debo irme, ten cuidado.
Gabrielle: gracias, has sido muy buena con nosotras.
Volvió un resplandor y la imagen de Claudia desapareció, y en su lugar volvió Afrodita,
que le dijo a Gabrielle también que se cuidara, y con un resplandor se fue.
Pasaron dos días, en los cuales Xena por las noches se transformaba en la Xena oscura,
tenía pesadillas, despertaba un poco, insultaba y a veces besaba o le pegaba a Gabrielle
y luego caía de nuevo en un profundo sueño.
Xena y Gabrielle llegaron a Corinto, buscaron una posada para poder descansar y comer
algo caliente.
Xena: hola posadero, necesitamos una habitación, un buen baño, y algo para comer.
Posadero: son 12 monedas, ¿qué quieren hacer primero?
Xena: Gabrielle, ¿te parece comer primero?
Gabrielle estaba mirando para otro lado, pensaba en otra cosa, no escucho a Xena.
Xena: Gabrielle te estoy hablando, ¿quieres comer primero?
El posadero se reía, porque la barda no le prestaba atención a Xena.
Xena: (Entonces Xena la tomó del brazo) hola Gabrielle,... ¿estás acá?, ¡¡te
estoy hablando y no me contestas!!
Gabrielle: ¡Uy! Lo siento Xena no te escuche, ¿qué decías?
Xena: (resoplando) te dije ¡¡si quieres comer antes de bañarnos!!
Gabrielle: sí Xena, lo que tu quieras.
Y siguió distraída, como si estuviera pensando en otra cosa, por supuesto que era así,
se estaba imaginando que pasaría con Xena esa noche, en la posada; aquí no la podía
detener si comenzaba a gritar fuerte por sus pesadillas, o incluso si le quería pegar
de nuevo, la barda estaba muy preocupada, no quería que nadie se enterara del estado de
Xena.
Xena: vamos Gabrielle, ya nos prepararon la mesa, allá en el fondo. (Que le
pasara a la barda, la notó muy rara, hace rato que no habla, esta algo ida, le mencione
la comida y no reaccionó, tengo que averiguarlo, lo haré ésta noche cuando estemos
bien juntas, con mis caricias le sacaré todo lo que necesito saber). Gabrielle luego
preguntaremos por Claudia, para saber si alguien la ha visto.
Gabrielle: ¡Oh! Sí, Claudia. Por supuesto a eso vinimos hasta aquí.
En ese momento apareció la camarera les pregunto que comerían, y que iban a beber.
Xena: yo quiero cordero, y vino, ¿y tú Gabrielle?
Gabrielle: quiero lo mismo.
Xena: ¿vas a tomar vino?
Gabrielle: ¿eh? No, no, quiero agua.
Xena: entonces porque pediste lo mismo que yo, pedí cordero y vino.
Gabrielle: es que solo escuche cordero.
Xena: ¿quieres decirme qué te pasa? Estas muy distraída.
Gabrielle: es solo que estoy cansada, no veo la hora de dormir.
Xena: pero Gabrielle te la pasas durmiendo, te levantas después que yo, mientras
montamos a Argo vas durmiendo en mis brazos, y ahora ¿quieres volver a dormir? Yo tenía
planeado otra cosa, para esta noche, ya que vamos a estar en una buena cama.
Gabrielle: bueno Xena, después lo veremos, eres insaciable.
Xena: hace días que tu y yo nada de nada, ¿de qué me estas hablando?
Gabrielle: (sonrojada), será que sueño tanto con vos que me lo creí, bueno, esta
noche será para ti, te amo.
Xena: yo también te amo.
La barda volvió a caer en el silencio, se quedo pensando en lo que había dicho, pues
claro las últimas noches, no había sido su Xena, sino la Xena oscura.
Llego la comida y la barda comenzó a devorarse todo, Xena al ver su apetito, sonrió y
se dijo, ¡¡vaya esta si es mi bardo!!.
Luego de comer, se dirigieron a la habitación para darse un buen baño, Xena estaba
esperando este momento, así Gabrielle le daba un buen masaje en la espalda, le dolía
mucho.
El baño ya estaba preparado, Gabrielle se desnudo y se metió en el agua junto a Xena.
Xena: Gabrielle eres tan hermosa, no me canso de decírtelo, ven acá, dame un
beso.
Gabrielle: (en tono burlón) ya sé que soy hermosa Xena, pero si quieres puedes
decírmelo otra vez, (y sonrió, acercándose hacia Xena para darle un apasionado beso,
que dejo a Xena sin aliento).
Luego Xena le dijo que le masajeara la espalda y la barda cumplió la orden. Comenzó a
pasar suavemente sus dedos por la espalda de Xena, esta se estremecía, luego un poco
mas fuerte, Xena gesticulaba su cara, como diciendo... ummm... delicioso, la barda luego
fue bajando sus manos hasta lo muslos de Xena y comenzó a masajearlos, Xena ya estaba
más que excitada, no aguantó mas y se dio la vuelta para atrapar a Gabrielle con su boca,
sus manos comenzaron a masajear a la barda, primero sus pechos, luego sus caderas, Xena
estaba tocando el cielo, se sumergió y llegó hasta el centro de Gabrielle para pasarle
su lengua, con agua y todo, la barda se estremeció, Xena subió a tomar aire y luego
bajo rápidamente, y de golpe penetró a la barda con dos de sus dedos, la barda pegó un
grito, un gemido y se agarró de los pelos de Xena, ésta ya quería volver a subir para
tomar mas aire, pero Gabrielle no la dejaba, quería más, y más, hasta que Xena tuvo que
jalarla hacia abajo, para que se diera cuenta que se estaba ahogando. Cuando Gabrielle
reaccionó, las dos ya en la superficie no pararon de reír.
El agua ya se estaba enfriando, pero la pasión no, así que Xena la tomó entre sus brazos,
la saco del baño y la puso sobre la tela de lino que estaba sobre la cama, Xena aún
toda mojada se puso encima de la barda y la amó con cuerpo y alma.
La barda estaba más que feliz, había sentido el calor y el amor de su verdadera Xena,
se sintió como nunca, se relajó, libero todas las tensiones que tenía en su cuerpo
desde hacía días, llegó al placer máximo, se dijo, porque las cosas no podrían ser
siempre así, volver a la normalidad, de pronto se acordó de la Xena oscura y tembló, no
podía creer que la mujer que más amaba en el mundo la hacia temblar de miedo cuando era
oscura, y de amor cuando era su Xena.
Luego del placer, Xena se vistió y volvió a la taberna a traer un buen vino, Gabrielle
en tanto la esperaba en la cama, se había quedado dormida. Cuando regreso Xena, la barda
dormía y no quiso despertarla.
Xena: (Se ve tan hermosa cuando duerme), pensó. Parece un ángel. (Y en silencio
se acercó y le susurró), te amo, no sé que haría sin ti.
Xena tranquila se dispuso a tomar unas copas antes de irse a dormir, estaba sentada
frente al fuego, pensando en todo lo que había pasado estos últimos meses, estuvo a
punto de morir, conoció a Claudia que le salvó la vida en más de una forma curando sus
heridas y trayéndole a Gabrielle, y también le abrió el corazón a Gabrielle dándole
todo su amor, estaba realmente feliz, por fin después de tantas dudas, y tanto tiempo
la barda le pertenecía en cuerpo y alma. Se tomó otra copa y se fue a dormir, pues la
noche ya estaba llegando. Pobre Xena lo que no sabía era que de noche su cuerpo y alma
no le pertenecían. Después de unas marcas de vela, reapareció la Xena oscura.
Xena oscura: (Comenzó a despertar y mirando sobresaltada no conocía el lugar),
¿no estoy en el bosque?, es una cama, que cómoda. (Observó el lugar, se levantó y
camino hacia la chimenea, vio el odre de vino y se tomo unos tragos, aun no había visto
a Gabrielle que estaba sobre la cama durmiendo mirando hacia la pared. Después de
varios tragos miró que había un bulto en la cama, se acercó con cuidado y vió que
respiraba, de pronto tomo la manta con fuerza y dándole un fuerte tirón, destapo a
Gabrielle).
Gabrielle: (aun media dormida) Xena ¿qué haces?
Xena oscura: jajaja, ¿otra vez tu por aquí? ¿No te cansas de que te pegue?
Gabrielle: (sobresaltada) no Xena otra vez no, por favor. (Miró hacia la ventana
y se dió cuenta que ya era de noche, que estaba otra vez frente a la Xena oscura).
En otro lugar, Claudia seguía galopando a toda prisa, había sacado otro día de ventaja,
así que solo le faltaban una cuantas marcas de vela, quizás llegaría a Corinto esa
misma noche para ayudar a Gabrielle.
De nuevo en la habitación de Xena y Gabrielle:
Xena oscura: vaya nena, veo que me estabas esperando toda desnudita. (Y se acercó
más a la barda, ya había puesto sus manos y una pierna sobre la cama, ya comenzaba a
quemarla con su aliento, la barda temblaba, Xena esto lo notó, y siguió riendo),
jajajaja, te hago temblar, me tienes miedo, todos me tienen miedo, porque siempre hago
lo que quiero, y esta noche vas a ser mía, hoy si me voy a divertir contigo, así que
será mejor que te relajes y te entregues tranquila, así no debo lastimarte, ahora si
te gusta que te pegue, allá tú, si así lo quieres lo tendrás, no te resistas y nos
vamos a divertir, se que aun no te he tenido, estas últimas noches solo me diste besitos
y te pegué, hoy será distinto, haré lo que me plazca contigo.
Gabrielle comenzó a llorar, no podía creer lo que estaba escuchando de la boca de su
amada, de esa mujer que momentos antes había sido solo suya, amándola, acariciándola,
entregándole el alma, ahora estaba allí frente a ella, amenazándola con hacerle daño si
no hacia lo que ella quería.
Claudia seguía cabalgando sin parar.
Xena ya estaba sobre Gabrielle, esta se había quedado quieta.
Xena oscura: ves que fácil es, te quedas tranquila, te entregas y la vas a pasar
muy bien, sabes, ninguno de mis amantes se ha quejado alguna vez, así que debo ser muy
buena en esto. ¡Contéstame!! (Le grito a la barda que la hizo asustar).
Gabrielle: lo siento, no pensé...
Xena oscura: eso es lo que hacen las mujeres como tu, no piensan. ¡¡Contéstame!!
Gabrielle: sí, sí, yo, esteeee, sí debes ser buena ,si tú lo dices.
Xena oscura: ¿qué?, ¿estás dudando de mí? ¿de lo que digo? ¡Maldita!! (Y le dió
un golpe en la cara, que le hizo sangrar otra vez el labio, en el mismo lugar de la
otra noche).
Gabrielle: te suplico, no me pegues, lo siento, no quise hacerte enojar, te
prometo que haré lo que me pides.
Xena oscura: pues claro que lo harás, no porque tú quieres, sino porque yo lo
mando. Ven acá quiero que toques mi cuerpo, quiero que me hagas excitar, inútil, vamos,
ven maldita, no eres nada en comparación con Claudia, tú me la sacaste, la alejaste de
mi. (le dio otro golpe en el vientre, la dejo sin aire).
Xena oscura: vaya que eres floja, apenas te toco y te doblas, vamos, te dije que
me excitaras, tócame, demuéstrame que eres una mujer de verdad.
Las manos de la barda temblaban, cerro los ojos y solo pensó que estaba con Xena, su
alma gemela, se relajó un poco al pensar en ello, pero no le duró mucho ya que la Xena
oscura le grito de nuevo y la saco de ese sueño.
Xena oscura: esto es solo lo que sabes hacer, ven te enseñaré, como se le hace
el amor a una mujer. (La tomó entre sus brazos y la beso, no era el beso de Xena era un
beso con odio, fuerte, tenía olor a alcohol, la barda casi se desmaya, puso como cara
de asco y la Xena mala se dio cuenta).
Xena oscura: así que no te gustan mis besos, ¿eh?, ya veras. (La tomó de los
brazos y la pusó debajo de ella, le apretó la cadera con sus piernas, muy fuerte, le
hizo doler a la barda, pero no dijo nada, no quería poner más nerviosa a Xena.
Xena comenzó a besarla desde el cuello, detrás de cada beso, la mordía haciendo gritar
de dolor a Gabrielle.
Xena oscura: ahora si nos entendemos.
Xena seguía bajando por el cuello, hasta que llegó a los pechos de Gabrielle, e hizo lo
mismo los besos, los apretó con fuerza y luego la mordió, dejando una marca en el pecho
derecho de Gabrielle, seguía bajando, ahora estaba en su ombligo, metía y sacaba su
lengua, luego con el dedo le hacia círculos, la mordió también alrededor del ombligo,
la barda gimió de dolor. Xena aún no se detenía estaba cada vez mas excitada y violenta,
volvió a la boca de la barda que aun sangraba por el golpe, y le volvió a morder el
labio, y con la lengua le chupaba la sangre, volvió a besarla con fuerza.
Siguió recorriendo el cuerpo de Gabrielle con sus manos, entonces la dio vuelta de
golpe, la puso boca abajo, con todo el peso de su cuerpo encima, la apretaba con fuerza
contra la cama, se levantaba un poco y luego caía sobre la barda, le tiro del pelo
levantándole la cabeza.
Xena oscura: ¿crees que esto es dolor?, jajajaja, aun no empiezo.
Rasguño la espalda de la barda que hizo temblar su cuerpo, solo atinó ha aferrarse con
los puños a la sabana, Xena seguía pasando sus uñas por la espalda, se detuvo un
instante, y comenzó a lamer el trasero de la barda.
Xena oscura: ummmmm... delicioso, tienes un buen trasero (le dijo, mientras la
mordisqueaba, luego otra vez de golpe, la dio vuelta, había lágrimas en los ojos de la
barda pero Xena no lo notó, pues lo único que le importaba ahora era ver ese manjar que
tanto estaba esperando, le abrió con fuerza las piernas, las separó bien, para poder
meter su cabeza y comenzar a lamer el centro de Gabrielle, que por cierto no sabía si
se estaba excitando o temblaba de miedo, una vez allí y pasando su lengua con ansias,
comenzó a meter y a sacar, nada despacio, lo hacía con fuerza, con furia, la barda
estaba llegando al clímax, Xena seguía con su trabajito, apretaba entre sus dientes el
clítoris, que ya estaba muy duro por la excitación, con su otra mano tocaba uno de los
pechos de Gabrielle, que estaban a punto de explotar, Xena la miró a la cara desde su
posición y Gabrielle supo que estaba a punto para ser embestida con furia, Xena entró
de golpe tres de sus dedos con fuerza que hizo estremecer, y gritar de dolor a
Gabrielle, Xena reía con maldad y gozo, entraba y salía, entraba y salía cada vez mas
fuerte, y puso un cuarto dedo, dándole más a su placer, pero no a Gabrielle que en
realidad ya no estaba disfrutando esto.
Subió a su cuerpo y la movía con tan intensidad, mientras aun estaba dentro que casi
rompe la cama, la fuerza que ejercía Xena sobre Gabrielle era de una bestia.
Gabrielle: (no aguantó mas, y le pegó en la cabeza para que la dejara), ya basta,
ya basta, me haces daño.
Xena ante esto por supuesto no paró, con su otra mano jaló de los pelos a Gabrielle,
sacó la otra dentro de ella y le tomó las dos manos con fuerza, tomo una soga que tenia
a un costado y la ató a los barrotes de la cama, ambos brazos levantados, atados uno al
lado delotro.
Xena oscura: así que quieres jugar mas fuerte todavía, ¿eh? No te pareció
bastante lo que te hice. ¿Por qué no gritas? Tal vez alguien venga ayudarte. Pobrecita,
¿estas dolorida, estas sufriendo?. Que lástima, porque yo la estoy pasando genial, me
encanta demostrar que soy fuerte.
Gabrielle: por favor Xena termina ya, déjame en paz.
Xena oscura: ¿por qué no gritas?, ¿no será que te esta gustando?
Gabrielle debía pasar por esto sola, estaban en una posada, no podía permitir que nadie
se enterara de lo que hacia Xena, por eso se aguantó todo el dolor en silencio.
Xena oscura: ¿me escuchas?, ¡¡¡quiero qué grites!!! Que me digas muero del dolor.
¿Entiendes? Grita, grita...
Gabrielle solo lloraba, no le salían las palabras, menos un grito.
Entonces Xena se levantó, y fue a buscar algo, Gabrielle la miraba horrorizada, no sabia
lo que estaba buscando, dio vuelta toda la habitación, tiro todas las cosas de las
alforjas, hasta que vio un cuchillo, con un mango bastante largo. Lo tomo y volvió
encima de la barda que aun seguía atada a los barrotes de la cama.
Xena oscura: vamos a ver si no gritas, (le acerco el cuchillo a la cara, se lo
pasó por las mejillas, luego los labios, el corazón de la barda estaba por explotar,
luego fue bajando lentamente por todo su cuerpo, le hizo círculos con él alrededor de
los pechos, solo lo pasaba sin sangrar, ya había hecho bastantes marcas al haberla
mordido, y así llegó a su centro y comenzó a pasarle el cuchillo despacio, casi como sí
fuera una pluma.
Xena oscura: ¿y?, ¿no gritas? (Gabrielle solo temblaba).
Entonces Xena, lanzó el cuchillo al aire y lo tomó por la parte afilada, lo bajo
rápidamente y penetró con fuerza a la barda, con el mango del cuchillo, ahora si
Gabrielle no pudo más y grito con fuerza, el dolor había sido inmenso, su cuerpo se
estremeció todo, tembló y tembló, Xena entraba y sacaba el mango del cuchillo con mas
fuerza, Gabrielle no daba más del dolor.
Gabrielle: Xe... na basta por favor, me estas lastimando, basta... (se desmayó).
Xena seguía inconsciente de lo que estaba haciendo, hasta que vio que en sus manos
tenia un poco de sangre, pues de tanto apretar el filo del cuchillo, se había cortado
un poco la mano. Agarró el cuchillo con fuerza y lo lanzó hacia la puerta, dejándolo
clavado en ella.
Gabrielle aun no reaccionaba, Xena la empezó a mover para que despertara, se levanto y
le tiro agua en la cara, cosa que hizo que la barda se despertara y volviera otra vez
su pesadilla, Xena aun quería mas, se puso encima de la barda y la beso en los labios.
Xena oscura: (le dijo susurrando) viste que ibas a gritar, así me gusta hacer el
amor.
Gabrielle: (le respondió con dolor, con furia en su corazón, ya no le importaba
nada de lo que le pudiera hacer esta mujer malvada, ya le había hecho de todo) esto no
es hacer el amor, me violaste, Xena, me violaste y esto no lo voy a olvidar nunca.
Gabrielle estaba tan dolida que no pensó mas en la Xena oscura, era Xena, Xena la que
estaba con ella, la había violado salvajemente.
Xena oscura: (la escupió en la cara y se levantó) yo te di solo lo que tu cuerpo
necesitaba, una lección. Y no te creas que termine, volveré luego, total aquí nadie te
va ayudar, (se acercó otra vez a Gabrielle, ato sus piernas y la amordazó, para que no
pudiera gritar, así nadie escucharía lo que pasaba en la habitación).
Xena oscura, bajo a la taberna, y le pidió al tabernero un odre con vino.
En ese momento entro Claudia a la posada, y la vio a Xena en la barra, se acerco hasta
ella y al ver sus ojos sabia que estaba frente a la Xena oscura, solo quiso saber dónde
estaba Gabrielle, la busco por todo el salón pero no la vio.
Claudia: Xena que haces aquí.
Xena oscura: buscándote a ti, ¿por qué diablos te fuiste?, me dejaste sin decir
palabras, ¿cómo pudiste?, ¿acaso no te importo lo suficiente?, si es por la rubia tonta
ya me deshice de ella.
Claudia: ¿Cómo dices?, a mí la rubia tonta como le dices, no me importa que este
con vos, porque sé que tú eres mía de cualquier forma.
Xena oscura: sabia que dirías eso, bueno pero igualmente aun no me deshice de
ella, ven vamos te tengo una sorpresa, te vas a divertir amor, tengo para darte todo
lo que quieras, te deseo tanto, ¡oh! dioses ¿por qué te fuiste?, te amo tanto. (tomo la
mano de Claudia y la llevó hacia la habitación, el odre lo llevaba en la otra mano).
Claudia: (pensó que mal estaban las cosas, espero que Gabrielle este bien).
Llegaron a la puerta estaba muy bien cerrada, Xena tardo un poco en abrirla.
Claudia: (pensó) ¿qué estará pasando?
Xena oscura: ven pasa, pero cierra los ojos tengo algo especial para vos.
Claudia: no quiero cerrar los ojos, quiero perderme en los tuyos.
Xena oscura: vamos, dale no seas mala, te va a encantar.
Claudia cerro los ojos para no ponerla más nerviosa.
Xena oscura: ábrelos.
Cuando Claudia abrió los ojos se encontró con el espectáculo más horrible que había
visto en su vida, vio a Gabrielle atada de pies y manos tirada sobre una cama, estaban
sangrando sus labios, sus pechos, moretones por todo su pequeño cuerpo, solo buscó los
ojos de Gabrielle para saber si aun estaba con vida, le paso todo un escalofrío por su
cuerpo no podía creer lo que estaba viendo y lo peor de todo es que esto lo había hecho
Xena.
Claudia: por los dioses Xena ¿qué has hecho?
Xena oscura: ¿no te gusta?, yo me he divertido toda la noche, ahora te toca a
vos.
Xena se tomo unos tragos, le ofreció a Claudia, no aceptó, y luego se dirigió a
Gabrielle, le empezó a tirar vino en su boca, en los pechos, en todo el cuerpo.
Xena oscura: así será más delicioso el lamer su cuerpo, ¿no crees?
Claudia: Xena ya basta, no crees que es suficiente, la vas a matar.
Xena oscura: ¿crees que me importa?, lo único que me importa, eres tú.
Xena se puso encima de Gabrielle, esta gimió de nuevo del dolor que irradiaba todo su
cuerpo.
Xena oscura: te gusta ¿no?, lo siento en tu piel, te estremeces.
Claudia: no se estremece por ti, lo hace del dolor que debe estar sintiendo, ya
déjala.
Xena oscura: ¿Por qué? ¿me vas a desafiar?, relájate y diviértete conmigo, ¿mira
lo que tengo aquí? (Y saco de nuevo el cuchillo, que había clavado en la puerta, con
este comenzó a amenazar a la barda y a Claudia le dijo que si no hacía lo que ella le
pedía mataría a la barda).
Claudia: esta bien Xena, no tienes que ponerte así, sabes bien que mi único amor
eres tú, y haré lo que me pidas.
Xena oscura: bueno, así esta mejor, nos vamos entendiendo. Ven dame la mano y
ponte detrás de mí, aquí, así, encima de Gabrielle.
Claudia hizo lo que Xena le pidió, no quería que lastimara mas a la barda. Una vez
encima Xena recostó su espalda sobre el cuerpo de Claudia, Xena sintió el pecho de ésta,
giró un poco su cabeza y la beso en los labios.
Xena oscura: ves rubia, así se hace el amor, te vamos a dar una clase que no
olvidaras (y tomó las manos de Claudia y con ellas se fue acariciando los pechos).
Gabrielle miraba fuera de sí, la mujer que más amaba en la tierra y más allá de todo,
estaba haciendo el amor encima de ella con otra mujer.
Xena fue bajando las manos de Claudia, hasta llegar a su centro y se tocaba, Claudia
ante esto no podía mas, no sabia que hacer.
Xena oscura: (de pronto le dijo susurrando) vamos, entra en mi, por favor lo
necesito, entra en mi, y con las manos aun en las de Claudia tomó dos dedos de ésta y
con fuerza los entró y haciendo círculos en su interior exhalaba, gemía, gritaba de
placer, por otra parte Claudia ya estaba excitada, no era de piedra, la situación se le
había ido de las manos, ya no podía dominar sus manos, seguían ya solas por instinto el
recorrido de todo el cuerpo de Xena, esa mujer era fuego, le vino a la memoria las veces
que había estado con ella, y se estremeció, claro que esta era la Xena mala, pero al
fin de cuentas era el cuerpo de Xena, siempre tan excitante.
Gabrielle seguía observando, se le estaba yendo el alma.
Xena se recostó sobre el cuerpo de Gabrielle y comenzó a besar su cuello.
Xena oscura: (le dijo a Claudia) penétrame, (no tuvo que decirlo dos veces,
Claudia ya estaba en otro mundo, entró en ella con todas sus fuerzas con tres dedos, y
mientras entraba y salía, Xena jadeaba y la besaba a la barda con ansias. Gabrielle al
sentir el calor que emanaba Xena sobre su vientre y el fuego de su boca, también se
empezó a excitar.
Gabrielle: (dioses eso era demasiado, que estoy haciendo esta mujer me violó, y
ahora la deseo, quiero que Claudia también entre en mi, no me puedo contener) pensó.
De pronto Xena se apartó de la barda y le sonrió
Xena oscura: ahora le toca a ella, morder tu boca, Claudia acércate un poco mas,
quiero que le enseñes a besar a esta rubia, tú si que lo haces muy bien. (Claudia ahí
se dió cuenta en donde estaba, que estaba haciendo al dejarse llevar así por tanta
pasión y volvió en sí, pero Xena aun le seguía hablando), vamos ¿es qué no me darás ese
gusto?, bueno en realidad el gusto se lo va a llevar ella, el sabor de tu boca es tan
exquisito, tus besos.
Claudia la miró a Gabrielle, no sabia que hacer, entonces Gabrielle al darse cuenta de
la duda de Claudia .
Gabrielle: vamos, ¿tienes miedo? O acaso Xena ¿miente sobre tus besos?
Claudia se acerco lentamente de costado porque tenia adelante a Xena, se agachó y llegó
a los labios de la barda, tenían una fragancia tan hermosa, que puso sus labios
suavemente, la beso con cuidado, pues el labio de la barda aun estaba lastimado, y
enseguida se separo.
Xena oscura: ¡Ah! eso es trampa eso no fue un beso, como los que yo recuerdo,
bésala de verdad, (la tomó por el cuello y puso la cara de Claudia frente a la de
Gabrielle, se miraron a los ojos y había un sentimiento raro en ellos, dolor, duda,
miedo, ¿ansias?, ¿deseos? ¿Amor????....
Se dispuso a besarla solo como Claudia podía hacerlo de manera tan suave y exquisita
que te hacia vibrar todo el cuerpo, hasta Xena de solo mirar se estaba excitando
nuevamente, la barda se entregó en ese profundo y largo beso, sus lenguas entraron en
cada una de sus bocas y se quedaron un rato jugueteando hasta que se dieron cuenta que
ya les faltaba el aire, fue un beso apasionado, con todas las emociones juntas, las que
se puedan imaginar.
Xena oscura: y rubia, ¿qué te pareció? ¿No es, delicioso cómo besa?, jajaja, te
quedaste sin habla, viste porque yo te decía que no había nadie como ella, pero veo
algo en tus ojos, ni se te ocurra quitarme a mi amante, uhhhh, parece que te gusto
mucho. (y tomó de nuevo el cuchillo para amenazar a la barda).
Claudia aun estaba en otra por el beso y los labios tan dulces y suaves de Gabrielle,
pero logró reaccionar a tiempo justo cuando Xena la golpeó con el codo en el estómago.
Xena oscura: ¡¡Hey!!, a vos también parece que te gustó. Tienes esa mirada que
ya la conozco bien, esa de lujuria, eres terrible, pero recuerda que tu solo eres para
mí.
Claudia la miró a los ojos y miró su mano con el cuchillo, y siguiéndola con la vista,
le tomó la mano y le sacó el cuchillo haciéndose la distraída, y lo lanzó contra la
puerta, este se clavó en ella y así quedo a una buena distancia de Xena, ya no podría
amenazar mas a Gabrielle con él. Claudia tomó a Xena y la bajo lentamente otra vez
sobre Gabrielle para seguir excitándola y así poder tener algo de control sobre ella,
ya que ahora no tenia el cuchillo en sus manos seria mas fácil poder tomar a Xena por
sorpresa, mientras Xena estaba besando a la barda, esta sintió algo mas liviano su
cuerpo, pues Claudia se había levantado, tomo unas sogas y luego se volvió a subir
encima de Gabrielle, detrás de Xena, para que no sintiera que se había marchado
enseguida le acarició la espalda, y Xena gimió de placer, tomó lentamente sus manos y
las colocó sobre su espalda, mientras Xena seguía besando a la barda, ahora le mordía
los pechos, entonces en un movimiento muy rápido Claudia tomó la soga y ató fuertemente
las manos de Xena a su espalda, esta creyó al principio que era parte del juego de
seducción, hasta que se dió cuenta que estaba siendo amarrada en serio, Claudia tiró de
la soga, para que quedara bien atada, la tomó de los hombros y la empujó al costado de
Gabrielle, tomó otra soga y le ató las piernas, parecía un animal que va al matadero,
Xena no dejaba de insultarla, así que tomó un trapo y la amordazó, así solo se escuchaba
un pequeño murmullo que salía de la garganta de Xena, se notaba por su expresión que
estaba muy alterada, si la agarraba la mataba.
Gabrielle por su parte estaba mas relajada, y tensa a la vez, no sentía una mínima
parte de su cuerpo estaba todo adormecido.
Una vez hecho esto con Xena, Claudia procedió a desatar a Gabrielle, sus brazos no
respondían, habían estado atados en la misma posición durante toda la noche, no los
sentía, se le quedaron duros, Claudia los bajos lentamente y los masajeo para que
circulara otra vez la sangre en ellos, la barda gemía de dolor, ante el movimiento del
masaje, luego le desató las piernas e hizo lo mismo con ellas las masajeo para que
tuvieran fuerzas de nuevo, tomó a Gabrielle de las manos y la incorporó en la cama,
ante todo Xena seguía gesticulando algo que no se entendía y se movía queriendo
desatarse, estaba mirando hacia la pared, así que no sabia lo que estaba pasando detrás
de ella.
Gabrielle al levantarse un poco se mareo, no podía estar de pie, Claudia la agarro
justo antes de caer, la volvió a poner sobre la cama, y trajo agua y vendas y todo lo
necesario para curar las heridas de Gabrielle, claro solo curaría hoy las externas,
porque lo que paso esa noche seria más difícil de curar. Con un trapo húmedo fue
lentamente por la frente, los labios, el rostro de la barda que estaba todo sucio con
su propia sangre, dioses como le había dejado ese rostro tan hermoso, pasarían unas
lunas antes de que se ponga bien, con mucho cuidado fue limpiando todo el cuerpo, ya no
le importaba su desnudez, solo quería limpiarle las heridas, tocó suavemente sus pechos,
donde aun tenia los dientes de Xena, la barda suspiró ante el dolor, luego tocó sus
costillas para saber si tenía roto algo, por suerte no fue así, tocó su vientre, en el
ombligo había también sangre, lo limpió con cuidado el mayor que podía, pero era tanto
el dolor de la barda que al mínimo contacto se estremecía de dolor, ya no podía
aguantar mas el estar sentada, pues le dolía mucho su centro, Xena había entrado muy
fuerte con el mango del cuchillo, tal vez había lastimado aquella zona tan delicada,
Claudia no sabia como hacer para explicarle que debía ver, saber cuales eran los daños,
Gabrielle asintió, entonces la recostó otra vez, Xena aun estaba mirando contra la
pared, abrió sus piernas con cuidado tratando de no lastimarla mas, pudo observar a
simple vista que estaba muy inflamado, pasó lentamente el trapo con agua, la barda hizo
un gesto de dolor, y Claudia se quedó quieta, el silencio entre ambas lo decía todo,
era una situación tan violenta para ambas, Gabrielle sentía un dolor intenso, entonces
Claudia rompió el silencio.
Claudia: Gabrielle, lo que veo no me gusta, tengo una solución, hay una manera
de aliviar tu dolor, es una mezcla de hierbas con otros líquidos, que conocí cuando
estuve en el centro de atención de Atenas, allí los médicos experimentan toda clase de
cura para diferentes enfermedades o infecciones de nuestros cuerpos, aun no hay muchos
que lo practican, pero se como hacerlo, si me permites, puedo aliviar tu dolor se que
el dolor del alma es mas difícil de curar, pero si también me dejas, quisiera ayudarte,
Gabrielle me siento tan responsable de todo lo que te pasó, no puedo creerlo, me siento
culpable, por favor déjame ayudarte. (Claudia dijo esto con lágrimas en los ojos).
Gabrielle: no Claudia, no llores, no tienes por qué, tu no eres responsable de
esto, ¿estás loca?
Claudia: si Gabrielle siento culpa, porque te lleve a los brazos de Xena, pensé
que ella había superado su lado oscuro, te entregue a ella, a su amor, y mira como te
ha pagado, no puedo ni verte a los ojos.
Gabrielle: (se incorporó sentándose en la cama con sus piernas en el piso, tomó a
Claudia por los hombros, Claudia estaba de rodillas al costado de la cama y la barda
puso la cabeza de Claudia sobre sus piernas, acariciando su cabeza ), no Claudia, por
mas que tu me hayas llevado a los brazos de Xena, yo la amaba desde hacia bastante
tiempo, antes de conocerte, tu solo me diste ese empujón para decirle que la amaba, y
no me arrepiento de ello, pese a todo aun la amo, es mi alma gemela, y estaremos juntas
por toda la eternidad, y verás que nuestro amor es tan grande que lograremos vencer a
todo lo malo que nos pueda pasar.
Claudia: Gabrielle eres el ser mas dulce que conocí en mi vida, tan comprensiva,
eres una gran fuerza de luz en este mundo tan loco.
Gabrielle: y tú si que eres un ángel, das todo de ti por nosotras, si no
hubieses llegado esta noche a tiempo no sé si aun estaría con vida, ¿quién eres
realmente? ¿Un ángel?
Claudia: ¡Uy!, me descubriste, soy tu ángel de la guarda, por eso creo que te
fallé, no estuve lo suficientemente cerca para no dejar que te lastimen, siento que
fracase.
Gabrielle: no, no te lo permito, no digas eso, estoy bien ahora gracias a ti, y
lo que viví con Xena este último tiempo también te lo debo en parte a ti, si no me
hubieses dicho lo grande que es el amor, y lo corta que es la vida para estar ocultando
nuestros sentimientos, por eso me atreví a decirle que la amaba, y ella se que hizo lo
mismo porque tu la ayudaste, ves, ¿lo que hiciste?, nos enseñaste a descubrir el amor
que sentíamos una por la otra.
Claudia levantó la vista y encontró todo el amor en los ojos de Gabrielle, se quedaron
así por un momento, parecía mágico, los dolores se había desvanecido, se dieron un
fuerte abrazo y la paz envolvió a Gabrielle. Un fuerte tirón en la ingle hizo a la
barda volver a la realidad, y le pidió a Claudia que la curara.
Claudia fue por todo lo necesario, trajo hierbas, varias sustancias, aceite, y preparo
la mezcla, quedo como una pasta liviana. Una vez todo listo puso un poco en un trapo
bien limpio, que había traído desde la taberna, lo había hecho hervir con suficiente
agua, era una zona la que tenia que tocar que ante el menor contacto con algo sucio
podía traer una seria infección.
Recostó a Gabrielle otra vez, abrió sus piernas y comenzó a pasar la pasta por los
labios de su centro, luego fue un poco mas allá, entró con uno de sus dedos, ya estando
en el interior, hizo pequeños círculos para que la pasta se adhiriera a las paredes del
centro, la barda gemía del dolor, y también de placer, como podía ser, es que Claudia
lo estaba haciendo tan bien, que el cuerpo de la barda se estremeció ante el contacto,
tomo fuerte la mano de Claudia deteniéndola allí.
Gabrielle: por favor quédate quieta allí, no puedo respirar.
Claudia: debo salir y entrar otra vez con mas pasta, sé que te duele quisiera no
hacerlo pero es la última vez, ya termino.
Gabrielle: (pensó ¡Oh! Por los dioses no termines esto es maravilloso, era tan
suave, después de lo que había vivido esa noche esto si era placer, Claudia salió y
Gabrielle la vio a los ojos mientras ponía mas pasta sobre su dedo, ¡Oh! Dioses ahí va
otra vez, no sé si pueda aguantar esto).
Claudia: ya voy tranquila, ¿qué te pasa Gabrielle?, tu respiración se acelera.
Gabrielle: es que me duele un poco y me da miedo.
Claudia: no tengas nunca miedo mientras estés conmigo nadie te hará mas daño,
esto ya va a pasar, sé que no será fácil, pero todas juntas lo lograremos, relájate y
tranquilízate ya termino, entro solo un poco más y listo.
Claudia sintió que el cuerpo de la barda, comenzaba a moverse, danzaba con su vientre,
y un líquido comenzó a salir de la barda que le quemaba la mano, y al sentir el gemir
de Gabrielle, se dio cuenta que esta estaba llegando a un orgasmo, su mano se fundió en
ella, y quería seguir estando así por mucho tiempo mas, pero una Xena que comenzó a
patear como pudo la pared, las sacó del trance en que habían estado un momento, ambas
se miraron y sólo los dioses saben quien de las dos estaba mas roja.
Claudia: bueno listo ya terminé, ahora quédate un poco más en la cama, voy a
buscar todo lo necesario para prepararte un buen baño, eso te haré sentir muy bien,
ahora vuelvo.
Gabrielle: Claudia, gracias, ¿eres en serio mi ángel de la guarda? (Claudia
sonrió y cerró la puerta tras de ella, los dioses solos saben como bajo esas escaleras,
de a cinco escalones).
Después de un tiempo mientras se calentó el agua, Claudia volvió a la habitación, con
los recipientes para preparar el baño, la barda aun estaba tendida sobre la cama, lleno
la tina con el agua y le aviso a Gabrielle que tenia todo listo, la barda se incorporó
pero aun no podía caminar muy bien, entonces Claudia la levantó en sus brazos y la llevó
hasta la tina allí depositó su pequeño cuerpo en el agua.
La barda se estremeció al sentir el agua caliente y se relajo sumergiéndose lentamente y
se quedo allí un buen tiempo.
Claudia volvió al cuarto para ver a Xena, se había quedado dormida, ya se estaba
acercando el amanecer, muy pronto reaparecería la Xena buena, le tendría que explicar
todo lo que había pasado la noche anterior, porque Xena no entendería que hacía atada,
donde estaba Gabrielle y que hacía Claudia en la misma habitación.
Luego de explicarle la situación a Xena, que por cierto se quería matar, como podía
haberle hecho eso a su amada Gabrielle, porque aunque era una parte de su oscuridad, al
fin y al cabo no dejaba de ser ella misma, se sentía culpable, horrible.
Decidieron ir a la tierra de las amazonas, Gabrielle aun tenia muchas heridas y sobre
todo su centro aun le dolía, necesitaba descansar, y alejarse un poco de Xena,
especialmente de noche, pero como siempre Claudia las ayudaría.
Llegaron a territorio amazona, Claudia no sabía nada sobre las leyes, las tomaron de
sorpresa en medio del bosque, Xena bajo de Argo y puso su espada en el piso y levanto
las manos en señal de paz, Gabrielle aun seguía muy dolorida y estaba sobre el caballo
junto a Claudia, las amazonas se acercaron y les dieron la bienvenida, especialmente a
Gabrielle como Reina Amazona que era, al ver que Gabrielle no bajaba del caballo
supusieron que estaba herida, querían bajarla del caballo pero Claudia se los impidió,
teniendo ya su primer roce con Ephiny, una amazona muy buena en lo suyo, que era muy
amiga de Gabrielle y tomaba el lugar de Reina suplente cuando Gabrielle no se
encontraba allí.
Claudia: no la toques, esta bien así, yo la llevo a donde me digan . Pero no es
conveniente que baje del caballo, esta un poco dolorida.
Ephiny: no estoy hablando contigo, me dirijo a mi Reina, ¿qué te ha pasado
Gabrielle?, y ¿quién se cree esta mujer para tratarnos así? Xena, ¿tú estas de acuerdo?
Xena: si Ephiny, haz lo que te diga Claudia.
Ephiny: lo siento, yo solo me dirijo por las órdenes de mi reina.
Xena: entonces, ¿para qué me preguntas?
Gabrielle: esta bien Ephiny, quédate tranquila con Claudia estoy bien aquí, ella
me llevara a la villa, y allí podré descasar.
Ephiny la noto muy cansada a Gabrielle, y le pareció raro que no le hablaba a Xena,
ellas siempre estaban juntas, se miraban, antes de contestar, y quien era esta Claudia
para estar tan cerca de su reina, ¿por qué no la llevaba Xena en Argo?
Llegaron a la villa y fue todo una fiesta había llegado la reina Gabrielle, ella era
muy querida por toda la tribu, y muy respetada, no había nadie que le dijera algo o le
faltara el respeto, se hacía siempre lo que ella deseaba, incluso también aunque no era
amazona, respetaban a Xena porque era la mejor amiga de la reina y eso era suficiente.
Ya frente a la cabaña de la reina, Claudia bajo primero y tomo a Gabrielle entre sus
brazos y la bajo con cuidado, llevándola aun en brazos al interior de la cabaña, todas
estaban algo extrañadas, ¿cómo permitía Xena esto?, sabían que nadie tocaba a su
Gabrielle, a su bardo, a su alma gemela, ¿qué había pasado?
Una vez dentro, Claudia puso a Gabrielle sobre la cama, y le dijo:
Claudia: Gabrielle sé que aquí te cuidaran bien, ¿necesitas algo mas?
Gabrielle: no Claudia, te agradezco todo lo que haz hecho por mí, no podré
agradecértelo nunca. Porque no descansas un rato.
Claudia: te agradezco, pero no creo conveniente que me quede aquí con la reina
a solas, vi sus miradas cuando entre contigo en brazos aquí, y no me gusto nada.
Gabrielle: es que se estarán preguntando quién eres, y por qué ella no esta
conmigo.
Claudia: ¿te refieres a Xena?, que pasa aun ni siquiera la puedes nombrar
¿Gabrielle? Sé que es muy duro, pero trata de, no sé como decirte, es difícil, quizás
acercarte un poco a ella, esta sufriendo mucho por todo lo que pasó, tu no las miras a
los ojos desde que sucedió esto, pero yo veo una pena inmensa y dolor, y cuando te
acercas mas a mí, siento que cree que te esta perdiendo y eso es lo peor que le puede
pasar, creo que esta celosa de mi, y yo sinceramente no quiero eso, solo quiero
ayudarlas para que se vuelvan a unir con el verdadero amor que llevan dentro una por la
otra y eso no lo va a cambiar nada ni nadie, te puedo asegurar, yo voy a luchar por mi
lado para quitarle de una vez por todas ese lado oscuro que tanto te lastima, por eso
quise venir aquí para estar mas tranquilas, pero por las caras de pocos amigos que vi
en esta aldea va hacer más difícil de lo que pensé, Xena ¿al menos les agrada algo? o
también tengo que preocuparme por ella, y esa Ephiny casi me come, ¿qué le hice?
Gabrielle: jaja, basta con tantas preguntas te pareces a mí. Es que solo están
viendo a su reina mal herida, sin el calor de su mejor amiga, se preguntaran que pasa,
es lógico, cada vez que venimos aquí con Xena todo es una fiesta y esta vez es
diferente, ellas también habrán notado que no nos miramos como lo sentiste vos, estoy
segura que Ephiny esta esperando a que te vayas para entrar y preguntarme que pasa.
Claudia: ¿qué le vas a decir?
Gabrielle: a ella la verdad, la pura verdad, como mi regenta se lo tengo que
decir.
Claudia: ¡¡Pero odiara a Xena!!
Gabrielle: ella se lo buscó, no debió hacerme lo que me hizo.
Claudia: Xena no fue, estuvo poseída por su lado oscuro, cuántas veces debo
decírtelo.
Gabrielle: si tanto me ama como dice, debió luchar en su interior, para que la
Xena oscura no me hiciera daño, no sé que fue peor el saber que no lucho en su interior
por mí, o lo que me hizo siendo la Xena oscura.
Claudia: ya el tiempo lo dirá, ahora mismo voy a verla, y lo siento esta noche
me quedaré con ella, tu ya tendrás compañía, hoy tal vez tenga que luchar con la Xena
oscura, necesito un lugar donde nadie pueda oírnos ni vernos, como reina que eres
espero que lo consigas.
Gabrielle: por supuesto como reina y amiga conseguiré lo que me pidas. Si
quieres comer o darte un baño, hazlo, te enviare una de las amazonas para que te enseñe
los lugares y las costumbres de aquí, irá de parte mía.
Claudia: Gracias, mi Reina.
Gabrielle: vete, vete, graciosa... Claudia... Gracias...
En medio de la villa, Xena estaba sentada en un tronco de árbol, afilaba su espada.
Claudia: ¿no te cansas de afilar esa espada?
Xena: ¡No! Para algo siempre sirve. ¿Qué haces?
Claudia: deje a Gabrielle en su cabaña, iba a descansar y pensé que quizás
querías dar un paseo, para ver como es esto de ser amazona, vi como te miran creo que
te respetan o ¿te tienen miedo guerrera?
Xena: creo que me respetan, aunque al principio me temían, fue difícil pero
Gabrielle (mi bardo) las convenció que ya no era la destructora de naciones, pese a que
mucho tiempo atrás mate a todas las amazonas del norte, aun no sé que vio en mi
Gabrielle, como me hizo cambiar la forma de ver la vida, de sentir la paz, y ahora esta
tan lejos de mi (sus ojos se ponían llorosos), que por un lado tengo ganas de salir
corriendo y no volver a ver su cara, pero pienso y me detengo, se que sin ella no soy
nada, y no tengo mas por qué vivir.
Claudia: (puso su mano en el hombro) Xena cálmate todo va a salir bien lo
presiento y nunca me equivoco, bueno casi nunca. Gabrielle te ama y el tiempo le irá
cerrando sus heridas, no fue fácil lo que vivió.
Xena: si me amara ya me hubiera perdonado, y tiempo ya no tengo, ella sabe que
no soy muy paciente.
Claudia: pues esta vez lo tendrás que ser, si realmente la amas, sabes que tener
paciencia en este momento es lo mejor que le puedes dar, y estate segura de que
Gabrielle te súper ama Xena.
Xena: si pero aun pide tus brazos para bajar del caballo, para que la lleves a
su cabaña, eso me dolió.
Claudia: Xena no seas tonta, estas celosa de mí, sabes que te amo, y amo a
Gabrielle que jamás se me cruzaría en la vida separarlas, ¿cómo te voy a dar celos?, yo
no me di cuenta, hasta que te vi de reojo y mire tu rostro, tenías pena, bronca, algo
me decía que no estabas bien, y supuse que sería por eso, pero Gabrielle, dioses no te
das cuenta que me estaba usando para darte celos, y vaya si lo logró, me pregunto si
ella se habrá dado cuenta lo mismo que yo, que te dio celos y caíste... tonta...
Xena: así que te diste cuenta (dejó su espada, se levantó y se dirigió hacia
Claudia con una mano levantada haciéndole un gesto como para pegarle) y lo seguiste
haciendo ¡¡¡te voy a matar!!!
Gritó tan fuerte que una de las amazonas se creyó que era verdad y corrió hacia Claudia
para defenderla, se interpuso entre Xena y Claudia y le dijo:
Lilian: aquí nadie mata a nadie, salvo la Reina Gabrielle, tu no puedes traer
peleas a la aldea, deja en paz a esta mujer, estuve observándolas y ella no te ha hecho
nada, ¿por qué reaccionas así?
Xena: tranquila niña, no le voy a hacer daño, ella es mi mejor amiga, estábamos
solo jugando.
Lilian: pero no parecía, ¿es eso verdad? (miró a Claudia esperando una respuesta).
Claudia: bueno, la verdad es que esta Princesa Guerrera tiene muy mal genio, se
enoja de nada, ¿cuál es el castigo por eso aquí?
Xena: Claudiaaaaaa... Grrrggggrgrg...
Claudia: está bien, está bien Princesa tu ganas, no pasa nada niña.
Lilian: mi nombre no es niña me llamo Lilian.
Claudia: bueno es que no nos habíamos presentado, mi nombre es Claudia y ella es
Xe...
Lilian: si ya sé quien es, Xena, la Princesa Guerrera, la mejor amiga de mi
Reina.
Xena: te corrijo la ex-mejor amiga de tu Reina.
Claudia: Xena, no digas eso, Lilian que va a pensar.
Xena: no me importa lo que piense, es la verdad, ya no soy la mejor amiga de tu
Reina.
Lilian: lo siento por ti Xena, no sabes lo que te pierdes, mi Reina es una mujer
con todas las letras, es dulce, bella, inteligente, bardo, pacífica, líder indiscutible
y hace cumplir todas las leyes amazonas.
Xena: lo sé Lilian, sé lo que me pierdo, pero ella también me perdió a mí.
Claudia: eso esta por verse...
Xena: ¿En qué quedó ese paseo, Claudia?
Claudia: ¡Oh! Sí, vamos .
Lilian: ¿Las puedo acompañar?, no hay mejor guía que yo para mostrarles la villa
y las zonas, luego si quieren darse un baño le preparo todo lo que ustedes necesiten,
son órdenes de la Reina, me dijo que le diera todo lo que me pidan, sobre todo a tí
Claudia, puso mucho énfasis en eso, me dijo: Lilian haz lo que te pida Claudia, no la
hagas sentir mal, cualquier cosa que necesite se la das, es mi gran amiga.
Claudia: así que tú eres mi guía, me dijo que me enviaría a alguien para que me
ayudase con algunas cosas, bueno me alegro de conocerte.
Lilian: vengan vamos por aquí, este es el lugar donde la Reina hace sus oraciones,
y...
Claudia: Xena pareces aburrida esto no es para vos, por qué no te vas a dar ese
baño, luego te alcanzo.
Xena: dioses ¿me conoces tanto? Si voy a darme un baño, estoy cansada. No te
alejes mucho, mira que por aquí uno nunca sabe si te van atacar.
Claudia: si madre, te digo lo mismo a ti, no te alejes mucho, que esta noche
tenemos algo pendiente.
Xena con un gesto de tristeza se alejo.
Lilian estaba aun mirando a Claudia algo confundida por las palabras, pues parecía como
que Claudia estaría esa noche a solas con Xena. Y la Reina Gabrielle ¿qué sería de
ella?, en su propia villa su mejor amiga estaría esa noche ¿con otra? De pronto se
sonrojó y pensó vaya esta mujer tiene algo que me hace sentir diferente. Siento una paz...
Caminaron varios metros más, le mostró cada uno de los lugares cercanos sin ir mas
lejos, luego le mostró el lago, le dijo si quería bañarse.
Lilian: ¿Quieres bañarte?
Claudia: no, yo solo tomo baños calientes, pues el frío me hace muy mal, no me
deja respirar, (vio que su rostro se apeno por ella), si tu quieres anda tranquila, yo
regreso sola a la villa.
Lilian: no, no, era solo si tu querías, pero si no puedes, iré contigo de
regreso, la Reina me dijo que no te dejara sola en ningún momento.
Claudia: y dale con la Reina, ¿no te cansas?
Lilian: jamás podría cansarme ella es lo mejor que hay en la aldea.
Claudia: bueno, hay cosas y personas muy buenas por aquí, por ejemplo tu, apenas
te conozco y ya me entregaste tu corazón y tu hospitalidad, eres muy amable.
Lilian: (se sonrojó, ¿mi corazón? pensó, sentí algo raro desde que la vi, pero
era tan obvio que vió dentro de mi corazón, ¿que habrá visto en él?), gracias, nosotras
las amazonas fuimos criadas así, para servir a las amigas de la Reina, y darle siempre
la bienvenida, Claudia eres bienvenida.
Claudia: gracias... Volvamos se hace tarde se pondrá oscuro el camino, esto de
noche sin luz es muy peligroso.
Lilian: conmigo no debes tener miedo, soy muy buena peleadora, y tiro muy bien
del arco, sabré defenderte y si es necesario lo haría con mi vida.
Claudia: no es para tanto, apenas me conoces, no debes decir eso, la vida se da
cuando sientes algo por una persona, o si esa persona vale la pena tanto como para
perder tu vida por ella, ese sentimiento es muy noble, también te lo enseñaron las
amazonas.
Lilian: creo que con eso se nace, pero aquí lo perfeccioné, y ¿por qué no dar la
vida por alguien aunque no la conozca?, tal vez esa persona sea quien te cambie para
siempre la manera de vivir, de amar, de sentir, y tal vez valga la pena el arriesgar tu
vida por la de ella.
Claudia: tienes un alma muy pura .
Lilian: ¿Cómo haces eso?
Claudia: ¿El qué?
Lilian: apenas me conoces y ya me has dicho que viste mi corazón y ahora mi alma.
Claudia: te voy a decir un secreto, no se lo digas a nadie, yo veo los corazones
y las almas. Sé quien es bueno y quien no.
Lilian: estas jugando conmigo, crees en serio que soy una niña, eso no es justo,
soy lo suficientemente grande como para protegerte, y para no creer en esas tonterías.
Claudia: el amor es una tontería para ti, cuando te llegue veras que no lo es
tanto. Y además me di cuenta que no eres una niña, hace largo tiempo. Será mejor que
nos apresuremos, tengo ganas de darme un baño y descansar, han sido unos días muy duros,
y esta noche lo será más.
Lilian: ¿De qué hablas? ¿quieres contarme? Siento que tienes ganas de hablar con
alguien, ¿por qué no lo hiciste con mi Reina?, ella parece que te quiere mucho, ¿eres
su amiga, o de Xena? ¿y qué es eso que dijo Xena que era su ex-mejor amiga?, acaso ¿tu
le sacaste su amor? Vi como te miraba la Reina, y me mandá a mí para cuidarte.
Claudia: ¿Eso te dijo Gabrielle? ¿Para cuidarme?, creí que era solo para
mostrarme el lugar.
Lilian: no, me dijo ven y cuida a Claudia, que no se aleje, que no le falte nada
de lo que quiera, atiéndela como si fuera yo misma.
Claudia: Vaya, vaya,...
Esa noche en la villa ya estaban todas para cenar en la habitación principal algunas
estaban con la Reina, Claudia a su lado y Xena mas lejos.
Claudia se levanto de la silla, y se sentó al lado de Xena, esto a Gabrielle mucho no
le gustó, sentía que Claudia estaba ahora mas cerca de Xena que de ella, ¿qué le habrá
pasado?
Comieron todas animadamente, hasta que salió en la conversación una fiesta muy
importante, donde era el aniversario de la diosa Artemisa, la diosa de las amazonas,
habría comida, vino diversión, música y baile. Las amazonas siempre hacían un concurso
de música y baile.
Al escuchar Claudia, presto mucha atención y le intereso la historia, pues ella escribía
muchas canciones y cantaba muy bien.
Claro que Xena y Gabrielle no lo sabían, pues nunca había salido la conversación,
Claudia había cantado en varias villas antes de conocer a Xena, llevaba la alegría y la
paz donde se encontraba, era un alma muy caritativa con muchos dones y este era uno más,
también se dedicaba a cuidar a los enfermos y brindaba todo lo necesario a los mas
necesitados, repartía todo el dinero que podía cuando sentía que realmente en esas
zonas de alta pobreza era necesario ayudar. Hacia mucho tiempo que no hacia esto, desde
hacía muchos meses, ya que estuvo con Xena y Gabrielle, por eso ya tenía la urgencia de
partir otra vez para seguir con su camino de caridad, pero se vio interrumpido
nuevamente por el tormento de Xena, no podía irse sin ayudarla, su alma no se lo
permitía, no podía dejar de ayudar.
Después de cenar se dirigieron a las cabañas, Gabrielle pensó que Claudia iría con ella,
pero no fue así, Claudia se fue con Xena, Gabrielle se entristeció ante la respuesta.
Claudia: Gabrielle lo siento, pero ella ahora me necesita mas que tu, entiéndelo,
tu estarás con tus amazonas, ella solo ahora me tiene a mí para ayudarla con su lado
oscuro, ya que tu no puedes ir, iré yo. Pasaré la noche con Xena para terminar con este
ciclo de oscuridad en su alma.
Gabrielle: creí que yo te necesitaba mas, que egoísta que fui. Esta bien vete,
pero mañana me cuentas todo lo que paso, tenme al tanto, pero prométeme que no le dirás
nada a Xena.
Claudia: ¿De qué? ¿Qué aun te preocupas por ella?, ¿Por qué no se lo dices tú?,
sabes que ella espera una palabra de ti.
Gabrielle: no, no, prométemelo que no le dirás nada, además yo también necesito
una palabra suya y ya ves ni me mira.
Claudia: pero dioses, como quieres que te mire si tú ni la miras, me van a
volver loca.
Gabrielle: ella debe pedirme perdón, ella me trato mal, me hizo mucho daño.
Claudia: sí estoy de acuerdo, pero sabes como es Xena, le cuesta encontrar las
palabras.
Gabrielle: si tanto dice que me ama, que las encuentre, yo no le hablaré hasta
que ella lo haga.
Claudia salió de la cabaña siempre en sus espaldas tenia a Lilian, ya se había hecho
una molestia, Claudia no estaba acostumbrada a tan buen trato, no quería molestarla,
así que le dijo:
Claudia: mira Lilian aceptó lo que te dijo la Reina, pero por favor déjame
respirar, necesito estar sola unos momentos, no te molestes, pero ya es tarde vete a
dormir, mañana será un gran día, espero, yo dormiré en la cabaña con Xena.
Lilian: esta bien si eso prefieres, me voy a dormir, pero no es bueno dejar sola
a la Reina, cuando ella quiere tu compañía, y encima te vas con su ex-mejor amiga...
Claudia: Lilian algún día lo entenderás.
Lilian: no me digas que soy una niña, porque no lo soy, ya te lo dije hoy varias
veces. Entiendo todo, tu estas con esa guerrera y la Reina esta sola.
Claudia: (notó algo raro en su voz, pensó ¿esta celosa?, no puede ser, celosa de
quién ¿amara a Xena? ¿a Gabrielle? ¿a mí? uyyy, me meto cada vez en más problemas,
Afrodita ¿dónde diablos estas?
Ante todo esto Afrodita estaba mirando todo desde el Olimpo y se reía
Afrodita: ¡Hay! Claudia, (suspiró) estas haciendo un buen trabajo pero a mí me
gusta complicarte la vida, tú la haces demasiado fácil, para los demás pero... ¿qué hay
de ti?, ¿cuándo abrirás realmente tu corazón?, ¿quién te va ayudar a ti?...
En la cabaña junto a Xena.
Xena: ¿Qué haces aquí? Pensé que te quedarías con Gabrielle, tu reina amazona.
Claudia: no Xena, ella no me necesita, tiene a esa Ephiny, la va a cuidar bien,
y si no te apuras...
Xena: ¿Qué quieres decir con eso? Contesta.
Claudia: ¿Por qué no le hablas de una buena vez y aclaran todo?, sé que te es
muy difícil pero a lo mejor ella esta esperando que tu le digas algo primero.
Xena: ¿Qué?, ¿te dijo algo? ¿está dispuesta a perdonarme si saco mi lado oscuro
dentro de mí?
Claudia: no sé, (se acordó que le había prometido a Gabrielle que no le diría
nada, por ahora) se me ocurre a mí, tal vez este esperando algo de ti, y tu no haces
nada.
Xena: no seguro que no, me odia, ni siquiera me mira, no quiere estar cerca de
mí, y lo peor es que la entiendo, tal vez en su lugar haría lo mismo. Ya no tengo
esperanzas de recuperarla, siento que la pierdo día a día.
Claudia: pero Xena, ¿cómo dices eso? ¿estás loca? Tú la amas, no me lo puedes
negar, además recuerda que veo tu corazón a mi no me puedes engañar.
Xena: si ves mi corazón, puedes ver el de ella también, dime que ves.
Claudia: eso es trampa, y no puedo hacerlo, deberás descubrirlo por ti misma, lo
siento Xena.
Xena: bueno dejemos de hablar y vamos a dormir, aun ¿quieres dormir conmigo?,
después de lo que le hice a Gabrielle, esta noche tal vez me vuelva a transformar.
Claudia: no te tengo miedo, eso es lo principal, además tu me amas, sé que no me
harías daño.
Xena: a Gabrielle también la amaba y mira lo que le hice.
Claudia: cometiste dos errores, dirás aun la amo y a mí me amas siendo la Xena
oscura, recuerda que es el castigo que Ares te impuso, para que lastimaras a Gabrielle,
el decirle constantemente que me amabas y que por su culpa yo me fui. Además ya es hora
que nos enfrentemos de nuevo y solucionemos este problema, no puedo seguir dándote por
el resto de tu vida un calmante para no despertar a la Xena oscura, hay que enfrentarlo
y esta será la noche.
Xena: ¿Gabrielle lo sabe?
Claudia: sí, se lo dije, por eso me dio permiso para pasar la noche contigo ¡¡¡¡a
solas!!!!.
Xena: como te aprovechas de mi locura, eres mala, ¿eh?... ven aquí dame un abrazo,
no sé que haríamos sin ti Claudia, sabes creo que ambas te amamos mucho, se nota en los
ojos de mi bardo, eso si no te acerques mucho porque me dan celos y no me gusta nada
eso.
Claudia: descuida Xena, Gabrielle fue, es y será siempre tuya, contra ese amor
tan grande que se tienen no hay barrera alguna que les impida estar juntas.
Xena: mi oscuridad (dijo con tristeza).
Claudia: bueno, por eso estoy aquí, y te prometo que en poco tiempo, déjame
pensar. Mmmmmm... ¡¡¡¡habrá una boda!!!!
Xena: ¡¡Tú sí, que estas loca!!
Claudia: ¿No te gustaría unirte a Gabrielle por toda la eternidad?
Xena: por supuesto que lo haría, pero ella... No sé si me acepte...
Claudia: y dale otra vez con tus dudas, si tuvieras todas esas dudas en medio de
una batalla, no durarías ni un suspiro... Jajaja.
Xena: jajá jajá... Bueno estas preparada, voy a dormir. Hasta luego.
Claudia: hasta luego, recuerda Xena, tu sola puedes vencer a la Xena oscura, por
el amor bueno que hay en ti, la puedes vencer, tu ya pagaste por todos tus pecados, ya
eres otra, una mujer de bien, y gracias a tu voluntad y al amor que sembró en tí
Gabrielle y tantas personas de bien que conociste a lo largo de este ultimo tiempo,
eso te traerá de vuelta y matarás para siempre a la Xena oscura, recuerda el amor de
Gabrielle, la paz, la pureza, la esperanza, el amor que te tiene, recuerda todo eso y
triunfarás, ambas triunfarán, porque tu triunfo será el de ella, te estará esperando
con los brazos abiertos para darte todo su amor. Duérmete y sé feliz.
Xena se durmió y apareció como Claudia temía la pesadilla.
Xena comenzó a moverse y a patear toda las mantas, daba algún que otro grito, y
despertó, por supuesto Claudia ya la estaba esperando.
Xena oscura: ¡Hola! Amor ¿cómo has estado?, hace tiempo que no te veía, ven
acércate, quiero que me ames, ¿dónde esta la rubia tonta?
Claudia: la deje ir, porque esta noche es solo entre tú y yo, aunque mejor será
entre tres, tú, yo y Xena la mujer que te matará, Xena ¿estas ahí verdad? no me falles.
Xena oscura: ¡Estas loca! Si crees que ella ganará, no puede ganarme porque yo
soy superior.
Claudia: tu no eres superior, tu eres inferior a ella, porque tu matas y Xena,
ya no es mas así, cambio, demuéstrame Xena que cambiaste, mátala para siempre, Xena
despierta por el amor verdadero, despierta.
Xena oscura: jajaja, parece que tu amiga es sorda, porque no siento nada... Ay
ay... Qué me esta pasando no puedo respirar, maldic...
Claudia: vamos Xena tu puedes, destruye a esa Xena oscura, tu tienes la fuerza
suficiente esta dentro de ti sácalo Xena por favor te necesitamos te queremos, Gabrielle
te necesita, te ama, como la Xena buena que eres desde que ella entró a tu vida, haz
hecho el bien todo este tiempo Xena reacciona por favor vuelve, gánale a la maldad,
mátala.
Xena ya no era tan oscura, la maldad se estaba desvaneciendo, gritaba de dolor, fueron
tantos los gritos que despertó a casi toda la aldea, Gabrielle dio la orden de que no
las molestaran sabia lo que estaba pasando, y tenía esperanzas de que todo estaba bien.
Xena comenzó a pegarse a sí misma, Claudia quiso detenerla para que no se hiciera daño,
pero le dió un fuerte golpe que fue a parar contra la pared, casi le rompe una costilla,
Claudia se repuso y la tomó con fuerza, era muy difícil estaba teniendo una lucha
interna muy grande sus ojos daban vueltas le salía sangre por la boca, un hilo de
sangre por la nariz, respiraba con dificultad, pero Claudia pudo ver en sus ojos, que
Xena estaba dando y ganando una batalla muy dura, tal vez la peor de todas a las que se
enfrentó, vio el amor poco a poco salir de sus ojos, y le dijo en un susurro:
Xena: lo logré Claudia, lo logré, la Xena oscura ya no esta dentro de mí, gracias,
a tí y al amor de Gabrielle, (Xena lloró, lloró, y lloró abrazada a Claudia, y luego se
desmayo, cayó en un profundo sueño, el corazón de Claudia estaba latiendo a mil por
hora, aun tenía miedo ¿qué pasaría cuando Xena realmente despertara, habría ganado su
batalla?)
Aun era de noche y Xena comenzó a despertar de nuevo, aquí era la prueba que necesitaba,
era la perfección en persona era Xena, nuestra Xena, la dulce y valiente guerrera, lo
había logrado, se abrazo llorando a Claudia y así supieron que nunca mas tendría en su
interior a esa maldita Xena oscura.
Xena: Claudia esta noche quiero festejar, no veo la hora de decirle a Gabrielle
que lo logré, que lo hice por su amor.
Claudia: díselo esta noche, es la gran fiesta de las amazonas, además, te tengo
una sorpresa, voy a concursar en la prueba de música, ¿qué te parece?
Xena: ¿Tú cantas?
Claudia: soy la mejor, vaya que modesta, además escribo mis propias letras, son
acerca de las personas que voy conociendo a lo largo de mi vida, en mis viajes, mi
camino, cada una de ellas es una experiencia y trato de volcar al pergamino lo que
siento a través de mis ojos, como veo que la gente sufre, ama, llora, ríe, tiene
esperanza, dolor, todas las emociones juntas que nos hacen ser humanos y desde que las
conocí a ambas no he escrito nada, pero con ustedes ¡¡¡¡¡tengo un libro!!!!!
Xena: me alegra verte y escucharte, será un honor, así que mira vos ¿eh?,
resultaste ser una barda también, eres increíble, hay algo que no sepas hacer.
Claudia: una amiga mía dice "tengo muchas habilidades", y yo te digo "sé hacer
de todo"...
Ya con el silencio de la noche y todo en calma siguieron durmiendo pues mañana sería un
día muy importante. Pero no todos dormían, en el Olimpo un dios echaba chispas de furia
contra Claudia, pues ella había logrado vencerlo, aunque para Ares habría otra
oportunidad.
Llego el amanecer y Claudia y Xena seguían durmiendo, esto a la barda la preocupó, pues
Xena y Claudia eran siempre las que se levantaban antes que ella, pero había sido la
ansiedad de la barda que no la dejó dormir de mas, esperando que Claudia le viniera a
contar lo que había sucedido a la noche con Xena, estaba impaciente, y ya estaba
maldiciendo a Claudia que no aparecía, cuando sintió a alguien en la puerta, era Lilian.
Lilian: permiso, mi Reina ¿puedo entrar?
Gabrielle: si pasa, ¿qué sucede Lilian? ¿No deberías estar cuidando la entrada
de la cabaña de Claudia como te dije?
Lilian: si, pero ella, anoche me echó, me dijo que no me acercara a la tienda, y
le hice caso, me lo suplicó, no pude negarme, mi Reina, sé que me merezco tu castigo
por desobedecer una orden.
Gabrielle: esta bien Lilian, te perdono, Claudia tiene un poder muy grande para
hacer siempre lo que quiere, me recuerda a X...
Lilian: si a Xena, la Princesa, ambas son muy parecidas en su forma de ser, será
por eso que se llevan tan bien, anoche la pasaron juntas en su cabaña, solas. Y se oían
gritos, muy raros mi Reina, luego se reían y se decían cosas que no me atrevo a
pronunciar.
Gabrielle: pero Claudia ¿no te había dicho que la dejaras sola?
Lilian: bueno, fue solo un momento, porque cuando escuche los gritos me acerqué
para ver que hacían, y dioses...
Gabrielle: ¿que hacían? Dímelo.
Lilian: ella estaba abrazada en la cama, Xena le acariciaba la espalda, y
Claudia le daba besos muy largos...
Gabrielle: eso no puede ser, estas equivocada.
Lilian: no estoy equivocada, y no soy una niña como todos creen.
Lilian estaba mintiendo, Xena abrazó a Claudia mientras lloraba pero esta vez si que no
pasó nada, ambas estaban muy preocupadas por todo lo que había sucedido, además ya
sabían que eran muy amigas, y que tiempo atrás habían tenido algo mas fuerte, pero
ambas sabían que Gabrielle era todo para Xena, y que el corazón de Claudia estaba
ocupado por alguien muy especial que estaba muy lejos de esa aldea.
Gabrielle se sintió traicionada de nuevo por Xena, y por Claudia, Gabrielle pensó que
Claudia realmente la amaba como una gran amiga, otra vez su corazón estaba dolido, esto
no podría perdonarlo a ninguna de las dos.
Lilian se fue de la cabaña de la reina, con una sonrisa, al ver el rostro de su reina
se dio cuenta que aun amaba profundamente a Xena, tal vez al darle estos celos se
fijaría nuevamente en ella y por los dioses Xena dejaría tranquila a Claudia y quizás
así se fijaría en ella (aunque para Claudia, Lilian era una niña)
Mientras tanto Gabrielle quedó tan herida por la traición que busco venganza, que mejor
que darle celos a Xena y desconcertar a Claudia con su actitud, se entregaría a Ephiny,
sabia que ella no le diría que no a su reina para idear el plan, le haría sentir unos
celos terribles a su princesa, ¿quieres jugar con fuego?, ¡¡¡pues fuego tendrán!!!
Luego que Lilian le contara todo lo que pasó a Gabrielle esa noche, aun como no se
despertaban Xena y Claudia, esta fue a verlas sin hacer ruido, y observó que ambas
estaban en la cama muy abrazadas, entonces se dijo que Lilian tenia razón, Xena tenia
sus piernas entrelazadas con las de Claudia, y en un momento se movió y ambas
despertaron, la barda observo como Xena le sonreía a Claudia y le dio un beso en los
labios, diciéndole buenos días. La barda esto no lo pudo soportar y se fue de allí,
echando chispas y lágrimas de bronca.
Pero bueno ella no podía reclamarle nada a Xena, sentía que la había defraudado, porque
cuando más la necesitó no estuvo con ella, la barda sabía que Xena la había tratado mal,
pero Claudia tenia razón, no había sido la verdadera Xena, y no pudo aun perdonarla, se
sintió mal por eso, pero también debería pensar en ella lo que había sufrido, semejante
humillación, y ahora ¿qué pasará? ¿la estaba perdiendo en serio en manos de Claudia? O
solo era una muy buena amistad. Al fin y al cabo con Claudia ella también se sentía
especial, y pobre Xena, le había fallado no estuvo cuando tuvo que luchar con ella
misma para acabar con la Xena oscura, se sentía muy mal por esto. La defraudé, la
defraudé, se repetía una y otra vez.
De pronto se puso a pensar y se dijo: maldición ella me lastimó primero y ahora me
traiciona con otra de mis mejores amigas esto Xena si que no te lo voy a perdonar,
(acaso estaba celosa) por supuesto que sí, se contestó. Me las vas a pagar, te daré la
misma moneda, quieres guerra la tendrás.
En la tienda de Xena, ya las dos estaban levantadas y Xena estaba muy excitada, no
podía esperar mas para ver a Gabrielle y contarle que ya había vencido a la Xena
oscura, estaba loca de alegría, por supuesto Claudia también, le fascinaba ver de nuevo
esa luz en los ojos y rostro de Xena, que había perdido desde que su Gabrielle no
estaba tan cerca de ella, desde aquellos días en que lastimó a la barda.
Xena: tengo tantas ganas de verla, ¿cómo haré?
Claudia: pues ve y entra a su tienda, luego le dices que le quieres hablar, la
miras a los ojos, la derrites y cae muerta en tus brazos, ¿te queda alguna duda?
Xena: ¡Uyyy! tienes una gran imaginación.
Claudia: vamos, tengo mucha hambre.
Ya en el medio de la aldea, Xena va camino a la tienda de la reina, pero la detienen
las guardias.
Xena: ¿Qué pasa, acaso no puedo entrar?
Guardia: no, porque la Reina, no esta.
Xena: ¿Y dónde está?
Guardia: está dándose un baño, pero dijo que no vaya nadie a molestarla.
Xena: ummm, yo también quiero darme un baño, iré para allá.
Guardia: te aconsejamos que no vayas, las otras guardias no te dejaran pasar,
por ordenes de la Reina, a todas nos dijo que si te veíamos que no te permitiéramos
acercarte a ella, no sabemos el por qué, pero órdenes son órdenes.
Xena: eso lo veremos...
Camino a los baños, Xena se encuentra con Claudia y Lilian que ya la estaba siguiendo
otra vez, por órdenes de la Reina.
Claudia: Xena ¿a dónde vas? ¿ya la viste a Gabrielle?
Xena: no, esta en los baños...
Claudia: ¡Oh! Perfecto toda solita para ti...
Xena: no te hagas la graciosa, hay algo raro y no me gusta, les ordenó a todas
que no me acercara a ella, y que ni se me ocurra molestarla en el baño.
Claudia: pues ve y averígualo, no te quedes ahí parada.
Xena: me quedé aquí parada, porque estoy hablando contigo, o ¿no ves que voy
para allá?
Claudia: vamos, te acompaño, a lo mejor hay problemas.
Lilian seguía atrás sin decir nada.
Ya en la puerta de los baños.
Xena: quiero ver a la Reina.
Guardia: la Reina esta ocupada, y nos dijo...
Xena: si ya sé, que no me acercara por nada del mundo, ¿qué diablos le pasa? Sé
que estábamos un poco distanciadas, pero esto es ridículo, déjame pasar o te va a
costar un brazo.
Guardia: pues que así sea, las órdenes de la Reina son para cumplir, y así se
harán cueste lo que cueste, así un brazo, una pierna o la vida.
Claudia: Xena detente, no vale la pena, (Claudia le tomo el brazo a Xena) crear
una pelea, ya va a salir y hablarás con ella, no se va a pasar la vida bañándose, vamos
cálmate, salgamos de aquí.
Cuando Claudia dio media vuelta para volver, giro otra vez y le plantó en la cara un
fuerte golpe a la guardia, dejándola caer en el suelo de espaldas, Xena ante esto se
quedó sorprendida, mirándola con ojos abiertos como platos.
Xena: ¿Claudia que haces?
Claudia: cuando alguien se interpone entre lo que quiero, y no me dejan tomarlo,
hago lo que sea necesario, y esta guardia me estaba estorbando en mis planes, de
volverte a ver con Gabrielle, ya me cansé. Vamos entremos a ver por qué tanto misterio.
Lilian no podía creer lo que había visto, como amazona quiso pegarle a Claudia, pero se
contuvo quién sabe por qué, tal vez le dió tanto miedo como si fuera a pegarle a Xena,
la Princesa Guerrera.
Claudia: (antes de entrar la miró a los ojos, y con un gesto le dijo todo).
Calla si quieres seguir con vida, porque nosotras hacemos nuestro destino y Xena va a
entrar al baño así sea lo último que haga, necesita hablar de una buena vez con
Gabrielle, entendiste.
Lilian: sí, sí, sí...
Ya dentro del baño había otras dos guardias, muy cerca estaba Gabrielle, solo se oía su
voz, su risa, esto a Xena le llamó la atención, porque se escuchaba otra voz junto a la
de ella, afino su oído y pensó esa voz es de Ephiny, ¿qué hace mi bardo en el mismo
baño con Ephiny?
El rostro de Xena se estaba transformando, las guardias la miraron con terror, pensaron
que las iba a matar.
Guardia1: lo siento, no puedes entrar aquí Xena, son órdenes de mi Reina.
Las voces de adentro se callaron de golpe, Gabrielle al escuchar el nombre de Xena se
paralizó, no sabía si su juego iba a salir bien o terminaría todo en un desastre.
Xena: solo quiero hablarle, córrete no quiero hacerte daño.
Guardia2: mi compañera ya te dijo, no puedes pasar.
Xena: tu también córrete o te las veras conmigo...
Claudia: con ambas (interrumpió Claudia).
Guardias: pues que así sea, si eso quieren ambas.
Y comenzaron a forcejear, a patearse los traseros, Gabrielle en el baño, sentía que
había una lucha y comenzó a gritar:
Gabrielle: ¿Qué pasa allá afuera?, ¡¡guardias vengan para acá!!
Ephiny estaba a un costado de la tina, esperando que Gabrielle le diera la órden para
hacer su plan "celos", pero se dió cuenta que se le estaba yendo de las manos, entonces
entró Xena con toda su furia.
Xena: ¿Qué es eso Gabrielle? (se quedó dura al ver a su bardo en la misma tina
junto a Ephiny desnudas, tragó saliva y siguió hablando) te decía ¿qué es eso que no
quieres tenerme cerca?. Necesito (y fue aplacando su voz hasta llegar casi a algo
inaudible) hablar contigo...
Gabrielle: (se dio cuenta que su plan estaba dando resultado, y no quiso
desaprovecharlo), verás Xena estoy ocupada con mi nueva amiga, así que no me molestes,
y las guardias ya tendrán su castigo por dejarte pasar, cuando doy una órden quiero que
se cumpla, y a ti Xena no necesito darte explicaciones, ahora vete estoy muy ocupada, o
acaso ¿no lo ves? (y se dirigió hacia Ephiny y le dió un beso en los labios, Xena casi
se desmaya, suspiró y se fue hecha una furia, justo cuando Claudia entraba).
Xena: (empujándola a Claudia a un costado por la bronca), ¿ves? ahí tienes a tu
bardo, la que me amaba, esta con otra, que fácil es olvidarse de mí...
Claudia: (se acercó mas a la tina, y la vio a Gabrielle con Ephiny desnudas, muy
cerca), ¿Gabrielle qué haces?
Gabrielle: ¡Ah! claro me olvidaba que ustedes siempre están juntas, ahora también
te tengo que dar explicaciones a vos, pues bueno mira lo que vio Xena tu nueva amiguita,
(y le dio un profundo beso a Ephiny en la boca, quien luego después del beso aun quedó
con la boca abierta), ves Claudia ya tengo otra amiga, no necesito ni a Xena ni a ti.
Claudia: Gabrielle, no tienes idea de lo que haces. (dio la vuelta y se fue a
buscar a Xena, estaría desconsolada, pero vio el corazón de Gabrielle antes de irse, y
sonrió).
Claudia: lo siento guardias, no quisimos lastimarlas, (diciendo esto las desató).
Guardias: esto no va a quedar así, ya verán ustedes dos...
Claudia: no se preocupen, pónganse en la lista de enemigos llega hasta el tártaro...
Lilian: ¿Qué paso allí dentro?
Claudia: ni te lo imaginas, pero ya entendí el juego de Gabrielle.
Lilian: no entiendo, ¿juego? ¿a qué juega la reina?
Claudia: al juego del amor, los celos, los famosos celos, que hacen sentirte muy
mal, y luego cuando todo pasa llega la mejor reconciliación, el verdadero premio.
Lilian: sabes mucho del amor, ¿no es cierto?
Claudia: he conocido a mucha gente en mis viajes, y a veces tengo que ayudarlos
a que se den cuenta del profundo amor que se tienen, el ser humano resulta a veces muy
ciego con sus sentimientos.
Lilian: ¿y qué hay de tí? Siempre hablas que ayudas a los demás con el amor, y
tú ¿estas enamorada?
Claudia: yo vivo enamorada, de todas las personas que andan por ahí.
Lilian: no me refería a eso, quiero saber si tienes a alguien, como Xena tiene a
Gabrielle, bueno o la tenía.
Claudia: (miró su corazón, supo a que se refería, no tardó en contestarle) si la
tengo pero esta muy lejos de aquí, y hace tanto tiempo que no la veo, que creo que ya
me olvidó, al amor hay que alimentarlo cada día, y si no te ves seguido con la persona
que amas eso es muy difícil, aunque si el amor es muy fuerte, puede ser que dure mas.
Lilian: la amas mucho ¿no? tus ojos lo dicen todo.
Claudia: sí, la amo mucho.
Lilian bajo su cabeza, y se entristeció pues sabía que no era ella en la persona que
Claudia pensaba, pero luego pensó que tenia una oportunidad, ya que su verdadero amor
estaba muy lejos, y hacia tiempo que no la veía. (se sonrojó y Claudia lo notó)
Claudia: ¿te pasa algo? Te pusiste colorada, ¿acaso tu tienes a alguien en esta
aldea que te guste, y no te atreves a decírselo?
Lilian: ¿eh? No, no, este yo... No sé que decir puede ser, pero aun no estoy
segura de lo que ella piense, no sé...
Claudia: (tuvo mayor curiosidad, y miro su corazón de nuevo más profundo, se
quedó muda, pues Lilian pensaba en ella, por los dioses, no puede ser, otro problema
mas, no me iré nunca de aquí, y tengo que hacerlo, como le sacó esa idea a esta niña,
sin lastimarla, es muy joven, va le llevaré ¿uno o dos años? pero es que parece tan
niña, le preguntare su edad). Una pregunta ¿qué edad tienes?
Lilian: (pensó ¡guau!, quiere saber mi edad por si no soy demasiado joven o
vieja para ella?) Tengo 21, ¿por qué preguntas? (mentía tenía 17).
Claudia: ¿en serio tienes 21? Pareces mas joven, por eso al principio te decía
niña, eres mayor que yo, tengo 20.
Lilian: no puede ser, ¿soy mayor que tu? Jajajaja, entonces tendrás que
respetarme, así es la ley amazona, si no tienes ningún título, tienes que respetar a la
mayor, porque se supone que las mayores tienen mas experiencia.
Claudia: eso es relativo, puedo contarte muchas cosas de las que he vivido, y tú
no sabrías de lo que te hablo, la experiencia la hace uno, estudiando, observando,
viajando mucho, eso te lleva a los lugares más extraordinarios, bellos, peligrosos, que
jamás te imaginarias, ahí tienes a tu Reina Gabrielle, es muy joven y bien sabes que es
muy sabia, es por su experiencia al lado de Xena, ellas han pasado por muchas cosas
juntas, ven a cada momento su vida en peligro, luchar por la vida, estar junto a la
muerte a cada instante, Gabrielle es muy inteligente y no por su edad sino por sus
experiencias vividas, claro que tomar experiencia no es fácil, recibirás muchos golpes
en tu vida, y cuando te digo golpes no me refiero a lo golpes de puño, sino a los
golpes del alma, pero sirven para no volver a cometer los mismos errores.
Lilian: la verdad siento que tienes razón, eres mas chica que yo, pero yo no soy
capaz de hablar así, como tú, con tanta sabiduría, me fascina escucharte, tendrás
muchas historias sobre la gente que conoces en tus viajes. Así como lo hace Gabrielle,
ella es muy buena supongo que la habrás escuchado alguna vez, cuando ella viene a la
aldea, todas queremos escuchar la nueva aventura que vivió junto a Xena, pero no sé que
le pasó esta vez, no quiere hablar de Xena, todas hemos notado un poco triste a la
Reina.
Claudia: ya se le va a pasar, dicen los sabios que el tiempo lo cura todo,
aunque con algunas cosas que nos suceden, son tan duras que necesitas mucho tiempo para
olvidar.
Lilian: ¿es que Xena le hizo algo muy malo a la Reina, para que tarde tanto
tiempo en olvidar?
Claudia: son cosas de ellas, y no debemos entrometernos, solo para ayudarlas a
solucionarlo en todo lo que podamos.
Lilian: eres muy buena Claudia, siempre te preocupas así, por los demás. Se nota
que quieres mucho a Xena y también a Gabrielle.
Claudia: pues sí, las amo, es extraño ¿no? Son tan diferentes, pero yo soy así,
voy de un extremo a otro.
Lilian: me gustaría ser tu amiga, si me permites, aunque sea el tiempo que te
quedes por aquí, sé que no será para siempre (puso cara triste).
Claudia: bueno, la verdad no converso tanto, con alguien si no la considero una
amiga, así que seré tu amiga, puedes contar conmigo para lo que sea mientras este aquí,
y cuando no este, si me nombras, mi voz escucharas, para darte el consejo que necesites
en ese momento.
Lilian: ¿En serio puedo hacer eso?, me haz hecho muy feliz, gracias, gracias.
Pero ¿quién eres? Se respira tanta paz al lado tuyo, es como si una volara, no se estoy
aquí hablando contigo y me olvido de los demás, eres muy especial, envuelves con la
melodía de tus palabras.
Claudia: vaya, tu también eres barda, que lindas palabras que dijiste, gracias a
tí por permitirme entrar en tu corazón para poder ayudarte en lo que sea.
Lilian: (se sonrojo) ¿cómo sabes que estas en mi corazón?
Claudia: con solo mirarte puedo saberlo, puedo ver dentro de los corazones,
saber lo que siente la otra persona, veo el corazón y sobre todo el alma.
Lilian: (más roja) entonces sabrás que te amo, me gusta estar contigo y quiero
que sea para siempre.
Claudia: sé que me amas, yo también te quiero, pero no de la misma manera, no
quiero lastimarte, mi corazón ya pertenece a alguien más. Tienes un corazón muy puro,
muy pronto encontraras a tu alma gemela, no temas, cuando llegue el momento díselo, y
tu alma encontrara la paz. Recuerda lo que te dije, en ese momento te acordaras de mí...
Lilian: pues creo que nunca me olvidare de ti, me hiciste sentir cosas nuevas,
que nunca había sentido.
Claudia: descubriste el amor, pero el amor que te espera es mucho mas fuerte.
¿Escuchaste alguna vez a la barda contar lo de las almas gemelas?
Lilian: no, nunca la escuche, ¿la barda es mi Reina?
Claudia: si es tu Reina, que últimamente me esta dando muchos dolores de cabeza,
bueno ella cuenta que hace mucho, mucho tiempo, los seres humanos tenían cuatro piernas
y dos cabezas, cuando Zeus se enojo con ellos los dividió en dos, dejándolos con dos
piernas y una cabeza y a partir de ese momento todos somos un cuerpo y un alma, pero
buscamos por todos lados a nuestra alma gemela, aquella que estaba con nosotros cuando
estábamos unidos, cada uno de nosotros tenemos un alma gemela, solo hay que encontrarla,
a veces no es fácil pero se puede lograr, y estarán juntas por toda la eternidad.
Lilian: ¿Crees que Xena sea el alma gemela de mi Reina?
Claudia: por supuesto que lo es, aunque a veces les cuesta creerlo, ellas se
aman de verdad, muy profundamente.
Lilian: ¿Y por qué se pelean a cada rato?
Claudia: buena pregunta, son peleas de enamorados, luego viene la reconciliación
y se enamoran más. Aunque esta reconciliación me esta llevando demasiado tiempo... Que
te parece si vamos a buscar a Xena para que nos pesque unos buenos peces, tengo hambre,
con tanto lío y charla no he desayunado.
Lilian: jajaja, si vamos, creo que la vi camino al lago.
Claudia: ¿La viste pescar a Xena?, es extraordinaria, lo hace con sus propias
manos, la verdad es una maestra.
Lilian: bueno, tú tampoco me viste a mí, yo también soy muy buena.
Claudia: que te parece si hacemos una competencia, necesito algo de diversión
entre tantos problemas, la que pesque más se llevara el premio, tengo que pensar cual
será, vamos total con las bocas que hay que alimentar estoy segura que los pescados que
saquen alcanzaran para todas.
Ya en el lago, Xena estaba sentada sobre una roca, con los ojos llorosos y triste.
Claudia: ¿Qué le pasa a mi Princesa favorita? (Tomándola por la espalda), vamos
Xena todo va a estar bien, no te diste cuenta que era solo para darte celos, sos una
tonta, no me digas que estuviste llorando, por los dioses que no se entere Gabrielle.
Xena: ya no me importa nada, ella me dejó.
Claudia: Xena, no digas eso, Gabrielle esta celosa de mí, porque estuve contigo
toda la noche, nos despertamos tarde, tal vez pobre no durmió en toda la noche pensando
en cómo te estaría yendo y al ver que no fuiste temprano a verla a lo mejor paso por
nuestra tienda y vio que me estabas abrazando y me diste un beso de buenos días, entre
tú y yo sabemos bien que es solo una buena amistad, pero Gabrielle a lo mejor pensó
otra cosa, que te estaba perdiendo, a lo mejor pensó que había cometido un error al
entregarte así a mi para que yo tomara su lugar en la lucha contra tu oscuridad, creo
que ella en el fondo de su corazón cree que te falló, que no estuvo contigo cuando mas
la necesitabas.
Xena: pero no me falló, tú lo sabes bien, con todo lo que le hice cuando era
oscura, cómo puedo pensar que ella quería ayudarme, y jamás se lo hubiera permitido, no
quería hacerle mas daño del que le hice, y si tú dices que hace todo esto porque nos
vio abrazadas, es mas tonta de lo que creí, ¿cómo puede pensar que yo la deje de amar?
Así que dices que hace esto por celos. Y vaya que lo consiguió, estoy pensando hace
rato, llorando por lo que vi en el baño, pensando que ya la había perdido en manos de
Ephiny, cuando le ponga las manos encima, veras...
Claudia: no, Xena así no son las cosas ella esta usando a Ephiny, seguro no le
pudo decir que no a la Reina.
Xena: ¿pero tu viste el beso que le dió? Le partió la boca, ¿yo celosa? la
quiero matar.
Claudia: está todo planeado y vos caíste como una tonta, tengo un plan, que te
parece si le pagas con la misma moneda si ella cree que tú y yo somos mas que amigas
¡que así sea!, dale mas celos, hasta que te pida por favor que la mires, que pares con
esto, ya lo veras... Bueno, cambiando de tema, lo siento Xena, pero también debo
alimentarme, no desayune y pensé que tú serías una buena amiga y me pescarías unos
peces para mí, y hablando con Lilian surgió que ella también pesca muy bien así que
para divertirnos un poco, hice una apuesta, una competencia, quien de las dos es capaz
de atrapar mas peces. Xena no me falles, van todos mis denarios a ti.
Xena: mira vos, yo sufriendo por amor, y tú haciendo apuestas, ¿te parece
divertido?, además tú no te mojarás... (y tomo a Claudia por sorpresa y la empujó al
agua), listo ahora sí puedo pescar, tu también estas mojada. (rieron y ambas miraron a
Lilian)
Lilian: ¡¡Ah!!, no, no se atreverían.
Xena-Claudia: (las dos se miraron y rieron) ¡oh! Claro que lo haremos.
Y ambas tomaron a la amazona, que no podía poner mayor resistencia con la fuerza que
tenían Xena y Claudia nadie podía hacerles frente)
Claudia la tomó de las piernas y Xena por los brazos, hicieron un balanceo y la
arrojaron al lago, y ambas se rieron, se sorprendieron al sentir mas risas, pues ya
habían venido mas amazonas para ver lo que pasaba que eran esos gritos y risas. También
apareció la Reina.
Gabrielle: ¿Qué pasa aquí?, ¿es que no tienen otra cosa que hacer que estar aquí
en el lago perdiendo el tiempo?.
Claudia: no estamos perdiendo el tiempo, primero me estoy divirtiendo y segundo
Xena y Lilian van hacer una competencia para saber quien de las dos saca mas peces del
agua, tengo mucha hambre y lo harán por mí, tienes algún problema Gabrielle...
Gabrielle: no tengo ningún problema, mientras no molesten al resto de las
amazonas.
Claudia: pues dile que se queden, van a ver un gran espectáculo, no hay nadie
que pesque con las manos como lo hace Xena, y aposté todos mis denarios a ella así que
si se van a quedar háganlo en silencio, porque los peces se asustan y no podrá pescar
nada.
Ephiny: (pensaba como le estaba hablando Claudia a su Reina que insolente) ¡hey!,
tú no puedes hablarle así a mi Reina, ¿quién te crees que eres?.
Claudia: mira, Ephiny, yo no soy amazona, así que habló como quiero, y tengo
hambre así que cállate, así Xena puede hacer mejor su trabajo.
Ephiny: tendrás que respetar a mi Reina por las buenas o las malas, (y quiso
pegarle a Claudia)
Gabrielle: (la detuvo justo a tiempo) Ephiny, tranquila, solo quieren comer,
vamos a ver como lo hacen .
Ephiny: esta bien mi Reina, lo que tu digas.
Xena: (tenía en su cara esa sonrisa pícara, pues veía a la barda y temblaba,
pensaba en lo que le había dicho Claudia y supo que era cierto, la barda solo quería
darle celos. En silencio se acercó a Claudia y le dio un beso en la mejilla, ésta se
sorprendió, luego captó el juego, y Gabrielle se murió por dentro).
Claudia: bueno chicas comienza la función, yo apuesto 300 denarios a que Xena
atrapa mas peces que Lilian... (todas hicieron ¡uh! 300 denarios era muchísimo dinero,
todo lo que podrían comprar con eso).
Gabrielle: en mi aldea, no hay suficiente dinero para que puedan apostar en
contra de los 300 denarios, no hay nada que ofrecerte si ganas.
Claudia: bueno, ya pensare en algo, y si Xena pierde los 300 denarios serán para
la aldea, lo usaran en lo que quieran.
Xena: vamos mujer ten más fe en mí, si apuestas tanto, es porque sabes que
ganaré, me viste varias veces en aquel lago, ¿te acuerdas?.
Claudia: por supuesto que sí, si no, no apostaría tanto dinero.
Xena: ¿Qué le pedirás a cambio?. Dímelo, me muero de ganas por saber.
Claudia: ten paciencia, es una virtud muy preciada, ya verás.
Xena: sabes que no tengo paciencia, dímelo o perderé a propósito.
Claudia: ¡Hey!, no harías eso, me arruinarías, tendría que trabajar el resto de
mi vida y no alcanzaría, no seas mala Xena.
Xena: (con cara de niña mala) dímelo, vamos dímelo.
Claudia: esta bien, le diré a Gabrielle que ella es el premio para ti. ¿Qué te
parece?
Xena: ni se te ocurra, si ella quiere estar conmigo que sea por las buenas, no
por una apuesta.
Claudia: sabia que dirías eso, ¡cómo te conozco¡, es que la verdad aun no pensé
en el premio, piénsalo tú y luego cuando ganes me lo dices y llegamos a un acuerdo.
¿Ganarás verdad?
Xena: te queda alguna duda, mira a Gabrielle de reojo y ve como sabe que ya
perdió... Si hay alguien que sabe como pesco es ella, me ha visto tantas veces, vaya y
nunca aprendió, será posible...
Claudia: bueno... ¿estas lista?, Lilian me dijo que era muy buena, espero que no
tanto como tú.
Xena: bueno vamos, da la señal, y empecemos.
Claudia: que te parece si le doy el honor a la Reina, para arreglar un poco el
asunto.
Xena: sí me parece bien, aun nos mira, sabe que estamos tramando algo, pero no
logra averiguarlo, mira como se muerde el labio inferior, sabes, eso lo hace cuando
esta enfadada o cuando quiere comerme la boca, es tan hermosa, mírala Claudia por los
dioses es hermosa.
Claudia: Xena cálmate, te van a escuchar, se va a dar cuenta y voy a perder mis
denarios, concéntrate en los peces y no en Gabrielle.
Xena: sí tienes razón, bueno dile que empiece, ¡hey! espera me falta un beso.
Claudia: sí pero que sea en la mejilla, no te sobrepases conmigo, que Gabrielle
me va a matar en serio. (Xena la beso en la boca, Claudia pensó: Xena eres terrible,
Gabrielle bajo su vista y maldijo).
Claudia: bueno Reina, Xena y Lilian ya están preparadas, quiero que me concedas
el honor de dar la orden para comenzar.
Gabrielle: pensé que no me necesitabas ¡¡¡para nada!!!
Ephiny: (por lo bajo) Gabrielle tú eres la Reina, no te dejes vencer por esa
estúpida, da la orden y listo.
Gabrielle: esta bien como Reina de las amazonas, ordeno que comience la
competencia, solo les pido que hagan silencio, aunque sea al comienzo para no asustar
a los peces, eso me lo enseño... alguien que conocí hace mucho tiempo... (se moría por
dentro).
Claudia: le guiño un ojo a Xena y esta sonrió, antes de meterse al lago.
Gabrielle: listas, comiencen...
Claudia: espera un momento.
Xena-Lilian-Gabrielle-todas: ¿Qué pasa?
Claudia: no dijimos cuantos peces eran necesarios para ganar y no pusimos tiempo,
sino así vamos a estar toda la vida hasta que saquen el último pez, digamos la que
saque más en el tiempo que tarde ponerse el sol sobre aquella colina, ¿están de
acuerdo?
Todas: sí, sí, sí,...
Gabrielle: vamos, que comience la competencia.
Xena se lanzó al agua, dioses se veía tan hermosa con su cabello mojado y su traje negro,
pensó la barda.
Lilian también entro al agua, estaban mas que separadas porque no podían quitar el pez
de la otra, Xena en un momento, todas estaban esperando en silencio, saco a dos de
golpe uno en cada mano, Claudia la miró a la barda y su cara era de felicidad, su amor
no la había defraudado, sabia que Xena era muy buena y que le ganaría a su amazona. Por
su parte Claudia también estaba contenta eran sus denarios.
Pero de pronto Lilian también saco dos peces grandes, por los dioses es buena pensó
Claudia.
Claudia vio al cabo de un buen rato que Xena había sacado unos cuantos, la verdad había
perdido la cuenta, Lilian también había sacado unos cuantos no quería ni pensar que iba
ganando..., pensó, no puede ser mi Princesa me esta fallando, (entonces antes de llegar
el sol a la colina como se había dicho Xena se sumergió y no salía, Claudia sintió
miedo, pensó que le pasaba algo, estaba tardando demasiado debajo del agua, miro a
Gabrielle, ella también la miró, estaba pensando lo mismo que ella, cuando ambas se
apresuraron para meterse al lago y mojándose hasta los tobillos, Xena apareció dando un
salto que asustó a todas, con su grito característico, traía peces hasta en la cabeza,
uno lo atrapaba con su boca y en sus manos traía como seis, hasta debajo de los brazos
era para matarla, Gabrielle se puso roja, por varios motivos, Claudia pudo ver en su
corazón, Gabrielle sentía orgullo de su Princesa, se sentía molesta porque casi cae en
las redes de ella otra vez preocupándose por ella y luego sale así como así con mas
pescados para ganarle a su amazona, y al fin se sintió feliz que Xena ganara, aunque
eso significara que no tendría sus 300 denarios y tenía que aceptar el premio que
pedirían Xena y Claudia a cambio por haber ganado, ¿qué me pedirán? pensaba la barda.
Corrieron todas para ver el resultado, a simple vista se veía que Xena había ganado,
Lilian estaba triste.
Claudia: no creas que has perdido, has ganado experiencia, saber que contra Xena
no puedes ganar, además yo me pienso comer los que tu pescaste, parecen más grandes.
Lilian: gracias, Claudia eres muy buena.
Claudia: ven toma esto y sécate, ya hace frío, Xena ven aquí toma sécate tu
también, no quiero curarte de un resfriado. La verdad Xena eres estupenda, ¿qué
pediremos como premio?
Lilian: sí ¿díganme por favor que pedirán?
Claudia: ambas aun no lo sabemos, tendremos que pensar.
Gabrielle: bueno ante la cuenta de los pescados que hay aquí, declaró ganadora a
Xena, la princesa guerrera, Claudia aquí tienes tus 300 denarios de nuevo y ¿qué pides
cómo premio?
Claudia: bueno que este... Que Ephiny le dé un beso a Xena...
Xena-Gabrielle-Ephiny: ¿¿¿¿¿Qué????? ¿¿¿¿Estás loca????
Claudia: bueno no se pongan así, era solo un chiste, la verdad que ahora no se
me ocurre nada divertido, aunque pensándolo bien, podía serlo. (y puso su mejor cara de
pícara, y vio a Gabrielle que temblaba, porque conocía muy bien sus gestos y sabía que
Claudia estaba planeando algo en su contra) mi premio es que (Gabrielle cerro los ojos,
ahí me nombra) la Reina Gabrielle le dé un beso a Xena, la Princesa Guerrera (ambas la
miraron como si quisieran comerla, Xena le clavo su famosa mirada, a Claudia se le heló
la sangre y Gabrielle no se había quedado atrás), bueno y que esperan ese es mi premio
y quiero cobrarlo ¡ya!
Xena: Claudiaaaaa...
Gabrielle: temo que no puedo cumplir con tu premio, pues parece que tu campeona
no esta muy de acuerdo.
Claudia: mi premio es mío, y mi campeona hace lo que yo le digo, ¿no es cierto
Xena?
Xena: te prometo que... (más bajo) te voy a matar... Esta bien acepto el reto,
digo el premio.
Gabrielle: nadie te presiona, si no quieres...
Claudia: mira Gabrielle déjate de hablar y termina con mi premio.
Ephiny: como te atreves a hablarle así a mi Reina, le faltas el respeto, además
el premio ese no es muy normal, el premio es tuyo si alguien se merece el beso eres tú
y no Xena.
Claudia: mira, la ley amazona en el pergamino 200 dice que...
Ephiny: no te burles de la ley amazona, tu que sabes de eso.
Claudia: uy, yo sé mas de lo que tu piensas, además es mi premio y yo hago lo
que quiero con él, ¿se van a besar o no?
Xena: ya va, cálmate, cumpliré con mi parte si la Reina lo acepta.
Gabrielle: acepto, el premio.
Xena se acercó a Gabrielle, se podía ver que ambas irradiaban una luz, estaban todas
observándolas con expectativa, pensando que harían, el roce de sus cuerpos se sentía
hasta donde se encontraba Claudia, el fuego que irradiaban, dioses ¡¡cómo se amaban!!
Xena acercó sus labios a los de la barda que pedía clemencia en su interior para no
desmayarse, que dirían las amazonas, que su Reina se rinde ante un beso, pero no era
cualquier beso, era "el beso".
Claudia vio como Xena puso los labios sobre los de Gabrielle, esta se dejo ir y abrió
su boca, esperando mas de Xena, por supuesto, la guerrera tampoco podía mas, veía como
le temblaban las piernas, Claudia pensó en un momento que Xena se caería, así que con
toda diplomacia antes de que ambas sucumbieran delante de todas las amazonas se acercó
y tiró de Xena, cuando la vio, la quería matar, la había dejado justo con ese delicioso
sabor en la boca, los labios de su bardo, Gabrielle por su parte aun permanecía con los
ojos cerrados, como si estuviera volando, no se dio cuenta hasta que Ephiny la toco,
diciéndole que el beso ya había terminado.
Claudia: bueno, bueno, vamos Xena, ya esta, es suficiente, yo solo pedí un beso,
y eso iba mas allá... Además me estaba poniendo celosa, y supongo que Ephiny también,
¿no?
Ephiny: conmigo no te metas, hablaras por ti, yo estoy muy segura del amor que
tiene mi Reina hacia mí, no estoy celosa, y si eso pretendías con tu estúpido premio te
equivocaste.
Claudia: yo la verdad no creo que haya sido estúpido mi premio, habría que
preguntarle a tu Reina, que tardo bastante en darse cuenta que el beso había terminado.
Gabrielle: (toda roja) bueno, ya basta, ya terminó todo esto. Vayamos a la aldea
(de reojo aun miraba a Xena, no podía olvidar esa boca, el aliento que la había quemado,
dioses como amaba a esa mujer, deseaba mas y más, pero estaba frente a todas y debía
comportarse).
Xena reía a un costado junto a Lilian, aun no podía olvidar a su bardo, sintió lo mismo
de siempre, pasión, fuego, deseo, en ella, Claudia tenia razón aun me ama, con todo su
ser, pero le haré pagar con algo más ese maldito beso que le dio a Ephiny, pensó Xena.
Ephiny: Vamos mi Reina, no tenemos nada que hablar con ella.
Claudia: espera un momento, Reina (en tono de broma, a Ephiny no le gustó), creo
que me debes algo mas, yo aposté mucho dinero, 300 denarios y creo que ese beso no vale
tanto.
Gabrielle y Xena (pensando al mismo tiempo, eso es lo que tu crees a mí se me fue la
vida en ese beso tan delicioso).
Claudia: quiero pedirle a la reina, ya que no comí nada en todo el día, que por
favor me haga tres pescados como solo ella sabe cocinarlos.
Ephiny: eso no puede ser, la Reina no cocina para nadie, nosotras debemos
servirla a ella, ¿quien te has creído que eres?.
Gabrielle: Ephiny tranquilízate, por favor, no es nada del otro mundo, solo
quiere comer.
Ephiny: si pero quiere que los prepares tú, que tú le cocines, como puedes
permitir eso, la ley amazona dice...
Claudia: y dale con la ley amazona, me tienes cansada, quiero comer nada mas,
¿le pedí algo tan extraño?
Xena en un costado se mataba de la risa, la barda la miraba como diciendo ¡¡sácame de
aquí!!
Claudia: Xena también tiene hambre hay que alimentar a su cuerpo, perdió mucha
energía pescando, así que por favor también haz algunos para mi campeona, ¡oh! Y ya que
estas porque no haces también para Lilian, creo que estuvo muy bien, aunque no haya
ganado, también debe comer algo.
Ephiny: esto es el colmo, Gabrielle, digo, mi Reina, ¡¡¡como permites semejante
humillación!!! No lo permitiré.
Claudia: Gabrielle tu campeona esta muy alterada, será porque ¿no la atiendes
bien, mi Reina?
Ephiny: (se acerco a Claudia y le dio una bofetada en la cara, haciéndole
sangrar su labio), te reto a muerte por faltarle el respeto a mi Reina, ya tuve
suficiente.
Gabrielle se quedo muda, al igual que Xena y las demás.
Xena: bueno, esto ya se fue demasiado lejos, termínenla aquí.
Gabrielle: Xena tiene razón, Ephiny, vamos.
Ephiny: no, mi Reina, según la ley amazona una vez que uno reta no puede
retractarse, y no lo haré, quiero que pague el haberte humillado de esa forma. La rete
a muerte y así será, si tu me das tu bendición será mañana a la mañana.
Gabrielle: ¡¡Jamás te daré mi bendición!! Claudia pídanse disculpas, lo ordeno
como Reina .
Claudia: yo no le pido disculpas a nadie.
Ephiny: yo menos, mañana te desafiare a muerte, elige las armas, te doy hasta
esa ventaja, te haré pedir de rodillas perdón a mi Reina.
Claudia: no te creas que te será tan fácil, a propósito la ley amazona, por
algún lado dice que un condenado a muerte tiene derecho ¿a comer? Porque la verdad me
muero de hambre.
Todas no podían creer lo que escuchaban de la boca de Claudia, especialmente Xena, la
habían desafiado a muerte y aun tenía ese sentido del humor tan suyo, esta mujer si que
era extraña.
Xena: la ley amazona no sé lo que dice, pero la mía no te dejara sin comer,
vamos.
Claudia: quieres que muera antes, de mañana, ¿tú me vas a cocinar? ¡¡Oh!!
¡¡¡No!!!
Gabrielle: Claudia, aun puedo hacerte ese pescado, si quieres.
Claudia: bueno si ese es tu deseo para un condenado a muerte.
Gabrielle: no digas eso, no vuelvas a mencionarlo, lo solucionaremos de otra
forma.
Claudia: no Gabrielle, no quiero romper las leyes amazonas, y menos ponerte
entre la espada y la pared, si es a muerte que así sea.
Gabrielle: lamento decirte, que ya me pusiste entre la espada y la pared, pero
no consentiré que sea a muerte.
Claudia: ¿Qué pasa Gabrielle? ¿Aun no estás preparada para mi muerte?
Gabrielle: (sollozando) por supuesto que no tonta, como puedes pensar en eso,
después de todo lo que hiciste por mí, bueno por nosotras. Vamos te daré de comer.
Claudia: Gabrielle algún día he de irme, todos nos morimos, antes o después
siempre es así.
Gabrielle: sí, pero no será mañana ni nunca mientras yo pueda evitarlo, además
aun tienes muchas cosas que seguir dando de ti, para este mundo, y no quiero que hables
mas del tema. ¿A propósito peleaste alguna vez?
Claudia: la verdad, casi nunca, te lo dije alguna vez, no soy una guerrera, pero
no tengo miedo, soy mas fuerte de lo que tú y Xena piensan.
Xena aun estaba a su lado callada pensando, de pronto rompió el silencio.
Xena: sabes, Claudia últimamente me haces recordar a alguien que conocí hace
mucho tiempo y que no paraba de meterse en problemas y tenía que ir siempre a defenderla,...
Gabrielle: si hablas de mí, lo acepto, pero recuerda que yo también te salve
muchas veces, no me digas que no...
Xena: bueno tienes razón, Gabrielle hay alguna forma que yo pueda reemplazar a
Claudia en la pelea, alguna ¿"ley amazona"?
Gabrielle: si puede ser, así como la campeona pelea por la Reina, creo que debe
haber algo para las extranjeras.
Claudia: ni se te ocurra Xena, tu no vas a pelear por mí, yo sé defenderme sola,
en serio no te necesito, quédate tranquila.
Xena: ¿Defenderte sola? Pero si has dicho que casi nunca peleaste, nunca tomaste
una espada, un bastón, algo, ¿cómo vas a pelear? ¿sabes, que te enfrentas a una de las
mejores amazonas? Ephiny es una gran guerrera, no tanto como yo, pero bueno es muy
buena.
Claudia: vaya se te olvido la modestia. En serio Xena, Gabrielle, quédense
tranquilas que todo esta bien. Y quiero comer, por favor reinita Gabrielle si me haces
los pescados, si no voy a morir antes del duelo.
Gabrielle: si ya voy, te llamo en un momento.
En la tienda de Gabrielle, estaba Ephiny.
Ephiny: mi Reina, lo siento no quise ponerte mal, solo que me pareció algo
insolente, y nadie va a faltarte el respeto mientras yo este contigo.
Gabrielle: te agradezco Ephiny, pero no era la manera de solucionarlo, conozco
muy bien a Claudia y es así, te hace irritar a veces con sus bromas, nunca sabes cuando
habla en serio o te esta tomando el pelo, es así, y tu caíste en su juego. Lo peor es
que casi nunca ha peleado, estoy preocupada Ephiny.
Ephiny: ¿Cómo que nunca peleo? Entonces va a ser más fácil de lo que creía.
Gabrielle: Ephiny, no quiero que le hagas daño, entendiste, si se rinde no la
mates, por favor, sé que lo que te pido es difícil, por la ley, la retaste a muerte,
pero no lo hagas por favor ella también es mi amiga, me ayuda mucho en el peor momento
de mi vida, sabes a lo que me refiero, también ayudo mucho a Xena y no merece la muerte.
Ephiny: si tu me lo pides así será, no la mataré, pero le daré una buena paliza
para que no te falte más el respeto.
Gabrielle: esta bien si así lo deseas.
Mientras tanto en la tienda de Xena.
Xena: Claudia porque eres tan bocona, no debiste decirle eso, que la Reina no la
atendía lo suficiente, te fuiste de boca.
Claudia: bueno es que me cansó, con esas leyes absurdas, y sé que estuve mal, no
por ella, sino por Gabrielle, luego le pediré disculpas a tu bardo. A propósito que te
pareció mi premio, estuvo bueno ¿eh?
Xena: mira, al principio la que te iba a retar iba a ser yo, te quería matar,
pero luego sentí su calor tan cerca que casi me desmayo, la verdad que fue un excelente
premio.
Claudia: sabia que te gustaría, eres divina. Por eso te separe perdóname pero vi
que ya tus labios buscaban algo mas, comenzaste a mover las manos, y me dije hay que
enfriar el asunto.
Xena: al principio te quería matar, pero hiciste lo mejor, gracias, me estaba
dejando llevar otra vez por la barda, y aun no me ha pagado el beso de Ephiny.
Claudia: ¡Hey!, aún sigues con eso, te dolió bastante. Olvídalo ya, ella te ama
más que a nadie en el mundo...
Xena: sí lo sé, pero un poco de celos no le vendrán mal... jajajajajaja...
Claudia: Xena eres terrible, vamos ya deben estar esos pescados, si permanezco
aquí por más tiempo te como una pierna.
Camino al salón principal para ir a comer, ya estaban todas preparadas esperando a
Claudia y a Xena para comenzar a comer, la Reina estaba en la cabecera y tenía un lugar
a su costado esperando a que lo ocupara (por supuesto Xena), o tal vez Claudia.
Antes de entrar Claudia tomó por sorpresa a Xena y la agarro de las manos y la jaló
hacia su espalda, la cargó sobre sus hombros y entró con la Princesa Guerrera, claro
que Xena opuso resistencia.
Xena: ¿Qué haces? ¿estás loca?, Suéltame, bájame de acá, Claudia por favor.
Claudia: ¿Qué te pasa?, acaso no querías darle celos, o te arrepentiste.
Xena: no es eso, es solo que no puedes cargarme así, que pensaran las amazonas,
la Princesa Guerrera es dominada fácilmente por su amiga, no puedo entrar así, por
favor bájame.
Claudia: por favor, por favor, y dale con por favor, quédate tranquila yo sé lo
que hago.
Xena: ¿Qué sabes lo que haces?, hoy me volviste loca, encima te retaron a muerte
por hablar demasiado.
Claudia: eso es un pequeño detalle, además déjate de hablar que ya no doy mas,
¿te crees que estoy cargando una pluma?, vamos déjame a mí.
Xena: por los dioses, ¿cómo haces para convencerme?, una Princesa Guerrera
entrando cargada al hombro, es... demasiado...
Ya dentro.
Claudia: ¡Hola!, ¡hola! Buenas noches, espero que esos pescados estén hechos
porque tengo tanta hambre, que sino me como la pierna de mi Princesa Guerrera. (dijo
esto tocándole la pierna a Xena)
Todas estaban con los ojos abiertos como platos, al ver a Xena cargada de esa forma,
con su trasero expuesto a todos, Gabrielle puso una cara que dioses, Claudia pensó
Claudia: (esta vez se me fue la mano..., y continuó) están listos o la pongo al
fuego, jajajajajaja...
Xena: ya esta listo, Claudia bájame...
Claudia: bájame ¿qué?
Xena: por favorrrr, bájame.
Claudia: así esta mejor, como la domino, el amor lo puede todo.
Xena: por supuesto que sí (y le sonrió, pobre Xena estaba todo colorada, pues la
sangre se le había subido a la cabeza al estar agachada tanto tiempo, además por la
situación).
Gabrielle: bueno Claudia, muy buena tu representación, ahora puedes comer lo que
quieras, tú y tu amiga. (con odio).
Ambas se sentaron, Xena vio que el lugar al lado de Gabrielle estaba desocupado, pero
miró a Claudia y le hizo seña para que se sentara al lado de Gabrielle, pues sabía que
la barda la esperaba a ella. Obviamente Claudia no le hizo caso, Xena desesperada le
seguía haciendo seña, y Claudia nada, hasta que Gabrielle se cansó.
Gabrielle: Xena te vas a sentar o no, aquí tienes lugar, (y le movió la silla
para que Xena se sentara a su lado. Xena por supuesto que acepto, le gustaba que le
rogaran a esta princesa, Claudia se sentó al lado de Xena y de otra amazona).
Lilian estaba al lado de Ephiny, enfrente de Claudia.
Estaban comiendo alegremente, hasta que salió a la luz el reto a muerte.
Lilian: no sé como pueden estar tan alegres, si mañana una de ellas va a morir
(con los ojos llorosos, miró a Claudia).
Gabrielle: nadie va a morir mañana, Lilian todo va a pasar.
Claudia: ¿Qué es eso que nadie va a morir mañana, acaso tu campeona no va a
pelear? O le dijiste que no me matara, Gabrielle.
Gabrielle: es que no hace falta llegar a esa circunstancia, Claudia.
Claudia: eso lo dices tú, pero que piensa Ephiny, ella me reto a muerte.
Ephiny: yo digo lo que diga la Reina.
Claudia: a entiendo, eres una cobarde, primero retas a alguien a muerte, y luego
te escudas en tu Reina.
Ephiny: eso no es verdad, cuando yo reto a muerte lo hago.
Claudia: pues entonces hazlo, porque si mal no recuerdo tu me retaste a muerte.
Gabrielle: ya basta, Claudia por favor, esto no será a muerte.
Claudia: de que tienes miedo Gabrielle, de perder a tu campeona.
Gabrielle: no tonta, no quiero perderte a ti. Nunca has tomado una espada en tu
mano, y Ephiny es una de mis mejores guerreras te destrozaría en poco tiempo si se lo
propone, así que ya es suficiente, entendiste.
Claudia: lo siento, soy muy dura, no entiendo, solo sé que las amazonas tienen
leyes, que luego no cumplen.
Ephiny: no te metas de nuevo con nuestras leyes, lo siento Gabrielle pero no
puedo cumplir con lo que te prometí, que no le haría daño, tú Claudia lo pediste
tendrás tu reto a muerte, y no se habla más del tema, te espero mañana al amanecer.
(se levantó y se fue tirando su silla al piso del empujón que le dio).
Xena: (por lo bajo) vaya que lo hiciste otra vez, Gabrielle había solucionado el
tema y otra vez te metes en problemas, ahora si que no hay forma de librarte del reto a
muerte.
Claudia: no tengo miedo Xena, y me gusta cumplir con lo que me piden, me reto a
muerte que así sea. Y vos Reina Gabrielle, no vuelvas a entrometerte en mis asuntos,
soy bastante grande para defenderme sola, no necesito de tu ayuda, y más aun porque me
has mentido, me dijiste que no harías nada para terminar con el duelo a muerte, y lo
hiciste, ¿por qué Gabrielle, acaso no confías en mi?, me puedo defender sola. Me
desilusionas, creí que tenías fe en mí,... y tu Xena no quieres apostar unos denarios a
mi favor, o tampoco me tienes fe.
Xena: Claudia, no se trata de fe, se trata de tu vida, te enfrentaras a la
muerte mañana y Gabrielle solo quería ayudarte, no debes ponerte así con la Reina.
Claudia: será tu Reina, porque mía no es. Hasta mañana a todas que descansen y
vivan en paz. (se fue dolida ambas amigas no confiaban en ella, en sus habilidades,
aunque luego las comprendió querían protegerla). (Nunca me vieron pelear y yo se los he
confirmado, pero les demostraré que no se necesita una espada para pelear, y menos para
matar). Pensó Claudia.
Xena: Gabrielle no te pongas mal, estoy segura que no quiso contestarte mal, es
tan terca, creo que ella nos conoce más a nosotras que nosotras a ella, no ha dejado
que viéramos tanto su corazón.
Gabrielle: han pasado tantas cosas estos meses, que no sé yo...
Xena: no llores, Gabrielle por favor, sabes que siempre estaré contigo pase lo
que pase, siempre estaremos juntas.
Gabrielle: lo dices en serio, pero y Claudia, como te trajo aquí así, cargada en
sus hombros, te veías tan sexy, se me partió el corazón, y cuando tocó tu pierna,
exploté por dentro, Xena te amo, eres mi luz, mi camino, mi alma sabes que sin ti no
puedo vivir...
(se besaron apasionadamente entre lágrimas y luego al respirar, miraron sus ojos y sí
que había un amor profundo en ellos, cada una seco las lágrimas de la otra)
Xena: creo que debemos tener un tiempo para nosotras solas, ¿no crees?.
Gabrielle: sí mi amor solo nosotras, pero esta noche ve con ella, te necesita,
dale algunas instrucciones, hace algo, me muero si le pasa algo malo por nuestra culpa,
aquí en mi villa, no lo soportaría, nunca más podría volver. Nosotras con nuestros
problemas la trajimos acá, y debemos sacarla sana y salva.
Xena: quédate tranquila amor, todo saldrá bien, no permitiré que Ephiny la mate,
fue mi única salvación en un momento muy duro de mi existencia, jamás lo permitiré,
jamás...
Gabrielle: gracias Xena...
Xena: ¿Por qué?
Gabrielle: por tener un corazón tan puro.
Xena: aprendí de ti.
Gabrielle: y en este último tiempo también de Claudia, es un ser muy especial, a
veces me pregunto de dónde viene.
Xena: dice en broma que es mi ángel de la guarda, ¿lo crees? , tiene una
imaginación terrible...
Gabrielle: pero a mí me dijo lo mismo, Gabrielle: soy tu ángel de la guarda, ¿es
mi ángel o el tuyo? ¿Puede ser de las dos?
Xena: a lo mejor tiene razón y es el ángel de ambas, por eso nos cuida tanto,
que no nos peleemos, que nos amemos eternamente. Quien sabe...
Gabrielle: vete Xena, ya es tarde quiero que descanses bien y cuídala.
Xena: lo haré, buenas noches mi amor.
Gabrielle: buenas noches (profundo beso)
El resto de las amazonas también ya se habían retirado, solo quedaba la guardia a un
lado para proteger a la reina, nadie escucho ni vio nada de lo que hizo la reina con
Xena, cuando Gabrielle salió a fuera, las guardias la acompañaron a su cabaña. Xena por
su parte se fue a su cabaña junto a Claudia.
En la cabaña de Xena:
Xena: ¿Aun estas despierta? Debes descansar, el reto es muy temprano, tienes que
estar preparada, además quiero darte unos consejos, como tomar la espada y algún que
otro movimiento...
Claudia: no tienes que hacer eso Xena, ya deja de preocuparte.
Xena: pero me preocupo, no puedo dejar de hacerlo, sabes que te quiero mucho y
después de todo lo que hiciste por mí y por Gabrielle, no puedo más que ayudarte con lo
que sé, enseñarte a pelear, no será fácil en solo una noche.
Claudia: ¡Ya Xena!, está todo bien. te digo que no te preocupes.
Xena: piensas ¿huir? ¿por eso dices que no me preocupe? Si es eso, olvídate, de
un reto no se escapa nadie, tienes cinco guardias alrededor de la cabaña, vigilando tu
sueño, que no te pase nada malo, hasta la hora del reto, lo mismo hacen con Ephiny.
Claudia: ¿Te parezco cobarde Xena? ¿crees eso?, esta bien que huyo siempre de
los lugares a los que voy pero es porque no me gustan las despedidas, y cuando termino
con mi misión y es hora de irme, lo hago y listo.
Xena: te vas sin decir palabras, lo recuerdo muy bien, pero no piensas que al
irte así dejas algunos corazones rotos, pues si no te enteraste aquel día cuando te
fuiste, me preocupe mucho, te busque por todos lados, no sabes como me sentí, creí que
te había pasado algo malo, por los dioses, rompiste mi corazón, y encima no me dejaste
nada escrito, solo a Gabrielle ¿por qué te fuiste así? Sin decir nada, ni una palabra,
una mirada...
Claudia: lo siento mucho Xena, no quise lastimarte, es que si no me voy así, no
lo hago nunca, y a veces debo hacerlo, sé que estuve mal contigo después de todo lo que
habíamos vivido y sentido, no tuve tiempo de escribirte algo, se me acabó el pergamino,
tuve que salir rápido para luchar contra Ares... por tu oscuridad... pero la próxima
vez me despediré de ti, porque ya habrá una próxima vez Xena y lo sabes, tendré que
irme algún día, te miraré a los ojos y me iré con un hasta pronto, señal de que quizás
nos volvamos a ver algún día en otro lugar, dioses, te voy a extrañar mucho.
Xena: Yo también, ven aquí dame un abrazo.
Ambas se abrazaron muy fuerte, y con lágrimas en los ojos se fueron a dormir, pues
mañana sería un día muy duro.
Llego el amanecer, Gabrielle no durmió pensando en que ese día perdería a una amiga,
cualquiera de las dos que cayera, era una perdida terrible para Gabrielle, Ephiny por
un lado una regente de lo mejor, su mejor amiga amazona, su compañera, y por el otro
ese ser tan extraño y maravilloso que había conocido no hacía mucho tiempo pero que en
ese corto tiempo, le saco lo mejor de sí misma, le salvo la vida, le hizo ver de nuevo
el amor, la esperanza, salvo a su alma gemela cuando más la necesitaba, ese ser era
Claudia, irradiaba luz, cuando hablaba te sacaba una sonrisa cuando menos lo esperabas,
y sabía cuidarte muy bien de todo lo que te hiciera daño. Gabrielle estaba muy triste,
no sabía que iba a pasar.
Xena por su parte durmió más tranquila, pues Claudia se mostraba muy segura de sí misma,
y eso pese a todo lo que tenía en contra la tranquilizó. Claudia durmió bien, no pensó
en nada solo en que su misión llegaba a su fin y eso un poco la apenaba porque sabía
que ya no volvería a ver a sus grandes amigas, Xena y Gabrielle.
Ephiny durmió también tranquila, era una gran guerrera, y sabía que Claudia no lo era,
así que durmió sin sobresaltos.
Lilian durmió mal, pues nunca había visto un duelo a muerte, se sentía mal por Claudia,
después de hablar con ella, sentía tanta paz, que no pudo más que llorar, porque seguro
Ephiny la mataría, se notaba que Claudia casi nunca había agarrado una espada en sus
manos y menos haber matado, la sangre no era para ella, lo decían sus ojos. Ya no podía
hacer nada para salvar a su amiga, así era como la consideraba, pese a que conocía más
a Ephiny, ella nunca le dio lo que le había dado Claudia en tan poco tiempo, paz, amor,
compresión, y unas historias maravillosas acerca de la vida, dioses, era tan joven y
tenía tanta experiencia, Lilian decidió que tendría fe en ella, y eso la salvaría.
Llegó el amanecer:
Claudia: Xena ya esta el sol, ¿a qué hora es el reto?
Xena: pues debe de ser en algún momento, ya nos avisaran.
Claudia: ¿Puedo darme un baño antes? quiero morir limpita...
Xena: ¿No te cansas? Sí claro que puedes darte un baño, vamos yo también quiero
darme uno, así me relajo un poco.
Ambas salieron de la cabaña, enseguida fueron interceptadas por las guardias.
Guardia1: ¿A dónde van?
Claudia: a darme un baño, ¿está prohibido?
Guardia1: no, pero debemos acompañarlas.
Xena: no hace falta, yo voy con ella y no se escapará.
Guardia1: es la ley amazona, ninguna de las partes debe estar sin guardia hasta
la hora del reto.
Xena: pues rompe la ley, porque yo me baño a solas, no con guardias mirándome,
¿entendiste?
Guardia1: lo siento, tendré que preguntarle a la Reina, vigílalas que no se
vayan hasta que yo regrese con la respuesta.
Claudia: Xena esperemos, no hagamos mas lío.
Guardia1: pido permiso para hablar con mi Reina.
Gabrielle: permiso concedido.
Guardia1: mi Reina, Xena y Claudia quieren ir a darse un baño antes del reto, y
no quieren guardias a su alrededor, Xena dice que se hace cargo de Claudia, esta bien o
no la dejamos ir.
Gabrielle: déjenlas ir, Xena sabe lo que hace, además no te recomiendo ir detrás
de la Princesa, su baño matutino es un ritual que nadie debe interrumpir o no respondo
de lo que es capaz de hacer. Ella cuidará de Claudia hasta la hora del reto, a
propósito ¿ya prepararon todo?
Guardia1: sí ya lo están haciendo en unos momentos estará todo listo.
Gabrielle: avísame cuando Xena y Claudia terminen con su baño, luego haremos la
ceremonia del duelo.
Guardia1: sí mi Reina, así lo haré.
Gabrielle: ¿Has visto a Ephiny?
Guardia1: aún no salió de su cabaña, ¿quieres que la llame?
Gabrielle: no déjala, yo iré por allá.
Ya había llegado la hora del duelo, estaba todo listo, alrededor del campo de batalla
ya se habían acomodado las amazonas, ya estaba lista la Reina en su sillón para dar la
orden.
Ephiny en una esquina y Claudia se estaba aproximando junto con Xena.
Claudia: Antes del combate quisiera apostar algo, la verdad es que no hago nada
sin un premio, me da más ganas y fuerzas para concentrarme y así poder ganar. ¿Quién
apuesta a mi favor?, ¡oh! vamos nadie confía en mis habilidades. Xena, ¿tú ni siquiera
apostarías un denario por mí?, me desilusionas. Bueno, apostare yo, te apuesto no los
300 de antes, porque sé que no los tienes, pero sí que sean 50 denarios a mi favor, si
yo gano tendrás que darme tus 50 denarios, si pierdo te llevas los míos, ¿te parece
Ephiny?...
Ephiny: pues bien, me vendrán muy bien 50 denarios extras.
Lilian: yo quiero apostar también.
Ephiny: muy bien Lilian, así me gusta que confíes en una amazona.
Lilian: lo siento, pero yo apostaré por Claudia, pondré 20 denarios a su favor.
Ephiny: ¿Juegas en contra de una hermana? Veras que la aplastare y me quedaré
con tu dinero, esta bien apuesto 20 denarios.
Lilian: mejor que sean 40.
Ephiny: esta bien que sean 40.
Claudia: y tu Xena ¿ni siquiera apostarás un denario por mí?
Xena: (con la mejor de sus sonrisas) que sean 41.
Claudia: gracias Xena, eso me da mucha fuerza, sabré que si muero pierdes un
denario.
Xena: Espero que ganes porque un denario para mí, es mucho dinero.
Gabrielle dio la orden para que eligiesen las armas de combate, Ephiny eligió la
espada, Claudia no eligió nada. Esto enfureció más a Ephiny, y sorprendió al resto.
Ephiny: vamos, ¿qué pretendes?, que cargue en mi conciencia una muerte injusta,
toma un arma y enfréntate a las consecuencias.
Claudia: no necesito un arma para vencerte.
Ephiny: ¡¡¡Eres una cobarde!!!, ¡¡¡te matare!!!
Claudia: ¡Oh, no lo harás!, te llevara mucho esfuerzo hacerlo, aun sin armas.
Xena: Claudia por los dioses toma un arma, te ofrezco mi espada, pero no puedo
permitir que no te defiendas.
Claudia: no Xena, no quiero un arma, no la necesito.
Gabrielle: bueno, terminemos con esto, si no quiere un arma que no la tenga,
¡¡que comience el combate!!.
Ephiny se acerco a Claudia y le lanzó un golpe, esta lo esquivó, luego otro y volvió a
esquivarlo, pero el tercero no pudo y le dio un fuerte golpe en el brazo, que hizo
gemir a Claudia, entonces le pidió a Xena su espada.
Claudia: oye Xena creo que necesito tu espada, Ephiny tiene mucha fuerza, eso me
dolió.
Xena: aquí va, atrápala.
Claudia tomó la espada de Xena e hizo unos movimientos rápidos con ella, sorprendiendo
a todas, esos movimientos no eran de alguien que nunca había usado una espada, Xena
sonrió.
Claudia: esta bien Ephiny, me cansé y la verdad necesito ganarte porque quiero
el premio, además no puedo hacer perder a la Princesa Guerrera un denario, resultaste
ser miserable Xena.
Ephiny: ya basta de hablar y pelea.
Claudia: si eso quieres...
Claudia se acercó a Ephiny y le dio un par de golpes con su espada, Ephiny trato de
defenderse pero Claudia era mas fuerte, Ephiny dio varios saltos para sorprender a
Claudia pero esta fue más rápida y cuando Ephiny daba la vuelta, Claudia ya le había
dado otro golpe arrojándola al suelo, antes de que Ephiny se volviera a levantar
Claudia, le dijo:
Claudia: Bueno creo que ya es suficiente, no quiero lastimarte.
Ephiny: pelea y deja de hablar esto es a muerte, o ¿lo olvidaste?
Claudia: no, no lo olvide es solo que no quiero matarte.
Ephiny: jamás lo lograras, antes te mataré yo.
Y así Ephiny incorporándose del suelo arremetió contra Claudia pero esta otra vez la
esquivo, hasta que le dio otro golpe a Ephiny y la arrojó otra vez al suelo.
Claudia: ¡Ya me cansé!
Claudia tiró su espada con una fuerza sobrehumana hacia el cielo y dijo:
Claudia: cuando baje esa espada te habrás rendido.
Ephiny: ¡Nunca!
Claudia: sí lo harás.
Todas las amazonas gritaban a favor de Ephiny, pero luego de ver como aun seguía
subiendo la espada hacia el cielo, y no caía pensaron ¿qué es esto?. Claudia miró
directamente a los ojos a Ephiny, cuando ya se levantaba otra vez del suelo, la miraba
muy fuerte, como dominándola con la mente, Claudia permanecía de pie, con sus manos
entrelazadas, muy concentrada, solo miraba a Ephiny, esta no tenía fuerzas para ponerse
de pie, por mas que lo intentaba, la mente de Claudia estaba haciendo todo, de pronto
Ephiny soltó su espada, quiso agarrarla y no pudo, comenzó a sangrar por la nariz y su
cara estaba poniéndose roja, nadie podía creer lo que estaban viendo, solo Xena se dio
cuenta que podía matarla y corrió hacia Claudia para que se detenga, pero el campo de
energía que se había formado alrededor de Claudia era tan fuerte que al querer tocarla
Xena fue despedida de un golpe a unos cuantos pasos, salió volando. Claudia aun estaba
concentrada, muy quieta solo mirando a Ephiny, Xena quiso volver y solo le gritó:
Xena: por favor Claudia detente, detente, ¡¡¡la vas a matar!!!
Es ese momento Claudia cerró los ojos y Ephiny se desmayó, estaba sangrando por la
nariz, boca y oídos, quedó tendida en el suelo, y enseguida corrieron a ayudarla casi
todas las amazonas, el resto miraban aun a Claudia con horror por lo que habían
presenciado, ella aun permanecía de pie con sus ojos cerrados, Xena quiso otra vez
acercarse, para saber que diablos había sido todo eso, pero en ese momento apareció una
intensa luz, al lado de Ephiny y las amazonas que estaban con ella se hicieron a un
lado, Gabrielle se quedó mas cerca de ella aun tomándole la mano, cuando la luz
desapareció, se hizo la imagen de la diosa Artemisa, la diosa de las amazonas.
Diosa Artemisa: veo que han encontrado a alguien que les dio una lección, una
lección de paz, ¿pero a qué precio? a costa de matar a una de mis amazonas, Claudia
despierta y respóndeme ¿por qué hiciste esto?, ¿no había otra forma?
Claudia se despertó de golpe y vio a Artemisa al lado de Gabrielle y Ephiny.
Claudia: ¡Hola! Diosa Artemisa ¿cómo estas?.
En ese momento cayó la espada de Xena a un costado de la diosa.
Artemisa: ¿Cómo quieres que este?, si casi matas a una de mis mejores amazonas,
¿quien te crees que eres?
En ese momento apareció otra luz, haciendo aparecer a la diosa del amor Afrodita.
Las amazonas, Gabrielle y Xena no podían creer lo que estaban viendo, dos diosas en la
aldea nunca había sucedido esto.
Afrodita: ¡Ah! Artemisa ya te dije que Claudia es mi protegida, ella brinda la
paz del alma, y eso es lo que le hizo a tu amazona, le dio muchas oportunidades para
que no peleara, y tu amazona no las aprovechó, solo quería guerra, sangre y muerte.
Artemisa: ¡¡Por defender las leyes amazonas!!, por defender a su Reina.
Afrodita: ¡Oh!. vamos, sabemos que lo hizo por orgullo, por demostrarle a
Gabrielle que ella la ama y que haría cualquier cosa por defenderla, pues Claudia no la
ofendió tanto como para retarla a muerte y tú lo sabes bien porque ambas estábamos
observando todo lo que estaba sucediendo en esta aldea, aunque no debería decirlo.
Artemisa: ¡Esta bien!, ¿Han tenido suficiente para aprender qué no hay que
pelear entre hermanas?, que los celos y la envidia hay que dejarlos de lado, pues si
entre nosotras nos peleamos los verdaderos enemigos se aprovecharan de esa situación y
nos vencerían fácilmente.
Claudia: veo que lo entendiste, espero que todas aquí lo hayan entendido, ¿qué
pasaría si ahora mismo, o hace un momento hubieran entrado enemigos a la aldea, estaban
todas aquí, solo esperando ver sangre derramada de una hermana como ustedes dicen o la
mía. Aunque no soy amazona, el poco tiempo que estuve aquí creo que les di mucho, como
para que quisieran ver mi sangre en las manos de su hermana, deben tratar mejor a los
extraños que las visitan, aquellos que vienen en son de paz, a darles un poco de alegría,
deben aprender que no todos son malos, no todos empuñan una espada en sus manos, hay
gente buena en el mundo que sueña con tener un poco de paz, hay otra forma de llegar a
solucionar los malentendidos, no solo con la espada, se puede hablar, y hablar con el
corazón ayuda mas a enfrentarte con las personas, brinda tu corazón y serás
recompensado, con mas personas que brindaran su corazón a ti.
Afrodita: ¡Esa es mi niña!, sabía que no me defraudarías, que harías todo lo
posible para que entendieran el mensaje de paz que llevas por todos lados, Claudia eres
extraordinaria, Artemisa creo que ya no tenemos nada mas que hacer por aquí, las chicas
se ayudaran entre ellas. Adiós... Nos vemos pronto Claudia...
Artemisa: gracias a todas por honrarme, las seguiré protegiendo pero como dijo
Claudia, únanse entre ustedes así el verdadero enemigo nunca nos ganara. Reina
Gabrielle, me has demostrado una vez mas que mereces ser una reina, estuve mirando tu
corazón y sé por lo que pasaste, pero también sé que debías enfrentarlo de esta manera,
quédate tranquila no había otra solución, pero estoy contenta porque sé que lo
intentaste y eso es muy importante. Claudia tu has gastado mucha energía tendrás que
descansar si quieres seguir viaje, por lo menos tres días dormirás, adiós...
Claudia: lo sé Artemisa, debo recuperar mis fuerzas.
Todas las amazonas se pusieron de rodillas ante la luz que fue desapareciendo...
Claudia aun seguía de pie pero no por mucho tiempo, sus fuerzas se habían debilitado,
no era fácil pelear de esa forma, con tanta energía.
Claudia: Ephiny, lo siento, no quise lastimarte, toma un buen té de hierbas,
ponte un trapo en la cabeza mojado y descansa, en un tiempo no sentirás nada, estará
todo bien.
Ephiny: gracias Claudia, no debí ser tan tonta y necia...
Claudia: está bien, ya pasó, pero no creas que me olvide de la apuesta, aun me
debes 50 denarios, a Lilian 40 y a Xena 1, vaya que se jugo Xena ¿eh?
Lilian: no Claudia, para mí son solo 20, los otros los puso Xena.
Claudia: pero si tú los apostaste, dijiste 20 y luego dijiste no, que sean 40.
Lilian: sí porque Xena me hizo seña, que apostara 20 más para ella.
Claudia: ¡Ah! Xena, no me defraudaste, tenías fe en mi, gracias amiga, bueno al
fin y al cabo te hice ganar unos cuantos denarios... jajaja.
Xena: ¡¡¡Eres terrible!!!
Claudia: sí lo sé, además soy irresistible... Xena, uyy, Xena, ven creo que me
voy a desmayarrrrr...
Xena corrió para agarrarla entre sus brazos, las fuerzas de Claudia ya la estaban
abandonando, no se podía mantener en pie.
Claudia susurro:
Claudia: Xena llévame a la cama de tu cabaña, debo dormir ahí, se me acaban las
fuerzas.
Xena: sí lo haré, no te preocupes, yo te cuidare.
Ya en la cabaña:
Xena: vamos, recuéstate todo va a estar bien, me quedaré contigo. Además tienes
muchas cosas que explicarme, ¿quién eres?, ¿cómo aparecieron las diosas?, ¿qué fue todo
lo que hiciste?.
Claudia: ¡Dioses!, pareces Gabrielle con tantas preguntas cálmate, ya tendremos
tiempo, pero ahora no puedo, siento que me voy a otro lugar, mas pacifico, veo una luz,
creo que dormiré...
Xena: esta bien duerme, descansa.
Claudia ya sin voz casi un murmullo:
Claudia: Xena, ten cuidado el enemigo se acerca, cuídate...
Xena: Claudia, Claudia, despierta, que quisiste decirme con eso, por favor
despierta.
La sacudía, pero Claudia ya había entrado en sus sueños, hasta dentro de tres días como
había dicho Artemisa no despertaría.
Xena: diablos que fue eso, que me dijo...
En ese momento apareció Gabrielle:
Gabrielle: Xena, ¿cómo anda Claudia?, Xena te estoy hablando te noto preocupada.
Xena: no pasa nada, Gabrielle.
Gabrielle: ¿Ya se quedó dormida?, que fue todo esto que vivimos hoy, ¿quién es
en realidad Claudia?, las amazonas no pueden creer que han venido a visitarnos dos
diosas, y sobre todo Artemisa, están enloquecidas, no paran de hablar... Xena ¿me estas
escuchando?
Xena: sí, sí te escuche. Yo también estaba pensando en todo lo que vivimos hoy,
fue muy extraño.
Gabrielle mas cerca de Xena:
Gabrielle: Xena te extrañé tanto estos días,- le acarició el rostro hace tanto
que no estamos juntas, sé que hice cosas que no tendría que haber hecho, darte celos
con Ephiny, me porte como una niña tonta y celosa.
Xena: ¿Celosa? ¿de quién?
Gabrielle: de Claudia ¿quién va a ser?
Xena: Gabrielle, no debes estar celosa de Claudia ella es una muy buena amiga
pero a ti te amo, y si creíste eso, es porque yo también estaba celosa de Ephiny y
decidí pagarte con la misma moneda, así que Claudia me ayudó con mi plan, solo fue eso.
Gabrielle: bueno, creo que es hora de que pensemos un poco en nosotras, que tal
si me haces el amor.
Xena: ¿Aquí? Estas loca, no ahora no, esta Claudia.
Gabrielle: ¡Uy, uy! Otra vez Claudia, pero ella esta durmiendo y no se va a
enterar de lo que hagamos nosotras.
Xena: no Gabrielle, no quiero, estoy...
Gabrielle: ya basta Xena, ¿es qué ya no me amas?, te noto distante, creo que eso
de los celos ha hecho que te enamores en serio de Claudia, ¿eso es lo que pretendes que
crea?, te estoy pidiendo que me ames, y no me dices mas que excusas, ¿qué diablos te
pasa?
Xena: cálmate Gabrielle...
Gabrielle: no me calmo nada, dime la verdad, es eso ¿no?, ya no me amas, te
enamoraste de Claudia, al fin de cuentas ella estuvo todo este tiempo a tu lado, tendré
que creer lo que me dijo Lilian...
Xena: ¿Qué te dijo Lilian?
Gabrielle: que tú y Claudia la otra noche no estaban solo durmiendo, te estabas
besando.
Xena: está mintiendo, eso no paso.
Gabrielle: ¿Ahora me dices a mí también mentirosa?, cuando me lo contó Lilian no
podía creerlo, así que vine a tu cabaña, para llamarte porque ya era tarde y esa noche
no dormí pensando en ti, en si ya habías salvado tu alma de la Xena oscura y al ver que
no venías, algo raro en ti ya que te levantas muy temprano, además del hecho que ni
siquiera viniste a verme para ser la primera, bueno la segunda en enterarme que ya te
habías librado de la Xena oscura, tuve que enterarme por Claudia, eso me dolió Xena-
Gabrielle ya no podía aguantar sus lágrimas- y entonces vine a despertarte y vi que
estaban muy abrazadas para ser solo amigas, tu cruzabas las piernas con las de ella,
entonces me fui, y al cerrar la puerta, decidí volver y escuche tu voz, que le decías
gracias, cuanto te amo, Xena, lo escuche yo y nadie me lo puede negar, y luego te vi
por la ventana que le diste un buen beso en la boca, ¿cómo crees que me sentí?, se me
rompió el corazón, pensé que te había perdido, por eso deje de hablarte y quise saber
si aun me amabas dándote celos con Ephiny, por eso lo hice, pero veo que fui una tonta
porque en verdad me di cuenta que ya no me amas, que la quieres solo a ella, ves te
quedas ahí parada, sin decirme nada... Te odio Xena, te odio,... - y se fue llorando.
Xena no dijo palabras, pensó en todo lo que había dicho la barda, y se rió, ella sabia
muy bien que solo la amaba a ella, fue solo un malentendido, ya se le pasará... Pero
ahora estoy preocupada por lo que me dijo Claudia antes de dormir, que fue eso de ten
cuidado el enemigo se acerca, a que se refería... Maldición, tengo que despertarla y
que me aclare todo, pero como, lo hago... Piensa, piensa,... Ya sé a la barda la
despierto siempre con un beso, tal vez tenga suerte probaré para ver si tengo el mismo
resultado, sí haré eso.
Xena se acerca a Claudia y une sus labios con los de ella, en ese momento entra
Gabrielle de golpe y se queda mirando con horror como el amor de su vida estaba besando
en la boca a esa mujer que permanecía dormida sobre su cama.
Gabrielle: ¡¡Xena!! ¿Cómo puedes?, ves que tengo razón ¡la amas!- se va llorando
y con más bronca que antes.
Claudia ante el beso de Xena no reacciona, no funcionó, Xena estaba apenada, seguía
haciendo sufrir a la barda y Claudia seguía durmiendo. Fue en busca de la barda para
explicarle lo que había visto. No iba a ser tan fácil.
Xena: Gabrielle ven, ábreme la puerta, por favor Gabrielle, déjame explicarte,
lo que viste no es lo que piensas, yo solo...
Gabrielle: vete Xena, vete con ella anda cuídale el sueño, te odio, no quiero
volver a verte y si quieres irte de aquí con ella no te detendré, - llorando- ya sé que
te perdí.
Xena: no es cierto, Gabrielle, yo te amo, sabes que es así yo solo...
Gabrielle: vete, no quiero oírte más.
Xena: por favor Gabrielle escúchame, yo solo la bese, porque bueno...
Gabrielle: ves, ya no tienes más excusas y estas inventando, no eres buena con
las palabras maldita guerrera.
Xena: cálmate Gabrielle, es que Claudia antes de dormirse me dijo: ten cuidado
el enemigo se acerca, y quise despertarla para que me diga a que se refería, eso es
todo.
Gabrielle: claro ¿y tenías que besarla?, crees que soy una estúpida Xena, ya no
soy la niña que conociste en Potedia, por si no te diste cuenta ¡¡soy una mujer!!
Xena: mi amor, sabes que sí, sé muy bien que eres toda una mujer, eres y serás
siempre mi mujer. Te amo, Gabrielle, déjame hablarte... Solo la bese pensando que
despertaría, hago siempre eso contigo, creí que haciendo lo mismo también podría
despertarla, pero ves no funcionó, porque solo tú eres mi alma gemela, y eso estaba
haciendo cuando tu apareciste, vamos Gabrielle te digo la verdad, debes creerme, te amo
solo a ti, Gabrielle...
Gabrielle en silencio seguía llorando, pero la voz de pena que puso Xena para decirle
esto último hizo que se diera cuenta que Xena realmente la amaba a ella sola, que todo
había sido un malentendido, y Gabrielle aun con lágrimas en los ojos corrió hacia la
puerta para abrirla, pero en ese momento escucho otras voces que no eran conocidas y
abrió enseguida la puerta, había diez amazonas montadas a caballo, dos habían agarrado
a Xena por la espalda, y otra se disponía a lanzar su látigo a los pies de Xena para
así poder arrastrarla, cuando Gabrielle abrió la puerta.
Gabrielle: ¿Qué creen que están haciendo? ¿Quiénes son ustedes? ¡¡Suéltenla!!
¡Es una orden!!
Marlene: mi nombre es Marlene y soy la mejor guerrera de la villa amazona del
norte, vinimos por esta asesina, nos enteramos que ella estaba aquí hace unas lunas, y
venimos a hacer justicia.
Gabrielle: déjala tranquila, ella no ha hecho nada y tu no tienes derecho a
estar aquí, a entrar así a mi aldea. ¡¡Suéltala!!
Marlene: lo siento Reina Gabrielle, ¿eres tu verdad?, no puedo dejarla ir,
deberá pagar por sus crímenes cometidos hace tiempo a nuestras hermanas amazonas,
pagará con su vida, tendrá su castigo, por cada amazona que mato.
Gabrielle: eso será sobre mi cadáver, no te la llevarás.
Marlene: no queremos pelear entre hermanas, solo queremos a esta asesina, además
no sé porque la defiendes tanto.
Gabrielle: porque la amo, y juró por mi vida que no te iras de aquí con ella,
¡¡guardias!! Vengan acá.
Guardias: lo sentimos mi Reina, ellas tienen derecho a hacer justicia, no
podemos pelear entre nosotras, para defender a una extraña.
Gabrielle: ¿Una extraña? Ella es Xena mi mejor amiga, quién les enseño a
defenderse, quién las defendió a todas las últimas veces que estuvimos acá, ella
arriesgó su vida por ustedes, tú Abril que me dices, la última vez en batalla ella
recibió una flecha en su hombro por salvarte la vida y me dicen que Xena es una extraña.
No puedo creerlo, alguien que me ayude, no pueden dejar que se la lleven así.
Xena: ya basta Gabrielle, no quiero que hagas nada, tú eres Reina Amazona, debes
estar con ellas, haz lo que la ley amazona dice, yo tendré que pagar mis culpas...
Gabrielle: (lorando) no Xena, no lo permitiré, no volveré a perderte, no lo
puedo soportar de nuevo, no Xena, no lo hagas más difícil, defiéndete, si me amas como
dices hazlo.
Xena: Gabrielle, sabes que te amo, pero me pides demasiado, no puedo defenderme
sin matar a nadie, deja que me lleven y que me juzguen.
Gabrielle: no tendrás juicio, te mataran. - Gabrielle agarró su cayado.- Si
tengo que matar a una amazona lo haré yo - en ese momento una amazona le golpeó fuerte
en la cabeza por la espalda y Gabrielle cayó desmayada en el suelo, ya no podría hacer
nada por su Princesa.
Marlene: que nadie nos siga o se arrepentirán, conmigo eso de hermanas amazonas
no va, solo quiero venganza, y si alguien se interpone en mi camino que se prepare para
sufrir las consecuencias.
Apretó aun más el látigo sobre los pies de Xena y la arrastró mientras corría con su
caballo, Xena solo grito Gabrielleeeee...
El resto de las amazonas se quedaron quietas, no sabían que hacer, ¿habían traicionado
a su Reina?, o solo estaban siguiendo las leyes amazonas, no podían crear una guerra
entre aldeas solo por Xena.
Ephiny: lleven a la Reina a su cabaña, allí se repondrá del golpe. Tenemos que
pensar que vamos a hacer. Estamos en un gran problema, o defendemos a nuestra Reina o
peleamos contra nuestras hermanas. Iremos a reunión de consejo y allí lo decidiremos.
A todo esto Claudia aun seguía durmiendo en la cabaña de Xena.
Cabaña de Gabrielle:
Lilian: ¿Mi Reina qué puedo hacer por ti?, por favor despierta, Xena esta en
problemas y el tiempo, corre... Este paño mojado le hará bien a ese golpe, maldita
amazona, como pudo pegarte tan fuerte, aunque pensándolo bien creo que fue lo mejor, la
hubieran matado, pero si matan a Xena para ella será lo mismo vivir que morir. En quien
podré confiar para que me ayude a rescatar a la Princesa, aquí hay muchas que odian a
Xena, otras quieren quedarse con mi Reina, será muy difícil encontrar a alguien que sea
buena para las dos, dioses como lo olvide Claudia es la única que puede ayudarme, pero
esta dormida, igualmente iré a verla para saber si puedo hacer algo. En un momento
vuelvo mi Reina descansa- le dio un beso en la frente, Gabrielle aun seguía dormida.
En la cabaña de Xena:
Lilian entro despacio y vió a Claudia tendida sobre la cama, tenía tanta paz en su
rostro, aun dormía, no sintió nada de los gritos que pasaron hace unos momentos, si no
despertó con eso, va a hacer muy difícil despertarla.
Lilian: Claudia despierta por favor, si puedes escucharme, te necesito, Xena y
Gabrielle te necesitan están en un grave problema, se llevaron a Xena para hacer
justicia, dicen, justicia con mas sangre, eso no es justicia es venganza, pero Xena
ahora es buena, no merece este castigo y mi reina menos, ya me canse de verla sufrir
tanto por Xena, ella la ama de verdad con toda su alma, si le pasa algo a Xena mi Reina
moriría, pero yo sola no puedo hacer nada, aquí nadie me ayudará, nadie luchara contra
sus propias hermanas. Claudia despierta por favor...
Claudia lamentablemente aun no despertaba...
Lilian volvió a ver a su reina, mientras tanto en el consejo estaban aun deliberando si
ayudarían a Xena o no.
Cabaña de Gabrielle:
Lilian: mi reina, ¿ya estás mejor?
Gabrielle: me duele menos, pero no estaré mejor hasta rescatar a Xena, ¿dónde
están todas?
Lilian: están en consejo.
Gabrielle: ¿Sin mí? ¿Cómo han hecho eso? ¡¡Es imposible!!
Lilian: las reunió Ephiny, es tu regente, lo hizo para que pudieran decidir que
harían, si van por Xena o no.
Gabrielle: yo no necesito ningún consejo, yo iré por ella, si es necesario lo
haré sola.
Lilian: no estas sola, yo iré contigo, mi Reina, Xena en todo este tiempo me ha
enseñado muchas cosas y valores humanos junto contigo y Claudia aprendí muchísimo.
Gabrielle: pero como no se me ocurrió, Claudia, por supuesto debo despertarla, y
gracias Lilian sabia que podía contar contigo.
Lilian: de nada, pero despertar a Claudia será imposible, lo intenté, le hablé,
le conté todo lo que había pasado, que necesitábamos su ayuda, la moví un poco, pero no
pasa nada no despierta y Artemisa dijo tres días y recién esta apunto de pasar el
primero.
Gabrielle: vamos yo lo intentaré, se me ocurrirá algo, a lo mejor si escucha mi
voz... ( y se puso a llorar) pobre Xena ya no se merece esto, ella pago todas sus
culpas...
Lilian: lo sé mi Reina, no llores, veras que todo saldrá bien ( y se abrazaron).
Gabrielle: gracias de nuevo Lilian, eres una persona muy fuerte, y muy buena,
tienes un gran corazón.
Lilian: aunque no lo creas, aprendí de ustedes tres a ver mejor mi corazón y a
entregarlo sin pedir nada a cambio, gracias a ustedes.
Gabrielle: bueno, vamos a la cabaña a ver a Claudia.
En la cabaña de Xena:
Claudia aun permanecía dormida en la cama, Gabrielle entró y se puso al lado de Claudia
para hablarle y así despertarla.
Gabrielle: Claudia por favor necesito tu ayuda, sé que me escuchas, Xena fue
secuestrada, la mataran si no hago algo, pero yo sola no puedo, te necesito, despierta
por favor, Claudia, por favor.
Claudia aun permanecía inmóvil.
Gabrielle: (moviendo los brazos y el cuerpo de Claudia, ya la barda estaba
desesperada no podía seguir perdiendo el tiempo, sabía que era necesario ir ya a buscar
a Xena) Claudia reacciona, por favor te necesito, Xena te necesita, por favor despierta,
(la barda no podía mas con su impotencia y comenzó a golpearle el pecho con sus puños
mientras decía): despierta, despierta, no puedo perder a Xena otra vez, sabes que la
amo, tu nos ayudaste a darnos cuenta de nuestro amor, no puedes dejarme sola en esto,
te necesito, sin Xena no puedo vivir, la matarán, despierta Claudia, despierta...
Claudia aun permanecía ajena a todo estaba en los brazos de Morfeo por orden de los
dioses, para recuperar sus fuerzas.
Lilian: tranquila mi Reina, la vas ha matar, no ves que no despierta, tal vez
haya otro modo de hacerlo, porque no pensamos.
Gabrielle: cuando despierte, si no tengo a Xena conmigo, me encargare de matarla
en serio por no ayudarme, o mejor ella misma se querrá matar por no ayudar a Xena,
Claudia la quiere mucho, la salvo una vez, y ahora no despierta no sé que hacer, nadie
va ha ayudarme, sola no puedo rescatarla por mas que lo intente, las amazonas no
quieren una guerra, y las comprendo...
Lilian: me tienes a mí, sé que no es mucho pero...
Gabrielle: gracias, Lilian te has portado como una amiga.
Lilian: y si la despertamos ¿con un beso?, no sé tal vez como ella regala tanta
paz, no quiere la violencia para despertarla.
Gabrielle: tiene sentido lo que dices, pero Xena ya lo intentó.
Lilian: ¿cómo que lo intentó?
Gabrielle: sí, antes de dormirse le dijo a Xena que se cuidara que el peligro
estaba cerca, y Xena quiso saber a que se refería y trato de despertarla como hace
conmigo, con un beso en los labios, pero no le dio resultado, solo tuvo más problemas
conmigo y mis celos tontos que si no fuera por eso ella estaría conmigo ahora (se puso
a llorar).
Lilian: no llores, no es tu culpa, de cualquier forma se la hubieran llevado.
Gabrielle: no a Xena, ella estaría preparada, pero al estar peleándose conmigo
por lo del beso, porque yo la vi justo cuando lo hacía y no pude con mis celos tontos y
salí corriendo hacia mi cabaña y fue cuando la capturaron porque estaba distraída
dándome una explicación que yo no quería escuchar, es mi culpa, es mi culpa...
Lilian: bueno, no perdamos mas el tiempo, es lo único que se me ocurre, a lo
mejor Xena no era la correcta, lo haré yo (se acercó a los labios de Claudia y la besó
suavemente, pero Claudia no despertó).
Gabrielle: ¿ves lo que te dije?, no funciona.
Lilian: ¿tú has probado?
Gabrielle: no, pero no creo...
Lilian: con probar no perdemos nada, hazlo mi Reina, no te va a morder.
Gabrielle: ¡Oh! Claro que no, ya los he probado y son muy dulces y suaves.(la
barda se sonrojó por lo que dijo), bueno aquí voy (y sollozando se acercó a Claudia y
la besó en los labios, sintió un escalofrío por todo su cuerpo y Claudia despertó, la
barda no podía mas de la alegría que tomo el rostro de Claudia y le dio un fuerte beso,
muy profundo y le dijo: Sabia que no me fallarías, ¡¡¡¡por los dioses lo he logrado!!!!
Lilian: viste mi Reina, eran tus labios la solución...
Claudia: ¿Qué esta pasando aquí?, ¡uy! Estoy mareada, yo debería estar durmiendo,
¿ya pasaron tres lunas?
Gabrielle: no, Claudia solo paso una, pero te necesitaba y tuve que despertarte,
no puedo mas, secuestraron a Xena y debes ayudarme.
Claudia: ¿Cómo que me despertaste?, ¡¡no puede ser!!. ¿Qué dijiste? ¡¡¿Xena
secuestrada?!!, son muchas cosas juntas Gabrielle, no entiendo nada, ¿estoy soñando?
Lilian: no, Claudia, ya estas despierta, lamentablemente no es un sueño, se
llevaron a Xena, las amazonas del norte para vengarse por los crímenes que hizo Xena
hace mucho tiempo, la van a matar quieren según ellas justicia por sus hermanas muertas,
y como comprenderás nuestra aldea no esta de acuerdo con Gabrielle en ir y declarar una
guerra entre hermanas solo para salvar a una extraña, aunque sea Xena. Gabrielle se
encuentra en un verdadero problema, no puede declarar una guerra, pero tampoco puede
permitir que maten a Xena, por eso nos atrevimos a despertarte, eres la única persona
que puede ayudarnos.
Claudia: ¿Ayudarnos?, ¿tú no respetas las leyes amazonas? Tienes que estar con
la mayoría.
Lilian: sí respeto las leyes, pero más respeto la amistad que me brindo Xena, mi
Reina y vos, todo este tiempo desde que las conozco aprendí mas de la vida que en todos
los inviernos que pasé aquí con mis hermanas amazonas. Estoy con mi Reina, cueste lo
que cueste.
Gabrielle: gracias a las dos, porque Claudia tu me ayudarás ¿no es cierto?
Claudia: no me habrás despertado solo para hacerme esta pregunta estúpida, ¿cómo
no voy ayudarte?, ¿estas loca?, Xena es muy importante para todas nosotras, ya pagó sus
culpas, su alma fue liberada, no merece otra vez este castigo, yo hablaré con las
amazonas y te juro que te traeré de nuevo a tu amada Xena.
Gabrielle: (se abrazo a Claudia llorando y le dió las gracias), pero ¿cómo es
eso que la traerás tu sola?, yo pienso ir también.
Claudia: no Gabrielle, prométeme que no iras, tú eres Reina de esta aldea debes
comportarte como tal, aunque Xena te necesite, para eso estoy yo, la traeré de nuevo a
tus brazos, pero tu deberás quedarte aquí, ¡¡prométemelo!!
Gabrielle: vaya, tengo otra Xena, no quiero quedarme aquí sola, mientras tu
estás allí y no sé que pasa, la angustia me mataría, no puedo quedarme, déjame ir, por
favor...
Claudia: se como te sientes, pero...
Gabrielle: ¡No¡, ¡¡no sabes como me siento!! Si no, no me dirías esto.
Claudia: Gabrielle, sé muy bien como te sientes, porque crees que me desperté,
con el contacto de tus labios, sentí tu miedo, tu angustia, tu dolor interno, supe que
me necesitabas en serio, me trasmitiste todas tus emociones en ese beso, por eso
desperté. No lo hice cuando Xena me besó porque ella lo hizo por curiosidad, quería
saber a que me refería cuando antes de dormirme le dije que se cuidara, y a ti Lilian
te diré que tampoco desperté por tu beso, porque fue solo para probar mis labios, cuando
lo hiciste no pensaste ni en tu Reina ni en Xena, solo querías besarme...
Lilian se puso toda roja y Gabrielle por primera vez sonrió un poco.
Gabrielle: ¿Entonces estabas consciente cuando cada una te dió un beso?,
¿escuchaste nuestras conversaciones?, ¿sentiste mis golpes en tu pecho? Claudia lo
siento tanto, no quise...
Claudia: lo sé Gabrielle, pero no te creas que me voy a olvidar tan fácil, te
prepararé algo, cuando todo esto pase, mira que no me olvido... Y con respecto al resto
quédate tranquila que todo esta en perfecto secreto conmigo, no escuche todas esas
estupideces que le dijiste a mi Princesa, perdón la tuya... Bueno vamos, necesito que
me preparen un caballo, algunas cosas de mis alforjas, agua y vendas, puedes ir
haciendo eso Lilian, necesito hablar a solas con Gabrielle.
Lilian: si por supuesto, preparare todo.
Claudia: avísame cuando tengas todo listo y prepara un caballo también para ti,
tu me acompañaras, ¿quieres?
Lilian: por supuesto que sí, no esperaba mas, claro que iré. Enseguida vuelvo
con todo listo.
Claudia: gracias, te espero.
Gabrielle: Claudia ¿qué querías decirme, a solas?.
Claudia: necesito de ti, necesito saber como está Xena y dónde se encuentra,
para eso quiero que te concentres en ella entraré en su cuerpo a través tuyo, quiero tu
esencia, estas lista, solo te concentras en ella, piensa en Xena, mirándome a los ojos,
luego tus párpados te pesarán y los cerrarás pero siempre pensando en Xena, y luego no
te asustes pero debo darte un beso en la boca para sacar la información de tu mente y
la de ella, ¿entiendes? No es nada personal...
Gabrielle: por Xena hago lo que sea...
Claudia: bueno, no sabia que te era tan desagradable besarme.
Gabrielle: por favor no lo dije por eso, sabes que es un placer, ¿también
escuchaste lo que dije sobre tus labios? (sonrojada)...
Claudia: jajajaja, Gabrielle eres única, tiene suerte Xena de tenerte.
¿Comenzamos? Antes que vuelva Lilian, porque no quiero mas confusiones.
Gabrielle y Claudia se miraban directamente a los ojos, Gabrielle pensaba en Xena, pero
también pensaba en Claudia estaba confundida
Miraba a los ojos a esa mujer parecía tan tranquila, pese a las circunstancias, le daba
una seguridad que solo Xena lo hacía, era perderse en esos ojos mirando la paz que
reinaba en ellos, de pronto sintió un golpecito en el hombro, la voz de Claudia le
retumbo en los oídos.
Claudia: Gabrielle concéntrate en Xena, no en mí, por favor, ya me es muy
difícil mirarte así para mi, no me lo hagas más difícil, pensando en mi. Recuerda que
veo tu interior, concéntrate en Xena, solo en Xena, piensa en esos hermosos ojos azules
color cielo, mar, lo que quieras, pero piensa en ella...
Gabrielle: lo siento, es que me deje llevar, lo haré, ya estoy lista.
Gabrielle y Claudia volvieron a mirarse, la barda comenzó a concentrarse en Xena,
Claudia ya la sentía, se acercó a la barda y la besó, primero lentamente y luego fue
mas fuerte, casi se quedaban sin respiración, el beso era muy largo y Claudia no podía
dejar de besarla ya que estaba viendo a Xena, por todo lo que había pasado, sentía el
dolor de su cuerpo, lo que le habían hecho, a la barda ya le faltaba el aire, Claudia
la tomó por la cintura y la atrajó mas hacia ella, arrimándola a su cuerpo, era la
sensación de ver a Xena en su mente tan herida, de golpe la soltó a la barda y la
corrió hacia atrás, ambas estaban sin aire. Claudia se sentó en una silla, Gabrielle se
quedo parada, quieta dura, había sido una experiencia increíble, nunca la habían besado
así, y eso que Xena lo hacia muy bien, pero ese beso había sido majestuoso, apasionado,
con fuego, con ardor, se sintió muy extraña, no sabia que decir, hasta que Claudia
rompió el silencio.
Claudia: debemos apurarnos, lo que vi no me gusto Gabrielle, esta atada a unos
postes, sangra su pierna, su labio, su ceja, tiene un corte en el brazo, y le han
pegado en la espalda, dioses ¡¡¡que dolor!!! Aun lo siento, pobre mi Princesa, te juro
que si le hacen mas daño, las mataré a todas Gabrielle, las mataré, a mi no me importan
estas amazonas...
Gabrielle: tranquilízate Claudia, por favor, si es así lo que viste tienes razón
debemos darnos prisa antes que la maten (Gabrielle aun había quedado sorprendida por el
beso no salía de su asombro, no reaccionaba ante las palabras de Claudia que realmente
estaba preocupada por Xena).
Claudia: Gabrielle, ¿te encuentras bien? Estas muy rara.
Gabrielle: ¡Oh! Ya se me pasará, es solo que pienso en Xena...(ni yo me lo creo
aun estoy pensando en el beso, ¿qué hades me pasa?) Claudia lo siento, sabes bien lo
que me pasa, ¿no lees mi interior?, estoy confundida por el beso, fue muy fuerte, lo
siento.
Claudia: si lo sé, pero trata de pensar en otra cosa, no quise hacerlo tan
fuerte, pero me llevo la fuerza de ver tan mal a Xena, si te lastimé lo siento.
Gabrielle: ¡No! ¿estas loca? No me lastimaste, estoy un poco confundida.
Claudia: bueno, no te confundas, yo siempre beso así a cualquiera, no es nada
especial que hayas sido tu, no te ilusiones...
Gabrielle: ¡Oh! Que graciosa... ¿quién eres?...
Claudia: otra vez con eso ya te dije, soy tu ángel de la guarda, y el de Xena,
por eso estoy aquí pero no estaré por siempre así que aprenderán a cuidarse la una a la
otra, y me dan unas vacaciones jajajaja.
Gabrielle: bueno si así lo quieres, si somos una carga para ti, eres mala, yo la
verdad te quiero y cuando te lo digo te ríes, como si fuera broma, y sabes que no lo es,
te quiero mucho, aprendí muchas cosas de ti, y me haz ayudado mucho, siempre cuando mas
te necesito, te quiero Claudia (y la abrazó fuertemente, Claudia le respondió el abrazo).
Claudia: bueno, dejémonos de sentimentalismo y vamos, Lilian ya debe haber
preparado todo.
En el medio de la aldea amazona:
Claudia: vamos Lilian, apúrate, sube a tu caballo.
Lilian: si ya estoy lista.
Gabrielle: suerte, sé que me traerás a Xena de vuelta, gracias.
Claudia: si lo haré, vamos...
En el camino a la aldea amazona del norte:
Claudia: si estás cansada puedes quedarte aquí, yo seguiré y veré como puedo
acercarme a ellas sin que nos vean. No deben estar muy lejos, no creo que hayan llegado
a su aldea, sé que esta a varias lunas de aquí, y solo nos llevaran dos lunas de ventaja.
Lilian: iré contigo, aun no estoy cansada, además debemos apurarnos, ir más
rápido, quizás ya le han causado mucho daño.
Claudia: sí tienes razón, corramos hasta más no poder, mi caballo responde y el
tuyo espero que también.
Y así siguieron corriendo hasta alcanzar a las amazonas, que se habían detenido para
comenzar hacer su propia justicia, Xena estaba muy golpeada, ya que la habían llevado
arrastrando desde la aldea, su rostro sangraba y sus piernas también.
Al detenerse seguido, fue más fácil para Claudia y Lilian alcanzarlas, claro las
amazonas no esperaban que alguien las siguiera, para ayudar a Xena. Solo tenían una
guardia vigilando el camino por las dudas Claudia la vio y le hizo seña a Lilian,
Claudia se presentó ante la amazona.
Claudia: hola mi nombre es Claudia y tu ¿quién eres?
Amazona: eso no te importa, ¿qué haces aquí?. ¡¡No puedes estar aquí!!
Claudia: ¿Por qué no?, el bosque es libre, yo voy de camino, aunque la verdad
aun no sé a donde, sabes solo me dirijo a donde mi intuición me guía.
Amazona: no me importa a donde te dirijas solo que no nos molestes.
Claudia: ¿Qué están haciendo? ¿que son esos gritos? (sabía muy bien
lamentablemente que los gritos eran de su princesa)...
Amazona: eso no te incumbe, vete si no quieres terminar como ella, estamos
haciendo justicia.
Claudia: ¿Justicia? Esos gritos me parecen mas de dolor que de justicia.
Amazona: ella mató a mis hermanas hace mucho tiempo, estamos haciendo justicia.
Claudia: querrás decir venganza, no es lo mismo, porque tal vez esa mujer ahora
no es la misma que fue hace años cuando mató a tus hermanas, tal vez ahora se dedique
hacer el bien, ¿por qué no le dan una oportunidad?.
Amazona: yo no soy quien decide, pero me parece que no merece una oportunidad,
aunque hay muchas personas que dicen que ella ha cambiado para bien, que ha ayudado a
muchas personas, incluso a muchas de nosotras las amazonas, pero merece pagar por su
pasado.
Claudia: todos hemos pecado alguna vez, lo importante es arrepentirse, y tratar
de solucionar con el bien supremo todo lo malo que se ha hecho, aunque la muerte no
tenga solución, nadie te devolverá a tus hermanas, pero al dar el perdón a quien lo
hizo y mas aun si ha cambiado estarás honrando la memoria de tus hermanas.
Amazona: no sé quién eres, pero creo que tienes razón, pero lo siento, no esta
en mis manos. (se escuchaban mas gritos de Xena)
Claudia: todos tenemos parte en lo que hacen los demás, porque tu estas aquí sin
hacer nada, cuando la pueden estar matando, siente sus gritos, ¿no te duelen?
Amazona: pues sí, es aterrador, la ataron a un poste y le están pegando con el
látigo, diez latigazos por cada amazona muerta, mato a muchas, no creo que salga viva
de esto... Lo siento por la Reina Gabrielle... sé que es su mejor amiga... pero hay que
hacer justicia.
Claudia: ¿La Reina Gabrielle está con ustedes?, ¿Quién da las órdenes?
Amazona: no la Reina Gabrielle se quedo en su aldea cuando secuestramos a Xena,
ese es su nombre, la que grita, la Reina no puede hacer nada por salvarla, porque
estaría traicionando a sus leyes, a su tribu, entraríamos en una guerra, por eso
Marlene se aprovechó de la situación, sabiendo que la Reina era Gabrielle, Xena estaría
indefensa.
Claudia: ¡Oh! Ya veo, tu Reina es muy astuta, ¿Marlene es tu Reina?
Amazona: no, ella no es mi Reina, mi Reina se quedó en la aldea del norte, no
quería hacer justicia con Xena, dijo que ya había cambiado, que no era la misma, que
nuestras hermanas ya descansaban en paz, que no volviéramos a molestarlas, Xena ya pagó
por sus crímenes con todo el dolor que sufrió al quedarse completamente sola, sin nadie
que la quiera, claro hasta que conoció a Gabrielle, y bueno dicen que desde entonces
están juntas, la Reina Gabrielle debe ser muy buena para cambiar el alma de semejante
guerrera.
Claudia: ¡Oh! Si debe serlo, que historia tan interesante, así que Marlene no es
tu Reina, pero sin embargo todas ustedes la siguen, ¿qué les prometió? ¿tu Reina sabe
de esto?
Amazona: si que sabe, fuimos desterradas de nuestra aldea, hicimos un pequeño
motín, y nos echaron, por eso Marlene quiere venganza, porque dice que por culpa de
Xena ella no volverá a su aldea, y era casi seguro la próxima Reina, ahora con lo que
pasó odia mas a Xena, se peleó con su Reina por Xena, se que la matará, y a nosotras
nos prometió el poder, y mucho dinero, nos dijo que hay muchas personas que quieren ver
muerta a Xena, y pagarán por ello.
Claudia: uuummmm, comprendo, bueno no te molesto mas seguiré mi camino, espero
que los dioses estén viendo quien merece la justicia.
Amazona: adiós, Claudia, espera, ¿ese era tu nombre?
Claudia: si, es mi nombre.
Amazona: ¿Cómo lo hiciste?
Claudia: hice ¿qué?
Amazona: sacarme tanta información... Yo debería haber avisado que hay alguien
en el camino, pudiste haberme matado y ellas no se enterarían.
Claudia: no temas, si hubiera querido matarte ya lo habría hecho, ¿no te parece?,
te tome de sorpresa, solo para hablar, sabes, es que viajo sola y a veces es bueno
encontrar a alguien para hablar, bueno... adiós... que te vaya bien, si pensaras mas en
ti, no estarías aquí viendo como matan a una mujer indefensa sin hacer nada...
Claudia dio media vuelta y se fue por donde vino, la amazona quedó preocupada, esta
mujer tenia razón, habían traicionado a su Reina, por una mujer que ya se había
convertido en otra persona, en una persona que hacía el bien, ¿estaba bien lo que
hacía?, ¿permitir esto?, ahora no podría volver nunca mas a su aldea, había perdido
todo, sus amigas, su casa, su estilo de vida, debería ir huyendo por siempre, todo por
seguir a Marlene, ¿valía la pena tanto odio?, ¿el odio que Marlene le tenia a Xena?, sé
que había matado a muchas hermanas pero ya había pasado mucho tiempo y Xena era otra
persona, ahora luchaba por el bien...
La amazona dejo su guardia y volvió al campamento donde estaban las otras, Xena
permanecía atada al poste y otra amazona comenzaba con su ritual de pegarle los diez
latigazos, su espalda era todo sangre, su rostro todo dolor, ya no gritaba, no le
quedaban fuerzas, para hacerlo, la amazona se detuvo a mirarla y supo que eso no estaba
bien.
Amazona: ya basta Marlene, basta, la vas a matar, mira como esta, no podrá
resistir otro latigazo, por favor déjala, la venganza ya se ha hecho.
Marlene: ¿Cómo te atreves a cuestionar mis órdenes?, Xena debe morir y poco a
poco, la haré sufrir mucho, iré desgarrando su cuerpo como se me antoje, o ¿quieres
tomar su lugar?
El resto se quedó en silencio, algunas ya sabían que era suficiente, otras aun estaban
con Marlene, se estaba gestando una pelea entre ellas.
Amazona: bueno si eso es lo que quieres, tómame a mí, pero ya déjala, no ves que
está muriendo, nadie puede resistir tanto, mira su espalda, es todo sangre.
Marlene: esta bien acepto tu oferta, atenla junto a Xena, verás lo que es el
latigazo por desobedecer mis órdenes, además dejaste sola la entrada puede venir
cualquiera y matarnos a todas, mereces la muerte.
Las amazonas que ya no estaban de acuerdo con tanto salvajismo se tensaron, y otra
amazona hablo.
Amazona1: ya basta Marlene, no queremos seguir contigo, esto es demencial,
hablas de la maldad de Xena, pero tú estás haciendo lo mismo, y encima con nuestra
hermana no lo permitiremos.
Marlene: ¿Tú y cuantas más?
De las treinta amazonas, doce levantaron la mano, era casi la mitad.
Marlene: vaya, veo que tenía a varias traidoras, si quieren guerra la tendrán.
Y así comenzaron a pelearse unas contra otras, las que estaban a favor de no pegarle
mas a Xena y las que obedecían a Marlene, la batalla comenzaba a ponerse fea, se
escuchó el primer grito de muerte, luego otro... Y así fueron acabándose unas a otras
hasta quedar solo diez, de Marlene, contra una de las que defendían a Xena, que se
rindió al ver que había quedado sola para la batalla, Xena aun estaba atada al poste,
junto con la primera amazona, que había hablado con Claudia.
Claudia y Lilian observaban todo desde un árbol, no podían actuar, Xena estaba muy
herida para sacarla en medio de la batalla, lo que no esperaban era que ganaran las
amazonas de Marlene.
Las amazonas de Marlene dieron su grito de victoria, había sangre por todos lados, Xena
casi desmayada y las otras dos amazonas, también estaban atadas a otros postes. Siguió
la maldita diversión de pegarle a Xena y ahora a las amazonas, según Marlene eran
rebeldes.
Claudia: Lilian creo que no podremos con todas, son muy buenas luchadoras y lo
primero que harán es matar a Xena, y no quiero eso, vine a sacarla con vida y eso haré.
Quiero que te vayas detrás de aquellos árboles y esperes hasta que te dé una señal,
tendrás que mirarme para que te dé la señal, no podremos hacer ningún ruido, cuando
estén todas más tranquilas, casi a punto de dormir, sacaré a Xena, la pondré en tu
caballo y la llevarás a la aldea de Gabrielle, ¿me entendiste?, harás lo que yo te diga, lo
prometes...
Lilian: si haré lo que tu digas, pero y tu que vas hacer, ¿no vendrás con
nosotras?
Claudia: no, iré mas tarde, debo entretenerlas y necesito concentrarme mucho y
con Xena y tú a mi lado no podré hacerlo y nos matarán a las tres, así que una vez que
haya puesto a Xena en tu caballo te marchas. Llévala rápido, sus heridas son muy
profundas, ha perdido mucha sangre y si no actuamos rápido no sé que pueda pasar, toma
esto, es mi bolsa con hierbas, esto es una especie de ungüento que le dirás a Gabrielle
que luego de lavar bien las heridas se lo pase despacio, por lo menos debe hacer lo
mismo tres veces al día, durante el tiempo que sea necesario, pasaran muchas lunas
hasta que se recupere del todo.
Lilian: pero y tú ¿qué harás?, estás hablando como si no regresaras mas a la
aldea de mi Reina, ¿qué tienes en mente? ¿No vas a volver?, si Xena sale de esto no te
lo perdonará nunca, apenas se recupere vendrá a buscarte, sabes que lo hará y eso será
peligroso para ella.
Claudia: quédate tranquila, no haré nada raro, solo que pasarán unas cuantas
lunas antes de volver a vernos, pero te prometo que me veras de nuevo, dile a Gabrielle
que me encuentro bien, que solucionaré este problema. Ahora voy a entrar en acción,
primero rodeare a la amazona que esta junto a Xena le daré un buen golpe, dejándola
inconsciente, la que esta atada tomara su lugar, por si alguna se despierta y no ve a
nadie allí parada haciendo guardia, luego soltare a la otra y por último a Xena, deberé
cargarla, por eso quiero que estés preparada, una vez que la tenga en mis brazos la
llevare hacia tu caballo y ahí te irás.
En la aldea amazona de Gabrielle:
Gabrielle: Ephiny no puedo creer que me estén haciendo esto, están matando mi
propia vida, no me ayudan cuando más las necesito, sé muy bien mis obligaciones, pero
Xena no merece este trato, ella ahora es buena y ayudo mucho a nuestras hermanas, en
las últimas batalla, estuvo ahí cuando más la necesitabas, en la batalla con los
centauros, ya te olvidaste, ella logró que no se derramara sangre. Y ahora el consejo
me defrauda con su indiferencia a la mujer que amo. Ella es mi vida, mi camino, mi luz,
¿cómo podré vivir sin Xena?
Se puso a llorar pero Ephiny no sabia como consolarla, pues por un lado Gabrielle tenia
razón, Xena había cambiado y las había ayudado mucho, y por el otro estaba el dolor de
las hermanas del norte, era una decisión difícil, pero que ya el consejo había tomado,
las leyes amazonas estaban primero, antes que nada, si una tribu reclamaba justicia
había que dársela.
En el campamento amazona de Marlene:
Claudia iba sigilosamente detrás de la amazona que estaba haciendo la guardia al lado
de Xena, la tomó por la espalda y con un golpe en silencio, en la cabeza la durmió, la
arrastró hacia atrás de un árbol para que no la vean. Desató a una de las amazonas, le
dijo que no hiciera ruido y que tomara el lugar de la guardia en la oscuridad de la
noche no sabrían bien quien era, solo mirarían sus ropas y eran iguales a las otras,
esta amazona estaba un poco dolorida por los latigazos, pero no le habían dado tantos
como a Xena, quien ya estaba inconsciente. Claudia luego fue por la otra amazona la
desató, pero le dijo que se quedara quieta en la misma posición, para no levantar
sospechas de que estaba ocurriendo algo, en silencio se acerco a Xena, la cara de
angustia y de rabia que puso Claudia decía todo, de como estaba Xena, su Princesa. La
tomó entre sus brazos, Xena no estaba tan inconsciente como Claudia había creído, y dió
un pequeño gemido de dolor, Claudia le susurró al oído.
Claudia: tranquila Xena, soy yo Claudia y te prometo que te sacare de aquí, solo
haz lo que te diga, trata de no hacer ruido, sé que es difícil en tu estado pero te
llevaré aunque me cueste la vida.
Xena apenas pudo sonreír, quiso levantar una mano para acariciar el rostro de Claudia y
sentir que no era un sueño, pues su cuerpo ya no sentía nada, y no pudo hacerlo el dolor
era inmenso. Claudia caminó con ella en brazos hasta el caballo que esperaba con Lilian,
la puso sobre él lo mejor que pudo, todo en silencio, Lilian estaba horrorizada por lo
que le habían hecho a Xena, quien volvió a gemir del dolor cuando se apoyo en el pecho
de Lilian, era la única forma de llevarla para que no se cayera, tenia que ir delante
de Lilian y esta sujetarla con un brazo y una soga, Claudia la amarro a la cintura de
Lilian, para que Xena no se cayera en la huida.
Claudia: recuerda todo lo que te dije, ponle las hierbas y dale mucha agua, dile
a Gabrielle que en unos días volveré. Que no se preocupe por mí, le diré a las otras
amazonas que también se vayan, no sé para que lado, pero primero quiero que se vayan
ustedes, por si algo sale mal, quiero tenerlas lejos de aquí antes de que despierten.
Vamos, vete, vete, no te preocupes por mí...
Lilian: tienes un gran corazón, si no vuelves, volveré por ti...
Claudia: no hables mas, vete...
Claudia volvió al campamento y le dijo a las otras dos amazonas que se vayan, que eran
libres pero que en lo sucesivo pensaran mas en sus actos, y que no vayan detrás de la
primera loca que se les cruce, vuelvan a su aldea, si cuentan lo que sucedió y piden
perdón, seguro serán perdonadas, no hay nada mas hermoso que perdonar, pero primero
vean en su corazón y pidan ustedes perdón.
Las amazonas se fueron en silencio, y ambas se miraron y se fueron rumbo a su aldea a
pedir el perdón.
Claudia quedó sola con el resto de las amazonas, pensó que ella sola no podría con
tantas, así que trabajo mentalmente la zona y las mentes de las amazonas, le hizo creer
en sus mentes que la persona que estaba allí era Xena y no Claudia, las amazonas solo
verían a Xena, una muy buena ilusión. Se concentró y así fue como entro en cada una de
sus mentes y lo logro, fue hacia el poste y se ató lo mejor que pudo en la misma
posición que estaba Xena. Luego de esto pegó un grito para que los caballos que había
soltado se fueran por distintos lugares, así perderían el rastro de huellas que había
dejado el caballo de Lilian.
Cuando despertaron las amazonas, vieron que la guardia estaba tirada en el suelo con un
buen golpe en la cabeza, que algunos caballos no estaban y las dos amazonas que estaban
al lado de Xena también habían desaparecido, el odio invadió a Marlene.
Marlene: malditas brujas se escaparon, pero no llegarán muy lejos, las mataré.
¡Ah! Al menos la perra de Xena esta en su lugar, claro no te puedes mover ¡¡¡maldita!!!,
te odio voy a matarte mas despacio de lo que te imaginas, pero veo que aun no te he
hecho el suficiente daño.
Claudia se había olvidado de las heridas que tenia el cuerpo de Xena, se concentró de
nuevo en las mentes pero ya era tarde, Marlene no veía tantas marcas como creía que
tendría el cuerpo de Xena, así que dio la orden de otros latigazos.
Marlene: péguenle de nuevo, y ustedes preparen los caballos que quedaron,
veremos por donde se fueron esas malditas traidoras.
Dos amazonas se encargaron de Xena, mejor dicho de Claudia, le dieron hasta molerla a
golpes, Claudia no aguantaba mas el dolor, con un palo le dieron en las costillas,
seguro habían lastimado algunas, el respirar ya era insoportable, no podía mas, pensó
en lo que había sufrido Xena y al saber que ya estaría a salvo le dio mas fuerzas para
aguantar otros golpes. Luego se desmayó.
Marlene y las otras ya estaban listas para partir a buscar a las traidoras, pero quería
que fuesen todas, pero a Xena no podía llevarla a ningún lado así, sabía que moriría y
ella aun quería hacerle mas daño, según para ella aun no era suficiente, así que dejo a
una amazona con Xena (Claudia) para que la cuidara, mientras regresaban con las otras
dos prófugas.
Marlene: tu quédate aquí con Xena (Claudia) si cuando vuelvo no estas aquí con
ella, la pagarás con tu vida, así que ya sabes...
Amazona: sí Marlene cumpliré tu orden, no me moveré de aquí hasta que regresen.
Marlene: vamos tras esas perras, pagarán con sus vidas lo que hicieron.
Todas gritaron su grito de guerra y se fueron.
Claudia despertó y aún no podía mas del dolor, le pidió como pudo un poco de agua a la
amazona que la cuidaba, esta solo le dio otro golpe que le hizo sangrar mas aun su
espalda.
Claudia: solo te pido un poco de agua, antes de morir...
La amazona se conmovió y fue a buscar un poco de agua, le giró la cara y vió que no era
Xena.
Amazona: pero ¿tú quién eres?, tu rostro no es el de Xena, ¿qué haces aquí?.
Claudia: mi nombre es Claudia y estoy aquí para perdonarte por lo que hiciste,
Xena murió anoche, y yo la reemplace, para que tuvieras la oportunidad de saber lo es
el perdón.
Amazona: no puede ser cierto, esto es un truco, Xena estaba aquí anoche atada
como lo estas tu, ¿quieres decir que yo te pegue recién a ti y no a Xena?
Claudia: si así fue, me hiciste daño a mí, que no tengo nada que ver con tu
venganza, ves como siempre se pueden cometer errores, de lo que luego si somos puros
de corazón nos arrepentimos, como hizo Xena, ella se arrepintió de su pasado oscuro
haciendo el bien (Claudia tosió y escupió sangre, la habían dañado mucho, pero con las
pocas fuerzas que le quedaban siguió hablando) ahora es otra persona y no merecía la
muerte, muchas vidas se perderán porque Xena ha muerto, ya no habrá nadie que las salve,
ella estaba en el momento justo, cuando una villa era atacada, cuando un viajante
necesitaba ayuda por ser asaltado por maleantes, todo eso desapareció con Xena. Te pido
que me dejes ir, y serás perdonada.
Amazona: lo siento, no puedo Marlene me dijo que pagaría con mi vida si le
pasaba algo a Xena.
Claudia: pero ya le pasó, te digo que murió anoche, yo vine para hacerle ver que
la violencia genera mas violencia, a veces hay que hacer las cosas de otro modo.
Hablando, llegando a un acuerdo, esa tal Marlene tiene mucho odio adentro, ¿sabes
por qué es?, no lo sabes, porque ella nunca se lo dijo a nadie, solo le echo la culpa a
Xena, pero ella también pertenecía al ejercito de Xena y como Xena en su momento no le
tuvo confianza para acabar con una villa, se rebeló y juró que se vengaría de Xena a
cualquier precio, el dios de la guerra Ares nunca la tuvo en cuenta porque si Xena no
te tenia confianza no servías como guerrera y ese era su mayor sueño, ella no hizo esto
por tus hermanas, solo lo hizo por su propia venganza. Y tu y el resto de tus amigas,
por poder y ambición cayeron en su trampa, dejaron su aldea, fueron desterradas y jamás
volverán a vivir como amazonas, no tendrán nunca mas un hogar donde sean bien recibidas.
Amazona: lo siento tanto, no sabía que esto era así, te desataré y no me importa
lo que me pase, merezco ese castigo, me defenderé, le contaré la verdad al resto de mis
hermanas, y le pediremos perdón a la Reina Gabrielle por la muerte de su amiga.
Claudia: ese sería un muy buen comienzo, pedir perdón es lo mejor.
Claudia ya no podía hablar su cuerpo molido a golpes ya no le respondía, tomo otro poco
de agua y al soltarse del poste casi se cae, sus fuerzas ya no estaban con ella, la
amazona la subió como pudo a un caballo y la hizo ir en dirección contraria adonde habían
ido las amazonas junto con Marlene.
Claudia siguió cabalgando sin rumbo fijo, se perdió en el bosque estaba inconsciente
sobre el caballo, este siguió andando hasta que se detuvo un momento y Claudia ya lejos
de cualquier peligro sé cayo del caballo, este se fue corriendo hacia otro lado.
Claudia yacía en el suelo, estaba muy mal, su espalda estaba horrible, su cara sangraba,
las costillas le dolían al respirar, cada vez que lo hacia era un dolor terrible. Luego
de un rato quedo inconsciente.
En la villa amazona de Gabrielle:
Ya estaba la tarde cuando las guardias del lado norte divisaron a lo lejos un caballo,
con por lo menos dos personas, una de ellas corrió hacia la cabaña de la Reina para
avisar que se acercaba un jinete, al llegar mas cerca vieron que era una amazona,
Gabrielle y varias mas corrieron en su ayuda, al ver el rostro de Lilian, Gabrielle
suspiro y la miró como diciendo ¿es Xena?
Lilian estaba exhausta, muy cansada, traía un peso enorme entre sus brazos y atada a
ella fue muy duro cabalgar así tanto tiempo, pero lo logró, en honor a su Reina, no le
había fallado, traía a su guerrera con vida.
Gabrielle: ayuden a bajarla, tengan cuidado con Xena, por favor.
El resto de las amazonas ya estaban todas alrededor de Lilian y Xena, incluso las del
consejo.
Amazona del consejo: ¿Qué hacen?, no, no, nada de eso, esta mujer no debe entrar
a la villa. Y tu Lilian has desobedecido nuestras órdenes de no interferir en la
justicia de las amazonas del norte.
Lilian: (apenas podía hablar su boca estaba reseca, le había dado toda el agua a
Xena, ella apenas había tomado un sorbo en tan largo viaje) Las amazonas del norte no
fueron...
Gabrielle: ya déjenlas en paz, dejen que descanse luego hablaremos del tema,
desde cuando una amazona deja morir a otra amazona, ¿no ven que esta cansada y necesita
ayuda? ¡¡¿dónde están sus corazones?!!. Llévenla a mi cabaña.
Amazona del consejo: pero mi Reina, solo queremos que nos aclare como es que
Xena está de nuevo aquí, aunque su estado es lamentable, no queremos, que las amazonas
del norte vuelvan para hacer una guerra. Te daremos el permiso para que la atiendas,
pero si ellas vienen en su busca se la regresaremos, no podemos tener una guerra con
nuestras hermanas.
Lilian: (con un hilo de voz) ellas no eran nuestras hermanas y cayo desmayada.
Gabrielle: pronto, vamos a mi cabaña. (Gabrielle no dejaba de ver a Xena, sabía
que aun estaba con vida, pero tenía tanta sangre por todo su cuerpo que apenas podía
reconocer que era ella, las lágrimas corrieron por sus mejillas, era horrible ver a su
amada así, en esa condición).
Amazona del consejo: ustedes dos (se dirigió a las guardias) vigilen bien esta
entrada, no quiero mas sorpresas.
En la cabaña de Gabrielle:
Pusieron a Xena sobre la cama y al lado a Lilian, Gabrielle tenía mucho trabajo, fue en
busca de la curandera, cuando esta entró y vió a Xena puso muy mala cara, estaba muy
mal, por Lilian solo le dijo a Gabrielle que cuando despertara le diera bastante agua y
comida, estaba débil por falta de alimento, le pasó un líquido por su nariz y Lilian
despertó, un poco mareada, pero despertó.
Gabrielle: Lilian ¿estás bien?, ¿qué pasó? Por los dioses que le han hecho a
Xena, mira como esta. (Xena estaba irreconocible).
Lilian: sí mi Reina, la golpearon mucho, ¡oh! en esta bolsita tengo lo necesario
para que le pongas esta sustancia en sus heridas, me lo dio...
Gabrielle: ...Claudia, ¿dónde esta Claudia? ¡¡Por favor dime!!
Lilian: ella se quedo allá, sola con las amazonas, me hizo jurarle que traería a
Xena con vida y lo logré, pero a que precio cambio su vida por la de Xena.
Gabrielle: a que te refieres, ¿la mataron? Dime que ¡¡no!!, por favor.
Lilian: no sé lo que sucedió, solo sé que se quedaría allí hasta que Xena y yo
estuviéramos a salvo, me dijo que no me preocupara por ella, solo debería sacar a Xena
de allí con vida, ella se encargaría del resto, me dijo que iba a tardar muchas lunas
antes de volver a verla.
Gabrielle: como pudiste dejarla sola, no lo hubieses hecho.
Lilian: para ella lo más importante era sacar a Xena de allí, y esa fue la única
manera.
Gabrielle mientras hablaba, comenzó a curar las heridas de Xena, que aun estando
inconsciente del dolor parecía como si lo sintiera todo pues a veces se escuchaba un
pequeño gemido. Gabrielle puso el ungüento que le dio Lilian de la bolsa de Claudia y
esta le explicó como debería hacerlo
Lilian: Claudia me dijo que lavaras bien las heridas luego le pones estas hierbas,
y luego la vendas y lo haces por lo menos tres veces al día, hasta que sea necesario.
Gabrielle: claro que lo haré, por mi amor, doy todo. Lilian gracias por haberla
traído te deberemos esto por el resto de nuestras vidas.
Lilian: no me debes nada mi Reina, si no fuera por Claudia no lo hubiéramos
logrado, es de ella todo el merito, todo el esfuerzo.
Gabrielle: cuéntame que fue eso que dijiste que no eran nuestras hermanas.
Lilian: sí, no eran de la tribu del norte, bueno en realidad si eran, pero no
las había mandado la Reina del norte, fueron desterradas por traición, porque querían
matar a Xena y la Reina les dijo que no correspondía que esa deuda ya la había pagado
Xena con todas las veces que salvo a nuestras hermanas del sur, las buenas acciones de
Xena ya habían recorrido todas las tierras, pero estas amazonas especialmente esa
Marlene odiaba a Xena, Claudia logró que se pelearan entre ellas, la hubieras visto,
hablar con la guardia, hasta convencerla de lo que estaban haciendo estaba mal, y logró
así hacer un motín entre ellas, comenzaron a pelearse, murieron muchas y vencieron otra
vez las de Marlene, por eso optó por el otro plan, Xena estaba muy mal para sacarla en
medio de la batalla, así que esperamos a la noche a que solo quedara la guardia
despierta, la golpeó, libero a otras dos amazonas rebeldes, y luego a Xena la cargo
sobre mi caballo y no la volví a ver. Estoy preocupada no sé que le habrá pasado, es
tan buena... (y unas lágrimas corrieron por las mejillas de ambas mujeres, pues en sus
cabezas se cruzaron miles de ideas, pensando sí ya la habían matado o aun quedaba una
esperanza).
Pasaron dos lunas, Xena se estaba recuperando poco a poco.
Gabrielle: hola mi amor, ¿cómo te sientes?
Xena: aun me duele todo, ¿cómo llegue aquí?, no recuerdo mucho, creo que me
desmayé varias veces..
Gabrielle: sí, los golpes deben haber sido muy fuertes, te dejaron toda marcada,
malditas si las llego a agarrar...
Xena: tranquila Gabrielle, ya tendrán su castigo, tal vez yo también lo merecía.
Gabrielle: no vuelvas a decir eso, tú ya pagaste, ahora haces el bien y eso lo
tienen que entender todos de una buena vez, la Xena oscura ya murió.
Xena: sí yo lo sé, tú lo sabes, pero la gente... Es muy desconfiada y en su
lugar tal vez haríamos lo mismo. (se movió un poco, el dolor fue grande) ¡¡uy!! Como
duele, me dieron varios golpes, y latigazos, pero sabes algo, no sentí nada, porque
veía tu cara, tan hermosa que me decías, Xena te amo aguanta y vuelve a mí... mi bardo
te amo...
Gabrielle: ¡¡¡¿¿En serio lo dices??!!!, Xena yo también te amo, no sé que hubiera
pasado si te perdía, hubiese muerto contigo (beso apasionado).
Xena hizo un gesto, pues tenia sus labios inflamados por los golpes.
Gabrielle: ¡Uy! Lo siento, no quise lastimarte...
Xena: tú no me lastimas, tú me curas, solo hazlo mas despacio, necesito tus
besos, te amo Gabrielle.
Gabrielle: eres insaciable... (beso despacio) ¿así está mejor?
Xena: mucho mejor... (varios besitos)... Gabrielle, quería pedirte perdón por lo
que te hice cuando era oscura, te juro que fue sin intención, no sabía lo que hacía,
jamás te haría daño, cuando Claudia me contó lo que te había hecho quería morir, ¿cómo
pude tratarte así?...
Gabrielle: tranquila Xena, ya pasó, lo importante es que estamos juntas de nuevo,
ya te perdoné.
Xena: siempre lo haces... Te amo Gabrielle, no sé que haría sin ti.
Gabrielle: lo mismo que yo haría sin ti, moriríamos de amor... Xena, estaremos
siempre juntas... por toda la eternidad... Te amo... (beso apasionado).
Xena: (después del beso) Gabrielle, ¿quién me trajo hasta aquí?
Gabrielle: fue Lilian, ella es muy valiente...
Xena: ¿solo ella?, vaya que es valiente...
Gabrielle: no Xena, ella sola no fue.
Xena: claro, por supuesto fuiste tu también.
Gabrielle: no Xena, lo siento, yo quería ir, pero el consejo no me lo permitió,
como Reina Amazona, no podía intervenir en la justicia que reclamaba otra aldea,
hubiera empezado una guerra entre hermanas, y no me dejaron salir de la aldea, luche
con todas mis fuerzas desde aquí para que estuvieras bien, y gracias a los dioses así
fue, ahora que estas junto a mí nadie podrá separarnos.
Xena: pero entonces, aun no me dijiste quien me salvo.
Gabrielle: y ¿quién puede ser?, fue Claudia...
Xena: por supuesto quien otra, pero ella si mal no recuerdo estaba durmiendo,
tenía que hacerlo por tres lunas, y solo estaba por pasar una, lo recuerdo, si yo quise
despertarla y no pude, ¿cómo despertó?
Gabrielle: yo lo hice, le pedí tanto por ti que al final despertó.
Xena: vaya, mi bardo me sorprendes, tu también tienes muchas habilidades, y a
propósito ¿dónde esta ella?
Gabrielle: yo... Este... La verdad Xena no sé dónde está, se fue con Lilian a
rescatarte, ya que yo no podía y ninguna amazona podía ayudarme, porque seria traición,
y solo me quedaba pedirle ayuda a Claudia y Lilian se ofreció ayudarla, pues sola no
podría traerte, Lilian me dijo que cuando te rescató te puso sobre el caballo de Lilian
y le dijo que te trajera hasta aquí, que ella luego vendría pero antes debía ocuparse
de las amazonas, sabes lo cabeza dura que es, ¿a quién me recuerda?
Xena: pero, ¿cuánto tiempo pasó?
Gabrielle: hace dos lunas que llegaste, mas dos de viaje...
Xena: ya debería estar aquí, algo malo le pasó y no me lo perdonaría...
Gabrielle: tranquila Xena, tu no puedes ir a ningún lado, y Claudia le dijo muy
claro a Lilian que la dejara sola, que ella se encargaría.
Xena: ¿cómo va a encargarse ella sola de tantas amazonas?, no quiere tomar una
espada, si pelea con la mente, como hizo con Ephiny , podrá hacerlo con una o dos ¿y el
resto?, además eso le lleva toda la energía y encima me dices que no durmió las tres
lunas que le ordenó Artemisa, Gabrielle como pudiste dejarla ir así tan sola...
Gabrielle: Xena, yo solo le pedí por ti, sabes que me muero si te pasa algo, me
vio tan desesperada que ella quiso ayudarme.
Xena: ¿Ayudarte? pero tú la despertaste, a propósito ¿cómo lo hiciste?
Gabrielle: esta bien yo la desperté, pero luego cuando le conté lo que te había
pasado, ella sola quiso ayudarnos.
Xena: aún no me respondes, ¿cómo la despertaste?
Gabrielle: este..., bueno... Fue con un beso...
Xena: ¿Un qué?
Gabrielle: un beso, que tiene de malo, acaso tu también no se lo estabas dando,
antes de que mis celos me invadieran y nos peleáramos por eso, ¿te acuerdas?
Xena: ¿Cómo olvidarlo?, por eso estaba distraída, sino las amazonas no me
habrían agarrado...
Gabrielle: claro, ahora ¡échame la culpa a mí!!
Xena: no Gabrielle, es mi culpa, por distraerme... a lo mejor era el destino y
tarde o temprano debería pasar por esto..., bueno ya pasó, ahora lo principal es saber
donde está y que le paso a Claudia... Así que la besaste y despertó, ¿por qué cuando
yo lo hice no me dio resultado?
Gabrielle: le pregunte lo mismo, antes que yo la besara lo hizo Lilian y tampoco
despertó, deben ser mis labios, me dijeron que son tan dulces y suaves que puedo
despertar a cualquiera....
Xena: ¿¿¿Así??? ¿¿¿quién te dijo eso??? ¿andas probando esa boquita que es mía
con cualquiera?
Gabrielle: me lo dijo una Princesa Guerrera hace mucho, que mis labios son tan
dulces, que nadie puede resistirse a mis besos.
Xena: y Claudia ¡¡despertó!!
Gabrielle: Xena pareces celosa, ¿qué pasa?, estas celosa porque Claudia despertó
ante mis labios, o por que la bese, de quién de las dos estas celosa... Xena...
Contéstame...
Xena: buenoooo, estoy un poco celosa porque la besaste (se dijo a sí misma, ¿por
qué Claudia despertaste con los labios de Gabrielle y no con los míos?, pensé que te
gustaban, se puso algo colorada), mi bardo tu solo deberías besarme a mí.
Gabrielle: fue una emergencia (aunque también me gusto, se puso colorada)...
Xena: en que pensaste te pusiste colorada...
Gabrielle: ¡Oh! en nada, tu también hace un momento te pusiste colorada...
Las dos al mismo tiempo: debe ser el calor...
Gabrielle: sí Xena, estas muy caliente, tu fiebre aun no baja, deberé lavar de
nuevo tus heridas...
Xena: ¿Quién te enseño hacer esto?, sé que me haz visto a mí muchas veces, pero
esto es distinto...
Gabrielle: Lilian me dijo como debía limpiarlas, se lo dijo Claudia antes de
traerte de regreso.
Xena: siempre pensando en todo, en los demás...
Gabrielle: en ti querrás decir, siempre té está cuidando.
Xena: sí, y yo estoy aquí, sin poder moverme, maldición, quiero, necesito ir a
buscarla, no aguanto más...
Gabrielle: Xena, no puedes moverte, déjame que envíe alguna patrulla para que
vaya en su busca, a lo mejor esta en el bosque...
Xena: si puedes hacerlo, hazlo Gabrielle, Claudia es muy especial para mí, lo
sabes, no quiero que le pase nada malo.
Gabrielle: lo sé Xena, para mí también es especial y sabes que lo que este a mi
alcance lo haré. Llamaré a las guardias para que se preparen. Tu descansa, necesitas
descansar para recuperar tus fuerzas.
Xena: si gracias lo haré, diles que cualquier novedad me avisen a mí, si
hallaron algo que nos diga donde puede estar Claudia o ¡¡qué diablos le paso!!...
Continuará... (TERCERA PARTE): * ¿QUIEN ES ESA MUJER?,¿ME AMARAS CON ESO?, ¡NO ME DEJES! *