AVISOS: Bien esta cosa va así... los personajes no son mios, son de la compañia(cual es el nombre) siiiiii... universal... vale no son mios y tengo una seria laguna mental, bueno Xena, Gabrielle y toda la tropa de las guerreras magicas Uy esa es otra serie, Xena la princesa guerrera son de Universal, creo, y no de mi genio creativo, por qué si hubiese sido mia, ese no habría sido el final...
Segundo, viene lo del sexo, violencia, malas palabras, mal camino... bueno que esperaban, vivo en una ciudad donde nunca pasa nada interesante y la radio y manga-anime son mi única compañía... no es mi culpa ser así y de todas formas mi genio creativo esta pasando por un momento de seria complejidad, creo que comer esas cosas verdes me hacen escribir de esta forma. De todas formas sexo si ahí ( todavía no sé como me voy a arreglar con ese tema pero prometo que en la 2º o 3º habrá algo mas ¿especifico? como sea), violecia, por supuesto de toda de todo, bombas, misiles, granadas, sangre a montones ( igualito a un capítulo de ER que vi... que manera de correr sangre tio...) así que si eres de estomago débil... ve otra cosa mariposa, no creo que quieras ver lo que comiste ayer en el teclado de tu pc... Palabras Malas y que esperaban, tengo como maestra a la única e irremplazable Gommy de Willians( mi por ahora mejor amiga) vale también mi madre cooperó con aquella enseñanza, Mal camino pués es de la princesa guerrera de quien estamos hablando, pues claro así que niñas sean buena y no le hagan casos a los extraños, buenoooooo solo si son rubia de ojos verde y una carita angelical y ese cuerpo que mata, sigan el mal camino, vale no lo olvide si... si es morena de increibles ojos azules ( no de contacto) y esa mirada que mata, también chicas sed malas... Uy casi lo olvido, pero es importante si les molesta la relacion que tienen los personajes ya sean hombres o mujeres, mas especificamente mujeres, no sigas leyendo quiero ser la causa de tus traumas o futuras visitas al loquero ( sin ofender, es sabes que no tengo nada contra ustedes...) bueno en la parte superior de la pagina hay una flechita presiona en ella con botón derecho o izquierdo si eres surdo, y listo sal... bueno y si eres menor de edad ( aunque conozco a algunas que son chiquillas... pero la edad en la mente) no quiero problemas legales por culpa de crios, y si en tu país se prohibe este tipo de lectura, que esperas mudate a uno mas civilizado...

Ahora los agradecimientos, bueno tendría que poner a un montón de gente pero no le he dicho a nadie que escrito esto, ni siquiera a mi amiga del alma, Esmeralda... sorry, pero ya debe estar enterada, y tambien a Gabrielle Pib, y a Ricardo, y a un montón de gente mas... viva el mundo online. Vale también va para ti Gommy de Willians que no te mueras nunca... socia.

Dedicatoria, pus a tad@s los que me conocen y los que me conocera... por si acaso, soy la chica que promociona las figuras de acción de Xena y que por falta de tiempo no ha podído enviar las que tiene pedidas.... soryy a todas las que aun estan esperando su muñeca... pero antes de fin de año cumplireeeee...

Quejas reclamos y otros, pasillo 3 oficina 6 tratar con la srta Cruella, agradecimientos felicitaciones y parecidos, a : felicity_223@hotmail.com... vale pueden conectarse a mi msn... no hay drama... y... creo que he derrochado ingenio en este diclamar...

Ha leer...................


S.O.S.

Por Flower

A mitad de un bosque frondoso y rodeado de árboles gigantesco, los sonidos de una fauna silvestre llenaba cada lugar sin hacer caso omiso a el resonar de una casacada gigante verdosa y pedasos de rocas en su interior saliendo a flote entre los extremos dando el efecto del doble del tamaño real y los reflejos del la luz solar de media tarde, un luminoso arcoiris creado por los filtros de agua y los rayos del astro rey, toda aquella paz de ambiente fue interumpida por un estrangulador grito, que era mas un aullido voraz con voz humana, un suplicio a la vida condenada a vagar en desgracia, era lo peor que podía suceler en esta parte del mundo, que a ideas de Idi era lo peor hasta el momento, era lo mas bajo que habían llegado y no creían que podía ser peor, solo que a una de ellas...

"Ok... y que pretendes?... sabes no creo que esto nos lleve a ninguna parte... Y PODRÍAS PONERTE ESA MALDITA CAMISA POR FAVOR..." mascullo volviendo la vista hacía el lago, su larga figura enfundada en la raida y negra capa mostraba los signo de una cruenta batalla, no queria discutir pero todo esto ya comenzaba a sacarla de su habítual 'todo esta bajo mi control' las risitas a su espalda continuaban mas traviesas que ante.

"Uy... qué onda... como quieres que me bañe con la ropa puesta ¿he?... además no es la primera vez que me ves desnuda y a ti sin ropa... ni Bar pone tan mala cara" objetó su compañera tirando la camisa sobre la cabeza de la otra que estaba a espalda de ellas, de forma desafiante, aunque no se veian las caras, coloco sus manos alrededor de la cadera, esperando el estallido de la chica alta. Su afilada mirada de brillantes ojos verdes la fulminaban, la alta espalda de su compañera, ' bien Max te escucho' se dijo así misma. Una leve brisa elevo sus cortos cabellos matizados de rubio y castaño, Max ni se inmuto en seguir la corriente y permanecio en silencio.

Una chica entro a escena de espalda,con la mano derecha pegada al oído y su voz aguada se había transformado en un gruñido animal, vestida completamente por un jubon, una cuerda simulaba un cinturon tosco, separaba y daba forma al jubon, a una simple camiseta sin manga y burdamente cosidos en la entre pierna daba la impresión de unos pantalones, su cabello daba la impresión que estaba pegado a la nuca,opacado y sin vida, bastante sucio y era difícl saber de que color era, una mezcla de rubio, rojizo, ambar, tierra, hojas...

"¡¡ CÁLLATE Y CÁLLATE.... ESO..." fruncio las cejas "YA VERAS COMO LA PASAS CUANDO TE COJA... NO ESCUCHA TU... BIEN ESO LO DISCUTIREMOS DESPUÉS, OKA BYE," quedo un momento observando su mano, en ella un pequeño objeto en forma de almeja, era lo menos parecido a una almeja pero semejaba esa forma, abierto y avalado de color palteado brillante, un directo golpe lo cerro, y lo metio en un de los maltrechos bolsillos de sus prcario y artesanales pantalones, dio la cara a las chicas. "Hey que te pasa, por qué estas desnuda..." sin previo aviso le llego en plena cara una prenda familiar, alcanzo y estiro frente a ella, era de color crema y diminuta, una sonrisa afloro en su rostro recubierto por una capa rojiza debido a la tierra "Ya" miro con media sonrisa a la chica que estaba muy cerca de ella y completamente desnuda "Creo que vi algo por allá... ire a investigar?" Indico de donde venia, sin dejar de sonreir algo cohibida, y colocandose roja "me voy a demorar como unos quince minutos...?" volviendo a sonreir, tratando de ser lo mas simpatica posible, se acerco hacia la otra figura que aun seguia de espalda al bosque y de frente al lago, "Esto te pertenece, Maxi" le dejo caer la prenda entre las manos, no se quedaría a esperar la reacció, dos pasos de distancia "byee, diviertanse" cuatro pasos dio la espalda contando en silencio lo que estaba apunto de pasar; con las manos en los bolsillos de sus arapientos pantalones se alejaba.

Max miro la prenda y murmuro algo intelegible, se volteo miro a su compañera que sonreia ampliamente "Ni lo menciones" con los labios fruncidos Antonia trataba, muy mal disimulado, no reir, pero todo esto resultaba muy gracioso y Max tenia esa postura de cada vez que Idi probocaba a su amiga "Bien, Idi si te largas así por así no me hago responsable de ti, me escuchas," dijo en tono bajo, no le importaba si escuchaba o no "En cuanto An este lista nos vamos, y si no estas, ahí ves como nos sigues" Idi paro en seco, hizo cuenta mental de lo que le esperaba si no estaba con ellas, primeero: en medio de quién sabe donde, segundo: sin armas, tercero: ni comida, cuarto (la mas importante a su consideración) ni con la posesión mas importante para cualquier chica, su guardaropa, y dudaba mucho que en ese lugar encontrara algo medianamente decente para vestir, y definitivamente no queria seguir usando ese jubon, por otro lado si se quedaba no le apetecia ser la tercera, o soportar a Max con el humor de perros que andaba trayendo, lo medito solo un segundo y una amplia sonrisa se dibujo en su cara, lisa y sin marcas solo tierra rojiza y barrosa, dos luces brillaron en las cuencas donde debían estar sus ojos, dos cuentas celeste brillante. Paso por el lado de Max, sus ojos, los celeste claros de Idi contra las dos esferas brillantes detrás de la capucha de Max coincidieron una batalla mortal.

"Ay! cuidado..." un codazo en sus cotillas terminaron con la inspiración que traía desde hacía rato... la miro con mala cara... no se dio ni cuenta cuando Max había acertado con su brazo derecho su caja toraxica "y a esta que bicho le picó" le dirigio a An una sonrisa torcida, esta le respondio moviendo la cabeza y sonriendo, Idi considero de palno dejar la discución con Max y evocar mejor la vista que tenia en frente "Esto no es como las termas, peor seria llegar a ese lugar todaaaaaa sucia," comenzo a quitar las prendas de su cuerpo, que a comparación del de An no estaba tan maltratado, se miraron.

"Que sé yo..." sonrio suave, los rasgos de An se suavisaron nuevamente mas aún, no la veía sonreir así hacia mucho tiempo, quizá mas del que había pensado, todas las experiencias que habían vivido en estos dos meses no resultaron serlo mas divertido; educativo, intructivo quizá, pero dentro en lo mas profundo de sus mentes algo mas, el motivo de por qué estaban en un lugar tan alejado de su hogar o de los seres amados, pero, Idi levanto la vista, aún seguía sonriendo, Antonia y su bella sonrisa, su mirada se había vuelto hacia un lugar lejano en la espesura del bosque, Idi no le siguio la mirada, sabía muy bien donde recaían sus ojos y sus sentimientos, seres amados, ella tenía a Bar y a su madre, ellos eran sus seres amados, pero Max y Antonia, ellas estaban solas, tenian a sus familias, las cuales eran tan disparejas y no encajaban con la forma de actuar o ser de ambas chicas, desde que An entro en sus vidas todo cambio, desde un principio, Max y An se acoplaron a la perfección, ella fue quien dio el primer paso de la comprención y el anhelo, de que no todo esta mal y que lo pasado, es pasado y la manera de sobrevivir a ese tormento que todos llevamos dentro es reconociendo nuestros errores, por eso el motivo de este viaje, los errores de otros, destrozando las vidas del futuro.La voz de Antonia se siento lejana, responde a una pregunta, la mente de Idi aun se encuentra en aquel antiguo viaje.

"Lo siento, me decias" Sonriendo, para no quedar como chica ingenua, apesar de eso, An le sonrie.

"Dije que anda con un humor de perros..." esto pillo desprevenida a Idi, obviamente no se referia a otra cosa sino a Max "qué haremos como que tendremos que dar una explicación convincente..." ahogo una risita al mirar a su compañera a todos lados de forma paranoica "no creerás que hay mas personas por aquí... si ni un alma se mueve..." Era graciosa aunque sabía el peligro que corrían en aquel lugar, los misterios y las criaturas misticas.

"Caray... si tu lo dices, pero no me confió... este lugar es mas lúgubre que esas cluacas... uffffsm, además con todos esos bichos, no me mires así creo que prefiero un lujoso hotel de cinco estrellas, jaccusi, minibar, y un par de rubi... ay oye relajate," su mirada quedo clavada en el lago "espero que ese charquito no tenga monstruo o parecidos" dio el primer paso sobre la hierba mojada "wuaaa, que asco, creo que pise una babosa" levanto el pie izquierdo, y su cara perdio color "Odio esos bicharracos quitameloooo, An" esa última frase la dijo con la mandibula muy apretada.

"Ni lo menciones... solo de pensarlo mi piel se coloca de gallina..." con burla "prefiero las visita a tu casa" Idi la quedo mirando tomo una rama y saco el bicho de la planta del pie reventado y baboso, una mueca en sus labios el pensar en las tardes de vacaciones con sus tias eso si era perturbador "No juegues, tus tias son chicas buenas en comparación a lo que vamos a enfretar" fue como si adivinara sus pensamientos, era eso o que su cara se había vuelto mas expresiba que de costumbre.

"Tranqui... tranqui... que no hay problem sister... tengo todo bajó control, hey no me mires así... no es la primera vez que me enfrento a un grupo de mujeres vestidas de cuero, salvajes, y armadas... recuerdas que tengo 10 tías y 6 de ellas son independientes y forman parte del movimientos feminista radical isopodos libres o algo así... jejjejeej he tenido un montón de práctica..." con las manos en las caderas, de todas formas que tan malo puede ser, una vez ella paso dos días en casa de Victoria, la menor de las hermanas de su madre, y geralmente fue la experiencia de su vida, la sonrisa de An acentuo mas sus rasgos suaves y cansados por tantos días sin dormir y comer, le dio la espalda dirigiendose al lago, An por lo contrario, tenia su mente en otro lado, pero en diferencia de Idi era capaz de dividirse y mantener uan parte en la tierra con los demas seres vivientes y otra en su mundo espiritual, no le duro mucho todo esto, con Max cerca, su mundo espiritual pasaba de ser un lugar divino a un infierno de un paso a otro, Max podía influir en su emociones tan fácíl como el día, la música o los aromas, Max era todo eso de una sola vez, Idi por otro lado su parte lógica despierta a reconocer ideas que volaban a expresarlas y darles una forma, su mente se mantenia fría y alerta, era difícil explicar el por qué de esas sensaciones, hasta Bar provocaba un sentimiento familiar en ella, era la energia la forma de ver volar las cosas y sentirlas vivas, Idi era primordial al igual que Max, y Bar, todos pertenecian a su mundo, pero que pasaría cuando uno de ellos quedara a tras, nada, el mundo seguiría girando, pasando una, dos, tres, cuatro vidas... infinitas, no quiera volver de nuevo, esta era su última oportunidad, los ojos de Idi reclamaban su atención sus ojos, eran como los de Max, irradiaban esa misma energia, como un solo ser, las formas graciosas de su cara al entrar en el agua, sus manos agitandose, la estaba llamando, pero que pensaría de todo esto Max, cuantas veces habían podido hablar de lo que les estaba sucediendo, ninguna desde que estaban en este lugar, ninguna en el mundo anterior, ninguna desde que abandonaron su hogar, solo miradas y palabras vacias, extrañaba las conversaciones largas y sin mentiras, privadas y seguras, extrañaba ser la muchacha de tan solo dieciseis años que su único interes era las computadoras, su gata, y sus amigos, no extrañaba a su madre, pero si a su antigua Max, no extrañaba a su hermana, pero si a las tardes por las plazas con sus amigos (Bar era imposible que se quedara en casa, salia a la siga de Idi) extrañaba la inocencia perdida, y la pureza de las almas de sus amigos. La parte humana de Antonia seguía en la tierra junto a Idi la parte espiritual en el mundo perfecto de sus fantasías.

" Uy... que brutal" contesto An mientras se metía en el agua, sus reflexiones se escondieron nuevamente en lo mas profundo de su cabeza, hacia su aparición la jovencita, la An que debía mantener su cordura y la paz en el grupo "Esto no me late" menciono cuando vio la silueta de pequeños peces a su alrededor, pequeños de color opaco "espero que no sean carnívoros..." su voz graciosa, carnívoros, habría peces carnivoros en aquel lugar.

" No hay problem... aquí no hay de esos... creo... las pirañas están en el amazonas y bueno eso no esta al otro lado del mundo... a no ser que la tierra se haya... eso paso antes verdad... aunque estemos en territorio amazona... no es lo mismo... por qué... no sé por qué..." 'Por qué no habre tomado mas atención a la clase de historia, o rayos'

"Eso paso antes de los dino... ni yo se de historia... me sorprendes chica genio..." Contesto Max desde la otra punta tratando de encender fuego, mas concetrada en la conversación de las muchachas que en su actividad, An e Idi se miraron con esa tipica mueca de 'ella se siente sola hay que comprenderla' lo que no fue de todo el agrado de Max.

"Cállate... Que no estabas enojada con nosotras..." la rezongo Idi, "hey cuando hizo fuego y se fue ha esa orilla, no me di ni cuenta," miro a An que se metia al agua ella se dio cuenta cuando Idi comenzó a discutir con ella, Max de forma muy sútil se acomodó en uno de los extremos, la vio cuando rondaba en busca de algo, y su postura sobria sobre una pila de hojas, frotando algo, dos piedras, fuego, escencial, calor, vida. "creo que Max se va a volver invisible, lo vi en uno de los episodios de Buffy, una chica que nadie tomaba encuenta, se volvía invisible por la indiferencia de sus compañeros, la tenia contra Cordelia," An estaba mas allá de la cintura con el agua, Idi la observo y prefirio seguir su ejemplo, su piel se erizo al contacto del agua fría "Obviamente no hay pirañas, el agua es muy fría, en el amazona es mas cálida, no te acuerdas, el año pasado,... pero bien, quién no la tiene contra Cordelia, aunque en Angel sale de lujos..." Idi se perdio en el interior de sus reflexiones televisivas, antes de tomar la atención total de su compañera.

"..." se calló mirándolas y siguiendo con lo que estaba haciendo... esto si era un trabajo difícil... era mas practico con un encendedor, Max trataba de encender el fue con dos piedras y eso le estaba resultando muy complicado, mas de lo que había sido cuando acampaba con su padre y hermanos, era diferente, ahora estaba acargo y sus amigos estaban a su cuidado, debía ser responsable.

Obviamente Antonia no se dejaría convencer por las historias, y el destino de la mirada era sin duda Max,"Valeeee... me pasas el jabón que huelo peor que baño publico... ufssssusss" se olfateo las axilas "creo que algo se murió..." Idi extendio su manos hacia Max "Maxi... el jabónnnn" pero no obtuvo respuesta... "bien, si el jabón no viene a mi... yo ire al jabón, pero ni sueñes que te ayudare cuando necesites algo... ya veras" con un esfuerzo, realmente forzado

"As... espero no tener que volver a un lugar como ese en toda mi vida... que asco... asco al cuadrado... wuagr ... al menos nuestra super chica llego justo a tiempo... y kabummmm" Con una sonrisa amplia, Antonia considio con sus ojos, aún cubiertos por la capa negra y raida, era lo que estaba pensando, sip ambas hacian esa cosa, tan vergonzosa, siempre fuera colegio, vacaciones, mall, playa, en cuanquier la lado, siempre esa cosa, se quedo mirandolas, hasta se perdío las palabras de Idi que le pedían algo.

"No... nono" moviendo su dedo "no es super chica... es la mujer maravilla... no es Buffy..." soltó Dando la espalda a Max, su peor error y enfrentando a su único publico el lago, junto con una linda chica en sus aguas, "antes de que unas fuertes manos la hundieran en el agua... Max la jalo con fuerza en las frías aguas del hasta entonces negro lago.

"SE QUIEREN CALLAR DE UNA VEZ Y VESTIRSE..." Idi salió como pudo toda mojada y mirando con furia a Max que se veía muy ofendida he iba murmurando mas alto de lo normal... "nunca he cachado por que estas minas hacen tanto escándalo... tenemos que llegar antes del anochecer... y así como vamos tenemos para rato... mujeres rgrr" Max volvio al rincón junto a su artesanal y precario lugar se acentamiento.

"Ahora si me las paga todas juntas... rgrrg" se lanzo contra An "por qué no me avisaste que venia" reclamo Idi sosteniendo a An de los brazos.

"Cállate... te ves muy muy... mojada... además no me di cuenta, ya sabes que Max es como uan gata, una pantera... toda felina... como toda sexy... y te sienta bien el baño..." sonriendo mas ampliamente.

"Muy qué... ahora tu vas a empezar..." Idi mas disgustada de lo normal, y realmente era por qué An sentia mas cosas hacia Max y se reía por esa pequeña diferencia que tuvieron.

"Pendeja..." susurro no antes, dejar uan buena distancia entre ellas.

"Aquíen llamas así" Puso sus manos en las caderas.

"A ti" sostuvo, ya bastante lejos de Idi, en la orilla cerca de Max.

"Así que a mí... muy bien... nos vemos..." sale del agua enfada y no nota el musgo en la orilla resbala (muy graciosamente y se da un tremendo azoton contra el suelo húmedo verde y arenoso) sus rodillas raspilladas y marcadas de verde y negro, al igual que su codo y abdomen.

"Podrían dejar de jugar... debemos llegar pronto... se les olvida que ese pequeño monstruo se quedo allá... si llegamos y aun sigue en pie la aldea será por puro milagro..." Max notaba que no la tomaban en serio, y solo estaban jugando, no era el hecho de llegar pronto a la aldea ni menos haber dejado solo a Bar en ella, sabía de antemanos que el chico no haría nada de lo cual luego tuviera que arrepentirse, y eso lo tenia mas que claro, antes de salir de la aldea para buscar a Antonia e Idi le advirtio en el tono mas amenazador que encontro, que si la aldea estanba destrozada, incendiada, atentada, rayada, y cosas similares que atentaran contra el sistema de vida amazona, la pasaría muy pero muy mal... quizá el niño entendio por qué no hizo comentarios, lo que realmente la estaba atormentando era el modo en que el agua recorria el cuerpo de Antonia la forma perfecta de su cuerpo y sus curvas, el contorneo de sus caderas y...

"Jajjajajaj... te queda el color verde musgo... he?" le susurra saliendo del paso y esquivando un acertado manotazo sabía que no era una buena idea molestarla de esa forma, pero era menos incomodo que las miradas que le lanzaba Max a sus espaldas. "Mmm" Antonia tomando conciencie que su actitud no es la mejor, va hacia Max y sienta a su lado para recuperar su ropa y secarse con unas prendas...

"En la aldea tengo algo mas cómodo para que luego puedan colocarse..." Sonrie algo cohibida, An le sonrie tiernamente, "Toma" coloca sobre sus hombros su capa negra que calienta su cuerpo. Ambas chicas la quedan mirando algo sorprendida, Max no estaba claramente vestida como una amazona mas bien como una chica común y corriente de su epoca, o mas claro como solía vestir o su ser, Max no era muy común ni corriente, su piel era morena tostada su rostro reflejaba ninguna emoción, quizá por que sus ojos estaban cubiertos por un par de gafas oscuras que ocultaban una fuente importante de expresiones, mas allá de los que puede decir las palabras y los movimientos, su cabello estaba como siempre negro, y atado con coletas, era posible lo rápido que le crecia, hacia poco que cambio su modo de peinar, pero nuevamente lo tenia largo y desde que no veía a sus amigos no lo cortaba, un pequeño arete marcaba en su lado derecho era de oro y plata en forma de un sol y luna incrustados el uno con el otro dando sus colores a sus dueños, llevaba una camiseta negra ajustada a su cuerpo, pero tan pegada a su piel que se veían las marcas de sus costillas, el borde de la clavícula, los músculosos bicebs que en una acción refleja marcaban su los músculos que habían debajo, Idi alzo ambas cejas divertida, sus brazos estaban marcados por leves rasguños y pequeñas laceraciones causadas por las infinidades de puas y espinas que encontro en su camino, era ese o la puerta principal necesitaba el factor sorpresa, en su mano derecha marcaba justo un cronometro cromado y bastante grande, el vidro estaba roto y bajo la muñeca de Max un hilo de sangre ya seca bajaba hasta los nudillos, luego los pantalones, Max se sentía realmente incomoda por las miradas de sus compañeras, negros y muy ajustados, quizá Max era delgada pero esos pantalones la hacian ver como una maldita tripa, rasgados al nivel de las rodillas y con suciedad hasta el mismo comienzo, portaba sus armas en las fundas de sus piernas y en el cinturón, sus amigas no terminarian la escrutación esta desnudarla con la vista, después se fijaron en su calzado, bobotos militares, que mas se podría esperar de alguien educado en una familia de militares, cubiertos de lodo y mas suciedad "Terminaron ya... es de mala educación mirar así a las personas y no quiero saber lo que estan pensando, me basta con ver sus caras" corto la inspiración de Idi la cual ya iba por la ropa interior que portaba... pero lo que mas llamo la atención fueron sus gafas oscuras, aún no las retiraba de sus ojos.

"Como lo que llevas puesto... creí que en este lugar no usaríamos nuestras ropas comunes y corriente... para no despertar sospechas... aunque tu no usas lo mismo que nosotras... pero bien si tienes algo de 'Univertiry encantada'" le sonrio Idi, a la mala cara de Max.

"Era la única forma de encontrarlas... o que pensabas que podría solo usando técnicas de cazadora... solo en Mac Giver querida y por supuesto no soy él... y por cierto querida, encontre todas nuestras pertenecias..." antes de poder continuar

"Obviamente no eres él, sino como se explica que no hayas podido sacarnos de ahí sin tanto sarandeo y movimiento, pense que ese era mi último día... Has dicho pertenencias... entroncaste" en un suspiro dramático se dejo caer a los brazos de Max, ella sin embargo se hizo a un lado Idi cayo peor que saco de papas a su costado, Max le de volvio la sonrisa inocente contra una de querer cometer un asesinato.

"Y como llegaremos... he de suponer que usaste a Helios pero nosotras no hemos ingerido nada de MSDA durante mucho tiempo no creo que una conexión a Helios sea lo mas acertado en este momento..." La voz de Antonia detuvo momentaniamente aquel duelo, que se suponia que contestaría, no podían usar el MSDA, estaban debiles y sus cuerpos además ella tampoco lo usó.

"Y quien dice que estoy usando MSDA..." Su voz sonó algo pastosa y cuestinadora.

"¿No? up... creo que eso no se va ha ver muy bien... entonces" Indico una magulladura en su brazo derecho... y otro montón de heridas similares por todo su cuerpo "Creo que deberías bañarte... sabes muy bien que para algunas enfermedades estamos protegidas pero para otras no... y son muy comunes no te va ha gustar para nada estar llena de ampollas o esas asquerosas pústulas con pus..." La voz de Idi sonó suñadora y de muy pocos amigos "Imagina, llenas de esas cosas... y las curaciones,... y ese olor.."

"Quieres parar, cuando lleguemos me daré un baño... de todas formas la aldea no esta tan lejos... como a unos veinte a treinta minutos... aun tienes tu cronómetro...

"Tu que crees... pues claro ... estuve pendiente de mi cronómetro cuando unos energúmenos de casi dos metros de alto nos secuestran... y nos encierran en unas cluacas... llenas de mugre y bichos asqueros... mira aquí esta todo lindo y limpio sin ninguna rozadura" de forma sarcástica Idi le enseña la muñeca toda magullada y lastimada... Max suspira sonoramente... los ánimos no están muy buenosss... Mientras Idi trata de leventarse como puede del suelo con las rodillas peladas y un rozon muy feo en la parte baja del abdomen al nivel de las caderas....

"Mierda... eso si me dolio.." dice sobándose las costillas...

"No lloré sea valiente, a cualquiera le puede pasar, y tienes que animarte nos queda un largo camino por delante" le sonrie burlonamente An.

"Cállate por la cresta que esto se me va infectar.." Por primera vez le toma asunto a las heridas que tiene en su pierna y sus brazos.

"Si la gangrena entrara... y carcomerá tu piel..." Max ya esta entrando en su estado habitual de confianza y serenidad su cuerpo se relaja y ya se siente mejor de todas formas discutir y probocar a Idi es la mejor terapia que puede existir."Vale si ustedes se quieren quedar aquí toda la tarde... que les entre en provecho... por cierto saben lo que son las Hydras... he oído que andan algunas por aquí... chauuu" sonriendo tomas sus cosas y comienza a reanudar el paso nuevamente, hacia la aldea amazona.

Ambas chicas se miraron... "Espéranos... Maxxx!!!!!!!!!!!"

Después de caminar mas de media hora se detuvieron frente a unos árboles muy grandes y viejos, aromas diferente las asaltaron... a distancia de distinguía una civilización... para este entonces no les era muy difícil distinguir que estaban salvadas y poco importaba lo que venia después de todas formas no podía ser peor que esas cluacas... Solo que este solo era el comienzo, (lo había sido solo hacía dos días atrás, pero esto definitivamente ere un nuevo comienzo).

"Oye Max, dijiste que solo serían 20 minutos y creo que llevamos caminando mas de una hora..." Idi miró a ambos lados, cayo encuentra que ese árbol ya lo habían visto anterior y no sola una sino tres veces, dirigió su mirada a un costado para comprobar que su compañera comprendiera, esta solo sonrío suspirando.

Max no le contesto, seguia sola encabezando la empresa, Idi ya casi indignada por no tener una respuesta y su humor mal genio al mismo extremo que Max.

"Max, creo que ya pasamos por aquí." Trato de sonar lo mas casual posible, tropezando con la mirada de Antonia ella solo movio la cabeza para que no continuara jugando de esa forma, no quería entrar en discuciones con Max después de todo ella era quien guiaba la expedición.

"Tu lo crees, dime tienes cronómetro que has tomado el tiempo, no lo tienes verdad como sabes que ha pasado una hora, desde cuando sabes leer las posiciones solares" Dijo de mal humor, no habían notado que Max cojeaba y estaba terriblemente pálida, apenas podía enfocar, sus ojos estaban dilatados, sudando en frío. "Solo falta un poco más, llegaremos pronto" ambas chicas guardaron silencio y miradas complices, Max no estaba portandose muy sincera con ellas.

"An, que piensas... esto no me gusta nada, sabes, nadita de nada, si no consumió nada de MSDA que es posible considerando lo testaruda y tosuda que es..." se detuvo mirando como Max comenzaba una respiración jadeante y entrecortada. "Por que no le preguntas lo que le pasa, me da mala espina, que se nos muera a mitad de camino, no me agrada la idea de hacer todo ese ritual nuevamente..." un leve escalofrío recorrio su cuerpo "y menos en un lugar que no conocemos."

"I, la MSDA, tiene efecto retardado, Max la estado usando mas de un año, no te preocupes lo mas probable es que solo sea una infección, un poco el sudor y la dilatación de sus pupilas si pudiera ver sus ojos me confirmaría si se encuentra bien, y, esa aldea parece estar a mil años luz de aquí" Max se apoyaba contra un árbol, enfocando, An la encontró con la mirada justo en ese momento y se sonrieron. Como podía estar pasando esto, en medio de quien sabe donde y sin un equipo medico, no era buena idea infundir temor en I, ambas sabían que su estado no era bueno, Max le hizo una seña para que se acercará, mientras Idi se entretenía sacando moras de unos arbusto.

"An, tienes algo..." penso un momento "una maldita aspirina, la cabeza esta que se me parte, maldita sea, creo que tenias razón y debía tomar ese baño," tragando con dificultad, An negó con la cabeza, de donde sacaría algo que aun no había sido inventado, "bien podré aguantar unos cuantos intentes más, la aldea esta cerca, al Norte... del lago que pasamos..., sabes, me sorprende que I no se haya dado cuanta que pasamos por aquí ya unas tres veces" sonriendo "se molestará si le digo que fue... aurg... ey eso duele... vale vamos a la aldea" sonriendo, estiro toda la altura de su largo metro ochenta, a pesar de tener solo 17 años su estatura era la mas codiciada para bask,' era posible que todo este tiempo solo dio vueltas en círculos para probarnos, oh genial siempre es lo mismo con ella, no se puede calmar un instante y si I se entera será discusión segura hasta la aldea...' la mente de An comenzaba a trabajar de nuevo, como lo penso antes Max era una capulla en ese sentido se podia estar sintiendo la mierda misma pero siempre ese codigo de honor, 'que les pasa a estas chicas.' Volvio a reflexionar.

"Vamos I..." la llamo desde el camino, y entre las ramas apareció su amiga con las manos y cara de color lila.

"Hey An debería probar esta cosa, esta buena... nuevo camino... ¡¡¡oye Max por fin encontraste el sentido de orientación que tenía perdido!!!!!!!!" no pudo dejar de gritar, An se cubrió la cara con las manos ya sabía de ante manos lo que venía, así sin mas que mas las dejo atrás mientras ambas chicas se infundían en una discusión sobre quien era la que andaba perdida... lo cual duró hasta que llegaron a la aldea e Idi quedo sin habla.

"Malditahijade...." fue lo único que salió de su garganta se esperaba cualquier cosa menos lo que tenía frente a sus ojos, con la mandíbula desencajada y los ojos como platos, no reaccionaba a ningún estimulo, era posible lo que veían sus ojos, cuestionó la posibilidad de estar soñando, si esto no era la realidad este debía ser el mejor de sus sueños... eróticos... Mejor que ser invitado a la mansión play boy.

"Puarg... ya comenzó a babear... que asco," desde abajo la voz de un niño, pequeño casi de 8 años, cabellos rizados como del mismo color que Idi, ojos color celeste cielo, igualitos a los de Idi, una sonrisa maliciosa y traviesa, idéntica a la de Idi, (podrías dejar de llamarla I, su nombre es Inga y no le gusta... además no me parezco tanto a ella... solo somos hermanos no gemelos... y soy creyente de que uno de los dos es adoptado.... y ella lo es...) "vale ya entendí" bueno en que iba yo... así, en definitiva el hermano pequeño de Inga / vale vas a hacer lo que ese renacuajo diga... ey donde esta el poder femenino... no me compares con el monstruo... y no me digas Inga, si I o Idi te parece sin sentido usa entonces: I D.../ -_- pense que este era mi historia y ustedes mis personajes, se callan por que aquí las ordenes las doy yo... habrase visto seméjate sublevación de personaje, ahora solo falta que se voten a huelga... Siguiendo con mi historia Y SIN MAS INTERRUPCIONES DE NINGÚN TIPO... como les decía, Bar era la copía exacta de Idi, pero no en todo, como cualquier hermanos tenían discusiones y problemas pero se toleraban querían MUTUAMENTE.

"Parece que Idi no tomo mucha atención en clases de historia universal ni lenguaje ni lectura... por su cara no tiene ni la puta idea. AY!!!!!" un fuerte punta pies le llego por ese tipo de vocabulario "donde esta..." Continuo con la mandíbula mas apretada que pudo "le dijiste que en las aldeas como estas las chicas que no pertenecen a la tribu tiene que pasar por un ritual para poder quedarse y pasar la noche." La cara que puso Idi fue tan graciosas como la anterior, Bar penso que se partiria de la risa, estaba claro, de que servia la historia, lenguaje y lectura, según ella si no tenía contenido científico o del otro, no valía la pena leerlo, Max sonrío ella pensaba igual, pero no podía dejar de leer libros que para cualquier joven eran de aburrimiento mortal, en casa estaba el ser mas estricto del mundo y tenía que seguir las reglas al pie de la letra, solo por eso sus movimientos y forma de actuar eran confiado, seguros y directos y como debían comportarse, desde luego Bar no se salvó, Max que no le gustaba estudiar sola, e ID no se sometería a lectura como esa aunque su vida dependiera de ello, Bar de mala gana, muy mala gana se trago casi 100 libros de esos en las vacaciones de los últimos dos años, sonriendo autosuficiente se alejo mirando de arriba a abajo a su hermana, la sonrisa se acentuaba mas en su cara mas de lo que Idi podía aguantar.

"De que demonios esta hablando ese pequeño despojo de..." paró en seco frente a ella, una diosa, fue la única explicación que pudo dar a los que sus ojos veían, Max no hizo ningún esfuerzo para recobrara la atención de su amiga, la cual estaba embelesada por una chica morena casi de su altura y unos ojos de leona, toda una belleza.

"Ni lo menciones," cortó la risita nerviosa de An.

"Sabes que sus hormonas se revolucionan hasta con una escoba con falda, y nos traes a una aldea amazonas, que esperabas" dijo por lo bajo, tratando de no reírse, desde cuando se conocían, eran casi diez años, con ID encajo de inmediato, como amiga de Max costo un poco mas pero después de todo amigas, a Bar le parecía la chica mas linda del mundo y le decía que se casaría con ella eso fue cuando tenía hasta los seis años, ahora en el presente Bar no quería saber nada de falda o similares su afición eran las cosas que pasaban en casa de Max, pasándose el día entero con el padre de esta. Nada había cambiado desde entonces, buenas amigas, no importó mucho la misteriosa vida de Max, por lo poco que sabía, Max había ido a estudiar un de año a Alemania, según ID, llego mas cambiada y fría de lo que era, nada sabía de ese año en otro país, sola en una academia al otro lado del mundo, cuando ID sacaba aquello en discusión Max la miraba con furia se retiraba sin mencionar ni una sola palabra, "vale ves como se pone, quien la cacha con lo pesada que es... sé nos oculta algo y no quiere decir que... pero ya lo dirá la conozco como a mi palma..." decía ID cada vez que Max dejaba hasta ahí el tema de discusión. El problema se acentuó cuando sin querer Bar descubrio la verdad, no pudo guardar el secreto, de todas formas no lo había hecho ningún juramento o algo por el estilo el honor no fue traicionado, solo que ahora comprendían la actitud de Max y lo que pasaba en su familia.


Cuanto tiempo había pasado, ID ya estaba con ropas limpias y una sonrisa de oreja a oreja, "esto es la gloria" sonriendo a An que parecía ida en otro mundo. "hey, tierra a An... holasss... Antoniaaaaaaa estas conectada o se cayo tu sistema..." la voz de ID la saco de sus pensamientos lejanos recordatorio de la vida que habían llevado tan solo unas cuantas semanas antes. An solo le sonrío e indicó su atuendo bastante... no encontraba las palabras para describirlo "Amazónico... no lo crees" sus ropas concistía en un top de piel ajustado a sus senos, bastante ajustado, con ciento de detalles pintorezcos y una falda bastante diminuta con pliegues de pieles de muchos colores, exacto era justo lo que pensaba An, amazónico y antes de poder agregar algo mas una chica de la tribu reclamo la atención de su amiga, la cual ni corta ni perezosa se dejo guiar por la aldea. En cambio ella fue hacia donde se había perdido de vista Max, se fijó el rumbo que llevaba, mientras su traviesa mente viajaba a su pasado, uno, dos, tres golpes en la puerta de madera cruda sin esos toques sutiles de las puertas de su mundo tan suaves al tactos, estas en cambio eran como las que habían en el pueblo donde pasó las vacaciones tantos veranos infantiles, en las cabañas labrada por la madera cruda y virgen, pero diferente, miró a su costado y solo mujeres rondaban el pueblo, ellas levantaron estas cabañas y este mundo perfecto a su ojos, guardo silencio, no pertenecían a este lugar y era justo destrozar a estas personas solo por averiguar el camino que habían, debían y deberían seguir, todo este mundo era perfecto. Las puertas hechas por estas mujeres eran perfectas hermosas, crudas, pero hermosas llenas de vida, vida que era justo arrebatar, no ellas no serían quienes juzgarían, pero lo dicho por Max 'no somos de este ni de ningún lado, no tenemos hogar ni reglas por seguir, si te pones frente a mí, y eres mi estorbo te acabaré sin pensarlo dos veces' por qué había dicho eso, no era común en ella, solo actuaba y ya... nada de discurso tontos, lo había dicho mirándola a los ojos, esos ojos azules que la dejaban al descubierto y no permitían mentiras y engaños, que eran sinceros, cuanto le había dolido todo esto, mucho, no supo como ni cuando estuvieron fuera de su prisión, a su lado el correr del lago en el que se estaban bañando. Miró nuevamente la puerta, no había respuesta solo silencio, Max no ocupó MSDA para ir a rescatarlas, sus heridas empeorarían sin desinfección apropiada, ella no era así, el MSDA era, es importante lo sabía, cuanto les quedaba, alcanzaría hasta que pudieran salir de aquel lugar. No, Max sabía lo que pasaba, era un auto sacrificio, pero por qué.

Nada de esto estaba bien, nada, fijó su atención de nuevo en la puerta, por qué... a caso los pecados del pasado estaban siendo cobrado en este momento, ellas no eran culpables de todo esto no de lo que pasó, este mundo no les pertenecía, no era posible que todo esto fuera así, Max pensaría igual que ella.
No espero la respuesta, empujo la puerta para poder hacer ingreso, todo estaba oscuro. Sus pupilas se comenzaron a acostumbrar a esa oscuridad, al principio no notó que no chocó con ningún mueble o algo, este lugar era tan familiar, como si ya hubiera estado ahí o lo conociera como la palma de su mano, se detuvo sin querer como siempre lo hacia, cuantas veces había entrado en el dormitorio de Max, a oscuras en silencio, y detenido a los quince pasos exactos, dejó caer sus manos a un costado y encontró lo que buscaba.

*****

"Desde afuera no se ven tan GRANDE... solo mide un par de kilómetros... pare un dinosaurio gigante" su voz casi se perdía por el viento huracanado que corría por su lado.

"¡¡¡¿QUE COSA DIJISTE?!!!!!!!!" La voz de su hermana lo hizo voltear y mirarla de forma exasperada, con un gesto de sus manos, muy adecuado de un niño de ocho años acostumbrado a ver programas no aptos para su edad, "MIRA PEQUEÑO RENACUAJO VERAS CUANDO TE COJA Y TE COM........AUGRRRRRRRRR" Gruño justo cuando una rama le dio en pleno abdomen tirándola lejos.

"No sé por qué has venido, mejor que hubieras quedado con Antonia en la aldea," rezongando por la presencia de su hermana que hasta esa altura solo era una estorbo que una ayuda.

El clima estaba empeorando de una manera sorprendente, ID había terminado agarrada como una gata pelirroja (decidio que el color rojo le venia de maravillas y en la aldea amazona donde habían pasado una corta pero productiva temporada no fue tan difícil con seguir los productos para cambiar de color su cabello, Bar no quizo quedarse atras y como cualquier pequeño mocoso de 8 años que su único motivo de vida es imitar a su hermana mayor, le siguio el ejemplo, el problema iba ha formarse si por algún misterio de esta vida la madre de ambos los pilla con el color de cabello distinto y en el caso de Idi con una par de aretes en otras partes del cuerpo, y la ropa rasgada y desordenada, que probabilidad había que la madre de Idi y Bar lograra tener acceso a ese lugar, según Idi y Bar ninguna pero la opinion cambiaba si le preguntaban a las otras dos, la madre de Idi tenia esa extraña forma de llegar en el momento menos apropiado y en la situación mas extraña, pero siempre no era para asustarse, ya que solo sonreia y te miraba como si fuera lo mas normal que su hija de dieciseis años y sus dos amigas de la misma edad mantivieran en su dormitorio un gran y expelusnante portal abierto de par en par, con cosas muy raras saliendo de su interior, quizá era que la señora Sauer mantenia una mente muy abierta a causa de Bar, el niño era bastante mas complicado que los otros niños del barrio, pocos amigos y un montón de problemas, cada vez que la señora Sauer debia dejar a sus hijos solos en casa, no le preocupaba tanto lo que hisiera Idi de todas formas ella saldría tan dañada, pero con Bar era diferente una vez termino con una querella y la mitad de la cuadra aislada por una fuga de gas, así que la señora Sauer suponia que Bar estaba con su hija y las amigas de esta, nada malo podía pasar, por ende no entrariá en el dormitorio de Idi, eso solo era una suposición que esperaban mantener hasta el fin de sus aventuras).

Desde una rama de una árbol, en pocas palabras con uñas y dientes, "Quién me manda a menterme en estos enrrollos" gemia, tratando de no mirar hacia abajo o que la rama comenzara a crujir. Idi mantenia su mostura felina, miraba como Bar se elevaba cada vez mas hasta perderse, hacerse un punto apenas visible... "Por qué no tuve una hermana... o un cachorro... solo a mi se me ocurre pedir un hermanito... en que estaba pensando... y... maldita sea, odio los huracanes... no odio los volcanes que ocultan secretos... odio mas a los pequeños hermanos menores que piensan que por tener un CI mas elevado de lo normal pueden hacer los que se les venga en gana... y odio este maldito lugar... por qué no me quede en clase de calculo como debía... después iba a tomar un helado con Cintia... odio mi vida..." respiro profundamente y la rama comenzo a grujir... "Oh... oh rayos, tengo dos opciones, dejarme caer o caerme, cual de las dos dolera menos" miro hacia el suelo, el cual estaba a una distancia conciderabla. "Bien, pero Max me va ha escucha... monte perdido... ella fue hacuia el mar Egeo... y nosotros a un monte a fin del mundo... a la cuenta de tres, chica eres fuerte, eres valiente, eres la mayor estupida de este planeta..." respiro profundamente "tres" se dejo caer... caer... caer... hasta darse cuenta que todo el viaje hasta ese lugar lo hizo volarndo, con algo mas de confianza, y mirando a ambos lados, si Bar le había visto esto seria su ruina y burla de su pequeño y molesto hermano, "por suerte nadie vio ese papelon, mejor lo alcanzo o tendremos problemas en el paraiso del amor" con su tono sarcastico, pensando en Max y Antonia, ambas solas en la aldea que hacia pocos días ocupaban como sede para la busqeuda del motivo.


Mientras Bar estaba en su elemento, todo este caos era perfecto para él, no necesitaba levantar la voz, para hacerse escuchar y podía manejarse sin ningún problema en el aire, desde arriba todo era diferente libertad.

"Pero era primordial, obtener lo que los había llevado a aquel lugar tan inhóspito", penso. Bar se alzó a gran velocidad sobre las misma nubes corriendo con el viento huracanado, hasta el alto de la montaña, sin su hermana el trabajo sería mas rápido y menos '¿difícil?' *si como no* penso Bar, con la mirada buscó entre los dorados pliegues, mantuvo la vista fija unos instantes, estaba muy lejos y era imposible ver algo desde esa altura, eso no era ningún problema para el niño, solo con un gesto agil, descolgo de uno de sus bolsillos, unos visores que le permitieron obtener una visión mas clara del interior de la montaña y ahí escondido bajo la montaña de tesoros de incalculable valor joyas brillantes y de materiales inmaginables, estaba uno de los motivos de este peligroso y siniestro viaje, 'el motivo' una de las siete partes de un artefacto fabuloso, que solo a Idi se le ocurrio en dividir, y se estaba conviertiendo en un verdadero dolor de cabeza, Bar se lanzó en picada contuvo un momento la respiración de esa forma le seria mas facil adaptarse al nuevo cambio que significaba la entrada a la boca de la montaña, ninguna actividad, pero poco a poco algo calido invadio el interior de Bar, algo ya conocido y esperimentado en veces anteriores, algo que no lo dejaba dormir o probocaba los dueños mas siniestros, esto no era nuevo, ya antes en otras vidas lo sintio, pero como sienpre solo era un sentimiento, ancestral, como un motivo de vida, o una forma de existencia, a nadie lo había comentado, esto era lo que mantenia a Bar en sus cavales y era capaz de los mas fabulosos y descabellados inventos, la base de su genialidad; desde la boca de la montaña hasta el finito de esta ese era su destino, descubrir el corazón de esta gran montaña, le costó varios minutos llegar hasta la sima (para los que no sepan que es sima... es sinonimo de abismo), pasando a su lado los mas extraños paisajes, casi encantado, fue una ayuda que el hermano de Max, Dino, le gustará tanto la literatura fantástica él fue quien de cierto modo lo motivo a leer cuentos de la mas increíble trama, era parte de él se dio cuenta que este lugar lo haia manifestar un nuevo mundo en su interior, lo sentia suyo, sus propias historias, vivir en aquellos mundos, todo esto pertenecia a Bar a sus inicios, a su vida, a la esencia de este complejo ser humano, a Bar la lectura lo comenzó a dominar desde los cuatro siendo un niño hiperactivo fue la única manera que encontró su madre para calmarlo, bueno eso y los vídeo juegos. Habría tiempo una vez que sacará el 'motivo' de la boca de la montaña, para inspeccionar aquel maravilloso y fantástico abismo, no estaba oscuro, las luces de las cavernas y los tesoros en el fondo iluminaban como si fuera un día de verano, solo unos cuantos kilómetros mas y ahí estaba llegaría pronto nada podría detenerle.

Tan cerca podía tocar el suave calor que desprendían las joyas, era un sueño, no tenía codicia en su corazón y realmente no le veía el valor a aquellas piedras brillantes y por otro lado si las tomaba despertaría la furia de la montaña y esta se convertiría en un volcán acabando con la vida alrededor y antes de que encontrará 'el motivo' sería Bar asado... mejor se dedicaba a buscar lo que vio desde la altura de la cima de la montaña hacia la sima, desde allá arriba era fácil dar con ella, pero aquí abajo todo era diferente, miles de cosas reclamaban su atención, espadas de todos los diseños, romanas, griegas, egipcias, hunas, esto era como una arca perdida de armas fabulosas, diseños en oro y plata todas ellas fabricada por los mas diestros herreros, mas y mas tesoros, su mente no podía estar quieta.

"Bakan!!! vale Bar respira profundamente..." cerro sus ojos, inspiró con lentitud absorbiendo con cuidado el aire ha sus pulmones extendió sus manos a sus lados con las palmas hacía bajo, mantuvo los pies juntos en el mismo eje, luego como un rito expulso el aire con la misma lentitud con la que lo había absorbido, esto lo repitió unas cuatro veces y lo habría seguido haciendo si su hermana no cae a un costado.

"¡¡¡MIERDA!!!" un grito desgarro el silencio, desde lejos la intrusa que pondría fin a la paz y su concentración, Bar ceño un poco sus cejas, "ARGUUU........." Idi no tenia el porte para ser una legendaria casadora de tesoros perdido ni mada por el estilo, su entrenamiento estaba basado en simuladores, mucha tv por cable y toneladas de alimento envasado, el desenso desde la cima de la montaña hasta la sima, el fondo, el centro de la tierra, no estaba en ninguna parte del fotello, permanecio tendida unos cuantos minutos en el suelo tratando de recobrar el aliento y el enfoque, sus ideas circulaban sumamente rápido en su cerebro, primero: un día normal, solo reñi un par de veces en la mañana con Bar por el baño, el desayuno, el asiento en el auto, la música que iba poniendo, mientras nuestra madre no se metia en la discución, las clases, histotia, y la chica que se sienta adelante y esta muy buena, cambio de clases, y Max llega tarde, para variar, de muy mal semblante, y una novedad Max y Antonia ni siquiera se miran o saludan, clases de biologia, con el otro nivel, y la morena que vuelve loca a Idi... jejej, después de tener un montón de clases un recreo, Max odiosamente manda a volar a un par de chicas que ocuparon su lugar en los bancos del parque, Max sigue molesta y Antonia no tiene intensión de solucionar la situación, las clases que siguieron fue lo mismo, hasta la hora del almuerzo, pure de papas y ensaladas, clasico de los Miercoles, Antonia es la que esta molesta, y discute con Max, este si fue un día llevan cuatro discuciones en lo que va de la mañana, clases... y por fin la salida, después vamos a mi casa para el proyecto de tecnología los guisantes que cambian de color al menos obtendremos una calificación decente, Max sigue sin dirigir la mirada hacia Antonia, que habrá pasado entre esas dos... y luego Bar llega de clases, mamá no esta en casa, Bar comienza su habitual dansa de molestos ruidos en su habitación... Max y Antonia siguen sin hablarse, esto parece serio, el programa de rápidez motora que prepare con Antonia, por que estan discutiendo por eso, Bar otra vez en mi dormitorio... mas problemas... "'augr rayos mi cabeza ' cresta ya se donde estoy... quiero volver a mi inconciencia así podre aniquilar a ese pequeño monstruo..." tomando su cabeza entre ambas manos para aplacar el dolor que causo el golpe, en foco bien el lugar, recordo todos lo que paso antes de ese tremendo azoton que se dio "... pirañas... energumenos... bichos muy pero muy asquerosos, chicas en muy poca ropa... y yo atrapada en la boca de una cueva con el ser que hace ver a alien como un bello e ingenuo e.t." miro a su hermano en la posición de brazos extendidos respirando profundamente y luego mas intensamente el lugar "QUE DEMONIO ES ESTE LUGAR... HEY MOSTRUO DEFORME GRACIAS POR LA AYUDA... HEY... A NOOOO YA COMENZATE DE NUEVO CON ESA WE... OYE¡¡¡¡" Idi se había recuperado por completo y no tenia por que preocuparse por los daños colaterales del golpe en la cabeza de su hermana, no podría empeorar mas, Bar termino dándole un codazo en las costillas, trato de dárselo en las costillas, ID es bastante mas alta, Bar solo mide un metro y treinta centímetros, es decir le llega al nivel de las caderas.

"La paz de este lugar no debe ser perturbada, calma y paz ID" su voz era casi un susurro estrangulado de risa, unas miradas asesinas asaltaron en sus rostros, paz y clama, eso si era una broma.

"Y por esa mierda mi diste tremendo manotón... ten cuidado o pensaran que andas de manos..., WUAAAAAA..." la mira severa del niño la perturvo este niño actuaba como su hermano pero era él, no... Era Bar solo su comportamiento mas severo y reducido, su alrededor clamaba por sus ojos y antención, "QUÉ... ESTA ES LA CUEVA DE ALADINO" No pudo dejar se gritar al ver todas esas riqueza.."RICOSSS SOMOS RICOSSS QUIEN NECESITA IR A LA Uni CON TODO ESTE DINERO FUNDARE MI PROPIA U... ADIOS CLASES DE DEPORTE..." Bar quedo mirando a su hermana mientras esta llena de felicidad comenzó a bailar entre las montañas de monedas de oro, plata, todas sin excepción del tamaño de galletas de avenas que preparaba su nana Misa, Bar alzó una ceja y se encogió de hombros prefirió buscar 'el motivo' y dejar a su hermana ahí, a sabiendas que esto no traería nada bueno.

"Qué puede pasar, que la cueva se convierta en una olla ardiente de lava por culpa de la codisia de mi hermana, no' Idi sabe lo que pasaría si actua de forma indevida,umm" a punto de arrojar un par, miro bien lo que tenia en la mano 'pepitas de oro', eran de tamaños de melones, las tiro aun lado eso no era lo que buscaba, su hermana seguia dando saltitos y nadando en las montañas de modedas de oro y plata, esto le recordo unos dibu antiguo que encontro en la wed un pato rico y codicioso que nadaba en oro, el tio rico, la misma parodía, se fue a unos de los extremos de la circular caverna al punto donde diviso 'el motivo' desde lo alto de la montaña, obviamente desde arriba esto se veía mas pequeño y de mas facíl acceso, solo que ahora todo era el doble del tamaño y los objetos mas pequeños dificultaban el trabajo.

Después de mas de hora y media, una hora mas de lo presupuestado y obviamente ID no era de mucha ayuda Bar encontró 'el motivo' bajó unas frutas extrañas parecidas a los mangos por la forma y tamaño,aparto las frutas de encima del 'motivo' intrudujo su mano en la pequeña abertura donde relucia, tomó 'el motivo' era como lo recordaba, largo y delgado, liviano y suave al tacto, lo alzo suspendido por un extremo, el cuero no tenía ningún daño su color café oscuro opaco como siempre y las instripciones seguían en el mismo lugar uno de los siete artefactos que los ayudarían a salir de aquel lugar, no pudo dejar de pensar que esto tenía un parecido muy, pero muy a un juego de play station, solo esperaba la próxima etapa. Observo de reojo las frutas, algo en su interior le decía que debía tomarlas, las miró de cerca y cayo en cuenta de lo que se trataba, se sonrío así mismo, quizá con esto no necesitarían usar el MASD que les quedaba tomarlas estaba mal, sopeso los pros y los contras y sin mas que mas una sonrisa maligna se dibujo en su rostro, cuanto tiempo les tomaría salir del interior de la montaña y bloquearla para que no hiciera erupción su sonrisa se afianso mas en su cara y en sus megillas unos pequeños ojuelos, buscó en el interior de su chaqueta, en los bolsillos pequeños, entre los múltiples cierres que contenía, esta era la chaqueta que Púber le regalo para Navidad, Púber su uno de los ex-novios de su madre al menos este tenía algo de sentido común y era menos tonto que los otros tres novios de su madre, encontró por fin una bolsa de color marrón toda arrugada, la estiró de un solo golpe recuperando su tamaño original, casi el de tres veces, metió con cuidado las frutas con 'el motivo' aun en su mano contemplo las frutas en el interior de la bolsa y luego su mano con el delgado cordel de cuero, rápidamente lo hizo un ovillo y lo tiró en el interior de la bolsa con las de mas cosas, amarro por le extremo la bolsa y la metió con el mayor de los cuidados en el interior de su mochila, para luego encajarla a su espalda, con el peso de las frutas Bar se ladeo un poco ha la derecha, calculo mentalmente ahora con el peso de la fruta la salida de este lugar, hasta que logro acomodarla y salir a buscar a su hermana.

"Vamos!!!! que ya es tarde, ID, ¿Qué haces?" cuando Idi se había quedado tan callada no se dio cuenta, la observo un instante, su rostro una mascara de concentración y tensión opto por colocarse en cuclillas al igual que su hermana, está observaba el interior de un agujero que estaba en el suelo rocoso, las manos de ID iban de un lado para otro en el suelo , Bar capto la mirada de su hermana, esto no iba bien.

"Tenemos que salir de aquí ahora sin hacer el menor de los ruidos o movimientos, estamos como a unos mil kilómetros de la superficie, con un solo brinco" la voz de ID era casi un susurro, Bar asistió sin quitar los ojos de su hermana en el reflejo de estos podía ver claramente lo que pasaba, las marcas de lava comenzaban a crecer en una subcapa, lo que tomo sin permiso era valioso y serían castigado por eso, solo tenían una oportunidad, y esto lo esperaban, aunque 'el motivo ' les pertenecia ellos lo crearon, en este lugar era de propiedad de la montaña y era un robo, se estaban robando así mismo la montaña despertaría en fueria en cualquier momento "a las tres vale enano," Bar volvió a asistir, retiró sus manos del suelo, con cuidado, el suelo cubierto por riquezas comenzo a temblar, y el agujero a crecer, al mismo tiempo elevaron sus miraron hacia el diminuto orificio que suponía la salida de la montaña, tomaron aire, ID contó con sus dedos, uno,... ya lo habían hecho antes esto no era tan difícil y tenían una idea clara... dos, solo un salto era una suerte que aun contaran con el equipo que Max utilizaba en sus entrenamientos, esto le permitiría salir sin mayores problemas, preparados... el útimo dedo que marcaba la cuenta cayo y tres, de un salto ambos despegaron del suelo y se elevaron a la velocidad del sonido (vale el sonido viaja mas lento que la luz, además estan acostumbrados a viajar a ese tipo de velocidades), tan rápido que solo estaba vez les costo la mitad del tiempo empleado para entrar a los interiores de la montaña, estaban fuera, y a salvo. Sin aliento y la cara roja por el esfuerzo, e Idi se tomaba el costado en señal de dolor, Bar miraba hacia bajo, le habría gustado visitar esas cavernas, era una pena quizá en otra ocasión bueno si aun seguian intacta después de que la lava pasara por ellas, la respiración jadeante de su hermana lo sacó de su letardo y maravillo momento de fantásticas aventuras.

"Nada de esto salia en el mapa... o si? con razón Max fue hacia el otro..." con la respiranción entre cortada, para la próxima iría con Max.

"Tienes mucha practica ¿he?" con una sonrisa burlona, y antes de que pudiera caer bajo las garras de su hermana ya le llevaba una ventaja considerable.

*****

Desde la tierra aquel lugar era placido, la brisa marina golpeaba suavemente su cara, todo esto era como lo recordaba, nada cambio todo igual, los mismo rostros, quizá no las mismas personas, pero la esencia era la misma, caminar por la playa sus pies al tacto de la morena arena, muy poca diferencia entre el colorido castaño de la arena con los bronceados pies de la joven, se descalzo de sus bototos militares y de las calcetas negras, aquel placer se lo dio, de todas formas no apuraba y Antonia estaba segura en la aldea, Idi y Bar no se encontraban muy lejos, ella podía dejar de ser indispensable, pero de pronto esto le resulto vacio, sin vida, sin brillo, algo hacia falta, entorno sus gelidos ojos al mar Egeo, ese mar verde-azulado, sus ojos no resistieron lo que tenía en frente, desvio la vista hacia la arena, una pequeña concha marina a sus pies, 'Antonia' la voz de su mente retomo aquel nombre tan solo para hacerla sufrir mas, todo había cambiado acaso, desde cuando su amistad y sentimientos se rompieron, 'no puedo perdonar, solo soy un ser humano, no soy Dios, Max lo siento pero no puedes pedir que te perdone, debes descubrir en tu alma y sanar desde adentro' la voz de Antonia nuevamente en su cerebro, en su corazón, Antonia no perdono los crimenes cometidos por Max, Max asbe lo que duele todo esto, sabe que Antonia sufre y sabe que ella esta sufriendo también, antes de poder tomar consiencia de sus actos acabo con millares de personas, seres inocentes, seres verdaderos, no ficticcio, seres que rogaban por su vida, todo se volvía a repetir, una y otra vez siempre de la misma forma, siempre... y no habría forma de parar, solo una, solo la que llevaban a cabo, pero esta era tan difícil como tratar de corregir sus antiguas vidas, había que sacar la maldad de raíz y la única forma era llegando al principio de la historia, no le sorprendía que todo esto se remontara a miles de años en el pasado, de todas formas era un ser maligno y debía ser destruido, no quería causar daño a los que amaba, a Antonia, Idi y Bar ellos significaban mucho, eran parte de su pasado presente y futuro, había aprendido a perderlos y a encontralos una y otra vez, y todas con el mismo final, ya no quería volver a pasar por lo mismo, de su tanto reflexionar no se dio ni cuenta cuando llego hasta uno de los extremos de la playa, comenzaba el puerto pesquero, los pequeños barcos de madera duermientes en la oriila de la playa, los hombre alrededor de fogatas costeras asando pescados grande y jugosos, a cada paso de Max el olor era mas latente olor a librertad, las mujeres de coloridas poyeras bajanban a trote a la playa portando enorme canastas de mimbre, sus rostros curtidos por el sol y la brisa marina sus caras llenas de bondad, a cuantos de ellos causo daño, bajanba por la orilla no queria ser vista ni invitada a la animada fiesta amrina , esta era la vida que dejo hacia mucho tiempo atras, faltaba poco, las rocas en punta las que le indicarían la entrada a un cueva secreta, su paso aumento al igual que el ritmo de su corazón, el sonido de las canciones fue acompañado por tambores, no podría pasar por aquel lugar sin llamar la atención, la música le recordo a Antonia, un día en casa de Idi, música mistica, milenaria, serena, suave, salvaje, y los labio de la chica murmurando palabras bellas, y un suave beso, cuanto tiempo de eso, tres, cuatro o cinco años, ya no lo recordaba, solo que desde ese día Antonia paso ha ser el ser mas importante de su existencia, si se podía mas, Antonia siempre ocupo ese lugar especial, pero desde entonces entre ambas brillaba una nueva luz, una esperanza; la música se detuvo los aldeanos rodeaban a la joven, las preguntas, las miradas, los gestos, Max no estaba para el juego de nadie, elevo todo su porte como una coraza amenazadora frente a la gente de mar, los hizo a un lado sin violencia o malos tratos, solo a pocos pasos de hay se encontraba el motivo de su viaje, las rocas en punta y las olas rompiendo en ellas, su capa, bototos y pantalón no serían necesarios, se desprendio rápidamente de ellos, los dejo a un lado de las rocas, su figura tomaba mas porte, la camiseta ajustada, las calza hasta el muslo, su cuerpo era una completa maquina de perfección, la musculatura era formidable, completa y recia, Max se toma muy en serio ser un proyecto secreto del estado, pero mas clavaba en su cabeza tener en su interior a un ser altamente destrutivo, que podía estallar de un momento a otro.

Subío a lo alto de las rocas, desde allí se distinguia un pequeño hueco, la entrada a la cueva,tomo aire, conciente que una venteinta de ojos la observaba, cerro fuertemente los ojos, su pie derecho se dejo manejar hacia delante y con la agilidad de un felino, Max se había lanzado a vacio entre puntiagudas rocas que la atravesarían de par en par.

*****

En tierra firme y a miles de kilometros de los dos escenarios anteriores, dos figuras una a caballo y la otra a pie recorrían su camino de forma amena conversando de esto y lo otro, como siempre lo hacían, habían pasado varios días ya desde el último pueblo, y este camino conducía hacia la capital, Atenas, donde no tenían mas misión que pasar a comprar algunas cosa y pasar a ver a algunos amigos, y visitar el templo de Atenas, ambas figuras se miraron hacia cuanto que todo estaba tan tranquilo y ameno.

"Xena, antes de Atenas hay un pueblo verdad?" pregunto Gabrielle (vale y ustedes a quienes creían que pondría, a Buffy la cazavampiros...) Xena miró de reojo a su compañera, y luego al frente, medito un momento antes de hablar, mas del necesario "Xena?" Gabrielle la quedó mirando "bien, bien, ya entendí, pero solo esta noche quieres, el dolor de mis pies me esta matando y ansío una comida decente, no estoy diciendo que lo que tu cocines esta mal, solo una mesa y platos" sonriendo tierna y corruptamente, Xena la noble y consentidora guerrera no tuvo mas remedio que acceder.

"Quiero llegar a Atenas lo antes posible, Gabrielle, y esta parada en el pueblo no nos ayudará mucho, pero si tu quieres, que mas da..." con un tono de resignación en la voz, pero antes de volver a la discusión que tenía hace un momento sobre las estrellas y vida mas allá del mar, un olor asumagado y asqueroso invadió sus narices, Xena hizo detener a Argos de una sola vez tirando con fuerza, mas de la debida, las correas de la yegua. Gabrielle en guardia no sabia que esperar, el olor entraba por su nariz y de cierta lo reconocía, como cotidiano, alzo su miraba en busca de algún movimiento de Xena, solo la vio hay seria sus ojos en un punto fijo al final del horizonte, Gabrielle dio un paso a adelante un leve crujido la hizo mirar hacia a bajo no pudo evitar dar un grito de sorpresa, una muy horrible sorpresa, con Xena había visto en todos sus viajes cosa terribles, pero esto era impresiónate, era algo negro como carbón, no de árbol, era un hombre que estaba en posición fetal retorcido por quizá la cruenta muerte que tuvo, y no era solo uno, todos donde sus ojos alcanzaban a ver tenia la misma situación.

Xena en cambio seguía la secuencia de tan tétrico panorama, ni en sus peores años de señor de la guerra, pero esto si estaba en sus expectativa, el o los seres que habían hecho esto debían tener una conexión con ella, la forma en que los cuerpo quedaron calcinados la disposición del ataque todo de tres en tres, quizá fueron tres equipos de ataques encargado de acabar un grupo especifico, en forma ordenada, todo estaba en su lugar, desde armas a armaduras, nada se habían llevado.

"Esta cerca el pueblo, allá pueden saber algo, si es que queda algo del pueblo" Gabrielle no se atrevía a dar un paso, pero como estar pisando trigo o maíz, Xena le extendió la mano, sobre Argos llegarían pronto.

El silencio de la guerrera le indicaba que algo no andaba bien, la mente de Xena era inaccesible para cualquier ser, Gabrielle tenía miedo vio en los ojos de Xena ese ya conocido fulgor, esto tenía que ver con ella, y lo mas probable una trampa.

"Xena ¿en qué piensas?" sosteniendo sus manos sobre las caderas enfundadas en cuero de la guerrera, al no obtener una respuesta Gabrielle presiono sus manos con mayor fuerza, no se quedaría con el silencio y a esperar que todo fuera solucionado por la mujer que se hacia la fría y calculadora, no esta vez, sin mucho éxito ella también estaba nerviosa y las fuerzas la habían abandonado.

"Aug, Gabrielle con cuidado" se quejo sin dejar de notar que la mujer que estaba detras de ella no había presenciado nunca en su vida un acto de tanta crueldad.

"¿En qué piensas?" volvió a preguntar sin tomar en cuenta que Xena estaba mas tensa de lo normal.

"Solo que.." hizo una pausa "es una de mis táctica de guerrera" dijo sin con la voz casi ida, imaginado quien podía saber tales técnicas, algún antiguo enemigo o soldados de sus ejércitos, solo los cercanos sabían el movimiento de sus estrategias. "que nunca lleve a cabo" termino la frase, recordando con quienes estuvo cuando ideo esta estrategia.

Gabrielle sopeso la información, esto fue idea de Xena, fue cruel, pero ella no era así, no ahora "Nunca la llevaste a cabo, me alegro, es horrible, toda esta gente debió morir de forma horrible" comento Gabrielle mientras las patas de Argos se hundían en la espesa ceniza. En un gesto de apoyo, Gabrielle hundio su cabeza en los cabellos negros y brillantes de Xena, afianzo mas el abrazo, no quería que la guerrera se sintiera sola, o culpable, pronto descubririan a él o los culpables de tales hechos.

"No eran del pueblo, son extranjeros, soldados, que se dirigían hacia a Atenas" Gabrielle levanto sus ojos miró intensamente la nuca de la guerrera.

"Se dirigían hacia a Atenas, quizá la misma Atenea los extermino" era probable, con tal de defender su ciudad Atenea era capaz de todo, al igual que Artemisa por sus amazonas, pero Atenea estaba enterada de todos los planes de Xena quizá como diosa.

"No Atenea no sería capaz de esto, ella ayudaría a su ejército, esto no es obra de un mortal, pero tampoco de un dios griego" Xena se formulo la misma pregunta que Gabrielle tenía en su cabeza y antes de que la joven pudiera hacerla ella contesto "no se quien pudo hacerlo Gabrielle, no me gustaría saberlo, por que sé que tiene que ver conmigo, sé que estas pensando en Ares, pero él..." en silencio mortal continuaron el resto de su camino Ares, él podría haber tenido algo que ver, sin embargo él seria capaz de algo tan macravo y acabado.

El pueblo no tenía ningún daño, al contrario en los limites de este se veía claramente la línea de tierra que separaba la batalla sin cuartel y el pueblo pacífico, una línea de tierra oscura quemada era el único indicio de que mas allá tuvo cabida una matanza terrible, y la línea clara de tierra viva era la puerta de la vida, Gabrielle se dejo caer de Argos, Xena siguió sus pasos, el pueblo estaba tranquilo sin ninguna perturbación, los habitantes le saludaban al pasar con grandes y amistosas sonrisas.

"Acabamos de ver cuerpos carbonizados en el camino" dijo Gabrielle buscando a Xena con la mirada, el hombre que estaba delante de ella sonrío, era viejo y parecía amistoso.

"Si era un ejercito persa" dijo el hombre con cierto desdén.

"Persa, no estamos en guerra con ellos, ¿por qué venía un ejercito hacia Atenas?" Gabrielle pregunto en voz alta, Xena seguía recorriendo el pueblo mirando los rostros y las actitudes de las personas que lo habitaban.

"Venía a tomar Atenas, y los dioses los han destruido" la voz de una mujer mayor cubierta por arrugas y piel curtida, se acercaba apenas podía caminar, usaba un bastón largo nudoso como de álamo, su vista nublada y de ojos negros cayó sobre Gabrielle "Soy la madre de este pueblo, Vena es mi nombre de madre, ustedes son extranjeras en su tierra, al igual que ellos" señalo hacia un grupo de ancianos, hombre, mujeres y niños, todos acurrucados en un rincón aislado del pueblo, Xena esta cerca de ellos, nota que en las muñecas y tobillos de todos hay marcas de grilletes.

"Esclavos" murmura Xena, se arrodilla frente a una niña, la cual levanta la mirada, Xena espera la reacción de la niña.

"Gracias" musita ella con suavidad, alzando sus manos.

"¿Por qué?" pregunta Xena, en los labios de la niña se dibuja una suave sonrisa.

"Por liberarnos, a todos" la cara de Xena cambia, como es posible ella no ha liberado a nadie, nunca antes ha visto a ninguno de ellos.

"Yo, no he hecho nada de lo que dices pequeña, te equivocas de persona" antes de que Xena se levante la mano de la mujer que estaba al lado de la niña la detiene.

"La diferencia es muy leve, ella era algo mas joven que tu, solo una niña, no mayor a mi hija" indica a una joven que ayuda a los mas lastimado" al igual que sus compañeros, solo unos niños, su valentía y arrojó, nos salvaron la vida y nos dieron la libertad, disculpa a la pequeña, no ha sido su intención molestarte solo se ha confundido." una persona igual a ella, Meg, no ella no sabe ni empuñar una espada, iba pasar a sus otras dobles pero la mano de Gabrielle reclama su atención.

"Se parece a ti quien salvo la vida de estas personas y acabo de esa forma con ese ejército" Gabrielle boca abierta.

"¿Cuántos eran?" pregunto Xena a los que estaban tumbados en el suelo.

"Cuatro, pero solo tres peleaban, una de las chicas estaba dentro del pueblo, hablando sola, como si diera explicaciones a los demás," miro intensamente a Gabrielle, recorre su rostro, su cara" los otros tres eran dos chicas todas de la misma edad y un niño pequeño como ese de ahí" Indicó hacia un niño de no mas de ocho veranos "Acabaron con el ejército en tan solo unos instantes, desde el aire, volando, como pájaros, nunca antes vi cosa semejante, lanzaban rayos como el mismísimo Zeus." mientras hablo no saco la mirada de Gabrielle "Tu" toma la mano de Gabrielle entre la suya nudosa y llenas de cayos "te pareces a la chica que daba las intrucciones, ella es mas joven algo mas delgada y el cabello mas corto, pero son los mismos ojos verdes, es quien a estado cuidando a los heridos y enfermos, hemos sido atacados por ejercitos durantes mas de diez lunas y ellas nos han defendido una y otra vez" Comentaba un hombre como si fuera la mismísima Iliada o guerra de Troya ejecutada por héroes de valentía, Gabrielle quedó tan impresionada que secuestro a aquel hombre para que le relatará una y otra vez la historia le sorprendío que dijera que una de las jovenes tenia cierto parecido con ella, y otra a Xena esto sería obra de dioses extrajeros, serían otros dioses o semidioses los que se habían enfrentado a el ejercito, el aldeano sin mayor preámbulo relato una tres veces la misma historia y siempre terminaba con el mismo final "después, el niño, estiro un mapa sobre aquella mesa, tenían unos espejos brillantes de ellos salían luces y cosas por el estilo, se juntaron mucho y dos de ellos se fueron volando por allá, y la chica mas alta y fuerte la que se parece a Xena, por ese lado, al otro lado mirando hacia el monte Olimpo y en contra la mar Egeo", Xena miró al hombre que había empezado a limpiar unas legumbres, Gabrielle sorprendida, observa a los ex esclavos sonrientes y con admiración aquella historia era su libertad.

"No crees, que algún dios esta involucrado en esto, Xena, me resulta increíble que solo unos niños hallan derrotado a un ejército en tan solo una tarde o menos" decía Gabrielle ayudando a atender a los ex esclavos que estaban heridos mientras Xena buscaba algún indicio del único que pudo causar algo como esto, pero nada ni siquiera el aire llevaba su olor o algo semejante, que podía ser Ares.

De una casa pequeña asomo una cabeza de color lila, Xena miro dos veces mas, como podía ser una cabeza de color lila, era su cabello, luego de forma ágil dejó atrás a la puerta, dando de frente su cuerpo, era como de la altura de Gabrielle quizá algo mas baja, sus ojos iban cubiertos por algo oscuro que no dejaba ver color o actitud de la chica, por los demás rasgos que quedaban al descubierto parecía solo una niña, sus ropas eran también extrañas, un top, si se pudiera decir así, ceñido a su cuerpo moldeando su figura algo escasa e infantil, de un color verde como el de los pinos, en el centro llevaba un escudo de guerra, según la perspectiva de Xena, que simulaba a un gran gato de color naranjo de rayas negras y ojos amarillos, pero este gato no era como ningún otro que Xena hubiese conocido antes sonreía y tenía una expresión de bribón, era un dibujo de colores vivos diferente a cualquier otra cosa, el diseño del top era diferente cubría casi la totalidad hasta la cintura dejando al descubierto el ombligo y en él una graciosa argolla, enmarcando una ceja encaró el rostro de la joven miraba a cualquier lado menos hacia donde estaba ella, se fijo que era sin mangas y los brazos desnudos de la joven se le hacían terriblemente familiares, una vida entera viendo esos brazos y esa piel, sus gestos aunque suaves y desligados eran el producto de su perdida mirada, y la falda larga y de un material azul que similar a los de las tiendas de campañas que usaban, algo toscos y nada recomendados para la vestimenta, de lado pudo apreciar una centena de cordones largos y de cuero negro a todos en zig zag desde la misma cadera hasta la rodilla donde acababa la falda, frunció la frente al notar que la falda estaba confeccionada como si fueran pedazos de telas pegado unos encima de otro, si la vestimenta era extraña el calzado era aun mas, no eran botas ni sandalias sino una especie de zapato cerrado de color rojo intenso y cortes a los lados en forma de huinchas celestes, con cordones de diferentes colores ataban cada extremo, Xena no pudo dejar de pensar que era extranjera o tenía un gusto para la ropa muy raro. La chica en cambio solo dirigió una mirada a Xena de pies a cabeza y sonrío ampliamente al pasar a su lado, sin decir ni media palabra, tenía claro que debía hacer, y no perdería su tiempo en platicas.

"Con cuidado, es una infección" una voz suave y que realmente le terriblemente familiar, la hizo elevar la mirada, frente a ella una chica de aspecto extravagante como una princesa o una loca, pero le gusto, la chica le extendió unas vendas sobre las heridas de niño al que estaba curando "la infección puede derivar en gangrena, hay que limpiarla aislarla y vendarla, cambiar la venda dos veces al día, es probable algo de fiebre por eso debes beber esto" alcanzo al niño uno sobre blanco "dos veces al día una vez en la mañana y otra en la noche, trata que sea siempre al mismo tiempo, cuando la infección halla bajado podré ponerte puntos, y la cicatriz no será tan notoria y podrás hacer tu vida de forma normal sin secuelas" sonriendo, Gabrielle la quedo mirando, al terminar con el niño continua con los demás de forma rápida y eficaz, tratando de calmar el mayor dolor posible de sus pacientes.

"Tu cabello ha cambiado de color" la voz de Vena resonó a sus espalda, la chica, que no es otra que Antonia sonrie al escuchar la voz de esa anciana.

"El lila no me queda acaso" sonrio mas suave y dando la cara a la mujer, se retira los anteojos para mirarla a los ojos "el lila sienta bien con mi rostro, además Max usó el color que me gusta" volvio a sonreir, sus ojos dieron paso al reconocimiento de la joven, Xena no pudo mas que contener ese momento, ella era Gabrielle, con algunos años menos, pero era Gabrielle, su cabello era distinto, pero era Gabrielle. La misma Gabrielle sintio un frío recorrer su cuerpo al estar cerca de la joven. Sus ojos coincidieron solo un momento, y mil imagenes recorrieron el interior de Gabrielle, recuerdos bellos, tristes, felices, amantes, destrutivos, pero de algo que estaba segura, no le pertenecían en absoluto, no había vivido ninguno de ellos, solo tenia los que le pertenecían a ella y Xena, y nada mas, esos que vio en su mente solo eran fantasía y mentira.

Desde la otra entrada que daba hacia el sur, traían sus pasos cinco caminantes todos cubiertos por una leve capa de polvo y sudor en sus frentes.

"Xena, holaa" la cara de Xena cambio al igual que la de Gabrielle, su amigo Joxer las saludaba con las manos enfáticamente, dando golpes a sus compañeros de viajes que pudo notar Xena no estaban muy feliz con su compañía, la perpectiva que de ahora en a delante lo tendrían pegado al cuerpo como una sanguijuela, esto le produjo a Xena un leve cosquilleo en la nuca, suspirando miró a su costado para darse cuenta que Gabrielle tenía la misma expresión en la cara, meneo la cabeza con una sonrisa de picardía, que harían con Joxer, si esté no las dejaba estar a sola, bien tendría que planear algo, mientras tanto solo lo esquivarían, quizá, y sin perder la esperanza que sus actuales compañeros de viajes lo extrañaran tanto como para dejarlo continuar con ellos, solo cuando estuvo a una distancia considerable de los amigos de Joxer, noto para su desagrado que se componía de algunas amazonas y dos hombres que conocía muy bien.

"Hercúles, Iolaus, amigos" la voz de Gabrielle sobre salió a sus pensamientos y reconocio que su compañera había tenido mas tacto que ella para recibir a sus amigos, extendiéndoles un gran abrazo, las amazonas la reverenciaron, a pesar de no ser de la tribu de Ephine, reconocían en Gabrielle a su reina amazona, después de un largo reencuentro los recién llegados, ya instalados en la taberna, fueron informados de todo lo ocurrido, las expresiones sombrías de los presentes.

"Los comentarios de que en otros pueblo había ocurrido cosas similares, de las mismas magnitudes destructivas, y como acá nadie incluso animales habían resultado atacados ni muertos, y los atacantes siempre eran ejércitos con las de mil hombres salidos de la nada, y eran detenidos por unas jóvenes, que frente al ejercito les pedía un pago para pasar y la libertad de sus rehenes, siempre había algo, o no había pago o no quierían soltar a sus esclavos, de una u otra forma las jovenes resolvían el problema, acabando en tan solo aun marca de vela o mucho menos al ejército, buscaban lo que era llamado pago y daban la libertad a los esclavos," la voz de la joven amazona se perdió había muchas cosas que los aldeanos omitieron cuando relataron la historia de lo ocurrido en su aldea, la amazona miró a su reina "y lo mas difícil de creer es lo que dicen, en los pueblos costeros piensan que a llegado el fin de todos los tiempo y que este mundo se acabara por la necesidad de dar paso a otro diferente, otros que los guerreros son enviados de los dioses para proteger a sus bien aventurados seguidores" la joven quedo en silencio.

"Y tu qué piensas" pregunto Gabrielle.

"Yo vi a esas guerreras, en frete mio a mi reina y a la princesa guerrera de tantas leyendas que he escuchado narrar en mi tribu, no tengo duda, pués de tanto meditar y pensar en esto, creo firmemente que son ustedes las que protegen este mundo de tantos peligros" la respuesta cogio con la guardia baja a Xena, y no tan solo a ella, si no a todo el grupo, y a los oyentes de la taberna, como podían decir esto ellas no habían enfrentado ejércitos hacía mucho y mucho menos podían ellas solas vencer a un ejército completo, pero la chica que atendia a los enfermos, heridos y ex esclavos era idéntica a Gabrielle, y lo que decian que ella, Xena, era quien salvaba a las aldeas, por otro lado estaba la táctica que usaban para enfrentarse a los ejércitos, nadie vivio lo suficiente como para sacar a la luz el secreto de las tácticas que planeo en sus mejores años como señor de la guerra, ella misma se encargo que ninguno de ellos viviera lo suficiente para dejarlo plasmado, era acaso posible.

"Te equivocas, nosotras no hemos vencido a ningún ejercito en estas lunas, ni menos hemos estado en la costa, como tu dices, y hace mucho que no pasamos por un aldea amazona, y de hecho hace mucho que no defendemos a una aldea de maleante o bandidos, y creo que ninguna de las dos sabe volar o lanzar rayos como el mismísimo Zeus" termino una Xena exaltada mirando a todos lados, sin darse cuentas se había puesto de pie y apoyado las manos en la mesa, dando también sin darse cuenta varios golpes botando de la mesa las jarras con bebidas.

"Yo te vi, y no puedes negarlo, me salvaste la vida" insistió la joven amazona buscando entre sus ropas algo "y me diste esto". Xena lo reconoció como suyo, pero como si lo perdió hacia mucho tiempo, lo tomo con las manos temblorosas, cosa rara en ella, hacia la luz, era el mismo, no había duda, este medallón era el mismo que recibió como regalo de su madre en un de los solsticios, había sido de su padre y recordaba que se desprendió de él antes de acabar con su vida de señor de la guerra, no había sido antes de eso, mucho antes, lo examino mas de cerca, las mismas marcas que hizo en él para establecer los día en inviernos, y la forma para encontrar uno de sus tesoros en las montañas, cosa que nunca menciono a Gabrielle, hasta ha ella misma lo olvido, solo en caso de emergencia, o decidiera de nuevo ser un señor de la guerra, pero con Gabrielle al lado esa idea era casi imposible, lo sostuvo mas tiempo del debido en sus manos, pero como, lo observo mas de cerca notó unas marcas diferentes en él en uno de los costados como letras , las miro mas de cerca, era una sigma, Alfa, Iota, Beta, todas entrelazada y labradas con una presición exacta, Gabrielle se sentía algo preocupada por su compañera ella no era así, sus ojos de improvisto cobraron esa sombra que en algunas oportunidades vio, solo en la batalla, o con enemigos, esta era acasos la Xena que vivía aun en el alma de su amada Xena.

"Dices que Xena te dio esto, es imposible, ella ha estado todo el tiempo conmigo, y ni siquiera hemos enfrentado a ningún ejército o bandidos, es imposible" la voz de Gabrielle se confundía con su miedo, Xena no estuvo todo el tiempo con ellas, solo unos instantes en la noche la perdio de vista, pero nada de eso paso, ¿o si?

"¿Qué aspecto tenía la mujer que te dio esto?" Pregunto Xena, sin levantar la vista del medallón. Las letras significaban algo la persona que tuvo su medallón tenía algo que ver con ella después de todo.

"Como ya te dije, era igual a ti, solo algo mas joven, los mismo ojos y la misma voz, la fuerza para vencer a todos esos hombres ella sola, tu eras que llevaba acabo el ataque, sin mirar a nadie conduciendo a tu gente," la mirada de la amazona callo sobre la guerrera sus ojos suplicantes, sus manos entrelazadas no tenían ninguna intensión de retractarse, esta era su verdad.

"Es lo que dicen en todas las aldeas, que Xena se a comvertido de nuevo en un señor de la guerra" Hercules, levanta la voz un tono, para sacar de su letardo a Xena, hace caso omiso de lo que dice su amigo, este prefiere cualquier cosa antes que el silencio de la mujer "Xena sé que no te has vuelto un señor de la guerra, pero alguien esta tomando tu lugar" eso era verdad, podía acaso ella tomar con total indiferencia las palabras de Hercules, sabía que era verdad, pero entonces quién estaba tomando su lugar.

El silencio rodeo la mesa y la taberna, los presente escuchaban la conversación, era lo mismo que dijeron aquellos ancianos, el parecido de Gabrielle con una de las jóvenes y la forma en la que calcinaron a los hombres, era su estrategia, quien sería la persona que estaba tomando su lugar, algún antiguo colaborador, que quizá enseño a alguna otra jovencita ha ser como ella, su mente recayó en Ares, quizá él era el responsable.

Gabrielle guardaba un silencio extraño en ella, no era posible lo que pasaba, Xena prometio que no volvería al lado oscuro, buscaba su redención de todo el mal que causo, quien estaba imitando sus técnicas o formas de batallas, la mesa estaba en silencio, todos con sus pensamientos, guardados en sus cabezas, Gabrielle alzó un poco la vista se encontró con el perfil de Xena, cuantas veces lo había contemplado y lo hermoso, seguro, firme, que se veía, el rostro de Xena siempre le dio y daba seguridad, pero ahora estaba algo pálida y su frente ceñida sus ojos claros, cubiertos de sombras, esta Xena no la conocía, aún así era la mujer que le brindo su amor y compañía, la acepto tal cual de la misma forma que ella, notó que una mano de Xena ahora descansaba sobre su pierna, Gabrielle no dudo en tomarla entre la suya, Xena sonrió recobrando su aspecto familiar hermoso, miró sin preámbulos a su amiga, su mirada suave y dulce la reconoció.

"No importa nada siempre estaré contigo Xena" susurro muy bajito para que nadie notará su conversación.

"Piensas en Ares verdad?" la expresión de Xena volvio a ser cauta y reservada, lentamente asistió. "Él no ha sido."

"Tendremos que andar con cuidado" su única respuesta, antes de que uno de los intégrate del grupo diera su opinión.

"Saben, no creo que Xena haya vuelto a ser un señor de la guerra" pronuncio Joxer bastante seguro de lo que hablaba.

"Y por qué crees eso Joxer" la mirada de Gabrielle lo atravesó, y le advirtio con los ojos que cualquier comentario ofencivo respecto a su guerrera seria tomado en cuenta y su lengua correría con la represalía.

"Bueno, en las aldeas de la frontera, se comenta, que los enemigos de Grecia han disminuido, por qué existe una guerrera que arremete como un dios encoleresido si alguien trata de violar la paz y armonia del país, todos tienen miedo de venir a Grecia, hasta los romanos, saben que algo poderoso esta en el territorio, y que no importa donde sea siempre caera su venganza contra los instrusos," miro a sus amigos "ni Xena ni Gabrielle, pueden a aparecerse a su antojo, eso lo hacen los dioses, debe ser cualpa de ellos... no es verd..." lo gritos fueras de la taberna anunciaban la llegada de un nuevo ejército y cortaron la inspiración de Joxer del único comentario que ha tenido en su vida.

Xena fue la primera en salir, y encontrar frente a ella, una multitud de hombres muy armados, con sendas espadas mazos y lanzas, armaduras impenetrables, las personas corrían de un lado para otro víctimas del pánico y miedo, ya que en aquel momento no se encontraban sus salvadoras en el pueblo, pasando a toda prisa, Xena notó que la joven de atuendo extraño aun seguía atendiendo a los heridos sin ni siquiera inmutarse por lo que ocurría a su alrededor, tan solo con la vista sobre sus necesitados.

"Pero como ha llegado este ejército hasta aquí, no vimos nada en el camino" La voz de Iolaus sacó a Xena, este ejército tenía el mismo camino que siguieron Gabrielle y ella hasta este pueblo, como no vieron o sintieron, una ansiedad gobernó el cuerpo de Xena, Ares, él estaba metido en todo esto, quería guerra.

Antes de cualquiera de ellos pudiera reaccionar, la joven de atuendo extraño se levanto y encamino sus pasos hacia donde comenzaba a parecer el ejército, se detuvo en el limite de tierra clara contra la tierra quemada, su cabeza alzada frente a los jinetes, su perfil era algo familiar, penso Xena mientras veía como los hombres alzaban sus espadas, mazos, lanzas, hacia la joven la cual no aprecia preocuparse de ser rebanada en cualquier momento. Un caballo negro se alzo hacia donde la marcha se detenía, un jinete ágil esbelto, envuelto en una armadura plateada tiraba las riendas, mostrando la fácil manera de dominar a su bello corcel, con las patas delanteras falto muy poco para que destrozara la cara de la joven, la cual no hizo ningún gesto por moverse o protegerse, al contrario solo cruzo sus manos por la espalda, en jinete se retiro el casco para contemplar a la joven, era un hombre de rostro tosco, duro y cicatrices largas y marcadas, sonrio ante el ofrecimiento de la joven, como él comprendió que ella se sacrificaría por su pueblo, sin embargo esa no era la idea de la muchacha.

"Si desean pasar deberán pagar un precio, liberar sus rehenes y dejar sus armas" la voz de An, era absolutamente familiar, Xena miró a ambos lados sin entender el porque, solo una persona comprendió.

"Su voz es igual a la de Gabrielle cuando esta enojada o seria" Joxer dio en el clavo, ni siquiera Xena se percato de eso, cuanto tiempo llevaba con Gabrielle, de hay a no reconocer su voz, la misma Gabrielle quedo boquiabierta, de una manera u otra esa chica le resultaba desquiciadamente familiar.

"No me hagas reír pequeña," Los hombres se carcajearon de la actitud de la niña, sin embargo esta ni se movió del lugar, el jefe del ejército desenvaino su espada colocándola solo a palmos de distancia de la chica, esta con su mano, la desvío sin mayor problema. "Y si no quiero pagar, dejar libre a los esclavos ni dejar mis armas, qué harás?" el hombre recogió la mirada, sin poder encontrar los ojos de la joven.

"No podrás entrar en el pueblo, ni ha la ciudad de Atenas," la voz cortante de la joven, no tenía ningún parecido a al de Gabrielle, quizá Xena nunca había visto a Gabrielle lo suficientemente enojada, a Gabrielle sin embargo esto resultaba sumamente extraño, mas veía a la joven mas le recordaba su infancia y juventud. Antonia estaba conciente de las miradaas de todos los aldeanos, y los hombres del ejército, pero también de dos personas en especial, reconocio de inmediato a las forasteras no dudo en hacer el menor de los gestos, llamar su atención con llevaría un montón de explicaciones que no tenia muy claro como darlas sin sonar rebuscada y poco creible, tomo mas atención a hombre montado sobre el caballo con aires se coloso guerrero, otro ejército mas tres en estos dos días, quizá Max tenia razón y no estuvo bien molestarse y reprenderla de esa manera, de todas formas estos hombre no eran total y genéticamente humanos, Antonia entorno los ojos recordando de donde y porqué eran atacadas por ejércitos continuamente, 'ega of empires' tenia la culpa, tomó nota mental de recordarle a Bar que los juegos para pc no son compatibles con los programas para viajar a vidas pasadas y menos cuando estaban tan ocupadas reuniendo 'los motivos' Max seguia jactanciandose que los ejércitos contra los cuales combatian eran sumamente débiles y era juego de niños, recordo como había estallado a Max con su discurso 'son seres humanos, quizá no existan en este mundo, pero tienen vida, estas dispuesta acabar con sus vidas por la diversión' a esto Max no obtuvo rsepuesta solo un leve movimiento de la cabeza y prefirio alejarse a en busca de uno de los motivos, sin mas comentarío, estuvo mal lo que dijo, y esperaba disculparse con ella, ahora mas que nunca debían estar unidas, la salida mas difícil huir, pero nunca habían dado vuelta la cara a un problema, menos ahora.

"Y quien me va a detener, tu, una dulce y hermosa ni-" Su voz fue cortada al recibir un golpe certero en la cara, dejando sin globo ocular derecho la sangre brotando a montones por todas partes maldiciendo, Antonia dio un brinco hacia tras antes de que la sangre la ancalzará, después que el hombre gritará de dolor, mas bien fue un aullido, levanto la cabeza con la mano derecha inscrutada al lado de su cara buscando a su atacante, los hombres buscaban por todas partes, no había nadie lo suficientemente cerca como para hacer aquel daño, Xena seguía con la mirada unos pasos atras Gabrielle casi tan conmocionada como sorprendida, mas de la actitud de la jovén que del daño acusado al guerrero, no se dio ni cuenta cuando atacaron al matón, la sangre manchado su armadura, la silla del caballo, y por último la tierra. "Maldita perra.. lo pag-" otro golpe este mas sertero dejo al hombre tendido en el suelo cubierto de sangre y sin vida, solo el brillo de algo alargado llego hasta sus retinas, Antonia seguia la secuencia. esta era su entrada dio sos pasos hacia el ejército.

"Quién quiere ser el siguiente" la suave voz de An innundo los oídos de los presentes, algunos de los guerreros persas retocedieron unos pasos, la joven se detuvo entre las líneas claras y oscuras, la tierra vida y la tierra muerta, las cenisas comenzaron a volar, los guerreros no habían visto donde estaban parados ni que era lo que pisaban sus pies, "O quieren terminar como todos nuestros enemigos" Antonia indico el suelo que pisaban, algunos dieron gritos de sorpresa, otros, el espanto lleno sus caras, sus pies pasaban sobre cuerpos mutilados, destrosados, hechos cenizas, ninguno estaparía todos ellos morirían este mismo día.

"Has terminado con la introducción," una nueva voz infantil inundo sus oídos, desde lo alto en el aire sostenido sin nada, volando se encontraba un niño, que calzaba con la descripción del aldeano, este pequeño tenía sus manos en las caderas y una sonrisa maliciosa en la boca, Xena penso que nunca antes había visto a un niño con una expresión parecida, ni siquiera a un adulto. Sus ojos se posaron en el pequeño, pero antes de que pudiera ver mejor al niño este desaparecio.

"Dónde diablos que habías metido, Bar, llegas con mas de una hora de retraso, e Idi dónde está" las preguntas cogieron con sorpresa al niño que solo giro para colocarse de cabeza, y con un gesto gracioso se mecía de arriba hacia bajo, a Xena le sorprendio en tono empleado y una palabra que no conocia, qué era 'hora' sonaba como algo relacionado con el tiempo, pero esa palabra no le decía nada, sus ojos fueron a los dos chicos, desde las alturas el niño mantenia su postura graciosa y defenciva, solo que en ella había algo familiar; los aldeanos comenzaron a levantar a los heridos para refugiarlos en las casas colindantes, hombres fuertes rondaban muy alejados de toda la acción, esto a los ojos de Xena le parecio un burla, iban a dejar que dos niños se encargaran de la seguridad de toda la aldea, ella nos se quedaría con los brazos cruzados tomaría cartas en el asunto, todo en ejército, antes pudo sola con uno, por que ahora no, busco con la vista a su compañera, lo sorprendio mirandola, recibio una dulce sonrisa, y su mente comenzo a trabajar mas rápido de lo habitual 'como me gusta esta mujer' acentuando mas su sonrisa.

"Gabrielle, no podemos dejar esto asi," Gabrielle quería hablar pero Xena la callo, con un largo dedo sobre sus labio, este gesto perturbo a la joven y olvido momentaneamente lo que iba a decir "Es un ejercito persa, no son buenos con las espadas y las batallas, se ven débiles y podremos con ellos, además no estamos solas" penso en Hércules, Iolaus, las amazonas, y ... por que no decirlo en Joxer "tenemos a nuestro lado fuertes y hábiles guerreros, salvaremos la villa y la ciudad...

Mientras en el otro extremo, los hombres veian estupefactos como un niño se mantenia suspendido en el aire conversando como si fuera lo mas normal con la joven que los desafiaba a entrar a la aldea.

"No la tengo encima, además a sido su culpa toda esta tardanza," frunció las cejas, Bar no le entraba en la cabeza por qué a él le tocaba cuidar de su hermana, 'si ella la mayor, por qué nos e cuida sola', se cruzó de brazos para esperar la reprimenda de An, mientras los hombres se armaban para empezar a pelear.

"Mira Bar, sabes muy bien que no debes dejar a unos de los tuyos atras, es nuestra ley, y mas si se trata de tu hermana, dime, Idi que habría dejado atras" Bar nego con la cabeza, esto estaba resultando muy tedioso "ves, sabes que somos lo único que tenemos, y debesmo cuidarnos unos a otros, somo un equipo, Bar no lo olvides por favor, se un buen chico" Antonia sabía llegar al centro de este niño, toda la reprimenda fue recibida en silencio con algo de culpa y diversión, Bar tenia la vista baja para acultar sus ojos y también para mirar a su presa armandose y entrando en calor para la batalla, timido, si eso fuera posible, Bar enfoco los ojos hacia An y le regalo una pequeña sonrisa, Antonia correspondío, estab perdonado, quizá no por Idi pero sí por Antonia y eso valía.

"Creo que nuestros amigos no entienden ¿verdad? Bien entonces jugaremos... que tenemos para hoy" colocó sus dedos índices en las sienes, con los ojos cerrados, ya todo lo pasado se fue, y ahora la diversión, matar no estaba bien, pero eso tipos no eran precisamente humanos, eran la invensión de una máquina y de todas formas renacerían nuevamente, eran parte de un video juego, tuvo varias ideas las cuales lo hicieron sonreir de pura maldad, con cual de ellas se qeudaría.

"No juegues, sin Idi, no puede tener acceso a play, se llevó el portátil para poder obtener mayor cobertura" Bar casi se cae con esa noticia, sin un portátil, un puerto de acceso, que le quedaba conto con sus dedos, dos opciones.

"No jueguesss... entonces por qué no lo ocupo... me dejó todo el trabajo... que %.#ARGU@AR€%$... me las paga... bien en ese caso y cambiando los planes," hecho una mirada hacia abajo, tiro de su mochila que llevaba en la espalda "Hay tienes, esta 'el motivo'" arrojo la mochila, la cual cayo en los brazos, el peso actúo con la gravedad.

"Aug, que tienes aquí, piedras..." Antonia se retiro hasta una de las carretas para revisar el contenido, mientras Bar buscaba entre sus bolsillos, desde esa altura no se podía distinguir la vestimenta del niño.

"Si llevo piedras y mi juego de rol," sonriendo, 'vamos Bar piensa... piensa...' voló suavemente hasta colocarse sobre el ejercito persa, "tengo dos oportunidades, pero creo que con una espada no podre hacer nada, um... donde deje mi..." miró hacia donde Antonia, "Sino funciona es sera por qué Dino me engatuso" Bar bajo de una sola vez hacia Antonia, para mirarla con cara de inocente "todavía tienes esas pastillas de nitro y alcohol" sonriedo ampliamente, Antonia asistio, sin entender para que quería esas cosas.

"Solo tengo unas cuantas toallas impregnadas de alcohol isopropílico al 70%" Bar arrugos las cejas, esas toallitas eran muy delgadas, y el alcohol que tenian era poquísimo, miro a su alrededor, hacia unas cuantas jarras con vino de la cosecha de la temporada pasada, para el próximo festival eso serviría Bar que estas pensando, pequeño mono" las palabras de Antonia se quedarón en el aire un momento.

"Le importa si ocupo algo el vino?" pregunto Bar a uno de los ancianos, el cual nego con la cabeza, Bar tomo un cuenco y lo deposito en la parte baja de la jarra poco a poco el cuenco se fue llenando, cuando el cuento estuvo por la mitad, Bar se retiro mas sonriente que antes, pasando por el lado de Xena y Gabrielle, y por el lado de Hércules e Iolaus, y por el lado de las amazonas, pero lo que sorprendio a Bar fue Joxer se detuvo frente a él "Puber?" en tono sorprendido y... alzo una ceja muy graciosamente, el hombre que tenían en frente se parecia a uno de los pretendientes de su madre y antes de poder seguir su camino ya se iba partiendo de risa, si este tipo tenia las mismas señas que Puber quizá fuera tan estúpido como el aludido pretendiente de su madre. Sonrio inocentemente a Antonia, cosa que le trajo muy mala espina, y antes de poder objetar o preguntar, ya le había entregado las pastillas de nitrogliserina, las cuales de forma muy afanosa las comenzaba a moler, "Sabes An, todo esto esta genial, a que no adivinas a quien acabo de ver, no adivinas, vale, te acuerdas del novio de mi madre, Puber, el chico que parecia enfermo de amor, y era terriblemente estúpido," Antonia alzo ambas cejas "la navidad que mamá nos dejo en casa del coronel, por qué nana se enfermo, y llego a la casa del coronel por qué quería contribuir en algo y Cristra lo corrio a patadas y lo dejo enganchado en los pilares del puerto del navegante" Antonia abrío los ojos en parte, hablaba de ese Puber, por supuesto que lo conocía y también la historia, ese pobre hombre casi se muere de hipotermia, después de eso no se vio mas por la casa de Idi y Bar, Cristra (Es hermano de Max, es el mayor, y esta perdidamente enamorado de la madre de Bar) se aseguro e hizo guardia durante varios días, "no me mires así, sabes que Cristra me cae super genial, pero a mi mamá no le gusta, ella tiene gustos muy raros, de todas formas el regalo de Puber fue genial, esta cazadoras no es de lujo," sonriendo, hacia bastante rato que olvido por completo a los guerreros preparados para la batalla, aguardaban mansos como corderos en los limites de las lineas qque dividian el pueblo, na sabían por qué se detenian y no pasaban a acabar con ese lugar, esto no significaba nada solo era un publp y un niño era quien los retaba a batalla.

"Bar, tienes idea de lo que estas haciendo" la voz de Antonia se perdio uno momentes, el chico ya tenia todas las pastillas molidas, también el vino en un costado de la carreta poco a poco vertio las pastillas molidas en el cuenco con vino formando una masa homogenea lista para ser amasada por los agiles y cuidadosos dedos del niño, Antonia se dio cuenta de lo que estaba haciendo y por que Bar estaba tan concentrado, permanecio así, y ahora procedia a tomar unos pequeños sobre y rasgarlos en los extremos, saco del interior un pequeño paño de aspecto muy blanco brillante y sobrenatural, lo extendio sobre un costado de la carreta colocó la masa sobre el paño blanco, con la mirada pegada en los leves movimientos de la carreta, mientras a sus espalda los hombres comenzaban a impacientarse, "Venga chicos, sabes lo que pasa en las noches que hay tormenta, vedad? Ustedes parecen ser chicos muy listos" observo a los hombres temerosos mirar al cielo, pero este estaba claro y sin signo de una repentina tormenta, la sonrisa de la chica era perturbadora "No habrá tormenta, conoces esos ruidos ensordesedores que cada vez que hay una tormenta sacuden los cielos, luces, ruidos, y fuego, han pensado alguna vez que le pasaría a un hombre si unos de esos rayos de atraviesa por su camino" su mirada se confundia con algo mas que locura, Xena vio en aquella mirada algo mas, y no podía ser Gabrielle la que tenia en frente, por ningún motivo. Los guerreros asistieron, conocian los truenos y relámpagos "Eso les pasará a los que intenten cruzar los límites de la ciudad, no necesito truenos o ralámpagos, para ejecutarlos" se dio la vuelta para tomar toda la atención de Bar, él ya había terminado, portaba en sus manos algo sumamente peligroso y destructivo, quizá no igual que las originales pero con un gran poder, el pequeño paquete estaba sobre la mesa, Bar buscaba en el interior de su mochila, un par de lentes que le cubrieron la mayor parte de la cara, solo por protección y para mantener el angulo, su hermana se las pagaría todas, odiaba hacer esto sin un plan de ataque y refuersos, tomó en sus manos el paquete y se elevo en el aire.

Xena seguia la secuencia, era tan raro lo que sucedía, de un momento a otro tomarían las armas, pero luego se detuvo segura que el niño tenía una idea clara de lo que iba hacer, y sin mas que mas se quedo quieta esperando que todo pasará y listo, sintio algo extraño cuando ese niño paso por su lado reconociendo en él algo, un algo que le pertenecia, y tan solo se quedo mirando pasar al niño con un cuenco de vino en las manos, y solo tomarle atención al tonto de Joxer, mantuvo su postura al oír las palabras de la joven, a que se refería con eso de truenos y relampagos, nadie, a no ser que fuese un Dios, poseía la voluntad de los elementos, todo indicaba que estos jovenes no eran comunes ni corriente sino que escondian un secreto y no era precisamente uno muy bueno, ahora el niño se perdía por en el aire, para tomar su sitio sobre la cuadra de guerrero.

"Yo que tu, me cubría bajo techo, van a volar pedazos de cuerpos por todas partes" la voz de la joven a la que llamaban Antonia era suave, como la de Gabrielle cuando relata sus historias, la joven les sonreía, los aldeanos optaron por hacerle caso y fueron a refugiarse en sus casas, Xena y compañía se quedaron para presenciar los hechos.

"Tu no te vas a refugiar?" pregunto un Joxer, fascinado con la joven, ella levanto la vista, sonriendo ampliamente.

"Y perderme el espectáculo, bromeas, además debo vigilar que esto no se salga de control" decía, la curiosidad de Gabrielle pudo mas que cualquier otra cosa, antes de que Xena pudiese detenerle, sus manos se posaron sobre las de la joven, un calor familiar y extraño como tocarse a si misma la invadió, la muchacha también la quedo mirando.

"Hey!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!1 ANTONIAAAAAAAAAAAAA, CUANDO QUIERASSSS..." Xena alzo la vista divertida el niño hizo algunas piruetas "TE VOY ACUSAR CON MAX... ESTAS PEOR QUE ID" Bar daba de nuevo con entierra firme, si en el aire era ágil, en tierra era mucho más, se detuvo frente a Antonia, para alzar una ceja como las de ella, de cerca parecía como cualquier niño, solo que con la diferencia, que nunca había visto a uno tan pelirrojo y de ojos celeste cielo mas claros que los de ella, en ellos vi algo que resulto muy perturvador y familiar al mismo tiempo no lo notó cuando paso por su lado le parecia como cualquier niño sin color de cabello o de ojos ahora que lo tenia nuevamente a un palmo de distancia era diferente tan conocido y desconocido al mismo tiempo, en sus ropas pudo reconocer algo amazona, por el cuero y el tejido a diferencia del chaleco que llevaba puesto era totalmente diferente con endiduras y broches brillantes, y mas cerca Xena se pregunto que sería lo que colgaba se su oído derecho era un pendiente, lo tuvo a casi un palmo de distancia, y sus ojos coincidieron el chico le hizo una mueca. "Vale, estas tías están mejores que las que salen en play boy, oye An, cuando quieras no creo que a nuestros amigos le guste saber el final que van a tener, ni menos que eso no es un juguete... ANTONIA TE ESTOY HABLANDOOOO" grito por fin en el oído de su amiga, la cual le lanzo una mirada asesina sin decir ultrajante, Bar no se dio cuenta que no era a Antonia a quien había gritado sino a otra persona.

"Bar que, como encontrar el adjetivo para calificar esto" Pregunto sentenciosamente, una chica a su lado, Bar se volvío algo desenfrenado, aún sostenía el brazo de una mujer casi del porte de An, solo que su cabello era rubio, como lo había sido hace pocas horas del de An, tenía ojos verdes, iguales a los de An, usaba ropa parecida a las de las amazonas, al igual que An hacia pocas horas atras, y esta mujer era algo que se podía llamar un accidente por confución, solto de inmediato del brazo de la mujer, y se fue instintivamente hacia un costado de An.

"Mierda" dijo escuetamente y con rostro inocente, detras de An, algo avergonzado y cohivido.

"Claro lo que tu digas, pero en casa nunca te enseñaron a no gritarle a las personas y menos en el oído sabes puedes provocar sordera parcial o completa" menciono con su aspecto serio reprobatorio y que solo usaba con Max. Bar no despego la vista de las mujeres que tenia en frente, ellas eran grandes, adultas, copías de sus amigas, de Max y Antonia, ellas eran el motivo de sus viajes, Bar solo sonrio, a la mujer alta y fuerte, ella era Max, o mejor dicho Max había sido ella en la antiguedad, y la otra era tan sobría y cristalina, como lo era Antonia, con los mismos patrones de conducta, Bar sabía quienes eran las dos mujeres que tenía al frente y una de ellas merecia su respeto y algo de su cariño, solo que no tenia la mas mínima idea como expresarlo, como fuera era una total desconcida para él.

"Vale... es que se te parece esta tía, y no mensionaste que cambiarias el color de tu cabello, te queda bien, el lila te sienta, te gusta el mio, ahora soy pelirrojo creo que soy el chico fuego..." la voz del chico se hizo humo cuando un ruido sordo los dejo cubiertos de barros, sedimentos, Bar solo sonría como un chico bueno. Bar la quedo mirando un instante, la diferencia entre su amiga la chica mas linda de todo el mundo, contra la chica que se aferraba el oído derecho.

"Bar, estuviste bastante rato aquí preparando esa cosa y no te diste cuenta del cambio, eres muy atento" bastante molesta, por el barro que tenia por todo el cuerpo y su cabello ahora no era lila sino color tierra y mugre.


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