Amor ardiente

Autora: Eugenia

Tras una dura batalla Xena y Gabrielle acampaban en el bosque, ambas estaban cansadas, pero eso no les quitó el buen humor.

X: Dura batalla la de hoy eh.
G: Si... aunque las hemos tenido peores.
X: Es verdad, dijo Xena riendo.

Gabrielle le dedica una sonrisa a la guerrera que enseguida se la devuelve con cariño. Gabrielle ya estaba bajo las gruesas pieles, Xena estaba mirando las estrellas pensando en sus sentimientos por Gabrielle... Xena pensaba.

X: Gabrielle...si supieras lo que realmente siento te sorprenderías, vivir con este sentimiento tan profundo. Tan escondido. Causa demasiado dolor, no quiero perderte, sé que si te lo dijera te alejarías de mí por que tu no sientes lo mismo, Gabrielle no sé si podré esconderlo mucho tiempo más.

Xena era incapaz de dormir, Gabrielle que notó su inquietud se dio la vuelta para ver a la guerrera.

G: Xena... no puedes dormir?
X: No... la verdad es que no tengo mucho sueño, solamente estoy cansada.

El rostro de Xena estaba nublado, Gabrielle lo notó y no pudo evitar preocuparse por su querida amiga. Saliendo de sus pieles Gabrielle se metió bajo las mantas de Xena apoyando su cabeza en el pecho de Xena y abrazando a la guerrera por la cintura. Xena la envolvió con sus brazos quedando las dos dormidas en un profundo sueño.
A la mañana siguiente ambas mujeres emprendieron camino a la aldea de Gabrielle la cual hacia tiempo que no visitaban. Una vez llegaron Gabrielle fue a abrazar a su hermana Lila, la guerrera no era bienvenida en la casa de Gabrielle pero aún así estuvo con Gabrielle en todo momento.

L: Gabrielle tenemos una sorpresa para ti.
G: De verdad? Preguntaba la rubia emocionada...
L: Si, mira allí.

Gabrielle solo veía una sombras. Se fue acercando poco a poco hasta que vió el rostro de Perdicas... Gabrielle no daba credito a lo que veía, unas lágrimas recorrieron sus mejillas, en ese mismo instante a Xena se le cayó el mundo encima... era Perdicas el esposo de Gabrielle que fue asesinado por Calixto hace unos años. Xena pensaba pero como puede estar vivo?. Perdicas fué a abrazar a Gabrielle la cual le devolvió el abrazo.

G: Perdicas!! Pero. ¿Cómo es posible?
P: Tranquila amor mío ya habrá tiempo de explicarlo.
X: Hola Perdicas. dijo Xena con rostro pálido.
P: Hola Xena... gracias por cuidar de Gabrielle todo este tiempo... ahora es mi turno y esta vez será para siempre.

Perdicas estrechó a Gabrielle entre sus brazos, Lila tenia una amplia sonrisa al ver a su hermana con Perdicas, por otro lado Xena prefería morirse antes de ver a Gabrielle con Perdicas, con un tono frió dijo...

X: Me voy a dar una vuelta por la ciudad ya nos veremos.

Gabrielle con una mirada triste le dijo.

G: Vale xena. Nos vemos mas tarde.

Xena salió lo más rápido posible, ahogada en lágrimas montó a Argo y galopaba a gran velocidad sin rumbo.

Perdicas le dijo a Gabrielle que necesitaba hablar con ella, la llevó a la habitación para hablar a solas.

P: Gabrielle... sé que todo esto te a sorprendido mucho, pero no quiero perder ni un minuto mas... Quiero que nos volvamos a casar después ya te lo explicare todo. Qué me dices mi amor?
G: Perdicas yo. Necesito tiempo para pensarlo, desde que te fuiste han pasado muchas cosas, yo ya no soy la misma de antes y no quiero separarme de Xena.
P: Está bien Gabrielle... te daré tiempo pero espero que la respuesta sea sí.

Con esto Perdicas salió hacer unas cosas que tenia pendientes. Gabrielle estaba en su cuarto pensando en la proposición de Perdicas.

G: Casarme con Perdicas. Eso implica tener que dejar a Xena y no quiero hacerlo, ella a estado siempre a mi lado, es mi mejor amiga, mi familia y a decir verdad es lo más importante de mi vida. La amo, pero sé que ella no me ama de la misma manera. Así que será mejor que acepte la propuesta de Perdicas.

Xena después de una larga tarde de dolor y llantos se dirigía a casa de Gabrielle, una vez llegó vio a Perdicas y a Gabrielle hablando, la guerrera se quedó tras la puerta. escuchando.

P: Lo has pensado ya mi amor?
G: Si, yo... me casaré contigo.

Tras oír esto Xena sintió que el corazón se le rompía en mil pedazos, vio como Perdicas daba un tierno beso a Gabrielle en los labios, Xena no pudo soportarlo y salió corriendo chocando con Lila que se disponía a entrar en la casa. Lila se la quedo mirando y vió un rostro abatido, lleno de lágrimas y sobre todo de mucho dolor, se sorprendió al ver a la guerrera con esa expresión. Lila entra en la casa saludando a Perdicas y a Gabrielle.

L: Gabrielle podría hablar un momento a solas contigo?
G: Claro, si me disculpas un momento Perdicas.
P: Tranquila yo iré un rato a la posada luego nos vemos. Perdicas le dió un beso a Gabrielle en la frente y salió de la casa.
G: Dime Lila... de qué quieres hablarme?
L: Oye tu sabes qué le pasa a Xena?
G: A Xena? Dijo Gabrielle muy sorprendida.
L: Si, antes de entrar la vi salir corriendo de aquí, me pareció verla llorar, parece que lo esta pasando mal por algo... se la veía muy afectada.

Gabrielle pensando. ¡¡Por los dioses!! Xena habrá oído la respuesta que le di a Perdicas. Rodaron unas lágrimas por las mejillas de Gabrielle.

G: Lila sabes dónde fue? Tengo que encontrarla
L: No Gabrielle, salió muy deprisa .

Gabrielle salió a toda prisa a ver si encontraba a Xena por algún lado, tenia que explicarle lo que pasaba. Gabrielle fue a un lago que se encontraba fuera de la ciudad, allí encontró a Xena sentada en una piedra. Se acercó hasta donde estaba ella.

G: Xena. Qué haces aquí? te estaba buscando.
X: Me apetecía dar una vuelta. Perdona.

Gabrielle vió que Xena ni si quiera la miraba.

G: Xena tengo que hablar contigo... Perdicas me ha hecho una propuesta y...
Sin dejarla terminar Xena dijo.
X: Si ya lo sé Gabrielle... os vais a casar, espero que seáis muy felices.
Xena no pudo evitar derramar unas lágrimas.
Gabrielle veía en el rostro de Xena todo el dolor que sentía.
G: Xena yo...

Sin dejarla acabar Xena se lanza sobre Gabrielle y le dio una beso lleno de ternura pero a su vez muy pasional. Gabrielle le devolvió el beso dejando que sus lenguas explorasen sus bocas. La pequeña bardo agarró a la guerrera por la cintura apretando su cuerpo contra el suyo.
En ese instante apareció Lila entre unos arbustos, con la mirada fija en su hermana y en la guerrera vió como las dos se daban un beso pasional y como su hermana se fundía con la guerrera en un fuerte abrazos separándose lo mínimo para coger aire

Xena le dijo...
X- Me amas?
G- Después de este beso aún lo dudas?
X- Entonces por qué te casas con Perdicas?
G- Le dije que si, por que pensé que tu no me amabas, como yo a ti.
X- Oh gabrielle te amo desde el primer momento que te vi, quédate conmigo por favor.
G- Xena, claro que me quedo conmigo, eres lo que más amo. Te deseo tanto.

Tras estas palabras se dieron un largo beso. Era un beso tierno, pasional, lleno de amor. Lila quien se queda con los ojos como platos se enteró de los verdaderos sentimientos de su hermana.

Entre pequeños besos pero a la vez mojados se decían...
X- Te amo... eres lo mejor de mi vida Gabrielle, por favor no me dejes... te amo
G- Xena hazme tuya aquí mismo... te necesito, te amo más que a nadie en este mundo.
Gabrielle se apretaba más contra Xena y allí empezó la exploración de los cuerpos, entre besos y caricias comenzaron a quitarse la ropa, ambas desnudas comenzaron a darse placer mutuo, Xena recorría el cuerpo de Gabrielle con su boca... de arriba abajo, se oían los gemidos de la pequeña bardo que con esos ojos verdes esmeralda no podía dejar de mirar a su guerrera, Xena lo hacia más intenso al ver la felicidad y el placer que sentía su bardo, una vez que Gabrielle se liberó, Xena le dió un suave beso en los labios. Ahora le tocaba a Gabrielle, se puso encima de Xena y la besó por todo el cuerpo... ahora la que gemía era la guerrera, hicieron el amor repetidas veces. Las dos quedaron en éxtasis. Gabrielle estaba apoyada en el pecho de Xena... casi sin aliento dijo...
G- Gracias Xena. Me has hecho la persona más feliz del mundo.
X- Te amo, mi amor.

Las dos se volvieron a besar. Lila que lo habia presenciado todo era incapaz de reaccionar.

Cuando las dos mujeres se quedaron dormidas por el cansancio, Lila decidió salir de allí lo más rápido posible. Al anochecer Lila ya estaba preparando la cena, al rato entraron Xena y Gabrielle.

G- Lila ya estamos aquí.
L- Vale. Dijo en un tono frio.

Lila miraba con cara de desprecio a Xena, Xena prefirió apartar la vista antes de tirarle una de sus miradas asesinas. Gabrielle notó la mirada de Lila... no le gustó como miraba a su guerrera y quería saber el motivo de esas miradas.

G- Lila podemos hablar un momento?
L- Claro.
G- Ahora vengo Xena. Le dijo sonriendo.

Xena afirmó con la cabeza devolviéndole la sonrisa.
Lila y Gabrielle se metieron en una habitación.

G- Lila se puede saber qué te pasa? Me fijado en la manera que miras a Xena.
L- Vaya tanto te molesta que mire a TU Xena?
G- Qué quieres decir Lila?
L- Si Gabrielle, ya os vi en el bosque... ahora entiendo por que ya no quieres a Perdicas.
G- Me alegro que lo entiendas.
L- Será mejor que te alejes de Xena... ella no te conviene.
G- Qué? Dijo Gabrielle muy sorprendida.
L- Que bajes y le digas que ya no viajaras más con ella.
G- Jamás haré eso Lila, Xena es mi alma gemela es la persona que más amo... y no la dejaré por nada en el mundo.
L- Ni siquiera por mí?
G- Lo siento Lila... ni por ti podría hacerlo, entiéndeme, Xena me lo da todo, me dá su apoyo diario, su amor, su protección... la amo como jamás he amado a nadie Lila.
L- Está bien Gabrielle... si es lo que tu quieres.
G- Sí, gracias. Gabrielle abrazó a su hermana.
G- Lila voy a darme un baño, puedes decirle a Xena que ahora bajo?
L- Claro.

Lila bajó encontrándose con Xena.
L- Xena mi hermana me ha dicho que será mejor que te vayas... ya no puede no seguir contigo, ella y Perdicas se casarán mañana.
Xena no podía creer lo que acababa de oír, unas lágrimas saltaron de sus ojos sin darse cuenta.
X- Eso no es verdad, Gabrielle jamás me dejaría.
L- Pues es lo que me ha dicho, también dijo que no te molestaras en visitarla.

Gabrielle que en ese momento bajaba por las escaleras se quedó escondida para escuchar la conversación.
X- Si eso que me dices es verdad... dile a Gabrielle que baje y me lo diga ella.
L- Mi hermana no tiene por que bajar, yo te he dicho lo que ella me dijo, así que aléjate de su vida y para siempre.

Gabrielle con el rostro lleno de furia bajo las escaleras y le dijo a su hermana...
G- Cuándo he dicho yo eso Lila? Es increíble... pensé que podía confiar en tí.
L- Solo quiero que no cometas el error de tu vida.
X- Estar conmigo es un error?
L- Si, lo peor que le podía haber pasado a Gabrielle fue que tú te cruzaras en su vida.
G- CALLATE! Xena es lo mejor que me podía haber pasado, ella me lo ha dado todo, me lo a enseñado todo, no te atrevas a decir que es lo peor por que mis días más felices han sido los que he pasado junto a Xena.

Diciendo esto Gabrielle se pone delante de Xena, Xena la coje de los hombros y la echa hacia atrás apoyándola en su pecho para así darle un estrecho abrazo. En el silencio de la discusión se abre la puerta y ven entrar a Perdicas con los padres de Gabrielle. Se quedaron extrañados viendo a su hija entre los brazos de la poderosa princesa guerrera.

H- Gabrielle hija, pasa algo?
L- Madre! Gabrielle esta liada con la princesa guerrera.
G- LILA!!!!
H- QUE?! Es eso verdad?
G- Si, Xena y yo nos amamos.

El padre de Gabrielle se puso delante de ella con cara de estar realmente enfadado.
P- ESO NO LO VOY A PERMITIR!
G- Pues tendrás que hacerlo padre, por que no dejaré a Xena por nada en el mundo.

Gabrielle abrazó a la guerrera con fuerza y le dió un pasional beso en los labios, la guerrera le correspondió estrechándola en sus brazos y fundiendo sus bocas en una. El padre de Gabrielle cogió un hacha con la intención de atacar a Xena, ante las intenciones de su padre Gabrielle se puso delante y dijo...

G- Tendrás que matarme a mí también.
P- APARTATE!!
G- NO! Padre amo a Xena, no te das cuenta de que sin ella no puedo vivir?
P- Tu deber es estar con Perdicas.
G- Mi deber es estar con la persona que ame y que me haga feliz!

De repente en medio de la discusión se abrió la puerta dando paso a unos soldados con ballestas, ambos apuntaban a Gabrielle que era la que más cerca de la puerta estaba, los soldados dispararon.
P- Gabriel!!!!!
H- APARTATE!!!
L- NOOO!!
Xena no tenia ninguna de sus armas así que lo único que pudo hacer fue ponerse delante de Gabrielle para que las flechas le dieran a ella.

G- XENA NOOO!!!

Ambas flechas alcanzaron a Xena, una en el pecho y otra en la pierna, los hombres iban a recargar las ballestas para volver a disparar. Xena se sacó las flechas y continuó protegiendo a Gabrielle quien intentaba ponerse delante de ella pero Xena no se lo permitió. Herodoto y Hecuba observaron como la guerrera protegía a su hija con la vida.

X- Perdicas!! Llévatelos de aquí!
Perdicas obedeció a Xena y sacó a Lila y a sus padres de allí poniéndolos en lugar seguro. Los soldados se disponían a disparar de nuevo, ahora eran dos hombres más, Xena se dió la vuelta para mirar a Gabrielle, Xena la miró a los ojos y le dijo en un susurro...
X- Debes salir de aquí, VETE!!
G- NO XENA! No te dejare jamás.
Xena abrazó a Gabrielle de forma que ninguna flecha pudiera alcanzarla, y la susurro al oído...
X- Te amo más que a nada en esta vida. Sé fuerte Gabrielle... vaya donde vaya siempre estaré contigo.
Tras estas palabras los hombres dispararon alcanzándola en la espalda, Gabrielle gritó con su alma desgarrada.
G- XENAA!!!!!!! NOOOOO!!!!
Xena cayó desplomada en los brazos de Gabrielle, quien lloraba amargamente pidiendo ayuda. Los soldados salieron de allí entonces los padres de Gabrielle salieron al ver como estaba su hija. Nada más llegar a la habitación vieron a la guerrera desangrándose y a Gabrielle abrazándola desesperadamente.
G- Xena no me dejes!! Por favor Xenaaa!!!
Al ver como estaba su hija los padres entendieron el amor que sentía por la guerrera, a Xena aún le quedaba un último aliento que lo utilizó para decirla que la amaba y para darle un tierno y profundo beso, Xena quería morir sintiendo los labios de Gabrielle por ultima vez.
En el olimpo Atenea observaba a su elegida como sufría por su amor perdido y decidió darle una oportunidad a Xena para devolverle la vida. Atenea apareció en casa de Gabrielle y poniendo su mano sobre las heridas de la guerrera que poco a poco iban desapareciendo.
El corazón de Xena volvió a latir, Gabrielle miró a Atenea y le dijo...
G- Por qué?
A- Por que tú eres mi elegida, y por que un amor tan grande y puro no se debe romper jamás, le echó una sonrisa y desapareció. Xena fue abriendo los ojos poco a poco y vio esos ojos verdes que la ahogaban de felicidad y acariciándola la cara le dijo...
X- Siempre estaré contigo.
G- Siempre mi amor. Gabrielle la besó apasionadamente. Los padres viendo la escenas sonrieron permitiendo que su hija y la guerrera estuvieran juntas. La guerrera se levantó del suelo con la ayuda de su bardo, se dieron un fuerte abrazo. El padre de Gabrielle se puso delante y dijo...
H- Tal vez antes me precipité. He podido comprobar que amas a mi hija más que a tu vida propia, por favor acepta mis disculpas.
X- Tranquilo, las acepto. Ambos sonrieron.
P- Bueno... supongo que ya no hay boda.
G- Perdicas yo... lo siento.
P- Tranquila lo entiendo, si tu eres feliz yo seré feliz.
G- Gracias, los dos se dan un abrazo.
P- Bueno y ahora que vais hacer?
G- Xena qué te parece si pasamos aquí la noche y partimos mañana?
X- Me parece una excelente idea. Xena estrecha a Gabrielle entre sus brazos.
H- Lila hija vamos a preparar la cena.
L- Si madre.

Hecuba y Lila se fueron a preparar la cena. Xena se sentó en el suelo al lado de la chimenea y Gabrielle se sentó entre sus piernas apoyando la espalda en el pecho de la guerrera para sentirse protegida y sobretodo amada entre los fuertes brazos de la guerrera. Herodoto miraba atentamente a las dos mujeres, veía el rostro de su hija. Era un rostro de felicidad, tranquilidad, seguridad y sobretodo un rostro lleno de amor. Aún con el padre mirando Gabrielle se giró y le dio un suave y profundo beso a la guerrera. Herodoto se quedó sorprendido al ver como su hija amaba a esa guerrera que tan solo hace unos años era la destructora de naciones. Lila salió a avisar para decir que la cena iba a tardar un rato.
Xena y Gabrielle decidieron subir a la habitación hasta que la cena estuviera echa. Una vez en la habitación ambas se tumbaron en la cama, Gabrielle encima de Xena.
G- Dioses...
X- Qué pasa?
G- Xena casi te pierdo.
X- Pero no me perdiste Gabrielle, no pienses más en eso.
G- Xena yo...
Sin dejarla acabar Xena le da un tierno beso en los labios que poco a poco se fue haciendo más intenso, en ese momento entró Lila, pero la guerrera y la bardo estaba tan centradas en su amor que no la oyeron entrar. Lila se queda mirando como su hermana se fundía con la guerrera en un beso lleno de amor, sintiéndolo mucho Lila tuvo que interrumpirlas...

L- Ejem... siento interrumpir... la cena ya esta lista.
X.G- ya vamos. Ambas sonrieron.

Xena y Gabrielle bajaron agarradas de la mano a cenar, la familia que ya estaba sentada les sonrieron y las invitaron a sentarse. Después de una apacible cena y una agradable charla cada uno se fue a su habitación. La guerrera y la barda estaban agotadas así que decidieron dormir en un estrecho abrazo.
A la mañana siguiente ambas mujeres partieron despidiéndose de la familia. Ambas caminaron durante todo el dia entre risas y besos apasionados. Al caer la noche ambas mujeres se prepararon para dormir. La pequeña bardo no tenia sueño así que decidió empezar un pequeño juego de seducción a su guerrera.
G- Xena voy al lado a darme un baño. Le dijo con mirada picara.
X- Vale no tardes.

Gabrielle se fué andando de una manera seductora, mientras miraba los ojos azules de su guerrera. Xena se mordió el labio inferior y se hizo la dura tumbándose de nuevo. Gabrielle sabia que no aguantaría mucho así que se fue al lago, una vez se quitó la ropa y se adentro en las frías aguas. Xena vió que Gabrielle estaba tardando demasiado y decidió salir a buscarla, sin que la viera Xena se quedó escondida viendo como su pequeña bardo temblada dentro del agua. Xena decidió entrar en el agua de una manera que la bardo no se diera cuenta... pero Gabrielle oyó algo.
G- Quién anda ahí?... Xena eres tu?
No tuvo respuesta, Gabrielle se estaba empezando a asustar. Gabrielle casi no se podía mover del frió que tenia, el agua estaba helada. Xena al meterse en el agua se dio cuenta de que estaba demasiado fría y de que si se estaba mucho tiempo dentro de ella podría sufrir grandes consecuencias. Xena se acercó rápidamente a Gabrielle.
X- Gabrielle vamos salgamos del agua.
G- Xena eras tu... me asustastes.
X- Perdona, vamos.
G- Xena no puedo moverme. Dijo Gabrielle mientras tiritaba. Xena cogió a Gabrielle en brazos y la sacó del agua rápidamente.
G- Xe... na tengo mu... mucho frió.
X- Tranquila pequeña... enseguida haré que entres en calor.
Xena la llevó hasta las mantas, vió que el cuerpo de Gabrielle estaba congelado y decidió quitarse la poca ropa que llevaba para ponerse encima de ella y darle calor corporal. Xena se tumbó encima de Gabrielle desnuda echándose las pieles encima.
X- Tranquila mi pequeña bardo, enseguida entrarás en calor. Xena besó la frente de Gabrielle.
G- Te... amo.
X- Y yo a ti.

Gabrielle consiguió levantar un poco la cabeza para llegar hasta los labios de Xena, la guerrera se acercó a Gabrielle dándola un beso muy intenso... casi sin aliento Xena agarró a Gabrielle entre sus brazos dándole todo el calor que podía, a su vez lanzó un tronco para que el fuego ardiera con más intensidad. Al cabo de un rato Xena siente como alguien recorre todo su cuerpo. Poco a poco fue abriendo los ojos y se encontró con una pequeña rubia encima de ella acariciándola tiernamente.
X- Vaya... ya veo que has entrado en calor.
G- ¿Cómo no iba a entrar en calor estando en unos fuertes brazos de una atractiva guerrera?
X- Creo que la que necesita calor ahora soy yo. Dijo Xena con una mirada pícara y arqueando una ceja.
G- Yo... beso...te...beso...haré...beso...entrar...beso en....beso...calor.
X- Espero que estés preparada por que necesitaré calor durante toda la noche. Dijo Xena en tono gracioso.
G- Esta noches arderás de pasión mi querida guerrera.
Gabrielle se abalanzó sobre Xena devorando su boca pasionalmente. Las dos guerreras se bañaron bajo la luz de la luna demostrando todo su amor, los únicos testigos de un amor tan puro serian las estrellas.


Fin


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