Disclaimers: Los personajes de Xena y Gabrielle al igual que los animales como Argo o Pérdicas, pertenecen al señor Robert Tapert, dueño de la compañía productora Renaissance Pictures, la cual vendió la serie Xena Warrior Princess a Universal Studios, compañía dueña del canal USA.

Esta historia es mía, solo mía y nada más que mía y es publicada en exclusiva en El Mundo del Subtexto, así que nadie puede tomarla sin pedirme permiso y publicarla en ninguna otra web. No pretendo obtener ganancias con la publicación de este Fan Fiction, solo entretener a los visitantes de éste sitio.

Necesito recibir retroalimentación, solo así podré crecer como bardo, me gustaría que me dieran sus comentarios a: lijaneth22@hotmail.com


SOLO TE AMO A TI

Autora: Janeth Lizarraga

Era una mañana cálida en un hermoso bosque, cerca de Trípoli, Xena y Gabrielle aun dormían, estaban exhaustas puesto que la noche anterior habían tenido una intensa batalla con sagreus.
Gabrielle había sido herida en un muslo con una flecha. Por supuesto Xena le curo la herida de inmediato.
Cuando Xena despertó lo primero que hizo fue revisar la herida de su joven amiga, al ver que Gabrielle dormía placidamente no la quiso despertar, así que con mucho cuidado levanto su falda un poco, para ver la herida, pero no pudo evitar voltear para mirar otra parte del cuerpo de la bardo. Gabrielle usaba una ropa interior no muy provocativa pero aun así Xena contuvo la respiración y se dijo así misma oh.. Gabrielle eres tan hermosa quisiera..... esa ultima palabra la dijo en voz alta sin darse cuenta y Gabrielle pudo escucharla.

G. ¡HOLA! Xena.
X. Gabrielle.. que bueno que ya despertaste te estoy revisando la herida.
G. Si ya veo.
G. Te escuche decir que querías algo ¿ qué es?
X. Mmm... yo... eh quiero... comer, si eso es, me muero de hambre.
G. si yo también tengo mucha hambre.
X. cuando termine de vendarte la pierna iré a pescar algo.
G. Me parece bien.

Dos marcas de vela después, ya habían terminado de comer e iban en camino hacia Trípoli. Gabrielle montaba a Argos y Xena caminaba delante de ella sosteniendo las riendas de la hermosa yegua.
Llegaron a una taberna, Xena se disponía a bajar a Gabrielle de la yegua cuando de repente llego Perdicas.

P. ¡Hola! Chicas, ¿Cómo están?
X. Perdicas ¡ Que gusto! Pero, ¿ Qué haces aquí?
p. Me dijeron en anfipolis que se dirigían para acá y quise alcanzarlas, tengo algo que decirle a Gabrielle.
G. ¿ A mí?, ¿Qué cosa?
P. Gabrielle, pero ¿Qué te paso en la pierna?
G. Nada, es solo una pequeña herida.
P. Pequeña, Gabrielle es una gran herida..
X. Ayer tuvimos una batalla con Sagreus y fue herida por uno de sus hombres.
Xena sujeto a Gabrielle de la cintura para ayudarla a baja, pero en eso Perdicas la detuvo y le pidió que lo dejara bajarla a el. Perdicas la tomo de la cintura y la bajo sin problema alguno, se quedo con Gabrielle en brazos hasta que Xena dijo.

X. Bueno, creo que iré al establo a atar a Argos.

Gabrielle se soltó de perdicas y le dijo a Xena, te acompaño.

P. No espera, quiero hablar contigo.
X. Esta bien Gabrielle, nos vemos dentro de un reto en la taberna.
G. Ok.
P. Ven vamos a la cabaña de mi tío ahí platicaremos mas a gusto.

Xena estaba en el establo cepillando a Argos, se sentía molesta por la aparición de Perdicas, ya que sabia lo que él sentía por Gabrielle y también sabia que su joven amiga no era tan indiferente a ese sentimiento.
No le gustaba pensar en lo que seria su vida sin su Bardo a la que tanto amaba, aunque Gabrielle no lo supiera.
Siempre que Perdicas estaba cerca, Xena no podía evitar sentir temor de perder para siempre a Gabrielle. Sin darse cuenta una lagrima bajo por su mejilla, dejo de cepillar a la yegua y se dirigió a la taberna.

Vio con agrado al llegar ahí, que se encontraba Sukimi, era mas que una vieja amiga del pasado, y se dio cuenta que seguía igual de hermosa que cuando la conoció, era una chica alta de cabello rizado color rojo, su cuerpo era muy atlético y su rostro muy bello.
Cuando Sukimi vio a Xena se dirigió a ella y le dio un fuerte abrazo, Xena se sorprendió de aquel recibimiento, pero no le molesto. Se sentaron cerca de la barra y pidieron un par de bebidas mientras platicaban de lo que había sido de sus vidas.

Mientras tanto en la cabaña de Polonio, el tío de Perdicas, se encontraba Gabrielle y él platicando.

P. Gabrielle, hace tiempo que quiero decirte algo......
G. Si, dime...
P. Sé que la primera vez que te lo propuse, no estabas lista ni yo tampoco para dar ese gran paso.
G.¿De qué hablas?
Perdicas tomo la mano de Gabrielle y le dijo:
P. Gabrielle.. ¿ Te casarías conmigo?, Te prometo que te haré muy feliz, te mereces una vida mejor y yo puedo dártela.
G. ¿A que te refieres con mejor?, Lo dices por Xena.
P. No. Me refiero a que mereces una vida tranquila, sin tantas batallas, mira la herida que tienes ahora.
G. No es nada.
P. ¿Nada?, es una herida profunda.
G. Si pero ya estoy bien, Xena me curo.
P.¿Y que pasara cuando Xena no pueda hacerlo?
P. Gabrielle.. Sé que quieres mucho a Xena y que te preocupa dejarla, pero ella se sabrá cuidar, además esta acostumbrada a estar sola.
P. ¿Cuál es tu respuesta?
G. Yo.. No sé.. necesito tiempo para pensar.
P. ¿ Tiempo?
G. Sí, por favor..
P. Esta bien, piénsalo, debo ir a Potedia a arreglar un asunto volverá en unos días y me dirás lo que has decidido.
G. Si, esta bien, cuando vulvas te diré mi respuesta.
Perdicas se acerco a Gabrielle, la beso en los labios y le dijo te amo Gabrielle.. Luego se marcho. La Bardo salió de la cabaña en busca de Xena, así que se dirigió ala taberna donde dijo que la esperaría.

Adentro de la taberna Xena y su amiga Sukimi, conversaban muy amenamente, Sukimi estaba algo mareada por que había estado bebiendo demasiado, sin pensarlo se acerco mas a Xena y le beso en los labios, en ese momento la Bardo entra y miro la escena, no podía creer lo que veía Xena se estaba besando con una mujer.. no sabia por que se sentía tan celosa, salió de ahí y se fue al establo donde se encontraba Argos.
Xena no le dio mayor importancia al beso de Sukimi, ya que sabia que ninguna sentía ya nada por la otra y sabia que lo hizo por que estaba ya muy tomada, se retiro de ella. En eso llego Shany la amante de Sukimi, al verla con Xena, quiso golpear a la guerrera, pero ella la detuvo y le explico todo. Shany y Sukimi se despidieron de Xena y salieron de la taberna.

Xena, comenzaba a preocuparse por la tardanza de Gabrielle, salió de ese lugar y se fue al establo, al entrar vio a Gabrielle sentad junto a una pila de paja, estaba escribiendo en uno de sus pergaminos.

X. Gabrielle, ¿ Qué haces? Te estuve esperando en la taberna.
G. Lo siento, lo olvide.
X. Como que lo olvidaste, Gabrielle...
G. Lo siento, perdóname.
X. No importa, y ¿Dónde esta Perdicas?
G. Se fue a Potadia, pero dijo que nos alcanzaría en unos días.
X. ¿Qué nos alcanzaría?
G. Si, tenemos una conversación pendiente.
X. Oh.... que bien.
X. Será mejor que salgamos de aquí antes de que se haga de noche.
G. Xena por que no nos quedamos aquí una noche, no me siento con ganas de viajar hoy.
X. Gabrielle ¿Te sientes mal? , ¿Te duele la pierna?
X. Déjame ver.

Xena levanto su falda y reviso la herida, Gabrielle se ruborizo ante el contacto de la mano de Xena con su muslo.
G. Estoy bien, solo estoy algo cansada.
X. ¿Estas segura?
G. Si, solo quiero descansar en una cama hoy.
X. Bien, nos quedaremos aquí, por que no vas a ver si hay habitaciones desocupadas y arreglas un trato.
G. Claro, ahora vuelvo.

Gabrielle hizo un trato muy bueno y consiguió una habitación a muy buen precio, como siempre su habilidad para regatear la habia favorecido de nuevo.
Xena y Gabrielle se dirigieron a la habitación. Al llegar Xena se quito las armas y se despojo de su armadura, Gabrielle observaba a la guerrera mientras recordaba lo sucedido entre Sukimi y Xena y ala vez venia a su mente la propuesta que le habia hecho Perdicas. En eso la guerrera llama a la Bardo a la cama para revisar su herida, que ya estaba mas que bien, pero Xena quería asegurarse.
Gabrielle se sentó junto a Xena y se levanto un poco la falda, la guerrera vio que la herida ya casi había sanado por completo, pero aun así decidió ponerle la mezcla de hierbas. En cuanto toco el muslo de Gabrielle ambas se sonrojaron por el contacto y evitaron mirarse a los ojos, Xena seguía frotando el muslo de la Bardo aunque eso ya eso ya eran caricias comenzó a bajar su mano por la parte baja del muslo de Gabrielle, luego hacia arriba, hasta que llego a su entre pierna y comenzó a acariciarla, Gabrielle no pudo evitar dejar escapar un gemido y se levanto de inmediato.

G. Creo que iré a darme un baño.
X.¿Quieres que te acompañe?
G. ¿Qué?...
X. Gabrielle, ya nos hemos bañado juntas muchas veces.
G. Sí lo sé, pero...
X. Vamos entremos a la tina.
Xena se metió al baño, se quito la ropa y se metió a la tina, Gabrielle dudaba si debería bañarse con Xena o no, ya que no podía olvidar lo de Sukimi y lo de Perdicas, pero aun así decidió meterse a la tina, comenzó a quitarse la ropa mientras Xena la observaba, la guerrera estaba encantada viendo ala Bardo completamente desnuda, cada vez la amaba mas y sentía mas deseo de tocarla y besarla apasionadamente.
X. Ven aquí Gabrielle.
Gabrielle se metió a la tina intentando que su cuerpo no rozara el de Xena, pero la guerrera hacia todo lo contrario he intentaba acercarse mas a la Bardo.
X. Acércate mas Gabrielle, tallare tu espalda.
Gabrielle no decía nada, solo obedecía lo que Xena le ordenaba. La guerrera empezó tallando su cuello, luego bajo por la espalda, su movimientos eran lentos y sugerentes. Gabrielle, sentía su cuerpo estremecerse ante los toques de Xena y su respiración comenzaba a acelerarse cada vez más.
G. Xena... basta.
X. ¿ Que pasa Gabrielle?
G. Nada, solo quiero que te detengas por favor.
Xena se detuvo y se sentó frente a Gabrielle.
G. Xena quiero preguntarte algo.
X. Claro, dime.
G. ¿Quién era la mujer que estaba contigo en la taberna?
X. ¿Mujer?
G. Sí.
X. Ah.., Sukimi, es una vieja amiga.
G. ¿Qué clase de amiga?
X. Gabrielle, ¿A qué te refieres?
G. Cuando entre a buscarte a la taberna vi que la estabas besando en los labios.
X. Querrás decir que ella me besaba, creo que se le subieron las copas.
X. Pero me dijiste que olvidaste ir a la taberna.
G. Eh.... yo....

Xena se acerca mas a Gabrielle y le susurra al oído, no me digas que estas celosa mi pequeña Bardo. Gabrielle se ruborizo y dijo: No, solo tenia curiosidad.
X. Ah, si, pues para serte sincera, Sukimi y yo fuimos algo mas que amigas en el pasado.
G. ¿Mas que amigas?
X. Si, creo que fue mi primer amor, pero ya no sentimos nada la una por la otra.
Aun después de la aclaración de Xena, Gabrielle se sentía muy celosa de aquella mujer y su expresión parecía delatarla. Xena lo noto y sonrió por la reacción que la bardo tenia, se acerco mas a ella y la abrazo fuertemente diciéndole al oído, Gabrielle yo no podría quererla por que yo estoy.....
Gabrielle estaba sorprendida por la forma en que Xena la tenia abrazada.
G. ¿Por qué estas?......
Xena miro a los ojos verdes de su amada y se dejo llevar por sus sentimientos, besando a Gabrielle en los labios, la Bardo al principio se puso rígida pero luego correspondió al beso, que sé hacia cada vez mas profundo. Xena exploraba con su lengua la dulce boca de Gabrielle y dejaba que la bardo se deleitara dentro de la suya, mientras sus manos recorrian tímidamente sus cuerpos.
De repente vino a la mente de Gabrielle la propuesta de Perdicas, rápidamente la bardo se retiro de Xena y salió de la tina.
La guerrera estaba confundida no sabia si lo que había hecho estaba bien o no. Cuando Xena salió del baño, vio que Gabrielle ya estaba vestida y dormía en la cama. Xena se recostó junto a ella, intento dormir pero no podía, ya que no sabia lo que Gabrielle pensaba ante lo que había sucedido. Cuando despertaron, ninguna de las dos hizo mención de lo ocurrido en aquella tina. Recogieron sus cosas y salieron para seguir su camino a Tebas.
Caminaron todo el día y en todo el trayecto casi no cruzaron palabra, ambas pensaban en lo sucedido pero no decían nada.
Al llegar la noche buscaron un lugar para acampar. La noche era muy fría, así que Xena le sugirió a Gabrielle que durmieran juntas para darse calor. Gabrielle se recostó junto a Xena quien al sentirla la abraza de inmediato.
X. Gabrielle.. Hay algo que quiero decirte.
G. ¿Qué pasa Xena?
X. Lo que paso anoche entre nosotras, ese beso fue... Me gusto mucho. Hubo un silencio por un momento, luego sintió como Gabrielle se acercaba mas a ella y comenzaba a acariciarle el rostro.
G. Creo que a mí también.
X. ¿Crees?
Gabrielle se poso sobre la guerrera y comenzó a besarla, Xena no pensó que Gabrielle fuera tan apasionada. La guerrera acercaba mas hacia sí asu amada Gabrielle mientras le quitaba el escotado corpiño, cuando los pechos de Gabrielle estuvieron al descubierto Xena los cubrió con sus manos y comenzó a acariciarlos, sentía en las palmas de sus manos los endurecidos pezones de Gabrielle, los acaricio con su dedo pulgar e índice los apretaba, y jalaba, la bardo no gemía de placer oh.. XENA... Ah..., esos sonidos excitaban aun más ala guerrera, quien no soporto mas y se puso de pie quitándose la ropa y quedando completamente desnuda ante Gabrielle, luego hizo lo mismo con ella y se apretó fuertemente a su bardo, hasta que la recostó sobre la manta y se poso sobre ella, mientras besaba fieramente su boca, Xena comenzó a bajar por su garganta lamiendo y mordiendo cada lugar por el que pasaba, llego hasta sus pechos y los beso, lamió y mordió endureciendo aun mas los pezones de la bardo quien no resistía tanto placer, Gabrielle gemía cada vez mas fuerte y gritaba de placer mientras sus manos se aferraban a la espalda de Xena.
La guerrera bajo aun más hasta llegar la centro del placer de Gabrielle, introdujo su lengua en el interior de Gabrielle y la escucho gritar su nombre, nunca había oído en la voz de la bardo tanto deseo. Xena movía su lengua como un torbellino dentro de Gabrielle y podía sentir como la bardo estaba cerca muy cerca, Xena opto por introducir dos de sus dedos y penetrar a Gabrielle, sus acometidas eran cada vez más fuertes hasta que Gabrielle no pudo mas y con un ultimo levantamiento de su cadera se dejo llevar hacia una liberación prolongada y placentera.
Cuando Gabrielle recupero el aliento se poso sobre Xena y empezó a besar su cuello, sus pechos los lamió y succiono con tal fuerza que Xena solo podía gemir ante el placer que inundaba su cuerpo. La mano de Gabrielle descendió hasta llegar al triangulo de oscuros rizos que estaban ya mas que empapados, la bardo introdujo un dedo acariciando a Xena hasta lo más profundo de su interior, luego metió otro de sus dedos y acelero las acometidas. Xena estaba enloqueciendo ante las caricias de su amada. Las acometidas de Gabrielle se intensificaban cada vez mas, Xena estaba aferrada a la espalda de Gabrielle, la bardo incremento su ritmo y la guerrera al fin logro la liberación que tanto deseaba el placer era inmenso y Xena solo podía gemir y gritar ante tanto placer.
Ambas terminaron agotadas y durmieron toda la noche. Ala mañana siguiente Xena se despertó al sentir que alguien la observaba, se sorprendió mucho al ver que era Perdicas que estaba parado frente a ella.
Perdicas no sabia donde se encontraba Gabrielle ya que estaba completamente cubierta con las mantas y abrazada a Xena por supuesto.
P. ¡ Xena! Buenos días, disculpa que llegara sin avisar pero necesito ver a Gabrielle, ¿Dónde esta?.
X. Eh... creo que es mejor que te vayas y la esperes en el pueblo.
P. ¿Por qué? , ¿No esta aquí?.
En eso escucho un gran bostezo y vio como Gabrielle asomaba su cabeza por debajo de las mantas.
P. ¡ Gabrielle!......
G. Perdicas.. ¿Qué haces aquí?
Perdicas se dio cuenta de lo que ahí pasaba, Xena y Gabrielle estaban desnudas bajo las mantas y la bardo la tenia abrazada.
P. Yo.. creo que fue un error regresar, olvida la propuesta que te hice
X. De que hablas?
P. ¿No te lo dijo? , Le pedí que se casara conmigo, pero veo que fue un error hacerlo.
G. Lo siento Perdicas, pero me he dado cuenta de que a quien en realidad amo es a Xena.
Xena estaba con la boca abierta por la sorpresa de lo que Perdicas le había propuesto a Gabrielle, de pronto se dio cuanta de lo cerca que estuvo de perderla.
P. Es mejor que me vaya, se feliz Gabrielle, y Xena si algún día le haces daño te juro que yo mismo te matare.
X. Antes de hacerle daño a Gabrielle preferiría matarme yo misma.
Perdicas salió del bosque y se fue desconsolado pero por una parte tranquilo porque sabia que Gabrielle era muy feliz al lado de Xena.
X. Gabrielle, ¿ Porque nunca me dijiste lo de Perdicas?
G. Bueno, yo no quería decírtelo por que no tenia pensado aceptar y no quería preocuparte en vano.
X. No ibas a aceptar?
G. No, mi lugar esta contigo Xena, aun si no me amaras me conformo con ser tu amiga y estar a tu lado.
X. Gabrielle, gracias..
G. ¿De qué?
X. Por el amor tan puro que me das.
G.¿ Es correspondido?
X. Aun lo dudas mi amor.
Xena se abrazo a la bardo y la beso profundamente en los labios, solo se soltó para decirle. Gabrielle te amo mas que a mi propia vida, eres todo para mí y siempre estaremos juntas. Después de esas palabras ambas siguieron amándose por el resto del día ................


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