
TRIBUTO A FREDDIE MERCURY |
20 DE ABRIL DE 1992-ESTADIO DE WEBMLEY-LONDRES
"Freddie
fue una estrella extraordinaria que cruzó rápidamente nuestro paisaje cultural como un
cometa iluminando el firmamento, y como otros en el mundo han perdido a causa del SIDA,
murió antes de su hora". Con estas palabras de la actriz Liz Taylor ( presidenta de
la fundación norteamericana para la investigación sobre el SIDA), comenzó el conmovedor
homenaje al llorado Freddie Mercury, quien dejó de existir en noviembre de 1991. Fue el evento
más importante desde que en 1985 Bob Geldof convocara al mismo escenario para luchar
contra el hambre en Africa con su Live Aid. El concierto
fue organizado por el empresario Harvey Goldsmith, el mismo de Live Aid. Horas antes
de comenzar el show, los tres ex-integrantes de Queen ( Brian May, Roger Taylor, y John
Deacon) explicaron el origen dual del evento. "Queremos hacer un concierto musical en
homenaje a Freddie Mercury, y sumarnos a la campaña de prevención contra el SIDA.".
El guitarrista Brian May agregó que la elección de los participantes fue muy difícil ya
que se intentó sumar gente que haya tenido algún sentimiento especial con Freddie, o que
haya tenido conexión con Freddie. El cuarteto
Metálica, uno de los grupos de rock con mayor éxito durante 1991, tuvo a su cargo la
responsabilidad de abrir musicalmente el megaconcierto. Uno de sus temas más festejados
fue el potente "Enter sandman", quien fuera el corte con mayor difusión de su
álbum "Metálica". Después de
Metálica, el grupo Extreme ( una de las revelaciones del 91) hizo un pop-pourri de Queen,
la versión completa del clásico de "A night at the opera", "Lovew of my
life"; y su hit " More than words". Luego, ante
un colmado Wembley, el grupo inglés Def Leppard junto a Brian May hizo una muy buena
versión de now I'm here". El grupo más
importante que surgió a fines de la década del ochenta, Guns' N Roses, siguió con su
versión del clásico de Bob Dylan, "Knockin on heavens door". Al concierto
"por la vida, el trabajo y el sueño" se sumaron los tres sobrevivientes de
Queen, quienes fueron acompañando a los diferentes artistas. El primero de
ellos fue John Elliot ( cantante de Deff Leppard) en "Tie your mother down",
mientras Slash ( Guns' N Roses) se batía a duelo en la guitarra con Brian May. Para hacer
"I want it all", uno de los hits del penúltimo álbum de Queen, "The
miracle", Roger Daltrey (The Who) se unió con el guitarrista Tomy Lommi (Black
Sabbath). Con una
transmisión vía satélite, desde Sacramento, (California), el grupo irlandés U2 se
sumó al tributo junto al grupo Spinal Tap. Los irlandeses no pudieron presentarse en
Wembley por estar cumpliendo se etapa norteamericana de la gira Zoo Tv. También
estuvo el italiano Zucchero Fornaciari; un cantante por quien el grupo siente un
particular afecto. Gary Cherone,
cantante de Extreme, hizo "Hamer to fall", otro tema que tuvo a Tomy Lommi como
refuerzo. "Inuendo"
fue la canción con la que Robert Plant enfrentó al público en Wembley. El aventajado
ex-cantante de Led Zeppelin siguió con la introducción del clásico de Zeppelin
"Thenk you", para enganchar, ante una gran ovación, con "Crazy litle thing
called love", en una versión muy potente en la que sobresalió la guitarra e May. Fue el
inglés Paul Young quien hizo el tema de Roger Taylor "Radio gaga", en una
versión sin destellos. Una de las
interpretaciones más emotivas fue sin duda la de Seal, con "Woh whants to live
forever", incluido en "A kind of magic", que también fuera una de las
composiciones centrales de la película "Highlander". Ante una
impresionante ovación, Roger Taylor presentó a David Bowie y Annie Lennox. La
ex-cantante de Eurythmics fue la encargada de reemplazar la voz de Mercury en "Under
pressure", la canción que Queen grababa junto a Bowie en 1981. Además de ser tema
principal del álbum "Hot space", permitió que el rapero Vainilla Ice llegase
al número uno en 1990 utilizando su base y piano en "Ice ice baby". Bowie hizo
después de "Under pressure", "All the young dudes", junto al ex Mott
the Hoople, Ian Hunter y Mick Ronson, además de una brillante versión de su legendario
"Héroes". Luego de ser
presentada por Brian May, Lisa Stanfield para hacer una simpática versión de "I
want to break free". La cantante salió al escenario paseando una enceradora y con
ruleros en el pelo, recordando a Mercury en el vídeo clip original de ese tema, de 1984. George
Michael fue quien se llevó los mayores aplausos del estadio y fue responsable de uno de
los momentos de mayor emoción del concierto. Cantó "39", convocó nuevamente a
Lisa Stanfield para cantar a dúo con ella. "All the
days of our life". Luego de
hacer una reflexión sobre el tema del SIDA, Michael realizó una impresionante versión
del clásico "Somebody to love", acompañándose de un coro gospel. Sin duda fue
la mejor interpretación vocal de George Michael en lo que va de su carrera. El vigente y respetado Elton John recibió una espectacular recepción del público al insinuar los primeros acordes en el piano del mayor himno de Queen, "Rapsodia Bohemia". Después de escucharse la cinta original del tema en la parte operística (como siempre lo hacía Queen en sus recitales) se sumó Axl Rose ( cantante de Guns' N Roses) y luego nuevamente Elton John para culminar otros de los momentos inolvidables del show. Elton también cantó "The show must go on", póstumo corde del álbum "Inuendo". Posteriormente,
Axl Rose hizo saltar a todo Wembley con una explosiva versión del tema de May "We
will rock you". "Hay una
sola persona en el mundo que Freddie hubiera querido que estuviese aquí", anunció
Brian May antes de que Liza Minelli subiera al escenario para interpretar una excelente
versión de "We are the champions", a la que se fueron sumando todos los
participantes. Mientras que
el publico aplaudía y hacía ondear las banderas, carteles y cintas rojas que se
repartían en la entrada, la imagen de Freddie aparecía en las pantallas de vídeo
luciendo capa de armiño y corona, mientras sonaban los acordes de la particular versión
del grupo del himno británico "God save the Queen". De esta
manera culminó el evento que duró casi cuatro horas y llegó a más de mil millones de
personas en sesenta países que accedieron al show a través de la transmisión
televisiva. Sin duda, las
72.000 almas que colmaron el estadio de Wembley conservarán en sus retinas y oídos por
el resto de sus vidas este emotivo homenaje a uno de los mejores cantantes de todos los
tiempos, quien por una terrible enfermedad, "murió antes de hora".
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