Su nombre era Linda.
En un mundo de letras y fantasía, se encontraba vagando triste y sola.
Un mundo en el que el dia y la noche, eran uno solo. Donde el tiempo
se detuvo cuando acabó el amor. Tres ángeles y un teclado eran su compañía.
Un carcelero guardaba su puerta, sin permitirle la libertad.
Encontró a su príncipe, atado en la red. La hizo sentir amada como nunca,
y le amó como ella nunca había amado. Con él, recordó y vivió, todo lo
olvidado. Juntos, alcanzaron las nubes y el cielo, antes de conocerse en
la tierra. Pactaron amor eterno, sin distancias, sin condiciones. Solo con
la certeza de que algún día, estarían juntos. Juntos para ser ante todos,
lo que ya eran el uno para el otro.
Sin embargo, llego el momento en que la pasión, y el amor, fugaces e intensos
tuvieron que pausar. Atrás quedaron las letras y el teclado. La incertidumbre,
el temor, y el mismo amor que sentía,se conjuraron para llevarla a renunciar
al sueño, intentando sin poder, negar lo innegable. Pero el príncipe, no ha
sido olvidado. Vive como un sello en su corazón, esperando el momento en que
el mundo de su fantasía pueda dar cabida, nuevamente, al amor pactado.
JR