A la edad de once años tuve que madurar Era septiembre primero del año setenta y nueve Las últimas palabras de mi padre yo escuché Tantas cosas, tantos sueños que no pude compartir Era mi viejo, era mi amigo, era mi todo, era mi ser Era mi amigo, era mi viejo, era mi todo, era mi ser
Veinte tres años han pasado y ahora puedo ver En la huella de mi padre, mis propios pies vine a poner Su apellido es mi sangre sus costumbres mi raíz De su imagen soy su fruto de su monde su país De mis tristezas y alegrías de no poder compartir Era mi Viejo, era mi amigo, era mi todo, era mi ser Era mi Viejo, era mi amigo, era mi todo, era mi ser Aunque hoy ya no esté.
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