MI MADRE Y EL AIRE
MI MADRE Y EL AIRE por Alberto Cortéz

MI MADRE Y EL AIRE

Tiene las manos tan llanas

que caben todas las cosas

y son sus ojos ventanas,

ventanas llenas de rosas.


Tiene la edad de lo eterno,

desde lo eterno hasta ahora.

Haciendo trampas al tiempo

cambia los días por horas.


Esa mujer,

invicta en toda batalla.

Esa mujer

camino, puente y muralla.


Esa mujer

suele llamarse ternura,

quietud y donaire,

silencio y bravura.

Las alas del aire:

mi madre y el aire.


Tiene la paz de los justos,

inalterable a las penas

que nunca faltan, incluso

cuando son penas ajenas.


Tiene el afán de la abeja

y un corazón de paloma

que si se asoma una queja,

nadie la ve que se asoma.


Esa mujer,

posada, luz y vitualla.

Esa mujer,

entera donde las haya.


Esa mujer

responde al nombre de luna,

remanso y donaire,

arena y espuma.

Las alas del aire:

mi madre y el aire.