A Ti Madre Mia


Hoy amaneció nublado y triste

como nublado y triste está mi corazón

desde aquel día que tú partiste

al Infinito a gozar

de la Presencia Eterna del Padre.


Desde entonces, mi corazón no paró de recordarte

y extrañarte hasta el llanto y la desesperación.

La tristeza anidó en mi corazón

hasta que el paso del tiempo lo colmó de hermosos recuerdos

que como las cuentas de un rosario

se fueron sucediendo día a día,

recuerdos felices de momentos

compartidos con papá y en familia.


Esa familia y ese hogar que con tanta ternura

y amor cuidaste como el más preciado tesoro.

Siempre estarás presente en el corazón de tu familia,

que te recuerda con amor y que hoy ora por ti

madre mía.


Dra. Irma Depiante Duri