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Así
como la Era de Piscis ha sido llamada también la
Era de la Fe, así la Era
de Acuario se conoce bajo
el nombre de la nueva Era
del Hombre, no por el sexo
masculino, sino porque esté siglo verá florecer
la capacidad humana de la creación. Según logremos
un mayor dominio de nuestras facultades mentales y emocionales,
según aprendamos a trabajar juntos en concierto espiritual,
crearemos a conciencia los reinos emocional y mental en que habitanmos
, así como hoy construimos nuestro ambiente físico.
Todo el énfasis acuariano sobre la conciencia grupal
se equilibra, de algún modo, por la enérgica influencia
de Leo, el signo que ahora adquiere prominencia debido a su oposición
con respecto a Acuario. Leo insta a la independencia y la individualidad,
a la responsabilidad personal por todos los actos. Estos dos
opuestos, Acuario y Leo a la vez, nos guían hacia una
mayor sensibilidad para con el bienestar del grupo, pero exigiendo
que, como individuos, sepamos valernos solos. ¡Qué
rumbo poderoso y esperanzado el de la humanidad, en la Era inminente!
En este planeta que no deja de empequeñecerse, cada
uno de nosotros es ahora, como nunca antes, el guardián
de su hermano. Por primera vez, grandes cantidades de personas
en todo el mundo son psicológicamente astutas; tienen
conciencia de los sentimientos, la conducta y las motivaciones,
propios y ajenos. Al mismo tiempo nos afinamos psíquicamente,
nos sintonizamos mutuamente y captamos otras dimensiones de existencia.
Se acerca el momento en que ya no podrá existir el aislamiento
actual de "mi pérdida", "tu necesidad",
"el dolor de aquél", "el hambre de aquélla".
Cada uno sentirá más y más la carga del
otro; es de esperar que se muestre dispuesto a ayudar con el
peso, reconociendo que es también la propia carga. Las
bellas enseñanza de l a Era Pisciana (amor, sensibilidad,
compasión y perdón) nos serán muy útiles
para aprender a ofrecerlos, no sólo a los hermanos que
tenemos cerca, sino a todos los demás, al cuerpo entero
de la humanidad, de la que formamos parte.
©
1994 by Robin Norwood
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