Han sido muchos los episodios en el mundo entero en los que Colombia y demás países suramericanos se ven mezclados en historias de narcotrafico.
Siempre los diarios, estaciones de radio y televisión se han detenido en los grandes capos,los jefes supremos del contrabando de drogas en un mundo donde ellos son los dioses.Grandes casas,inmensos cultivos con sus propios aeropuertos,manejan el comercio,ordenan quien gobierna y quien sirve,quien vive y quien muere.
El cine y los libros no son la excepcion,narran sorprendentes historias sobre este inmenso monopolio.
Pero un aspecto en los que ninguno de los medios de comunicación nombrados anteriormente se detiene,es en el hombre que lucha cada mañana para ser algún día como esos ídolos, como aquellos dioses.
Millones de hombres no solo en América sino también en los demás continentes luchan entre la vida y la muerte, cuidando cada momento su espalda de la Ley al igual que de sus propios socios, todo ello por obtener una cantidad de dinero que les permita vivir cómodamente...,por lo menos mientras están vivos.
Nuestro personaje representa a uno de ellos, de los muchos, tal vez millones de personas que han vivido siempre en las mismas condiciones, en medio del ilícito pero a la vez lucrativo negocio, grandes sumas de dinero que como reciben así mismo se van, escándalos mezclados con importantes personalidades de la vida politica, economica y social en cada región donde establecen sus centros de operaciones.
No tienen residencia, ni automóviles, ni mujeres estables, viven en todas partes y en ninguna, tan solo se limitan a vivir mientras el todopoderoso se los permita. Cada segundo es prestado.
Las siguientes paginas describen al hombre desarrollándose en un mundo imperfecto donde el dinero es su único lenguaje. Un oficio que aprendieron desde su corrompida cuna y convertido mas tarde como profesión. El símbolo de su vida es el propio riesgo.
Hombres que caminan por cualquier calle de Bogotá, New York, Londres o Madrid, hombres que viven sin disculpas, hombres que profesan que cualquier otra razón distinta a la de disfrutar la vida es totalmente inútil.
...Son simplemente hombres, hijos de una Mala Yerba.
Mala Yerba esta basada en una historia real, los nombres de los protagonistas, lugares y algunos hechos han sido cambiados
Luis Fernandez
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