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Efecto Mariposa

Taller del mes de julio en la Marina de Ficticia

un mundo ~damian ramos w

Como será un mundo sin juego, imagino un lugar sin dos niños jugando fut, o un mundo sin niños volando un papalote o jugando luchitas, que bueno que un lugar así no existe, pero tal vez existe un mundo así para algunos pequeños.

Me parece, damian, que nos encontramos ante uno más de tus textos carentes de estructura y ortografía, que no siendo siempre tan tópicos como el de ahora, sí —a cambio— nos han deleitado con notables ejemplos de profundidad y humor. En esta ocasión, por otra parte, presentas un escrito al que le faltan las características de esos minicuentos para los que fuimos convocados este mes; aquí tenemos una reflexión, un onírimo o algo así.
A tu favor debo decir que tocas de forma clara y correcta la no-existencia de la que consiste el cuarto elemento del taller de julio. Manejas con gracia, además, esa ingenuidad artificial inherente a tus líneas.
Me pregunto si alguna vez habrás pensado que una recopilación de tus minis resultaría repetitiva y tediosa, creo que de vez en cuando podrías regalarnos con trabajos de otro tipo, sólo por variar. Por supuesto que no descarto la posibilidad de que escribas también con otros pseudónimos, lo que invalidaría este comentario.
Como señalarte aspectos ortográficos y estructurales sería no apreciar, en lo que valen, tu técnica y estilo, me limito a darte las gracias por participar.
Saludos.

Mamá ~Kilian

"Tómatela toda, mamá, está calentita como a ti te gusta, así, muy bien, ¡huy, esta cucharada se escurre!, espera que te limpio con la servilleta...;con cuidado, ¿ves así qué bien?, ya te la terminas, ¡qué medias de seda más bonitas llevas, mamá!... y la última, ya está."

Luego le dio un beso en la mejilla, o sea, al aire.


Kilian, al primer vistazo aparecen los tres elementos del Taller, de una forma que a mí me suena natural, es decir; supera la mera mención gratuita; aunque, como dice Paca, las medias entren un poco con calzador y, digo yo, se entienda que quisiste decir cuchara, no cucharada. Se me ocurren varias razones para la manía de tu protagonista, las muy obvias son la muerte y la ausencia temprana o total, pero esto no es relevante para tu propuesta, lo que según yo la salva de la falta de originalidad. Sin embargo, hay un par de detalles sobre los que quiero detenerme un poco, y que tienen que ver más con la pulcritud de tu minificción que con la estructura en sí.
Para empezar, el entrecomillado; yo lo sustituiría por la raya o guión largo, que además de ser un signo de puntuación menos agresivo a los ojos, te ayuda a enfocar tanto el monólogo como el desenlace de tu texto.
Por otro lado, no hay coherencia en la combinación que haces de puntos suspensivos y comas (el punto y coma que se te va después de 'servilleta' lo asumo como una errata). Si bien parece que se requiere del lapso que dan los tres puntos para limpiar con la servilleta, no sucede lo mismo con la pausa que introduces luego de aludir a las medias; igual hubieras podido utilizar este signo en cualesquiera oportunidades que tuviste antes. Te sugiero que revises este último aspecto, sopesando otras soluciones.
No sé si «... así, muy bien...» y «... ¿ves así que bien?...» formen un grupo de manera intencional, pero los siento cacofónicos, a pesar del tono paternal y coloquial de tu cuento.
Por último, creo que la cuchara 'escurre', no 'se escurre', pues usas el verbo intransitivo, no el transitivo ni el pronominal.
Esta mini tiene su encanto, pero le hace falta una pulida.
Saludos, Kilian.

Manilargos de brazo corto ~Pasiflora

Sentada en al cama observa, estupefacta, como sus medias de seda natural pasan volando a ras de suelo. Zigzagueantes, una tras otra, semejan serpientes ondulantes.

Trepan, raudas, por la pared y alcanzan la ventana que da al jardín desapareciendo por ella.

Sale entonces al jardín, entre confundida y asustada, y observa la ventana por fuera. No hay nada. De pronto distingue el talón de unas de las medias que asoma por detrás de un enorme rosal. Intenta recoger la prenda, mas, en el mismo instante de agacharse descubre a dos duendecillos diminutos con gorros rojos que intentan, desesperados, desenganchar la media de una púa del rosal.

Los geniecillos, al advertirla, huyen despavoridos por entre los rododendros y desaparecen llevándose la media, hecha trizas, con ellos.

Y ella, aunque atónita, no cree que en realidad haya visto nada.

La razón ha de imponerse. A pesar de quedarse sin medias.

No ha visto nada.

¡Los duendes no existen!


Pasiflora, he disfrutado mucho tu minificción, de la que me llama la atención el uso de las medias de seda en un contexto ajeno al erotismo. Planteas, de una forma interesante y explícita, que todo puede deberse a un truco de la imaginación ya que las otras dos soluciones posibles, que las prendas se muevan solas o que sean esas pequeñas creaturas las responsables, quedan eliminadas cuando se recurre a la razón.

La estructura está bien, excepto por el excesivo número de párrafos que, como en el caso de los dos primeros, perjudican la ilación. Podrías probar a reunir el primero con el segundo y el tercero con el cuarto.

El ritmo es el adecuado para el tono de tu escrito, aunque creo que el efecto se ve perjudicado cuando en la conclusión te extiendes demasiado.

Desde mi perspectiva, la falla aparece luego del desenlace, y digo que 'luego', pues como lo tienes, éste llega con los duendecillos. Por eso me parece que son redundantes las últimas líneas. Es cierto, el verdadero final es el momento en que tu protagonista decide que no ha visto nada. Es por eso que mi asistente, la Paca, te comentó que había leído, más bien, un trocito de un cuento más largo. Tal vez sea ella (tu personaje, no la Paca) quien deba salir corriendo por entre los rododendros, repitiéndose, asustada y confundida, que no ha visto nada, y que aunque se haya quedado sin medias, la razón debe imponerse.

Por último, la puntuación: te sobran algunas comas, y algunas te sobran en demasía, rompiendo el ritmo de tu minicuento, por ejemplo: las de 'raudas' (con el agravante de que no hay ningún sujeto al que atribuir ni la acción y el adjetivo, pero ya te sugerí asociar este párrafo y el anterior). También te recomiendo suprimir la coma que pones entre 'prenda' y 'mas', y las dos que encierran a 'desesperados'.

En cuanto a repetición de palabras, utilizas en dos ocasiones el término 'observa', habrá que buscar un sinónimo.

He disfrutado leyendo tu trabajo, saludos, Pasiflora.

La cuchara ofrecida y el cuchillo velado ~Velado

En un lugar llamado Copenhague, brilla en el aire un cuchillo, que rasga una garganta joven gimiente de su desgracia.

Ella era Lina, la del flequillo aniñado; la que llegó entre la lluvia con su carita de osita y encadenó el corazón de J.C. con sueños de libertad. Pero el tiempo se encarga de agriar comienzos prometedores: el romance vive de futuros soñados, no de presentes realidades.

Copenhague un infierno, ella autónoma, él celoso. El desenlace, trágico e inevitable.

Bien es sabido que el criminal trata de esconder sus culpas, y que la memoria encierra las penurias para regalar recuerdos gratos. Y si el que esconde y recuerda es escritor, como J.C. lo es, entiéndase que nada se conociera del fatal acaecimiento.

Así, los lectores, ignorantes obligados, nada sabéis de aquella aliteración desgarrada con que en verdad concluyó esta historia. Y sonreís de placer mientras las palabras os susurran que, en un lugar llamado Kindberg, Lina toma la cuchara y sorbe su sopa sabrosa soplando siempre sonriente.


Inteligente mini en la que caminas sobre una cuerda floja de rigurosa intertextualidad que, no obstante el riesgo, te conduce al final sin haber caído en el plagio a tu admirado —creo yo– Cortázar. Encuentro también interesante la trinidad que formas, Velado, junto a J.C. y a Marcelo. Pero, lo más disfrutable, para mí, es esos otros sonidos, ahora guturales, a los que transportas al lector. Claro, están también la oportuna inclusión de la cuchara, instrumento que me parece no existía en el hipotexto de marras, y la deliciosa aliteración de todo el último párrafo, que abarca más que la mera cita literal.

Lo único que no me ha gustado de tu escrito es el punto y coma que tienes después de 'aniñado', aunque es un pecadillo sin importancia (así que no necesitas bombardearme con una decena de páginas de internet justificándote).

"La cuchara ofrecida y el cuchillo velado" no es un minicuento strictu senso, es una mini-reseña de sensaciones, una mini-descripción de procesos creativos, un mini-comentario o mini-noticia al margen y, tal vez, la mención de un par de cuentos que pueden o no existir. Hay una trama, pero no es la de tu mini, y un desenlace, al que le sucede lo mismo.

Sin embargo, no puedo negar que es de lo mejor que me tocó tallerear el día de hoy, ¡y uso la palabra 'tallerear' como eufemismo!

Salu2 crono3.1415926535os.

El consomé de la casa ~omm

El restaurante estaba vacío. El lugar idóneo para escribir en silencio. Comería algo y luego empezaría a apuntar mi historia.

La joven camarera me lanzó una media sonrisa y me aconsejó un consomé de la casa. Le dije que para mí estaba bien. Con aquellos ojos de gata habría podido hacer de mí todo lo que quisiera.

En tanto que yo ingería la sopa, se acercó otra vez a la mesa, me puso la pierna sobre la rodilla y empezó a quitarse una media de seda. Quería tocarla, besarle los muslos, llevármela lejos. Estiré el brazo izquierdo en toda su extensión moviendo la mano a tientas, pero no conseguí rozarla siquiera. Como por ensalmo se estaba trasformando delante de mis ojos en una vieja encorvada, mientras yo sentía la cuchara caerme de la mano y el caldo derramarse sobre los pantalones.

El restaurante está vacío. El lugar idóneo para escribir en silencio. Como algo y luego empiezo a apuntar mi historia.

La vieja tabernera me pregunta con qué quiero empezar. Cualquier cosa salvo el consomé de la casa.


Una escena, omm, como para un programa de la serie "Dimensión desconocida", en un tono algo más erótico que los que caracterizaron aquella famosa serie de la televisión. Esta comparación me viene a la mente sobre todo por tu último párrafo, en el que nos dices que siempre no, que todo ocurrió, de seguro, en un universo paralelo.

En tu primera y segunda secciones usas, con exclusividad, puntos para todas tus pausas, tal vez te convendría utilizar una coma aquí y allá. En este mismo espacio que te menciono repites dos veces el pronombre personal 'mí', te sugiero que utilices 'conmigo' en el segundo caso, término que a fin de cuentas no es más que una forma especial del mismo pronombre. Podrías probar, de paso, a eliminar el 'todo' que ya está incluido en 'lo que quisiera'.

Más adelante, tu protagonista y narrador estira el brazo izquierdo en toda su extensión, y eso me parece innecesario: con que lo estire basta y sobra. Tal vez tu 'pero no conseguí rozarla siquiera' pueda reducirse un poco, tal vez 'pero ni siquiera la rocé'; podrías, incluso, utilizar el asíndeton y suprimir el 'pero'. Y la cuchara, como lo expresas parece que la cuchara va a caerte encima. Te recomiendo que uses el participio, 'cayendo', o que refrasees con otro verbo, por ejemplo 'soltar'.

En los párrafos con que concluyes, puntúas igual que en los dos primeros; la observación que te hice, si quieres tomarla en cuenta, también se aplica aquí. En todo caso, estoy de acuerdo en que como lo dejes, quede igual al principio y al final.

Saludos, omm, muy buena mini.

Lejos ~Edakos

- Te amo - le dijo, y juntaron sus labios en una despedida eterna. Sabe que lejos, muy lejos, donde el tiempo sopla como una tenue brisa, ella le esperará.

Edakos, no sé si el tercer elemento propuesto esté presente en tu texto ya que, desde cierto punto de vista, casi todo podría servir. Yo no veo medias de seda, no veo cuchara y, en todo caso, no veo mucha inexistencia, así que considero a esta mini fuera del concurso del mes.

Por otra parte, tampoco has escrito un minicuento; tal vez un trocito de prosa poética, una reflexión o un pensamiento romántico. No suena del todo mal eso de que el tiempo sople como una tenue brisa... pero nada más, no hay argumento ni desenlace.

Respecto a la forma, sólo puedo recomendarte pegar la raya al 'le' y empezar tu segunda cláusula después de un punto y seguido, no una coma.

Saludos, Edakos.

Los remedios del fraile ~Piperita

- Una tisana de romero mezclada con unas ramitas de tomillo y endulzada con una cucharadita de miel es mano de santo para todos los males del corazón.

Si es el mal de amor lo que afecta al espíritu y al ánimo, añadir a la pócima: Una cucharada de dulzura, elemento que se encuentra en el azahar; dos cucharaditas de seducción, hallándose ésta en la canela; una cuchara sopera colmada de pasión, extraída de la menta piperita; y, por último, tres cucharadas de la yerba conocida como “oreja de fraile”, pues de ella se extrae la paciencia (resignación del monje), esencial en el enamoramiento cuando, con el paso del tiempo, se va agriando la dulzura, la pasión se amodorra y la ancianidad se desinteresa por la seducción.

* Esta poción caduca a los 60/65 años. Después de esa edad y dependiendo del prójimo, podría actuar, aunque es dificultoso que así sea. Siendo éste el penoso caso, tomar profusos cocimientos de “oreja de fraile”.Alivia mucho.

Fray Procopio Fermín de Mérida.


Piperita, tu pócima, mejunje, brebaje, bebedizo 'u' lo que sea, resulta lectura por demás interesante; sobre todo por sus aplicaciones prácticas. Sin embargo, tiene características que la incapacitan para contender de acuerdo a la Convocatoria del mes de julio: no es un minicuento, no hay ni argumento ni desenlace.

Ahora, a pesar de que no se trata de un cuento, tienes el material suficiente para construir uno; tan sólo necesitas incrustar tu receta dentro de algún suceso, añadirle algunos personajes; que alguien sea el destinatario y que tu lista de ingredientes aparezca como reacción o consecuencia de la trama. Hablas de la resignación del monje, necesaria para cuando la dulzura y la pasión desaparecen; a partir de ahí podrías construir tu historia, por ejemplo.

Voy a atreverme a recomendar, so pena de quedar convertido en cuchara, que visites los escritos de algunas de las respetables brujas que habitan en Ficticia, tienen excelentes minis y cuentos, tanto en la Marina como en el Puerto Libre, en los que combinan, de forma magistral, pócimas y narrativa.

Poco he comentado de "Los remedios del fraile", pero he tratado de darte un consejo práctico: Por otra parte, creo que puedes expresar '60/65' con algo más de elegancia y utilizar sinónimos para 'endulzar, dulzura y dulzura', y para una de las dos 'seducciones'. ¡Ah!, otra cosa, es posible prescindir de el entrecomillado en la segunda mención que haces de las 'orejas de fraile', elemento que aparece, para mi gusto, demasiadas veces en tan pocas líneas.

Saludos, Piperita.

La cuchillada del verso ~Ernesto Hernández

El cuchillo entró con suavidad en aquel vientre dócil. Un solo grito lleno de asfixia brotó por la boca de aquella mujer, un grito que terminó siendo como un puñado de palabras echas nudo. (La luna en lo alto, abajo las sombras: el mundo enmedio.)

El escritor miró a su víctima complacido, recorriendo con sus ojos de beato ese cuerpo inerte, ya siendo en el sofá un pedazo de historia con la palabra fin. Con teatral parsimonia dejó el cuchillo sobre la alfombra y suspiró como quien acaba de regresar a su terruño después de un largo viaje.

Dicen, los que lo conocieron, que desde entonces se dedicó exclusivamente a escribir poesía.


He aquí otro cuento en el que no he logrado encontrar cucharas, medias de seda ni inexistencia; a menos que la ahora occisa cuente para esto último, lo que no creo, pues entonces el noventa y nueve por ciento de la literatura de todos los tiempos podría servir.

Esta escrita de manera correcta, salvo la obvia errata en 'hechas nudo'. Aunque a mi juicio le sobra, por tratarse de una mini, el último párrfafo.

Siento también que le falta dar el salto dialéctico de mini-relato a mini-cuento. Lo que quiero decir es que, aunque hay un desenlace (al principio, por cierto) lo que predomina es la prosa poética y la reflexión.

En general, te sugiero sacarle un poco más de jugo a tus letras, tan sólo un poco.

Saludos, Ernesto.

Destellos dorados ~Laurel

Revolvió las medias de seda con la pequeña cuchara de plata que una vez usada dejó en la orilla de la mesa. Saboreó la bebida mientras disimuladamente dejaba caer la cucharilla en su bolso abierto. Llamó su atención un enorme trinchador de álamo blanco que despedía destellos dorados. Con la copa en la mano se acercó a él y descubrió un unicornio de oro que también fue a dar a su bolso, mirando alrededor con la esperanza de que nadie notara su cleptomanía.

Alguien la sujetó fuertemente. De la no muy grande bolsa fueron saliendo: un repuesto de pantis caladas, guantes largos de coctel, peine, cepillo, barniz de uñas, estuche de maquillaje, perfumero, rimel, toallas femeninas, lápiz labial...

Parpadeó como si despertara de un sueño terminando de revolver su copa con la pequeña cuchara de plata que una vez usada dejó en la orilla de la mesa....


Estimada Laurel, es una de las mejores ideas que te he leído; el brinco que das de el mundo onírico al real es encantador. No obstante, creo que se puede trabajar más, la sorpresa se diluye un poco con tanto preámbulo. Tal vez con sólo suprimir o reducir la muy larga lista de enseres femeninos esta mini se vuelva más fluida y le des contundencia al desenlace.

Lo correcto sería decir 'revolvió (yo pondría agitó, pues la cuchara le sirve de agitador)la media de seda', a menos que además de cleptómana tu protagonista sea dipsómana; y aunque es correcto escribir 'disimuladamente', yo prefiero 'con disimulo'; ahora, en este primer párrafo, te sobra la última cláusula. No es tan importante que esta dama sea cleptómana, sino que está robando, además de que no sería muy lógico que lo hiciera con descuido, al menos en este contexto.

Para tu desenlace, que tal como está es elegante, te recomiendo comprimir un poco, ¿es necesario que parpadee como si despertara de un sueño?, o ¿será suficiente con que despierte de su sueño y punto? Claro que este renglón es difícil, pues es aquí donde aparece un tópico al que se recurre a menudo; no quiero decir que los lugares comunes estén vedados, digo que hay que utilizarlos con mesura. Otro tanto sucede 'con la pequeña cuchara de plata que una vez usada dejó en la orilla de la mesa...'; hay que recortarla un poquito, recuerda que a estas alturas de tu minicuento ya todos saben lo que pasó, no hay por qué prolongar la agonía..., quise decir: el placer; ¡perdón!

Como siempre, gracias por participar conmigo. Saludos, Laurel.

Magia borragia ~Laura Hermosilla Fernández

La cuchara con media de seda retrocedió un paso escupiendo al suelo para hacerse la dura, pero el prestidigitador consiguió atraparla con suavidad por el cuello y después, con la sola fuerza de su mente y un poco de paciencia, la dobló por la mitad.

Nos disponíamos a aplaudir como locos cuando se apagaron todas las luces y el mago volvió a reclamar nuestra atención. Entonces pudimos ver cómo la pequeña alma, sin doblar, se elevaba a los cielos.


Laura, tu minicuento alude al notable charlatán que fue Uri Geller, quien con sus supuestos poderes deslumbró a cientos de miles de crédulos. Me pregunto que hubiera pasado si al menos una de tantas veces la cuchara se dobla de verdad.

En tu cuento hablas de un mago, no de un charlatán, y fue precisamente un grupo de magos el que desenmascaró a Geller; tuvieron éxito en donde científicos y escépticos no habían podido. Se necesita ser mago para descubrir trucos, de eso viven.

Me extiendo en todo esto pues no sé si la inclusión de un co-protagonista más serio haya sido intencional, en la primera de las tres versiones que me hiciste leer hablas del 'mago Uri Geller', pero un mago no pretende que creas que sus trucos provienen de poderes sobrenaturales, sino de la destreza de sus manos y de su genio creativo. El otro no es más que un merolico que demuestra que la gente tiene necesidad de creer y es fácil de engañar. Ese cambio fue lo mejor que le sucedió, según yo, a tu mini, y hace entrañable a una cuchara que, ante los ojos de los espectadores, deja su inútil cuerpo terrenal y asciende al Paraíso.

Lo que siento un poco forzado es la inclusión de la media de seda, tu mini es excelente sin ella y, si la quitas, la imagen de la cuchara escupiendo, que es muy buena, cobra relevancia.

Otra cosa que le sobra a "Magia Borragia" es 'un poco de paciencia': lo que importa es la fuerza de la mente, a eso vino el público.

En el primer párrafo tienes tres -óes tónicas, habrá que hacer algo al respecto.

He disfrutado tu escrito, Laura, saludos.

LA AMNESIA DE LOLA ~Keta Kones

Lo había decidido, ese viernes no pensaba quedarse en casa, en cama, en coma. Corrió las cortinas, y procedió al ritual de antaño. Del viejo bahúl comenzaron a aparecer, cual chistera, los mejores vestidos de la época según su mal gusto. No obstante el dolor en el tobillo se intesificaba, y aún así, se probó el rojo de lentejuelas, acomodó sobre la cama las roídas medias de seda y con la diminuta cuchara se rizaba parsimoniosamante las pestañas. Cuántas arrugas, pensó para sí, y de pronto, al reconocerse en el espejo de cuerpo entero, recordó lo del accidente, en el que había perdido las piernas.

Keta Kones, en el momento en que llegué a la palabra 'coma' quedé prendado de esta mini; luego me desilusioné un poco, cuando me tropecé, primero con las cortinas y luego con el ritual de antaño, pero, cuando el mal gusto salió del baúl (errata: bahúl) me provocaste la mejor sonrisa del día.

Me agradó como usaste las sensaciones que persisten en el cerebro aun cuando el miembro correspondiente haya sido cercenado (errata: intesificaba). Y a pesar de que encuentro que incluyes la cuchara de manera algo gratuita; cuando das inicio a tu cláusula final yo, lector cautivo, me hubiera conformado con cualquier desenlace, pero tú me brindas uno de los mejores que he leído.

¿Me he deshecho en elogios?, ¡no!, sólo he escrito de corrido lo que me provocó tu mini, que la he disfrutado tal y como te lo he expresado.

Ahora, mis reparos; como te dije, me pareció un poco largo, tal vez innecesario, que señalaras que tu protagonista corre las cortinas y procede al ritual. Pienso, no obstante, que no interfiere gran cosa con el ritmo, es sólo una apreciación personal.

Otra cosa, y que es lo que llama mucho mi atención; hablas de una anciana que ha sufrido un accidente. Me pregunto si no podrías acentuar el toque trágico de "LA AMNESIA DE LOLA" utilizando otra causa para la amputación, tal vez diabetes u otra enfermedad. Es decir, si tu personaje fuera una mujer de menor edad, un accidente sería la desgracia por antonomasia; mas dentro de la tragedia que muchos consideran que es la vejez, encuentro la posibilidad de convocar a la fatalidad, al hado; y estos son aún más poderosos cuando se refieren al curso natural de la vida humana y no a una contingencia cualquiera. No sé si existe un hipotexto para tu minificción, que haga obligatoria la presencia de la amputación por accidente, pero de no haberlo, ¿podrías considerar mi comentario?

Saludos, Keta Kones, excelente mini.

Basta con cerrar los ojos ~Sepulturero

Claro que recuerdo a don Lázaro, hasta hace un mes venía todos los lunes. Un cliente muy atento, nada latoso. Se sentaba al fondo del cuarto con un libro para matar el tiempo mientras el tigre se desahogaba. No, señor, en carne y pelos al tigre nunca lo vi. Don Lázaro dijo que era de bengala, amarillo y negro como todos los de su especie.

Lo extraño mucho. En este oficio una aprende a fingir los gemidos porque los hombres, sin gritos, como que no disfrutan. Pero con él, era tirarme en la cama, abrir las piernas y empezar a gozar enloquecida. Hasta la calle se escuchaba el tronar de los muelles. Acá, todas las muchachas querían probar esa lengua tan grande, tan húmeda, tan sabia en sus idas y venidas, pero él se encaprichó conmigo.

Al terminar, Don Lázaro sacaba del bolsillo un frasco de jarabe y una cucharita de plástico. “Para los parásitos, mijita, no te vaya el animal a contagiar algún bicho”, decía.

Así que ahora no me venga usted con cuentos de crímenes y mujeres destazadas. Don Lázaro no está loco, el tigre existe y, francamente, a las pobrecitas muertas ésas las habrá difunteado un degenerado cualquiera. Don Lázaro no mata ni a una mosca y el tigre, salvo algún desgarrón en la seda de las medias, ni un arañazo me dejó nunca.

Y dale con lo mismo, mire qué es usted bruto, ¿qué importancia tiene no ver al tigre si me basta cerrar los ojos para sentirlo dentro?


Aunque parece que el hipotexto es otro, el de una novela de la que no he leído más que la reseña, tu minirelato me remitió al Hobbes de la Pareja "Calvin y Hobbes". Un amigo imaginario que sólo existe cuando interactúa con su compañero, mientras que para los adultos no es más que un muñeco de trapo. Y vaya que este inexistente tigre es un gran amigo para la protagonista, aunque a mi juicio estamos ante un caso de cooperación simbiótica: él degusta un manjar exquisito, y ella se entrega al deleite de medio kilo de carne roja, rápida y sin problemas de tumescencia. Claro, el inocente es acusado de crímenes atroces, que de seguro no cometió; nada más a la mano que un tigre para culparlo de los crímenes de un depravado (podrías vender la idea a los que investigan el caso de las Muertas de Juárez).

Ahora, lo que no entiendo es cómo le hace tu heroína para no ver al tigre; ¿existe algún contrato con una cláusula que exija que las hembras se le presenten siempre culimpinadas o en decúbito prono?, dices que se tiraba en la cama, de donde colijo que quedaba viendo hacia la Meca y no hacia el animal. Este Félido es tan poco ubicuo como el gato de Schröedinger.

No sé si las comillas en el parlamento de Lázaro las utilizas para evitar tanta raya que hubieras necesitado, pero pienso que podrías explorar la posibilidad de decorar tu texto con los guiones largos.

Te sugiero que pongas una coma después de 'libro', ya que su tema puede ser cualquiera, y es Lázaro el que lo usa para matar el tiempo.

Bengala debe de ir con mayúscula, como lo tienes te estás refiriendo al nombre genérico de las 'luces de Bengala', Bengala es el epónimo para una variedad de "Panthera tigris".

Para terminar, lo que para mí es el único defecto de tu mini: requiere un desenlace que haga contrapunto con el resto de "Basta con cerrar los ojos", tal vez unas damas que en la oscuridad escuchan música de cítaras y tablas, anhelantes, disminuyen la velocidad, anticipando el goce de la tremenda lengua, y conocen al rayado, que para permanecer fiel a su capricho, las destaza.

Saludos, Sepulturero.

Añoranza (intentando ser cuento) ~A.Ñorada

Ana dio por finalizada aquella etapa de su vida, atrás quedaron los dulces y amargos momentos, los recuerdos ya no la herían, pero todavía añoraba tan profundamente aquellas caricias de ensueño, que sus piernas lloraban lágrimas de seda hasta cubrirlas cual medias.

A. Ñorada, interesante imagen la de las lágrimas de seda, lo que no me explico es el por qué de éste fenomeno. Es cierto, una mini deja de decir mucho, y una buena mini obliga al lector a suponer qué fue lo que pasó. Sólo que aquí no se me ocurre nada para completar la escena.

Vi la primera versión y reconozco que ésta la supera con mucho en el sentido de ser más cuento, pero pienso que aún puedes redondearla bastante. Es cierto que si te pidiera que recortaras el principio, volveríamos a la prosa original, así que no te ayudaría de mucho. Mas el quid yo lo veo en el hecho de que unas piernas lloren lágrimas de seda; que esto suceda después de que Ana da por finalizada aquella etapa de su vida, y que hubo momentos dulces y amargos, no contribuye en mucho. Si yo tuviera que escoger algo para leer, de entre tus dos propuestas, me quedaría con la primera; sea o no cuento.

Ahora, ¿por que no sustituir 'Ana dio por finalizada aquella etapa de su vida, atrás quedaron los dulces y amargos momentos, los recuerdos ya no la herían' con un simple: 'todo terminó?

Por otro lado, la siguiente frase: ' pero todavía añoraba tan profundamente aquellas caricias de ensueño'; me parece larga en exceso, además de que ese adverbio terminado en -mente es cacofónico.

A mí me resulta difícil criticar sin ofrecer una opción concreta, pero a veces no tengo otra cosa aparte de algunas observaciones muy subjetivas. Siento que en tu texto hay algo más, pero no puedo decir qué.

Gracias, A. Ñorada, por participar.

Adultez ~Clara

El dragón azul sacudió su fiera cabeza para desechar la última hesitación. Con una rápida mirada abrazó el entero valle, desplegó las inmensas alas y, sin volverse atrás, levantó el vuelo.

Sabía que no había espacio para su fábula en un mundo ya adulto. Sorprendidos por la sombra improvisa que cubrió el cielo, los hombres levantaron los ojos, atravesados por un fugaz escalofrío que los acarició como el nostálgico aliento de la perdida inocencia.


Clara, has recibido una muy útil crítica de nuestros compañeros, con la que coincido en lo general. Luis-Fausto te sugiere eliminar 'entero', 'inmensas' e 'improvisa'. Veamos: si no te decides a eliminar 'entero', al menos pásalo después del sujeto, ya que como lo tienes estás diciendo que el valle, que en otro momento pudiera estar desperdigado por ahí, se encuentra, en este caso, completo. Lo que tu quieres decir es que la mirada del dragón abarcó toda la extensión del valle.

Inmensas..., pues sí, las alas de un dragón son muy grandes, pero no es del todo necesario que lo menciones; se sobrentiende.

'Improviso' es un adjetivo que se usa muy poco, siendo más común la locución adverbial, sobre todo con 'de', así que aunque no haya error alguno, suena un poco raro. Lo que me preocupa es que hay un momento de confusión, lo que perjudica el ritmo de tu escrito.

Otras palabras que podrías sustituir, son 'hesitación' y 'abrazó'; la primera es un cultismo que yo usaría sólo cuando antes hubiera usado 'duda'. Por otra parte, yo refrasearía esta primera oración, algo así:

"El dragón azul se sacudió de su (¿fiera?) cabeza las últimas dudas." 'Abrazar' es un verbo que tiene su parónimo 'abrasar' (homófono para la mayoría de los hablantes del español), y estamos hablando de dragones, por lo que creo que hay aquí una ambiguedad gratuita, te recomiendo que uses un sinónimo.

Ya que estamos con el primer párrafo te pregunto: ¿es necesario aclarar que el dragón no se volvió atrás?

Por último, en "... atravesados por un fugaz escalofrío que los acarició como el nostálgico aliento de la perdida inocencia." creo que exageraste tanto la adjetivación como la complejidad de la imagen.

Y para terminar, coincido con Laura en lo del título.

Clara, estoy seguro de que puedes explotar todo el potencial que tienes en esta mini, gracias por participar.

Escape ~IMPAL

En su vertiginosa carrera esquivaba las balas como podía: una pasó cerca , pero continuó corriendo, otra estuvo próxima a su zapato y una más, silbando, casi toca su cabeza. Huyendo se perdió en la imaginación del escritor, que con una cuchara endulzaba su café. Mientras, afuera en la realidad, el tiroteo continuaba.

Impal, eres uno de los escritores más persistentes de la Marina (uso la palabra persistente para no plagiar a un buen compañero, que le dijo a otro que era 'consistente'). Lamento no haber tenido la fortuna de seleccionarte, y en esta ocasión te diré por qué no lo hago en julio: Siento que a tu excelente ficción le sobra la cuchara.

Tienes un minicuento que, aunque puede pulirse, trata con mucha habilidad un tema al que se ha recurrido innumerables veces, no siempre con el éxito que lo haces tú.

Leí el comentario de Sergio y coincido con él, tanto en lo exclusivo de la primera versión, como en lo que es común a las dos, por ejemplo:

"Es interesante y agradable el cruce que fabricas entre realidad e imaginación. Bien contrapuestos los ritmos: la calma del escritor, que remueve en sosiego su café, frente al vértigo de la carrera que se produce dentro y fuera de su mente, tan difusa la frontera que nos presentas aquí..." A él le parece bien lo de la cuchara, yo te sugiero 'ensimismado en sus pensamientos' o una solución más sencilla como: 'endulzaba su café'.

Otra idea que se me ocurre es que uses el asíndeton en la última frase, suprimiendo el 'mientras'. Quedaría una cosa como ésta:

"... Huyendo se perdió en la imaginación del escritor, que endulzaba su café. Afuera en la realidad, el tiroteo continuaba." (o continúa), Es cierto que esta versión, gracias a tu talento y a los consejos de Sergio, es una mejora sustancial sobre la original. "Escape" es uno de los mejores cuentos del día de hoy.

Saludos, Impal, gracias por participar.

no tengo destino ~madame butterfly

Sabía que el destino me esperaba, sabía que el destino me manejaba con sus frías manos.Caminé rápidamente para poder confundirme con la multitud y doblé la esquina. Me detuve. Mi destino era mío y de nadie más. Me acerqué y le corté las manos, y de su fugaz rostro se clavó una sonrisa.

Ahora lo sé. Estoy preso.


Me parece que esta mini, madame butterfly, no tiene que ver con los elementos que se han propuesto para el taller mensual. Espero no equivocarme, pero no encuentro ni cuchara, ni medias de seda ni inexistencia.

Por otra parte, aunque he disfrutado el ritmo y lo paradójico de ser el destino del destino, siento que no la entendí del todo, tal vez la entendí menos, incluso, de lo que creo.

El recurso de repetir tres veces la palabra 'destino', tal vez lo utilizaste para que nadie dudara de que te refieres... al destino. Yo todavía lo dudo, así que veo excesiva la repetición.

No hay mucho que te pueda sugerir, en primer lugar porque no sé si la presentaste al taller del mes de julio; y en segundo porque, como te dije, no se qué tanto capté tu intención. ¡Ah!, encuentro "no tengo destino" mal escrita, aunque creo que puedes mejorarla.

Me aventuro a proponerte, a manera de ejercicio, la siguiente edición:

"Sabía que el destino me esperaba, que me manejaba con sus frías manos. Me apresuré para confundirme con la multitud y doblé la esquina. Me detuve. Mi destino era mío, ¡de nadie más! Le corté las manos, y de su fugaz rostro se clavó una sonrisa.

Ahora lo sé. Estoy preso." No asimilo por qué se clava la sonrisa ni por qué está preso tu protagonista, ¿a quién le cortó las manos?, ¿cómo?, ¿porqué?

Me daría mucho gusto tener alguna pista para descifrar tu mini, al menos uno de tus lectores la pescó, ya que te lo comenta. De cualquier forma, estoy a tus órdenes.

Saludos, madame butterfly.

El beso ~Pavian

Me has besado como nunca, por eso nuestros labios aún no se conocen.

Pavian, tengo que suponer que la indicación de que este texto participa en el taller mensual, se debe a un error. No hay cuchara, medias de seda ni algo inexistente.

No hay ninguna objeción a que se cuelguen minis que no tengan que ver con la propuesta del mes, yo lo veo incluso deseable, para hacer más dinámica la Marina. Pero creo que para eso hay que señalar que no se está participando. De seguro el número de lectores será igual, lo mismo que los comentarios.

Por otro lado, aquí no hay un minicuento; se trata de una frase hermosa (mas no descarto un trasfondo sicalíptico), un poético reclamo, casi un mini-relato. Escueto, breve, bien escrito y sin faltas de ortografía. Yo quitaría el 'aún', pero mi opinión es más subjetiva que estructural.

Saludos, Pavian.

preludio para una vida alegre ~camilo cienfuegos

Sabes que me reviento trabajando por tí, que hace años me olvidé de todos mis placeres con tal de que tuvieras lo que yo nunca tuve: un plato de comida servida en la mesa tres veces por día.

Tal vez cometí un error al regalarte el vestidito ese cuando cumpliste tus quince. O a lo mejor fue el frasco de pachulí que me gané en la rifa de la fábrica. No sé, la verdad sólo quería verte sonreir.

Y ahora quieres medias de seda. Tenía razón mi compadre cuando opinó que eras un caso perdido. No, lo lamento mucho pero no hay nada que hacer al respecto. Y no me mires así: simplemente, los palos no están como para hacer cucharas.


Camilo, antes que otra cosa, veo engañoso el título; no sé por qué el vestidito y las medias de seda predispongan a el tipo de vida al que aludes. Ahora, si la negativa de la madre (o ¿será el padre?) va a orillar a la niña a conseguir las medias en otro lado y por otros medios, esto no queda muy claro en tu escrito.

Desde el punto de vista ideológico (¡no lo digo por tu pseudónimo!), es un flaco servicio el que le haces a la gran mayoría de las jovencitas. Todas están ávidas de los elementos necesarios para ser atractivas, deseables y coquetas, sin que eso las predisponga a la prostitución, ni siquiera a la promiscuidad. No es que encuentre sexista tu ficción, la literatura es amoral, es el escritor el que debe de tener una postura. Lo que quiero decir es que las consecuencias que se anticipan en "preludio para una vida alegre" no se desprenden del planteamiento que haces.

Tal vez si explicas con más detalle que la niña se va de puta, o introduces el factor incesto, o nos amplíes las razones para el decir del compadre, tengamos un buen cuento.

Ahora, si se trata de un varoncito, te diré que esa vertiente está ya más que agotada, tus líneas se verían reducidas a un juego de palabras o a un mero chiste.

El refrán no es malo, pero no hallo que su inclusión se justifique del todo.

Parafraseando a Fidel: "¿Voy bien, Camilo?" Espero que te sirva mi crítica. Por cierto, 'ti' se escribe sin acento ortográfico.

Saludos, Camilo Cienfuegos, gracias por participar.

De celuloide ~Santiago

En realidad, lo que importa es que te des cuenta de que no hay cuchara, dijo el pequeño iluminado en la pantalla.

Saliendo del cine, entre las ganas de soltar patadas, detener balas y salvar al mundo, me encontré un cuchillo tirado en el piso... intenté doblarlo, primero con la mente, y después con las manos.

Tirándolo bajo un microbús, me di cuenta de que el niño hablaba desde su realidad, y si, su cuchara no eran más que fotones pegando en un lienzo blanco.


Como para Bergman. Santiago, combinas el séptimo arte con la asociación que para muchos tienen las cucharas y Uri Geller, el famoso charlatán que causó furor hace un par de décadas.

Tu texto es ágil y se deja leer, pero al final uno se queda con la sensación de que algo no fue entendido por completo. Veo un híbrido entre el minicuento y la reflexión filosófica, escrito con corrección y cuya virtud principal es la originalidad; las imágenes de tu mini se desenvuelven en el ámbito de la utopía personal que todos llevamos dentro.

En el primer párrafo, te sugiero utilizar las rayas y poner una coma después de pequeño, para eliminar la posibilidad de que alguien piense que se trata de un pequeño Buda (no descarto que eso hayas intentado, si ése es el caso, pues déjalo igual):

" —En realidad, lo que importa es que te des cuenta de que no hay cuchara —dijo el pequeño, iluminado en la pantalla." En el segundo, en el que bien plasmas el deseo adolescente de que corra la adrenalina incentivada por cualquier película al estilo "Operación Dragón", recomiendo que quites el 'me'. También puedes organizar de otra forma la última oración, para dar relevancia al conformismo de doblar la cuchara con las manos:

"Saliendo del cine, entre las ganas de soltar patadas, detener balas y salvar al mundo, encontré un cuchillo tirado en el piso... intenté doblarlo con la mente, no pude. La doblé con las manos." (Úsese sólo para brainstorming.)

Por último, ¿se podría sintetizar el último párrafo?, ¿aunque sólo fuera para acercar más tu mini a la estructura de cuento? Por otro lado me parece que la cuchara 'era', no 'eran'.

Saludos, Santiago, gracias por participar.

Azar ~Rosa Delia

Era un misterio absurdo, en realidad no recuerdo cómo comenzó el proceso de inexistencia. Me decía a mi mismo una y otra vez que nada hay suelto ni casual, todo viene atado al curso del destino.

Aquella noche Sofía llevaba un vestido de encaje negro, sus piernas estaban cubiertas por la transparencia de unas medias de seda. Cada uno de sus movimientos conducían mi mente a un deseo provocado, por el brillo de su cabello cayendo sobre la desnudez de su espalda, la insinuación de la mirada y los labios alejándose de una pequeña cuchara de plata. Esta fue la última imagen que vi, luego todo se esfumó y quedó en la nada. Con el pataleo de las incertidumbres, el arañazo feraz de las lenguas mudas. Donde navega el rostro verdadero, solitario y ardiente. Todo giró en mi cabeza, la mezquina risa de toda finitud, las obstinaciones del homínido, nuestra muerte más viva.

Soñaba a danzar incansable, en tanto el universo flota entre partículas que al asentarse suenan. Son las palabras despertando.


Rosa Delia, siempre es un placer leerte. De tus texto, éste es uno de los que más se acercan a la narrativa. De hecho, yo pensé que el tono con el que iniciaste iba a ser con el que terminaras pero, como dice Vlado, la poeta ataca.

Cada uno de sus movimientos 'conducía', no 'conducía'. Después de 'provocado' sobra la coma. Enseguida de la coma de 'espalda', podrías poner la conjunción copulativa 'y'. En realidad, yo me inclinaría por reconstruir esta cláusula tan complicada. Digo complicada porque lo que provoca el deseo son los movimientos, pero enseguida hablas de un brillo, lo que transmite la idea de inmovilidad (no creo que quisieras describir un destello).

Sobre el tercer párrafo; creo que algo ganaría si modificas la puntuación, por ejemplo (añadí también el acento en 'ésta' y la conjunción):

"Esta fue la última imagen que vi. Luego todo se esfumó y quedó en la nada --con el pataleo de las incertidumbres y el arañazo feraz de las lenguas mudas-- donde navega el rostro verdadero, solitario y ardiente." "Azar" es un texto excelente de un enigmático aire decimonónico, pero no es una mini, creo que la temática es demasiado amplia para considerarse dentro del género. Sin embargo, veo un enorme potencial al que sólo falta añadir algunas líneas; así como está me queda un resto de ganas de seguir leyendo, de saborear un poco más de tu prosa.

Todo tu escrito se lee como una introducción, un preámbulo a una aventura del espíritu que, por el momento, se contiene dentro de los límites del esbozo, del andamiaje, del esqueleto. Por fortuna, los huecos que hay que llenar no son más que argumentos, ambientes, descripción de personajes; la poesía ya está.

Saludos afectuosos, Rosa Delia.

Resultados

He considerado los textos que me parecieron mejor escritos, sin adentrarme demasiado en la polémica de si son cuentos o relatos u otra cosa; no creo en el encasillamiento, a pesar de tantos buenos análisis que existen sobre la caracterización del género. Debo decir también que, a lo largo de estos meses, he observado que la mayor parte de los jurados no se mete mucho en honduras. En una mini, la substancia del cuento esta en la mente del lector, y estos son los que me contaron más.

SELECCIONES

Manilargos de brazo corto ~Pasiflora

Cuento, éste sí en toda la extensión de la palabra, cuyo protagonista, igual que muchos de nosotros, prefiere conjurar lo que no entiende, en aras de preservar la racionalidad. Esta niña no cree en los duendes, pero sabe que existen.

La cuchara ofrecida y el cuchillo velado ~Velado

Aunque esta mini no funciona sin el hipotexto, este homenaje a Cortázar encierra un cuento independiente, ágil e inteligente. Además, mi conciencia nunca estaría tranquila si no hubiera seleccionado el texto más pulcro de los que se presentaron el once.

LA AMNESIA DE LOLA ~Keta Kones

Una mini excelente, con algunas chispas de ritmo que me parecieron geniales y con un desenlace contundente, sorpresivo y conmovedor. Este minicuento acerca de la inexistencia de las extremidades inferiores incluye también unas imprescindibles medias de seda y una cuchara invitada.

Basta con cerrar los ojos ~Sepulturero

Este inexistente tigre se alimenta de las partes más tiernas y jugosas del cuerpo femenino (técnicamente: se las bebe). Aunque no fuera por sus virtudes inherentes, lo seleccionaría de pura envidia que le tengo a ese amigo imaginario de las mujeres. Por otro lado, espero que Sepulturero me acepte pagos diferidos post mortem.

MENCIONES

Mamá ~Kilian

El consomé de la casa ~omm

Destellos dorados ~Laurel

Magia borragia ~Laura Hermosilla Fernández

Hubo otros textos que también me gustaron, así que no me ha resultado fácil evaluar el conjunto..., lo que agradezco.

Efecto Mariposa