Aunque las frecuencias adyacentes a las aficionadas: frecuencias comerciales u oficiales son susceptibles a invasión por parte de usuarios ilegítimos o “piratas”, la amplitud del espectro permite a muchas estaciones pasar desapercibidas sin molestar a nadie. No obstante estos usuarios quizá por ignorancia o por simple anarquía empiezan a proliferar e invadir sutilmente segmentos atribuidos a los radioaficionados.

Este hecho puede confirmarse escaneando aleatoriamente una banda aficionada; podemos tomar como ejemplo la banda de 2mts.; ocasionalmente pueden escucharse allí: taxistas, agrupaciones no registradas e incluso oficinas comerciales. Aunque no siempre coinciden con las transmisiones de radioaficionados, estos usuarios están violando directamente su terreno. Las bandas aficionadas son asignadas oficialmente a operadores certificados, es deber de todo radioaficionado reportar e incluso llamar la atención a quien opere ilegalmente la banda aficionada. En algunos casos, quienes operan así usan indicativos de terceros o simplemente alegan ser parte de asociaciones civiles (rescate, ecoturismo, asociaciones de vecinos, etc.), sin embargo debe recordarse que para activar dichas frecuencias debe utilizarse una licencia de radioaficionado (ésta es intransferible y debe estar vigente).

Cuando un radioaficionado presencie esta situación en su banda, su rol más allá de reprimir o señalar, deberá orientarse en motivar el uso legal de la frecuencia, eso sí solicitando al final del comunicado el inmediato desalojo de la misma. Es importante recordar que quien pretenda utilizar el espectro aficionado debe residirse previamente como Operador de Estaciones de Radioaficionados, mediante la aprobación del curso respectivo en cualquier asociación de radioaficionados formalmente constituida. Posteriormente y como paso final el postulante con credencial en mano debe solicitar su licencia ante CONATEL; ésta es la única vía legal que permitirá usar las bandas aficionadas.