BIG FRAUDER

Hola mis queridos humanimales, fíjense que la otra vez, mientras leía una nota de un periodista muy famoso (el cual no voy a mencionar su nombre), decía puras netas sobre el Big Brother. ¿Sabían ustedes que es un fraude? Bueno, eso es lo que dice este periodista. Se me hizo muy interesante colocar este reportaje para que ustedes se den cuenta de las netas de un programa que ha tanto causado furor entre la juventud: Big Brother.

Sólo quiero agregar que, sea o no falso lo que mostraré a continuación, este reportaje que escribió este periodista, no recibió modificaciones, está tal y cómo R.F. (iniciales del periodista) lo escribió. Es, digamos, una acusación algo fuerte, léanlo, parece ser algo cañón. Recuerden que esto es un espacio libre para que te xpreses como quieras.

Chéquense esto:

Hay varias cosas que Televisa y Endemol no quieren escuchar respecto a Big Brother. No quieren, por ejemplo, la palabra “fracaso”. Pero tampoco quieren la palabra “engaño”. Mucho menos la palabra “fraude”. Para ellos, las palabras son “éxito”, “héroes”, “futuro” y otras que nada tienen que ver con la credibilidad de Big Brother, un programa que por lo visto no sólo modificará “la manera de ver televisión”, sino la manera de aplicar las leyes en México.

Porque a estas alturas, muchos seguimos esperando que la Secretaría de Gobernación nos informe si Big Brother debió o no haber sido regulado como concurso. Porque de acuerdo a Manuel Gómez Morín, titular de RTC, Televisa debe explicar por qué la fe y legalidad de la selección de los participantes en Big Brother no fue supervisada por un interventor de la Secretaría de Gobernación.

Se los pongo de esta manera: imaginen que yo abro un local y cobro, digamos, $80 para que ustedes tengan “la oportunidad” de entrar a una casa donde el ganador se va a llevar 2 millones de pesos. Sin embargo, al final, les digo que no era un concurso y que no tengo por qué explicarles cómo elegí a los posibles ganadores; que muchas gracias por sus $80 y que espero que se hayan divertido. Imaginen también que en ese proceso, me embolsé una buena cantidad de dinero.

Pues en Big Brother: la gente se “inscribió” para intentar entrar a esa casa, a cambio de una suma que se cobró en un número 01 – 900, a $20 el minuto, pero absolutamente nadie verificó que todos tuvieran la misma oportunidad de ganar.

Sobre todo, porque Televisa jamás le dijo a los gordos, los bajitos, los muy morenos o los de ciertas edades o clases sociales, que no llamaran por teléfono. Que aunque llamaran, no tenían oportunidad de ser elegidos de acuerdo a los criterios que quedaron claros al momento de “destapar” al elenco.

Ahora el problema no sólo es saber si en esa casa hay o no amigos cercanos de los productores, los ejecutivos o los dueños de Big Brother. O si alguno de ellos entró “por influencias”. Ahora el problema no sólo es saber si Big Brother es real o no. El problema es saber si no hubo un fraude al cobrar las llamadas para las inscripciones; si la gente no fue engañada, haciéndole creer que podía entrar a la casa y ganar un concurso que nunca tuvo posibilidades de ganar. En los 3 meses que Big Brother va a permanecer al aire, hay una gran posibilidad para el escándalo. Porque si Gobernación determina que el programa es un concurso, deberá proceder por ley contra el programa. Y en ese caso, si alguno de esos personajes resulta demasiado “cercano” a los productores, entonces habrá habido engaño y por lo tanto, la posibilidad de un fraude.

Televisa no quiere que Gobernación determine que se trató de un concurso. Porque en todo esto, ¿quién responde por la gente que pagó por su inscripción? ¿Quién vigila que las leyes se respeten y quién está al tanto de lo que ocurrió con el dinero recaudado? La responsabilidad está en la Secretaría de Gobernación.

Y no duden que al asunto se asumen los diputados y los senadores, a quienes el asunto deberá ser turnado para cubrir los huecos legales que se deriven. Porque si no se responden estas preguntas, entonces cualquier casa productora de un “programa de entretenimiento” (hasta las de telenovelas) podría organizar “castings” cobrándole a la gente por “entrar a cuadro” sin que nadie certifique el proceso. Si el asunto se queda aquí, se abre la puerta para que cualquiera haga lo mismo, en perjuicio del público consumidor que paga por un servicio automático de cobro vía telefónica.

Se suponía que en Big Brother todos tenían la misma oportunidad de entrar, no que se iba a elegir una muestra demográfica basada en características tan cerradas.

Si la gente pagó y no fue elegida por su peso, su estatura o su color de piel, entonces el “criterio de selección” fue hecho con bases discriminatorias y eso es, por lo menos, anticonstitucional. Y las palabras que Televisa no quiere oír, tienen que ser dichas en este caso. Ante esto, el tema de la “censura” y lo “fuerte” de los contenidos en Big Brother, ya es lo de menos.

¿Cómo ven mis queridos humanimales? Está grueso. La neta, en el mundo del espectáculo ocurren muchos fraudes, no sólo el Big Brother, también otros programas e incluso telenovelas y shows, donde las personas son contratadas ya que son conocidos o simplemente tenían el famoso gusanito en el estómago por salir en televisión; esto esta mal porque, las empresas televisivas y otras más, sólo hacen los famosos “castings” dizque para buscar actrices, actores, modelos, conductores y más, pero sólo lo hacen para, como se dice vulgarmente, “tapar el ojo al macho”, para que la sociedad no sospeche. Y, ¡qué casualidad que la gente que siempre queda en un programa o trabajo publicitario, son conocidos o familiares de los productores y dueños de alguna empresa! ¿Verdad?

Esas empresas, sólo contratan a sus conocidos por hacerles un paro o para que la sociedad los conozca y los reconozca en las calles. Yo me pregunto ¿y las personas que tienen talento y no son conocidos ni familiares de los altos ejecutivos, qué onda con ellos? Allí es donde entra la discriminación social y racial de las empresas, como diría el periodista R.F., que porque es chaparro, gordo, feo, etc., allí si, ni quien diga nada ¿Verdad? Esas personas son las que realmente tienen talento, ¡ah!, pero queremos caras bonitas en la tele, hombres fuertes y bien parecidos y mujeres esbeltas con grandes atributos, pero eso si, ¡¡¡¡¡¡¡sin talento y sin cerebro!!!!!!! ¿Qué onda? Así que si quiero ser famosa, ¿tengo que ser familiar de algún ejecutivo, tengo que ser exageradamente esbelta y con grandes bubis? Solamente si me pagan los silicones si le entro, digo, ¡¡¡claro!!! (BROMILLA)

Humanimales, otra onda del ser famoso es que tiene sus costos, pero luego les platicaré, por lo pronto, espero que les haya gustado este reportaje del Big Brother hecha por R.F., un periodista chilango que es neta y la pequeña acusación que hago a las grandes y poderosas empresas de carácter publicitario.

P.D.: Esto va para las empresas de todo tipo:
CONTRATEN GENTE CON TALENTO, NO SIN CEREBRO.
P.D.: Si quieres ser famoso o famosa, ya sabes cómo llegar, sólo diles esto: soy sobrino (a) de fulano de tal (menciona el nombre de un productor), mis medidas son éstas, estudié en Europa la carrera de actuación, canto, baile y modelaje, soy soltero (a), hago tubo y los domingos descanso. Digo, sólo es una broma, no me hagas caso, solo en las primeras 4, lo del tubo y el descanso fue de relleno, pero si te sientes muy mamey o una chica que vive su vida alegre (o sea prosti), pues, órale, di las últimas 2 también.

Recuerda se feliz.
Oigan, ¡me gusta ver el Big Brother, véanlo también ustedes!
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o en Terra: www.bigbrother.terra.com.mx
Los quiere: Belleza Peligrosa.



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