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El suplemento para comprender el mundo digital
 
EL MUNDO - Jueves, 1 de febrero de 2001 - Número 31
 
HARDWARE | CÓDIGO
 
Entre 100.000 y 300.000 hogares españoles se han apuntado a una nueva moda: ver sin pagar la televisión digital mayoritaria. El fenómeno se ha extendido de tal forma que Canal satélite digital no sólo ha aumentado los precios de su paquete básico, sino que lleva a cabo una batalla tecnológica para desprogramar las tarjetas piratas. y es que hacer una cuesta unas 8.000 pesetas y poco tiempo

MODA PIRATA
Así se ve sin pagar canal satélite digital

 
  Rita Piquer
 
Un buen puñado de hogares españoles se ha apuntado a una nueva moda. No hay datos fiables, pero según diversas fuentes podrían ser entre 100.000 y 300.000. Es una moda ilegal con una gran carga de picaresca para ahorrarse unos miles de pesetas al mes. Se trata de piratear la señal de Canal Satélite Digital (CSD) y ver su programación de pago gratis. Incluso es posible acceder a canales que no tiene la propia emisora. El fenómeno amenaza con extenderse, y en Internet se anuncian para dentro de poco tarjetas para asaltar Vía Digital.
Para acceder a la programación completa mediante este sistema hay que estar abonado al menos al paquete básico de CSD, algo que ha subido de 2.595 a 4.995 pesetas, movimiento de marketing que muchos achacan al pirateo, ya que las cuotas de abono del paquete básico suponen una pequeña parte de los ingresos de la compañía por el pago por visión.
Frente a quienes acusaban al operador de hacer la vista gorda ante los piratas para conseguir abonados, CSD intenta controlar este fenómeno creciente. La primera acción de gran envergadura la realizó el 9 de septiembre de 2000, fecha en la que se disputó el Real Madrid-Valencia, un partido seguido por cientos de miles de abonados. La gran mayoría de las tarjetas pirateadas llevaba el mismo número de serie, circunstancia que aprovecharon para borrar todas las que coincidieran.

Es la guerra. Tras esa declaración de guerra –nunca reconocida– los piratas cambiaron de estrategia, y el programa que introduce los códigos en las tarjetas genera un número aleatorio de serie. La contraofensiva del operador consiste, según expertos en este tipo de fraude, en enviar nanocomandos (las órdenes de ejecución de la tarjeta chip) que chequean la validez del número de serie y borran la memoria de los falsos. Además, periódicamente envía a todos los descodificadores una señal que ordena alimentar la memoria con tensiones más elevadas de lo normal (por encima de los siete voltios) lo que consigue borrar la memoria de las tarjetas. Estos ataques tienen un problema, ya que no sólo actúan contra las piratas, sino que en ocasiones estropean algunas legales.
El segundo frente de actuación de Canal Satélite Digital es el jurídico. “En este sentido estamos apoyados tanto por la legislación española como por la europea”, asegura su portavoz. Lo que muchos de esos defraudadores (podrían ser un 25% del 1.051.563 de abonados que tiene el operador de pago, según los datos de diciembre) ignoran es que su travesura les puede salir cara. Los derechos de la cadena están respaldados por la directiva comunitaria 98/84 del 20 de noviembre de 1998, por el artículo 270 (“de los delitos relativos a la propiedad intelectual”) del Código Penal español que prevé castigos de hasta dos años de cárcel, además de sanciones pecuniarias e indemnizaciones a los que defrauden las emisiones de televisión o el 249, que castiga al reo de estafa con penas de hasta cuatro años si la cuantía de lo defraudado excede las 50.000 pesetas.
Piratas y mafias están en el mismo saco de defraudadores. Sin embargo, los primeros mantienen un cierto halo de antisistema, mientras que los segundos buscan la explotación económica de un negocio ilegal. El hecho de que el pirateo se produzca en casa hace muy difícil perseguir a los primeros, y tanto las Unidades Contra la Droga y el Crimen Organizado (UDICO), la Brigada Central de Delitos Informáticos de la Policía Nacional como la Guardia Civil se centran en las mafias dedicadas a la venta. La primera surgió en Málaga y se han extendido a Levante, Barcelona y Madrid.
Lo que no es ilegal es la venta de los componentes que sirven para hacer estas tarjetas, ya que son componentes electrónicos empleados para otros usos. Para construir la más extendida de todas, la Piccard, se necesita una placa con circuito integrado, un microcontrolador PIC y un chip de memoria EEPROM (programable y borrable sólo electrónicamente). Estos componentes pueden venderse por separado o ya montados por unas 3.000 pesetas. Además, hace falta un programador, un circuito con dos zócalos para programar el microcontrolador y la memoria y un puerto serie (unas 5.000 pesetas).

Programas. Al comprar el programador le proporcionarán el software para grabar chip y memoria y tendrá que descargarse de la red dos ficheros de tipo .hex y .bin o un programa autoupdate, que contiene los dos primeros y se actualiza conforme CSD cambia los códigos. Éstas son las herramientas del pirata doméstico, pero la tarjeta ya programada se puede adquirir en el mercado negro por unas 12.000 pesetas. Es más cómodo, pero en cuanto cambien los códigos nos quedamos sin ella. Para evitarlo, se venden otras por 15.000 pesetas que el proveedor actualiza. Las más caras cuestan 22.000 pesetas y llevan el programador incluido.
La piccard (tarjeta Pic) es la más conocida, pero no la única. Una alternativa es la Goldwafercard, que lleva los componentes integrados, la segunda versión de la propia Piccard, la Funcard, la Goldwave... Todas ellas pueden tener los días contados, ya que, según Edmundo Fernández, subdirector de la Asociación Nacional de Industrias Electrónicas y de Telecomunicaciones (ANIEL), para finales del segundo trimestre de este año comenzarán a llegar nuevos descodificadores basados en el estándar MHP, elegido para implantar en España un único sistema abierto que adoptarán los tres operadores de televisión digital. “Existe un compromiso firme por parte de Canal Satélite Digital, Vía Digital y Quiero Televisión para adoptar este estándar”, concluye Edmundo Fernández.
Unas tarjetas se irán, pero, sin duda, otras vendrán. El pirateo ha venido para quedarse.
Más información en el http://www.el-mundo.es/ariadna/2000/A028/index.html

 
EL PROCESO

Para manitas
El descodificador de las televisiones digitales necesita una tarjeta que interprete las series numéricas que capta la parabólica y las reenvíe al descodificador que permitirá o no ver determinados programas (paquete básico, canal de cine, un partido...). Esa función la puede realizar una tarjeta legal o ilegal, si bien esta última los descodifica todos. Para construir en casa una Piccard se necesita una tarjeta, un microcontrolador PIC, un chip de memoria EEPROM y un programador y el software adecuado descargado de la Red. Antes de hacerlo sepa que es ilegal y está por tanto perseguido por la Ley. Se pinchan el microcontrolador y la memoria en los zócalos de la tarjeta programadora y se conecta al puerto serie del ordenador. Se ejecuta el programa (icprog, por ejemplo) que grabará los ficheros de formato .hex y .bin (descargados de Internet) en el microcontrolador y la memoria. Se desconectan ambos del programador y se vuelven a pinchar en la tarjeta que ya estará lista para colocarla en el descodificador.

 
ARIADN@