LITURGIA
HISPANO-MOZÁRABE
(Sin
las oraciones propias del tiempo litúrgico)
Los
ministros se dirigen al altar mientras se entona el canto de entrada (Prealegendum).
Éste se omite en las festividades de todo el año y Cuaresma.
El presidente, inclinado ante el altar, ora en silencio esta oración u
otra apropiada.
E
P.
Me acerco a tu altar, Dios omnipotente y eterno, para ofrecer este
sacrificio a tu Majestad, suplicando tu misericordia por mi salvación y la de
todo el pueblo. Dígnate
aceptarlo benignamente pues eres bueno y piadoso.
Concédeme penetrar el abismo de tu bondad y presentar mi oración con
tal fervor por tu pueblo santo, que se vea colmado de tus dones.
Dame, Señor, una verdadera contrición y lágrimas que consigan lavar
mis propias culpas y alcanzar tu gracia y tu misericordia.
El
presidente besa el altar en silencio y se dirige a la sede.
E
ALTERNATIVO
P.
Bendito sea Dios: + Padre,
Hijo y Espíritu Santo.
T.
Y bendito sea su Reino, ahora y siempre.
Amén.
En
Adviento y Cuaresma:
P.
Bendecid al Señor, que perdona todos nuestros pecados.
T.
Porque para siempre es su misericordia.
Desde
el día de Pascua hasta Pentecostés:
P.
¡Aleluya! Cristo ha
resucitado.
T.
¡Es verdad! El Señor ha
resucitado. ¡Aleluya!
·
Gloria
(Himno
antiguo que se omite en Cuaresma y todas las festividades).
Gloria
a Dios en el cielo
y
en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por
tu inmensa gloria te alabamos,
te
bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te
damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso.
Señor,
Hijo único Jesucristo,
Señor
Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre.
Tú
que quitas el pecado del mundo,
ten
piedad de nosotros;
tú
que quitas el pecado del mundo,
atiende
nuestra súplica;
tú
que estás sentado a la diestra del Padre,
ten
piedad de nosotros;
porque
sólo tú eres Santo,
sólo
tú Señor,
sólo
tú Altísimo, Jesucristo,
con
el Espíritu Santo
en
la gloria de Dios Padre. Amén.
·
Trisagio
(Tres
veces con reverencia)
Santo
Dios, santo Fuerte, santo Inmortal: Ten
piedad de nosotros.
El
presidente, con las manos extendidas, recita la oración para después del
Gloria.
Toda
esta introducción se suprime en Cuaresma y en todas las festividades.
·
Oratio
Post Gloriam (Colecta)
·
Liturgia
de la Palabra
P.
El Señor esté siempre con vosotros.
T.
Y con tu espíritu.
Se
leen las lecturas del tiempo litúrgico.
L.
Lectura del libro...
T.
Demos gracias a Dios. Al
final de la lectura todos responden: “Amén”.
Tras
la lectura de los Profetas se canta el Salmo.
En Cuaresma se cantan las Lamentaciones.
En las solemnidades se cantan las Bendiciones de Daniel (dc) 3,57-87.
L.
Lectura de la Carta...
T.
Demos gracias a Dios. Al
final responden: Amén.
El
diácono se dirige al ambón acompañado por ministros con velas, e inciensa
el libro. Todos en pie dice:
D.
El Señor esté siempre con vosotros.
T.
Y con tu espíritu.
D.
Lectura del santo Evangelio según N.
T.
Gloria a ti, Señor. Al
final responden: “Amén”.
·
Homilía.
Terminada
la homilía canta el coro las laudes o Aleluya.
Se
entona el canto del ofertorio (sacrificium).
Se llevan las ofrendas al altar. El
diácono extiende el corporal (antimension) sobre el altar y coloca la patena
con el pan. Echa vino y un poco
de agua en la copa y la coloca igualmente sobre el corporal.
El presidente dice en secreto:
P.
Mira con rostro complacido, Dios omnipotente y eterno, esta oblación
de pan y vino que nosotros, indignos siervos tuyos, colocamos sobre tu altar;
y recibe nuestra propia vida como sacrificio agradable a ti, para que,
renovados por tu gracia, te glorifiquemos con nuestras alabanzas.
El
presidente inciensa las ofrendas y el altar.
Se lava las manos en silencio junto al altar y vuelve con el diácono a
la sede. Allí, en pie, recita la
oración de admonición.
·
Oratio
Admonitionis
(Dispone
a la asamblea para la oración universal)
P.
Oremos.
T.
Santo, santo, santo, Señor Dios, Rey eterno.
A ti nuestra alabanza y acción de gracias.
El
diácono recita el díptico por la Iglesia.
D.
Tengamos presente en nuestras oraciones a la Iglesia, santa y católica:
el Señor la haga crecer en la fe, la esperanza y el amor.
T.
Concédelo, Dios eterno y todopoderoso.
H.
Recordemos a los pecadores, los cautivos, los enfermos y emigrantes:
el Señor los mire con bondad, los libre, los sane y los conforte.
T.
Concédelo, Dios eterno y todopoderoso.
Aquí
puede orar cada cristiano: Se
ruega por la Iglesia universal. La
nación y sus autoridades. El
bienestar del mundo. Los
intereses de la comunidad local. Los
que sufren y los atribulados. Los
difuntos (con la conmemoración del santo diario).
Al final el presidente dice la oración entre los dípticos.
·
Alia
(Introduce
las peticiones por la jerarquía eclesiástica y la asamblea)
T.
Amén.
D.
Ofrecen este sacrificio al Señor Dios nuestros presbíteros N y
obispos N, por sí mismos y por todo el clero, por las comunidades que tienen
encomendadas y por la Iglesia universal.
T.
Lo ofrecen por sí mismos y por la Iglesia universal.
D.
Lo ofrecen igualmente todos los presbíteros, diáconos y clérigos y
los fieles presentes, en honor de los santos, por sí mismos y por los suyos.
T.
Lo ofrecen por sí mismos y por la Iglesia universal.
D.
En memoria de la gloriosa y siempre bendita Virgen María, de los
santos apóstoles y mártires, de Zacarías, Juan, los Inocentes, Esteban,
Pedro y Pablo, Juan, Jacobo, Andrés, Acisclo, Torcuato, Fructuoso, Félix,
Vicente, Eulogio, Justo y Pastor, Justa y Rufina, Eulalia, la otra Eulalia,
Leocadia.
T.
Y de todos los Mártires (Se
pueden mencionar más).
D.
En memoria también de los confesores:
Hilario, Atanasio, Martín, Ambrosio, Agustín, Fulgencio, Leandro,
Isidoro, Braulio, Eugenio, Ildefonso, Julián.
T.
Y de todos los Confesores (se
pueden añadir más).
D.
Lo ofrece la Iglesia de Dios, santa y católica, por las almas de todos
los fieles difuntos: Que Dios se
digne en su bondad admitirlos en el coro de los elegidos.
T.
Concédelo, Dios eterno y todopoderoso.
Concluye
el presidente con la oración Post Nomina.
ALTERNATIVO
P.
Confesemos nuestros pecados contra Dios y contra el prójimo.
T.
Dios de misericordia, confesamos que hemos pecado contra ti de
pensamiento, palabra, obra y omisión. No
te hemos amado de todo corazón ni hemos amado a nuestro prójimo como a
nosotros mismos. Sincera y
humildemente nos arrepentimos. Por
amor a tu Hijo Jesucristo, ten piedad de nosotros y perdónanos; así tu
voluntad será nuestra alegría y andaremos por tus caminos, para gloria de tu
Nombre. Amén.
P.
Dios omnipotente tenga misericordia de nosotros, perdone todos nuestros
pecados por Jesucristo y nos cure, conserve y fortalezca en toda bondad por el
poder del Espíritu Santo, para la vida eterna.
T.
Amén.
·
Post
Nomina
(Relaciona
por quienes se ha orado con el libro de la vida)
T.
Amén.
·
Ad
Pacem
(Oración
de la paz)
P.
La gracia de Dios, Padre todopoderoso, la paz y el amor de nuestro Señor
Jesucristo y la comunión en el Espíritu Santo esté siempre con todos
vosotros.
T.
Y con toda la gente de buena voluntad.
D.
Daos la paz unos a otros. Mientras
fieles y ministros se saludan se entona el canto de la paz.
·
Gran
Plegaria Eucarística
(El
presidente desde el altar)
P.
Me acercaré al altar de Dios.
T.
A Dios, que es nuestra alegría.
D.
Oídos atentos al Señor.
T.
Toda nuestra atención al Señor.
P.
Levantemos el corazón (con
las manos extendidas).
T.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
P.
A Dios y a nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, que está en el
cielo, demos debidas gracias y alabanzas.
T.
Es justo y necesario.
·
Illatio
(Prefacio
con las manos extendidas)
T.
Santo, santo, santo, Señor Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu majestad gloriosa; hosanna al
Hijo de David. Bendito el que
viene en nombre del Señor; hosanna en el cielo.
·
Post
Sanctus (con
las manos extendidas)
P.
El
cual, la víspera de su pasión, tomó pan (eleva
la patena), dio
gracias, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos,
diciendo: TOMAD Y COMED:
ESTO ES MI CUERPO QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
CUANTAS VECES LO COMÁIS, HACEDLO EN MEMORIA MÍA.
T.
Amén.
P.
(Deja
la patena sobre el altar; toma la copa y prosigue)
Lo mismo hizo con la copa al final de la cena, diciendo:
ESTA ES LA COPA DE LA NUEVA ALIANZA EN MI SANGRE, QUE SERÁ DERRAMADA
POR VOSOTROS Y POR TODOS EN REMISIÓN DE LOS PECADOS.
CUANTAS VECES LA BEBÁIS, HACEDLO EN MEMORIA MÍA.
T.
Amén.
P.
(Ya
la copa sobre el altar y con las manos extendidas) CUANTAS
VECES COMÁIS ESTE PAN Y BEBÁIS ESTA COPA, ANUNCIARÉIS LA MUERTE DEL SEÑOR
HASTA QUE VENGA GLORIOSO DESDE EL CIELO.
T.
¡Así lo creemos, Señor Jesús!
·
Oratio
Post Pridie (Epíclesis,
con las manos extendidas se pide la consagración del Espíritu)
T.
Amén.
·
Rito
de la comunión y Credo
P.
Profesemos con los labios la fe del corazón.
T.
Creemos en un solo Dios,
Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible e
invisible.
Creemos
en un solo Señor nuestro, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre
antes de todos los tiempos. Dios
de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado,
de la misma naturaleza que el Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros y por nuestra salvación bajó del cielo (>) y por obra del Espíritu
Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre.
Por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció
y fue sepultado, (<) y resucitó al tercer día según las Escrituras, subió
al cielo y está sentado a la diestra de Dios Padre, de donde vendrá de nuevo
con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin.
Creemos
en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que del Padre procede, y que
con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por
los Profetas. Y en la Iglesia:
+ una, santa, católica y apostólica.
Reconocemos un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Esperamos la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
Se
entona la canción de la fracción (cantus ad confractionem).
Durante el himno el presidente parte el pan consagrado y, mientras
coloca las partículas en forma de cruz sobre la patena, evoca los misterios
de Cristo que se celebran en el año litúrgico.
·
Ad
Orationem Dominicam
(Introducción
al Padrenuestro)
P.
Con
las manos extendidas. Padre
nuestro que estás en el cielo.
T. Amén.
P.
Santificado
sea tu Nombre. T.
Amén.
P.
Venga
tu Reino. T.
Amén.
P.
Hágase
tu voluntad en la tierra como en el cielo.
T. Amén.
P.
Danos
hoy nuestro pan de cada día. T.
Amén.
P.
Perdona
nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
T. Amén.
P.
No
nos dejes caer en la tentación. T.
Amén.
P.
Y
líbranos del Mal. T.
Amén.
P.
Libres del mal, confirmados siempre en el bien, podamos servirte, Dios
y Señor nuestro. Pon término,
Señor, a nuestros pecados, alegra a los afligidos, redime a los cautivos,
sana a los enfermos y da el eterno descanso a los difuntos.
Concede paz y seguridad a nuestros días, quebranta la audacia de
nuestros enemigos y escucha, oh Dios, las oraciones de tus siervos, de todos
los fieles cristianos, en este día y en todo tiempo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios por siempre jamás.
T.
Amén.
P.
Lo santo para los santos (Lo
dice elevando la patena y la copa frente a la asamblea.
Los pone sobre el altar y tomando la partícula “Reino” la echa en
la copa). Y
la conjunción del Cuerpo y de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo sea
causa de perdón para nosotros, que la tomamos y bebemos, y de eterno descanso
para los fieles difuntos.
D.
Inclinaos para recibir la bendición.
T.
Demos gracias a Dios.
P.
El Señor esté siempre con vosotros.
T.
Y con tu espíritu.
·
Bendición
(Benedictio). Extendiendo
las manos sobre la asamblea
A
cada invocación del presidente la asamblea responde:
“Amén”.
P.
Antes de comulgar dice en voz baja:
La
comunión de este sacramento, Señor, limpie las manchas de mis pecados y me
haga digno de cumplir el ministerio que tengo encomendado; encuentre en él,
ayudado por ti, apoyo a mi debilidad, santidad de vida y gozo perpetuo en la
compañía de tus santos. Toma
el sacramento del pan y del vino y después da la comunión al diácono.
Mientras distribuye a la asamblea el sacramento de la comunión dice:
El Cuerpo de Cristo sea tu salvación.
El
diácono da la copa diciendo:
La Sangre de Cristo permanezca contigo como verdadera redención.
Durante
la comunión se canta. Al
terminar se canta la antífona “post communionem”.
Alimentados
con el Cuerpo y la Sangre de Cristo te alabamos, Señor.
T.
Aleluya, aleluya, aleluya.
·
Completuria
(Postcomunión
u Oración conclusiva)
P.
El Señor esté siempre con vosotros.
T.
Y con tu espíritu.
D.
Nuestra celebración ha terminado.
En nombre de nuestro Señor Jesucristo, Dios acepte nuestros deseos y
plegarias en paz.
T.
Amén.
El
presidente besa el altar y se retira con los ministros haciendo una
reverencia.