De los capaces a los audaces

Napoleón García R.

Todos los pueblos subdesarrollados como el nuestro, han registrado en su historia el paso de tres etapas o generaciones.

La de los fundadores, organizadores y creadores de conciencia, moral, ética, equidad, respeto y orden, que se preocupó por la educación, salud y servicios del pueblo, e inició el semillero de un futuro desarrollo. Es la era de los capaces, que para el Chocó empezó con su vida de intendencia y perduró hasta iniciar la de departamento

Sigue luego un interregno, durante el Frente Nacional, que constituye para nosotros la pequeña patria boba, porque, salvo algunas excepciones entre gobernadores y alcaldes de Quibdó y parlamentarios, constituyó la era de los mediocres, una época de transición entre lo que había sido considerado bueno y lo que vendría al pasar el Frente Nacional, con la libre escogencia de parlamentarios y el poder de estos para designar gobernantes. No hubo ni fu ni fa.

A partir de aquí llega la horda de los audaces. Estos se dedicaron a capitalizar para sí, tras su pequeña imagen de salvadores de pueblos abandonados, sin educación y sin conciencia de ciudadanía, y fueron constituyendo pequeños feudos humanos, que hoy proclaman de su propiedad privada.

¿Qué sucedió después? Lo que estamos viendo. Los audaces son solo eso: una generación de vana palabrería, con habilidad para conquistar el poder, con el uso del dinero y las promesas al elector incauto y al interesado: y después de llegar a él, manejarlo sin estar preparada para ello, salvo para su beneficio y el de terceros especiales y están muy preparados para utilizar todos los elementos necesarios para mantenerse en él. Sus acciones principales: quebrar los entes territoriales, sus pequeñas empresas, sin opción de reposición y que la nación resuelva.

Lo de la Electrificadora y de las EPQ, y los abultados déficits de municipios y departamento son consecuencia de su gestionar en contravía, porque no saben respetar principios de lógica administrativa ni les preocupa aprenderla. No le temen a nada. Y así seguirán destruyendo el patrimonio que recibieron, hasta cuando el gobierno nacional aplicando la Ley de Ordenamiento territorial nos diga: "Hasta aquí llegamos, porque con ustedes no hay caso. Todos han sido incapaces. Solo quedan los audaces".

Entonces ya la privatización o fraccionamiento del territorio, no será el que mas nos sirva, sino el que el gobernante nacional de turno proponga. Y a partir de allí entrará en acción la etapa de neocolonizadores, porque todos los administradores y beneficiarios vendrán de fuera.

O mejor, ya están llegando.