En Quibdó no existen banqueros sino cuidadores de dinero ajeno, que es diferente

Esteban Caicedo

Smith, economista, dice: "El capital crece porque esa es su tendencia", pero igual puede cumplir una función social.

1. En Inglaterra, en la época de Engels, amigo de Marx, la lucha de la clase obrera se fundamentaba sobre el papel de la plusvalía, a quien debía beneficiar realmente el fruto del trabajo colectivo. La lucha fue frontal, nadie fue indiferente al problema.

En Quibdó, que también tuvo estudiantes en Londres, se vive la indiferencia por los problemas colectivos. Reina el sálvese quien pueda y el desespero ante el desempleo de la juventud delincuente y no delincuente. El efecto es el mismo ante la falta de oportunidad de ocupación remunerada, aquí entonces no tenemos ni la oportunidad de hablar de plusvalía; porque no hay quien genere o impulse el desarrollo industrial y en consecuencia no existe lucha de clases.

2. La banca era poderosa y tenía objetivos claros: impulsar la industria para que el capital creciera y generara empleo. El problema únicamente consistía a quienes realmente favorecía el crecimiento de capital. En Quibdó, y creo que en toda la región del Chocó, nunca jamás la banca impulsa industria algu

na. Viven simplemente cuidando las consignaciones del Estado y los comerciantes, pero no tienen imaginación de gestión productiva industrial, que les servirá para el crecimiento del capital que cuidan y cumplirá una función social en un pueblo famélico y desempleado.

3. ¿Qué clase de industrias? Utilizando tres fuentes de materia prima nuestra:

a) Que la madera no se vaya en bruto a Medellín, Pereira y Bogotá y regrese en escritorios de oficina, sino que en Quibdó exista una fábrica de partes de muebles y pupitres escolares exportables a toda Colombia.

b) Incrementar la producción de arroz y caña de azúcar y financiar molinos y trapiches industriales y exportar arroz, como lo hicieron los holandeses en el Atrato Medio.

c) Meterse en el cuento de ayudar a los alcaldes municipales en carreteables intermunicipales, con sus propios recursos, los de Panamericana, Medio y Alto Baudó, hasta Nuquí, para sacar del mar, por carretera, la producción pesquera y financiar los cuartos fríos, para conservación del producto, allí estaría la función de un banquero en Quibdó, gestionando o financiando la pequeña y mediana industria generadora de capital y solución social; con el oro compramos el arroz ¿verdad? Y en el Chocó tenemos los dos; lo que falta es gestión gerencial.

4. Quisiéramos que el nuevo banco recientemente establecido en Quibdó, nos ayudará en la gestión industrial –en beneficio de su capital y del pueblo–- sí se puede, y no continuar el sistema existente, de simples cuidadores de dinero ajeno. Gestión industrial es lo que esperamos.