El educador, ¿culpable o víctima?

Manuel Perea Velásquez

Es una vergüenza lo que está pasando con la educación en el Chocó, pero estamos buscando el ahogado río arriba. El principal culpable es el gobierno con sus leyes mercantilistas que tratan la educación como un negocio y le quitan autoridad al maestro, dejando que el alumno se eduque a su voluntad; y bien sabemos que esta concepción no es para nosotros debido a que durante cuatro siglos se incorporó a nuestro organismo el gen de la esclavitud. Lo digo por convicción: en treinta años de experiencia docente he observado que mis mejores estudiantes casi siempre son los que vienen del interior del país; son tan prácticos que cuando no tienen aptitud para el estudio se dedican al trabajo y no se quedan obstaculizando la actividad académica.

Con el decreto 0230 se ha querido desmeritar y descalificar al maestro para expulsarlo del magisterio. Aprovechando esto, hay alumnos que humillan a sus profesores con la anuencia de los directivos y padres de familia, quienes les alcahuetean las indisciplinas y desaplicaciones y presionan al docente para que les regale la materia.

Ni qué decir de los padres de familia. Anteriormente la madre enseñaba al niño a controlar el esfínter, ahora se ven niños de cuatro años usando pañal desechable. El niño que desbarata todo, dice vulgaridades y ataca a sus compañeritos va a ser avispado. Sus padres le satisfacen todos sus caprichos sin exigirle nada a cambio, por eso se acostumbra a conseguirlo todo fácil. Cuando llega a la escuela y el maestro trata de corregirlo se inventa una sarta de mentiras y lo calumnia ante sus padres y directivos, sus padres juzgan que es un atropello contra su 'angelito' y amenazan con retirarlo de la institución. El director ve peligrar su estabilidad laboral y conmina al maestro a cambiar de actitud.

Los padres de ahora acompañan a su hijo hasta altas horas de la noche viendo telenovelas, le compran moto para que pasee a la novia, ponen en su cuarto equipo para que escuche raga y aparato de video para que vea películas porno; esto se agrava porque las visitas se reciben en las habitaciones sin ninguna supervisión. ¿Cuál es el tiempo que les queda para estudiar?

El docente de hoy en día se encuentra acorralado por las amenazas del gobierno, la impertinencia de los alumnos, los ataques de los padres y la presión de los directivos.