¡Qué Batuta!
Alfonso Areiza Lozano
El sistema nacional de orquestas sinfónicas juveniles e infantiles de Colombia, denominado Batuta, adscrito al Mincultura, cofinanciado por la Red de Solidaridad Social, Ecopetrol y otros, ya tiene presencia viva en Quibdó y aspira a desarrollarse en todo el departamento; trabajo éste enfocado hacia el desarrollo sicomotriz y auditivo de los niños y a la enseñanza de la lecto escritura musical básica. Está integrado, pedagógica y administrativamente, por seis docentes, todos músicos de profesión: Neivo de J. Moreno, Francisco Conto, Mary Moreno, Norberto Rodríguez, César Córdoba y Francisco Restrepo; un coordinador administrativo, Emiro Rosero Arriaga, la asistente Maribeth Ramírez M. y María E. Palacios M. El paraninfo de la UTCH, el salón cultural del Banco de la República y el malecón con trasmisión del Caracol televisión en el concierto "¡Déjate tocar por la música!", los días 8, 16 y 18 de diciembre se vieron colmados de aplausos espontáneos de los muchos asistentes, al clausurar las tres etapas diferenciadas de uno de los logros del modelo pedagógico en mención: pre orquestas, orquestas en transición y orquestas juveniles, al ejecutar y mostrar un espectáculo incomparable y fantástico, particularmente por la enseñanza de los maestros, quienes siguiendo al escritor, pedagogo y filósofo suizo, Juan Jacobo Rousseau, con su significativa sentencia "La paciencia es un árbol cuyas raíces son amargas, pero sus frutos dulces", están formando los
prospectos del mañana con el excelente aprendizaje de los alumnos. La música del Chocó ya tiene mucha cosecha de talento, dinamismo y estética con nitidez y atracción expositiva en voces e instrumentos.
Batuta en Quibdó inició hace tres años, con 140 niños; hoy asisten 480, aspirando en el 2005 a recibir mil, incluyendo los desplazados, siendo urgente la donación por parte del municipio de Quibdó de un lote de terreno, para construir la sede propia, evitando la devolución de los recursos a enviar o transferencia a otro departamento. La presentación de todos los integrantes en sus diferentes niveles fue con maestría en ejecución de violín, violonchelo, viola, contrabajo, xilófono, flauta dulce, percusión menor, piano, solistas brillantes y coros de fantasía; por ello, amerita esta reflexión: ¡Qué tan lindo es cuando los niños y jóvenes nos acarician con la música; empero, qué tan infame es la escena al verlos destruidos por la droga y la violencia!. ¡Cuánto antídoto a la perversidad tiene la música!
Como la música es la sucesión de tonos modulados para recrear y fortalecer el cuerpo y el alma, los niños y jóvenes en el concierto reseñado, combinaron simultáneamente los sonidos de la voz humana y los instrumentos, produciendo deleite al escucharlos y conmoción alegre de los asistentes por la fascinación melódica y castidad de los actores. Estos chicos ejecutan música sensible y en tres años más serán clásicos; inidéntico al ruido vulgar de las fiestas de San Pacho, y en razón de esta brillante gestión, realizada sin tanto alarde, felicitamos a los responsables del proyecto Batuta, cuyo acrónimo debe tener este desglose: bien actuamos todos unidos, tocando armónicamente, finalizando en coro esta interjección de admiración con el pronombre exclamativo y el sustantivo femenino, ¡Qué Batuta!
Ñingrí: Para todos mis lectores, feliz navidad y año nuevo. Este infierno verde, manchado de sangre, llamado Chocó, no resiste más. Roguemos a Dios por la desaparición del maldito anillo de alambre, llamado vinco (violencia, ineptitud y corrupción)