El principio de la oportunidad
Carlos William Cuesta V.
En el Chocó las oportunidades son escasas. Y, ante este hecho evidente, la posición de la comunidad frente a otorgar posibilidades a los ejecutivos para que se reelijan en los cargos públicos son en efecto muy pocas.
En el pacto social establecido, la gran mayoría de los pobladores piensan y actúan bajo la premisa de que todos los habitantes tienen las mismas oportunidades, sin importar los niveles de inteligencia o competencia, y quienes llegan a ostentar transitoriamente esas altas dignidades tienen que compartir excesivamente las mieles del poder con los electores y por una sola vez: "quítate tu pa ponerme yo".
Desafortunadamente, ese pacto social va en contravía con la óptima utilización del talento de las mentes brillantes tan necesarias para nuestro desarrollo regional. Las valoraciones cualitativas del mejor uso del recurso preparado en el Chocó, no sirven para nada. La repetición no es bien vista, así el funcionario esté ejecutando una excelente labor; pues lo que prima es el concepto de "coman y comamos", principios que denotan el estado primario en el que vive la mayor parte de la gente en consonancia con las necesidades básicas insatisfechas.
En las sociedades homogéneas existen unas fuerzas invisibles que empujan hacia abajo a todos aquellos que pretenden sobresalir en este enmarañado circulo social y demás, la gran mayoría desempleados, esperanzados e insatisfechos son los que inclinan la balanza electoral. En atención a lo anterior, un selecto grupo de estudiantes de la UTCH, efectuó un sondeo preliminar en el mercado de los egresados, para conocer sus inclinaciones de voto para las próximas elecciones del consejo superior. El resultado del estudio fue totalmente adverso a la reelección del actual representante del gremio. Estos sondeos de opinión producen inquietantes reflexiones intelectuales: los egresados han tenido la mayor cuota de participación burocrática en toda la historia de la institución. Tampoco se trata, al parecer, de una intriga personal; simple y llanamente los electores prefieren a otro, para que se cumpla el principio de la oportunidad, una verdad concluyente. El resto lo dejamos en manos de los politólogos.