Doctoritis en el Chocó

Jesús Emilio Martínez M.

El Chocó y sus doctores son el pan de cada día. Buenos días doctor, buenas tardes doctor y buenas noches doctora. Y así nos hemos pasados más de doscientos años.

Doctor, doctora, doctor, doctora y nada que llega el desarrollo a este sufrido departamento. ¿Por qué? Porque los doctores y doctoras se han dedicado a consumir lo que producen los profesionales de los otros departamentos ¿Qué es lo que pasa? Será que por la doctoritis nos acomplejamos y renunciamos de nuestras capacidades y talentos y apenas queremos vivir del título, mientras nuestros hermanos siguen sumidos en la pobreza y miseria absoluta.

Nuestros pueblos empezarán a desarrollarse cuando los profesionales cambiemos la mentalidad consumidora por mentalidad productora y los empecemos a llamar por el nombre o profesión.

Acabemos con ese doctor por aquí, mi doctor porque si y doctora por allá.

Digamos administrador(a), ingenieros(a), contador, médico(a), abogado(a) y así sucesivamente.

No se justifica que con tantos doctores tengamos que importar de los otros departamentos arroz, azúcar, panela, huevos, jabón, enlatados, plátanos, pollo, carne de res, jugos, agua, sal y demás infinidad de productos.

No existe justificación alguna. Tenemos los doctores, perdón, los profesionales hechos en el Chocó y en el resto del país que nos proporcionan el conocimiento o el saber hacer, las tierras aptas para todo, energía (precaria y costosa, pero la tenemos), y recursos financieros. Hace falta la infraestructura vial para ser más competitivos pero si nos metemos en el rol de producir bienes y servicios, el gobierno central se ve obligado a hacer las vías necesarias.

¿Qué será? Pereza, negligencia, miedo de arriesgar o sentido de pertenencia?

La invitación formal es a que nos llamemos por el nombre o profesión y que entremos a producir bienes y servicios porque los que producen generan oportunidad de trabajo, generan riqueza o utilidades, desarrollo, valor agregado. Y al autor de esta nota lo llamen Jesús Emilio Martínez Mosquera o administrador.