Ideas para sacar a Juradó de su crisis

Denio Jiménez R.

Juradó enfrenta un complejo período de transicion y demanda un modelo de desarrollo y de gobierno. Este municipio pasa por el momento más difícil de su historia, sus habitantes están agobiados por el desempleo y la inseguridad y con un estado de ánimo en los niveles más bajos en muchos años.

Esta percepción pesimista coincide con el hecho de que en los últimos seis años esta comunidad ha sufrido la violencia por todos los grupos al margen de la ley, desplazamientos forzados, hambre, zozobra, estigmatización, muerte y persecución brutal hacia sus principales lideres y, lo peor aun, odio, rencor y profundos resentimientos en gran parte de sus habitantes. El concepto de bienestar social en esta comunidad es inexistente. 

Otro gran desafío es que la comunidad entienda que el concepto de desarrollo y bienestar social, comienza en la acertada elección de sus dirigentes. El nuevo modelo del municipio colombiano exige dirigentes con formación, conocimioentos y una gran dosis de sensibilidad social.

Esta triste orfandad dirigencial ha llevado al municipio en un muy corto tiempo a una lúgubre y precaria situación en todos los niveles sociales, incluyendo el lamentable estado de las finanzas públicas. En este sentido, los alcaldes se compro metieron con gastos excesivos y crecimiento en burocracia cuando tuvieron los ingresos crecientes de las transferencias. Con las nuevas normas en materia de ajuste fiscal y la reorganización de las transferencias en el marco de la ley 715/01, aunado al nulo esfuerzo fiscal del municipio, sobrevino la crisis y el municipio se quedó sin los ingresos y con una verdadera orgía del gasto, en un lamentable estado deficitario. Bajo este entendido y teniendo en cuenta los parámetros establecidos en la ley 617 de 2000, estará abocado a perder la condición de municipio.

Estos problemas obligan a replantear la función del alcalde. A los futuros alcaldes les corresponderá resolver la crisiscon escasos recursos, crear las condiciones de generación de empleos, sanear las finanzas y mejorar las condiciones de convivencia, seguridad y confianza. Ello implica un acto de reinvención total.  La crisis es compleja y  la creciente demanda de bienes y servicios que la comunidad le plantea a sus dirigentes es enorme.

La burocracia dejó de ser una opción. Por el contrario, los Estados locales tienen que disminuir de tamaño y hacerse mucho más eficientes. Con alcaldes realmente comprometidos y con el reto de sacarlo de la crisis y ponerlo en el camino correcto del crecimiento y el bienestar social, Juradó tiene grandes oportunidades, máxime cuando su condición de muni cipio fronterizo sobre el Pacífico le brinda grandes ventajas, que es necesario y preciso aprovechar.

Y siendo región estratégica para otros quehaceres, porque no aprovechar ese potencial para crear bienestar y desarrollo para toda esta gente que lo reclama. Este municippio exige un gran proceso de transición, con calificadas y serias opciones de gobierno, que le permita pasar de esta actual crisis profunda a un verdadero y moderno modelo de desarrollo.