Chocó 7 días
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Una experiencia de desarrollo regional
Carlos
William Cuesta Hasta
la década de los años setenta del siglo pasado, Riosucio llegó a ser el
primer productor y exportador de madera en bruto en Colombia.
Cansados los ribereños de ver pasar las kilométricas balsadas con
destino al Golfo de Urabá, en donde unos barcos gigantescos transportaban
el preciado recurso hacia los mercados de Europa y USA y liderados por la
curia y las fuerzas vivas de la sociedad, convocaron en abril de 1970 a un
cabildo abierto en la ciudad Vasco Núñez de Balboa, capital del municipio.
Como consecuencia del mismo, se prohibió tajantemente la explotación de
madera sin elaborar. La
compañía Exportadora de Maderas Urabá S. A., la primera empresa del
medio, toma al pie de la letra la decisión del cabildo e inmediatamente
decide construir en una de las bocas del Río Atrato llamada Matuntugo el
complejo industrial maderero más importante de Suramérica. Paralelo a la
ejecución de las obras físicas, los jóvenes bachilleres oriundos del
municipio fueron enviados a estudiar en Barranquilla y Bogotá
preferentemente; pues, el acuerdo cabildante incluía la construcción de
las factorías en la zona de influencia como también la generación de
empleo tanto para ejecutivos, técnicos, operarias y obreros de la región. Este
macroproyecto se ejecutó unos 5 años con la exportación de un amplio
portafolio de productos terminados en madera, hasta cuando llegaron los dueños
del mundo y violentamente hicieron salir a los señores inversionistas. La
anterior experiencia denota que es fácil y comprensible llegar a acuerdos
comunitarios con los inversores con respecto a la explotación sostenida de
los recursos naturales y de paso penetrar en el sistema de los negocios de
valores agregados tan necesarios para el despegue al desarrollo del Chocó. El
extinto Ramón Lozano Garcés fue un abanderado de estas premisas teóricas
del progreso, en especial del sector minero enel San Juan. Para él no existía
explicación válida, ya que el metal extraído de estos suelos, sirvió
hasta para construir un estadio de béisbol en New York, mientras la gente
negra sufría las peores penurias. Por
último, y para rebosar la copa, la organización Internacional de las
Migraciones (OIM), la Acnur y otras no gubernamentales dependientes o que
trabajan para las Naciones Unidas, con asiento en este departamento, han
“importado” a todos sus empleados blancos, incluidos hasta los
celadores, sin importar que la exclusión étnica es un factor causante de
la inequidad; inequidad que dichas organizaciones dicen defender. Vamos a
denunciar en las instancias internacionales este atropello violatorio de los
Derechos Humanos: el derecho a que los negros sean respetados y reconocidos
en su propio terruño.
¿Será que se olvidan que Kofi Annan, el Secretario General de la ONU, es un negro? |
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