PAÑUELO BORDADO
En un rincón del alma
se guardan recuerdos ya idos,
de lágrimas, besos, suspiros,
hoy robándonos la calma.
En un lugar alli,
guardo un pañuelo bordado,
con sus labios marcado
de rojo carmesí.
Eramos dos principiantes
ansiosos por conocer,
el mundo del querer,
el mundo de amantes.
Y fue en un atardecer,
cuando el sol moría en el ocaso,
que unimos beso y abrazo
y el éxtasis del placer.
Se fue de mi lado,
olvidando mi querer,
alivia mi padecer
el pañuelo bordado.
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