SAMUEL CABALLERO

UMBRALES

Envuelto en la penumbra de la noche, sumido en el letargo del recuerdo, penden engarzados en mi mente vagos recuerdos perdidos en la bruma. Afuera la lluvia necia cae, golpeando incesante los cristales, el ave de la noche se fastidia y en su desvelo, ansioso espera que la lluvia pase y ver de nuevo la luz del dia. Triste escena de contemplar, sin brújula, sin velas y sin remos, impulsada por el instinto que la guía, navegar la solitaria barca de mi vida en el inmenso mar del tiempo. Quien como tú tiempo que no tienes prisa, hoy te acaricia la briza mañana te azotará el viento. Sólo tú eres eterno, por eso nunca pasas, pasa la vida que como sombra esquiva, se nos escapa dia tras dia sin que podamos detenerla. Y asi..entre ese acontecer diario, entre ese ir y venir, que es lo que marca el ritmo diario de nuestros pasos. Entre viento y marea, entre tornenta y calma, entre aliento y suspiro, la abatida barca de mi vida sigue su ruta designada, de ir siempre: hacia la oscuridad y hacia la nada.

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