SAMUEL CABALLERO

CREPUSCULO

Moría la tarde en lontananza, el sol lanzaba un último suspiro, un arco iris en el horizonte escondido, y un canto se escucha en la distancia. Al ver aquel sol lentamente expirar, con los matices que las tardes llevan, me pregunto: qué labios hoy besan tus labios que tánto quise besar? El amor es como la ola necia, siempre queriendo la playa rebasar, sabiendo que a la arena solo llega ha dejar un olor salobre, y una espuma espesa. Y en ese necio y loco afán de querer, verte para siempre a mi unida, a mi.. se me fue la vida, y al corazón.. su palpitar.

REGRESAR AL INDICE DE SAMUEL