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Disclaimer: Esta historia contiene escenas íntimas entre dos mujeres. Los menores de 18 años.... ¡Corran! Britney Spears está dando autógrafos en el centro comercial... Xena Warrior Princess es pertenencia de Renaissanse Pictures.


PASION ILUSTRADA

Escrita por Amazona - Bardo.

La batalla fue larga y dura. Otra vez Xena y Gabrielle han ayudado al reino de Tritania a no ser dominado por el guerrero Tomias. Pero ésta vez, la vida del guerrero Tomias se perdió en la batalla y sin su líder, su ejército se había rendido cerca al castillo. La paz y la libertad finalmente habían vuelto. El Rey Chalelle organizó un gran festival, para celebrar la victoria y para honrar a la guerrera y al bardo, agradecer su ayuda y el haber salvado el reino.

Las fiestas comenzarían la mañana siguiente y todo el reino se preparaba para ello. Chalelle ofreció el cuarto mas lujoso en su castillo, para honrar a sus invitadas y amigas.

-Xena, Gabrielle, por favor acepten mi invitación a quedarse en el castillo, significaría mucho para mi y para mi gente, las fiestas comenzarán mañana temprano, así que podrían relajarse el resto del día, lo merecen, considérense como en casa por favor, se pueden marchar cuando gusten.

La invitación de Chalelle fue formalmente decretada para el beneficio de su reino, pero sus ojos, le hacían la invitación a una amiga.

Xena, entendía lo mucho que significaba para Chalelle aceptar, pues se conocían desde la infancia, no quería decepcionarlo -Chalelle, será para nosotras un honor permanecer aquí.

-Maravilloso amigas mías, dijo Chalelle, llamó a Alstair, y le dijo: -Llévalas a conocer su habitación, ya ha sido preparada.

Xena lo miró con suspicacia a la vez que Gabrielle sonreía. -¿Cómo supiste que nos quedaríamos?

Chalelle sonrió. Como si le estuviera diciendo un secreto a Gabrielle dijo: -Ella parece tener el corazón de piedra, pero con una adecuada estrategia, se lo puedes ablandar. Luego sonrió y abandonó el cuarto.

Gabrielle se rió en voz baja y se volteó hacia Xena, quien dijo de manera juguetona: -Creo que estoy de acuerdo con él.

Cuando entraron al cuarto recibieron una gran sorpresa. Lo primero que se podía observar era la imponente cama que dominaba la habitación. Sus barandas estaban artísticamente decoradas por algún artesano. Las sábanas eran de seda y un velo cubría la parte superior de ésta. Estaba ubicada en frente de dos grandes ventanales abiertos, que dejaban ver el hermoso lago frente al castillo. Desde ahí, no parecía que una gran batalla se hubiera librado. Una de las paredes tenía una gran chimenea, decorada con espadas y velas. Las demás estaban decoradas con grandes murales.

Cuando las dos mujeres salieron de su sorpresa, Alstair les explicó la importancia de ese cuarto, solo las personas que el rey considerara dignas y honorables, podían habitar estas cuatro paredes. -Los vitrales en las ventanas y los murales de las paredes, son la historia de la monarquía y de la sangre del rey, las batallas ganadas y perdidas y los recuerdos buenos y malos han sido plasmados en estos murales. Luego les informó que los artistas del rey estaban preparando un mural con la última victoria y con las personas que ayudaron a ella.

Cuando Alstair acabó su narración, el rey Chalelle entró a la habitación y lo primero que notó fue la cara de asombro de Gabrielle, puso una de sus manos en uno de sus hombros -Pensé que te gustaría ésta habitación mi joven bardo, cuenta muy buenas historias... igual que tu!.

La mirada de asombro de Gabrielle se tornó en un rostro de agradecimiento, se acercó al guapo rey y le dijo: -¡oh Chalelle, nunca había visto algo tan exquisito! Sus ojos verdes ya se estaban imaginando las historias de los murales, -Gracias por compartir esto conmigo.... con nosotras! -Siempre serás bienvenida mi amiga, el rey abrazó a Gabrielle, Xena miraba esta escena muy conmovida. Y feliz de ver a su amiga sonreír. Después Xena le agradeció al rey, él sabía que no le estaba agradeciendo por ella, sino por la felicidad de Gabby.

Durante el tiempo que Xena y Gabrielle habían permanecido en el castillo, el Rey Chalelle había notado lo mucho que se querían Xena y Gabriele, y lo mucho que significaban la una para la otra, también se dió cuenta que Gabrielle había vuelto a despertar el dulce corazón que Xena tenía cuando niña. La había visto en sus años oscuros y sabía que esa no era Xena. Trató de encontrar aquella amiga que le había ayudado años atrás pero le fue imposible. Tuvieron una amarga discusión y Xena se marchó., se marchó a librar miles de batallas, la mayoría con sí misma, hasta que el dulce corazón de niña regresó. Estaba en el castillo, ya todo estaba olvidado entre ellos dos. Sus memorias empezaron a aparecer y le preguntó a Gabrielle que si ella sabía como ellos dos se habían vuelto amigos.

-No se mucho, lo único que me dijo es que tu habías sido rescatado de los tratantes de esclavos por alguien de la villa, antes que tus padres te encontraran. No se más. En su cara se notaban las ganas de saber el resto de la historia.

-Bueno, esa es la historia básica, pero si quieres saber el resto te lo contaré. Le indicó a Gabrielle mirar una parte del mural, la que estaba junto a la puerta y le dijo que lo leyera por ella misma. Cuando Gabrielle empezó a interpretar el mural, vio en el un rostro familiar. -Por los dioses... ¡es Xena!

Cuando Xena oyó mencionar su nombre, dejó de mirar el lago y se volteó, estaba intrigada por el asombro de Gabrielle.

Chalelle abandonó la habitación, pues sabía que Xena odiaba el ser admirada, además no quería encontrarse con el acero de sus ojos azules, estaba seguro que le empezaría a tirar dagas con la mirada. Mientras abandonaba el cuarto, les dijo: -Su baño está listo en la otra habitación, nos vemos en la comida.

Xena se acercó al mural que Gabrielle contemplaba con asombro -¡Es hombre muerto! Dijo en voz baja, después le gritó al rey... -Chalelle, ¡me la vas a pagar por esto!, Chalelle escuchó y soltó una gran carcajada.

-Oh Xena, ¡Mira esto!, Gabrielle empezó a recitar la historia del mural.: "Un pequeño niño es arrancado de la seguridad de su castillo, y escondido con un esclavo para su rescate, un día el pequeño niño se escabulle y se encuentra con otros dos. El más joven de los dos, tenía el pelo claro como los rayos del sol y los ojos azules como un cristal, la mayor tenía el pelo tan negro como un azabache y los ojos tan azules como el cielo de los Campos Eliseos".

Sonriente, Gabrielle miró a Xena, vio que algunas lágrimas se asomaban en sus ojos mientras miraba a los dos niños. Con un tono de voz muy suave, Gabrielle preguntó -¿Son Lyceus y tu verdad?

Gabrielle tomó una mano de Xena, esperando que la retirara rechazando el afecto, muy al contrario, Xena entrelazó sus dedos con los de Gabrielle mientras ésta continuaba: -"Al principio, el pequeño niño trató de huir de los otros dos, por que pensó que lo regresarían con los tratantes de esclavos, pero pronto ganaron su confianza, lo llevaron a una cueva lejos de los tratantes, y lo salvaron".

Aún sosteniendo la mano de Gabrielle, Xena toca con la otra el mural, busca la familia que perdió hace tiempo. Gabrielle cree que Xena no escuchará el resto de la historia y que se irá, teniendo ella que acabar la historia sola, pero no es así, Xena aprieta más la mano de Gabrielle, le está diciendo que quiere seguir oyendo la narración que ella está contando. Gabrielle pone su otra mano en un brazo de su amiga y continuó:

"Los niños le contaron a su madre sobre los tratantes de esclavos y sobre el niño que estaba escondido en la cueva. Fue una decisión muy buena de parte de ellos. Desde esa noche, los tratantes buscaron por toda la villa al niño. Cuando pasaron algunos días, pensaron que ya era seguro traerlo de vuelta a casa. mientras el niño estuvo en la cueva, La niña y su hermano se turnaban y le llevaban comida. Un mes después, el niño se fue a vivir con ellos a la taberna en donde trabajaba la madre de los dos pequeños, el niño se preguntó si su familia pensaba que él estaba vivo y fue como si los dioses hubieran escuchado sus pensamientos, por la puerta de la taberna entró el padre del niño, se reconocieron, se abrazaron y la deuda que tienen con éstos niños protectores es tan grande como el olímpo".

Gabrielle tenía sus dos manos tomando la de Xena, tenía lágrimas en sus ojos, y le dijo: -Ves Xena, aún de niña, tenías corazón de héroe.

Hasta ese momento, Xena miró a Gabrielle y dejó ver las lágrimas en sus mejillas. Para sorpresa de Gabrielle, cuando quiso acercarse a secar las lágrimas de Xena y abrazarla, Xena no se retiró. Gabrielle la mantuvo abrazada hasta que tuvo que soltarla, ya que Xena parecía querer permanecer entre los brazos de Gabrielle mucho tiempo. Gabrielle, se dijo a si misma, que le gustaba cuando Xena se acercaba a ella, le gustaba sentir que la guerrera la necesitaba ya que momentos como éstos eran escasos, por eso es que Gabrielle quería vivirlos al máximo.

Cuidadosa de no hastiar a Xena con su afecto, suavemente la tomó del brazo y le dijo que le sentaría bien un baño caliente.

-Xena, voy a ver que el agua esté caliente y que el baño esté bien mientras tu te quitas la ropa.

Las dos se dirigieron hacia el baño, como cosa extraña, Xena no protestó. Tal vez debido a su estado emocional, no pensó que podía acostarse en la hermosa cama, sabiendo que Gabrielle estaba desnuda detrás de la puerta, tomando un baño. Xena no estaba preparada para contarle a Gabrielle lo que sentía por ella, ya que temía que esto alejara de ella la única paz que tenía. Y Gabrielle era esa paz.

Xena sabía que necesitaba que Gabrielle estuviera a su lado, no hubiera soportado el volver a recordar a su familia si Gabrielle no hubiera estado ahí. Gabby fue el lazo que unió todos los pedazos del corazón de Xena.

El baño era la extensión perfecta del cuarto, tenía una enorme tina, sus paredes al igual que la otra habitación, estaban decoradas con ilustraciones, en el fondo, había una chimenea con el fuego encendido.

Xena miró a Gabrielle con ojos amorosos, mientras le decía que el agua estaba perfecta. -Toma el baño, lo necesitas de muchas maneras, dijo Gabrielle mientas se tapaba la nariz con los dedos, insinuando que un nauseabundo olor provenía de la guerrera.

-¡Oye! Tu no es que huelas a un jardín de rosas...!

Gabrielle le pregunta a su amiga: -¿Necesitas ayuda?, quiero decir, ¿algo para hacer esto mas rápido?

Xena se paró desnuda frente a Gabrielle, quien sintió dentro de su estómago algo que la invadía... -mmmm, voy a lavar tu ropa, no tiene sentido que te bañes si te vas a poner ropa sucia. Gabrielle como fuera, tenía que salir de ahí. Miró a Xena y le dijo que si necesitaba algo que se lo dijera, que estaría afuera.

Gabrielle pensó: -¡Por favor Xena, necesita algo.... necesítame a mi!

Xena pensó: -¡Todo lo que necesito es a ti!

Gabrielle volvió a la habitación y encontró a Chalelle -¡Oh Gabrielle, lo siento, pensé que las dos estarían tomando un baño!

Xena lo hace, dijo Gabby con un gesto de confusión en su cara.

-Les he traído ropa limpia para que se pongan.

Gabrielle le sonrió a su nuevo amigo, -Gracias Chalelle, realmente la estamos necesitando.... ¿Por que te sorprendes de encontrarme a mí aqui?

-Oh, no lo sé.... pensé que después de todo lo que ha pasado, ustedes querrían pasar algún tiempo solas...

-¿Por qué piensas eso? Dijo Gabrielle esperando encontrar una luz, durante su estancia en el castillo, había aprendido que Chalelle era una persona honesta y observadora.

-He visto la manera en que pelean juntas, pero también he visto la manera como se miran, pensé que ustedes dos eran.... tu sabes que eran....

Pues no lo somos, pero me agrada que "tu" hayas notado algo... me gustaría que ella lo hiciera también. Gabrielle estaba feliz de haber encontrado alguien con quien hablar. -¿Puedo hablar contigo de esto?.... ¡Pero por favor no le digas nada a Xena, nos mataría a los dos si lo sabe!

Chalelle soltó una pequeña carcajada mientras se sentaba en la cama con Gabrielle: -Si, lo sé.

Gabrielle le empezó a contar al rey por todo lo que habían pasado. Le contó acerca de cuando Xena fue golpeada por aquel tronco y murió, que en ese entonces, Gabrielle descubrió lo mucho que Xena significaba para ella, que habían muchos sentimientos involucrados, mas de los que ella pensaba. Después le contó sobre aquel beso, y como las cosas se complicaron después de eso. -Hasta que Xena me besó, no me había dado cuenta de lo que sentía por ella., es decir, sabía que la quería, pero lo que no sabía era de que manera y cuanto. Desde que Xena regresó de la muerte, nunca hemos comentado algo acerca de ese beso, y yo aún tengo una pregunta, sería ella la que me besó o sería Autolycus...

Chalelle puso su mano alrededor de Gabby, -¿Alguna vez han hablado acerca de esto? Gabrielle soltó una carcajada,... -¡Olvídalo Gabrielle!.... pero creo que te va a tocar a ti dar el primer paso... Gabby abrió sus ojos y solo dijo ¿QUE?. -Si Gabrielle, te va a tocar hablar con Xena, sabes que a ella no le gusta expresarse mucho, o en dado caso que no seas capaz.... ¡sedúcela!

-Creeme Chalelle que lo he intentado, cuando puedo la toco, la acaricio, incluso me baño en frente de ella... pero nada funciona... quizá no siente nada por mi después de todo.

El Rey se veía impresionado por las técnicas de Gabrielle. -No creo que no sienta nada por ti.... el problema aquí es que nuestra princesa guerrera tiene la voluntad de hierro, pero en el fondo debe estar como loca preguntándose si será que tu sientes algo por ella.

-¿De verdad crees eso? Dijo Gabrielle sonriente.

-Asi es, le dijo Chalelle, quien en su mente estaba maquinando un plan el cual no le diría a Gabrielle... -Tengo el presentimiento que mañana en la noche... tendrás a tu guerrera... y de verdad quiero decir que la vas a tener!

La sonrisa de Gabrielle llenaba su cara, abrazó y beso a Chalelle en la mejilla y le agradeció.

Escucharon la puerta del baño abrirse, Xena ya había acabado de bañarse y se asombró al ver a a Gabrielle abrazando al rey. Gabrielle y Chalelle se miraron... se preguntaban cuanto de lo que habían hablado había alcanzado a escuchar Xena. Gabrielle habló primero: -Hola Xena, ¿Como estuvo tu baño?

-Bien, dijo de manera fría.

-Le estaba contando a Chalelle algunas de nuestras aventuras y también le estaba agradeciendo por su amable hospitalidad. Gabrielle solo esperaba que Xena no se diera cuenta de la mentira, y si se daba cuenta, las dos sabían que había cosas que era mejor que permanecieran en secreto.

Sabiendo lo afectuosa que era el bardo, Xena aceptó la explicación, pues prefirió esto a imaginarse a Gabby en brazos de otra persona. Se sentó en la cama con ellos y dijo: -Si Chalelle, gracias por tu hospitalidad.

Chalelle sonrió, ¿Para que están los viejos amigos?

Xena le devolvió la sonrisa y dijo mirando el mural en donde estaba ella dibujada... -Hablando de los viejos amigos...

Chalelle se paró de la cama y salió de la habitación, desde fuera les grito... -¡La cena es en una hora!.

Xena se unió a Gabrielle en la cama, las dos se reían de ver a su escurridizo amigo, Chalelle asomó la cabeza por la puerta y le dijo a Gabrielle que ordenaría arreglar el baño para ella, por que el que Xena acababa de usar seguramente estaría hecho un desorden. Gabrielle se rió del comentario, -Realmente me agrada, es muy divertido y un buen amigo.

-Si, lo es.... dijo Xena acostándose en la cama. El corazón de Gabrielle empezó a latir mas de prisa al ver lo que estaba tendido a su lado... Xena, tan solo en una bata de seda azul... Gabby buscó cualquier disculpa para hablarle a Xena y poder admirar su belleza..... -Escuché que va a haber una gran fiesta... por los dioses, eso suena maravilloso...

-Si, si alguien sabe como hacer una fiesta, ese es Chalelle. Xena puso sus dos manos bajo su cabeza.

Gabrielle vio que Xena cerró sus ojos, esa era la oportunidad perfecta para poder mirar detalladamente a la mujer que amaba. Sus ojos azules estaban ocultos debajo de sus párpados. El pelo de Xena aún estaba mojado, y encima de las sábanas, rodeaba como en una obra de arte su rostro. Gabby admiró el cuello de Xena, hasta que llegó a su pecho. La bata de seda azul, permitía ver uno de sus senos, el cual la bardo deseó acariciar, pero antes de cometer cualquier locura, bajó su vista a la apertura de la bata, por donde salían las piernas de la Princesa Guerrera.... muchas veces había querido estar entre esas largas y musculosas piernas. Se imaginó por un instante el recostarse a su lado, pero antes de perder la cabeza, se levantó. Quizás Xena estaba sintiendo lo mismo, quizás quería que Gabrielle se acostara a su lado, o tal vez Gabrielle estaba sola en su pasión...

De un saltó, Gabby se levantó de la cama, -Ahora es mi turno de tomar un baño, ya debieron preparar uno nuevo. Por dentro pensaba: -¡Ojalá que el agua esté bien fría!.

Gabrielle entró al baño, se quitó la ropa, salió a la habitación, y le dijo a Xena que Chalelle les había traído ropa nueva, la cual estaba encima de la cama. Xena se quedó muda, atónita, no le quitaba la mirada a Gabrielle, quien se dio la vuelta y se entró al baño nuevamente, suspiró y se metió en la tina. Empezó a darse cuenta de lo que había hecho y de la mirada de Xena. Sonrió y aceptó que Chalelle estaba en lo cierto, que estaba enloqueciendo a su amiga. -Ya falta poco mi princesa guerrera, dijo Gabrielle y se relajó en la tina.

En la otra habitación, Xena se puso una almohada en la cara, no podía quitarse de la cabeza la imagen de Gabrielle desnuda en la puerta. -¡Por los Dioses!, ¿Tendrá alguna idea de lo que me está haciendo?

Poco después, Gabrielle salió del bañó, usando una bata de seda verde, miró por toda la habitación hasta que vio a Xena mirando a por la ventana el inmenso lago verde del castillo. La noche había llegado, la luz de la luna se reflejaba en el lago, iluminando la cara de Xena. -¡Por Zeus, que hermosa es! Pensó Gabrielle. Xena tenía una mirada muy extraña en la cara por lo que le preguntó que si algo estaba mal.

-Nada está mal, solo estaba pensando.

-¿En qué?, te ves muy triste...

-No es que esté triste, solo pensaba en los momentos en que Lyceus y yo pasábamos en este castillo cuando éramos niños. Nos divertíamos mucho los cuatro aquí...

-¿Los cuatro?, ¿Quieres decir Lyceus, Chalelle, Thoris y tú?

-No, Thoris nunca fue muy cercano a Lyceus y a mi, me refiero a Arial, la hermana de Chalelle, la vas a conocer mañana, la mandó a vivir con algunos parientes muy lejos, mientras la batalla terminaba. Chalelle dijo que vendría

-¡Me encantaría conocerla!

-Te va a agradar, es igual que Chalelle.

Gabrielle se sentó en la cama y empezó a desenredar su pelo, pronto se empezó a poner de mal humor debido a los nudos, Xena, viendo que Gabby empezaba a malhumorarse, le quitó el cepillo de la mano, se sentó detrás de ella y le ayudó a cepillarse. Lentamente Xena empezó a cepillar el pelo de Gabrielle, en cada cepillada podía sentir su suavidad y que ya estaba quedando desenredado. Por única vez, Xena pudo pasar libremente sus dedos por los mechones de pelo de Gabrielle, sintiendo cada olor y cada caricia.

Lo que Xena no sabía, era que Gabrielle era perfectamente capaz de desenredarse ella misma el pelo, pero este "ritual", fue la excusa perfecta para disfrutar del mismo placer.

Alguien golpeó la puerta -Xena... Gabrielle...¿Están decentes? Dijo Chalelle

-Si Chalelle, adelante...

Con mucha cautela, Chalelle entró al cuarto. -¿No me vas a arrojar nada en la cara o s Xena?

¡Aún lo estoy pensando! Dijo Xena bromeando.

-Bien, solo quería informarles que la cena se servirá en algunos minutos, por favor bajen en cuanto estén listas. Chalelle sonrió y se retiró de la habitación.

-Gabrielle le dijo a Xena tratando de ocultar su desacuerdo: -Bueno, es mejor que nos vistamos y nos demos prisa.

-Tienes razón. Aquí tienes. Le tiró a Gabrielle la ropa en la cara.

Cuando las dos estuvieron listas, bajaron a la gran estancia, en donde abundaba la comida y la bebida. Todo el rato la pasaron comiendo, bebiendo y divirtiéndose con Chalelle. Gabrielle se había dedicado a beber de mas, por lo cual, estaba a punto de dormirse. -Chalelle, Xena y yo pasamos una excelente velada, pero creo que es hora de ir a descansar un poco.

Gabrielle nunca había visto a Xena divertirse de ésta manera. -Oh pero no es necesario que me acompañes Xena... ustedes dos deben tener mucho de hablar... yo estaré bien.... trató de subir las escaleras pero se cayó de cara. Los tres se rieron de ver esto.

-Gabrielle, dijo Xena, ¿Estás segura que estás bien? ¿No necesitas ayuda?

-Oh de ninguna manera, estaré bien en cuanto aprenda a balancearme en estas cosas. Lentamente logró subir las escaleras. -¡Ha ha ha... lo hice... lo hice!

Xena y Chalelle, la siguieron detrás por las escaleras, por si acaso se volvía a caer, cuando Gabrielle encontró la puerta, Xena le dijo a Chalelle que Gabby estaría bien.

Chalelle y Xena se sentaron frente a la chimenea que estaba en la habitación, Chalelle dijo: -¿Sabe Gabrielle lo mucho que te preocupas por ella?

La pregunta tomó a Xena fuera de base, pero después cayó en cuenta que Chalelle era la única persona que la conocía bien. Claro está aparte de Gabrielle. Xena trató de enmascarar sus sentimientos: -¿Qué quieres decir?, ella sabe perfectamente lo que significa para mi, sabe que es mi mejor amiga.

- Xena, tu sabes que eso no es lo que quiero decir, ¿Gabrielle sabe lo mucho que la quieres?

Xena miró a Chalelle y luego la chimenea, no respondió la pregunta. Al sentir la mirada de Chalelle, le dijo: -No Chalelle, no sabe lo que siento por ella, creo que no está lista para saberlo.

-¿Cómo lo sabes? ¿Acaso se lo has preguntado?

Chalelle trataba de hacer que Xena hablara de lo que pasó cuando "murio", que hablara de lo mismo que Gabrielle le había hablado antes. Necesitaba saber lo que Xena pensaba de ese evento.

-Chalelle... ¿Gabrielle te ha hablado de la vez que me golpeó un tronco.... y que llegamos a donde las amazonas?

-Algo me comentó... de como perdiste la vida y después volviste a revivir... con ayuda de la ambrosía... Esto fue todo lo que Chalelle reveló.

Xena respiró profundamente y empezó la historia: -Sabes que no puedo narrar una historia tan bien como Gabrielle ... pero te la contaré.... Le pedí ayuda a Autolycus para poder recuperar mi cuerpo. Hubiera podido ir directamente a Gabrielle, pero no me sentí capaz. Cuando Gabrielle se convenció de que yo estaba ahí, entonces pude hablarle a través de Autolycus. Mientras hablábamos... la besé. Xena miró a Chalelle esperando algun comentario, pero como no lo hizo, continuó: -No fue algo planeado, simplemente sucedió. Después tuvimos que pelear contra Velasca. En esa lucha, pude entrar en el cuerpo de Gabrielle, y percibí mucha confusión en sus sentimientos, en lo que sentía por mi, en lo que pensaba de las dos...

Entonces el rey le dijo a Xena: -¿Entonces estás haciendo de cuenta que ese beso nunca sucedió?, ¿sin importar lo que Gabrielle esté sintiendo?... ¡Eso es muy injusto Xena!, ¿Que tal que ella esté sintiendo lo mismo?... ¿Por que no te tragas algo de ese orgullo guerrero, y paras de protegerla?... ¡verás que lo que Gabrielle necesita no es que la protejas!... ¡Tampoco es lo que quiere! Pronto será tarde si no haces algo.

Xena volteó a mirar a su amigo... tenía muchas dudas y preguntas. Chalelle no quería seguir con eso, al menos había logrado hacer que Xena reflexionara un poco. Se levantó, y le deseó buenas noches a Xena, luego abandonó la habitación.

Xena se quedó sentada, mirando la chimenea y preguntándose si lo que Chalelle dijo era verdad... ¿Acaso Gabrielle podría estar sintiendo lo mismo? ¿Habría que arriesgar su amistad para poder saberlo?. Esa noche Xena tendría mucho en que pensar, además que el vino que había tomado ya la estaba mandando a la cama.

Miró a Gabrielle, estaba con los ojos cerrados, tal vez dormía profundamente, Xena se quitó la ropa y se acostó en la cama, tapándose con una sábana. Volvió a mirar a Gabrielle, estaba acostada mirando hacia el techo, tenía parte de su pelo cubriéndole la cara, por lo que Xena con mucha suavidad se lo retiró. No se cansaba de mirar a su bardo durmiente.

Muy al contrario de lo que Xena estaba pensando, Gabrielle no se encontraba dormida, se encontraba disfrutando las demostraciones de amor que Xena estaba teniendo hacia ella. Gabrielle continuó pretendiendo que estaba dormida, y rodó suavemente hasta encontrarse con el cuerpo de Xena, la princesa guerrera dejó escapar un fuerte suspiro, Gabrielle estaba feliz. Xena no pudo resistir la tentación y puso sus dos brazos alrededor de Gabrielle. Y así las dos durmieron abrazadas hasta la mañana siguiente.


Continuación

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