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Los personajes Xena , Gabrielle y Argo son propiedad de mca universal/studios usa y Renaissance Pictures.

Este relato no pretende infringir ningún derecho, ni se persigue animo de lucro.

Esta historia apoya el subtexto, así que ya lo sabes si no te gusta seguramente existen otros F.F que estén de acuerdo a tu mentalidad.

Si no eres mayor de 18 años o eres intolerante en el amor, o sea que limitas a formas determinadas no sigas leyendo pues este texto rompe esos esquemas predeterminados por la sociedad, no por la naturaleza inherente a cada ser humano.

Quiero dedicar este F.F a todas las xenitas, especialmente a quienes conocí desde adentro: para vos Rossie, Lila, Pita, UberJoxer y para Lidia a quien empiezo a conocer y aprecio mucho. Ah! Me olvidaba: Para todos los antisubtexto y los homo fóbicos!!!...jejjejejej...de onda, he?

Gracias a mi hermano Emanuel por ayudarme en este F.F y por la paciencia que tiene conmigo.

Dedicado para mi súper heroína Najara y a Gabrielle.

Gracias Kevin por el talento que nos ofreciste en cada capitulo y sobre todo por darle vida a Ares. Que en paz descanses, amigo. Hasta siempre.


  LA ELECCION: EL DESTINO ESTÁ ESCRITO...

Por  Laura Najara

Parte II

Salió del agua, vestida de sensualidad, cada gota de agua dulce se deslizaba por su piel redibujando su bella figura.

Najara la observaba desde la costa, casi atónita, había deseado verla así desde la primera vez que la conoció; se puso de pie, estaba inquieta: Gabrielle se aproximaba a ella vestida en cuerpo y alma, tal y como los dioses le habían forjado algún día en el Olimpo. Sus latidos acelerados le hicieron estremecer su ser. La bardo sabia que Najara la amaba, pero ella aun no tenia en claro que era lo que sentía, si solo la quería como amiga o en su corazón anidaba un sentimiento mas fuerte. No quiso ponerse a pensar en Xena. Ahora eran solo ella y Najara, y deseaba a esta mujer.

Najara deposito sus manos en la cintura de la bardo, esta la rodeo con sus brazos... su piel era tan suave, su respiración era la suya... Se besaron, entre besos cortos, Najara beso su cuello y susurró:

-Nunca te había visto así...

-Shhh... yo también voy a verte así- Sentencio, con una leve sonrisa que se desvaneció para volver a besar a Najara.

La bardo aproximo aun mas su cuerpo húmedo a la guerrera, esta cerro sus ojos al sentir los labios de Gabrielle vagar parsimoniosamente por su cuello, buscando luego el nuevo encuentro de sus labios; las bocas se unieron ansiosas, entre precipitadas y calma, tan lento, tan suave, tan caliente... dando paso al frenético encuentro de sus lenguas. Dándose paso a la concentración de las manos, surtiendo consecuencias para desencadenar así la mas anhelada forma de hurgar en el placer.

-Ahora no hay nadie...- Justifico la bardo.

-Esperaba que lo mencionaras...- Ahogo su voz en un beso con Gabrielle.

La bardo le quito el casco, despojo sus hombros de los breteles de su atuendo, poniendo especial atención  cada uno de sus movimientos, luego deslizo sus dedos por el pecho de Najara para rozar sus senos y sintió el estremecer de esta, entonces desabrocho el cinturón de la guerrera para proceder a quitarle por completo el vestido. Allí estaban los cuerpos desnudos, uniéndose en tiernos abrazos, entre besos y caricias. Najara recostó delicadamente a Gabrielle sobre la manta, procediendo a jugar en su boca. Najara se alejo entonces para comenzar a dibujar un camino descendente hacia el vientre en una sutil sucesión de besos, ayudándose con la lengua; ascendió para detenerse a jugar entre los pechos de Gabrielle, quien no pudo evitar gemir cuando su amante recorrió con su lengua la erección de sus pezones, los succiono; y volvió al rostro de Gabrielle, deposito un beso en su frente, le beso los labios, la miro a los ojos:

-Te deseo Gabrielle... Te amo y quiero hacerte mía ahora – Susurro...

-Hazlo...-suplicó Gabrielle y tomo el rostro de Najara entre su manos, la beso nuevamente:

-Eres lo mas dulce que he tenido...desde hace mucho tiempo. Hazme tuya....

Najara volvió a bajar cuidadosamente hasta su vientre, con la diferencia de que ahora no detendría su camino, separo los muslos de su bardo, los acaricio... Gabrielle tímidamente abrió sus piernas. Najara acerco su rostro a esa zona sensible y deliciosa...Recorrió ese espacio con toda la longitud de su lengua, dejando su efecto a lo largo de ese bello surco, lo que provoco que Gabrielle encorvara su cintura alejándola del suelo.

-Haaa....Najara...- exclamo en su respiración acelerada. Su amante exploro cada espacio, lamió, succionó, chupo y relamió ese lugar, ese punto exacto donde cualquier mujer estallaría de excitación...

-Najara, no resisto.....haaaaaa! Najara, por favor...haaaaa....por todos los dioses!- Rogó la bardo con su voz entrecortada combinada entre jadeos y gemidos, sus piernas estaban debilitadas, el placer que estaba sintiendo era extremo, había abatido cada uno de sus nervios... Cada lamida colmo toda la entereza de su cuerpo, y sin perder tiempo una ola de placer se libero cuando Najara se retiro para dar paso a la ultima enervación de placer de su pequeña. Todo el hermoso cuerpo de su pequeña estaba exhausto, con la guardia baja. La bardo la miro:

-Ven, abrázame....-sonrió, recuperando el aliento.

Najara se acerco y la cubrió con el doblez de la manta y la acurruco entre sus brazos.

-Najara, nunca había sentido esto.- Comento Gabrielle.

-Yo tampoco, mi amor- Aseguro.

Se sumieron en un beso suave, delicado y amoroso. Una de las manos de Gabrielle logro endurecer los pechos de Najara.

-Ahora me toca....- Susurro la bardo con voz insinuadora, entre una sonrisa de picardía.

-No te detendré, Gabrielle.- Sonrió Najara, besando a Gabrielle que pronto se perdió en su cuerpo.

  Al día siguiente...

-Najara! Necesito vendas.- Vocifero Gabrielle

La guerrera se acerco la bardo atendía a una niña que lloraba por el dolor provocado por una herida sangrante en su brazo.

-Aquí tienes, Gabrielle.

-Gracias.

-¿Como te llamas?- Pregunto Najara a la niña.

Así se estableció una conversación divertida, y la niña olvido su dolor, sus lagrimas se secaban. Gabrielle, mientras vendaba a la niña, advirtió la dulzura que había en la voz de Najara, y como así sin mas había hecho que la niña acabara con su llanto, acción que ella no pudo lograr previamente. Era como si solamente lo hubiera con su sonrisa. “Que bella se ve”, pensó.

  Transcurrían los meses, Xena venia cada tanto a comer con ellas. Xena entendió que Gabrielle estaba feliz, por que tal vez ahora estaba enamorada...

La princesa guerrera no quiso hablar acerca de cuanto la extrañaba. En realidad para no estar sola había aceptado la compañía de Joxer y cualquiera imaginaria el esfuerzo que eso implica; Joxer concurría con ella a visitar a Gabrielle.

La adoraba pero no diría nada a la bardo, aunque muriera. Xena había notado el interés que Gabrielle prestaba a cada palabra que Najara decía y la forma en que se miraban, las sonrisas, gestos que ambas se dedicaban, ¿quien lo negaría?: inevitablemente allí estaba naciendo algo, eso que Xena imagino que había siempre entre ellas, pero por celos y furia jamás quiso preguntarle a Gabrielle, temiendo que esta le confirmara su sospecha.

  Una tarde estando las dos solas...

Luego de una amena charla recordando todas esas cosas que vivieron juntas. Xena quiso saber:

-¿La amas?

Gabrielle levanto su mirada al cielo, miro el paisaje  a su alrededor, suspiro y puso de pie:

-No lo se. Ayer estuvimos aquí juntas, fue... como estar en los campos Elíseos; creí soñar. Me dijo que me amaba, en todo estos días he sentido un sentimiento de bienestar y paz, cuando se acerca a besarme, o tan solo con su roce... no lo se, Xena...

Xena trato de evitar con toda su alma no demostrar todo el enojo, la profunda angustia que todo ese comentario le causara. Entonces cuestiono:

-¿No lo sabes?, como es qu.....

-Me estoy enamorando de ella- interrumpió la bardo - Ella me dijo que me amaba y no me ha exigido nada, ella esta dándome todo sin esperar nada... es tan bella.- Suspiro, mirando en la nada como si estuviera hablando sola.

Xena se apoyo, se recostó aun mas en su dolor.

La guerrera ya no quiso continuar con la conversación, lamentó haberla iniciado. Miró a Gabrielle y  con el rictus de su boca, trato de fingir su alegría por la bardo.

Najara temía cada día que Xena le dijera algo a Gabrielle. Najara no era justamente idiota, como para no darse cuanta que la princesa guerrera la querría como algo mas además de amiga. Pero confiaba en que Gabrielle no la traicionaría, antes que decirle lo que pasaba por su corazón; ese pensamiento aliviaba la aspereza de sus celos.

  Una mañana al orfanato llego una joven, cargaba con un bolso, tenia unos hermosos ojos verdes, llamativas cicatrices en su rostro, su cabello era de color caoba, lo llevaba recogido en un rodete, en sus ojos se reflejaba el dolor, esta tenía una capa con la que cubría su brazo derecho el cual lo tomaba con su mano izquierda. Najara la vio acercarse al lugar y corrió a su encuentro. La tomo del brazo para ayudarla, recostándola en el tronco de un árbol cercano:

-¿Que te sucedió? Déjame ver.

Najara, se sorprendió al ver que a la joven le faltaba el brazo.

-Hace mucho años lo perdí, pero el dolor no ha cesado. Es insoportable- Gimió de dolor – ¿Puedes ayudarme?

-Haré lo que pueda.

La joven levanto la mirada, para agradecerle; pero quedo prendada de los ojos de la guerrera, de la amabilidad y simpleza de su persona. En ese instante sus miradas se cruzaron y el silencio se adueño de ambas; Najara se sintió súbitamente atraída por la joven, pero lucho  para sacar esa idea de su cabeza, ahora en su vida estaba Gabrielle la mujer que mas amaba y le debía lealtad.

- Mi nombre es Thelassa- Interrumpió la joven,

-Soy Najara. Bien, Thelassa. Espera aquí.

La mujer asintió con la cabeza sin abandonar los ojos de la guerrera.

De improviso sintió como si las heridas de su alma se cubrieran de miel. Observo a Najara hasta que esta se perdió en la lejanía. Reconoció un rostro: era Gabrielle.

-¿Eres tu?- Pregunto la bardo- ¿Como has estado?¿ estas aquí por tu brazo?

-Así es. Esa muchacha, Najara, dijo que volvería. Sabes el dolor es mas fuerte cada mañana

Gabrielle puso su mano sobre el hombro de Thelassa:

-Najara, te sanara, ella sabe de estas cosas es una gran curandera, ya lo veras. ¿Quieres agua?

-Si, me gustaría, por favor

Gabrielle que se había arrodillado para hablar con ella se levanto, y en ese instante Thelassa la detuvo:

-Gabrielle, ¿donde esta Xena?

-Ya no viajamos juntas. Ahora vivo aquí con Najara. Ella y yo....-sonrió la bardo-..estamos juntas.

Thelassa sintió como si una piedra rompiera la calma y armonía de la superficie de un río.

  Najara la llevo dentro de la casa, le dio una habitación dentro de la casa donde vivían Gabrielle y Najara; le coloco el bálsamo correspondiente y la vendo, luego procedió a colocarle la prótesis del brazo esculpido en madera que le ayudaba  a realizar ciertas actividades.

-Solo debes estar en reposo, el dolor será mas cuando llegue la noche y puedes irte y regresar mañana..

Gabrielle se acerco a Thelassa.

-¿Por que no te quedas esta noche? Cena con nosotras. Tenemos muchas cosas que recordar, ¿no es así? Mañana si tu brazo esta bien podrás irte si deseas o puedes quedarte durante el tratamiento. Además Najara esta de acuerdo.

Najara asintió con un gesto.

-Eres muy gentil Gabrielle. Ambas son muy gentiles. No quisiera causar molestias, pero... a decir verdad, no tengo donde ir.

-¿Lo ves?, quédate aquí. Si lo así lo quisieras puedes ayudarnos aquí. Por lo que has podido ver tenemos escasos voluntarios, que trabajan con esfuerzo y tu también serias de gran ayuda para nosotras.

El rostro de Thelassa se ilumino.

-Desde la primera vez que te he conocido, siempre encontré un consuelo en ti, y muchas cosas han cambiado para bien. Gracias, Gabrielle, Najara. ¡Los dioses las bendigan!- Se puso de pie y abrazo a Gabrielle, en tanto sus ojos tímidos buscaron los de Najara, la cual quiso esquivar sus ojos...pero no pudo.

  Meses mas tarde....

  -Tobías Najara necesita vendajes limpios. Llévale velas, una espada, hay una gangrena.- Ordenó Thelassa-

-Si, de inmediato.- Se apresuro el joven aprendiz, que era voluntario en el orfanato.

Pero aunque se encontraba muy ocupada. Sentía una angustia en el pecho, lo que inevitablemente sucedió la mañana anterior la molestaba de gran manera, estaba arrepentida de algo que había hecho: confesarle su profundo amor a Najara, todo había sucedido muy rápido; pero a pesar de tanta pena le consolaba saber que Najara sentía lo mismo por ella, estaba segura, pero la guerrera era toda una mujer como para lastimar a su bardo que mas que su amante, en esos últimos días se convirtió en su amiga. Un día luego de conocerla, de haberla escuchado hablar... respiro el nacer de la ternura, las aves aumentaron el volumen de sus trinares, los rayos del sol se hacían mas brillantes, la necesidad de estar a su lado, precisaba su atención a cualquier instante, unas  alas furtivas cosquilleaban en  su estomago, quería abrazarse a su cuerpo como si mañana acabase el mundo; deseaba sus besos, deseaba saber que le pertenecía en cuerpo y alma. Abrió y cerro sus párpados: sin saber ni como ni cuando... estaba enamorada de Najara.

  Esa noche la bardo y Najara, estaban en la cama, cada quien es su mundo... ya no era como antes, los juegos de amor ya no las unía en cuerpo y alma, en piel y deseo, en amor y placer. La voz de Gabrielle sonó apesadumbrada:

-¿Que nos ha pasado Najara?- se sentó en la cama y cuestionó- ¿Por que no me lo dices?¿Por qué te quedas callada sin decir nada?

La guerrera ya no aguanto:

-Amo a otra persona.

-¿Es Thelassa, verdad?

-Si, es ella. Maldición, Gabrielle! Perdóname... jamás quise lastimarte, no quise besarla hasta que supieras esto- Se abrazo a la bardo, ambas se abrazaron, Najara la beso en al mejilla. –Te quiero, eres todo para mi....pero ya no es como antes, tu lo sabes.

-Si, si lo se...Creo que mi lugar ahora es volver con Xena.

-Si asi eres feliz.....

-No lo se- contesto, acurrucándose sobre Najara. Ambas se durmieron.

  Su cabalgar era ansioso, su felicidad era a la vez como un pesar, por que ella estaba con pena, ¿por que le decía: “Ven a buscarme”?. Cuando finalmente llego al orfanato, allí estaba la mujer que amaba y que ahora seria suya de alguna manera.

-Xena!....que bueno que has llegado, quiero partir de aquí cuanto antes.

-¿Qué sucede, Gabrielle?

La bardo cuando rodeo sus brazos en la cintura de Xena, solo atino a llorar...

-Najara, ama a alguien mas...-Afirmo con su voz entrecortada por el llanto.

-Shhh...por favor Gabrielle, ahora es momento de decirlo...y ya no temo, ya no quiero perderte....

Gabrielle fijo su atención en esas palabras, la miro a los ojos.

-Te amo, mas que a nada. Siempre lo hice y presentí que tu también en algún momento me amaste, pero no fui lo suficientemente valiente para decírtelo...- Sentencio la princesa guerrera con sus ojos azules húmedos de ganas y anhelos, de amor y angustia.

-Ho, Xena.....yo...no sabia que tu...sintieras eso por mi. ¿Por que no me lo dijiste y evitabas este dolor?, ¡por que Xena, si yo te adoraba con todos mis sentidos!- Exclamo, con alegría y tristeza.

Sus miradas se fundieron entre si, sin mas, ya nada tenían que perder, el tiempo era de ellas y nada mas. Sus labios presurosos y tímidos, se acariciaron, se humedecieron al acompasado ritmo del amor que no tardaría en nacer,  su amor ya era un hecho desde hace un tiempo sin saberlo, todavía... todas las flores, los capullos, la primavera renacía junto a todo el amor que se sembraba, ya no se recordaba el desengaño, solo eran dos: Xena y Gabrielle; Najara y Thelassa, el amor despertaba en cada sitio de sus destinos.

  -Thelassa, te amo.- Susurro Najara, como exhalando el ultimo suspiro.

-Ya te lo he dicho, yo también te amo-sonrió- Solo me faltabas tu... –Najara interrumpió su voz, y su aliento, para devorar su boca dulcemente, así como solo dos victimas de Cupido lo harían. Y así el día transcurrió entre besos y caricias, amor y cortejos de aves...

  Afrodita solo sonreía, su capricho estaba cumplido... ¿pero Gabrielle: Olvidaría a Najara, aun estando con su alma gemela?

 La Diosa del Amor sabia el secreto...

  ¿FIN?


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