Site hosted by Angelfire.com: Build your free website today!

DISCLAIMERS: Xena: Princesa Guerrera, Gabrielle, y otros personajes de "Xena" son absoluta propiedad de copyright de MCA/Universal y Renaissance Pictures.
No se pretende infringir los derechos de autor en está historia; esta historia no puede ser vendida o usada en beneficio de ningún tipo, pues hay derechos de autor propio.
DISCLAIMER / ADVERTENCIA DE AMOR /SEXO: Esta historia es explícita en cuanto a la relación de amor y sexo entre dos mujeres adultas. Si eres menor de 18 años, por favor no la leas.
COMENTARIOS: Cualquier comentario será bien recibido a ffmorgan@latinmail.com


EL MEJOR REGALO DEL MUNDO

Por: FF Morgan

Había terminado de ver el último capitulo de Xena princesa guerrera por enésima vez y como siempre quedaba con una sensación de tristeza infinita, no podía creer que la mejor serie de televisión en los últimos años hubiese terminado, había visto todos los capítulos, tenia grabados la mayoría de ellos, pero no era lo mismo verlos repetidos, a pesar que siempre lo hacia, estaba meditando en esto cuando escuche una voz que me decía
- Aquí planeta tierra llamando a Camila, responda...
Era mi amiga Lora que estaba hablándome desde hacia un buen rato y como siempre yo en otro sitio.
- ¿Otra vez viajando por Grecia, por Atenas con tu princesa guerrera?
- Déjame en paz - respondí molesta
- Camila, Camila, Hasta cuando vas a seguir así, Xena ¡NO EXISTE, NI EXISTIO NUNCA!!!!, cuando lo vas a entender, cuando vas a vivir en el mundo real
- Vivo en el mundo real- respondí furiosa
- No, vives en un mundo de fantasías, de vez en cuando bajas a la realidad, pero vives soñando cosas que jamás van a suceder, crees en cosas que el común de la gente no cree amiga mía
- No soy el común de la gente- casi grite
- Lo sé, lo sé... y eso me preocupa muchisismo, tienes sueños tan fantásticos, crees en todo el mundo y te maravillas con las personas, te das de cabezazos contra la pared una y otra vez, y aun así no aprendes, Cuando vas a crecer en verdad?, tienes cuerpo de adulto, haces cosas de adulto y sin embargo por dentro, en tu alma, sigues siendo una niña pequeña e ingenua?
- ¿Qué tiene de malo tener alma de niña?
- Nada, si sabes diferenciar las cosas, nada si eso no te daña, pero a ti eso te daña, sueñas imposibles y sufres por no poder hacer realidad esos sueños, tienes que vivir tu vida, has tenido un par de relaciones pésimas, que te han dejado hecha pedacitos, pero tu sigues viendo el lado bueno de todos, sueñas con encontrar a una heroína que cumpla tus expectativas, en la vida no hay heroínas, solo personas comunes y corrientes, con defectos, con grandes fallas, no existe tu princesa guerrera que te sacara de todo esto, por favor... - Suplico con tristeza - Por favor, deja ya de soñar imposibles y comienza a vivir
Las palabras de mi amiga calaron hondo en mi corazón, llore, llore con toda mi alma, con todo mi cuerpo, de rabia, de pena, estuve llorando durante mucho tiempo sin parar. Quizá Lora tenia razón, siempre he soñado imposibles, siempre he esperado que lleguen cosas a mi vida que nadie mas espera. Necesitaba hacer algo distinto, necesitaba pensar, estar en soledad, lejos del mundo, solo yo y mi tristeza, solo yo y mi imaginación. Pedí permiso en mi trabajo y decidí ir unos días a la playa, lejos, donde no hubiese gente, empaque en mi mochila todo lo necesario, pasaría una semana en algún lugar distante para saber que hacer con mi vida.
Me baje del bus a medio camino del siguiente pueblo, no quería ver a nadie, deje la carretera y camine hacia la costa, buscando un lugar entre las rocas para poder bajar a la playa, anduve largo rato, la brisa matutina del mar empapaba mis sentidos y me hacia sentir relajada. de pronto note algo extraño, el mar se había recogido varios cientos de metros, mi primer impulso fue salir corriendo de allí, por si había un maremoto, siempre dicen que cuando el mar se recoge de esa forma es por algún movimiento sísmico, algo me contuvo, a lo lejos vi en la arena una mancha blanca y brillante
- Qué será - me pregunte, no sabia si acercarme o no - si me acerco y el mar vuelve a subir, hasta aquí nomás llego- sonreí- pero por otro lado quisiera saber que demonios es eso.
Mi curiosidad pudo mas que mi sentido común y poco a poco me acerque al gran agujero blanco, me agache a ver de mas cerca, brillaba de una forma poco común, parecía agua blanca, con piedras brillantes
- Definitivamente no es un espejismo- Me dije
Toque el agujero con mis manos pensando que era arena sólida, cual fue mi sorpresa al notar que mi mano atravesaba la blancura. Metí todo el brazo y no parecía tener fondo. Medite durante largos minutos que hacer, nuevamente mi sentido común decía no entres y nuevamente lo ignore como siempre lo hacia.
- Bien, si no entro jamás sabré que es lo que hay del otro lado
Diciendo esto, sujete fuertemente mi mochila a mi espalda y sin pensarlo dos veces me tire por el hoyo blanco.
Recuerdo estar cayendo en algo que parecía un vacío, no se cuanto habré demorado, para mi fueren horas eternas, mientras caía me reprochaba a mi misma
- Eres una irresponsable, nunca vas a aprender, haces todas las cosas por instinto, sin pensar las consecuencias que te pueden traer- De pronto un fuerte golpe en mi cabeza y perdí el conocimiento.
Desperté con un gran dolor de cabeza, sentía que esta se me partía en dos, el cuerpo también me dolía bastante, la visión estaba un poco borrosa
- Menudo golpe que me di!! - Pensaba en voz alta - Donde ... donde estoy?
Intente levantarme y el dolor me tiro nuevamente a la cama, lleve una mano a mi cabeza y note que tenia un pequeño corte en la frente
- Me salve de milagro - sonreí para mis adentros recordando todo lo que me había retado a mi misma durante la caída al vacío
- Hola - Me saludo una voz
- Hola - respondí un tanto nerviosa, tratando de ver a la persona que me hablaba.
- Cómo te sientes? - Pregunto dulcemente
- Me duele todo- Respondí intentando no parecer muy preocupada - ¿Quién eres tu?
- Virgil ¿y tú?
- ¡Que!... - Grite sin pensarlo - ¿Virgil...?, ¿Dónde estoy?
- En un pueblo cerca de Atenas
- Bien - Me dije- Ahora si me volví loca del todo, Lora tenia razón y termine por perder la cordura totalmente.
Mire lentamente la habitación en donde me encontraba, era una casa de madera, rústica, acogedora y ... de la antigüedad, igual que las que había visto en la serie de Xena.
- Dios, Dios, la locura se apodero de mi, debo tranquilizarme, tomarlo con calma, debe ser un sueño o ..., el golpe, si, el golpe en la cabeza me ha afectado a tal punto que estoy alucinando y veo cosas y personas que solo están en mi imaginación y que NUNCA han sido reales - Intente convencerme- Por otro lado, siempre he sentido en mi corazón que la princesa guerrera existió de verdad, ¿entonces..., porque no puedo creerlo?, porque solamente los locos creen este tipo de cosas!, siempre he sabido que estoy un poco loca!, si pero solo un poco, no totalmente como ahora!
- ¿Te sientes bien? - La voz interrumpió mi monologo interno
- Claro, si, ..., es solo que ..., no se como llegue aquí
- Te encontré desmayada en el bosque, con un feo corte en la cabeza, parecías muerta y me asuste mucho, te traje a casa llame al sanador y él dijo que solo estabas inconsciente por el golpe, pero que te recuperarías - Sonrío - Traje también esto - Dijo señalando mi inmensa mochila - No se lo que es pero supongo que es tuya, debe ser tuya, nadie de por aquí tendría algo así, y nadie andaría vestido con la ropa que tu usas- Dijo mirando extrañado mi atuendo.
- Y no es para menos- Pense, traía puestos unos jeans celestes, desgastados y rotos en varias partes, una polera(remera), que era como diez tallas más grande que la mía(siempre me gusto la ropa ancha), zapatillas tipo sandalias azules, un poleron atado a la cintura igual de grande que la polera, un aro inmenso colgando de mi oreja derecha, y lo que mas le llamaba la atención era mi reloj pulsera.- Trate de sonreír haciéndome la inocente, pero no dio mucho resultado, seguía mirándome con cara de intriga- Y eso que no abrió la mochila donde tengo el personal CD, libros, caja de lápices y pinturas, block de dibujo, encendedores, latas de conserva, paquetes de arroz, fideos y salsa de tomate y quien sabe que otras cosas mas pudiese encontrar allí- Vengo de..., una tierra muy lejana, mas allá del océano,... mucho... mucho mas allá, esta vestimenta es común en mi tierra- No sabia que mas decir. Una puntada en la cabeza me salvo
- Tranquila, descansa, luego hablaremos
Me dormí profundamente deseando y no deseando que eso vivido fuese solo un sueño y que al despertar todo estaría como siempre.
La cabeza me dolía inmensamente, apenas si podía moverme, me pesaban los párpados, transpiraba mucho - Parece que tengo un poco de fiebre- Balbucee entre dientes- No me siento bien.
- Tranquila, pronto estarás mejor- Dijo Virgil cariñosamente- Toma un poco de este té, te hará bien, el sanador dijo que debías tomarlo- Acerco el tazón a mi boca, intente tomar un sorbo de té, apenas si pude hacerlo- Despacio..., despacio- Dijo el joven
- Virgil,... necesito, nece...sito hablar con Xena y Gabrielle, necesito verlas, por favor, por ... favor- la fiebre se apoderaba de mí por momentos y me mantenía inconsciente por bastante tiempo - De vez en cuando volvía a recuperar el sentido, pero lo perdía de inmediato. Estuve así por tres días. Virgil me cuido durante todo ese tiempo con esmero y paciencia, lentamente fui recuperándome hasta estar mucho mejor, ese día me levante por primera vez, las piernas aún me temblaban pero tenia muchas ganas de salir a tomar aire fresco, me levante lentamente, me vestí (Virgil me había desvestido) y salí. El paisaje era hermoso, una casa grande construida junto a un gran lago de aguas verdes cristalinas, muchos árboles, muchas plantas, flores, pájaros, trinos, paz, mucha paz...
- Dios- Dije levantando los brazos al cielo- Hace tanto tiempo que no me sentía tan tranquila con migo misma, tan en paz con el mundo, ¡Esto es verdaderamente... Maravilloso!, ya nada en mi tiempo se ve así.
- Veo que ya te encuentras bien- Dijo el joven Bardo poniendo su mano en mi hombro- Me alegro- sonrió- Ahora creo que podrás decirme al menos tu nombre- Me miro con cara de pregunta y sonrisa
- Catalina, me llamo Catalina querido Virgil- Respondí dándole un gran abrazo y un beso en su mejilla
- Catalina, extraño nombre... Porque siento que me conoces mucho mas de lo que quieres admitir Catalina?- Me miro inquisitivamente- ¿De dónde conoces a Xena y Gabrielle, porque es tan importante que tú las veas?, ¿Quién eres realmente?
- Diablos Virgil, son muchas preguntas a la vez- respondí sonriente- sé que te debo una explicación, no sé si me vas a creer, pero me has cuidado y lo menos que puedo hacer es decirte la verdad. Solo te pido que me des un poco de tiempo, necesito pensar, prometo que te diré todo lo que tienes que saber- Mi mirada se cruzó con la de el suplicante e ingenua
- No me mires así- rió de buena gana - ¿Cómo puedo negarme ante esa mirada de niña perdida?, me recuerdas a Gabrielle, tienes su misma mirada, franca, transparente,... no se porque pero me inspiras confianza, te daré todo el tiempo que necesites- Dijo mientras caminaba hacia la casa. De pronto se detuvo y me grito- Mande a buscar a Xena y a Gabrielle, estaban en Atenas para un festival de Bardos, quizá lleguen hoy o mañana- Volvió a caminar dejándome atónita. Me tembló todo, al decir todo, fue eso TODO, hasta el pelo.
- Xena ... y ... Gabrielle,... vendrán a verme a mí ... y quizá lleguen ... ¡HOYYYYY!!!- Grite esto ultimo con todas mis fuerzas. No sabia que hacer, estaba histérica, que diría, me creerían?- ¡Claro que no!, si ni tu misma te lo crees aun, ¿Cómo pretendes que otros te crean?- Nuevamente estaba como siempre, hablando sola. Virgil me miraba de lejos y sonreía
- ¿Te quieres dar un baño, para recibir a tus amigas?- Grito
- Claro- respondí corriendo hacia él, llegue a su lado jadeante y un poco mareada- Y... no son mis amigas, ni siquiera saben que yo existo...
- Tranquila, recuerda que te levantaste hace poco tiempo- Me tomó de la cintura y me ayudo a entrar en la casa- Aunque ellas no te conozcan, parece que tú si las conoces muy bien, como a mí, ¿qué sabes de mi catalina?
- Sé que ... eres un buen hombre Virgil, de corazón puro y noble, amable y un poeta de alma, sé que tu padre Joxer también fue un gran hombre, no un gran guerrero pero un hombre fiel a sus principios, nunca Xena y Gabrielle han tenido ni tendrán un mejor amigo que él, dio la vida por su amiga más querida, amaba a Gabrielle con todo su corazón y sus últimos días fueron felices, murió como todo un guerrero, como siempre quiso ser en manos de Livia la campeona de Roma, ahora Eva, la hija de Xena la elegida para proclamar por el mudo la palabra de Eli, se que te costo mucho pero lograste en tu corazón perdonarla por su crimen y eso te hace uno de los mejores hombres de esta tierra, Sé que amas a Xena y a Gabrielle y que si te lo pidiesen darías tu vida por alguna de ellas, han pasado muchas cosas juntos, ¿Recuerdas a Lucifer, o a los caníbales que se querían comer a Gabrielle, recuerdas que les pediste que te llevaran a ti y la dejasen a ella. Gabrielle siempre ha sido la balanza entre el bien y el mal en la vida de todos los que están a su alrededor, incluyendo la tuya y por sobre toda en la de Xena, admiras la fuerza de la guerrera de Anphipolis pero amas mas el alma de la bardo de Potedia.... ¿Estoy en ... lo correcto?- pregunte mirando directamente a los ojos mas asombrados que había visto en toda mi vida
- ¿Cómo... co ... mo sabes todo eso de nosotros...?- Pregunto incrédulo y ansioso
- Sé eso y mucho mas amigo mío, conozco a Xena y a Gabrielle quizá mas que ellas mismas, podría hablar de sus vidas sin parar- Hice una pausa y me sonroje un poco- Bueno ya te habrás dado cuenta que me gusta hablar, mas bien que hablo hasta por los codos y si no me dicen que me calle, generalmente no me callo y sigo y sigo- Volví a callar avergonzada- ¿Te he mareado con tanto bla bla?
Virgil soltó una enorme y estridente carcajada, llego a doblarse riendo de muy buena gana, las lágrimas caían de sus ojos y no podía parar de reír
- Bueno, podrías contarme el chiste así yo también me reiría no?
- Lo... - Carcajada - Lo siento, ...- Carcajada - Es solo que... hablas mucho mas que Gabrielle y eso no es nada común, creo que a ella le encantarás, definitivamente le encantarás, no se a Xena, pero si a Gabrielle- Salió de la casa riendo sin parar. Yo quedé bastante molesta. Tomé mis cosas y fui al lago a tomar un buen y exquisito baño. Estuve en el agua durante mas de una hora, era cálida y suave, no hay lagos como este hoy por hoy, tan limpio, agua tan clara, tan pura, podía verse el fondo y las piedras de colores que escondía, los peces, tantos peces que parecía un acuario - Porqué diablos hemos sido tan dañinos, todo lo hemos destruido sin piedad, la avaricia nos ha llevado a ser la peor especie de esta tierra, esto es un paraíso, lastima que no durará- Estaba absorta con mis pensamientos en voz alta que no repare en la presencia de las dos mujeres que me miraban desde la orilla del lago, de pronto un carraspeo me saco de mi trance y levante los ojos hacia la orilla, quede petrificada, abrí los ojos tanto que parecía que se iban a salir de sus órbitas, la parálisis dio paso al asombro y este dio paso a la emoción más grande que he sentido en mi vida, mi mirada debe haber dicho todo lo que sentía porque la rubia mujer esbozo una tierna sonrisa, sus hermosos ojos verde mar brillaron con intensidad, cálidos y suaves, sus facciones dulces, dibujadas por un pincel de Miguel Angel, inspiraban amor. De pronto me encontré con otros ojos, unos ojos azules como el cielo, donde una podía perderse totalmente, fríos como el hielo, acerados como una espada, una mirada que té hacia sentir totalmente desnuda, que té hacia temblar de frío, que te producía un cosquilleo por todo el cuerpo
- Xena... Gabrielle... -Balbucee apenas perceptible para un oído humano. La guerrera escucho
- ¿Quién eres tu?- Pregunto duramente la morena
- Dioses, si que son hermosas! - Dije suspirando sin darme cuenta. Gabrielle volvió a sonreír mientras que Xena me estudiaba minuciosamente
- ¿Pregunte quién eres? - Repitió Xena
- Vamos Xena - Dijo Gabrielle- La estas asustando con tu tono tan duro- Puso su mano en el hombro de la guerrera, esta se relajó - Hola - Saludo amablemente - Como estas
- Bieeeennn- Arrastre la frase porque apenas me salían las palabras, la emoción que me embargaba era tanta que desbordaba por todos los poros de mi cuerpo, fue tanto que no lo soporte mas y me desmaye.
Gabrielle se río con mucha fuerza, Xena trato de mantenerse firme, pero no lo logró y también se echo a reír, me saco del lago y me llevo en sus brazos a la casa acostándome en la cama.
- Está aun débil - Dijo Virgil - Estuvo varios días con fiebre a causa de la infección por el corte en la cabeza, no ha comido nada
- Está emocionada - Acoto Gabrielle - Xena, ¿No viste su mirada de asombro cuando nos vio?
- Lo que vi es que casi se derrite con tu mirada Gabrielle - Mascullo la guerrera molesta
- Vamos mujer, no seas así, ella esta emocionada de vernos a las dos
- Ella sabe cosas - Virgil les hablo asombrado - sabe cosas de nosotros que nadie mas sabe, me conoce mas que yo mismo, y a ustedes dos, las conoce mejor que lo que yo las conozco, no se como, pero ella sabe todos los detalles de nuestras vidas, usa ropas extrañas, tiene un morral extraño y habla en forma extraña, pero lo mas raro de todo esto, es que yo confío en ella, tanto como confío en ustedes
- Tiene una mirada transparente - Dijo Xena - Se parece a la tuya Gabrielle, se puede ver su alma a través de sus ojos
- Bueno - Murmuro Gabrielle en tono de burla - No era que no te gusto la forma en que me miró?- Xena esbozo una mueca de sonrisa con la boca hacia un costado
- Solo bromeaba bardo de Potedia
- Es hermosa - dijo Gaby - Y no me digas que yo a todos encuentro hermosos - Dijo mirando fijamente a la morena quien mordió su labio inferior para no dejar salir un comentario que pudiese molestar a la bardo, se limito a decir
- Es hermosa Gabrielle
- Gracias Xena - Sonrió triunfante
- Habla mas que tu Gabrielle- contó risueño Virgil
- ¿Es eso posible...? - Inquirió Xena en tono sarcástico
- Lo es, yo la he escuchado, habla sin parar, hasta elle misma dice que habla mucho - Todos rieron - Mientras estuvo inconsciente solo se limito a repetir que tenia que hablar con ustedes dos, que necesitaba hablarles, decía cosas como... fin de la temporada, no mas capítulos, hablo algo de Japón - Xena se puso tensa
- ¿Qué sucede Xena?- Pregunto intrigada Gabrielle
- Nada
- ¿Segura?
- Si, estoy segura
- Xena, te conozco, sé cuando pones esa cara y los pelos de la nuca sé té encrispan, algo sucede y no quieres decírmelo
- Vamos Gabrielle, no sucede nada, siempre crees que té oculto cosas, pero esta vez estas muy equivocada- Protesto la guerrera saliendo de la casa- Voy a cazar algo para cenar, ¿Vienes Virgil?- El joven salió corriendo tras la imponente mujer. Gabrielle se quedo conmigo en la casa
- ¿Te sientes bien?- Pregunto acariciando mi mejilla mientras sonreía de esa manera tan dulce que me hacía derretir por completo- ¿Necesitas algo?- Sus ojos preocupados me observaban
- Gabrielle - Dije sin balbucear - Gabrielle, esto es lo más maravilloso que me puede haber sucedido en la vida, conocerte a ti y a Xena es el mejor regalo que dios me pudo haber dado, no se si merezca tanto, pero de todas formas se lo agradezco de todo corazón, se que debes pensar que estoy un poco loca ..., bueno si, quizá este un poco loca, todos me lo dicen a diario, pero no soy peligrosa, es solo que,..., no entenderíais lo que esto significa para mi, conocer a Xena la gran princesa guerrera y a Gabrielle la gran Bardo de Potedia, las heroínas mas famosas de toda la historia de la humanidad, las mujeres mas deseadas en mi época, todas me envidiarían de saber que estoy aquí en estos momentos, frente a ti ...., ¿Estoy hablando demasiado verdad, siempre lo hago...? - Gabrielle ahogando la risa
- No, sigue, esta bien - No pudo mas y se echo a reír con ganas- Virgil tenia razón, hablas mas que yo y eso es casi imposible, Xena se volverá loca contigo y con migo, eres encantadora..., como te llamas?- pregunto suavemente
- Catalina, pero mis amigos me dicen Cata
- Eres encantadora Cata- Dijo esto abrazándome fuerte y dándome un suave beso en la mejilla, casi volví a desmayarme, pero logre ser fuerte
- Creo que me levantaré - Dije ruborizada
- ¿Te ayudo?
- Claro - respondí , me ayudo a levantarme y nos sentamos a la mesa de la cocina, en eso llegaron Xena y Virgil, habían cazado un conejo, a mi se me revolvieron las tripas, jamas en mi vida he comido conejo antes, además que me dan una pena terrible estos bichitos. La poeta noto mi desagrado ante la vista del animal, rápidamente lo tomo y salió de la casa con él
- Nunca había visto a Gabrielle tan entusiasmada por cocinar algo - Dijo extrañada Xena, luego se quedo mirándome un largo rato, me estremecí, pero sostuve su mirada, ella sonrió complacida con una mueca hacia el costado de la boca- Me gustas Catalina, sé que puedo confiar en ti, no todos soportan tanto tiempo mi mirada si tienen algo oscuro que ocultar, tu no lo tienes, eres extraña, pero me gustas- Dijo dándome la mano tan fuerte que casi me desarma
- Auchh- gemí -Cuidado guerrera, soy de carne y hueso y además débil, si me aprietas otro poco me harás trizas y no quiero desarmarme aún
- Tampoco quiero que te desarmes aún- respondió - Tienes muchas cosas que explicar todavía- me miró desafiante
- Lo sé, sé que tengo mucho que decir, el problema es que no sé si van a creerme
- Inténtalo - Pidió Gabrielle entrando a la casa - Solo di la verdad y te creeremos- extendió sus manos hasta tomar las mías entre ellas, y no le temas a esta princesa guerrera, ladra pero no muerde - Murmuro suavemente en mi oído, sentándose a mi lado, te escuchamos
- Bien, aquí vamos - me dije, debes decir la verdad si te creen bien y si no, bien- Ya les dije que mi nombre es catalina, Cata para los amigos, lo que no saben es que yo vengo... del futuro, - mire sus caras y ni un gesto de nada - De miles de años en el futuro
- ¿Cuántos?, cincuenta, cien - Pregunto Virgil inocentemente
- Miles - Dije nuevamente marcando la cifra - Miles, es decir, varias veces cien años, muchas veces cien años, yo vivo en el año 2002- Todos se quedaron mirándome con expresión de asombro- Muy en el futuro ¿No?- Asintieron incrédulos con la cabeza, por su actitud a mí me parecía que no creían mucho lo que yo hablaba. Recordé una s fotos que traía en mi mochila de la ciudad donde vivía, fui a buscarlas y de paso traje algunas otras cosas que me servirían para corroborar mi alocada historia, les mostré las fotos y quedaron asombrados- Las ciudades ahora son gigantescas, la población ha crecido enormemente, somos millones y millones de personas en el mundo, ja, -reí de mala gana - Claro que eso no es una gran ventaja para nosotros, se supone que hemos avanzado, tenemos maquinarias que hacen el trabajo por nosotros, tenemos mucha tecnología, pero creo que el ser humano como tal, ha retrocedido, cada día somos mas individualistas, solo pensamos en nosotros mismos, no nos importan las demás personas, la mayoría cree en un solo dios, pero el mayor dios de todos es el dinero, es el amo y señor del mundo, el dinero da poder y el poder da todo lo que tu quieras tener, claro que algunos no pensamos así, pero somos cada vez los menos, ya no existen héroes que luchan por los desamparados y débiles, cada cual lucha por si mismo y los pocos que quedamos, no parece que podamos hacer mucho para cambiar las cosas.- Suspire profunda y tristemente - ... Las ciudades abarcan todo, los arboles, las plantas, los animales han ido desapareciendo poco a poco, el hombre, el peor animal que existe ha destruido todo lo bueno de la vida, tenemos muchas cosas, pero como seres humanos dejamos mucho que desear, ver todo esto que tienen ustedes aquí me ha hecho valorar realmente todo lo que hemos pedido, no sé si esto será un sueño, no sé si esto será una realidad, pero como sea no me importa, es un regalo que dios me ha dado y pienso aprovecharlo totalmente, tampoco sé cuanto durara, por eso necesito que me crean, necesito que confíen en que lo que les cuento es verdad y no producto de mi imaginación- Hice una mueca risueña con la cara - Yo se que siempre he sido un poco loca, todos me lo han dicho durante toda mi vida, pero ahora estoy hablando mas cuerdamente que nunca en toda mi existencia.
- Bien - Asintió Xena con la cabeza - Supongamos por un momento que creemos tu loca y - Hizo una mueca de cinismo- extraña historia, ... eso no explica como sabes de nuestra existencia y como sabes tanto de nuestras vidas- Su mirada era inquisitiva, Virgil y Gabrielle asintieron apoyando a la guerrera. Trate de ver la forma de explicarles él porque yo sabia tanto
- En mi tiempo existe algo llamado Televisión, es como una caja mágica, donde llegan imágenes y sonidos que fueron hechos a muchos kilómetros o millas de distancia, este aparato es capaz de recibir la imagen y los sonidos y nosotros podemos verlos y escucharlos en él- Xena soltó una carcajada enorme mirándome como si yo realmente estuviese loca. De pronto recordé mi personal CD y corrí a buscarlo- Ustedes han escuchado a los músicos tocar ¿verdad?- Pregunte ansiosa, asintieron con la cabeza- Bien en mi tiempo también hay músicos, pero nosotros podemos oírlos sin que ellos estén allí tocando- Sonrieron burlonamente- Esta caja que tengo aquí puede reproducir la música- Por suerte mi personal puede oírse fuerte si se le sacan los audífonos, lo hice funcionar y comenzó a sonar una canción:
"Me nació este amor, sin que me diera cuenta yo,
tal vez el miedo no dejó que apareciera....
y no me anime a decirte nada, pánico porque me rechazaras..."- La expresión de asombro en sus caras me resulto muy cómica y no pude evitar reír de muy buenas ganas. Mientras escuchaban fascinados tome un cigarrillo de mi poleron y lo encendí aspirando el humo lentamente, los tres retrocedieron de inmediato al ver el fuego salir del encendedor, lentamente volví a encenderlo y la mirada de Xena era asombrosa, seguía el fuego hacia donde yo moviese mi mano, dejo de funcionar, estire mi mano hacia ella y le pase el encendedor
- Cómo puedes guardar el fuego en esto?- Pregunto absorta en el aparatito
- Es un encendedor- Explique - Se utiliza para encender cigarrillos- Señale el mío- Tómalo es para ti- lo miraba sin saber bien que hacer con él. Tome su mano entre las mías y le enseñe a usarlo, parecía una niña con juguete nuevo, lo prendía y lo apagaba una y otra vez sonriendo feliz y enseñándoselo a Gabrielle que también jugo con él
- ¿De verdad es para mí?
- Si es tuyo, te lo regalo- sonreí amablemente
- Gracias -dijo echándome encima la sonrisa más hermosa que he visto en mi vida
- Bien en ese aparato que les conté, vemos muchas cosas de distintas partes del mundo, hubo una serie llamada "Xena princesa guerrera", donde contaban la vida de ustedes, la historia esta basada en tus pergaminos Gabrielle, llegaron al futuro y se hicieron públicos, casi todo el mundo las conoce, son las heroínas más grandes de toda la historia y las mujeres mas deseadas de toda la historia tanto por hombres como por mujeres- Ambas se sonrojaron levemente- Yo personalmente vi todos los capítulos de la serie, durante seis años que fue lo que duro, así me entere de su vida, creo que no hay nada que no sepa de ustedes dos, y al decir todo, me refiero a TODO- recalque esta ultima palabra, mirándolas fijamente a los ojos- conozco tus pergaminos, incluso aquellos donde guardabas tus pensamientos más ocultos fueron retratados en la serie, por lo tanto conozco hasta sus más íntimos secretos - sonreí maliciosamente. Los rostros de las mujeres se tensaron de inmediato y sus miradas se endurecieron- Pero no se preocupen, de mi boca no saldrá nada que ustedes no quieran que salga- Suspiraron relajadas y volvieron a sonreír. Saque una foto que había bajado de Internet de Xena y Gabrielle y se las enseñe, Xena la tomo entre sus manos maravillada
- Es realmente hermosa- Dijo señalando a Lucy
- No - respondí - Tu eres realmente hermosa, porque tú eres real, tú eres la verdadera Xena y eso te hace bella- sonreí. Por primera vez vi sus preciosos ojos azules sonreír desde el fondo de su alma, una podía perderse en ellos y no volver a encontrarse jamas, tan profundos, tan limpios, una mirada capaz de derretir las nieves eternas
- Vaya, parece que eres poeta, tienes competencia pequeña bardo - río mirando a la rubia- Claro que la que hace de Gabrielle no es tan hermosa como ella- La bardo se ruborizo levemente
- Es hermosa- dijo con dulzura
- Todos son hermosos para ti Gabrielle - Respondió Virgil dándole una palmada suave en la espalda
- Y es cierto - acote yo - todos tenemos una belleza que nos hace únicos y especiales, lo importante es saber mirar en lo profundo del alma, y saber mirar con los ojos del amor
- Ja, ja, ja - Río la guerrera - Si se parece a ti Gabrielle
- Me honras con esa comparación - replique - creo que Gabrielle tiene el corazón mas puro y generoso que he conocido nunca, es un cumplido que me compares con ella, Gracias guerrera- Hice una pequeña reverencia
- Ja, Ja, Ja... - Miro a la bardo - ¿Estas segura que no es de tu familia?, ja ja...- Todos reímos con muchas ganas durante un rato
- Bien, ... - dubitativa - Que piensan ahora? - pregunte ansiosa
- No lo sé bien - respondió la rubia - ¿qué puedes contarnos de nosotras?
- Lo que deseen - me apresure a decir - pregunten y yo responderé
- ¿Cuántos hijos tiene Xena? - Pregunto el joven
- Dos, Eva, la representante de Eli, antes Livia la campeona de Roma, y Solan, él ..., él murió ... en manos de Hope - Los ojos de la guerrera ensombrecieron- Calixto mato a Perdicas, tu esposo - dije mirando a Gabrielle - se que eso te afecto mucho
- Lo amaba mucho - murmuro la rubia
- ¿Siiii? - pregunte inquisidoramente - Creo que lo querías mucho, eso sí, amor, amor... es lo que sientes por Xena - Murmure a su oído, Gabrielle tembló de pies a cabeza, me miro primero con rabia, luego su mirada se dulcifico, terminando en una leve sonrisa
- Tienes razón- susurro
- Dije que te conozco y no acostumbro mentir- Xena y Virgil no alcanzaron a oír nuestro pequeño diálogo, la guerrera miro intrigada a la bardo
- Yo le creo Xena - afirmo - sé que dice la verdad- La guerrera aun no muy convencida respondió
- Eso podrías haberlo sabido por cualquiera que haya leído los pergaminos de Gabrielle
- Después de haber estado 25 años dormidas en el hielo, has vuelto a escribir Gabrielle?- pregunte tranquilamente
- No mucho - respondió triste
- Alguien ha visto algo de lo que has escrito?
- Solo Xena...
- Bien,... veamos - suspire, levante la cabeza al cielo para pensar, no recordaba los nombres pero si las situaciones, aspire una bocanada profunda de humo y proseguí hablando - Estuviste un año dormida, envuelta en una flama eterna producida por una valquiria que se enamoro de ti, lo hizo para protegerte y para proteger al anillo hecho con el oro del Rinhg, solo tu alma gemela, o sea Xena podía cruzar la flama sin quemarse en ella, Xena había perdido la memoria por usar el anillo sin renunciar al amor, perdió lo que mas quería, o sea a ti Gabrielle, sus recuerdos de su vida juntas... - observe a las mujeres que me miraban atónitas - Xena traspaso las flamas y te libero con un dulce... y cálido beso ... en los labios... - musite, ambas se revolvieron en sus asientos incomodas, trague saliva sintiéndome incomoda por lo que diría - ¿Aún recuerdas el rostro del chico que mataste en el desierto creyendo que él mataría a Xena?. Aun te sientes culpable de eso Gabrielle?- La rubia asintió tristemente bajando la cabeza y aguantando las lágrimas que luchaban por escapar de sus hermosos ojos verdes - ¿Aun recuerdas a Gabrielle herida hablando de Hope en esa cueva cuando cayeren al río, escapando de los caníbales Xena?, recuerdas que te dijo que deseaba ser enterrada contigo y no en Potedia porque su vida pertenecía a la tuya?- Volví a hacer una pausa, el silencio reinaba en la cocina - ¿Virgil, recuerdas que le gritaste a los caníbales que te llevaran a ti y no a ella, que la dejaran en paz?, Xena ya le devolviste la divinidad a Ares y Afrodita, para balancear el Olimpo, Y la reina de las amazonas que trato de matarte Gabrielle porque había hecho un pacto con el hijo de Artemisa, para vengarse de ti Xena, y el perro que encontró Ares en la granja, Ares perdió su divinidad por salvar a Eva y a Gabrielle, la que fue herida en la cabeza con el chacram por tu mano Xena... - Nadie decía una sola palabra- ... Es suficiente o sigo hablando? - pregunte triste e incomoda- ahora si me creen?- Gabrielle se levanto y me abrazo fuerte
- Lo siento - se disculpo- Te creo, te creí antes que contaras todo esto
- ¿Por qué le creíste antes - Inquirió Xena
- Porque dijo a mi oído algo que nunca le he dicho a nadie, que solo yo sé - respondió avergonzada la bardo
- ¿Quiere escuchar algo que solo tu sabes Xena?- pregunte desafiante, la guerrera se endureció por un momento - o tienes miedo...?
- No tengo miedo - respondió molesta, dímelo - Me acerque a su oído y le susurre
- Amas a Gabrielle por sobre todas las cosas y las personas de este mundo, pero no es un amor solo de amigas, es más profundo que eso, jamas habías sentido algo así por nadie, ni siquiera por Marcus, quisieras tenerla solo para ti, tienes pánico que alguna vez conozca a alguien y te deje y tienes pánico de decirle lo que realmente sientes por ella por temor a perder su amistad, así es que te conformas con tenerla a tu lado solo como tu amiga del alma aunque quisieras que fuese mas... - volví a sentarme y mire lo ojos fríos de la guerrera que se había sonrojado, su cara dibujaba la mueca de una fingida sonrisa, estaba nerviosa y preocupada, asintió con la cabeza - Me crees ahora princesa guerrera?- sonreí dulcemente, su mirada se ablando y sonrío de verdad
- Te creo- se limito a decir saliendo de la casa a toda prisa, Gabrielle fue tras ella corriendo, Virgil y yo nos quedamos en silencio, la tarde estaba dando paso a la noche, no me sentía muy bien después de haber hablado, pero era la única forma de convencerlas que decía la verdad.
La guerrera entro con un conejo muerto y despellejado en la mano, se lo dio a Gabrielle para que lo cocinara, mi estomago se revolvió, me daban pena los conejos, jamas he comido uno y esa no seria la primera vez. La rubia noto mi malestar y sonrío, tomo el conejo y se dirigió a la cocina tarareando una canción
- Les importaría que cocinara algo yo? - pregunte tímidamente
- Importarnos - Grito Gabrielle - Para nada, quiere cocinar, es toda tuya la cocina - Sus ojos brillaban de felicidad y picardía
- Claro que yo no voy a cocinar ese pobre conejo - Dije con una mirada de niña triste y suplicante - tengo algunas cosas en mi mochila, prometo no envenenarlos, es mas en mi casa dicen que yo cocino delicioso - Hice un mohín con la boca - Puedo ver que tienes en la cocina Virgil
- Es toda tuya Cata- respondió el joven
- Prometen decirme la verdad si no les gusta mi comida - Implore juntando mis manos en forma de rezo
- Prometido - respondieron al unísono
Encontré un poco de carne seca, saque de mi mochila un paquete grande de fideos, una caja de salsa, una lata de champiñones, unas verduras varias que tenia (siempre salgo muy bien aperada a pasear y me gusta cocinar), algunos aliños(condimentos), pan de molde y prepare en un dos por tres los mejores fideos con salsa de toda mi existencia, Gabrielle había puesto la mesa y yo serví los platos, rece internamente para que les gustara mi comida, comenzaron a comer
- Xena, mastica la comida - La reprendió Gabrielle
- Dioses esto esta muy bueno - exclamo la guerrera- nunca había comido algo con este sabor tan ... especial, muy bueno... - mascullo entre bocado y bocado- ¿Hay mas? - Pregunto risueña. Le serví un segundo plato a ella y a Virgil que se había tragado todo, Gabrielle también comió otro poco
- Estas contratada como cocinera oficial nuestra - bromeo Gabrielle - Y tienes que enseñarme ha hacer estas cosas, parece que a mi princesa le han encantado... - murmuro haciéndome un gesto de complicidad
- Excelente comida - dijo Xena estirándose en la mesa
- Así es - Virgil hizo lo mismo. Gabrielle levanto los trastes de la mesa, yo la ayude, calentamos agua y yo me prepare para tomar mi tan deseado y necesitado mate, hacían muchos días que no lo hacia y mi cuerpo me lo estaba exigiendo, se rieron de mis implementos, la bardo quiso probar el mate amargo y no le gusto para nada, saque unos dulces que llevaba guardados (alfajores) y los repartí entre ellos, quedaron encantados con su sabor, estuvimos hablando hasta muy entrada la noche, les conté muchas cosas de nuestro tiempo y ellos pedían mas y mas, sobre todo la joven bardo que era capaz de imaginarse todo cuanto yo hablaba, su mirada resplandecía tras cada historia mía, sus ojos chispeaban de emoción, Xena la miraba embelesada, disfrutaba de ver a su bardo tan feliz, me miro con infinita ternura y gratitud y asintió con su cabeza, sonriendo y acariciando la espalda de su joven amiga, que hablaba en esos momentos. Nos fuimos a dormir, solo había una habitación disponible, la que yo estaba ocupando, con una gran cama, decidimos dormir las tres juntas. Pueden imaginarse como me sentía yo
- Compartiré la cama con las dos mujeres mas deseadas del siglo veinte y veintiuno - Pensaba para mí - si esto no es tener suerte, no sé que lo es... - se me escapo esto ultimo en voz alta
- ¿Por qué suerte?- pregunto Xena, trague saliva con dificultad, me puse nerviosa y tartamuda
- Porque ... us..tedes, son ... son, las dos mujeres mas deseadas de mi época y yo ... voy a compartir la cama con ustedes, bueno... si eso no es suerte..., nada lo es ¿o no?- pregunte intentando parecer la más inocente niña del planeta
- Si se parece a ti Gabrielle- sonrío Xena- Pone cara de niña buena igual que tú cuando deseas conseguir algo ... y tiene tu misma mirada- agrego dulcemente mirando a la bardo directamente a sus enormes ojos verde mar, la cara de Gabrielle se lleno de dulzura y amor, le regalo una tierna sonrisa y una caricia en la mejilla de la guerrera que no parecía tan dura en ese momento. La morena mujer me miro - Ven a la cama - dijo con voz de orden
- Sí señor!!! - dije cuadrándome, reímos juntas y nos acostamos, paso mucho rato hasta poder conciliar al sueño, no podía creer aun donde y con quien estaba en la cama
- Ahora me puedo morir tranquila - pense sonriendo - que más puedo pedir...? ... puedo pedir mas, pero ... me conformare con esto- No quería dormirme, tenía miedo que al despertar nada estuviese allí, pero había sido un largo día, lleno de interminables emociones, así es que poco a poco, el sueño me venció.
- Arriba dormilonas!- El grito nos saco de nuestro sueño
- Hummm, un rato mas... - nos quejamos al unísono con Gabrielle, sonó una carcajada estridente por parte de la guerrera
- Ja, ja, ja, realmente ustedes son iguales - Tiró de las tapas, Gabrielle y yo intentamos evitar que nos las quitara, pero la morena tenia mas fuerza que ambas y logro destaparnos sin mayor esfuerzo
- Levántense o se arrepentirán
- No, no, no, solo unos minutos mas,... por favor - suplique acurrucándome para volver a dormir, la rubia hizo lo mismo, de pronto Xena saltó sobre nosotras y comenzó a hacernos cosquillas, reímos desesperadas tratando de escaparnos de sus fuertes brazos
- Nos rendimos, nos rendimos - suplicamos ambas- basta por favor - continuo la risa durante unos momentos mas, hasta que nos levantamos de muy mala gana, yo mire el reloj y casi me desmayo al ver que eran las 5:30 de la madrugada, jamas me había levantado tan temprano en toda mi vida, pero por estar allí, valía la pena. El día paso volando, casi ni me di cuenta cuando ya era de noche y nos íbamos a dormir nuevamente.
- Mañana partiremos temprano - Dijo Xena a Gabrielle
- Bien - respondió esta mirándome triste. Yo no supe que decir, deseaba ir con ellas, pero no me atreví a pedírselos.
- Que diablos haría yo con ellas - pense - Solo seria un estorbo, no sé ni siquiera defenderme sola, para mi tiempo estoy bien, pero en esta época, solo estorbaría en sus vidas- Sentí mucha pena, sin embargo trate de disimular esbozando una muy mala sonrisa.
- ¿Quieres acompañarnos? - Pregunto Xena mirándome fijamente
- Yo... ir con ... uste.. des - tartamudee - Gabrielle sonreía feliz y movía su cabeza diciéndome que asintiera, no me salían las palabras, lo que más deseaba era ir con ellas y poder vivir una aventura a su lado, y la muy tonta no podía ni hablar
- Vamos - Dijo Gabrielle - No es común, que la princesa guerrera invite a alguien a compartir con ella su camino, recuerda que yo tuve que obligarla para poder acompañarla, esta es una oportunidad que no puedes desaprovechar, Jamas... - Y recalco esto ultimo - He visto a Xena pedirle a alguien que nos acompañe... - sonrío levemente - Por lo general intenta deshacerse rápidamente de la gente que esta a nuestro lado- Hizo un mohín con su carita mirando a la morena, la cual sonrío con la boca hacia un costado intentando parecer molesta
- Claro que quiero ir con ustedes - dije eufórica
- Bien, mañana partiremos las tres, ahora a dormir - murmuro la princesa tapándose y quedándose dormida casi de inmediato, Gabrielle la imito. Yo fui a arreglar mis cosas, no quería que por la mañana me dejasen atrás, tendría todo listo para partir, además la emoción no me permitía conciliar el sueño, miraba a las dos mujeres soñar plácidamente y no cabia en mi de felicidad, mire al cielo y susurre una plegaria.
- Gracias, no se porque este regalo, pero infinitas gracias- al cabo de un rato el sueño me atrapo.

Al día siguiente partimos muy temprano, Virgil se ofreció a acompañarnos, pero Xena sé rehuso amablemente, el joven nos miro alejarnos un poco cabizbajo.
- Te dije que siempre intenta alejar a las personas de nuestro lado - Gabrielle dijo esto en mi oído
- Te escuche pequeña Bardo... - Sonrío Xena
- Upss, olvide que tiene oídos muy sensibles.
Durante ese día caminamos casi sin parar, la verdad es que a mí me dolía todo, la poca costumbre de andar, el peso de mi mochila, el camino disparejo, todo se juntaba para ponerme el cuerpo como apaleado, pero no iba a quejarme por nada y avanzaba delante de las dos mujeres intentando parecer muy natural, Xena iba montada en Argo y Gabrielle caminaba a su lado sin dar muestras de cansancio alguno.
- Esta agotada - Dijo Xena a Gabrielle
- Si, ... - sonrío la bardo - Apenas si puede mantenerse en pie
- Pero es valiente, no se ha quejado ni una sola vez - La guerrera mi miro con mucho afecto - Hey, Cata...
- ¿Siiii?
- Ven aquí un momento- me acerque al caballo y Xena estiro su mano invitándome a montar con ella, yo mire instintivamente a Gabrielle para pedir su consentimiento, la rubia asintió con un gesto casi imperceptible, a los pocos minutos ya cabalgaba en Argo, abrazada a la cintura de Xena, la señora de la guerra
- De verdad es muy cómodo viajar aquí - Pense - una se siente segura cerca de este hermoso cuerpo. - De pronto note que Gabrielle nos observaba fijamente, un velo de tristeza cubrió sus hermosos ojos verde, luego intento despejar sus malos pensamientos y sonreír, sin conseguirlo. Por la noche, ya junto a una fogata encendida, mientras esperábamos que Xena volviese con la comida
- Porque estas triste Gabrielle - La pregunta la sorprendió
- ¿Yo, triste...?
- Aja, tu,... Triste
- No es nada... - intento excusarse
- Una no se pone triste por nada
- Es solo que..., Creo que tu le gustas a Xena, ¿Te has dado cuenta como te mira?, habla de ti, se preocupa por ti..., No estoy molesta contigo, lo prometo, es solo que me gustaría que fuese así conmigo. - Río nerviosa. Yo sonreí francamente y le dije
- Me extraña Bardo que no te hayas dado cuenta
- ¿De que?
- Cada vez que Xena habla de mí, me compara contigo Gabrielle, Tiene tu misma mirada, Habla tanto como tu, Duerme como tu, Tiene un buen corazón como el tuyo, tú eres el punto de comparación que ella utiliza con todos mujer, ¿Cómo no has notado el amor con que te miran esos hermosos ojos azules...?- Guarde silencio un momento mientras observaba la cara de Gabrielle que se ponía roja lentamente- Xena te ama, de la misma forma que tú la amas a ella- Intento protestar pero no la deje - Ambas tienen miedo de confesar su amor, tienen miedo de que la otra no sienta lo mismo y prefieren tenerse cerca de perderse - Tome la cara de la Bardo entre mis manos mirándola fijamente a los ojos- No vas a perderla si le dices lo que sientes, es mas... - sonreí malévolamente - vas a ganar una compañera, no solo de aventuras, una compañera de amor, de vida,... , atrévete mujer, da el primer paso, recuerda que yo se mucho de ustedes dos- Gabrielle sonrío avergonzada - No esperes mas tiempo, quizá ... - Mi mirada se ensombreció recordando la muerte de la guerrera - ... quizá después sea tarde y te arrepientas de no habérselo dicho antes. - La pena se apodero de mí al recordar él ultimo episodio de la serie, me separe de Gabrielle y me senté sola al lado de la fogata, mi mete divagaba entre sí debía decirles lo que pasaría o no debía - Primero lo primero - Pense - debo hacer que estas dos se confiesen su amor, luego veremos que pasa,... quizá por eso estoy aquí...
- Que le sucede - Preguntó Xena a Gabrielle, señalándome
- No lo sé - hablábamos y de pronto se puso triste
- Quizá extrañe su casa
- No Xena, no creo que sea eso, creo que es algo referente a nosotras
- ¿Por qué dices eso Gabrielle?
- Es un presentimiento..., creo que ella sabe algo, algo que no es bueno y no encuentra la forma de decirlo - suspiro la bardo
- Bien, si es como tu - sonrío tiernamente mirándola a los ojos - ya encontrara la forma de hacérnoslo saber.
Esa noche me costo mucho dormir, desperté temprano en la mañana incluso antes que Xena, encendí la fogata y prepare el desayuno, estaba en eso cundo me sentí observada, era la guerrera, tenia sus ojos fijos en mi y sonreía de un modo tierno y amable
- Hola - salude
- Hola, veo que madrugaste - aspiro fuerte - Huele rico - me limite a asentir con la cabeza - Pasa algo amiga mía - pregunto suavemente la guerrera poniendo su brazo alrededor de mis hombros - me sentí tan segura con ese contacto, cerré los ojos y me hundí en su pecho, ella acaricio mi cabeza despacio - ¿quieres hablar de ello?- negué con la cabeza - bien cuando estés lista, quiero que sepas que Gabrielle y yo te escucharemos, no importa lo que sea, ambas estamos aquí para ti, ¿sí? - acaricio mi mejilla y me dio un suave beso en ella - despertemos a la rubia para desayunar?
- La rubia esta despierta !!! - se mofo Gabrielle - Y feliz de no tener que cocinar!!!, claro y de poder comer algo bueno, porque si hubiese sido Xena la que cocina...- no alcanzó a terminar la frase cuando le cayo en la cabeza un pedazo de queso arrojado con amor por Xena - Gracias pero prefiero probar lo que esta en la sartén- Las tres reímos de buenas ganas
- ¿a dónde nos dirigimos Xena?- Pregunto la bardo con la boca llena
- ..., Quiero llevar a Cata a conocer las tierras amazonas, ..., crees que sea posible- Gabrielle hizo un gesto de estar pensando
- Por favor reina Gabrielle - dije apresuradamente - deja que conozca tus tierras - mi incline poniéndome de rodillas y suplicando, esto hizo que Gabrielle riera con muchas ganas - Por favor, Haré lo que quieras, cocinare de aquí hasta que me valla para ustedes, pídeme lo que quieras y yo lo haré
- ¿Lo que yo quiera... ¿- Susurro con una mirada de doble sentido, yo me puse roja y Xena abrió sus enormes ojos
- ¡Gabrielle...!!!- Gimoteo
- Bueno, ella sé esta ofreciendo... - Dijo mordiéndose el labio inferior de su boca con un movimiento muy sensual - Xena volvió a protestar - ... Ya pensare en algo que valga la pena... muchachita - susurro maliciosamente, guiñándome un ojo - por ahora iremos a ver a mi tribu - yo salte de felicidad.
Llegamos a tierras amazonas al atardecer, como es costumbre una lluvia de flechas a nuestros pies nos dio la bienvenida, al percatarse de la presencia de Gabrielle y Xena los ánimos cambiaron saludándonos alegres, sin dejar de observarme de reojo, lo cierto es que yo y mis vestimentas no encajábamos para nada en ese ambiente
- Bienvenida Gabrielle - saludo Varia - Xena- La guerrera asintió con la cabeza, luego mirándome a mí de arriba abajo - y ...
- Hola soy Catalina - me presente haciendo una pequeña reverencia, la cual consiguió sacar una risita disimulada de Xena y Gabrielle, la amazona ni se inmuto, miro a su reina esperando una explicación. Antes de llegar ahí habíamos acordado que yo no contaría nada de lo que les había dicho a ellas, era lo mejor.
- Ella es mi, ... amiga, y mi invitada a la nación amazona, ¿algún problema con eso? - la voz de Gabrielle denotaba firmeza y liderazgo, mirando a las amazonas de pies a cabeza
- Como tu ordenes ..., respondieron y se alejaron haciendo una reverencia
Entramos a la aldea amazona tomadas las tres de la mano, yo estaba feliz de poder ver todo eso con mis propios ojos, era casi igual que en la serie, las chozas, la fogata en medio de la aldea, el altar, las mujeres, Xena y Gabrielle me observaban contentas de verme tan maravillada de todo, las amazonas se nos fueron acercando poco a poco hasta que nos rodearon, querían saludar a sus viejas amigas y ver el juguete nuevo de su reina, o sea yo
- Tu cabaña esta lista mi reina - dijo una joven acercándose a nosotras - pondremos a tu amiga - señalándome a mí - en la ca...
- Compartiremos las tres mi cabaña - interrumpió secamente la reina, girándose hacia nosotras y haciendo una mueca de sarcástica, Xena bajo la cabeza ahogando la risa, yo no entendía nada
- Solo las consortes o compañeras de la reina comparten su cabaña, ellas están acostumbradas a mí, pero contigo... - Susurro en mi oído la guerrera divertida - Gabrielle esta siendo una niña muy mala, todas van a creer que nosotras tres,..., bueno tu sabes - continuo riendo bajito, yo me uní a ella bajando también mi cabeza para que las demás no notaran mi rubor. Todas me miraban asombradas y no era para menos, comparada con la belleza de alguna de estas mujeres yo me quedaba chica
- Tú eres más hermosa que todas ellas- Dijo Gabrielle sorprendiéndome - Eres hermosa por fuera pero lo más importante, eres hermosa por dentro, eso emana por todos tus poros si eres capaz de verla te darás cuenta que todas ellas quedan pequeñitas a tu lado - beso mi mejilla y me abrazo, caminamos así hasta la cabaña, la guerrera iba sonriendo tras nosotras. Nos acomodamos en la cabaña, nos dimos un regio baño en las termas y nos preparamos para la celebración que darían en honor de su antigua reina por la noche, Gabrielle se fue con el consejo de amazonas, Xena con las guerreras y yo me puse a husmear por allí, llegue a orillas de un hermoso lago y me senté a disfrutar del paisaje, me sentía feliz
- Hola - me sobresalto una voz profunda y dulce
- No te oí acercarte - respondí recuperándome del susto - hola
- Soy Tori - chaman de las amazonas, y tu ... no eres de este tiempo ...- Yo quede con la boca abierta sin saber que decir - No te preocupes tu secreto esta a salvo conmigo, mis hermanas no se enteraran de nada- sonrío tranquilizadoramente
- ¿Tu ... - Pregunte ansiosa - ... sabes porque estoy aquí?
- Tienes algo importante que hacer, tienes que advertir a Xena y a nuestra antigua reina, y algo mas pero no sé bien que es, algo que tiene que ver con una unión- sonreí gustosa
- Eso si lo sé, sé cual es la unión, lo otro ..., no lo tenia muy claro aun, no sabia si debía hacerlo o no, creo que me has ayudado aclarándome el panorama, lo que no entiendo es porque yo, habiendo tantas personas en el mundo, porque a mi
- Porque tu crees con todo tu corazón, nunca dudaste de la existencia de Xena y Gabrielle, y cuando una cree de verdad, con el alma si como tu, los sueños se cumplen, no olvides hacer tu trabajo - dijo alejándose y dejándome sola con mis pensamientos, estuve mucho rato en silencio, lo cierto es que ni me di cuenta cuando la mano de Xena se poso en mi hombro
- ¿Estas bien?- pregunto preocupada
- Si, estoy bien, solo necesitaba despejarme un poco y pensar en lo que debo hacer
- Estamos nosotras involucradas en tu que hacer- pregunto ansiosa
- Si, es por eso que estoy aquí Xena, por ustedes, por ti y por Gabrielle
- Vas a contármelo...
- No aun, pero si lo sabrás a su debido tiempo - La guerrera suspiro profundamente y dirigió su mirada perdida al lago - Cuanto tiempo vas a esperar Xena - pregunte
- Esperar para que- pregunto confusa
- Para decirle a Gabrielle lo que realmente sientes - se agito incomoda refunfuñando- No me asustas Xena - La mire fijamente a los ojos
- Tu no entiendes... - mascullo
- Oh si entiendo, mas de lo que tu crees, sé que tienes miedo, pero también sé que Gabrielle te ama de la misma forma que tú a ella
- Eso no es cierto - protesto intentando pararse, la tome fuerte del brazo sorprendiéndome de mi propia fuerza
- Ella me lo dijo Xena - Abrió enormemente sus ojos azules, la emoción se instalo en ellos, brillaron con un chispa que nunca antes había visto- Te lo juro, ella me lo dijo, y piensa lo mismo que tu, que no la amas de la forma en que ella te ama a ti, y que si te dice algo te enojaras con ella y la echaras de tu lado
- Yo, ..., jamas podría hecharla de mi lado, ella es , es... mi vida entera, mi amiga, mi compañera, el amor de mi vida - Dijo esto con un dejo de amargura que me llego al corazón, tomándose la cabeza con las manos
- Entonces no la dejes ir guerrera, lucha por ella, sedúcela, conquistaste naciones enteras, conquista ahora su corazón, claro que no te costara nada, porque su corazón ya es tuyo - sonrío levemente- vamos - dije - nos deben estar extrañando y no queremos que nuestra bardo se ponga celosa ¿no?.- Caminamos juntas, tomadas de la mano hasta el centro de la aldea donde estaba una gran fogata encendida y en la silla de la reina, vestida para la ocasión, se encontraba una hermosa Gabrielle, al vernos venir de la mano su mirada ensombreció un poco, yo le guiñe un ojo disimuladamente y volvió la tranquilidad a su cuerpo, se paro a recibirnos acercándose a nosotras, tome la mano de Xena y la puse entre las de Gabrielle - A que hora empieza la fiesta - pregunte bajito a la reina quien soltó una gran risa
- Que empiece la fiesta - dijo feliz, mirando a Xena con los ojos mas enamorados que he visto en toda mi vida y abrazándola suavemente por la cintura, la guerrera suspiro hondamente y puso su mano alrededor de los hombros de Gabrielle, con la otra me atrajo hacia ella sonriente
- Ven aquí pequeña Bardo dos - estuvimos festejando hasta muy tarde.
Pasamos unos días increíbles en la aldea amazona, el compartir la choza con la reina y la guerrera me dio un status inimaginable, todas las amazonas se me acercaba y hablaban conmigo. Tori sonriente me dijo
- Desean saber que es lo que tienes para poder estar con las dos mujeres mas deseadas por la nación amazona, gustosas cambiaran lugar contigo, además que Xena y nuestra reina se esmeran en darte el gusto en lo más minino que desees, están pendientes de ti, creo que Gabrielle disfruta internamente el producir entre sus súbditas celos por ti, la he visto reír a escondidas y la guerrera con toda su seriedad también lo disfruta y hace lo posible por que todas crean que eres su amante, ¿te entretienes muchachita?
- Así es - respondí gustosa - Me encanta tanta atención, aunque sepa que no es cierta, pero es muy cómico ver las caras de las amazonas cuando Gabrielle y Xena me abrazan, me acarician, sobre todo el otro día cuando las dos me tenían abrazadas - reí de buena gana recordando - y me estaban acariciando la cara, me besaban la cabeza, ¿recuerdas?- ella asintió gustosa - todas estaban verdes de envidia - si supieran que en realidad .... - calle bruscamente
- Que en realidad Gabrielle se muere por Xena y Xena se muere por Gabrielle?
- Lo sabes ...
- Lo sé, pero no es mi deber decirlo, además no escucharían, no a mí, sin embargo a ti... supongo que podrían escucharte
- Lo harán, no te preocupes, ya me estoy ocupando de ello
- ¿Esa es la unión?
- Aja, esa es la unión.
Todo iba bien hasta que una mañana una de las jóvenes amazonas que andaba locamente enamorada de Xena, se cruzo en mi camino y me empujo fuertemente haciéndome caer al suelo, yo creí que había sido un accidente, me levante a duras penas esperando que la joven se disculpara, pero siguió mirándome en forma desafiante con las manos en la cintura en forma de jarra, yo con la cara mas inocente del mundo la mire y pregunte
- Supongo que fue un accidente ¿Verdad?
- Supones mal intrusa- grito esto ultimo con rabia - No fue un accidente, levántate y pelea
- ¿Por qué deseas pelear conmigo?
- Por Xena - yo no pude evitar reír muy fuerte, ante esto giro la vara que tenia en sus manos y asesto un golpe con ella en mi estomago que me corto la respiración haciéndome caer de rodillas, el dolor era terrible, pero de igual forma me levante, respirando nuevamente en forma entrecortada
- Creo que cometes una gran... equivocación- trate de hacerla entrar en razón, otro golpe directo a mi brazo que con un extraño movimiento pude esquivar sin problemas- No creo que desees hacer esto - Tercer golpe que alcanzo a rozar mi pierna izquierda haciéndome perder el equilibrio y caer de espaldas al suelo, levanto su vara para rematarme cuando una poderosa mano la sujeto en el aire, al darse vuelta se encontró con los helados ojos azules acerados de la guerrera que lucia increíblemente molesta
- Estas bien mi amor? - pregunto dulcificando su mirada
- Un poco adolorida..., pero bien
- ¿Qué voy a hacer contigo..? - pregunto a la horrorizada amazona que no podía ni hablar del susto - Sabes que no me gusta que se metan con las personas a quienes quiero- tomo el brazo de la joven y sin mayor esfuerzo lo doblo haciendo que la vara cayera de sus manos, yo me acerque a su lado poniendo mi mano en su brazo dije suavemente
- Xena, déjala por favor, ella... no quiso hacerlo - la guerrera empujo a la amazona con fuerza hacia un lado haciéndola caer y abrazándome preocupada
- ¿Estas bien, de verdad? - miro a la joven - agradece que tiene buen corazón o si no no hubieses contado la historia, en eso llego corriendo Gabrielle
- ¿Estas bien?- pregunto asustada, acercándose a mí y examinándome para cerciorarse de que no tuviese nada roto - que sucedió - pregunto furiosa la reina de las amazonas
- fue un mal entendido Gabrielle, yo me tropecé con ella y no le pedí disculpas, ella se enojo y bueno, me golpeo y Xena.. llego y ..., pero nada grave, ¿Verdad? - pregunte a la joven amazona que tenia la cabeza abajo sorprendida de que yo no la hubiese acusado a su reina, asintió con la cabeza, las demás amazonas que habían visto lo sucedido murmuraban en silencio, de allí en adelante me gane el respeto de las guerreras, Xena y Gabrielle que sabían de verdad lo sucedido sonreían satisfechas.
Partimos de la aldea rumbo a Potedia, yo deseaba conocer el pueblo natal de Gabrielle
Caminábamos por un sendero, Xena, Argo y Gabrielle atrás, yo adelante preguntando cada cosa y disfrutando de todo como una pequeña niña
- Me gusta - murmuro Xena a Gabrielle
- A mí también me gusta, es tan ...
- ... Tan como tu ... - Gabrielle se sonrojo bajando la cabeza
- También tiene cosas tuyas princesa - respondió la rubia - tiene tu fuerza y tiene carácter, es como una mezcla de las dos, es como si fuese ...
- Nuestra hija ... - exclamo la guerrera, sonriendo- Gabrielle... - Dijo deteniéndose un momento y mirando a la bardo - Yo ...- De pronto, se volteo rápidamente tomando su espada- Ares, déjate ver maldito - Grito. Ares apareció detrás de Gabrielle, esta de un salto se puso tras de Xena, yo también corrí tras ellas
- Hola Xena, ¿Me extrañaste?- Pregunto sarcásticamente- y ¿Quién es su nuevo juguete?- río
- No soy un juguete - Grite enojada saliendo de detrás de las mujeres y enfrentando al dios de la guerra
- Y habla.. - dijo burlón
- No te metas con ella Ares - Desafío Xena, tirando de mí hacia ella y Gabrielle
- Otra estúpida mas como esta rubia para tu colección, demonios Xena, es que nunca vas a aprender a rodearte de gente que valga la pena, de gente como yo que puede darte gloria y poder, que puede darte... - dijo sensualmente acercándose a la guerrera - ... El mundo
- Tu no puedes darle lo que ella quiere - dije mirándolo fijamente y desafiante
- Yo soy el dios de la guerra, niña tonta, puedo darle lo que ella quiera- Grito furioso, yo sonreí en forma sarcástica
- No puedes darle Amor Ares, no puedes competir con el amor, ese amor que solo ... - frasee lentamente estas ultimas palabras disfrutando de la cara de indignación que ponía Ares - ... Gabrielle puede darle, que se siente Ares, que se siente perder a la mujer que amas por otra mujer, que dices ahora dios de la guerra, la batalla mas importante de tu vida la perdiste contra una pequeña mujer, rubia y Bardo, que con dulces palabras, gano el corazón de tu amada guerrera, piénsalo - dije mientras hacia una mueca de desprecio y le daba la espalda. Furioso el dios de la guerra soltó una llamarada blanca de su mano directa a mi espalda, Xena con una velocidad casi imposible para un ser humano, la detuvo con su espada
- Primero me matas a mi antes que hacerle daño a ella - Sonrío con esa sonrisa que ponía para las batalla la guerrera, Gabrielle me tomo entre sus brazos protegiéndome del ataque del iracundo dios
- ¿Otra mas con quien competir Xena... ?- pregunto frustrado
- Tu no eres competidor para ninguna de las dos Ares, ellas te ganarían sin hacer ningún esfuerzo
- Eso duele Xena- gimió
- Upss, lo siento, la verdad duele - dije yo desde atrás de Gabrielle, esta tapo mi boca haciéndome callar
- Basta Cata, no enojes mas a Ares, es peligroso- Me reprendió suavemente - Me encanto lo que le dijiste de mí
- Es la verdad, Xena te ama y jamas podrá amarlo a el, ni a nadie como a ti - hable bajito en su oído.
- Nos volveremos a encontrar- gruño Ares - Y tu - Señalándome- será mejor que te cuides pequeña perra, le hice una seña de adiós con la mano mientras él desaparecía, Xena se volteo hacia mí
- Que creías que hacías
- ¿...Molestar a Ares ?- Pregunte con cara de lo siento, La princesa gruño y luego soltó una risotada mayor
- Estas loca - dijo palmeando mi espalda- Estas loca
- Lo sé, siempre me lo dicen
Por la noche acampamos en una cueva bastante cómoda, ya estaba acostumbrándome a esta vida
- Esta noche lograre que se declaren su amor - hable para mí. Tenia todo pensado. Después de comer la guerrera limpio sus armas, yo lave los trastos y Gabrielle se puso a escribir, habiendo terminado mi trabajo me dispuse a poner en marcha mi plan.
- ¿Qué les parece si jugamos un juego muy entretenido?- pregunte con mi mejor cara de inocencia, Gabrielle asintió de inmediato, a Xena costo un poco mas convencerla
- De que se trata el juego - pregunto haciéndose la enojada
- Se llama Verdad y consecuencia - explique - tengo tres dados, los tiramos al mismo tiempo, la que saca el numero mayor, gana, la que saca el mas bajo debe elegir entre verdad o consecuencia, si elige verdad deberá contestar la pregunta que le hagan con la verdad, si elige consecuencia deberá hacer lo que le digan. Nos dispusimos a jugar, tiramos los dados yo saque el numero mayor, Gabrielle el menor
- Verdad o consecuencia - pregunte
- Verdad
- Estas enamorada Gabrielle? - Se puso roja entera, me miro con ojos asesinos, Xena sonrío disimuladamente
- Si - respondió casi en un susurro
- De quien - Pregunto Xena inquieta
- Ya respondí la pregunta - la acallo Gabrielle - cuando te toque tu turno preguntaras lo que quieras. Volvimos a tirar, nuevamente gane y ahora Xena perdió
- ¿Verdad o consecuencia?
- Verdad - asintió firmemente la temida guerrera
- Estas ena...
- Si lo estoy... - respondió antes de terminar la pregunta, mirando fijamente a Gabrielle quien volvió a sonrojarse, yo sonreí, mi plan estaba funcionando. Nueva tirada y esta vez yo perdí y Xena gano
- No vale que te hagamos preguntas a ti ya que siempre las respondes con la verdad, además no sabríamos que preguntarte..., así es que deberás elegir consecuencia, - yo asentí sin poder protestar - bien, veamos..., quiero que beses en los labios a Gabrielle - sonrío Xena maliciosamente
- Estas loca - dije molesta - no voy a besar a Gabrielle
- Es tu juego y son tus reglas, si no quieres seguir jugando...
- Bien, bien - Mire a Gabrielle - te molestaría...
- En absoluto - sonrío la bardo. Me acerque despacio y puse mis labios en los de la reina amazona, fue un beso delicioso, suave, lleno de ternura, Xena miraba con un extraño brillo en sus ojos, parecía excitada por el beso, yo también estaba excitada y pensaba que no había sido muy buena idea el juego, aunque el beso a Gabrielle había valido la pena. Nuevo juego, gana Gabrielle y pierdo yo, por supuesto consecuencia
- Quiero que beses a Xena en los labios
- Ustedes son un par de desquiciadas, ¡locas, eso son!!!- me pare levantando los brazos
- ¿No te gustaría besarme?- pregunto Xena con un mohín seductor en su carita. Hice un gesto hacia el cielo, caro que quería besarla, siempre había soñado con besar a la princesa guerrera, me acerque a ella poco a poco, de pronto su mano en mi nuca y sus labios entreabiertos sobre los míos, al hacer contacto sentí que me quemaba completamente, que una ola de calor recorría todo mi cuerpo, la lengua de la guerrera exploro suavemente mi boca, yo me deje llevar por las olas de sensaciones que me invadían, respondí a su beso, mi lengua danzo junto a la suya, lentamente nos separamos, jadeantes, me costaba respirar, Gabrielle nos miraba hipnotizada, sus ojos resplandecían, mordía su labio inferior notablemente excitada.
- Creo- balbucee - que deberíamos dejar este juego ...- Xena me lanzó una mirada fulminante
- Justo ahora que se está poniendo entretenido - dijo esto casi jadeando y mirando deseosa a Gabrielle, otra tirada, Gabrielle gano y Xena perdió
- ¿De quién estas ... enamorada Xena?- susurro suplicante la bardo
- ... De ti ... Gabrielle - dijo Xena acercándose despacio a la rubia que jadeaba lentamente con la proximidad del cuerpo fuerte de la guerrera, tomo la cara de Gabrielle entre sus manos con una suavidad admirable en una mujer de su fuerza, acercó sus labios a los de la joven y depositó en ellos el beso más cálido y tierno que jamás se haya visto - ... estoy - nuevo beso - ... locamente - beso - ... enamorada - beso - de ti, mi amor - sus bocas se juntaron desesperadas, atrapándose, reconociéndose con frenesí, sus cuerpos se convirtieron en uno solo, jamas había visto a dos personas entregarse tanto amor en un beso, yo tenía que salir de allí, pero no podía moverme por miedo a romper el encanto, el amor se respiraba en el aire
- Te amo Xena - susurrando - te amo mi princesa guerrera- respondiendo a cada beso, a cada caricia, las manos de la guerrera se movían por todo el cuerpo de Gabrielle, haciéndola gemir con cada contacto, su cuerpo trataba de amoldarse al de la fuerte mujer que la hacía subir a los cielos y descender a los infiernos
- Mi pequeña bardo, mi exquisita bardo - besaba su cuello, su oreja, su lengua dibujaba un camino recto hacia la pasión de Gabrielle, que estaba pronta a estallar, muy despacio comencé a levantarme intentando no hacer ruido, en ese momento recordaron mi presencia, se separaron abrumadas por la vergüenza
- Hey, por mi no se detengan - casi suplique - Han esperado tanto por esto que no quiero ser yo la causante de que lo dejen hasta aquí - Sonreí feliz - es hermoso verlas juntas ... ¡POR FIN!!, ya era hora ¿no?, sigan, sigan, de pronto tengo unas inmensas ganas de ... darme un baño frío, muy frío y me late que tardaré mucho tiempo bañándome - Salí rápido dejando a las dos amantes solas para que volvieran a descubrirse, ya fuera de la cueva me senté en una roca, me sentía muy contenta, yo había presenciado el primer beso de amor declarado entre Xena y Gabrielle, a lo lejos escuchaba los quejidos de la bardo y las suspiros de la guerrera, estaban pasándola muy bien, estaban conociéndose por completo, estaban entregándose el alma la una a la otra, las almas gemelas se habían encontrado por fin y no se separarían mas, me sobresalte con este pensamiento
- No se separarán mas, eso si puedo evitarlo, sino, ... pobre Gabrielle - El grito de Gabrielle llegando al clímax mientras nombraba a Xena, me sobresalto, incluso me ruborice- ¡Realmente tiene pasión la poeta! - pensé - Creo que voy a necesitar el baño frío - Dije mientras me sumergía en el lago durante mucho tiempo. Entre a la cueva muy entrada la noche, los cuerpos desnudos de Xena y Gaby hablaban por si solos del amor consumado en ese pequeño lugar, las cubrí con una manta suavemente para no despertarlas, me moví al otro lado de la fogata, no quería romper el encanto de ese precioso escenario, la guerrera abrió los ojos rebosantes de amor y sonrió
- Ven aquí con nosotras - ordeno
- No quiero molestar ... - proteste despacio
- Nunca vas a molestarnos - Gabrielle se acurruco en sus brazos y casi en un murmullo
- Xena tiene razón, eres nuestro ángel de la guarda, nunca vas a molestarnos, ven ... - estiro su mano invitándome a su lado, te has ganado este lugar- Me acosté a su lado y me quedé dormida profundamente.
Desperté por el suave olor a comida, estaba sola en la cueva, el sol había salido hace un buen rato, me levante todavía medio dormida, al salir de la cueva vi a Xena y Gabrielle besándose
- Parece que hoy es un buen día - Dije interrumpiendo muy a mi pesar el beso, ambas corrieron a mi lado abrazándome fuerte
- El mejor de todos los días de mi vida - respondió Gaby mirando a su mujer con adoración, Xena acarició su mejilla
- Te amo - susurro al oído de la rubia
- Y yo te amo a ti mi princesita - respondió besándola tiernamente
- Y yo, ... - interrumpí - tengo hambre...., supongo que ustedes ya desayunaron
- No, te esperábamos a ti, además - Dijo la rubia mirando a su amante - Teníamos otras cosas que hacer - Xena se ruborizó. Estabamos comiendo y hablando felices cuando de pronto Xena se puso alerta
- ¿Qué...? - Preguntamos con Gabrielle
- Déjate ver - Grito la guerrera
- ¿Ares..? - pregunte
- No, es un dios, pero no es Ares- contesto Xena. Afrodita apareció resplandeciente, yo quede con la boca abierta, Jamás había visto una mujer tan, pero tan hermosa como ella, era perfecta, no tenia ni una sola falla
- ¿Cómo haces eso Xena ...?, - pregunto ingenuamente la diosa del amor - Cómo sabes que hay uno de nosotros cerca?...
- Solo lo siento Afrodita - sonrió la guerrera
- Hola Dita - Saludo cariñosa Gabrielle
- Hola Gabrielle ... - La miró fijamente - estas, ... - miro a Xena - están ..., diferentes, resplandecientes, ¿No me digan que...?, ¿acaso por fin ustedes ...., bueno, ya saben, ... están juntas en todos los sentidos?
- Si - respondió Xena - y no gracias a ti "Diosa del amor"
- Ya era hora, por todos los dioses, que lentas me han salido
- ¿También lo sabias?- Pregunto Gabrielle frustrada
- Claro que lo sabia niña, trate de decírtelo un millón de veces y jamás me escuchaste - por fin se fijó en mi que continuaba con la boca abierta - ¿Quién es la pequeña mujercita que las acompaña? - pregunto en un tono dulce
- Es la que te hace competencia - bromeo Xena
- ¡Queee!
- Gracias a ella estamos juntas Afrodita - Dijo Gaby, sentándose y comenzando a contarle a la diosa todo lo ocurrido mientras desayunábamos y yo no podía quitar los ojos de la diosa
- Cierra la boca - Bromeo Xena golpeándome suavemente en un costado mientras Gaby hablaba - Estas hipnotizada con ella
- Es que es la mujer mas hermosa que he visto, es ... , preciosa, es ... una diosa, es ... perfecta, es...
- ¡Gracias! - sonrío Afrodita mirándome dulcemente, casi me derrito, menos mal que Xena estaba a mi lado y me sujeto riendo francamente.- Bueno esta era solo una visita de cortesía, deseaba saber como se encontraban, y viendo que se encuentran ... de maravillas - sonrío pícaramente y desapareció.
Estabamos preparando todo para irnos cuando Dita volvió a aparecer
- Hola preciosa- me dijo acariciando mi cabello, nuevamente casi me derrito
- Solo te falta babear - susurro la guerrera a mi oído
- Creí que lo estaba haciendo - bromee
- ¡Estás loca!- dijo la guerrera moviendo la cabeza de un lado a otro
- ¡Lo sé,... lo sé!!
- ¿Qué sucede Dita?- pregunto curiosa Gabrielle,- no acostumbras visitarnos tan seguido
- Cariño... - dijo la diosa arreglándose el cabello - ... he venido a prevenirlas
- ¿De qué...? - pregunto Xena preocupada
- No de qué?, ... ¿De quién..?
- Ares... - refunfuño molesta Xena
- Así es, mi hermanito estaba furioso en el Olimpo, no se porque - hizo una pausa para suspirar- cuando yo feliz le conté que ustedes dos por fin estaban juntas, gracias a la mini diosa - volvió sus ojos hacia mi sonriente- se puso aun peor, maldijo a todo el mundo y salió del Olimpo gritando que "La pequeña Cupido habladora se las pagaría" - se acercó a mi tomando mi mano - seria una pena que arruine algo tan lindo y tierno como tu- beso mi nariz, yo me sonroje abiertamente, luego pregunté asustada
- ¿Qué haremos con Ares?
- Ares siempre esta amenazándonos- dijo Gabrielle tranquilizándome - ya estamos acostumbradas a eso
- Claro, para ustedes es fácil, pero yo no estoy acostumbrada a que amenacen con matarme, y menos aun un dios de la guerra - Hable rápidamente - esto me pasa por meterme a hacer el trabajo de Afrodita - bufe - aunque no me arrepiento... de haberlo hecho- mire a mis amigas dulcemente - y valió la pena enfrentarme a Ares por esto, además me imagino su cara al enterarse... y ustedes se ven tan lindas juntas, hacen una pareja maravillosa, - mire a las tres con cara de lo siento - ¿Estoy hablando mucho nuevamente verdad?- Xena y Gaby se esforzaban por no reír
- Siempre habla tanto? - pregunto divertida la diosa
- ¡Si! - a coro Xena y Gabrielle riendo a mas no poder
- Es peor que tu Gabrielle..., Xena te compadezco, ¿Cómo las soportas?
- ... Las quiero... - se encogió de hombros
- ¡Siiii! - suspiro la diosa - el amor todo lo puede,... Adiós!- desapareció
faltaba poco para llegar a Potedia , yo estaba ansiosa de conocer el lugar en donde había nacido la bardo
- Ya casi llegamos - me dijo sonriente Gaby. De pronto la guerrera se puso en alerta, nos hizo un gesto para que hiciéramos silencio, tomo su espada, Gabrielle saco sus sais de las botas, yo solo tenia una vara que me había dado Gaby, trataba de enseñarme a defenderme, ahora probaría que tan buena estudiante era, no estaba muy convencida de poder usarla, de pronto seis hombres aparecieron de entre los matorrales a orillas del camino atacándonos de inmediato, tres de ellos contra Xena quien dejo fuera de combate a uno de inmediato con un solo golpe de su puño, se dedico a los otros dos, yo estaba perpleja mirando luchar a la formidable guerrera, sus movimientos eran perfectos, su agilidad para esquivar las estocadas de sus atacantes, sus golpes certeros, parecía una pantera luchando, era un espectáculo maravilloso, de pronto el grito de Gabrielle me volvió a la realidad
- Catalinaaa , ¡Cuidado! - alcancé a correrme antes de ser atravesada por una espada, el corazón casi se me sale del pecho, con un rápido movimiento de la vara logré barrer los pies de mi atacante, el cual cayo pesadamente al suelo, una vez allí lo golpee en la cabeza, tal y cual Gaby me había enseñado, dejándolo inconsciente, la guerrera y la bardo se estaban encargando de los otros con facilidad, de pronto sentí un dolor agudo en mi hombro izquierdo, al mirarlo, vi una flecha atravesada de lado a lado, Xena salta sobre mi tirándome al suelo y agarrando en el aire otra flecha dirigida a mi, la bardo corre a mi lado
- Cuídala Gabrielle- ordena Xena mientras corre hacia el lugar de donde vino la flecha, un momento después vuelve furiosa- no encontré a nadie - exclama acercándose a uno de los hombres que estaba volviendo en si, con rapidez aplico los puntos de presión sobre el cuello del asaltante- Corte el flujo de tu sangre al cerebro, tienes treinta segundos para decirme lo que deseo saber, si no me dices quién te envió te dejare morir- los ojos del hombre estaban desorbitados, un leve hilo de sangre comenzó a brotar por su nariz, balbuceo dificultosamente
- A..., Ares, ... dijo que debíamos ... entretenerlas, mientras el se... encargaba de ... su amiga,... es todo lo que se..., lo juro- Xena quito los puntos de presión
- Vete de aquí antes de que me arrepienta- rugió la feroz guerrera, al acercarse a mi sus facciones se dulcificaron - ¿Cómo te sientes...?, Gabrielle tenemos que sacar esa flecha!- gimoteo la guerrera, la bardo encendió una rápida fogata- esto te va a doler un poco - sonrío Xena- ¿Serás fuerte ...?- asentí con la cabeza y los ojos inundados de lágrimas, la guerrera quebró la parte trasera de la flecha de un solo golpe, yo me retorcí de dolor - Tranquila..., tranquila...- el sudor cubría todo mi cuerpo, me volteo para poder empujar el resto de la flecha hacia delante- se fuerte ...¿si?- su voz sonó suave y arrulladora, me tranquilizaba a pesar del inmenso dolor que estaba sintiendo, Gaby me abrazo
- Shiii, tranquila,... tranquila
- Aquí vamos- dijo Xena, empujando la flecha con todas sus fuerzas, yo di un grito desgarrador y las lagrimas corrieron por mis mejillas sin poder detenerlas, quería ser fuerte, pero el dolor era mas grande que mis ganas, Xena retiro la flecha de mi cuerpo, limpio mi herida con sumo cuidado, Gabrielle no dejó de abrazarme- Cata... - dijo Xena preocupada - debo cauterizar esa herida para que no sigas perdiendo sangre, ¿Sabes lo que eso significa verdad? - Asentí llorosa, cerré los ojos cuando vi acercarse la madera al rojo vivo, apreté los dientes y lance un grito cuando toco mi carne, no soporte mas y me desmaye. Desperté ya entrada la noche, el dolor en el hombro era muy intenso, Xena y Gabrielle a mi lado preocupadas
- Hola bella durmiente - dijo Gabrielle tratando de mostrarse serena
- Ese es un cuento- dije con dificultad, me miro con cara interrogante - la bella durmiente es ... una historia que les contamos a nuestros niños en mi tiempo... ¿quieres oírla...?
- ¡Claro que si!, asintió la bardo acariciando mi cabeza, a duras penas les conté la historia, ambas escuchaban atentas - Es hermosa - dijo Gaby cuando hube finalizado
- En verdad lo es - dijo Xena acomodándome las mantas- ahora debes descansar - hice un gesto afirmativo con la cabeza y volví a dormirme
- Mañana estará mejor - dijo la guerrera preocupada
- Xena,... ¿qué pasa?- pregunto Gabrielle
- Tiene una fuerte infección,..., Gabrielle si la fiebre sube....
- ¡Que!
- No creo... que se salve! - dijo ocultando la cara para que su bardo no viera sus lágrimas- No es tan fuerte como nosotras Gabrielle, ... no creo que resista, no está acostumbrada a esta vida- se levantó furiosa pateando una piedra- .. solo a mi se me ocurre traerla con nosotras, sabiendo todos los peligros a los que nos enfrentamos a diario,... tu,... tu mi amor sabes defenderte, pero ella... ella...
- Es como era yo al principio Xena, no tienes que culparte por esto- se levanto y abrazo a la compungida guerrera- No te culpes amor mío- la beso suavemente en los labios, Xena se aferro con todas sus fuerzas a ella y lloró en su hombro como una pequeña niña, Gabrielle la dejó hacer acariciando despacio la cabellera de su amada guerrera
- Xena... - musite - ... no es tu culpa,... yo las hubiera seguido de todas formas, nunca he querido tanto algo como esto, nuca he... - trague saliva con dificultad- ... nunca he sido tan feliz en mi vida como ahora, a ... pesar de esto, ustedes me han dado todo... para ser feliz... solo puedo darles las gracias, por... quererme, por cuidarme y ... soportarme... a pesar de hablar tanto como lo hago siempre - sonreí- si he de morir, así es como siempre desee hacerlo
- No vas a morir - gritó Gabrielle, yo me queje del dolor- ¿Te duele mucho?- Gaby se inclinó hacia mi
- ... Solo cuando me río... - bromee - Lo se, ¡Estoy loca!, lo se...no me lo repitan- todas sonreímos.
La fiebre comenzó a subir muchisimo, el dolor era casi insoportable y me costaba mantener la lucidez, en una camilla me transportaron a Potedia, la hermana de Gabrielle nos recibió en su casa, me acomodaron en la habitación que ocupaba la bardo.
- No me dejen sola - suplique- no quiero estar sola, por favor quédense a mi lado- caí nuevamente en estado de inconsciencia, deliraba por la fiebre y me maldecía por no haber hablado antes con ambas sobre Japón- Xena..., Gabrielle- balbuceaba- ...necesito decirles,...necesito...- recobré el conocimiento nuevamente, Xena y Gabrielle hablaban con Afrodita
- Haz algo Afrodita, usa tus poderes para curarla- rogaba Gabrielle - Afrodita preocupada
- Ella no es de este tiempo Gaby, no es mucho lo que puedo hacer,... aunque... podría devolverla a su época y allí supongo se recuperaría de inmediato- Las amantes se miraron tristes, Xena abrazó a su bardo con infinita ternura
- Yo también la extrañare mi amor, pero..., es lo mejor para ella, estará bien... y mejorará, además... sabíamos que este día llegaría tarde o temprano, aunque no lo deseemos ella pertenece a otro tiempo- Gaby lloraba- fue un préstamo que se nos hizo, ahora... hay que devolverla- las lágrimas corrían por las mejillas de la guerrera- Siempre estará con nosotras aquí- dijo señalando el corazón de su bardo - ... y aquí- señalando es suyo- ... y en tus historias, en tus pergaminos, vivirá ... por siempre amor mío, ... hazlo Afrodita- suplico con la mirada
- ¡Nooo!- grite angustiada- ... aun no... por favor... no todavía- trate de incorporarme, suavemente la guerrera volvió a recostarme- Por favor... Xena,... Gabrielle- imploré- aun no es tiempo... aun no, necesito hablar con ustedes antes de irme
- Si no quiere irse, no funcionará- dijo la diosa- les sugiero que primero la escuchen, cuando este lista me llaman y lo haremos- desapareció, Gabrielle y Xena me miraron preocupadas
- ¿Puedo hablar con Lila primero?- pregunte sonriendo con dificultad, Gabrielle trato de protestar, pero Xena la detuvo. Lila entro al cuarto y se sentó al lado de mi lecho inquieta - Hola - salude dificultosamente
- Hola
- ¿Lila... amas a tu hermana?
- Claro que la amo- dijo vehemente- con toda mi alma
- ¿Quieres verla feliz?
- Por supuesto, si ella es feliz, yo también lo soy
- Entonces debes aprender a amar a Xena- lila me miro sorprendida- Xena es la felicidad de Gabrielle, tu hermana la ama con toda su alma, con todo su corazón, ... -me costaba hablar - ... Xena la hace feliz en todas las formas posibles
- Quieres decir... que ella y Xena son...
- Si lila, ... son amantes- abrió unos enormes ojos que casi escapaban de sus órbitas- Se aman de verdad, están hechas la una para la otra, se complementan en todos los aspectos de su vida, si quieres a Gabrielle, ... si de verdad la quieres, debes aprender a querer a Xena, eso haría feliz a tu hermana, siempre ha soñado que ustedes se lleven bien- guardo silencio por un momento, luego sonrío débilmente
- Siempre lo sospeche,... quizá por eso no quería a Xena, por sentir celos de ella, por robarme el amor de mi hermana
- Ese amor siempre será tuyo, nadie puede robártelo
- Lo se ahora que lo dices tu, he sido una tonta, trataré de ser mejor con Xena
- ¡Gracias!
- Las hago entrar - asentí con dificultad, ambas entraron rápidamente, mire a Lila sonriendo y luego a Xena, Lila entendió el mensaje, se acerco a la morena mujer y la abrazo fuertemente- Perdona por haberte tratado siempre tan mal- la guerrera estaba sorprendida ante esta muestra de afecto- Bienvenida a la familia... ¡Cuñada!- sonrío bajito, Xena se ruborizó, Gabrielle abrazó a su hermana llena de felicidad
- Gracias Lila, ... no sabes lo feliz que me haces con esto hermana
- Ahora lo se - respondió dándome una mirada amorosa y saliendo de la habitación
- ¿Cuánto mas he de agradecerte Cata- hablo Gaby abrazándome
- Es lo menos que puedo hacer por ustedes dos,... mis amigas- respondí casi en una queja, sentía que pronto volvería a caer en un estado de inconsciencia, debía apresurarme- Tienen que escucharme ahora que puedo hablar..., dentro de un tiempo vendrá alguien a pedir tu ayuda Xena, vendrá de parte de Akemi- el cuerpo de la guerrera se tensó totalmente, sus ojos endurecieron, su cara dibujó una mueca de dolor
- ¿Quién es Akemi ¿- pregunto la bardo mirando interrogante a Xena
- Es una larga historia Gabrielle - respondió seria la guerrera, la miró suavizando sus facciones- luego te lo contaré,... lo prometo amor mío- beso suave a la inquieta rubia
Como pude les conté el ultimo capitulo de la serie, con la mayor cantidad de detalles posibles, Gabrielle estaba horrorizada, Xena mordía su labio inferior, cuando llegue al final, mire a la guerrera a los ojos
- Prométeme que si decides ir ..., dejarás que Gabrielle te resucite...
- Pero,... y las almas?- pregunto triste
- Xena,... las almas no se redimen con la venganza, tu muerte no es necesaria para que las almas queden libres, Eli te eligió como la madre de su enviada, ¿crees que desearía que muriese así?, no se que pretende Akemi con lo que te dijo, no dejes que aproveche de tu amor
- ¿Amor...?- pregunto Gabrielle molesta- sonreí apenas
- Nada comparado con lo que siente por ti bardo celosa - no muy convencida guardo silencio
- Cariño- murmuro Xena- amor es lo que siento por ti
- Si amas a Gabrielle no la dejes sola Xena- suplique- prométemelo... - me senté en la cama, el sudor me bañaba entera, los ojos enrojecidos por la fiebre...¡Prométemelo!- gemí angustiada
- Lo prometo- dijo firme la guerrera- creo en ti Catalina, se que no me mentirías, no te preocupes, no voy a morir en Japón- le sonrió a su bardo que la miraba con angustia- no voy a dejarte sola amor mío, no ahora que te tengo solo para mi- suspire relajada tendiéndome en la cama
- Ahora puedes llamar a Afrodita - musité - estoy lista para irme- no pude evitar llorar- Será... difícil vivir sin ustedes- las lágrimas corrían sin parar- Las amo, de verdad las amo, nunca las olvidaré, ¡Jamás!- la diosa apareció, Gabrielle se acercó a mi abrazándome con desesperación
- Te amo Catalina, siempre estarás en mi corazón, te debo las mejores cosas de mi vida, me diste tanto sin pedir nada a cambio- lloraba con desconsuelo- Gracias- me beso suavemente en los labios- Para que me recuerdes siempre- susurró
- Gracias a ti, gran Bardo de Potedia- solloce mientras se separaba de mi, Xena se acercó intentando mantenerse fuerte, me abrazó, me miró con esos ojos azules que derretían la nieve, intento sonreír, pero no lo consiguió
- Soy mala con las palabras,... pero eso tu lo sabes- tomo mi cara entre sus fuertes manos y beso mi boca intensamente, sentí que el calor me invadía por completo y no era por la fiebre, era la guerrera que producía con sus labios esas sensaciones en mi- Gracias por todo, siempre estarás aquí- dijo señalando su corazón- te amo,... doble de Gabrielle, se separo rápidamente abrazando a su amada, Afrodita se acerco a mi sonriente
- ¿Lista..?- pregunto
- Lista - confirme, tragando saliva con dificultad y haciendo un gesto de despedida con la mano a mis queridas amigas.
Desperté en la playa, sola, con mi cuerpo adolorido, miré hacia todas partes y comprendí que estaba de vuelta en mi tiempo, me senté en la arena con dificultad, el hombro me dolía, la herida continuaba allí
- No fue un sueño- me dije feliz- fue real- comenze a llorar sin poder detenerme, estuve mucho rato tirada en la playa llorando, no quería abandonar el lugar, quería volver a ver a mi guerrera y a mi bardo, pero no podía,... ya no podía.
Regrese a mi casa con toda la pena del mundo en mis hombros, sabía que nunca me creerían lo sucedido, en mis días de ausencia había bajado unos cuantos kilos de peso. Entré a la casa en silencio, Lory me abrazó preocupada
- ¿Dónde demonios estabas?,... te llame al celular, no contestaste mis llamadas,... no llamaste, mírate como estás, flaca,... que diablos te paso- me miraba de arriba abajo, me tomo de los hombros y me queje del dolor- ¿qué tienes?- miró mi hombro- ¿Qué es esto?, ¿Cómo te hiciste esta herida?... ¡Dime algo por Dios!!!...- mi resistencia llegó a su fin y ya no pude mas, mis fuerzas me abandonaron y caí inconsciente al suelo. Desperté varios días después en mi cama, Lory preocupada a mi lado. - ¿Cómo te sientes?- eso me hizo recordar a mis amigas y las lágrimas rodaron por mis mejillas- Vamos,... tranquila, ya estas en casa- sonrió- ... sabes... hay algo que te alegrará- dijo tratando de levantarme el animo
- ¿qué es ?- pregunte sin ganas
- Vuelven a dar tu serie favorita,... esa de la princesa guerrera
- Van a repetir los capítulos anteriores - pregunte triste
- No,... es una nueva temporada, por lo menos eso es lo que anunciaron, nadie sabe que pasara y como resucitan a la muerta, pero al parecer encontraron una manera de hacerlo- mis ojos se iluminaron de inmediato- Veo que esto te hace feliz - acoto gustosa- sabia que te animaría- la abrace muy fuerte y sin pensarlo le conté todo lo que me había sucedido en mi viaje, sabía que no entendería pero debía decírselo a alguien y solo a ella podía hablarle, sin temor a que quisiera internarme en una clínica psiquiátrica aunque creyera que estaba loca de remate. Me escucho atentamente y en silencio, cuando hube terminado se limito a abrazarme y sonreír - No se si estas loca, o si eres tan especial, que dios te dio un regalo- dijo maternalmente- superaremos todo esto juntas ¿si?
- Si - dije mas tranquila.
Dos meses mas tarde había vuelto a mi rutina diaria, trabajo, amigos, vehículos, gente, claro que ahora me daba tiempo para disfrutar de las cosas simples como observar las estrellas, las flores, los animales. Esa noche estrenaban el primer capítulo de la séptima temporada de "Xena", Lory y yo nos acomodamos frente al televisor y la historia comenzó
Una chica de nuestra época caminando por la playa, el mar recogiéndose, una mancha blanca en la arena, la joven cayendo por el hoyo blanco y despertando en las vidas de Xena y Gabrielle, al terminar el capítulo, Xena estaba viva, viendo el atardecer en Japón con Gabrielle, y una pequeña dedicatoria
"A Catalina, nuestra gran amiga, con todo el amor que le tenemos, gracias
Xena y Gabrielle", sacado de los pergaminos de la bardo.
Lory y yo nos miramos llorando
- Eres tan especial, que dios te hizo el mejor regalo del mundo- dijo abrazándome, mire al cielo y susurre
- Gracias,...- muchas gracias, quizá alguna otra vez pueda volver
- Quizá - se escucho una voz en off - Quizá...

FIN


Indice Fan Fiction

Página Principal