DISCLAIMERS:
Los personajes de XWP son de Universal y Renaissance Pictures, yo sólo
quiero hacerle tributo a esta fabulosa serie.
MENSAJE:
¡Por los dioses!, me quedé toda la tarde escribiendo esta historia
y se me fue el tiempo, no estudié y mañana es el examen de inglés
¡que importa! Con respecto a los últimos dos artículos
que se han publicado sobre el capítulo en el que Xena (metida en el
feo cuerpo de Joxer) y Gabrielle están haciendo referencia a lo felices
que se la pasaron en su luna de miel, permítanme decirles que no sólo
ese es capítulo clave sino también aquél en el que el
reportero le pregunta a Xena y a Gabrielle ¿son ustedes amantes?, digo
¡más claro ni el agua!
ADVERTENCIA:
Para todos los que no comulgan con la idea de ver a Xee y a Gabbs juntas lamento
decirles (textualmente) que en esta historia se conocen más que bien!
DEDICATORIA:
A mi amiga Psico.
ARES
HACE ALGO BUENO
Por: Una joven de Potadia
CAPÍTULO I. LA VIDA CON
XENA
Después de despedirse
de las amazonas y de su hija Eve, Xena comenzó con un período
de largas pesadillas, todas las noches se despertaba bañada en sudor.
Tenía guardado un brazalete que le había regalado su hijo Solan.
Un día mira fijamente a Gabrielle y le dice: "Si algún
día te tengo que dejar quiero que conserves el objeto que más
amo, el brazalete que me hizo mi hijo Solan"
Gabrielle: Xena, no me asustes.
Era una noche como tantas, Xena
sentada frente a la fogata que minutos antes había encendido mientras
Gabrielle se encontraba parada al otro lado leyéndole la nueva historia
que había compuesto. Xena estaba realmente atenta a Gabrielle pero
no a su historia sino a ella, la admiraba y el ver todo su cuerpo en conjunto
hacía que la deseara cada vez más; y pensaba para sí:
"la amo" "quiero que sea nada mas para mí". Estaba
tan metida en su pensamiento que la historia de Gabby era lo que menos le
importaba…
Gabrielle: ¿Te gustó?
Xena: ¿Qué? ¿Qué
cosa?
G: ¡La historia! - ¿¡Esto
quiere decir que estuve hablando como tonta casi una hora!?. Estoy muy molesta
Xena.
X: No, no es eso, perdóname.
Y toma a Gabrielle por los hombros. Esto hizo que se le subiera el color a
la cara a la bardo, desde hace mucho que tiene el ferviente deseo de besar
en los labios a la guerrera.
Ya más tarde las dos
se encontraban tiradas sobre las frazadas mirando las estrellas.
X: ¿Ves aquella estrella
que está en el norte?
G: ¿La que brilla con
intensidad?
X: Sí, esa. Es la más
hermosa ¿verdad? ¿Cómo la llamaremos? ¡Ha ya sé!
Se llamará Gabrielle y cuando pienses en mí solo mírala.
Xena se queda dormida mientras
la bardo escribía al calor del fuego. El momento era ideal, se sentía
un exquisito aroma en el aire, esto inspira a la rubia para despertar con
un leve movimiento a la guerrera. Xena despierta y Gabrielle sin palabras
le da a entender que se quiere acostar junto a ella.
Ya juntas se sentía el
nerviosismo por parte de las dos. En un momento determinado Gabrielle mete
su pierna entre las de Xena y le dice casi susurrándole "hace
frío", esto hizo que Xena temblara pero no estaba segura del significado
de estas palabras.
A la mañana siguiente
Xena se fue al lago a pescar. Ya en el lago piensa ¡que tonta! ¡¿Por
qué no le dije nada!? ¡Me odio!
El día transcurrió
sin novedades. Al atardecer nuevamente la bardo va a recoger leña,
al llegar Xena se dispone a encender la fogata…Ya sentadas frente a la
fogata comienzan a platicar sobre sus aventuras.
X: Tengo sueño, me voy
a dormir y se levanta.
Cuando ya se iba Gabrielle la
toma por detrás y le dice en un tono muy persuasivo "no, no te
vayas". A pesar del sueño que tenía hace un gran esfuerzo
y se queda a escuchar la historia que un día antes había ignorado.
A media noche Gabrielle ya se
encontraba profundamente dormida. Xena siente algo raro y se levanta a investigar,
camina unos 10 metros de ahí y dice: "Ares siento tú presencia,
muéstrate"
Ares: ¡Oh Xena! Eres la
única mortal que conozco que puede sentirme.
X: ¿Qué es lo
que quieres?
A: Sé lo que pasa entre
ustedes y no estoy dispuesto a perderte tan fácilmente, recuerda que
para que la rubia llegará antes que tú a China hizo un pacto
conmigo enfrente de los destinos, es decir, me debe un favor y ahora quiero
cobrarlo. A menos que tú hagas algo por ella.
Xena se asusta, nunca se perdonaría
si le pasara algo al amor de su vida y responde: ¿qué? ¿Qué
tengo que hacer?
A: Simplemente déjala.
Ya que si no eres mía no serás para nadie. Y cuando termino
de decir esto desapareció.
Al siguiente día Gabrielle
despierta y toca instintivamente a su lado para sentir a Xena pero no está.
También se percata de que tampoco está Argo. Piensa que tal
vez fue a pescar y que ya vendrá.
Ya al atardecer la bardo ahora
sí que estaba enojada, pensaba en reclamarle por haberla dejado sola,
pero eso nunca pasó ya que Xena no regreso. Pasaron muchos días
de espera hasta que revisa sus pergaminos y entre ellos estaba el brazalete
que Solan le había regalado a su madre y entendió que la había
abandonado por lo que decide regresar a Potadia.
CAPÍTULO II. EN UN LUGAR
LLAMADO POTADIA
Estaba desesperada, lloraba
por todos lados, una señora la miraba como diciendo "seguro es
por amor" y es que ¡le dolía tanto!
Ya de noche entra a una taberna
y se sienta en un rincón oscuro tarareando una conocida canción.
Desde el otro lado de la taberna
una vieja amiga de Gabrielle la mira con extrañeza y piensa "¿Gabrielle?
¿Qué estará haciendo en este lugar? Pero también
nota su estado de ánimo por lo que no se atreve a acercarse para saludarla.
Fueron muchos meses de vivir
con la angustia, con desesperación, con amargura, de tener que fingir
frente a su hermana una sonrisa que no sentía y es que fueron tantas
las cosas vividas junto a ella. Se sentía tan vacía pero como
es muy orgullosa decide reanudar su vida y decide darle vacaciones al corazón,
es decir, ya no pensar en su amor y dedicarse por completo a escribir y a
su familia.
Un día en que Gabrielle
se encontraba en el centro del pueblo haciendo las compras se le cae la fruta,
se agacha para recogerla y al tomar el primer mango una mano se postra sobre
la suya y una agradable voz le dice: ¡Tienes unas manos bellísimas,
no parecen de una chica de este lugar! Al levantar la mirada la expresión
de tristeza de su rostro se transformo en una bella sonrisa al ver que es
Virgil aquél buen mozo.
Gabrielle no resiste las ganas
y lo abraza fuertemente.
Gabrielle: ¿Pero que
haces aquí? Digo, me da mucho gusto volverte a ver pero estoy extrañada.
Virgil: Me entere de que estabas
aquí y decidí venir a verte. Ya que como sabes te amo y no renunciare
fácilmente.
Con los meses corriendo Virgil
y Gabrielle se comprometieron en matrimonio. Gabrielle gustaba de leerles
sus historias a los niños del pueblo.
Pero llegan constantes los recuerdos
y como tantas noches Gabrielle sale a mirar su estrella y piensa: "Tu
que la vez, tu que sabes dónde está, dile que aún la
amo"
CAPÍTULO III. UNA AYUDA
INESPERADA
En el Olimpo Afrodita se encontraba
realmente indignada ante la situación, al ver a sus dos chicas favoritas
sufriendo. Ares entra e inmediatamente ésta le comienza a reclamar
por el daño que les había hecho a Xena y a Gabrielle.
Afrodita: ¿Es que no
te das cuenta?
Ares: ¿De qué?
Afrodita: De que ella jamás
te va a mirar como la mira a ella, es más, te detesta. ¿Qué
no tienes dignidad?
Esta palabra le calo hondo al
dios de la guerra, pero al mismo tiempo lo hizo reflexionar y decide pedirle
a los destinos que deshagan el pacto, ya que en verdad amaba a Xena. Y ¡por
fin! Decide dejarla ir…
Pero como no era tan fácil
Afrodita interviene y se compromete a volverlas a unir, sólo así
se desharía el pacto.
Allá en tierras del sol
naciente una hermosa mujer morena de ojos azules intensos se encontraba tomando
té con los descendientes de Lao Ma, pero ya no puede más! Tiene
que ver a su Gabrielle aunque sea sólo un momento ¡daría
cualquier cosa por volverla a ver! y decide regresar. Ya en Grecia decide
invocar a Afrodita, ésta se aparece. Xena comienza a decirle la verdad
sobre sus sentimientos hacia Gabrielle. Y ocurrió algo nunca esperado
departe de Xena:
X: ¡Ayúdame! ¡Ya
no puedo más!
¿Xena pidiendo ayuda?
A: No tengas miedo, ella también
te ama, te lo aseguro y no quiero nada de andar de intermediaria, soy una
diosa y tengo otras ocupaciones, pero está bien, la voy a buscar ¿no
querrás que yo la bese por ti?
Mientras transcurrían
las horas Xena venía cabalgando desde Grecia con dirección a
Potadia.
En Potadia…
Dos mujeres rubias se encontraban
hablando frente al lago.
Gabrielle: ¡Ya me arte
de esperarla! No entiendo su forma de amar, cuando uno está enamorado
hace hasta lo imposible por estar al lado de la persona amada y si no lucho
por mí es por que no me quiere.
Afrodita: ¿No crees que
has juzgado mal a Xena? -Y le cuenta lo ocurrido con Ares- ¡Esperala!,
no es tan fácil decidirse, ella te ama. Y en verdad tiene miedo.
Sólo basto con volver
a saber de Xena para que volviera la incertidumbre, para que se desconcertará
pero a su vez, para volver a soñar con ella y piensa: ¿Y por
que no? "Prefiero sentir esto y arriesgarme a pasarme toda la vida pensando
en algo que nunca fue y sin estar realmente con la persona que amo"
Como todos los días Gabby
contaba sus historias para los niños, al terminar pronuncia un párrafo
que dice:
"Virgil, gracias por hacer
feliz cada día de mi vida"
A la entrada del pueblo Xena
se encuentra con Virgil, se saludan afectuosamente pero Xena queda pasmada
cuando él le dice que se va a casar son su Gabrielle. Pero también
le dice que tiene que salir de urgencia y que regresará en dos días,
que por favor le avise a su amada.
En la tarde comienza a caer
la brizna. Gabrielle se encontraba sentada sobre un tronco frente al lago,
se encontraba sumergida en sus pensamientos mirando hacia el suelo. -La figura
atlética y esbelta de una mujer alta se acercaba- para entonces ya
comenzaba a arreciar la lluvia pero ella no lo sentía, cuando de pronto
la mujer se para frente a ella ¡por lo dioses era Xena!. La bardo levanta
la mirada, en ese momento sus miradas se cruzaron, a pesar del resentimiento
de la bardo, le regala a Xena una mirada increíblemente llena de amor,
esta mirada hace que Xena se ponga de rodillas quedando frente a su preciosa
Gabrielle. Las palabras sobran y sus labios se juntan, fue el beso más
hermoso y lleno de amor que Xena jamás había dado.
Gabrielle: ¡Te busque tanto! Recuerdo paso a paso todo lo que hemos
vivido juntas. Nunca te he dejado de querer ¡Eres hermosa! ¡Pero
vamos a esa casa abandonada que nos estamos mojando!
Ya en la casa sus miradas decían
más que cien mil palabras, aquí operaba sólo el lenguaje
corporal. Gabrielle le regala un profundo beso, toma las manos de Xena y las
pone sobre sus senos.
Xena: ¡Gabrielle! YO…
Gabrielle: ¿Por qué
nunca me tocaste?
Xena no contesto a esta pregunta
ya que se encontraba extasiada, ¡por fin estaba tocando a su niña!
Xena: He deseado esto como tú
pero no sé si este bien.
G: Shhhh…¡no me dejes
así! Termina lo que empezaste. ¡La quería para ella, sólo
para ella!
Esa fue la tarde más
maravillosa en la vida de ambas…
Ya en la noche Xena regreso
a Gabrielle a su casa, cuál buena novia era, ya a la entrada del pueblo
Gabrielle encuentra a su vieja amiga Dení. Se abrazan fuertemente.
Definitivamente la cara de la bardo había cambiado considerablemente
ya que derramaba miel por doquier.
Dení: Por cierto, ¿Qué
hacías la otra vez en aquella taberna?
Gabrielle se enrojece y le hace
una mueca para que ya no diga más. Al ver esto Xena ríe pero
no dice nada.
Y en cuanto al recado que Virgil
le dio a Xena para Gabrielle se le olvidó ¡que importa!
FIN
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