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DISCLAIMERS: Xena: Princesa Guerrera, Gabrielle, y otros personajes de "Xena" son absoluta propiedad de copyright de MCA/Universal y Renaissance Pictures. No se pretende infringir los derechos de autor en está historia; esta historia no puede ser vendida o usada en beneficio de ningún tipo, pues hay derechos de autor propios.

DISCLAIMER / ADVERTENCIA DE AMOR /SEXO: Esta historia es explicita en cuanto a la relación de amor y sexo entre dos personas adultas. Si eres menor de 18 años, por favor no la leas.

NOTA:
bueno, aki estoy después de pufff.......... muxiiiiiiisimo tiempo, y realmente siento haber tardado tanto tiempo en continuar esta historia, pero tuve una serie de problemas encadenados desde la ultima vez q escribi, y cuando por fin pude escribir lo q tenia pensado se me fastidió el ordenador y se borró todo.... y claro.... perdi la continuación, entonces me desanimé y no tenia ganas de continuar, pero gracias a una gran amiga...... he decidido seguir escribiendo, kiero darte muxas gracias Belén, eres la mejor, en serio, de no ser por ti nunca habría continuado, y kiero agradecertelo, GRACIAS, y gracias a todas las personas q han leido esta historia y mil perdones por haber tardado tanto, lo siento.

COMENTARIOS: elogios, comentarios, insultos, amenazas de muerte… todo a evelyn_chio@hotmail.com


EL LETARGO DE LA NOCHE

Por Evelyn Chio

Cuarta Parte

Una alta figura entre sombras se alzaba frente a ella, Anek se quedó un instante rígida sin saber exactamente qué hacer a continuación, esa figura avanzó un paso hacia ella saliendo de aquellas sombras, unos ojos de un azul intenso la miraron serios, la mirada de la vampiro siguió su figura, la había visto alguna vez... en alguna parte... le resultaba familiar

- No eres real... – su voz, más que una pregunta, sonó a afirmación mientras no apartaba la vista de aquellos magnéticos ojos, el pelo negro de aquella mujer caía por sus hombros
- Técnicamente – ambas se miraron largo rato sin decir nada, finalmente Anek se levantó de la cama quedando a la altura de aquella mujer
- Un espectro... – la mujer sonrió de medio lado al escuchar la voz pensativa de Anek mientras era sometida a un estudio a fondo de aquellos ojos oscuros
- Algunos lo llaman así, otros simplemente lo llaman fantasma
- Qué es lo que quieres? – en esta ocasión la mujer sonrió plenamente mostrando una hilera de blancos dientes, y como si no nada volvió a mostrarse seria – me resultas muy familiar...
- Debo serlo... estoy en tu interior... algo mío debes sentir – Anek la miró sorprendida, ciertamente notaba un gran poder de aquella mujer, pero el poder no procedía de enfrente, sino alrededor, como si estuviera por toda la habitación y no delante suya, como si la envolviera...

Volvió a ver en su cabeza distintas imágenes de Gabrielle, finalmente en una de ellas la vio...
Miró a la mujer rápidamente como sobresaltada, vio un atisbo de ¿diversión? En los ojos de ésta

- Xena... – Xena asintió lentamente, Anek suspiró exasperada y se sentó en la cama de golpe refunfuñando – qué quieres de mi? Se supone que estás muerta
- No estoy aquí de paseo. No tuve elección – Anek levantó la cabeza para mirar a los ojos de Xena extrañada
- A qué te refieres?
- Gabrielle está en peligro por tu culpa, así que tú me vas a ayudar a sacarla de aquí – abrió mucho los ojos, se levantó de golpe de la cama encarando a Xena
- Le entregué MI colgante, si no fuera por eso ya estaría muerta, podría no habérselo dado y así ahorrarme tener que buscar una forma de salvar mi pellejo!

Anek daba vueltas por la habitación claramente alterada con todo esto, una sonrisa burlona se dibujó en los labios de Xena mientras la observaba, avanzó un paso hacia ella recibiendo una mirada amenazante

- He de suponer que no tengo elección...
- Lo siento, pero hasta que no consiga sacar a Gabrielle de este lugar no pararé – Anek suspiró barajando en breves instantes sus posibilidades, qué podría hacer que la situación fuese aun peor?
- Y no puedo hacer nada para sacarte de mi cuerpo, cierto? – Xena le sonrió
- Técnicamente no
- Técnicamente? – de nuevo otra sonrisa autosuficiente por respuesta, Anek meneó la cabeza lentamente y se encogió de hombros resignada – en fin... qué plan tienes?


El hombre miró al imponente vampiro sentado en su particular trono, un aire de autoridad rodeaba su imponente figura, en ese instante deseó no estar en este lugar... pero ahora no podía echarse atrás.
Con un gesto de su cabeza saludó al vampiro y se mostró lo más tranquilo posible

- Me imagino que tu visita no es sólo para apreciar los alrededores de nuestra fortaleza... – Joseph se levantó de su silla y comenzó a moverse trazando un lento círculo a su alrededor
- Vengo a reclamar nuestra parte del trato – Joseph hizo una mueca y siguió caminando lentamente
- Y qué te hace pensar que tenemos un trato señor... – paró de caminar con un gesto de burla hacia el hombre – lo que sea
- Mi nombre es Ray, y teniamos un trato, nosotros os entregábamos a la portadora del chakram y vosotros abandonabais esta ciudad – Joseph lo miró serio un instante y finalmente sonrió quedando su cara iluminada con una extraña luz que produjo un escalofrío por la espalda de Ray
- Demos un paseo...


Anek caminaba rápidamente dirigiéndose hacia los calabozos, de vez en cuando refunfuñaba para si misma como si hablase con alguien, varias miradas la siguieron extrañadas a su paso.
Entró en tromba en la celda sin siquiera pararse a mirar el interior cuando sintió un veloz movimiento a su espalda, apenas pudo agacharse recibiendo de refilón un golpe que, de haberla pillado de lleno, habría sido muy duro.
Gabrielle la miró entre sorprendida y asustada, Anek observó como agarraba con fuerza una de las patas de la mesa que había sido arrancada, notó una leve punzada de dolor en el hombro y se tocó notando la humedad de la sangre, miró seria a Gabrielle

- Te diviertes?
- Yo sólo... creía que era uno de esos guardias... – Anek refunfuñó mientras se frotaba la herida
- Está claro que sabe cuidarse solita, no entiendo por qué necesitas mi ayuda... – Gabrielle la miró extrañada mientras veía como Anek hablaba como consigo misma, de repente una especie de sacudida empujó a Anek hacia la puerta de la celda – eres insoportable! – miró la extrañada mirada de Gabrielle – QUÉ?!

Gabrielle negó con la cabeza rápidamente, Anek se comportaba de un modo muy extraño y en cualquier caso no quería enfadarla.

- Voy a sacarte de aquí
- Qué vas...? – Anek la cogió del brazo y empezó a salir, Gabrielle se zafó del agarre mirándola desafiante – Por qué debería fiarme de ti?
- No tienes otra opción
- No la tengo? – ambas se miraron intensamente
- Quieres salir de aquí o no? – Gabrielle la miró a los ojos largo rato, barajó sus posibilidades de salir de aquel lugar por si misma, eran realmente nulas, pero la repentina actuación de Anek le desconcertaba, finalmente asintió aun desconfiada y aceptó el agarre de Anek dirigiéndola a niveles superiores de la cárcel


Ray miraba con terror las atrocidades que le estaba mostrando aquel vampiro, cada vez más y más crueles y siempre dirigidas hacia humanos, cuando por fin llegaron al punto de partida miró interrogante a Joseph obteniendo una mirada de indiferencia

- Por qué me has mostrado ese horror? – Joseph notaba el latir acelerado de Ray y sonrió para si
- Quería que fueses testigo de lo cómodos que nos sentimos en nuestro hogar, y de los inexistentes propósitos que tenemos de abandonarlo
- Pero... cuando llegamos al acuerdo... – la voz de Ray mostraba confusión, todo esto le sobrepasaba
- Los humanos sois tan inocentes... sabéis? – apretó la mandíbula fuertemente mientras no apartaba la vista de Joseph – no deberíais confiar en nadie... menos en el enemigo
- Diste tu palabra... esto no es cuestión de confianza, es cuestión de honor – Joseph rió con ganas un instante ante la extrañada mirada de Ray
- Nuestro entendimiento por “honor” es muy distinto al estúpido honor humano...

Ray notó amenaza en el tono de voz de Joseph, miró alrededor buscando inconscientemente una salida que no existía, estaba en rodeado, no podría escapar por si mismo en el caso de un muy probable ataque..., miró a Joseph irguiéndose

- Os matarán, cuando se den cuenta que no vuelvo vendrán a por vosotros – una sonrisa malévola se formó en los labios de Joseph
- Oh si, de echo es lo que quiero... – se acercó a Ray peligrosamente, el latir de su corazón desbocado – y tranquilo... llegarás al exterior vivo


Anek y Gabrielle se deslizaban por las esquinas ocultas entre las sombras del lugar, si conseguían pasar el nivel donde se encontraba la cámara principal lo demás sería como un camino de rosas
Al acercarse al lugar escucharon un grito, acto seguido se volvió a escuchar otro grito, era como si estuvieran torturando a alguien, sintió una fuerte sensación de querer proteger a la persona que sufría, sentía su pulso más acelerado de lo normal, la sangre corriendo rápidamente por sus venas, sus sentidos potenciándose, cerró los ojos intentando controlarse, esto sólo le pasaba cuando iba a afrontar una pelea, jamás había sentido este deseo de proteger a alguien, abrió los ojos lentamente respirando hondo, Gabrielle la miró un instante

- Anek, algo ocurre allí dentro – ante el silencio de ésta volvió a insistir – debemos ayudar, alguien está sufriendo!!

Volvió a sentir la necesidad de ayudar, era superior a sus fuerzas, finalmente se rindió ante esto y se dirigió a la puerta de entrada seguida de cerca por Gabrielle
Al llegar observaron la escena de lejos: Ray estaba en la una pared, una cadena en cada muñeca y cada tobillo le aprisionaban con fuerza, por medio de un mecanismo un vampiro hacía que las cadenas separasen cada vez más sus brazos y piernas, mientras otro vampiro golpeaba en distintas partes del cuerpo cada vez que Ray emitía algún sonido. Anek se sintió rodeada de una extraña fuerza, su mirada se cruzó con una triunfal mirada por parte de Joseph

- Vaya vaya... así que efectivamente eras tú la traidora que entregó su colgante, eh? – una desagradable risa llegó a los oídos de Anek, Joseph dirigió su mirada a la de Gabrielle – ahora que lo sabemos podremos matarla – Anek se colocó instintivamente entre él y Gabrielle
- Por encima de mi cadáver – Joseph se encogió de hombros
- Bueno... si insistes... – miró a los vampiros – matadla!

Anek sacó sus garras rápidamente y se concentró para la batalla, sintió como Gabrielle le señalaba un punto detrás de Joseph pudiendo contemplar el Chakram colgado en la pared a modo de trofeo. Gabrielle miró alrededor rápidamente encontrando una lanza en una de las paredes, la cogió y se enfrentó a uno de los vampiros.
La mirada de Anek se intensificó de forma que el vampiro que pretendía atacarla apenas podía avanzar, pero se dio cuenta que era realmente inestable aquella dominación, y le quitaba fuerzas necesarias para la pelea cuerpo a cuerpo, así que avanzó levemente y disminuyó la intensidad de la mirada produciéndole sólo malestar al vampiro en cada movimiento que hacia.
El vampiro que se dirigía hacia Gabrielle sonrió burlándose de ella y arrancó de la pared una lanza, Gabrielle apretó con fuerza su lanza entre las manos esperando el primer movimiento por parte de él, una vez frente a frente se movieron levemente en círculos estudiándose, un leve movimiento en los músculos de la cara del vampiro avisó del ataque a Gabrielle interceptando el golpe, los ataques por parte del vampiro se sucedieron cada vez más rápido siendo todos ellos interceptados por una seria Gabrielle.
Oía el ruido de la pelea justo a su lado entre Anek y el otro vampiro, en un momento de descuido del vampiro asestó 3 golpes seguidos dejándole aturdido, momento que aprovechó Gabrielle para golpear sus piernas, cuando el vampiro cayó al suelo desarmado Gabrielle se precipitó a clavarle la lanza justo en el corazón, instantes después una nube de polvo la rodeó un segundo antes de desaparecer todo resquicio de la existencia del vampiro.
Miró sudorosa hacia Anek la cual estaba golpeada, pero extrañamente tranquila, pudo ver un brillo en sus ojos familiar y una sonrisa divertida se formó en sus labios, desprendía un aura de absoluto control en cada uno de sus movimientos sincronizados, tras un instante golpeó fuertemente al vampiro lanzándolo sobre sus cabezas, se giró henchida de orgullo y miró hacia Joseph, quien aplaudió lentamente

- Muy bien, sinceramente no me has decepcionado, qué menos de la hija de Evelyn von Angelof..., y por supuesto tampoco esperaba menos de la portadora del chakram... – miró a ambas fijamente – espero que os haya servido como calentamiento...

Anek miró a Gabrielle un instante, Gabrielle asintió imperceptiblemente y miró de reojo el chakram mientras avanzaba lentamente hacia un lado, Anek comenzó a avanzar lentamente hacia el lado opuesto captando la atención de Joseph

- Por favor Joseph... de sobre sabes que mi madre poseía un gran poder mental... pero no físico – un silencio antes de continuar – el poder físico que poseo es gracias a mi padre, y aunque tu poder mental sea mayor tengo mayor poder que tú... – Joseph ahogó una risa, Anek sonrió inocentemente – es por eso que me tienes tanto miedo
- Miedo yo? Pequeña... no sabes realmente lo que dices... – Gabrielle cada vez estaba más cerca del Chakram, apenas a unos metros, Joseph sonrió

Justo cuando Gabrielle iba a alcanzarlo Joseph elevó su brazo hacia ella

- No – Gabrielle sintió como una enorme fuerza la golpeaba hacia la pared para, justo después, sentir como era elevada faltándole el aire en sus pulmones – pensáis que soy un inepto? No puedo permitir que la portadora del Chakram lo posea de nuevo, se cumpliría la profecía del fin de la dinastía de la oscuridad... – miró a Gabrielle apretando el puño, Gabrielle sintió como si su corazón fuese estrujado ahogando un gemido de dolor – eso es algo que no pienso consentir...

Anek miró la situación, atacar a Joseph en estos momentos para salvar a Gabrielle sería un suicidio para ambas, miró al Chakram y volvió a mirar la cara de dolor de Gabrielle, no duraría mucho...
De un salto llegó donde se encontraba el chakram y lo arrancó de la pared con fuerza
Una potente luz rodeó a Anek desconcertando a Joseph quien soltó el agarre de Gabrielle para observar lo que pasaba, Gabrielle cayó al suelo respirando con dificultad y mirando sorprendida la bola de luz que rodeaba el cuerpo de Anek

- No... no puede ser... – la brillante luz blanca aumentó de intensidad y se hizo más grande, Joseph sintió como si su piel estuviese ardiendo intentando taparse de aquella luz inútilmente

Gabrielle se tapó los ojos de aquella luz con la mano cuando sintió un golpe cercano, miró alrededor dificultosamente encontrando el cuerpo inerte de Anek tirado en el suelo, se arrastró hasta ella justo cuando comenzaba a despertarse aun aturdida. Gabrielle la tocó y ambas se miraron para seguidamente mirar la potente luz que ahora parecía salir de todas partes. Anek colocó a Gabrielle entre su cuerpo y la pared y la abrazó intentando protegerla, aquella luz le quemaba levemente la piel, era como si el mismísimo sol estuviese allí, pero aquello era mucho más potente, un grito de dolor procedente de Joseph le hizo abrazar con más fuerza a Gabrielle.
No entendía lo que estaba pasando, pero lo que tenía claro es que esa luz, fuera lo que fuera, acababa de destruir a Joseph, y en ese caso... tal vez ella...
La intensa luz rodeó todo el lugar llegando a cada uno de los vampiros que allí residían, todos intentaban refugiarse, pero era imposible huir, pasado un largo rato la luz comenzó a remitir lentamente dejando a su paso un rastro de devastación, ningún vampiro había sobrevivido
Cuando remitió totalmente Anek y Gabrielle se quedaron un instante sin moverse aun temerosas, ambas se separaron sin entender muy bien todo aquello, entonces la mirada de Gabrielle fue más allá de Anek y se quedó allí como absorta, Anek se volvió a mirar lo que fuera que miraba Gabrielle
Allí, justo donde había comenzado la luz, una alta figura se alzaba sosteniendo el Chakram fuertemente, unos ojos azules miraron los oscuros de Anek y pudo ver en ellos un atisbo de agradecimiento
Gabrielle se levantó sin dejar de mirar la figura de Xena imponente, se acercó lentamente a ella insegura

- Xena, eres real? – Xena sonrió y asintió levemente, Gabrielle elevó una temblorosa mano hacia su cara notando la suavidad y la calidez que hacía mucho tiempo no notaba – oh... dioses... – una cálida mano apretó la suya y la atrajo hacia ella refugiándose en un abrazo muy esperado

Anek observó aun en el suelo como Gabrielle abrazaba fuertemente a Xena, se levantó y se sacudió el polvo de la ropa, volvió a mirar hacia ellas encontrando de nuevo esa mirada azul, Gabrielle se separó de Xena y ambas se miraron un instante perdiéndose en un mar de verde y azul

- Cómo es posible? Yo no... no entiendo nada... – Anek miró a la confundida Gabrielle y de nuevo miró a Xena, en su mirada había una mezcla de respeto y devoción, aquella mujer poseía un gran poder que había podido sentir levemente en aquel tiempo, avanzó hacia ellas
- Creo que se lo que ha pasado aquí – Xena y Gabrielle miraron a una, en apariencia, tranquila Anek – Gabrielle, Xena entró en mi cuero, no se cómo pero así ocurrió... – Gabrielle frunció el ceño, miró hacia Xena
- Es eso cierto? – Xena asintió lentamente
- Si, conseguí entrar en su cuerpo, era la única forma que tenía de ayudarte a salir de aquí
- Entonces... – Gabrielle miró a Anek – es esa la razón por la que me ayudaste... – Anek bajó la mirada, sentía aquel verde profundo taladrarla, la culpabilidad se ciñó sobre ella rápidamente
- No del todo Gabrielle – Anek miró sorprendida a Xena, quien la miraba con un dejo de compresión en sus ojos, sonrió levemente y miró a Gabrielle – cierto que yo le dije que te ayudara, pero ella lo hizo porque quiso, yo sólo estaba en su cuerpo, no podía controlarle
- Oh... – Gabrielle miró a Anek un instante, Anek sentía que se perdía en aquel verde mar, y antes de que eso ocurriese apartó la mirada
- Bueno, supongo que no conoceréis la profecía de la portadora del chakram – ambas, Xena y Gabrielle, negaron con la cabeza, Anek continuó – se decía que sólo la portadora del chakram con su poder traería la luz al mundo de oscuridad, condenando a sus habitantes a un letargo eterno
- Pues sigo sin entenderlo... – Gabrielle miraba extrañada a Anek, cuando ésta iba a continuar Xena se adelantó
- Yo estaba en el cuerpo de Anek, cuando ella cogió el chakram se puso en contacto el mismo con la portadora... yo – Anek asintió sonriendo, Gabrielle elevó ambas cejas sorprendida
- Pero... tú estás aquí... viva, eso cómo... cómo...
- No lo se, el caso es que estoy aquí, estamos ambas, juntas, y no pienso dejarte otra vez – Gabrielle miró en la profundidad de esos ojos azules como el cielo y deseó poder vivir en su interior, sintió la necesidad de abrazarse a Xena y no soltarla nunca más, un leve ruido provocado por Anek las devolvió a ambas a la realidad

Anek tosió sintiéndose un poco incómoda ante la situación, al ver a Gabrielle de ese modo con Xena le hacía sentir algo en su interior que le costaba de admitir, ambas mujeres salieron del trance en el que parecían sumidas y sonrieron plenamente satisfechas, Anek sonrió siendo contagiada por la felicidad que las rodeaba.

Xena estaba ultimando los últimos preparativos de su marcha, cargando unas cuantas provisiones en el barco que las llevaría de vuelta a su tierra, habían pasado 3 días desde que las puertas de los subterráneos fueron selladas, Gabrielle se despedía de todos los que conocía en aquel lugar, Ray se acercó aun avergonzado por todo lo ocurrido

- Espero que tengas un buen viaje Gabrielle, lamento mucho todo lo que pasó... – Gabrielle hizo un gesto con la mano quitándole importancia
- Lo se Ray, tú sólo creías hacer lo mejor para tu pueblo, no te preocupes – Ray asintió

Xena se quedó en el principio de la pasarela esperando pacientemente a Gabrielle, mientras ésta llegaba donde se encontraba Anek, ambas se miraron sonriendo levemente

- Quiero darte las gracias por ayudarme – Anek negó con la cabeza
- Es lo menos que podía hacer por ti – la rubia le sonrió ampliamente y se acercó abrazándola fuertemente
- Cuídate mucho – Anek asintió y se quedó un instante en silencio simplemente mirando esos ojos, Gabrielle finalmente sonrió notando un leve rubor en sus mejillas – deja de mirarme así – Anek sonrió levemente
- Estás preciosa cuando te sonrojas – Gabrielle se rió levemente un poco nerviosa por la situación, Anek miró hacia Xena e hizo un gesto de despedida con la cabeza, volvió a mirar a Gabrielle – se feliz

Ambas se miraron y Gabrielle asintió con la cabeza antes de volverse y reunirse con Xena en el barco.
El sol del atardecer se reflejaba en el agua dándole una visión familiar a una solitaria Gabrielle, apoyada en la barandilla observaba como la tierra de los faraones estaba cada vez más lejos siendo apenas visible en ese momento, un escalofrío recorrió su espalda al sentir como si ya hubiese vivido este momento.
Unos fuertes brazos la rodearon lentamente por detrás siendo atrapada entre esa calidez y seguridad que desprendía Xena, sintió el corazón de la guerrera latir con un ritmo lento pero constante, respiró hondo sonriendo y apoyando su cuerpo en el cálido cuerpo de la mujer que era dueña de su alma
Ambas miraron la escena sintiendo el calor de la otra entre sus brazos, el barco se adentró en mar abierto lentamente perdiéndose en la vista de una solitaria mujer en el puerto de la ciudad..., unos oscuros ojos lo observaron por última vez antes de perder de vista el barco, una leve sonrisa se dibujó en la cara de Anek, no sabía dónde irían aquellas dos mujeres, pero de lo que estaba segura era que donde fueran estarían juntas... para siempre


FIN


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