Miranda y Leti van a la iglesia para rezar por Verónica.
Sarah está junto con Verónica en la clínica, esperando que despierte. Tan pronto Verónica despierta, empieza a llorar fuertemente y le dice a Sarah que tuvo un sueño. Demetrio llega como la ve llorando, le pregunta qué tiene y le dice que se calme, que ya todo pasó y que la llevará a la casa. Verónica sigue llorando fuertemente y Demetrio le pregunta a la enfermera si sabe por qué está así Verónica. La enfermera lo refiere donde el doctor.
Cuando llegan a la casa, todos llevan a Verónica a su cuarto para que descanse. El doctor le recetó unos antidepresivos porque en algunos casos, la anestesia provoca esta condición. Demetrio le dice a Verónica que habló con el ginecólogo para preguntarle por qué le estaban haciendo tantos exámenes. Verónica se muestra muy interesada ante esto y le pregunta a Demetrio qué le dijo el doctor. Demetrio le responde que el doctor no le dijo nada, tan sólo que no debían preocuparse y que tan pronto los resultados estén listos, les hablará sin rodeos. Según Demetrio, los resultados que más tiempo demoran estarán listos en tres días. Demetrio les pide a todos que dejen a Verónica descansar.
Demetrio, Sarah, Leti y Miranda bajan a la sala y comentan unos a otros que jamás habían visto una reacción así por anestesia.
Demetrio recibe una llamada telefónica del Profesor Aguirre en la que le informa que han recibido un gran pedido de Europa. Según el Profesor, él ya les dijo que un agave toma de 10-14 años para que empiece a producir pero a los clientes europeos eso no le importa y quieren comprar a precios de ahora aunque sea una producción futura. El Profesor le informa que el dueño de unos terrenos que colindan con la hacienda quiere vender sus tierras. El Profesor le dice a Demetrio que de comprarlos, el único “pero” que le ve al asunto es que se estará deshaciendo de liquidez; le sugiere consultarlo con Verónica o Teodoro. El Profesor le da los datos del dueño de las tierras y Demetrio se pondrá en contacto con él para por lo menos ir negociando. Demetrio dice que será un regalo a Verónica por darle un hijo.
Verónica llora a solas en su cuarto porque piensa que va a morir y ni siquiera nacerá el bebé. Ella decide no decirle a nadie, ni siquiera a Demetrio. Verónica se preocupa porque no sabe qué será de Demetrio cuando ella muera puesto que él sólo la tiene a ella y al hijo que esperan.
Miranda llega al cuarto de Verónica y la ve llorando. Verónica la llama mamá y le confiesa que su hijo no nacerá, porque ella morirá y lo peor de todo es que ni siquiera podrá dejarle su hijo a Demetrio. Ella siente que estará faltándole a la promesa que le hizo a Demetrio de nunca más volver a dejarlo. Ella le pide a Miranda que no le diga a nadie y le pregunta que si ella y Leti lo sabían. Miranda le pide disculpas por haber abierto los resultados y querérselos esconder. Verónica le dice que no importa puesto que ella hubiese hecho lo mismo.
Demetrio consulta con Teodoro la posibilidad que tiene de comprar más terrenos para expandir su negocio. A Teodoro le parece una buena idea pero a Demetrio le preocupan los riesgos porque es a largo plazo y muchas cosas pueden suceder. Además, estaría arriesgando el futuro de Verónica y el de su hijo. Teodoro le dice que todo negocio implica su riesgo y los europeos mejor que nadie conocen cómo es el negocio de las bebidas. Teodoro también le comenta el estado en que quedó Virginia. Según Teodoro, su estado es peor que si hubiese muerto porque no se podrá mover por el resto de su vida.
Juan también le cuenta a Sarah y Leti cómo ha quedado Virginia. Por un lado se siente mal de estar alegre que finalmente ella haya recibido lo que se merecía pero también se siente mal porque ella sigue siendo su esposa y él no la puede abandonar en ese estado. Juan pregunta cómo está Verónica, pero Sarah tan sólo le responde que está un poco cansada por todos los exámenes que se ha tenido que hacer.
Un sacerdote de los que visitan a los enfermos, entra al cuarto de Virginia. Virginia había estado todo el día desesperada por que le dijeran cómo estaba. Finalmente, regresa nuevamente el doctor y en la presencia del Padre, le dice que no ha quedado cuadrupléjica porque el disparo le dio en su columna vertebral. Virginia los odia a todos porque hubiese preferido morir antes de quedar así; ella no le agradó que le hubiesen salvado la vida.
Al día siguiente,
Demetrio le pide a Verónica que se quede descansando todo el día. Verónica cuestiona esto. Demetrio le dice que se lo sugirió porque como se había alterado mucho el día anterior, consideró que quizás era mejor que descansara. Demetrio le dice que él no sabe nada más y que quizás fue una idea estúpida; lo importante es cómo ella se siente. Verónica le pregunta si ha hablado con Francisco. Demetrio le dice que como no lo pudo localizar, fue a ver al ginecólogo. Verónica le pregunta que cuándo fue eso. Demetrio le dice que habló con el ginecólogo mientras ella se hacía sus exámenes. Verónica le pregunta si sabe algo y Demetrio le dice que no. Demetrio le pregunta que si está preocupada por eso, le pide que se tranquilice y luego le pregunta que si acaso ella sabe algo que él no.
Teodoro comenta con Sarah su preocupación del estado de ánimo de Verónica. Sarah le dice que todos esos exámenes se lo están haciendo para confirmar si tiene o no algo.
Como Juan no sabe que ya Virginia está enterada de su condición, quiere visitarla desde muy temprano para estar allí cuando le den la noticia.
Demetrio le comenta a Teodoro, Leti y Sarah que se entrevistará con el dueño de las tierras aledañas a la hacienda para comprárselas y regalárselas a Verónica y a su hijo.
Verónica le dice a Miranda que se siente bien y se pregunta si esa enfermedad será así. Demetrio escucha la palabra enfermedad y les pregunta a qué enfermedad se refieren pero él enseguida se contesta diciéndole a Verónica que lo más seguro aprendió en la hacienda a decir aliviar en lugar de dar a luz. Demetrio se despide de ella y le dice que cuando regrese, le dirá a dónde fue porque quiere darle la sorpresa.
Cuando Demetrio se va, Verónica comenta con Miranda que Demetrio estuvo a punto de enterarse. Miranda le sugiere que hable con Demetrio porque así todo será más fácil. Verónica no quiere y ella piensa que morirá muy pronto porque la hermana de una amiga también se enteró por casualidad que tenía esa enfermedad y murió a los dos meses. Esta persona era muy joven, llena de vida y con dos hijos. Su papá hasta la quería llevar a Japón para ver si la lograban curar, pero no le alcanzó el tiempo.
Virginia trata muy mal al personal del hospital. Cuando llega Juan, le pregunta si ya todos están contentos en especial él porque ahora sí podrá ir tras Verónica. Juan le dice que todos están muy preocupados. Virginia dice que Verónica morirá, pero antes sufrirá mucho y como siempre, tampoco podrán probarle nada a ella.