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MX Beat 2007, D.F.
Por: Walter Omedé

El día esperado llegó -no voy a ocultar que lo estuve esperando-, 10 de marzo de 2007; fecha en la cuál estaba programado el festival MX Beat para ocurrir. Un día nebuloso, y ahí estaba yo...

Durante los meses posteriores, estuve atento a cualquier actualización acerca de el cartel, horarios, fechas, rumores; ya que recordando lo que pasó en la versión del 2006 (uno de los conciertos mejor organizados a los que he ido) y no esperando menos de la edición 2007, desarrollé una gran expectativa con respecto al festival. Siempre son propositivos e interesantes los line-ups que arman, traen bandas de lo mejor del mundo que tal vez no tienen tanto peso específico individualmente, pero se sabe que nadie se atrevería a traer a bandas así a tocar a México, no sería un buen negocio, por que al parecer a México solo traen espectáculos con éxito probado, y pasa por muchas razones; desde las empresas organizadoras que no están dispuestas a perder un centavo, hasta la gente que solo está dispuesta a ir a ver bandas que la radio y la televisión consiente y aprueba, y pasando también por el poder adquisitivo de la población en general contra su voluntad de arriesgarse a ir a un concierto donde corra el riesgo de no quedar satisfecho. Aún así se agradece (a pesar del doble propósito) que haya empresas que organicen este tipo de eventos "diferentes" o fuera de lo que estamos acostumbrados a ver en este país.

Noté que este año la información acerca del festival fue un tanto menos hermética que el año pasado, en gran parte creo yo, por la retroalimentación entre las personas interesadas en asistir, ya que debido al giro de la empresa que organiza este festival desde el 2005 en el D.F., Puebla y Guadalajara (de entrada, el festival está dirigido solo a mayores de edad) es difícil hacer una campaña mediática masiva y abierta para promocionar el evento, pero si ustedes tiene un par de ojos que funcionen conectados a las partes correspondientes de su cerebro, habrán notado la invasión publicitaria en escaparates, paradas de autobús y puestos de revistas, si, esos que decían MX Beat con una imagen de un amplificador estilizado y unos cables saliendo de sus plugs, así es, la temática de esos anuncios estaba dirigida a este festival de rock. Aún así, saber con certeza el line-up del evento era difícil, ya que hubo constantes cambios y actualizaciones, pero, después de la pesquisa de información, colectándola de donde fuera que viniese, solo quedaba esperar el día del evento.

...bajando del auto en el que llegamos. El aire se sentía húmedo y frío por los rumbos de Santa Fe, lo cual presagiaba lluvia, y siendo este un festival al aire libre, un reto más para la logística y organización del evento, quienes tendrían en sus manos la responsabilidad de hacer que la gente no encontrara en la lluvia algo demasiado molesto. Mientras hacíamos todos los trámites necesarios para acceder al lugar, sonaba a lo lejos La Gusana Ciega, y la calidad con la que llegaba el sonido -sonido de primer nivel, de primer mundo, difícil de lograr al aire libre y raro de encontrar en los foros mexicanos- hasta nuestra posición nos daba la certeza de que no iba a haber ningún inconveniente por ello. Después de pasar por una suerte de túnel prefabricado, se podía apreciar toda la explanada del festival: Frente a nosotros, una carpa muy grande que cubría sillones que estaban ahí para el goce de los asistentes y edecanes que repartían regalos, o sea, esa carpa era un área destinada al descanso y convivencia en general, y a su vez sirvió para proteger a la gente de las inclemencias climáticas. Un poco más allá de la carpa, frente a nosotros, (nótese que entramos por un costado) los stands donde vendían comida y bebida a precios cómodos. A nuestra izquierda, más stands con bebida, uno que fungía como caja, uno de memorabilia y uno de guardarropa. Y a nuestra derecha, el escenario principal, donde estaba La Gusana Ciega tocando.

Las colas en los stands de bebida se alargaban y estábamos esperando la llegada de Architecture In Helsinki al escenario principal.

El día ya estaba bastante más oscuro en el momento que Architecture In Helsinki empezó a tocar. Desde el comienzo derrocharon energía y pusieron la pauta de lo potente que sería su set. A pesar de no ser una banda muy presente en México ni muy conocida, su calidad encantó a la gente que los acompañó con movimientos de cadera y saltos y aplausos. Tocaron canciones como It's 5, Cemetery y por supuesto Do The Whirlwind. Es bien divertido ver como se cambian de instrumentos en cada canción, lo que hace notar que todos son multiinstrumentistas. Se les notaba emocionados por ser tan bien recibidos, y es que dieron un gran show, de lo mejor de todo el evento.

La oscuridad se apoderaba del panorama por que el sol ya estaba prácticamente desaparecido en el horizonte y el festival se ponía mejor conforme avanzaba el tiempo. En ese punto ya había mucha gente en todos los rincones del lugar, las colas de los baños eran ya bastante largas y todo mundo estaba atento a lo que pasaba en el escenario.

Llegó el turno de Tapen 'n Tapes, que se dieron el lujo y el gusto de hacer todo el ruido que pudieron y de causarnos mover la cabeza y en general todas las articulaciones del cuerpo de maneras frenéticas y un tanto psicóticas, que pienso yo, son buenos adjetivos para describir el sonido de la banda a su vez. Parecen la gloria de una banda hecha en un garage, así sin demasiadas complicaciones, y seguro los que piensen que apestan o que no tienen nada de bueno, les corroe la envidia de que ellos no son parte de una banda así. Para entrarle a Tapes 'n Tapes escuchen Cowbell, gran canción.

Ahora era poca la gente que se alejaba del escenario, todos querían conservar su lugar y tener la mejor perspectiva del escenario que les fuese posible, si había que ir al baño o por bebidas, se tenía que ir en pequeñas expediciones dejando a alguien cuidando el bunker. La lluvia ya no regresó, y los impermeables desaparecieron tan rápido como aparecieron. Era imperioso que los músculos del cuerpo aguantaran hasta el final, ya no había punto de regreso.

Llegó Spoon, una banda de esas que crees que no conoces hasta que escuchas una de sus canciones estando consciente de que son ellos quienes la tocan y dices: -¡Ah claro!, esta canción es rebuena, ¿entonces es de Spoon?. Se les notaba en la cara un síndrome que podría ser llamado "¿Apoco nos conocen en México?" cuando notaron que había pequeñas pero fieles legiones de fans que coreaban sus canciones y aplaudían cada movimiento -se entiende al pensar que Spoon siempre ha sido una de esas bandas que se conocen "underground", como secreto a voces- y cada sonido emitido por las bocinas. El vocalista tiene un dominio bastante decente de el español y no titubeó en usarlo para agradecer al público; tal vez el hecho de que sean de Texas los acerca más a nuestro idioma. I Turn My Camera On fue su canción más coreada. Todos satisfechos y felices, tanto Spoon como el público y la chica que subieron a hombros para cantar casi a dueto con Britt Daniel. Hubieran visto la cara del pobre.

Llegamos a escuchar las últimas canciones del set de La Gusana Ciega, había poca gente, pero los que estaban, disfrutaban y coreaban las canciones. Me hicieron recordar la época en la que yo iba a la secundaria y La Gusana Ciega era una banda aclamada por la juventud mexicana, sonaron muy bien y tocaron hits, entre ellos por ejemplo Tornasol, una de las canciones más acogidas por su público. Daniel Gutiérrez se molestó un poco cuando le dijeron que les quedaban 10 minutos para tocar. Se ve que este año sabremos de ellos en muchos lugares, desde su reunión, se notan dispuestos a permanecer en la memoria colectiva.

Después, decidimos ir a checar la comida y la bebida, era necesaria. Las nubes se cerraban en el cielo, y también dentro de nosotros, al descubrir que esta vez no hubo boletitos para bebida gratis ni comida, pero a pesar de todo, los precios eran accesibles y no dejamos que eso influyera en nuestro ánimo. Mientras, Chetes subió al escenario, tocando las canciones que tanto éxito le dieron el año pasado y con la misma cuota de gente que siempre corea sus canciones y sus covers de Zurdok. Lo vimos de lejos, yo ya lo he visto en otras ocasiones y no se me hizo tan relevante verlo una más.

Las nubes ya empezaban a precipitarse sobre Santa Fe y poco a poco empezaron a aparecer por ahí impermeables que la gente del staff repartía amablemente. El lodo se empezó a acumular bajo los pies de todos los presentes y la carpa central se empezó a sobrepoblar para poder escapar de la lluvia; en esos momentos el frenesí para conseguir impermeables estaba a tope y el staff tuvo que trabajar a marchas forzadas. Todo sucedía mientras Chetes se iba y se preparaba todo para la llegada de Los Super Elegantes.

Martiniano y Milena subieron con sus músicos que incluyen guitarra, bajo y trompeta. A pesar de la lluvia había ya una buena cantidad de gente esperándolos justo enfrente del escenario; se han ganado ya el cariño y admiración de la gente gracias a su éxito en la radio y sus múltiples presentaciones en México. Ya saben como funciona, una pareja cantando canciones de amor y situaciones cotidianas, al estilo de esos duetos como Pimpinela, pero con un toque de sarcasmo y humor. No defraudaron a sus seguidores, tocaron Sixteen, Por Que Te Vas, Dance, y cerraron con una que se ha convertido en un himno entre sus fans: Panadero. El baile se empezaba a hacer presente en la explanada, entre el lodo y vasos de cerveza y diversas bebidas alcohólicas. La euforia crecía y apenas era el comienzo. Hago mención de una mala broma que hicieron entre Martiniano y Milena: Martiniano agradeció al público y dedicó unas palabras... ¡en inglés!, Milena entonces lo detuvo, le dijo que estábamos en México y que acá se habla español (como si no pudieran, Milena es mexicana y Martiniano argentino), se escuchó solo una rechifla y un silencio incómodo. Broma voluntaria, involuntaria, de mal gusto, o todas las anteriores.

La lluvia disminuyó con el paso del tiempo y fue en un buen momento, ya que ya había una considerable cantidad de personas y todo pintaba para mejor.

Ahora era lógico que nadie dejaría su lugar por nada en el mundo y que poco a poco la gente se apretujaría más y más tratando de apañar un lugar bueno desde el cual poder presenciar uno de los momentos más esperados del festival. Era el turno de unos consentidos, bien conocidos, aclamados, por siempre amados y respetados en México. Nadie se mueva.

Los Babasónicos. Éxito garantizado. Todos sabían lo que iba a pasar pero nunca se puede tener la certeza de como será nuestra reacción ante lo que veríamos y escucharíamos. Todo empieza con la gran presencia escénica de la banda que toma el escenario, le da 75 vueltas, lo arma y lo desarma, lo destruye y lo construye con una facilidad, maestría y seguridad que hasta espanta. Un set largo con el cuál procuraron satisfacer todas y cada una de las expectativas residentes en las cabezas y corazones de la gente, que se dejaba llevar por la diversión carnavalesca del sonido junto a la martillante y cercana armonía que forman las letras escritas por Adrián Rodríguez. Punto climático del día, canciones coreadas hasta desgarrar gargantas, baile y frenesí por doquier. Todos sabíamos que eso iba a pasar, pero no sabiamos como. Y todo termina con un público emocionado, satisfecho (a medias, siempre querrán escuchar y ver más) y el regreso al piso después de haberse olvidado de todo lo demás.

La carpa "electrónica" estaba ya abierta a esa hora y también la barra; libre como ella sola y llena de gente. Datarock estaba haciendo lo propio en el escenario de esa carpa que ahora estaba repleto de danzantes fiesteros que buscaban refrescarse con el noble ofrecimiento de cualquier cosa que hubiera en la barra.

Olvidé a Peter, Bjorn And John por un rato, pero no quería perder el chance de siquiera verlos unos minutos. Solo la última canción, Silly Girl, solo eso ví. Pero vamos, no es tan difícil imaginar como estuvo la onda cuando tocaron Young Folks, ¿o sí?. De cualquier manera, creo que si me hubiera gustado verlos más. Yo lanzo una petición a todos los amables lectores: ¿Alguien me puede decir quien es quién, o sea, quién es Peter, quién es Bjorn y quién es John?. Gracias.

Carpa "electrónica" y noble barra. Llegaron los Bonde Do Role, que tal vez no recibieron la atención que ellos querían y que tal vez yo me encontraba algo incapacitado para describir. Mi descripción fue esta: "¿Te acuerdas de la rola esa de: beso en la boca es cosa del pasado bla bla bla?, jaa, pos a eso suenan, ¿apoco no?". Júzguenla ustedes y publiquen una mejor por favor.

Todo estaba puesto para el devenir de la muerte, la devastación sónica, lo que sea. Todos estaban bailando y Diplo, si nadie más que Diplo salió a escena a hacer su set, que a pesar de mi estado mental vago logró captar mi atención de inmediato. ¡Qué manera de destruir y reacomodar canciones y beats!, es como darle una caja llena de legos a un autista; creaciones geniales y reconstrucciones magníficas. Hizo de todo, Killing In The Name Of, We Are Your Friends, Pedro Infante Murió, algo de reggaeton e imaginen esto: cerró con Los Ángeles Azules, ¿Cómo te voy a olvidar?. Nunca en mi vida me emocioné tanto con un Dj en vivo, y es que este lo hace todo con genio, y hasta trabajó en hacer un set de acuerdo a la ubicación geográfica del festival. Nos regaló unas palabras: "Diplo no hablar muy bien español. Diplo los ama a ustedes. Gracias México". Te queremos Diplo, de veras, de corazón.

Diplo se fue y nos dejó con el corazón chocando contra nuestra caja torácica. Prendieron las luces. Se supone que seguía Dabid Hernández pero nadie se acordó. Lo único que todos acordamos era que las luces significaban el fin del festival y que nos querían fuera lo más pronto posible. Después de ordenar un poco nuestras ideas, salimos del recinto.

Gran MX Beat este también, todo estuvo muy divertido y alegre. Gracias por leer esta reseña, si estuviste ahí, comenta y platicamos.