El Rincón de la prosa

• En este sitio están los relatos cortos y pensamientos

        Camino de tierra y luces transparentes, me llevas volando por tu sendero
 cubierto de rosas.
           Rosas amarillas, como mi libertad; rojas, como la  pasión que siento por mi tierra; blancas, como la pureza

que te representa cubierta de ese manto de inocencia de niña.
        Y ellas imponentes y eternas con su fuerte destello, de temperamento y lucha, su color lo representa,

su esencia que me transmite su fuerte aroma que sin verla sé que esta presente en cada lugar que recorra.
       Volando paso travesías eternas, me siento transparente, ingenua, feliz; porque nadie me ve,

 y soy por fin lo que quiero ser.
        Nadie me descubre alrededor, al medio o al final.
         Solo estoy ahí, y solo yo lo sé.
        Soy una flor más entre tantas, pero especial, porque mi color nadie lo reconoce; y aunque es ignorado,

mi fragancia me hace presente.

    Es...
 
        Es el amor que siento por tí, y que no disminuirá jamás.
        Es la adoración que experimento cada vez que tu celestial imágen se presenta a mi mente.
        Son esos ojos verdes que, como dos poderosas, me miran y se adueñan de mi razón.
        Es tu mente maravillosa y magnífica que me atrapa y me embelesa con su sabiduría.
        Es tu hermoso corazón, tierno e infinito, que me muestra todo el amor que puede contener.
        Son tus palabras, que con voz profunda y suave,  me reconfortan como caricias traídas desde lejanas tierras del norte.
        Es tu alma que, como los frescos bosques de tu patria, calman mi dolor y me inducen al sosiego.
        Son tus conocimientos ilimitados que un día me hicieron, y aún me hacen crecer.
        Es tu espíritu puro, tierno y fuerte que viaja a través de los tiempos, las distancias y las diferencias para llegar hasta mí, y decirme, en susurros, cargados de cariño y firmeza, que aún me amas, que no me has olvidado del todo, y que nunca lo harás.
        Son los recuerdos  placenteros a tu lado que derriban las barreras de largos años y miles de kilómetros de distancia para hacerme entender que no todo está perdido y que aún hay un futuro para mí, sin tí.
        Y es que no eres sólo tú, no es sólo tu presencia y tu cariño lejano, los que me sostienen. Son todos los momentos que pasé a tu lado... Es tu deliciosa patria del norte... Es todo, todo me grita que hay un porvenir, que todavía existe un camino por recorrer; que, a pesar de que el cruel destino nos ha separado y nos condena a una eternidad lejos uno del otro, aún hay en nuestros corazones motivos por los cuales pelear con fiereza y llegar a nuestra meta final.
        Pero sobre todo, es el viento traído  de lejanas tierras que nos promete, que si luchamos y no nos dejamos abatir; tal vez llegue  el día en que nuestras almas, separadas por las distancia y el destino, puedan encontrarse y ser una para no alejarse jamás.
  

            Soy la capitana de un barco, el barco es precioso pero estoy perdida en medio de una tempestad, solo hago que mirar para ver esa luz de el faro que no logro encontrar, cuando consigo divisar a lo lejos esa luz que gira sin parar, hay muchas sirenas que me intentan engañar me enseñan pequeñas luces para que me vaya a la deriva, pero yo intento mirar al frente buscando el faro de verdad, quizás ese faro que creo que es el autentico sea también otra sirena que engañándome esta, tengo mucho frío no dejo de temblar, no se que es auténtico, ni lo que es fantasía ya, solo nota las olas contra mi barco contra mi rostro, sigo con la vista al frente, y pienso dios que sea el faro de verdad, que sea tierra ya, pero no dejo de sentir el canto de las sirenas, las luces que no paran de girar, llueve, truena, las velas se rompen en pedazos, intento llegar, sobrevivir, no quiero hundirme, no quiero morir, no me dejare engañar por falsos faros, por esas sirenas que solo quieren ganar, el viento sopla con tanta fuerza, y yo estoy tan débil no se cuanto podré aguantar, noto como me estiran de mis ropas quieren hundirme en el mar, me prometen con dulces voces los tesoros que en el fondo del mar tendré, perlas y corales encontraré, falsas promesas para dejarme convencer sigo mirando al frente tengo que tener esperanzas, luchar, luchar, piensa, piensa, no me gusta pensar, pero se que si en este momento no pienso me hundiré con los demás, solo ganaran ellas y su poderoso mar, piensa capitana, algo tendrás por lo que luchar.
 
 

Lo que ven lo han hecho ustedes, es su obra, por lo que pueden sentirse orgullosos de ella. Yo les agradezco.