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Luis Cabo, Mariano Gamo, Fran Pérez, José María Quixal, Luis Suárez,
Carmen Villares

APORTACIÓN AL DEBATE POS-ELECTORAL EN IU-CM

1. PRIMERA CONSIDERACIÓN

     Los resultados de IU en las EUROPEAS contrastan sensiblemente con los
de nuestros socios de la Comunidad: mientras unos mantienen su número de
escaños (Suecia, 3), otros consiguen escaños nuevos (Alemania 6, Dinamarca
1, Holanda 1), otros consiguen un escaño más (Italia, Grecia), otros bajan 1
escaño (Francia, Portugal, Finlandia), en España IU se desploma: pierde 5
escaños, pasa del 13,5% de los votos conseguido en las Europeas del 94 al
5,7%, perdiendo el 51,7% de su voto de entonces.

     En las MUNICIPALES, a nivel federal, IU pasa del 11,7% de los votos
conseguido en el 95 al 6,5, perdiendo el 46,5% de su voto de entonces y 1200
concejales.

     En las AUTONÓMICAS, en las 13 comunidades en que se han celebrado, IU
pierde el 51% de su voto del 95 y 39 diputados de los 67 que tenía.

     En resumen, un descalabro electoral contundente, que exige una
reflexión profunda y serena, capaz de estimular al conjunto de la afiliación
y de interesar a la base social de izquierdas de nuestro país. Una reflexión
orientada hacia un único objetivo: definir causas, insuficiencias y errores,
adoptar todas las medidas necesarias para su pronta superación e iniciar con
ello una fase de recuperación de la influencia de IU, cuya necesidad y
utilidad político-social nos parece incuestionable. Una reflexión
constructiva, ampliamente participada y libre. Libre de apriorismos,
condicionantes, luchas y vendetas internas, y libre de medidas más o menos
llamativas o espectaculares que se antepongan a las conclusiones que habrá
de arrojar el planificado y organizado debate que necesita iniciar el
conjunto de IU, en todos sus niveles y ámbitos.

2. ALGUNOS ELEMENTOS PARA EL DEBATE FEDERAL

     Múltiples pueden ser las causas de la derrota y desigual su influencia
en el voto de las gentes. En todo caso, todas tienen que ver, de una u otra
forma, con la calidad de nuestro trabajo político y social. Surgen al
respecto unas cuantas interrogantes a las que es preciso responder:

     Penetran socialmente los valores de la derecha, la desmovilización.
Crecen la apatía y la abstención política. Fuertes tendencias hacia la
moderación, el voto útil o voto refugio, y hacia el bipartidismo. ¿Es que
esos fenómenos no tienen también que ver con nuestro trabajo?

     Tras las elecciones del 96, ¿reflexionamos suficientemente sobre el
tirón bipartidista que podía generar un PSOE que pasaba a la oposición con
un fuerte respaldo electoral?

     ¿Por qué. en nuestros resultados electorales, queda asfixiado el
exitoso trabajo social realizado por el conjunto de IU en la recogida de
firmas por las 35 horas por ley?

     ¿Supimos rentabilizar el buen trabajo de nuestro grupo en el Parlamento
europeo en temas tan sensibles como, por ejemplo, el pleno empleo, la OCM
del aceite y la Política Agraria Comunitaria?

     ¿Por qué tanta falta de iniciativas, confusión  y carencia de dirección
política federal respecto a la tan ilegal como criminal agresión a
Yugoslavia?

     Tras unos cuantos años de «pensamiento único» y la arrogancia,
agresividad e impunidad con que actúa el imperio y sus instrumentos de
dominación, ¿hemos reflexionado suficientemente sobre el impacto sociológico
que ello produce, la sensación de impotencia que anida en los pueblos y
sobre como contrarrestarlo?

     ¿Se visualiza realmente a IU como una fuerza política que lidera
decididamente el combate contra la derecha, sus políticas y su Gobierno?

     ¿Aparece socialmente IU como una fuerza capaz de articular
armónicamente y en toda su complejidad la pluralidad de la izquierda social
y política?

     ¿Qué suerte corrió aquel documento aprobado por IU `Por un nuevo
impulso político' que, entre otras importantes reflexiones, argumentaba la
centralidad de lo social en el conjunto de nuestro trabajo político?

     ¿Cómo entender que una política claramente comprometida con la paz y el
cese de la violencia en Euskadi coseche tan exiguos resultados electorales?

     Tras los 2.600.000 votos del 96, ¿nos hemos dedicado a organizar
socialmente la influencia conseguida por un proyecto como el de IU, que ha
de vertebrarse desde la existencia de fuertes y dinámicas Asambleas de base
y de órganos de dirección ágiles y eficaces?

     ¿Predominan realmente en IU nuevas formas de hacer política,
desburocratizadas, abiertas, ágiles y descentralizadas?

     En fin, unos cuantos interrogantes, entre muchos otros posibles, a los
que es preciso dar respuesta desde el respeto a la pluralidad de IU, su
cohesión y desde la más amplia participación afiliativa y ciudadana posible.
Desde, también, en nuestra opinión, el mantenimiento del perfil alternativo
y anticapitalista que da razón de ser a IU.

3. LA SITUACIÓN EN IU-CM

     IU-CM debe contribuir a la reflexión colectiva y federal también desde
su experiencia concreta y desde sus específicos resultados electorales. No
resultan asumibles ni la inhibición, ni estrategias de confrontación
rupturista con la corresponsabilidad federal.

     Consolidándose preocupantemente el bipartidismo en la región, los
resultados electorales de IU-CM son sencillamente catastróficos.

     Desde luego, su análisis no puede despacharse con meras imputaciones a
terceros, tan irresponsables como carentes de rigor político e intelectual.

     En el voto Europeo, IU-CM pasa del 19,56% de los votos en el 94 al
7,9%, perdiendo el 55,9% de sus votos de entonces (Andalucía pierde el 35%,
Asturias el 39% y País Valenciano el 52%).

     Destacando los excelentes resultados de IU en San Fernando, Rivas
Vaciamadrid, Casarrubuelos, Villaconejos, Colmenar Viejo y alguna otra
localidad, en el voto municipal IU-CM pierde no obstante el 34% de sus
concejales, pasa del 17,4% de los votos en el 95 al 9,9%, perdiendo el 49,5%
de sus votos de entonces (Asturias pierde el 23%, Andalucía el 29% y País
Valenciano el 48%).

     En el voto autonómico, IU-CM pierde 9 de sus 17 diputados, pasa del
16,1% de los votos en el 95 al 7,7%, perdiendo el 57,8% de sus votos de
entonces (Asturias el 48%, País Valenciano el 50%).

     En definitiva, unos resultados que se inscriben lógicamente en el
descalabro general de IU, pero que, al tiempo, reflejan también una
específica y considerable amplificación del desastre en la CAM. IU-CM ha
pasado de ser la federación con mayor apoyo electoral de toda IU y en
cualquiera de sus modalidades, a ser, de entre las principales federaciones,
la última. La que más pierde respecto de su propio voto en anteriores
convocatorias.

     Ello no es achacable en exclusiva al hecho federal. Hacerlo así
equivaldría a negar la responsabilidad de cada federación en la construcción
y desarrollo de un proyecto que, como el de IU, se articula federalmente y
no desde la confederación de federaciones independientes.

     Tan es así que, en las elecciones del período 1993-1996, IU-CM creció
constante y sostenidamente, y su crecimiento electoral era sensiblemente
superior al registrado en el plano federal. Se daba entonces, y así lo
valoramos, un plus positivo derivado de la especificidad de la Federación y
de su trabajo político concreto.

     Hoy, la tendencia se invierte. IU-CM registra un plus negativo tan
palpable que, necesariamente, obliga a una reflexión específica, porque, en
nuestra opinión, existen causas específicas que explican y motivan tan
abultado desastre electoral en la CAM.

     Tras las Generales del 96, el Consejo Político Regional de IU-CM,
reunido los 28-29 de marzo, aprobó un informe de valoración de los
resultados sin ningún voto en contra y tan sólo 5 abstenciones.

     Decíamos entonces: Voto IU-CM consolidado. Efectivamente, nuestro
respaldo electoral fluctuaba en una horquilla que iba de 455.000 votos
(1993) a 467.000 votos (1994), alcanzando los 547.000 votos en las
legislativas del 96 (1995: 464.000). Hoy hemos pasado a 206.000 votos en las
Europeas, 255.000 en las Municipales y 196.000 en las autonómicas.

     Decíamos entonces: En la Federación de Madrid es donde la distancia
electoral con relación al PSOE es más pequeña y muy inferior a la media
federal. Entonces, la media federal era del 26,4%, hoy es del 29,5%; en IU-
CM era del 14,7%, hoy es del 28,7%.

     Decíamos entonces: IU-CM se halla ante un período de 3 años sin
convocatoria electoral a la vista. Nos planteábamos:

* Mayor atención a las asambleas de base.
* Potenciar nuestra capacidad de elaboración colectiva. Áreas.
* Crecimiento político y organizativo de IU-CM.
* Desinteriorizar y avanzar en la cohesión de IU-CM.
* Mejorar la relación de los órganos de dirección con los grupos
     institucionales.
* Situar la centralidad de nuestro trabajo en lo social, sin por ello
     descuidar lo institucional.
* Liderar la confrontación político-social al PP; y
* Disputarle al PSOE la representación en la base social de izquierdas de
     nuestra comunidad.

     No parece que, desde entonces hasta aquí, hayamos caminado en esa
dirección. Más bien parece haberse transitado en sentido opuesto.

     ¿Cuáles son, en nuestra opinión, las principales causas de tan
específico y negativo resultado electoral de IU-CM? Algunas respuestas al
respecto:

a) Reiterado quebranto de la corresponsabilidad federal. Su más reciente
     expresión ha sido la ambigüedad y vacilaciones de la dirección regional
     de IU-CM acerca de la necesidad de una ley por las 35 horas y de la
     conveniencia de vincular plenamente ese combate social por el pleno
     empleo a toda la actividad pre-electoral y electoral. Podrían
     mencionarse otros ejemplos: crisis PDNI, actuación en la V-Asamblea
     Federal, modelo de construcción europea, concentración-manifestación
     del 20.6.98 en Madrid, etc...

b) Cierto oportunismo político que desvirtúa nuestro proyecto y desorienta a
     nuestra militancia y a nuestra base social. En su día, el silencio
     cómplice de la dirección regional de IU ante el acuerdo Lisawetsky-
     Cristina Almeida no sólo facilitó una operación conducida por el sector
     más felipista de la FSM-PSOE, sino que la legitimó. Se renunció a
     combatir efectivamente el transfuguismo político, se renunció a
     defender la dignidad de IU y de sus votantes, y se alimentó la
     tendencia al voto útil.
     Por otra parte, ¿se puede saber por qué, por primera vez en la
     legislatura, renunciamos a combatir la gestión del PP en el Ente
     público Radio Televisión Madrid, a la que no dedicamos ni una sola
     línea en el discurso de IU-CM en el último debate sobre el Estado de la
     Región y absteniéndonos de votar en contra de los presupuestos'99 del
     Ente Público?

c) Reducción de los espacios de participación en IU-CM y carencia de
     democracia interna. Resulta a estas alturas innegable que la estructura
     actual de la dirección regional, encorsetada en su cúspide en 3
     coordinaciones, degenera constantemente las atribuciones y funciones de
     dirección política, tanto de la Presidencia Regional, como, más aún,
     del Consejo Político Regional. La concentración de responsabilidades
     políticas en IU-CM resulta tan nociva como asfixiante.
     Igualmente, el proceso de confección de las candidaturas de IU-CM para
     esta última confrontación electoral constituye todo un ejemplo a no
     repetir. La elección del cabeza de lista, al margen y meses antes del
     resto de la candidatura, introduce una cultura presidencialista que
     poco o nada tiene que ver con la cultura de la izquierda
     transformadora. La confección del resto de la candidatura a la
     Comunidad y al Ayuntamiento de Madrid se hizo sin el más mínimo balance
     y análisis del trabajo realizado por nuestros grupos a lo largo de la
     pasada legislatura. Prescindir de este balance y de ese análisis por
     parte de la dirección regional redujo la confección de esas dos
     candidaturas a un mero ejercicio de poder, de presiones y de tomas y
     dacas en función de la correlación interna de fuerzas. Ello conllevó la
     masiva exclusión de hombres y mujeres de IU-CM cuyo trabajo en esas dos
     instituciones ha sido positivo y la no inclusión de compañer@s muy
     representativ@s en distritos, localidades y comarcas de fuerte
     presencia de IU-CM. Para los cabeza de listas, se hicieron primarias.
     Para el resto de la candidatura, no. Estas se sustituyeron por un mero
     proceso de ratificación que, lógicamente, no despertó interés para la
     gran mayoría de los afiliados.

d) Errática gestión, salvo excepciones, de los acuerdos municipales
     suscritos con la FSM-PSOE. Los acuerdos en sí no nos suscitan problemas
     siempre que respondan a la orientación política federal, tengan clara
     apoyatura programática y sean aprobados en votación por los afiliados
     de la correspondiente localidad. El problema reside en que la
     desatención a la Política Municipal e Institucional que se instala en
     IU-CM tras su V Asamblea Regional ha transformado lo que han de ser
     instrumentos privilegiados de intervención política al servicio de
     nuestro proyecto en una mera gestión administrativa y subalterna de los
     acuerdos. ¿Cómo explicar si no los resultados municipales en la zona
     sur: Getafe, Fuenlabrada, Leganés, etc... donde hemos cogobernado y el
     PP se mantiene básicamente, el PSOE sube como la espuma consiguiendo o
     revalidando mayorías absolutas y IU cae en picado?

e) Crecimiento de la confrontación interna y atmósfera de crisis permanente.
     No se ha sabido administrar la positiva pluralidad de culturas y
     opiniones que conviven en IU-CM, ni integrarla al conjunto de sus
     actividades y responsabilidades. Se ha instalado en la dirección de IU-
     CM la ambigüedad calculada en lo político, la prepotencia, el abuso de
     poder y la indefensión, la práctica de la exclusión de sensibilidades
     internas y de cuadros, persiguiendo la discrepancia política por
     sospechosa y transformando el desacuerdo y la crítica en agresión. Se
     ha transformado una mayoría, que era de proyecto, aunque lógicamente
     mejorable, en otra mayoría de otro signo, desde luego no de proyecto.
     Sorprendentemente, desde la dirección regional de IU-CM se han
     alimentado conflictos locales de indudable y significativa repercusión
     regional. En fin, IU-CM está hoy más dividida y más desintegrada que
     nunca.

f) La campaña electoral en IU-CM. Concebida y desarrollada al margen de las
     opiniones, de la participación y de las necesidades políticas de las
     asambleas de base, la campaña electoral se ha basado en una muy costosa
     campaña de imagen personal, presidencialista y electoralista. No se ha
     fomentado en el conjunto de la organización, ni en sus órganos de
     dirección, la necesaria reflexión y participación sobre elaboración de
     programas, lemas electorales, mensajes-fuerza, prioridades, tipo de
     campaña, etc... Asimismo, es de destacar la grave responsabilidad de la
     dirección regional por sus fallos e incumplimientos en la entrega de
     propaganda electoral, mailing, programas, candidaturas, etc., a las
     organizaciones locales.

g) La suma de todo lo señalado anteriormente ha generado un empobrecimiento
     de la vida política regular de las organizaciones de base de IU-CM, que
     se sienten crecientemente desatendidas, desactivadas y desmotivadas.

     En suma, la gestión de la actual dirección de IU-CM en estos últimos
años ha generado significativos niveles de quiebra en elementos básicos de
la identificación de IU ante la sociedad madrileña, como son su coherencia
política, el respeto a la pluralidad, su cohesión, la participación
democrática, nuevas formas de hacer política y transparencia en el quehacer
político

     Todo ello, en nuestra opinión, tiene también un alto coste electoral.

     Los miembros del Consejo Político Regional que impulsamos y suscribimos
esta Aportación al Debate, lo hacemos desde la exclusiva e inequívoca
voluntad de contribuir a recuperar el dinamismo y la influencia que se
merece nuestro proyecto en la CAM.

     Además de necesario, ello es posible. Hemos perdido mucho, pero no
estamos en la nada. Las perspectivas económico-sociales no son precisamente
boyantes para los trabajadores; la cúpula del PSOE se ve hegemonizada por el
felipismo y su sintonía al social-liberalismo de Blair y Schroeder. Y un
montón de votos que, habiéndonos abandonado hoy a favor del PSOE y de la
abstención, pueden mañana volver a IU. Todo ello hace posible una pronta
recuperación de la influencia de nuestro proyecto.

     Depende ahora de nosotros. De todos los afiliados y afiliadas a IU-CM.
Depende de la capacidad crítica y autocrítica así como de la audacia
política, que han de caracterizar siempre a una fuerza de la izquierda
transformadora.

     Es por ello que, en base a los documentos e informes que puedan
presentarse, consideramos indispensable la iniciación inmediata en IU-CM de
un planificado y organizado proceso de debate en el conjunto de la
organización y de sus asambleas de base, que culmine, en el plazo mínimo
indispensable, en una Asamblea Extraordinaria de IU-CM, que extraiga las
conclusiones del debate en forma de Propuesta Política y que adopte todas
las medidas que de ellas se deriven.

     Sabemos que la ASAMBLEA EXTRAORDINARIA que solicitamos no está prevista
en la «Agenda» de IU-CM. Somos incluso conscientes de los inconvenientes
técnicos, por otra parte escasos, que pueda plantear. Pero no conocemos otro
camino. No conocemos método más colectivo, participativo y democrático que
aquel que consiste en trasladar al conjunto de la organización el
protagonismo efectivo a la hora de analizar y superar momentos como éstos.
Lo demás no son, en nuestra opinión más que parches que, por asfixiar el
necesario debate y no corresponderse con la excepcionalidad de la actual
situación, no harán sino reproducirla y agravarla.

     Lejos de interiorizar la organización, un proceso de Asamblea
Extraordinaria, concebido en estrecho contacto de intercambio de opiniones
con nuestra base social --la base social con la que conectan en prioridad
nuestras Asambleas de base--, revertirá en la revitalización de nuestras
organizaciones locales y de nuestra vinculación social, poniéndonos así en
las mejores condiciones posibles de abordar la muy próxima contienda
electoral.

Madrid, 25 de junio de 1999

Luis Cabo, Mariano Gamo, Fran Pérez, José María Quixal, Luis Suárez,
Carmen Villares