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RESEÑAS Y COMENTARIOS PERIODÍSTICOS SOBRE LAS OBRAS DE GLORIA MENDOZA BORDA


WILAYAR

(Editado en la Casa de la Cultura de Cusco con el apoyo del poeta Luis Nieto Miranda y del actor Lucho Castro, 1971)


"Gloria Mendoza es la poetisa más representativa de la poesía femenina peruana, cuenta con un estilo inconfundible por la manera directa de decir las cosas".

Diario LOS ANDES (Puno, 1969)


"Wilayar es un libro en la que la soledad retoma con imperiosa insistencia una actitud meditativa, y que se hunde paradójicamente en el corazón de alguien que no logró su regreso. Versos alineados en su sabor emotivo y en palabras unidas por una fuerza de trabazón conceptual. Su tema principal, el hombre y su inescrutable destino, el ser frente al vértigo del infinito..."

Max Neira Gonzales, Diario CORREO (Arequipa, 1971)


"Desde el Cusco nos llegan dos libros de poesía Los Grillos tomaron tu cimbre y Wilayar de Gloria Mendoza Borda ubicada en el contexto de la joven poesía peruana. Hoy radicada en el Cusco, Gloria ha editado sus poemas de madurez _tiene 21 años_ y que responden a un cumplido periplo poético que se vino gestando desde hace mucho".

Ana María Portugal, Diario CORREO (Lima, 1971)


"Wilayar no se trata de una elegía sino de la afirmación de la esperanza. Es el canto de guerra y la comprensión de la pérdida irreparable."

Jesús Cabel, FIESTA PROHIBIDA (Lima, 1986)


LOS GRILLOS TOMARON TU CIMBRE

(CUSCO, 1971)

 


"La poesía cuzqueña es cada vez menos chola, menos charango, menos quena. Los grillos se tomaron su cimbre".

El Ojo Ajeno, Diario EXPRESO (Lima, 1971)


'Los grillos tomaron tu cimbre, conjunto de poemas que denotan una afanosa búsqueda, un esfuerzo de captar nuevas imágenes, encontrar la originalidad que también es un punto de partida para la valoración estética..."

Enrique Rosas Paravicino, Diario EL COMERCIO (Cusco, 1972)


"Gloria Mendoza Borda publicó Wilayar y Los grillos tomaron tu cimbre. Ellos trasuntaron a una poetisa cuya principal intención era la de buscar, experimentar si es posible hallar una personal manera de escribir. Estaba sin duda impregnada de una terrible intención de escapar del medio en el cual se escribía sólo poesía realista. Pero el tiempo ha transcurrido y al habernos encontrado luego de ocho años su concepto sobre poesía es absolutamente distinto ¿Qué factores han influido para que cambie Gloria Mendoza? Todas sus respuestas son violentas, están cargadas de una tremenda experiencia y desencanto. El rumbo de su nueva poesía según ella se debe al grado de conciencia, a la responsabilidad histórica del poeta, al compromiso ineludible de quien se espera que humanice antes que nada, con sus cantos..."

José Luis Ayala, revista OIGA (lima, 1977)


"...entendemos a Gloria Mendoza como una nueva poetisa de estilo abstracto hasta llegar a lo metafísico, pero sin escapar de la problemática actual. Hace uso de un lenguaje varonil, porque no cree en el mito de la diferencia hombre_mujer, puede que tenga mucha razón. Su tendencia revolucionaria se deja traslucir en muchos conceptos de sus versos".

Leonidas Cuentas Gamarra, Monografía del Dpto. de Puno, Álbum de Oro (Puno, 1978)


"Enriqueta Beleván, Sonia Luz Carrillo, Gloria Mendoza, Rosina Valcárcel, estas cuatro poéticas relacionadas vienen a demostrar que la generación del 70, como hecho sin precedentes en la literatura peruana, ha gestado entre otros aspectos, la más grande exposición poética hecha por mujeres. Por ello, esta década que fenece pude ser considerada como uno de los capítulos más intensos de la Literatura Peruana Contemporánea..."

Ricado Falla, Diario LA PRENSA (Lima, 1979)


"Los grillos tomaron tu cimbre es el título del poemario de Gloria Mendoza, inquieta poetisa sureña que realiza su actividad tanto en Ayacucho como en el Cusco. Libro que contiene una serie heterogénea de temas tratados con un lenguaje muchas veces escéptico y duro pero donde trasciende una especial sensibilidad ante lo que acontece."

Sonia Luz Carrillo, Diario EXPRESO (Lima, 1979)


"La poesía de Gloria Mendoza posee un profundo lirismo, mezclado de dolor y de esperanza, en donde está presente el hombre andino y su naturaleza luminosa y cristalina, le sirve a esta poeta para mostrar su enojo y denunciar las impurezas de la sojuzgación y del escarnio. La intensidad de sus símbolos surge precisamente del dosificado contraste entre materia y forma poéticas".

Manuel Pantigoso, CRÓNICA CULTURAL (Lima, 1980)


"Hace un momento leía unos poemas recientes de Gloria Mendoza, poeta puneña, que desde hace algunos años vive en Ayacucho. Denotan seriedad en el trabajo formal, convicción, fuerza e información en los contenidos. Poeta de abierto futuro. No hace mucho conversaba precisamente con Gloria, de poemas mientras ella cocinaba y yo daba el biberón al más pequeño de mis hijos. Quiero graficar con esto, cómo entre libros y ollas, entre apuntes y niños...la poesía no puede juzgarse a priori como buena o mala, por el color de la piel de quien la escribe, por su credo político o religioso..."

Sonia Luz Carrillo, Diario EXPRESO (Lima, 1980)


"En Gloria Mendoza podemos observar el cuidado especial por la expresión estética. Rasgo que se deja ver desde su primer poemario Los grillos tomaron tu cimbre. Estamos, pues ante una poeta que no se ahoga en el concepto del mensaje, sino que busca la armonía entre significación de lo referido y la estética de la expresión".

Eduardo Huarag (Ayacucho, 1982)


"Gloria Mendoza Borda, guarda dentro suyo varios mundos llenos de poesía. Transida por su vocación y entrega al símbolo y a la imagen, su vida transcurre colmada de evocaciones. Ella es más un mundo interior que una actividad utilitaria. Transparentemente poseída por las palabras suponemos, que en el acto de escribir no debe lidiar con ningún demonio interior, sino dialogar con sus ángeles guardianes que para felicidad de ella y agrado nuestro los contiene en sí misma y los posee a voluntad.

Nacida en Puno, recrea en su actuar poético el varío e insondable mundo altiplánico. Hija de un acucioso lector de la realidad puneña que recopiló datos sobre la Rebelión de Huancané de 1923. De temprana iniciación poética siente el pulso de lo indígena, captado e interiorizado en sus años juveniles en Puno, tiene en plena juventud varias edades poéticas".

Hernán Cornejo Roselló Dianderas, Revista HOJAS ESCRITAS (Puno, 1986)


"Gloria Mendoza Borda nos muestra una poesía esquemática, desnuda de artificios literarios, de alcances en el mensaje, plena sinceridad, rebosante de esencias andinistas y de locuciones esotéricas a la manera de Trilce de César vallejo o de Residencia en la Tierra de Pablo Neruda. Poesía metafórica, de sentido indirecto que llega muchas veces a lo enigmático".

Manuel Gallegos Sanz, Diario CORREO (Arequipa, 1986)


"Los grillos tomaron tu cimbre nos presenta una poesía de fuerte raigambre telúrica que clama por la transformación social, y recurre a la denuncia moderada. Su visión del mundo equivale a la desigualdad, a la explotación del hombre por el hombre. Es el hundimiento de un país subdesarrollado. Se puede notar el sentimiento religioso, del cual aún no se libera. Hay que celebrar la forma desnuda y patética que fija la realidad del campo y la de sus habitantes".

Jesús Cabel, FIESTA PROHIBIDA (Lima, 1986)


"Gloria Mendoza Borda es una poetisa de los años 70, lírida neoindigenista y clamorosa."

César Toro Montalvo, HISTORIA DE LA LITERATURA PERUANA (Lima, 1996)

 


LUGARES QUE TUS OJOS IGNORAN

(TEXAS, 1985)


"El lenguaje de Gloria Mendoza nos habla de los seres, pueblos y paisajes del Ande. Su lenguaje diferente, integrador y mestizo lleva la herencia rebelde que desde Micaela Bastidas, Clorinda Matto de Turner, Mercedes Cabello de Carbonera y Magda Portal se ha hecho tradición en las escritoras peruanas..."

Cecilia Bustamante (Austin, 1985)


"Dentro de ese mosaico que hemos intentado recomponer surgen muchos nom bres que van haciéndose fuertemente pronunciados. Uno de ellos sería, por ejemplo, el de Gloria Mendoza Borda, nacida en Puno, con estudios en el Cusco, y posteriormente establecida en Ayacucho, de donde fue residente como estudiante en la Universidad de Huamanga. Militó inicialmente, en su tierra natal, en el Grupo Carlos Oquendo de Amat. Publicó luego, en el Cusco, sus dos libros de poemas: Los grillos tomaron tu cimbre y Wilayar; y luego apareció su obra ayacuchana, donde destaca su poema La ciudad de los grillos.

(...) Encuentro que particularmente Gloria Mendoza Borda tiene una voz andina rotunda: pero voz poética por encima de circunstancias y de caracteres ideológicos, y por sobre las expresiones prosaicas que viajan de contrabando en poemarios de muchos otros autores representativos de la provincia peruana. Se le siente emocional y técnicamente un poeta que sabe cuál es su camino".

Augusto Tamayo Vargas, LITERATURA PERUANA, Tomo III (Lima, 1993)


"Gloria Mendoza Borda estuvo en el Cusco al inicio de sus estudios universitarios. Ella llevó a esta ciudad una forma escritural muy personal, cuya apreciación puede llegar de ciertas lecturas, pero sobre todo responde a una manera de ser, en la cual la economía lingüística y riqueza de pensamiento se articulan adecuadamente. Y esta forma escritural viene de sus años de estudiante secundaria. Creo que la poesía de Gloria Mendoza alcanza sus mejores instantes cuando retoma estas formas de organizar sus versos, lo que se puede afirmar incluso pensando en poemas que en los últimos tiempos han ganado en madurez y se entregan en más explícitos. También en este caso se pensó en una forma de surrealismo: si lo hay o lo hubo, fue, sin duda, bastante personal, pero por sobre todo es poesía que responde a una forma de percibir la realidad".

Juan Alberto Osorio, CRÓNICAS URBANAS (Cusco, 1995)


"Para Gloria Mendoza, el poeta tiene una responsabilidad histórica ineludible con sus cantos para humanizar a los seres humanos".

Julio Machaca Yana, Diario CORREO (Arequipa, 1995)


"El tres de noviembre del año pasado, fue invitada por la Municipalidad Provincial de San Román, para la imposición de la Medalla de Oro de la ciudad, en mérito a sus treinta años de labor poética, ensayística y periodística. El solemne acto tuvo lugar en la cumbre del cerro Huayna Roque a la hora del enamoramiento entre la luna y el sol el último eclipse de fin de siglo..."

Leonidas Cuentas Gamarra, EL PUEBLO (Arequipa, 1995)


"Es necesario advertir que Juliaca, a pesar de su vehemencia eminentemente mercantilista tiene presencia en la literatura nacional, destacan en narrativa contemporánea Carlos Calderón Fajardo, en poesía Gloria Mendoza Borda, figuras que están presentes en las páginas más escrupulosas de la crítica nacional".

Fidel Nina Mendoza, CINCO POEMAS PARA MAÑANA (Juliaca, 1996)


"Gloria Mendoza es lo más logrado, entre no sólo las poetisas y escritoras de la última generación de escritoras de Puno (Posguerra). Perteneciente a la Promoción Intelectual Carlos Oquendo de Amat 1965. Su militancia política, no podía ser otra, que la del grupo de izquierda, no sólo por la influencia doctrinaria de éste, sino aún familiar. Sobrina carnal del conocido líder comunista Dr. Vicente Mendoza Díaz, dirigente indiscutido de esta facción política en Puno. Sus ideas, tal vez moderadas por la influencia católica maternal, tan característica en la mujer puneña, indudablemente en lo que se refiere en el aspecto político-social, tenían que ser consecuentes a la revolución, pero en la acepción misma del vocablo, que resume el ideal humanista, que proclama la dignidad y la honorabilidad del ser, mediante el reconocimiento universal de los "Derechos Humanos".

Mercedes Bueno Morales, Arequipa, 2000


" ...Gloria Mendoza, es una poeta que se puede inscribir en dos líneas diferentes, pero complementarias. En sus primeros poemas el nativismo, el cariño por la tierra, los animales y los hombres, es la tendencia predominante. así ocurre en Los grillos tomaron tu cimbre (Cusco, 1971). Con larga residencia en Ayacucho; la conflictiva realidad social de esa región, y no ninguna influencia literaria como se dice alegremente en casos similares, penetra en su poesía y le da un contenido áspero y tenso. La poesía de Gloria Mendoza deja de ser contemplativa y, sin perder su originalidad se hace exteriorista y crítica".

Marco Martos, Turbulencia de la escritura y de los cuerpos, Lima ...

 


EL LEGENDARIO LOBO

(Lima, 1996)


"El legendario lobo, precioso poema lineal de diez partes _ y probablemente el mejor de sus poemas_ ha llegado a tomarnos el pulso vital en el ritmo de la sangre con la trama mágica de su discurso poético, tan acabado como un cuadro de Humareda".

Mario Pantoja, PIEDRA SOBRE PIEDRA (Lima, 2000)


"Uno de los poemas más hermosos está en El legendario lobo, séptimo poemario del libro: Solía/ estar siempre solo/ inclinado/ en la puerta de la morgue/ al verlo/ los traseúntes/ abrían un puente/ con los ojos/ y cruzaban la calle".

Nilo Cruz Cuentas, Diario AREQUIPA AL DÍA (2002)

 


LA DANZA DE LAS BALSAS

(Lima, 1988, Ed. Horizonte)


"Gloria Mendoza domina en este poemario La danza de las balsas, el verso breve, sonoro, henchido de significados que la atan a su tiempo y a su espacio. Un tiempo y un espacio que saben del peso agobiante del hombre dominado por el hombre y salvado por su espíritu de lucha y de tesón. Hay un aire telúrico que envuelve el goce estético y nos hace vibrar la infancia universal, ya sea de Puno, Malasia o Tecuarembó, porque el artista es uno y su verdad..." Sylvia Puentes de Oyenard, (Montevideo, 1982)


"Leer la poesía de Gloria Mendoza Borda es leer la sencillez hecha palabra, es leer versos frescos de un algo y un todo nuestro. Por ello en Retorno y despedida de Martina, se expresan poemas que semejan el serpentear tranquilo de aguas de río de nuestro altiplano puneño en períodos primaverales, es decir no encontramos en el trayecto caídas, pendientes o bullicios. En Retorno y despedida de Martina, leemos nostalgia y vivencia del pueblo y familia andinas. Quizá Martina encarne a la autora, a su familia, y a su ESPERANZA, en tanto el circunlacustre pueblo de Huancané sea el lugar de su identidad y búsqueda de cambio. Por eso ella canta: Somos...luciérnaga aymara/ queremos reconstruir nuestra historia/ aduje el pasado/ pero Martina azota el pasado."

Geny Francisco Cárdenas, Revista APUMARKA, 1997


"Gloria Mendoza Borda es coetánea de Carmen Ollé (1946), de Rosina Valcárcel (1947), de Sonia Luz carrillo (1948), de María Emilia Cornejo (1949) y de Giovanna Pollarolo (1952), algunas de ellas estudiadas por Susana Reisz en el mencionado libro, pero su poesía va totalmente por otro camino. Si bien es cierto que la autora conoce (y muy bien) las nuevas corrientes de la literatura, su espíritu, su inspiración y su lenguaje se nutren principalmente de experiencias de su niñez y de vivencias serranas y andinas".

Manuel Baquerizo, Prólogo a Danza de las balsas Referencia al libro Voces sexuadas de Reisz


"La Danza de las balsas, es un libro maduro, escrito con la mano de nostalgia y la magia del recuerdo. En cada poema hay una magia frente al universo, la vida y defensa de los seres humanos más débiles frente a la soledad, el dolor y la muerte.

Quien lea estos poemas no olvidará fácilmente una voz que llega del fondo de América y de un tiempo que tiene otra lógica, en el que es posible sentir a un pueblo que resiste a callarse, para más bien cantar por boca de sus poetas mayores"

José Luis Ayala, Lima, 1998


"Así es el canto de Gloria Mendoza Borda, teñido de ternura maternal, de rebeldía femenina, de protesta de rosa de acequia, de reclamo de identidad, de voz plural, comprometida con quienes la formaron y la alzaron sobre los andes, sin ninguna duda, estamos ante la poeta más importante de la literatura puneña del siglo XX y una autora singular de los años setentas en el Perú, junto a G. Pollarolo, Sonia Luz Carrillo, Carmen Ollé, Rosina Valcárcel o María Emilia Cornejo. A esta última la hermanamos por el espíritu liberizador de ese antológico poema ESTE NOMBRE NO ES MI NOMBRE".

José Gabriel Valdivia, Diario CORREO (Arequipa, 1999)


"Ricardo Falla trazó audaz hipótesis en LA PRENSA con el artículo cuatro poéticas relacionadas Beleván, Carrillo, Mendoza, Valcárcel en 1079. Desde entonces llevo tu nombre Gloria como la flor buganvilla que sueña libre nuestra patria secuestrada. Fruto del desgarramiento y la esperanza, tu discurso poético se torna franco, sencillo, despojado de artificios y con un hondo lirismo".

Rosina Valcárcel, Diario LA REPÚBLICA Página Editorial (Lima, 1999)


"...Mendoza enriquece la literatura peruana en un extraordinario acercamiento a las raíces de nuestro pueblo. En la poética hecha por mujeres, este libro genera una contracorriente, ya que a partir de los 70 los temas centrales han sido la sexualidad, el erotismo, la maternidad, y cuya iniciadora fue la recordada María Emilia Cornejo; corriente en la que hoy encontramos a numerosas poetas. En Danza de las balsas, la contracorriente no es circunstancial, sino el nacimiento de una poética peruana, cuya maduración no sólo será el canto de poetas mujeres, sino también el de varones realizándonos en el frondoso mestizaje étnico cultural, naciendo así la voz plena del hombre peruano".

Ana Bertha Vizcarra, Revista SIETECULEBRAS (Cusco, 1999)


"Dentro de una colección de textos auspiciados por la Municipalidad de la provincia de Huancané y que se deben a la inagotable labor del poeta José Luis Ayala, se ha publicado el quinto poemario de Gloria Mendoza, escritora puneña, quien desde hace muchos años radica en Arequipa.

Mendoza es una de las voces más fuertes de una poesía que no teme acercarse a sus raíces, que no se podría llamar "provinciana" pero tampoco urbana, que reelabora la amplia tradición occidental desde el prisma del Ande desde su propia genealogía vital (se descubre a sus iconos en cada texto). Sus poemas contienen versos medidos, palabras exactas, pocas adjetivaciones y una inocultable adhesión a la nostalgia".

Rocío Silva Santisteban, Revista SOMOS (Lima, 1999)


"...en algún lugar de nuestra américa mestiza, agudizo mis sentidos, paseo por las voces, me detengo en donde convergen: la fuerza de la raza, la ternura de la gran mujer y poderosa escritora puneña Gloria Mendoza Borda Danza de balsas...Danza/ de/ balsas/ sobre las espumas del Titicaca/ y/ sólo nuestras manos/ creían en la sinfonía eterna/ del lago más alto del mundo/ nada es tan urgente/ como un día/ de infancia... Graciela Huinao, con la misma fuerza me lleva hasta territorios mapuches. Los cantos de mi padre/ cuando borracho de sueños/ en el país de mi infancia/ me enseñaba la ruta/ que siguen las estrellas (...) Ahora acuñado sus cantos/ a mi vestido digo: la primera escuela de mi raza/ es el fogón/ en medio de la ruka/ donde arde/ la historia de mi pueblo... Dos representantes de diferentes etnias, la voz del altiplano, del pueblo aymara y quechua retratado por Gloria, quien en otro de sus poemas declara con determinación llamarse Isadora Tipula Quispe y no Gloria Mendoza. Como contracanto está Graciela Huinao, del pueblo huilliche, inmersa en los bosques del sur de Chile y las vivencias de un entorno totalmente diferente...Un vaivén de balsas en las alturas del lago Titicaca, un ardor de fuego en medio de la ruca, dos memorias y una sola nostalgia recurrente, atávica: la infancia, pero no es una infancia común y corriente, ambas van al rescate de un origen y el orgullo de pertenecer".

Cristina Larco Briceño (Chile), Fragmento de una ponencia "El tiempo de paz" sustentado en el IV Encuentro Internacional de Escritoras Alfonsina Storni en Argentina 2001


Gloria Mendoza Borda es una poeta con quien tuve la dicha de compartir muchas experiencias en la infancia. En Huancané, en las tardes frías de invierno, solíamos hacer muñecos de nieve en la plazoleta que queda frente a mi casa. Y, es en esa porción de naturaleza aymara donde nacen y surgen dos poetas trascendentes de la literatura nacional: José Luis Ayala autor de más de treinta libros y Gloria Mendoza nacida en Juliaca, pero su infancia, adolescencia y sus primigenias vivencias están en Huancané".

Carmen Luz Ayala, "Gloria Mendoza y la contracorriente en la poesía peruana" Diario LA REGIÓN (Puno, 2000)


"Gloria Mendoza, incluye en su discurso vocablos kechuas y aymaras porque son los que más corresponden a la realidad que interpreta, su producción suena algo extranjera al oído costeño tal vez, y al de muchos peruanos y críticos oficiales".

Celicia Bustamante, Texas, 2001


"En el poema PEQUEÑA HISTORIA dice Soy la mama Reymunda/ soy un puente entre ayer y hoy/ (...) son mis dientes que sobreviven la historia (...) Este bellísimo poema de Gloria Mendoza Borda, evoca miles de mujeres anónimas que vuelcan diariamente su trabajo, pasando desapercibidas para los actores de la historia oficial del país. Mujeres ancianas de cabellos largos y dientes carcomidos que avanzan lentamente agachadas, mirando hacia adentro, sin pensar que tal vez exista un buen futuro para ellas".

Sonia Molina Cabala, "La Tortuga Ecuestre de Gloria Mendoza Borda" Diario LOS ANDES (Puno, 2001)

 


DULCE NARANJA DULCE LUNA

(Arteidea editores, Lima 2001)


"Tal vez la mayor virtud de Gloria Mendoza Borda sea la frescura que transmiten sus poemas. Pablo Guevara decía que la trascendencia, la vigencia de un poema dependía precisamente de esa cualidad. Esa frescura, esa nostalgia sutil, la percibimos una vez más al reencontrarnos con la poesía de esta escritora puneña, tan arraigada a su tierra, a sus recuerdos, y al mismo tiempo moderna y cosmopolita. Por mucho tiempo Gloria Mendoza ha ido enriqueciendo el espectro literario del país con una poesía delicada..."

Alfredo Herrera Flores, Arequipa, otoño de 1998


"En una piedra, que el río da brillo continuamente, encuentro a Gloria Mendoza y en ella a sus poemas, barnizados de poesía, brillando naturalmente como tocados por el agua. Y el agua discurre suavemente, como ella misma, buscando un sueño. Y ese delicado murmurio hecho de palabras dejando a ese paso es lo que nos tienta a buscar un poco más de su poesía en medio de tan absoluta y áspera realidad. Palabras sentidas y no estudiadas son mi breve testimonio de Gloria Mendoza Borda, azul lago, largo río, elevada cumbre".

Lolo Palza Valdivia, Arequipa, duro invierno de fin de siglo.


"Isadora Tipula Quispe anda por ahí , de la mano con su infancia y calzada de sus recuerdos, temblando en el país de los ensueños y observa como todo transcurre hacia la todavía remota felicidad. Sus palabras plasman el presente, a veces con avidez, a veces mediante evocaciones como la de aquella Epifanía Suaña que le regaló ternura, a veces, las más de ellas, con imborrable forma de estar en el ayer lo mismo que la espuma levísima en las orillas del enorme lago. Sus palabras hallan el mestizaje como el viento a través de las antaras desde los entrañables suspiros de los siempre renovados sicuris; sus palabras nos llegan llenas de nostalgia para asentarse al borde de nuestros corazones como en un poyo para ver caer la lluvia o la granizada y ver elevarse las reventazones de inocentes burbujas o extenderse la blancura de la nieve, cada una entre el espíritu protector del amor a la tierra y al cielo que lleva en si el ser humano. Isadora Tipula Quispe ha transitado los episodios del Ande altiplánico en compañía de Gloria Mendoza Borda, y sus largos ratos en las elevadas estancias del arte han ido quedando, tempranas huellas de penas y de esperanzas compartidas por la sonrisa, como en los atardeceres; por el susurro, como en las obscuridades de la noche; por las alegrías, como en los amaneceres de la tierra y el agua lacustres. Sus poemas han dio adquiriendo, mientras tanto, la finura de las estalagmitas erguidas airosamente desde el pulido piso de las grutas y de las estalactitas deslizándose desde arriba para unírseles en un tejido impalpable de, diríase, acústicas armonías visuales..."

José Ruiz Rosas, Arequipa, primavera de 1999


"Dulce naranja dulce luna es un sendero orlado de crisantemos, retamas y kantutas por donde transita nuestra poeta entre los acordes de pinquillos, tokoros, máscaras y lluvias hasta llegar a un paisaje serrano donde campea el ichu, las piedras tristes y las mansas ovejas balando en los atardeceres.

El cielo gris con su absoluta tristeza, cunde su alma, de allí que la poesía que nos ofrece está llena de nostalgia, nostalgia del paisaje bucólico, del lago, de sus raíces, de las vivencias de los años juveniles.

Es evidente la presencia de la naturaleza, donde el trueno antecede al rayo, la granizada y los fenómenos climatológicos que se meten en su alma, en sus ojos, en su sed de agua que como vital elemento para la supervivencia de los seres de todo orden se acerca a través del Titicaca, los puquiales, los ojos de agua ctos con una naturaleza casi pastoril, inefable, cercana y a la vez distante del ojo del lector que se siente atraído por constantes mutaciones.

Es, evidentemente, el ande que nos cautiva con paisajes o seres que rayan en la leyenda, pero es también una elegía por Frida Kahlo y las imágenes muy plásticas y dinámicas, se abren a insospechados vuelos imaginativos donde el tono social se hace dominante, porque se trata de una exaltación, plena de intimidad.

Pero es también un acercamiento a la urbe a través de un "lobo" marginal (legendario/ el árbol negro/ lobo de mar) donde nuevamente los versos semejan una endecha evocativa, sentimental, dolida, pero estimulante. Como ella indica entre designios y palabras la poesía se esculpe, se persigue, se traslada"

Tito Cáceres Cuadros, Diario EL PUEBLO, Arequipa, 2002


"Sus poemas hablan, tienen una voz, participan de la ceremonia del lenguaje andino con toda su belleza, enigmas y tristezas".

Semanario EL BÚHO (Arequipa, 2001)


"...'A Flor de agua Sicuani' el segundo poemario, creo que Mendoza Borda entra a su verdadero ritmo y navega con soltura en aguas conocidas. Las delicias empiezan aquí y vemos como las gentes sencillas y modestos lares se transforman en los personajes del universo recreado por Gloria. Una de las características de la poética de raíz andina _recordemos a Gamaliel Churata o a Odi Gonzáles_ es la importancia de los lugares y de las personas que marcan los hitos de la historia individual".

Nilo Cruz Cuentas: "Dulces de naranja y luna" Diario AREQUIPA AL DÍA, 2002


"Como Dulce naranja dulce luna es la suma de varias épocas, de varias visiones, de varias transformaciones que sufre la poeta, y si bien su verso no es nuevo, ni "telúrico" su casi respetuoso silencio, su mirada melancólica sobre lo que la rodea, su notoria "puneñidad", le dan un peso notable en la poesía del interior del Perú, una poesía que hasta el momento resulta ser marginal, relegada al círculo mínimo de sus conocedores, y, a veces, concientemente ignorada".

Giovanna Minardi, Escritora italiana, profesora en la Universidad de Palermo


"Como podrá haberse advertido, estamos ante una de las voces líricas más trascendentes que haya surgido en la provincia del país. Gloria Mendoza es, con Ana Varela de Iquitos, Ana Bertha Vizcarra de Cusco, Dida Aguirre de Huancavelica, la voz más representativa del Perú. Viene a ser la otra cara de la poesía canónica, menos individualista, menos autista y menos subjetiva. En ella nunca está ausente la existencia histórica y material de la sociedad. Su poesía se distingue por su fervor social, por su identificación con las esencias más puras de la tradición andina y por su arraigo en el pasado. Por otra parte, se aleja también de los poetas coterráneos precedentes, en la medida en que se liberó del telurismo, de la manía mitologizante y de la retórica regionalista. Para Gloria Mendoza el mundo tiene un sentido y ese sentido lo da la historia del pueblo. Su concepción de la historia implica una profunda comprensión del proceso histórico de un pasado que se encuentra siempre amenazado y oscurecido por una memoria reaccionaria y represiva. Su voz lírica le otorga humanidad y ternura a un mundo brutal y perverso como el que hoy impera".

Manuel Jesús Baquerizo, Huancayo, 2001


"Si hay un tema que cruza las ocho secciones del poemario es la nostalgia. Y aquí viene lo interesante. No se trata de una nostalgia o de pena y tristeza por verse ausente de la tierra o de las personas queridas. Tampoco es la evocación, desde la gran ciudad costeña, que ejercita la memoria para recordar la infancia vivida en pueblos a orillas del Titicaca. Tengo la impresión que es una nostalgia que va más allá. No es una nostalgia que retrocede en el tiempo y en el espacio; más bien es una nostalgia que se proyecta al futuro en busca de un espacio diferente. Diríamos es la nostalgia en busca de construir un centro. Y de esto nos damos cuenta cuando determinamos el lugar de enunciación de los textos que analizamos:

Soñé enroscada /en mi cabellera /siento pena /por mis cabellos /que caen y se van (...)

El lugar donde se enuncia el texto, se ubica en un aquí y en un ahora..."

Goyo Torres Santillana, Universidad Nacional San Agustín


"Dulce naranja dulce luna es un poemario que reúne ocho libros, cada uno con un discurrir particular. Como afirma Minardi, un motivo los atraviesa, con variada intensidad: el agua. El agua recorre este poemario con distintas claves.

Se traslada desde la orilla de la vida hasta la incertidumbre de la muerte. Es espejo y reflejo. Es tempestad o aguacero. Es mar, lago, río y lágrima. El agua llamea, florece, humedece e incendia.

El agua, dúctil y maleable, también se puede transformar en fruto "como las naranjas" y éstas cuando "se cuelgan del recuerdo" son como "la luna -cuando- se pierde en el agua". La naranja dulce es agua nutritiva y refrescante en los labios. Pero tan misteriosa y enigmática como la luna".

Rocío Castro Morgano, Escritora, Lima


"La danza de las balsas (1998), que alude a las embarcaciones lozanas que surcan "sobre las espumas del Titicaca" y Dulce naranja dulce luna, gracias a Arteidea (2001) con caro proemio de Manuel Baquerizo, quien acaso no exagere al señalar que estamos ante una de las voces líricas más trascendentes y representativas que haya surgido en la provincia del Perú..."

Rosina Valcárcel, Escritora Diario EL PERUANO (Lima, marzo, 2002)


"A fines del 2001, nuestra consagrada vate puneña Gloria Mendoza Borda, presentó el opúsculo DULCE NARANJA DULCE LUNA que es un bello conjunto de poemas que llevan títulos y contenidos relacionados a personajes admirados por Gloria, a zonas geográficas y fenómenos naturales que recuerda nuestro irrepetible mundo andino, y a momentos filosóficos, en que la poeta observa desde lejos y con indiscutible originalidad a quienes la rodean de cerca -incluidos sus cabellos-"

Sonia Molina, Diario LOS ANDES, Puno, marzo del 2002


"Recuerdo a Gloria recorriendo ventrículos y aurícolas de ese gran y despierto corazón que fue la Universidad de Huamanga de venias y arterias insurgentes.

Nos empujaba a "los javieres" a ser poetas, la urgencia de mostrar el real rostro de nuestro pueblo, difundir en nuestros versos el dolor oculto en sus yaravíes y la cólera oculta en sus huaynos.

... La poesía de Gloria es, finalmente la respuesta al desprecio por la cultura andina de parte de la "burquesía blanca o del falso criollo, o hasta la estafa endémica por parte de los políticos de comparsa que siguen ignorando el Perú Profundo" frase que lapidariamente Giovanna Minardi comenta la creación literaria de Gloria Mendoza Borda."

Antonio Sulca Effio, Diario LA VOZ DE HUAMANGA, Ayacucho, abril del 2002


"Críticos autorizados como Augusto Tamayo Vargas, Manuel Pantigoso y Manuel Jesús Baquerizo han subrayado el carácter andino de la poesía de Gloria Mendoza. En efecto, su voz poética es una voz andina rotunda sin concesiones ni medias tintas. Sin embargo no debe confundirse con esa poesía localista, costumbrista, reivindicativa o, acaso, vernacular de las décadas pasadas. No se trata de la mejor poesía peruana escrita por mujeres y, que a pesar de su alta calidad, no ha olvidado sus raíces ancestrales. Su poesía no es indigenista ni occidentalizada. Es parte de una categoría estética nueva, original, moderna, palpitante de vida, que la crítica ha venido en llamarla literatura andina, en tanto articula elementos de la cultura accidental con aquellos otros que caracterizan a la matriz andina, tal como soñaron nuestro José María Arguedas y Gamaliel Churata. La presentación del mundo andino puede advertirse en Salustiana Tuano. Para confirmar estas aseveraciones leamos este poema donde Salustiana representa a la Madre Tierra: No soy la que pensáis/ quisiera hundirme/ en el río/ que fluye/ interminablemente/ en las montañas ocultas/ de mi piel/ invadir con mis dedos/ tus entrañas/ besar algas/ detener mi orilla/ en la arena/ junto a la grama/ construir puentes de totora".

Feliciano Padilla, Puno, 26 de abril del 2002


 

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