¿Porqué dudas en el momento de la prueba? ¿Cómo no creer en Dios? Si su presencia está en la
inocencia de un niño y en la sabiduría de un anciano. En la mirada tierna de una madre, en el
abrazo fuerte de un padre y hasta en la mano de apoyo y la voz de consuelo de un amigo.

¿Cómo dudar de la presencia de Dios en nuestras vidas? Si en el más pequeño detalle podemos sentir
su presencia. Deténte a escuchar los pajaritos de madrugada y sentirás la paz inmensa que el Señor
te brinda. Contempla algún día la belleza de un amanecer, fíjate bien en cómo, con la salida del sol,
El llena tu vida de luz y te brinda el calor de un abrazo; y cuando ese sol se esconde, El sigue
iluminando tu vida aún en las penumbras de la noche con la luz Divina de la luna y el brillo de las
estrellas.

¿Cómo no creer en la existencia constante de Dios en nuestras vidas? Contempla tu alrededor y fíjate
en que la vida está llena de colores; colores pálidos, colores intensos. Mira el azúl del cielo,
los colores del mar; a veces lo vemos verde, otras veces azúl intenso. ¡Qué hermoso contemplar Tu
belleza y Tu grandeza Señor!

Contemplemos la belleza inigualable de un arco iris. ¡Cuántos colores, Señor! Hermano, cuando todo
pudo ser en blanco y negro, no lo es. No lo es porque blanco y negro son colores sombríos, son
tristeza y viviríamos en la rutina. En cambio los colores nos llenan de alegría y traen felicidad
a nuestras vidas; y el Señor nos quiere siempre alegres y viviendo una vida intensa en Su presencia
aún en el momento de la prueba.

Porque te ama, llena tu vida de colores para que seas inmensamente felíz aún en el momento de dolor.

Cindy Serrano