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Los hijos de mama lechuza

Cuentan los árboles mas viejitos del bosque que un día, hace mucho tiempo, Dios se asomó al balcon del cielo y después de observar un largo rato lo que pasaba en la Tierra dijo al ángel que estaba a su lado:

- ¿Sabes? Me parece que allá abajo ocurren cosas injustas...

- ¿Cosas qué? - preguntó el ángel sorprendido, pues desconocía el significado de ese término.

- Digo que no está bien que los hombres traten tan bien a los animales lindos y desparecien a los feos... Mira, se llevan a su casa las más lindas aves para que vivan con ellos, corren en busca de las más bellas mariposas y elogian sin cansarse la hermosura del león, de las gacelas o del pavo real...

- ¡ Sí, qué feo está eso!

- Además - agregó Dios - he visto que en el bosque se organizan frecuentemente concursos de belleza para premiar al más lindo, ¿qué te parece?

- Y ... me parece eso que usted dijo, Señor: "injusto"... ¡Tengo una idea? ¡ Qué le parece si hacemos un concurso al revés? Así podríamos premiar al más feo,

- ¡Brillante idea! Te felicito. Ahora mismo bajarás y la pondrás en práctica. ¡Habrá regalos para todos los animales feos y en especial, una medalla de oro para el más feo de todos!

El ángel bajó y organizó el concurso. Participaron el yacaré, el mono, el hipopótamo, el rinoceronte y cuántos mas.

La elección fue muy dificil, porque todos los concursantes eran a cual más feo y, por tanto, el premio mayor quedó desierto.

- ¡Bueno, otra vez será!- dijo el ángel y se volvió al cielo dejando a todos muy contentos con los regalos repartidos.

A los pocos días bajó Dios al bosque y todos los animales le rodearon agradecidos y felices. La lechuza le chistó sonriente desde una rama para mostrarle sus pichoncitos. Dios los miró y los encontró tan feos, tan feos, que no dudó de que uno de ellos debio haberse llevado el primer premio.

- ¡Hola! Te felicito... ¿Cuál de ellos se ganó la medalla de oro? - pregunto a la mama.

- Ninguno, Señor..., ninguno. No los presenté al concurso! - contestó la lechuza.

- ¿No? ¿Y por qué?

- Señor... El ángel dijo que era un concurso para feos... y mis hijitos son los mas lindos del bosque. No los ve?

- Entonces Dios premió a la madre lechuza con dos medallas de oro. Una por cada hijito, ¡los más lindos del mundo!