LOS JUGUETES
El soldadito de plomo. |
Cuando Quimet nació, su padre plantó un árbol como siempre habían hecho en su familia.
Cuando el niño cumplía cinco años se hacía una fiesta para cortar el
árbol y preparar la madera para
hacer un juguete. Cuidaron el árbol, regándole, enderezándole y librándole
de todas las plagas. Finalmente llegó el día y después de guardar la única
semilla que daba (era un árbol muy especial) para poder seguir la costumbre, lo
cortó.
Todo en el taller estaba preparado, limpio y engrasado.
El padre empezó a serrar y el niño iba quitando las virutas, miraba a
su padre y sabia que el sería el próximo que prepararía un juguete para su
hijo.
Olía a madera recién cortada y el sol atravesaba el polvo haciendo que
el taller pareciera un sitio mágico.
Al padre le parecía que algo iba mal y el trozo de madera era cada vez más pequeño, de pronto se encontró con que en la mano solo tenía un pequeño triángulo de madera, se volvió muy triste y vio que su hijo le miraba lleno de orgullo y felicidad. El triángulo que tenia en la mano servia para rematar el más hermoso paisaje jamás soñado y que el niño había ido formando con los restos de madera y virutas.
Horacio Elena