EN LA VIDA Y EN LA MUERTE

Eugenia

Segunda parte

Gabrielle esperaba impaciente la respuesta de la guerrera, Xena tenía la boca abierta, no sabia que contestarle, estaba confundida, por qué Gabrielle quería casarse con ella si sabía que no podría tocarla?

- Gabrielle... sabes que no puedo amarte, por qué quieres casarte conmigo?
- Por qué?, Xena... porque te amo, eres toda mi vida, lo significas todo para mi, te quiero, y quiero unirme a ti para siempre - dijo acariciándole la cara.
- Sabes que te amo... pero me duele no poder darte lo que necesitas, seria mejor que te alejes de mi, y que rehagas tu vida con alguien que pueda dártelo todo - lágrimas caían de sus ojos.
- No Xena, no vuelvas a decir eso jamás, me oyes?, te amo a ti, tanto si puedes amarme como si no.
- Entonces... estas segura?
- Si, mas que nunca.
- Entonces... si quiero, claro que quiero casarme contigo.

La guerrera abrazó a Gabrielle como pudo, ambas se quedaron asi durante largo rato. Lila que lo había escuchado todo fue donde estaba Sara.

- Madre, qué pasa?
- Tu tía Gabrielle acaba de pedirle a Xena que se case con ella.
- De verdad? - dijo sonriente.
- Si...
- Eso es fantástico, iremos de boda!, madre, no se te ve muy alegre.
- Es que... hasta hace poco siempre vi a Xena como una guerrera, llena de lujuria, que solo manejaba y utilizaba a la gente a su antojo, pero en el tiempo que ha estado aquí he podido ver su parte mas tierna, amable, y frágil, solo se deja ver asi ante Gabrielle.
- Xena es lo mejor que le a pasado a la tía Gabrielle, y a pesar de su pasado Xena también es humana, y sobre todo tiene mucho amor. Amor que solo se lo da a Gabrielle.
- Es increíble lo que se quieren, he estado leyendo pergaminos que a traído Gabrielle, y han pasado por la muerte, han estado en el cielo y en el infierno, pero siempre se han mantenido juntas - dijo Lila.
- Son fabulosas - madre e hija sonreían.


Habían pasado tres meses, Xena ya estaba recuperada, las cuatro mujeres estaban organizando la boda.

- Chicas ya esta casi todo - dijo Lila sentándose.
- Si, ya solo queda esperar a mañana - dijo Sara sentándose a su lado.
- Menos mal, estoy agotada - la guerrera se sentó delante de ellas.
- Estoy deseando que sea mañana - dijo Gabrielle sentándose entre las piernas de la morena.
- Yo también! - Xena la abrazó y la dió un beso en la mejilla.
- Te quiero! - dijo Gabrielle acomodándose mas en ella.
- Yo mas.
- No, yo.
- De eso nada, yo mas.

Ambas tenían los ojos cerrados, Xena apoyó su cabeza en la de Gabrielle que la estaba abrazando por detrás.

- Yo te quiero mas - dijo con voz pesada.
- Yo te quiero... infinitamente... mas - la guerrera se quedó dormida.
- Yo... te... - Gabrielle no pudo evitarlo y se quedó dormida también.

Lila y Sara se reían, estaban tan tiernas hay las dos juntas dormidas... llegó la hora de cenar, Sara fue a despertar a Xena y a Gabrielle que aun estaba dormidas.

- Chicas... despertad.
- Mmm, solo un poco mas - dijo Gabrielle.
- Hola Sara - saludó la guerrera con una sonrisa.
- Le cuesta despertar eh.
- Mucho, es una dormilona...

Xena besó el cuello de Gabrielle para despertarla, la pequeña bardo fue abriendo los ojos con una gran sonrisa.

- Me encanta que me hagas eso.
- Lo se - dijo Xena con una tierna sonrisa.
- Vengan chicas, a cenar.
- Bien!, me estaba muriendo de hambre - dijo Gabrielle dando un salto y corriendo para la cocina.
- Jajaja - Xena no podía parar de reírse.
- La tía Gabrielle nunca se cansa de comer.
- Dímelo a mi, tengo que cazar dos o tres conejos por que uno se lo come ella sola.
- Jajaja, se la ve muy feliz, pero mañana lo será mucho mas.
- Eso espero... - la guerrera tenía cara preocupada.
- Xena, pasa algo?
- Es que estoy preocupada, no puedo darle a Gabrielle lo que se merece.
- Ella es feliz Xena, te ama y si esta contigo es por que tiene todo lo que necesita, a ti.
- Gracias Sara - ambas sonreían.


Ya era de noche y todas estaban en sus habitaciones, Xena y Gabrielle estaban en la suya, Xena acababa de bañarse, estaba delante del espejo, se quitó la toalla que cubría su cuerpo dejando ver aquella mancha que cada vez se extendía mas, agachó la cabeza y cerró los ojos, estaba pensando si estaba haciendo bien las cosas, cuando de repente sintió unos brazos que le rodeaban la cadera y una cabeza apoyada en su espalda.

- Cada vez se extiende mas... - dijo la guerrera.
- Lo se... lo se - Gabrielle se apretó mas contra ella.
- Te quiero tanto... como me gustaría...
- Hazlo...
- Sabes que no puedo.
- Claro que puedes... pero no quieres.
- No debo, Gabrielle con lo que te amo cómo crees que voy a permitir que mueras?
- Y con lo que te amo yo cómo crees que estaré cuando tu no estés?, te has parado a pensar en ello?, te necesito tanto como tu a mi, y me duele... porque a pesar del poco tiempo que tenemos no puedo amarte como tanto deseo.
- Yo también lo deseo Gabrielle... pero tu no tienes que cargar con eso.

Xena se giró en sus brazos quedando frente a frente, Xena le acaricio la cara con la mano y la dió un beso en la frente.

- Vamos a la cama, mañana será un gran día - dijo sonriendo.
- Vamos - Gabrielle la devolvió la sonrisa.

Una vez que se tumbaron, una se acurruco en el cuerpo de la otra, sonrientes y felices cayeron en los brazos de Morfeo.


El día llegó, Xena ya estaba en el altar, ambas vestían que sus atuendo normales, Gabrielle apareció ante la mirada de Xena, Lila, y Sara, una vez que llegó al altar entrelazó su mano con la de la guerrera, ambas sonreían, Sara guardaba los anillos que tendría que ponerse después de la charla del sacerdote.

Una vez que termino el sacerdote llegó el momento del beso, Xena se agachó para rozar sus labios con los de Gabrielle, después se abrazaron.

- Chicas muchas felicidades - dijo Sara abrazándolas.
- Gracias - dijeron a la vez.
- Te quiero Xena.
- Y yo a ti Gabrielle - ambas se volvieron a abrazar.


Ya eran de noche, habían pasado un día de lo mas agradable, pero Xena estuvo preocupada por la noche de bodas, quería amar a Gabrielle como nunca, pero no podía, Xena estaba tumbada en la cama, la rubia no tardó en ponerse a su lado y abrazarla.

- Gabrielle... lo siento, esta no es la noche de bodas que tu te mereces.
- Xena... te amo mas que nada en este mundo, y quiero estar contigo - dijo a la vez que introducía su mano por la camisa de dormir de Xena.
- Gabrielle...
- Ahora soy tu esposa, soy tu mujer para toda la vida, no me lo puedes negar... por favor, déjame compartir tu dolor, quiero que estemos unidas por toda la eternidad, tanto en lo bueno... como en lo malo...

Gabrielle tenía lágrimas en los ojos, y sin pensarlo dos veces se abalanzó sobre Xena dándole un beso lleno de pasión, un beso que ambas ansiaban desde hace mucho tiempo, en un momento de pasión Xena giró a Gabrielle poniéndose ella encima, y susurrándole en los labios.

- Gabrielle... perdóname.

Xena la besó apasionadamente, entrelazó sus dos manos con las de Gabrielle y se las colocó por encima de la cabeza, sus caderas de movían con frenesí, ambas gemían por el placer, se fueron quitando la ropa la una a la otra, sus cuerpos se estremecían al contacto del otro, Xena estaba entre las piernas de Gabrielle, sus centros chocaban una y otra vez, Xena lamía, los pechos, con pasión y mucha delicadeza, Gabrielle no paraba de gemir, abrazaba fuertemente a la guerrera, Xena introdujo tres dedos dentro de Gabrielle.

- XENAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!

El grito de Gabrielle se escuchó hasta en el Tártaro, Xena acometía cada vez mas deprisa, Gabrielle movía sus caderas con frenesí, con ansias, quería mas y mas, Xena le dió todo lo que necesitaba, ambas llegaron al éxtasis, ninguna podía mas, Xena se tumbó y Gabrielle encima de ella

- Gracias Xena, me has hecho la mujer mas feliz del mundo.
- Te he condenado Gabrielle, no me perdonaré jamas...
- Fue decisión mía, tu no has hecho nada, solamente hacerme feliz.
- Pero ahora tendrás que sufrir estos terribles dolores.
- No me importa, porque tu estarás conmigo, y tu eres mi alivio, mi medicina, mi paz... lo eres todo Xena.
- Siempre estaré contigo Gabrielle, ahora nos enfrentaremos a la muerte...
- Si, pero lo haremos juntas.
- Si, pero Gabrielle, como sabes mi enfermedad esta muy desarrollada, por lo que quiere decir que yo me iré antes.
- Xena... no me recuerdes eso ahora, es la mejor noche de mi vida, y quiero que todas las noches las pasemos amándonos, hasta el último día de nuestras vidas.
- Te amaré - beso - cada - beso - día - beso - de nuestros días - beso.
- Te amo Xena...
- Te amo Gabrielle.


Se amaron hasta el amanecer. Ya por la mañana Lila preparaba el desayuno, al ver que las chicas no se levantaban fue a su habitación, cuando abrió la puerta lo que vió la llenó de rabia, ambas desnudas, Gabrielle encima de ella y tapadas levemente con una sabana, se fue de allí dando un portazo, ambas chicas que sobresaltaron por el golpe.

- Qué ha sido eso? - preguntó la rubia.
- No se... iré a mirar.

Xena intentó levantarse pero un fuerte golpe en el pecho se lo impidió.

- Xena!, qué te pasa?
- No lo se...
- Espera aquí, yo iré a mirar, túmbate y descansa.

Xena hizo lo que Gabrielle le mandó, la rubia salió fuera y se dirigió a la cocina donde se encontró con su hermana.

- Lila, has oído algún golpe?
- He sido yo Gabrielle, di un portazo - dijo fríamente.
- Pasa algo?
- Qué si pasa algo?, Xena te ha amado verdad?
- Si, era la noche de bodas, es lo normal.
- No es lo normal, no para ella, ella esta enferma! Y es contagioso, no tendría que haberlo echo, es una egoi...
- CÁLLATE!, Xena me amó porque yo se lo pedí, porque ahora soy su mujer y ella es la mía y amarnos es una de las cosas que contrae el matrimonio.
- Como has sido capaz?, ahora que te ha contagiado qué piensas hacer?
- Hacer?, no tengo nada que hacer, solo pasar los días que me queden junto a Xena, la persona que amo.
- Gabrielle, tal vez aun no te haya contagiado, tal vez tengas suerte, no vuelvas a hacer el amor con Xena.
- Lila es que no escuchas lo que te digo?, amaré a Xena cada día, cada noche de mi vida, no me importa estar contagiada o no, quiero que comparta su dolor, su sufrimiento conmigo, quiero que todo lo de ella sea mío.
- Te estas condenando a la muerte!
- Pues que asi sea!, porque mi vida no tiene sentido sin ella, y si ella no esta yo no quiero vivir mas!
- Y qué pasa conmigo?, qué pasa con Sara?, somos tu familia!, y también te necesitamos.
- Xena y yo somos almas gemelas, estamos destinadas a estar juntas Lila, nosotras no lo elegimos asi, pero asi debe ser!
- Estas bien... esta bien Gabrielle, es tu elección no?
- Si... es mi elección Lila.
- Pues entonces... no me meteré en tu vida.
- Gracias.
- Pero no me pidas que sea amable con esa, no le perdonaré lo que ha hecho.
- Lila ella no ha hecho nada!, pero si vas a estar asi... lo mejor será que nos marchemos.

Gabrielle salió de allí hecha una furia, se volvió a meter en la habitación, Xena ya estaba haciendo el equipaje.

- Xena...
- Lo he oído, y lo mejor será que me vaya Gabrielle?
- Querrás decir que nos marchemos - Xena sonrió.
- Si, eso quise decir...

Xena la besó apasionadamente y la abrazó con fuerza.

- Por cierto... Xena estas mejor?
- Si, tranquila estoy bien - la acarició la mejilla.
- Crees que podrás viajar?
- Sin ningún problema.
- Pues vamos.


Tras un buen rato ambas salieron de la habitación con la intención de irse, Xena y Gabrielle se despidieron de Sara, la rubia se despidió de su hermana también, Xena solo la dijo adiós, después de lo que había oído sería mejor no hacer mas.


Nuestras amigas emprendieron camino como lo hacían antes, las dos iban sobre Argo, Gabrielle descansaba en la espalda de Xena, la guerrera estaba contenta, nuevamente podría amar a su bardo, aunque ha tenido que pagar un precio muy caro...

- Estás dormida? - preguntó la guerrera.
- No, estoy disfrutando de estar junto a tí.
- Te quiero, lo sabes no?
- Lo se - Gabrielle la abrazó mas fuerte - queda mucho para la siguiente aldea?
- No, llegaremos al atardecer, quieres descansar?
- No tranquila, estoy bien, y tu que tal estas?
- Con una preciosa bardo pegada a mi espalda?, estoy de maravilla - dijo sonriendo la barda la acarició el estómago.
- Pues sigamos.


Una vez que llegaron al siguiente pueblo, fueron a la posada, y alquilaron una habitación, Gabrielle estaba pidiendo la cena, Xena había subido a dejar las cosas en la habitación.

Cuando la barda estaba esperando la cena, una mujer alta la miraba sin parpadear casi, Xena bajó y se reunió con la rubia, una vez que se sentó frente a ella ambas comenzaron a hablar, la mujer que antes miraba a Gabrielle ahora tenía sus ojos puestos en Xena, se levantó de su mesa y se acercó hasta ellas.

- Perdona... me gustaría saber cómo te llamas - dijo muy cerca de la cara de Xena.
- Me llamo Xena - dijo sin importancia.
- Eres demasiado preciosa como para estar aquí, porque no te vienes conmigo, yo te enseñaré un mundo nuevo.

Gabrielle estaba que se moría de celos, poco le faltó para sacar sus sais y tirarse encima de aquella loba.

- Lo siento, soy una mujer casada - dijo enseñándole el anillo.
- Bueno... tu marido no tiene por qué enterarse.
- Claro que se enterará, y créeme que es muy celoso.

la mujer se acercó mas a Xena para besarla en la mejilla, pero en ese instante la barda se puso de pie sacando uno de sus sais y apuntándola.

- Aléjate de mi mujer.
- Te presento a mi mujer, y el único amor de mi vida - dijo la guerrera sonriente.
- Vaya, una gatita... también es muy mona, si tu no quieres puedo arreglármelas con ella.
- Si te acercas a ella lo mas mínimo... no vivirás para contarlo - dijo la guerrera con la mirada mas fría que podía poner.
- Tal para cual... lástima, a ti podría enseñarte algo que esta rubita no se acercaría ni a lo mas mínimo.
- Lo que ella me da, no me lo podrían dar ni los mismos dioses.

Gabrielle sonrió satisfecha por el comentario de su amor.

- Lárgate - dijo la barda.
- O qué?, me pegarás?
- No, te mataré.
- Veámoslo entonces.

La mujer desenfundó su espada, Gabrielle sacó su otro sai y se puso en posición de combate, Xena sacó su chakran y mirándola fijamente le dijo.

- Enfunda la espada si no quieres que te haga pedazos ahora mismo.
- Vamos qué pasa?. Qué tu amor no sabe defenderse?, tampoco sabe defender a su mujer.

Eso la había dolido a Gabrielle y sin pensarlo se tiró sobre la mujer, sais y espada chocaban una y otra vez, Xena quería parar la pelea, pero sabía que no podía porque sino haría daño a Gabrielle, aquella mujer era buena, muy buena, Gabrielle hizo un buen movimiento logrando derribar a aquella mujer.

- Esta bien, esta bien, me rindo.

Gabrielle guardó sus sais y fue donde la guerrera.

- Has estado maravillosa.
- Gracias Xena.
- Por qué?
- Por no meterte en la pelea.
- Sabía que podrías hacerlo.

Ambas se besaron y abrazaron, cuando se separaron Xena y Gabrielle se miraban a los ojos directamente, la bardo dió un bote y un gemido salió de su garganta.

- Gabrielle qué pasa?

Un hilillo de sangre salía de su boca, la rubia cayó en los brazos de Xena, con temor Xena la abrazó y cayó al suelo con ella.

- GABRIELLE!

Xena pudo ver que un puñal estaba en su espalda, asustada miró a Gabrielle que ahora estaba incosciente, con lágrimas en los ojos la guerrera pidió un curandero.

Continuará...


Indice Fan Fiction

Página Principal