Al anochecer la luna ya se dejaba ver, una suave pero fresca brisa recorría el cuerpo
de dos amantes que yacían en unas suaves pieles. Estaban abrazadas de tal forma que
casi era imposible distinguir el cuerpo de cada una. A media noche la morena de ojos
azules empezó a hacer muecas en la cara como si algo le doliera, poco a poco fue
despertando... con una gran sonrisa miraba a su amante que dormía apaciblemente
desnuda a su lado. La sonrisa se le borró de la cara cuando le vinieron unas ganas
tremendas de vomitar, salió de las mantas con cuidado y se fue tras unos matorrales que
no estaba muy lejos de su campamento, una vez allí se arrodillo y empezó a vomitar...
pero no era comida ni nada que le hubiera sentado mal, estaba vomitando sangre, por un
lado de la boca le caía un hilillo de sangre, cuando acabó de vomitar se sentó en el
suelo apoyada en una roca y empezó a recordar lo que un día le dijo su maestro.
"Recuerda Xena, esta técnica es muy peligrosa, cuanto mas la utilices antes se irá
consumiendo tu vida, debes de tener cuidado y utilizarla en los momento mas críticos,
si sobrepasas los límites... acabará matándote"
De vuelta a la realidad... Xena se preguntaba si estos síntomas que tenía podía ser de
eso, hechó la cabeza hacia atrás cerrando los ojos, unas lágrimas caían por sus ojos.
Tras unos breves momentos de meditación Xena se levantó con cuidado y se dirigió al
campamento. Gabrielle aun dormía, Xena la contempló con una mirada muy tierna, se
acercó al zurrón de Gabrielle y sacó una pluma y un pergamino y empezó a escribir...
"Gabrielle... perdóname por irme asi, hay algo que tengo que hacer, en dos días
volveré, espérame en la próxima aldea allí nos veremos. Cuídate mi amor, te echaré de
menos, te ama... Xena."
Xena dejó el pergamino al lado de Gabrielle para que cuando se despertara lo viera,
antes de irse... Xena se acercó a Gabrielle y le dio un suave beso en los labios. Xena
montó a Argo y salió al galope, tenía pensado ir al pueblo en el que vivía su maestro
para que le explicara cuales eran los síntomas de esa enfermedad. A la mañana siguiente
Gabrielle despertó poco a poco y fue palpando con su mano donde debería estar Xena, al
notar que su amante no estaba allí se incorporó inmediatamente para ver si estaba
levantada, pero sus ojos no la encontraron. Miró a su alrededor y encontró un pergamino,
lo cogió rápidamente y empezó a leerlo, se quedó con cara extrañada y a su vez
preocupada... pero hizo exactamente lo que Xena le dijo. Por otro lado Xena cabalgaba
con Argo a gran velocidad, tenía previsto llegar al anochecer y asi fue. Llegó hasta una
cabaña situada en un monte. Se acercó hasta ella y tocó la puerta, un hombre ya mayor
salió a recibirla.
M- Xena... cuanto tiempo.
X- Maestro, necesito hablar con usted.
M- Esta bien, adelante.
Xena entró en la cabaña, una vez dentro, fueron a un salón y se sentaron en unas viejas
butacas.
M- Y bien, quá te trae por aquí?
X- Maestro... quería saber que síntomas causa la técnica que me enseño.
M- Ya veo... bien, se empieza con una pequeña mancha en alguna parte de tu cuerpo,
normalmente en el pecho, sientes debilidad, cansancio y finalmente... vomitas sangre.
Tienes alguno de esos síntomas Xena?
X- Si...
M- Enseña tu pecho
Xena se empezó a quitar la armadura para poder enseñarle el pecho y ver si tenía alguna
mancha. Su maestro sobre todo su pecho y levanto la cabeza con una expresión triste.
M- Te dije que tuvieras cuidado Xena... ahora ya no tiene solución...
X- Cuánto tiempo me queda?
M- Eso no lo se... la mancha que tienes se extenderá por gran parte de tu cuerpo,
si te cuidas bien... podrías vivir algunos años mas.
X- Y no hay nada para calmar los vómitos, el cansancio y demas?
M- Lamentablemente no hay nada Xena, tendrás que aguantarlo el tiempo que vivas.
Y hay algo mas...
X- Qué?
M- Esta enfermedad es contagiosa, se contagia por medio de saliva y actos sexuales,
si en este tiempo has estado con alguien no pasa nada por que acabas de empezar, pero a
partir de ahora... no podrás estar con nadie... tenías a alguien?
X- Si... dijo Xena casi llorando.
M- Lo siento, Xena recuerda que ahora que estas enferma si vuelves hacer la
técnica de garra de dragón ya no será tan potente como antes... se limitara a la
capacidad de tu cuerpo.
X- Entiendo...
M- Puedes pasar aquí la noche Xena... tienes mala cara.
X- Gracias.
A la mañana siguiente Xena le dio las gracias a su maestro por todo y partió para
encontrarse con su amante. Tras un largo viaje llegó hasta la posada donde se alojaba
Gabrielle. Entró en la posaba y preguntó al señor cual era su habitación, una vez que se
enteró subió las escaleras y entró en la habitación. Gabrielle estaba tendida dormida sobre la
cama, con mucho cuidado Xena dejó las cosas y se tumbó a su lado, Gabrielle estaba de
espaldas a ella, con mucho cuidado Xena la abrazó por detrás atrayendo el cuerpo de la
pequeña rubia y pegándolo al suyo, Xena le dio un beso en el cuello y le dijo un te amo
en un susurro, Gabrielle sintió la presencia de su amor y giró la cabeza para mirarla.
G- Mi amor dónde te fuiste? Dijo Gabrielle con lágrimas en los ojos, Xena al
verlo la giró para ponerse cara a cara y la abrazó nuevamente... pero esta vez mucho
mas fuerte.
X- Perdóname cariño, tuve que ir a ver a un viejo amigo.
G- Quién?
X- No lo conoces, pero olvídalo mi amor, ya estoy aquí. Gabrielle puso cara de
resignación y undió su cara en el cuello de Xena y se aferró lo mas posible a su cuerpo
y le dijo en un susurro.
G- Mi amor te he echando tanto de menos... no me vuelvas a dejar, te amo Xena.
X- Yo también te amo Gabrielle, no volveré a dejarte... te lo prometo mi vida.
Gabrielle se disponía a darle un beso lleno de amor, pero Xena recordó las palabras de
su maestro y cuando vio las intenciones de su amada apartó la cara y la abrazó
fuertemente susurrándole...
X- Perdóname... perdóname. - Gabrielle no entendía nada. Ambas se quedaron
dormidas. Fueron pasando los días y Gabrielle estaba entrando en desesperación porque
no obtenía muestras de amor de su guerrera, ya hacia tiempo que no la besaba, no se
bañaba con ella y no le hacia el amor. Gabrielle le pidió a Xena que fueran a casa de
su hermana Lila unos días, Xena iba montada en Argo y Gabrielle andando, ya llevaban
vario rato asi y Gabrielle parecía cansada, Xena que lo notó se acercó a Gabrielle.
X- Gabrielle pareces cansada, sube un rato a Argo.
G- Si, la verdad es que estoy cansada.
Xena le extendió la mano ayudando a Gabrielle a montar detrás, cuando ya estaba subida,
Gabrielle pasó sus brazos por la cintura de Xena y la abrazó con mucha fuerza apoyando
su cara en la espalda de la guerrera, Xena sonrió con tristeza, deseaba amarla como
antes y saber que ya no podría le causaba un gran sufrimiento. Ya estaba casi
anocheciendo asi que decidieron acampar, Gabrielle preparaba la cena mientras Xena iba
colocando las pieles, estos días habían dormido separadas y Xena se dio cuenta de que
Gabrielle lo estaba pasando muy mal, asi que esta vez colocó solo unas de las pieles,
Gabrielle se metió en las pieles, pero justo cuando se disponía a dormir miró alrededor
y vio que no estaban las pieles de Xena, de repente Gabrielle nota como la guerrera se
esta metiendo con ella y la abrazaba muy intensamente, Gabrielle respondió al abrazo
con la misma intensidad, Xena le susurro en el oído...
X- Eres lo que mas amo de esta vida Gabrielle.
G- Te amo Xena, Gabrielle fue a darle un suave beso en los labios, Xena no se
aparto y le devolvió el beso, pero no abrieron las bocas, era un pequeño pico. Ambas
mujeres quedaron dormidas bajo un manto de estrellas. A media noche... Xena se despertó
con dolores en el pecho y con ganas de vomitar, asi que se levantó despacio y se alejó
un poco del campamento para que Gabrielle no la oyera, pero Gabrielle había notado que
Xena se levantaba y con cuidado la siguió, Gabrielle oía a Xena toser y se asomó por
unos matorrales, pudo ver que estaba de rodillas vomitando, al principio Gabrielle
pensó que la cena le abría sentado mal, pero cuando Xena se fue se acercó para ver si
era comida lo que había vomitado, con los ojos como platos Gabrielle miró detenidamente
y se dio cuenta de que era sangre, unas lágrimas caían por sus mejillas por que sabía
que su amante la ocultaba algo, antes de que Xena volviera al campamento Gabrielle
corrió lo mas deprisa que pudo para llegar antes que ella y lo consiguió, te metio
entre las suaves pieles haciéndose la dormida, Xena se volvió a meter y con mucho
cuidado colocó a Gabrielle entre sus brazos, Gabrielle estaba de espalda a Xena, asi
que cuando notó que la guerrera la abrazaba Gabrielle se giró sin abrir los ojos como
si aun estuviera dormida y abrazó a Xena con todas sus fuerzas, Xena acaricio el
cabello corto de la pequeña rubia y la abrazó con la misma intensidad. Al día siguiente
ambas amigas emprendieron su camino, una vez llegaron a casa de Lila... Gabrielle fue
corriendo a abrazar a su hermana y después a su sobrina Sara, lo mismo hizo Xena, las
cuatro se sentaron a hablar.
L- Me alegro mucho de veros, qué tal os ha ido todo?
G- Bien, ya sabes... llena de aventuras como siempre.
L- Ya me imagino yo. Dijo con una sonrisa.
X- Y vosotras cómo os ha ido?
S- Bien, mamá y yo hemos tenido mucho tiempo para hablar y arreglado todo.
X- Me alegro mucho, dijo con una sonrisa.
G- Xena y yo tenemos algo que deciros. Gabrielle entrelazó su mano con la de
Xena, Lila y sara se quedaron sorprendidas por el gesto y escucharon con gran atención.
G- Xena y yo nos amamos... y ahora estamos saliendo juntas. Xena miró a Gabrielle
y sus ojos solo brillaban para ella, los ojos de Gabrielle brillaban igual. Lila y Sara
estaba con la boca abierta... no se lo acababan de creer, Sara se levantó hacia ella y
las felicitó con un abrazo a cada una, Lila miró atentamente a su hermana y pudo ver la
felicidad en sus ojos, después miró a Xena y pensó que no habría nadie mejor para amar,
cuidar y proteger a su hermana que esa valiente guerrera, asi que se levantó y abrazó a
su hermana felicitándola y después se acercó a la guerrera para decirle...
L- Gracias por cuidar a mi hermana todos estos años, se que nadie podría hacerlo
mejor que tu, espero que las dos seáis muy felices y que sigas cuidando mucho a mi
hermana.
X- Por eso no te preocupes, Gabrielle es lo que mas amo en mi vida... y antes de
dejar que la pase algo me muero. Ambas sonrieron y se abrazaron. Gabrielle se acercó
hasta Xena y se refugio entre sus brazos, Lila y Sara rieron por el gesto de amor de
nuestras amigas.
L- Bueno, supongo que estaréis cansadas, podéis dormir en la habitación de
Gabrielle.
G- Gracias Lila, iremos a descansar un rato.
Cogidas de la mano... Xena y Gabrielle entraron en la habitación y se tumbaron en la
cama abrazadas.
G- Estoy tan feliz de que lo hayan aceptado.
X- Yo también mi amor, ya no tendremos que esconderlo.
G- Te quiero... prométeme que no me dejarás nunca. Un silencio recorrió la
habitación, tras unos instantes de silencio absoluto Xena contestó.
X- ... te lo prometo. Gabrielle abrazó con fuerza a Xena y se puso a llorar.
X- Mi amor por qué lloras?
G- Qué es lo que te pasa Xena?
X- No se a que te refieres...
G- Vamos Xena, la noche pasada te seguí y vi como vomitabas... estas enferma?
X- No fue nada Gabrielle, solo que no me encontraba bien.
G- Y por eso vomitabas sangre?
X- ... no es nada. Xena se levantó y salió de la habitación, Gabrielle quedó
tendida en la cama llorando amargamente, pero al rato salió y le preguntó a su hermana
si había visto a Xena.
G- Lila, sabes donde ha ido Xena?
L- Se esta bañanado.
G- Gracias. Gabrielle se fue para los baños y en vez de entrar se quedó mirando
desde fuera ya que la puerta no estaba cerrada del todo, pudo ver como Xena salía con
su cuerpo mojado... pero había algo extraño, Gabrielle fijó su vista y vio que Xena
tenía una mancha morada en el pecho... bastante grande la verdad, unas lágrimas
comenzaron a rodar por sus mejilla, ya no podía mas, necesitaba saber la verdad.
Gabrielle entró de golpe en la habitación y se quedó enfrente de Xena, con una
expresión en la cara de gran dolor.
G- Xena, que es lo que tienes en el pecho? Dijo llorando.
X- No es nada... solo un moretón.
G- Xena no me mientas mas! Necesito saber la verdad, por qué no me besas, por qué
no te bañas conmigo... por qué no me haces el amor... Dijo con tristeza.
X- Gabrielle yo... Unas lágrimas comenzaron a caer por el rostro de Xena.
X- Gabrielle no puedo!
G- No te entiendo... el qué no puedes?
X- No puedo besarte, ni hacerte el amor ni nada!
G- Por qué?
X- Por qué... porque estoy enferma. Dijo agachando la cabeza.
G- Enferma de qué?
X- Gabrielle... la técnica que he estado utilizando todos estos años... traía
consecuencias, el día que le pedí a mi maestro que me la enseñara me advirtió lo que me
pasaría si la utilizaba mucho...
G- Qué pasaría?
X- Que... me mataría. Dijo Xena mirando con tristeza a Gabrielle.
G- ... no, no puede ser. Gabrielle cayó de rodillas al suelo llorando amargamente,
Xena se le acercó se agachó enfrente de ella y la abrazó como si fuera el último abrazo
de su vida, aun abrazadas le dijo...
X- Gabrielle... perdóname, no puedo hacerte el amor, ni siquiera besarte... por
que la enfermedad que tengo es contagiosa. Gabrielle levantó la cabeza y miró a Xena
con los ojos llenos de lágrimas.
G- No me importa... Xena te amo, quiero compartir todo contigo, lo bueno y lo
malo, quiero que todo lo tuyo forme parte de mi... déjame compartir tu enfermedad.
X- no puedo... Gabrielle entiéndelo, no puedo pedirte que mueras conmigo otra vez,
sabes que te amo mas que a nada en esta vida y que deseo tenerte tanto como tu a mi...
pero no lo haré si eso significa tu muerte.
G- Xena no te das cuenta de que sin ti no puedo vivir? Dijo casi gritando mientras
lloraba con rabia.
G- Xena si tu no estas yo no quiero seguir viviendo!
X- Perdóname mi amor, pero no puedo. Dijo Xena acariciándole el rostro.
G- Cuánto tiempo te queda?
X- No lo se, mi maestro me dijo que si me cuidaba bien podría vivir unos cuantos
años mas... Gabrielle se aferró con fuerza al cuerpo de Xena, tras un largo rato
abrazadas ambas se fueron a la habitación. Xena su tumbó en la cama para pensar un rato,
Gabrielle se la quedó mirando desde la puerta, buscaba esos ojos azules que la hacían
perderse en ellos pero no los encontró. Gabrielle se acercó hasta la cama y se tumbó en
el otro lado dando la espalda a Xena, unas lágrimas rodaban por el rostro de la pequeña
bardo, Xena lo notó y se giró para el mismo lado que miraba la bardo, Xena la agarró de
la cintura y tiró de ella para atrás juntándola con su cuerpo, pasó sus brazos
alrededor del cuerpo de su amante, Gabrielle se acurrucó mas en ella.
G- No me sueltes nunca... por favor.
X- Mi amor...
G- No digas nada... solo abrázame. Dijo esto dándose la vuelta quedando cara a
cara con Xena y hundiendo su cara en el cuello de la guerrera y llorando.
X- Sshh, no llores mi amor, te amo... te amo tanto Gabrielle.
G- Yo también te amo Xena, quisiera quedarme asi para siempre.
X- Gabrielle siempre estaré contigo... no lo olvides nunca. Xena abrazó con mas
fuerza a Gabrielle, en ese momento entraba Lila que se las quedó mirando tiernamente.
L- Siento interrumpir, solo quería deciros que ya que habeís venido nos gustaría
invitaros a cenar fuera, qué os parece?
G- Por mi estupendo. Dijo entusiasmada.
X- Por mi también. Mirando tiernamente a los ojos de su bardo.
L- Muy bien chicas, pues en marcha.
Las cuatro mujeres salieron de la casa, Xena y Gabrielle iban delante de Sara y Lila
tomadas de la mano, Lila iba agarrada al brazo de su hija Sara.
L- Es increíble no crees?
S- El qué madre?
L- Ellas... solo con mirarlas a los ojos se puede ver cuanto se aman.
S- Si, la verdad es que nunca había visto tanto amor.
Gabrielle pasó su brazo alrededor de la cintura de Xena juntándose mas a ella, Xena
pasó su brazo por encima del hombro y juntando su cabeza con la de Gabrielle.
X- Te amo mi bardo.
G- Te amo mi guerrera. Ambas sonreían felices.
Una vez llegaron a la taberna se sentaron las cuatro en una mesa, pidieron las cosas,
estaban en la mesa esperando, Gabrielle tenía sed asi que se levantó a la barra a por
una jarra de agua, Xena hablaba con Lila y Sara tranquilamente pero no le quitaba ojo a
su pequeña bardo. Mientras Gabrielle esperaba la jarra se le acercó un hombre muy
apuesto y sobretodo muy musculoso...
H- Oye rubita, te apetecería pasarlo bien con un hombre de verdad? Grabrielle
lo miró pero ni siquiera le contestó.
H- No te han dicho nunca que eres una mal educada? Le dijo mientras la agarraba
del brazo, Xena y las demás contemplaban la escena, Lila pudo ver el cambio en la cara
de Xena.
G- Suéltame! Gabrielle no se podía librar de él, ya que era un hombre muy fuerte.
H- Ni lo sueñes, eres demasiado hermosa para dejarte ir, esta noche serás toda
mía. Al oír esto Xena se levantó como una flecha.
X- Suéltala ahora mismo o te juro que te arrancaré el corazón.
H- Y tu quién diablos eres?
X- La persona que acabará contigo como no sueltes a mi mujer. Tras oír esto el
corazón de Gabrielle se llenó de felicidad, la había llamado su mujer delante de todo
el mundo.
H- Tu mujer? No me hagas reír, esta mujer será mía, a si que mas vale que te
apartes de mi camino. El hombre dio un fuerte puñetazo a Xena haciéndola sangrar del
labio y la nariz.
G- XENAAAA!!!
Xena se levantó llena de rabia y furia dándole una patada en el estómago al hombre,
pero sus músculos estaban tan bien formados que no sintió nada, agarró a Xena del
cuello levantándola y la lanzó contra la pared haciéndola quedar casi inconsciente,
Sara fue corriendo para ver como estaba la guerrera y Lila vio como su hermana sacaba
los sais de sus botas y se abalanzaba sobre el hombre, Gabrielle esquivó varios golpes
del hombre y otros los paro con sus sais, pero fue imposible darle un golpe a ese
hombre, de una patada le quitó las armas a Gabrielle y la levantó por el cuello, su
hermana con cara de horror presenciaba la escena.
L- GABRIELLEE!!
Xena que se estaba recuperando del golpe vio como aquel hombre se disponía hacer a
Gabrielle lo mismo que le había hecho a ella, aquel hombre tiró con fuerza a Gabrielle
contra la pared, pero antes de que Gabrielle chocara con la pared Xena corrió y salto
justo a tiempo para amortiguar el golpe dándose ella con la pared pero esta vez con el
peso de Gabrielle encima, a pesar de que Xena amortiguo la caída, la había lanzado muy
fuerte y Gabrielle quedó inconsciente, Xena la abrazaba con las pocas fuerzas que le
quedaban, tenía la vista nublada pero alcanzó a ver que aquel hombre se acercaba a
ellas, Xena solo pudo agarrar su chakran y lanzárselo, el chakran de Xena se incrustó
en el pecho de aquel hombre que cayó al suelo desplomado, una vez pasado el peligro
Xena abrazó a Gabrielle que aun seguía inconsciente, acercándose a su oído le susurro...
X- Siempre te protegeré... te amo. Justo después de decir te amo cayó
inconsciente, Lila lloraba al ver la trágica escena y al ver cuanto amor había entre
esa guerrera y su hermana. Gabrielle despertó sobresaltada y vio que unos brazos
fuertes la sujetaban, miró hacia atrás y vio el rostro ensangrentado de la guerrera.
G- DIOS MÍO! XENAAAA!!! Gabrielle no podía dejar de llorar mientras le pedía a
su hermana Lila que la ayudara a cargar con Xena, ambas mujeres agarraron a Xena y la
llevaron al curandero mas cercano, Sara iba detrás de ellas, una vez que llegaron al
curanderos pusieron a Xena sobre una cama, el curandero las hizo salir para poder
observar a Xena con tranquilidad. En la sala de espera Lila intentaba calmar a su
hermana.
L- Vamos Gabrielle tranquila, verás como esta bien.
G- Lila como le pase algo no me lo perdonaré jamás.
L- Gabrielle... no crees que... sería mejor qué dejaras de viajar?
G- Qué quieres decir?
L- Me refiero a que... cuando Xena se recupere la dejes ir y tu te quedes aquí
con nosotras.
S- Madre no puedes pedirle eso!
L- Calla Sara. Dirigiéndose a Gabrielle. Se que Xena te ama y te protege con su
vida pero... y si un día ella no esta? Gabrielle podrías morir Xena no esta siempre
para protegerte. Gabrielle recordó la enfermedad de Xena y se echó a llorar
desconsoladamente.
L- OH! Perdóname Gabrielle, no quería hacerte llorar.
G- Xena... Xena esta enferma Lila. Dijo llorando mas fuerte.
L- Bueno pero seguro que tiene cura.
G- No! No tiene curar, es una enfermedad que sale por usar de técnica muy
poderosa... pero llena de consecuencias, la enfermedad es contagiosa... por eso Xena ya
no me besa, no me ama ni nada, pero haré que comparta su enfermedad conmigo cueste lo
que cueste.
L- Gabrielle no puedes hacer eso! Dijo Lila enfadada. Entiendo que la ames y que
la acompañes a todos lados pero lo que no puedes es seguirla hasta la muerte.
G- Lila, Xena y yo somos almas gemelas, estamos destinadas a estar juntas! Es
que no lo entiendes?
L- No! No lo entiendo Gabrielle, tal vez seáis almas gemelas pero eso no quiere
decir que tu también tengas que morir cuando muera Xena! Dijo gritando.
G- Pero es mi vida! Y si Xena no esta en ella no vale la pena vivirla, la
seguiré hasta el mismo Tártaro si es necesario... pero jamás me separare de ella!. En
ese momento salió el curandero, Gabrielle corrió hacia a el.
G- Cómo esta mi amiga!? Dijo con los ojos llenos de lágrimas.
C- La verdad es que esta bastante mal, tienes varias costillas rotas y un fuerte
golpe en la cabeza... pero puedes estar tranquila se recuperará.
G- Gracias a los dioses! Dijo algo mas aliviada.
C- Ah! Se me olvidaba, supongo que sabrás que esta enferma no?
G- Si... si que lo se. Dijo derramando unas lágrimas.
C- Bueno... pues si quieres puedes pasar a verla.
G- Gracias. Gabrielle entró en la habitación sentándose junto al lado de Xena,
lágrimas salían de esos ojos verdes, Gabrielle agarró la mano de Xena y le habló.
G- Xena... si supieras cuanto te necesito, cuanto te amo... no puedes dejarme,
tienes que recuperarte mi amor, te amo mas que a nada en esta vida. Gabrielle agachó la
cabeza apoyándola en la mano de Xena mientras lloraba, Xena estaba inconsciente pero
pudo oír lo que la bardo le decía y Xena le apretó la mano a Gabrielle con las pocas
fuerzas que tenía, Gabrielle levantó la cabeza sorprendida pero a la vez feliz y se
incorporó un poco para darle a Xena un suave beso en los labios. Lila y Sara habían
contemplado todo desde que Gabrielle entró en la habitación.
S- Madre... se aman y no podrás cambiar eso.
L- Lo se hija, fui una estúpida al intentarlo, se que si fuera Gabrielle la que
fuera a morir Xena la seguiría tal y como la sigue Gabrielle en estos momentos.
S- Asi es madre, será mejor que vayamos a descansar un rato.
L- Si, vamos.
Lila y Sara se fueron a una habitación a descansar, Gabrielle se quedó dormida al lado
de Xena. A la mañana siguiente el sol se depositaba en la ventana de la habitación
donde Gabrielle aun dormía agarrando la mano de Xena, poco a poco unos ojos azules como
el mar se fueron abriendo, con una mueca de dolor Xena se incorporó un poco y miró a su
alrededor, sus ojos se posaron en una pequeña rubia que agarrada a su mano, dormía con
el rostro de su cara tenso. Lila se disponía a entrar en la habitación pero al ver que
la alta morena incorporada mirando a su hermana decidió detenerse en la puerta. Con una
tierna mirada Xena acaricio el rostro fe Gabrielle mientras le susurraba en al oído
varios te amo, Gabrielle fue despertando con esa voz que la hacía sentir mil cosas, sus
ojos se encontraron, con una mirada fija y intensa Gabrielle se acercó pegando su
frente con la de su morena y entrelazando sus manos.
G- Dios mío vaya susto que me distes...
X- Sshhh, ya paso todo, estoy contigo... como siempre.
G- Siempre... te amo Xena.
X- Yo también te amo Gabrielle.
G- Xena...
X- Dime.
G- Quieres... quieres casarte conmigo?
Lila abrió los ojos a mas no poder, le parecía increíble lo que su hermana le acababa
de preguntar, por otro lado, la guerrera dejó de sentir el dolor de todo su cuerpo,
ahora el dolor de su corazón no tenía rival.
Continuará...